ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad. Y, ya de paso, si con eso consigo quitarle las ganas de ver este montón de mierda, algo que hemos ganado.
Vuelvo a decir lo mismo que cuando analicé Venom: Habrá Matanza. Aquí no esperéis lo de ¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos, ni lo de Vayamos por partes.
Aquí ya me pongo a dar hostias desde el primer momento.
Para empezar, se que esta review llega con retraso, ya que la película se estrenó a finales de octubre. Pero, ya lo dije en su día, esta no pensaba verla en cines. Ya tragué con la primera y tragué con la segunda y, en ambas, Sony me tomó por gilipollas. Una tercera ya no.
Sigo defendiendo que las películas deben verse en los cines, pero hay excepciones y, desde luego, esta es una de ellas. Porque, tras haberla visto por medios poco ortodoxos, me alegro de no haber desperdiciado dinero en la entrada, como si hice en las dos anteriores.
Porque, una vez más, Sony ha vuelto a cagarse en el personaje.
En la primera, convirtieron a Venom en una alcahueta. En la segunda, lo pusieron a criar gallinas. Ahora, tenemos el...
...VENOM ASPIRANTE A HIPPIE
Así es. Cuando Eddie Brock y él son recogidos por esa familia de hippies encabezada por Otto Hightower, Venom va y le dice a Eddie que serían muy felices con una vida como esa. Imaginaos a Venom con una corona de flores fumando porros y cantando el Kumbayá. Yo prefiero no imaginármelo por miedo a sufrir una crisis psicótica.
Afortunadamente, no llegamos a ver esto en la película. Lo que si vemos son una sucesión de situaciones estúpidas, diálogos plomizos, chistes que tienen de todo menos gracia y momentos que producen vergüenza ajena. Como cuando Eddie y Venom se reencuentran con la Señora Chen (Peggy Lu) en Las Vegas, en una de esas casualidades que no te la crees si alguien te la cuenta por ahí.
Por cierto, si ese es el "último baile" al que hace referencia el título, apaga y vámonos. Porque esto, más que El Último Baile, es más bien El Último Tango en París, pero sin mantequilla.
También tenemos las dichosas "discusiones de pareja" entre Eddie y Venom; aunque, afortunadamente, no son tan prolongadas como en las dos anteriores películas.
Todo ello hasta llegar a lo más rescatable de la película, el climax en el que vemos a distintos Venoms en plena batalla contra los Xenophage, esos monstruos alienígenas que tienen una picadora en la espalda y que están al servicio de Knull. Esto lo esperábamos en la primera película y han esperado hasta la tercera para sacarlo ¡Ole sus cojones!
Hablando de Knull. Se suponía que era el gran villano de la función, pero tan solo tiene unas pocas apariciones, siempre con la misma pose, y luego en una de las escenas post-créditos nos enteramos que se lo reservan como villano para una futura Venom 4; que la habrá, ya que estas mierdas son lo único del Spider-Verse que le funcionan a Sony en taquilla.
Y, ya que hablamos de escenas post-créditos ¿Qué vamos a tener en la cuarta entrega? ¿Venom-cucaracha?
Por cierto, otra de las cosas rescatables de la película es cuando Venom simbiotiza un caballo; algo que hubiera sido una agradable sorpresa si no nos lo hubieran reventado en el tráiler.
Que esa es otra, porque luego, en los créditos finales, nos muestran un montón de animales simbiotizados por Venom. Pues bien, ese momento es mejor que la propia película. Desde luego, no entiendo como no lo aprovecharon en el film, que hubieran hecho que Venom llegara a un zoo, a un circo o a una reserva de animales y simbiotizara a los animales de allí, creando todo un ejército. Hubiera sido algo digno de verse.
Pero no, como es habitual en ellos, Sony desaprovecha las cosas buenas y le da bola a todo lo más nefasto y bochornoso que se les pasa por la cabeza. Y no solo con Venom, también con Morbius (Daniel Espinosa, 2022) y Madame Web ( S.J. Clarkson, 2024); y también tenemos a Kraven el Animalista, el cual llegará pronto y ya le tengo bastante miedo.
Volviendo con la película que nos ocupa, está escrita y dirigida por Kelly Marcel, guionista de las dos primeras películas. Con este movimiento, lo único que hacen es demostrar que Ruben Fleischer y Andy Serkis solo fueron llevados para hacer el paripé y poner su nombre en los títulos de crédito, porque la dirección es igual de plana que en las dos películas anteriores. Se ve que aquí han querido ahorrarse el sueldo de director.
Bueno, vamos resumiendo ya.
Venom: El Último Baile es otra basura más del Spider-Verse que, por tercera vez, echa a perder a un gran personaje de Marvel. Todo ello orquestado por los de Sony, que no sé como no se les cae la cara de vergüenza con estas porquerías que están haciendo.