24 de febrero de 2014

ROBOCOP (2014)

















Vamos con una película a la que le tenía bastantes ganas: el reinicio de la ya mítica película de Paul Verhoeven. Y, como digo siempre, mi opinión sobre ella es totalmente sincera y basada en mi propio criterio, sin dejarme influenciar por opiniones de otros.

Esto lo quiero dejar claro desde el principio.

En el año 2028, OmniCorp es una gran corporación que domina el mercado de los robots de guerra, los cuales resultan tan eficaces que ya no hace falta enviar soldados a los países en guerra. Sin embargo, sus ambiciones de construir robots para mantener la ley y el orden en las ciudades de EEUU se ve frenada por una ley elaborada por el senador Hubert Dreyfuss (Zach Grenier) que prohíbe el uso de robots dentro de territorio estadounidenses. Omnicorp cuenta con el apoyo de Pat Novak (Samuel L. Jackson), un presentador de Tv tan influyente como manipulador, pero no consiguen que se derogue la ley.

Es por ello que el presidente de OmniCorp, Raymond Sellars (Michael Keaton), idea un plan para poder saltarse esa ley creando un nuevo tipo de producto: una especie de fusión de hombre y máquina. Para ello cuenta con la ayuda del Dr. Dennett Norton (Gary Oldman), un importante científico especializado en prótesis robóticas; Norton no está conforme con esto, pero se ve obligado a participar ya que OmniCorp financia sus investigaciones. Tras tantear varios policías lisiados, finalmente encuentran al candidato perfecto en Alex Murphy (Joel Kinnaman), un honrado policía de Detroit que quedó gravemente mutilado cuando un poderoso narcotraficante al que perseguía trató de matarle con una bomba. Tras conseguir convencer a su esposa, Clara Murphy (Abbie Cornish), para que dé su consentimiento, Norton comienza el proceso para convertir a Murphy en el nuevo protector de la ciudad: RoboCop.


Robocop (1987) no es solo la película con la que el gran Paul Verhoeven se dio a conocer en el cine americano, sino que es ya toda una película de culto y un film imprescindible para los amantes de la acción y la ciencia ficción e, incluso, del cine en general. Realizar una nueva versión de semejante film era algo muy complejo y arriesgado.

El proyecto de realizar una nueva versión de Robocop comenzó en 2005, cuando dio comienzo el proyecto que desembocaría en la película que ahora nos ocupa. En un principio, el director iba a ser Darren Aronofsky mientras David Self se haría cargo del guión.

En 2008 todo parecía ir viento en popa. Aronofsky y Self eran confirmados oficialmente en la Comic-Con de San Diego y se fijó el verano de 2010 para el estreno de la película; incluso se publicó un poster del futuro film que afirmaba que Robocop llegaría en 2010.

Sin embargo, el proyecto se demoró mucho por varias razones -una de ellas, los problemas económicos por los que atravesaba MGM; aunque también influyeron los problemas de agenda de Aronofsky -y al final el estreno se retrasó hasta 2011. Pero el proyecto siguió retrasándose y todo parecía indicar que ni tan siquiera iba a llegar a ese año. Al final, tantos retrasos hicieron que Aronofsky abandonara y la película se quedara huérfana de director. Self también terminaría abandonando.

El proyecto quedó en un punto muerto hasta que, en enero de 2011, MGM decidió ponerse las pilas con él y lo reavivó junto a Sony Pictures poniendo al frente como nuevo director al brasileño José Padilha, quién había logrado un gran éxito en su país de origen con la estupenda Tropa de Elite (2007). El estreno fue originalmente fijado para agosto de 2013, aunque luego se retrasó hasta febrero de 2014.

A la película no le están yendo las cosas bien; al menos, no tan bien como se esperaba.

Con un presupuesto de 100 millones de dólares, en EEUU solo lleva recaudados 43 millones de dólares y todo parece indicar que no logrará llegar a los 100 millones en territorio estadounidense. Otra cosa es la taquilla mundial, donde al film acaba de llegar a los 100 millones, haciendo que su total sea de 143 millones de dólares. Sin duda, será la taquilla internacional laque salve a esta película del desastre, pero no hay duda de que no está haciendo la recaudación que se esperaba de ella.

¿Y qué me parece a mí esta película?

Pues bien.

He leído y escuchado muchas opiniones sobre este film y todas se dividen en dos grupos. Están los que machacan a la película directamente desde el más puro fanatismo, considerando esta nueva versión una aberración incluso desde antes de haberla visto. Y luego están los que la consideran muy inferior a la película original pero, aún así, no les parece un mal film.

Yo, desde luego, me inclino más por este segundo grupo, puesto que la película ha sido lo que me esperaba; ni más ni menos.

Comparándola con la original, la película sale perdiendo en todos los sentidos. Esta nueva versión se queda muy detrás de la maravillosa película de Verhoeven y no se acerca ni de lejos a los logros de aquella.

Pero, aún así, no me parece una mala película. Al contrario, me parece una película muy bien hecha y bastante apreciable.


José Padilha hace un muy buen trabajo a pesar de que se vio muy limitado a causa del estudioque, entre otras cosas, le impuso la calificación PG-13, obligándole a reducir el contenido violento que tanto caracteriza a la película original; y es una pena, porque la violencia y la mala leche de la que el director hizo gala en Tropa de Élite le venían como anillo al dedo para una película de Robocop.

Sin embargo, el tipo ha sabido solventar esto de una manera bastante inteligente gracias a un eficaz montaje y el uso de la iluminación. Gracias a esto, ha podido meter cosas violentas en la película, como cuando uno de los ED-209 mata a un niño al principio o cuando Robocop se venga del tipo que ordenó su asesinato atacando su organización y provocando una auténtica matanza; puede que no veamos sangre o gore, pero el lugar queda totalmente sembrado de cadáveres.

Otra cosa que me gusta de él es que, a pesar de introducir varios homenajes a la cinta original, no trate de imitarla en todo momento. Hay gente que se queja de que no haya metido esos famosos planos en primera persona de Robocop cuando está siendo construido; pero yo me alegro, porque de haber visto esos planos en esta película me habrían parecido como ver los títulos de crédito iniciales de Superman Returns.

Luego la película tiene unas muy buenas escenas de acción, unos efectos especiales de lo más logrados y un notable diseño de producción.

Tal y como dije cuando salieron las primeras fotos, el diseño de este nuevo Robocop me convence, tanto el primer diseño -mas asemejado al original -como el segundo de color negro apesar de que se asemeja al traje del Batman de Nolan, no lo voy a negar. Pero a mí no me parece malo. También los nuevos ED-209 están muy logrados, lo mismo que los robots que utilizan para los entrenamientos o los robots voladores.

Pero, sin duda, lo que más acertado de esta película es, sin duda, el reparto. Comenzando por su protagonista, Joel Kinnaman, quién hace una interpretación bastante correcta, aunque dista bastante de ser brillante y el tipo al final queda algo empequeñecido por los grandes secundarios; pero, de todas formas, está bastante bien en su papel.

Abbie Cornish está fantástica como esposa del protagonista, quién adquiriere mucha más relevancia en esta nueva versión.

Gary Oldman hace un trabajo brillante como creador de Robocop; su interpretación es de lo mejor de la película, sin ninguna duda.

Samuel L. Jackson también está genial como presentador manipulador a pesar de su poca presencia en la película. Por otro lado, su look es un tanto ridículo; vale que quieran satirizar la manipulación de los medios de comunicación, pero ese aspecto no me parece el más adecuado.

Jackie Earle Haley está tan impresionante como siempre; nada más que añadir.


En cuanto a Michael Keaton, el tipo está muy bien en su papel y hace un estupendo trabajo como villano principal. El problema es que su personaje no está bastante bien definido en el guión, no llegando a parecer el villano principal hasta ya casi al final de la película. El tipo parece más el ejecutivo sin escrúpulos que suele aparecer en este tipo de películas para dar por culo en lugar del auténtico villano, no sé si me explico. Creo que han intentado hacer una mezcla entre los personajes de Miguel Ferrer y Ronny Cox de la original, pero no les ha salido del todo bien.

Este es uno de los puntos negativos de la película, la cual tiene unos cuantos. Uno de ellos es la escena final en la azotea del edificio, la cual podría haber estado algo más trabajada. También está que se nota que a la película le falta metraje; sin duda, el montaje final era algo más largo y el estudio obligó a cortarlo.

En definitiva, este nuevo Robocop no está mal del todo. Se nota que José Padilha la ha realizado tomándose la película original bastante en serio y no intenta en ningún momento superarla o igualarla; lo cual hubiera sido un completo suicidio.

A mí la película me ha gustado. Como reboot es muy inferior a la película de 1987, pero como film de acción y ciencia ficción está bastante bien, se disfruta de principio a fin y entretiene bastante. Como ya he dicho antes, esto es lo que me esperaba de esta película y, como veis, no me ha defraudado.


Y, desde luego, yo prefiero mucho mas esta película que la regulera Robocop 2 (Irvin Kershner, 1990) y la nefasta Robocop 3 (Fred Dekker, 1993).






5 de febrero de 2014

X-MEN (2000)



















Dentro de unos meses se estrena la esperada X-Men: Días del Futuro Pasado, así que voy a analizar las películas de X-Men que ha habido hasta entonces; con excepción de X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011), la cual ya analicé en su día.

Y comienzo por la primera de todas, el film con lo que los famosos mutantes debutaron en el cine hace 14 años, una época en la que las películas de superhéroes no estaban tan a la orden del día como ahora.

La historia comienza en 1944, en la Polonia ocupada por los nazis. Varios judíos son encerrados en un campo de concentración. Entre ellos se encuentra Erik Lehnsherr (Brett Morris), un joven de 13 años que es separado de sus padres. En esos momentos empieza a manifestar unos extraños poderes magnéticos. Muchos años después, en un futuro cercano, en EEUU se está debatiendo una ley en el Congreso que obligue a los mutantes a registrarse y hacer públicas sus identidades. Los mutantes no ven bien esta ley, ya que se exponen a un gran rechazo social, pero el senador Robert Kelly (Bruce Davison), un fanático anti-mutantes que goza de una gran influencia, apoya firmemente esta ley. En medio de todo esto, Marie (Anna Paquin), una joven de 17 años, se ve obligada a huir de casa cuando sus poderes mutantes se manifiestan mientras besa a su novio, al que deja en coma. En su huida, Marie adopta el nombre de Pícara y llega a Canadá, país que siempre ha querido visitar, encontrándose con otro mutante, Lobezno (Hugh Jackman), quién accede a llevarla con él.

Durante el trayecto son atacados por otro mutante, Dientes de Sable (Tayler Mane), pero son rescatados por Cíclope (James Marsden) y Tormenta (Halle Berry), dos mutantes al servicio del profesor Charles Xavier (Patrick Stewart), un poderoso mutante telequinético que desea la paz y la convivencia entre humanos y mutantes mientras dirige una escuela para mutantes sin hogar donde son llevados. Pícara rápidamente se integra en ese lugar, aunque Lobezno, un espíritu libre, tiene sus reservas y solo accede a quedarse porque Xavier puede hacerle recordar su pasado. Mientras, Dientes de Sable cumplía órdenes de Erik Lehnsherr (Ian McKellen), ahora convertido en un poderoso mutante conocido como Magneto que odia completamente a los humanos y, al frente de su organización, también compuesta por Mística (Rebecca Romijn) y Sapo (Ray Park), trama un plan para conseguir la supremacía mutante.



Los primeros intentos de realizar una película de los X-Men datan de 1989, cuando Stan Lee y Chris Claremont emprendieron conversaciones con James Cameron y el estudio Carolco para realizar la futura película. Sin embargo, la cosa al final se quedó en nada cuando cayó en manos de Carolco la posibilidad de hacer una película sobre Spiderman.

Después, tras un fallido intento con Sony, en 1994 lograron venderle los derechos a la 20th Century Fox. La productora Lauren Shuler Donner fue la encargada de comprar los derechos para ellos, por lo que el estudio la puso al frente del proyecto cinematográfico.

Andrew Kevin Walker fue el primer guionista contratado, escribiendo un extenso guión donde aparecían muchos personajes, elementos como los Centinelas o la Sala del Peligro y un ambicioso plan por parte de Magneto para convertir Manhattan en una nación mutante. En los años siguientes, este guión fue pasando por las manos de guionistas como John Logan, James Schamus o Joss Whedon mientras que la dirección, aunque en un principio se tanteó a Robert Rodriguez, finalmente recayó en Bryan Singer.

Después del éxito de Sospechosos Habituales (1995), Singer estaba interesado en dirigir un proyecto de ciencia ficción. En un principio, la Fox le propuso dirigir Alien Resurrección (1997), pero Singer no estaba muy interesado. Entonces, le salieron con el proyecto de X-Men. Singer, en un principio, declinó esta oferta, ya que no le gustaban los cómics, los cuales consideraba lecturas poco inteligentes. Sin embargo, pronto se dio cuenta de las connotaciones políticas que contenían estos cómics –creados a principios de los años 60, cuando EEUU vivía una convulsa época de luchas raciales –y, partiendo de un borrador escrito por Ed Solomon en 1997, ideó un argumento junto al productor Tom DeSanto donde Charles Xavier y Magneto eran representados como unos modernos Martin Luther King y Malcolm X.

Christopher McQuarrier, que ya había trabajado con Singer en Sospechosos Habituales, fue el encargado de escribir el guión, el cual fue reescrito posteriormente por David Hayter, único guionista que aparecería acreditado.

La producción de la película, que originalmente debía estrenarse en 1998, no estuvo exenta de problemas. Para empezar, sufrió un gran retraso que permitió a Singer rodar la película Verano de Corrupción (1998).  Luego, la Fox, muy desconfiada con el proyecto, redujo el presupuesto a 75 millones de dólares, lo que obligó a suprimir muchos personajes y subtramas, haciendo una película más sencilla de lo que originalmente estaba pensado.

Aún así, la película siguió adelante y quedó lista para estrenarse en el verano de 2000, convirtiéndose en un gran éxito. Solo en EEUU hizo 157 millones de dólares y su recaudación mundial estuvo cerca de llegar a los 300 millones. Además, la película fue muy bien recibida por crítica y público y se convertiría, junto con la anterior Blade (Stephen Norrington, 1998) y la posterior Spiderman (Sam Raimi, 2002), en la gran impulsora de las adaptaciones de cómic que vivimos actualmente.

Y a todo esto, ¿Qué opino yo de este film?

Recuerdo que en su día esperé esta película como agua de mayo y con mucha ilusión, ya que tenía muchas ganas de ver a los X-Men en el cine.

Cuando por fin la vi –la espera a que se estrenara en España fue muy larga, llegando el 3 de octubre cuando se había estrenado en EEUU a mediados de julio –, recuerdo que me gustó. Aunque también me llevé una pequeña decepción, ya que me esperaba una película mucho más espectacular y con más acción. Porque la película tiene muy poca acción, incluso menos que Superman Returns -para que luego digan los defensores de esa película que no gustó solamente porque tenía poca acción -.



Pero esto se debía a los muchos recortes que hizo la Fox, lo cual obligó a hacer la película menos espectacular de lo que estaba prevista; como ya he mencionado antes. Más delito tiene Superman Returns, donde Singer contó con un presupuesto mucho más abultado –los famosos 250 millones de dólares –y una gran libertad.

Dejando a un lado la impresión inicial, la película me parece muy buena y una estupenda adaptación de cómic. Se toma muchas libertades, no lo voy a negar, pero capta muy bien la esencia de los cómics de la Patrulla X y mantiene muy bien estructurada su historia y a sus personajes.

Donde más libertades se toman es en el vestuario. A Singer no le gustaban los trajes de licra coloreados que los personajes utilizan en los cómics –les hacían parecer cheerleader de los Power Ranger, según él –, por lo que optó por cambiarlos por unos trajes de cuero negro.

A mí, la verdad, me hubiera gustado ver a los mutantes con trajes mas asemejados a los de las viñetas, no lo voy a negar. Pero, como digo siempre, no soy nada purista y tolero los cambios siempre que el resultado sea bueno. Y aquí, desde luego, lo es. Los trajes que llevan aquí los protagonistas me gustan bastante, especialmente, el de Lobezno; aunque, eso sí, echo de menos su máscara, de la cual prescindieron totalmente.

Por lo demás, la película está muy bien. Tecnicamente, es brillante. El diseño de producción es alucinante, recreando muy bien los elementos de la escuela mutante, como la base subterránea, Cerebro –el cual es impresionante –o el famoso jet. Los efectos especiales no están tan pulidos como deberían, pero funcionan muy bien y, además, acompañan muy bien la historia si adueñarse de ella.

Todo funciona muy bien en este film. La fotografía está muy lograda, el ritmo no decae en ningún momento y, a pesar de su falta de acción, la película se disfruta bastante gracias, especialmente, a un guión muy bien elaborado –cuesta creer que tuviera tantas reescrituras –y la eficaz dirección de Snyder.

También el trabajo de los actores es un punto a favor.

Patrick Stewart fue una muy buena elección como Charles Xavier, porque hace un estupendo trabajo. Se dice que su elección, como la de otros personajes, se hizo teniendo en cuenta las opiniones de los fans en internet y yo, desde luego, doy crédito a esto, porque varios años antes de que se hiciera la película siempre pensaba en este actor como Profesor X cuando imaginaba una película de X-Men. Así que imaginad mi sorpresa cuando vi que era el elegido.


Al principio no imaginaba a Ian McKellen como Magneto, ya que físicamente no encajaba mucho, puesto que Magneto es un tipo mucho más alto y fuerte. Sin embargo, lo que importa es la interpretación y en eso McKellen, un actor excelente, sale ganando dando vida a un estupendo Magneto tan amenazador como en los cómics.

Famke Janssen está realmente fantástica como Jean Grey. La tía es una estupenda actriz y aquí hace una de sus mejores interpretaciones. Cuando vi la película por primera vez no hacía más que comparar este personaje con el de la sádica asesina que interpretó en Goldeneye (Martin Campbell, 1995), porque parecía que las dos hubieran estado interpretadas por dos actrices distintas.

Halle Berry no es santa de mi devoción, como ya he dejado claro en otras ocasiones, pero debo admitir que aquí no lo hace mal del todo como Tormenta.



Tampoco es santo de mi devoción James Marsden, pero para un personaje tan repelente como Cíclope –siempre ha sido el personaje que menos me ha gustado –encaja muy bien.

Rebecca Romijn está fantástica como Mística y se desenvuelve muy bien en las escenas de acción. El único defecto que le encuentro es en el maquillaje, el cual no está lo suficientemente pulido en la parte del rostro; por suerte, este es un defecto que corrigieron en las siguientes entregas.

El personaje de Pícara es el que sufre más modificaciones e. incluso, le añadieron una mezcla de elementos de otros personajes, como Júbilo o Kitty Pryde –aunque esta última aparece brevemente en la película interpretada por Sumela Kay –. Aunque yo por aquella época tenía el deseo de ver una Pícara como la de la serie de animación de los 90 interpretada por Denise Richards esta Pícara interpretada por Anna Paquin me pareció sensacional y todavía me lo parecer. La oscarizada actriz hace un trabajo estupendo y resulta de lo mas convincente.

Ray Park y Tayler Mane están muy bien como Sapo y Dientes de Sable, respectivamente, aunque ambos están bastante desaprovechados. Lo mismo que Bruce Davison como el Senador Kelly, a pesar de que este personaje tiene bastante importancia en la trama. Además, me pareció un error que lo mataran, ya que hubiera estado mejor el que sobreviviera y cambiara públicamente su opinión sobre los mutantes; algo que hacen en la película, aunque no es exactamente el Senador Kelly quién lo hace.

Y, guardando lo mejor para el final, hablo del que ha sido siempre mi personaje favorito de esta franquicia: Lobezno.

El mayor temor que tenía era que actor iba a interpretarlo. Yo tenía idealizado para este papel a alguien como Harvey Keitel, un gran actor que, además, encajaba bastante físicamente con el personaje. No obstante, el estudio prefería más a Russell Crowe, lo cual también me pareció una decisión muy acertada. Sin embargo, Crowe rechazó el papel y este recayó en el actor Dougray Scott. Pero, este también terminó rechazando el papel porque la producción de esta película coincidía con la de Mission: Impossible II (John Woo, 2000), donde daba vida al villano principal.

Finalmente, el gran elegido resultó ser Hugh Jackman, un actor completamente desconocido por aquel entonces.

Yo, en su día, no lo consideré una buena elección, lo admito; ya sabéis que nunca me avergüenza admitir cuando me equivoco.  Cuando lo veía en las imágenes no me convencía su caracterización y encontraba su imagen demasiado suave, no tan ruda como el personaje requería. Me hubiera gustado verlo en acción en algún tráiler, pero esta es una de las pocas películas de las que no vi ningún tráiler de ella antes de verla, en serio. Y no fue porque no quisiera. En aquella época no tenía internet en mi casa y solo podía ver los tráilers en el cine. Sin embargo, los cines a los que iba no proyectaban ningún tráiler de esta película y lo único que podía ver eran escenas salteadas en los programas de Tv.

Una vez vista la película, pude comprobar lo mucho que me había equivocado con este actor, quién resultó ser un gran descubrimiento. Hace suyo al personaje desde el primer momento y se apodera de cada escena en todo momento, todo gracias a una interpretación extraordinario que dota al personaje de mucha personalidad. Se puede decir que el tipo se apodera de la película de la misma forma que su homólogo de los cómics se apoderaba de las historietas.

Sobre los puntos negativos de este film, además de la poca acción y la casi falta de espectacularidad, está el hecho de que, a pesar de su duración de 104 minutos, la película se pasa muy rápido y se hace muy corta –da la sensación de ver una película de 80 minutos o menos –. A lo largo de la película el ritmo no decae, como ya he mencionado antes, pero una vez que termina te deja con la sensación de “¿Ya está?”.



También se echan en falta mas personajes, pero esto es algo que arreglan en el futuro.

Luego está que, aunque el guión está muy conseguido y bien trabajado, la historia resulta algo simplona y el plan de Magneto no resulta tan megalómano como debería ser. Bueno, si es megalómano, pero al final no da esa sensación tanto como debería dar; quizá por la ya mencionada falta de espectacularidad.

Y es que, en el fondo, con esta película ocurre como con Superman (Richard Donner, 1978), la cual, a pesar de ser una gran película, no dejaba de ser una presentación del personaje para futuras secuelas. Y aquí ocurre lo mismo, el film es una presentación de los célebres personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1963 para la futura saga que se avecinaba.

Pero, bueno, a pesar de todo esto, la película es muy buena y una estupenda adaptación de cómic que se disfruta de principio a fin y que, como ya he dicho, marca las pautas para futuras adaptaciones de cómic.

Además, vuelvo a recordar que el que la película sea menos espectacular y ambiciosa fue culpa de la Fox. Ya que aquí no ocurre como con Superman Returns, donde Singer contó con total libertad y un presupuesto ilimitado para luego hacer esa gran cagada que, desde luego, no le llega ni a la suela de los zapatos a este film.

Sin duda, los X-Men no pudieron debutar mejor en el cine. Aunque, la cosa se podía mejorar y, desde luego, lo hicieron. Pero de eso ya hablaré mas adelante.