27 de diciembre de 2011

BATMAN VUELVE (1992)















Después del enorme éxito de Batman (1989) su secuela no se hizo esperar. Tim Burton volvió a encargarse de la dirección y Michael Keaton volvió a encarnar al héroe encapotado; ambos por segunda y última vez.

Esta fue la primera película de Batman que vi en el cine. La primera, que se estrenó cuando yo tenía 9 años, no pude ir a verla al cine -bueno, mas bien no me dejaron -en su día, pero esta si pude verla en la gran pantalla. Cuando se estrenó yo ya tenía 12 años y, además, nos ese mismo año nos habíamos mudado y el cine quedaba ya muy cerca de casa.


Desde luego, flipé mucho viéndola. Aunque, como le ocurre a su predecesora, también ha envejecido bastante mal.

En plenas navidades, Gotham City sufre una oleada de delincuencia por parte de una banda criminal compuesta por antiguos trabajadores de un circo y a la que solo Batman (Michael Keaton) puede hacer frente. El líder de esta banda es un tipo al que llaman El Pingüino (Danny DeVito), un ser deforme que fue arrojado al río por sus padres al poco de nacer y ahora pretende vengarse secuestrando a todos los primogénitos de la ciudad para sacrificarlos. Para ello secuestra a Max Shreck (Christopher Walken), un empresario sin escrúpulos al que obliga a asociarse con él bajo la amenaza de desvelar sus negocios sucios. Por su parte, Shreck ve en esto una buena oportunidad para hacerse con el control de la ciudad sacando a la luz al Pingüino presentándolo como una víctima de la sociedad para que la gente lo admire y así convertirlo en candidato a la alcaldía de la ciudad.

Todo el mundo confía en El Pingüino salvo Batman, quién empieza a investigar sobre él descubriendo su relación con la banda criminal y con un circo donde se produjeron desapariciones de niños. Mientras tanto, surge una misteriosa ladrona, una mujer vestida como una gata que se hace llamar Catwoman, mostrando una gran habilidad para el combate y las acrobacia. Esta es, en realidad, Selina Kyle (Michelle Pfeiffer), la ayudante de Shreck. Este la asesinó arrojándola por una ventana cuando vio que esta había descubierto sus verdaderos planes, sin embargo, regresó a la vida ayudada por unos gatos que lograron transferirle parte de sus habilidades; incluidas las siete vidas –nueve para los americanos –.



Al principio, Tim Burton no estaba muy por la labor de volver a dirigir una secuela de Batman después de los problemas que tuvo con el estudio en la primera película. Así que regresó bajo una serie de condiciones. Una de ellas era que la película debía esperar. La Warner quería comenzar con ella a mediados de 1990, pero Burton antes quería dirigir la película Eduardo Manostijeras (1991). También se le díó un mayor control sobre el proyecto, convirtiéndole también en productor, relegando a Jon Peters y Peter Guber, productores de la anterior entrega, a la producción ejecutiva.


Otra de las decisiones de Burton fue contratar a Daniel Waters para reescribir el guión que Sam Hamm había escrito y reemplazar al diseñador de producción Anton Furst –quién ganó un oscar por el diseño de producción de la primera película –por Bo Welch, con quién ya trabajó en Bitelchús (1988) y la mencionada Eduardo Manostijeras.

El éxito de la película fue muy inferior al de la primera. Aún así, con un presupuesto de 80 millones de dólares, la película recaudó 162 millones solo en EEUU y 104 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 266 millones de dólares. Sobre los resultados no-económicos de la película, las opiniones son muy dispares. Para algunos es una gran película, superior a la anterior entrega, mientras que otros, a parte de considerarla inferior a la primera, la encuentran demasiado oscura.

Para mi el film está muy a la altura de la primera y llega a superar a esta en algunos aspectos. En esta ocasión, la puesta en escena es mas eficaz y las escenas de acción están mejor rodadas. El guión sigue sin ser una maravilla, pero está algo mas trabajado y mejor estructurado.



No obstante, el film tiene en contra su diseño de producción, el cual está logrado, pero llega a resultar demasiado oscuro y tenebrista, mas propio de una película de terror que de una adaptación de cómic; Batman es un superheroe oscuro y tenebroso, pero aquí la estética de la película no cuadra mucho con él. Me gusta el diseño del Batskiboat y que mantengan el diseño del Batmóvil de la primera, pero el nuevo diseño del traje de Batman no me termina de convenver. La dirección de Burton sigue siendo eficaz, pero hay momentos en los que el tipo parece que se olvida que está en una película de superheroes y, esta vez, su estilo gótico resulta un tanto mas cargante que en la primera.

En cuanto al reparto, aquí la película está tan acertada como su predecesora. Michael Keaton vuelve a hacer un estupendo trabajo dando vida a Batman y los actores que repiten lo hacen tan bien como en el primer film. Michael Gough vuelve a estar genial como Alfred y Pat Hingle vuelve a hacer una buen trabajo como Comisario Gordon; aunque el personaje vuelve a ser tan anodino como en el primer film.


Por otra parte, Danny DeVito está genial y su Pingüino llega a dar bastante miedo, a diferencia del Joker (Jack Nicholson) de la primera. No obstante, no me hace mucha gracia que lo conviertan en una especie de mutante, cuando en los cómics es solo deforme. Aunque, lo mas chocante, es que vivan pingüinos en las cloacas de Gotham; todavía intento encontrarle alguna explicación a eso.

Christopher Walken hace también un trabajo estupendo dando vida a Max Shreck, un personaje que no aparece en los cómics y cuyo nombre es un guiño a Max Schreck, el famoso –y misterioso –protagonista de Nosferatu (F. W. Murnau, 1922), gran clásico del expresionismo alemán. Originalmente, este personaje iba a ser Harvey Dent –interpretado en la primera por Billy Dee Williams, quién no repitió aquí –y al final de la película no iba a morir, sino quedar desfigurado, dando paso a Dos Caras en la tercera. Esto se desechó y el personaje fue reconvertido en el que se ve en la película. También estaba previsto que al final se descubriera que él y El Pingüino eran hermanos, pero esto también fue desechado.



No obstante, quién mas destaca en el film es, sin duda, Michelle Pfeiffer, quién está realmente impresionante como Catwoman; con una estupenda interpretación y dotando al personaje de una sensualidad difícil de superar. Halle Berry ya puede lucir todo el palmito pueda y enseñar tanta carne como le de la gana, porque su Catwoman no le llega ni a la mitad de la suela del zapato a esta Catwoman que tanto hizo suspirar y hacer correr sudores fríos en su día. Desde luego, Anne Hathaway lo va a tener muy difícil para superar el listón; claro, que ella tiene la ventaja de venir de la mano de Christopher Nolan. A ver que pasa.

Resumiendo.

Una buena película y una muy buena secuela, muy a la altura de su predecesora. A gustos personales, yo prefiero mas la primera, pero este film no le desmerece nada. Desde luego, lo de segundas partes nunca fueron buenas, no puede aplicarse a este film totalmente disfrutable de principio.


Como adaptación, sigue la misma linea que la anterior; que se le va a hacer.





29 de noviembre de 2011

LA COSA (2011)
















Bueno, he tardado pero ya he visto esta precuela de la gran película de John Carpenter de 1982 que transcurre en el campamento noruego donde fue descubierta la cosa y la nave donde llegó a la Tierra. El film cuenta los acontecimientos sucedidos allí, los cuales preceden a los del film de Carpenter.

La Antártida, 1982. Unos investigadores pertenecientes a una expedición noruega descubren una enorme nave extraterrestre que lleva miles de años sepultada en la nieve y a una extraña criatura congelada no muy lejos de ella. Kate Lloyd (Mary Elizabeth Winstead), una joven paleontóloga americana, es enviada al campamento de la expedición para investigar a esa criatura. Pero, una vez allí, la criatura resulta seguir viva y logra escapar del bloque de hielo donde estaba atrapada. Pero eso no es lo peor, ya que Kate descubre que esa cosa puede transmutarse en cualquier ser vivo que toca y podría haber suplantado a uno o varios miembros del equipo, lo que hace que la desconfianza entre ellos crezca mientras tratan de impedir que la cosa escape del campamento y se propague por el mundo.

La película se estrenó en EEUU el pasado 14 de octubre –en España lo hizo el 21 de octubre – y, la verdad, no le está yendo muy bien, que digamos. Con un presupuesto de 38 millones de dólares solo lleva recaudados 16 millones en EEUU y 2 millones en el resto del mundo, por lo que su recaudación global es de 18 millones de dólares; un fracaso en toda regla. Eso sin mencionar lo mal que ha sido recibida por la crítica; aunque, leyendo la mayoría de las críticas, tengo la impresión de que los críticos están mas interesados en compararla con el film original que en valorarla como es debido.



La verdad es que no me sorprende este fracaso, ya que se trata de una película bastante innecesaria, ya que cuenta una historia que los fans del film de Carpenter nos montamos en la cabeza hace tiempo viendo la original y, seguro, cada uno tiene en mente su propia versión, digo yo. Eso si, esto no significa que la película se merezca este fracaso.

A mi, desde luego, me ha gustado mucho.

Está muy lejos de estar a la altura del film de Carpenter, eso creo que no hace falta que lo diga, pero eso no significa que sea mala. Yo adoro la película de 1982, un film excelente y todo un clásico del cine de terror y ciencia ficción; para mi, incluso, supera a la película que remaquea, El Enigma de Otro Mundo (Christian Nyby, 1951). Sin embargo, yo no llego al nivel de fanatismo del que hacen gala muchos fans que ya juzgaron y crucificaron esta película desde el mismo día que se anunció el comienzo de su producción y que, aunque les haya llegado a gustar, seguirán diciendo que es una mierda creyendo que si dicen lo contrario están traicionando al film original.

Yo ya he dicho muchas veces que no soy así y si la película me ha gustado no tengo por qué decir que no lo ha hecho solo por quedar bien con una panda de amargados que malviven creyendo que su film adorado va a caer en el olvido ante las nuevas generaciones cuando lo importante es que se mantenga vivo dentro de su cabeza.

Pero, bueno, dejemos ya estas cosas y vamos a lo que importa. Comenzaré, como siempre, por lo bueno.



Para empezar, la película está muy bien dirigida, con una buena forma de llevar el ritmo y de crear momentos de tensión. Su director, el holandés Matthijs van Heijningen Jr., un tipo practicamente desconocido surgido de la publicidad, hace un muy buen trabajo en el que es  su primer film. Sin duda, no llega a la maestría de Carpenter, pero demuestra ser un buen director, logrando sacar este film adelante en todo momento. Además, no solo no intenta superar la película de Carpenter, sino que también se la toma muy en serio y se muestra muy respetuoso con ella.

La película está rodada de una forma que recuerda el estilo del cine de los 80 y, sobre todo, al de la película original. Además de que el diseño de producción está muy logrado y recrea con bastante fidelidad lo visto en la película que precede. En serio. El campamento noruego que vimos destruido en el anterior film aquí podemos verlo a pleno rendimiento muy bien recreado.

Otro punto muy a favor del film es su reparto. Todos los actores, sin excepción, hacen un trabajo muy bueno y la dirección de actores es genial. Desde luego, a nivel interpretativo, la película aprueba con nota; y en una película con tan pocos personajes, estas cosas se aprecian muy bien.


No obstante, el film falla en algunas cosas.

El guión no es malo del todo, pero es bastante simplón. También, aunque la película ata muy bien los cabos para que el final coincida con el principio de la película de Carpenter, hay un fallo bastante grande y que resulta algo inaudito.











Lo que viene a continuación contiene SPOILERs,  así que quién no haya visto la película aún que se abstenga de leerlo o lo haga bajo su total responsabilidad.







Hablo de la nave extraterrestre. En la película de 1982 veíamos en unas grabaciones –que, en realidad, era material de archivo de la versión de 1951 –como los noruegos colocaban cargas explosivas para dejar la nave al descubierto. Sin embargo, aquí vemos al final que la razón de que la nave se quite la nieve de encima es que la cosa, intentando escapar en ella haciéndola despegar hasta que es detenida por la protagonista.

Resulta bastante chocante que con lo que cuidan otros detalles –lo del perro perseguido por los noruegos en el helicóptero o el tipo que se abre las venas y la sangre congelada le cuelga de las muñecas –aquí cometan un fallo tan gordo. Mi única explicación es que lo hicieran a propósito, tomándose esa licencia porque de la otra forma queda mas espectacular. No sé.

La película está llena de guiños a la original, pero hay algunas escenas que ya son copia descarada. Como esa en la que, después de que los pilotos americanos (Joel Edgerton y Adewale Akinnuoye-Agbaje) se escapan de donde les han encerrado y tratan de entrar donde están los otros personajes y estos les oyen romper un cristal y corren hacia ellos para descubrir que estos se han hecho con armas y se hacen con el control de la situación; igual que MacReady (Kurt Russell) en la cinta de Carpenter. Con cosas como estas no es de extrañar que algunos la acusen de ser mas un remake que una secuela.







Fin de los SPOILERS.









Aunque, donde mas falla el film es en los efectos especiales. Mientras algunos efectos son muy buenos y están muy logrados, otros, en cambio, resultan algo cutres y bastante cantososos.

Un buen ejemplo está en la escena del helicóptero, cuando el tipo del bigote se descubre como la cosa. Al principio, se le parte la cabeza; un momento realmente genial, muy en la linea de la película de Carpenter. Pero luego se le abre el cuerpo en forma dentada sacando miles de tentáculos bastante mal hechos y que cantan una barbaridad, haciendo que ese efecto contraste mucho con la de la cabeza, quitándole así impacto a la escena.



Otros ejemplos son la cosa con las dos cabezas fusionadas que vimos quemada en la anterior película –y que aquí vemos como se forma –, la cual está muy lograda y su diseño es muy bueno, o la noruega –el otro personaje femenino del film –convertida en cosa, que es realmente genial. Por el contrario, cuando parten el brazo-cosa (así es como lo llamo yo) con un hacha y esta vuelve a juntarse, ahí los efectos son realmente malísimos.

Y así toda la película. Hay momentos en que los efectos están muy logrados y bien hechos, pero en otros son de un cutre impresionante; como si se hubieran currado mucho mas unos efectos que otros o que el equipo de efectos especiales estuviera formado por vagos y competentes por igual.

Luego tenemos el climax en el interior de la nave, donde se produce el enfrentamiento final con la cosa.

El interior de la nave alienígena –algo que quedó pendiente de la película de 1982 –me gustó mucho y está realmente logrado. Un escenario perfecto para un final espectacular. No obstante, el climax se queda a medias. El enfrentamiento final con la cosa no está mal del todo, pero deja bastante sensación de frialdad. Por un lado, el diseño de la cosa a la que se enfrenta la chica es realmente lamentable. Encima, el rostro humano que le ponen está hecho de forma penosa; deberían haber utilizado motion capture para hacerlo, pero se ve que no –es un efecto mas propio de una película de los años 90 que de un film de 2011 –. Luego, la situación se resuelve demasiado rápido OJO SPOILER con la protagonista volando a la cosa con una simple granada FIN DEL SPOILER.




Claro, que ahora que lo pienso, este fallo también se lo podemos achacar a la película de Carpenter. Porque una de la pocas cosas que me rechinan de ese film es el enfrentamiento final, que no estaba a la altura del conjunto de la película y, al igual que pasa aquí, el diseño de la cosa no me convenció del todo y la situación se resolvía de una forma muy similar. Claro, que eso no exculpa a esta película, ya que podían habernos ofrecido un final mucho mas espectacular.

Resumiendo.

Una buena película que no llega, ni intenta llegar, a la maestría de la gran obra de John Carpenter. Pese a los fallos que tiene, el conjunto es bastante bueno y la película se disfruta de principio a fin. Como precuela, la película funciona muy bien. Pese al fallo que he dicho antes en el spoiler, ata muy bien los cabos para enlazar su trama con la del film original, al que respeta en todo momento –salvo algunas escenas copiadas descaradamente, como ya he dicho antes –y se la toma muy en serio.

Como ya he dicho al principio, es una película que no había mucha necesidad de hacerla. Pero, ya que la han hecho, es agradable de que nos hayan ofrecido un buen film que no abochorna a los fans del film de 1982; al menos, a mi no me ha abochornado.

Después de ver a Mary Elizabeth Winstead en este film y como se desenvuelve en las escenas de acción, cada vez tengo mas claro que la desaprovecharon mucho como action women en La Jungla 4.0.










22 de noviembre de 2011

LAS AVENTURAS DE TINTíN: EL SECRETO DEL UNICORNIO (2011)














Ya he visto la última –de momento –versión cinematográfica del famoso personaje de cómic creado por el belga Georges Remi, mas conocido como Hergé, en 1929 y que es todo un icono del cómic europeo; película que ha sido realizada por dos grandes genios del cine actual: Steven Spielberg y Peter Jackson.

El film ha sido realizado enteramente en animación CGI mediante la cada vez mas popular técnica de Motion Capture, consistente en animar personajes digitales a partir de los movimientos capturados por computadora de actores reales. Algo en lo que Jackson y su compañía de efectos especiales, WETA, son unos grandes expertos, ofreciéndonos maravillas como el Gollum de El Señor de los Anillos, los Na´vi de Avatar o los simios de la reciente El Origen del Planeta de los Simios.

La película adapta tres historietas del cómic de Tintín: El Secreto del Unicornio, El tesoro de Rackham el Rojo y
El Cangrejo de las Pinzas de Oro.


La historia comienza cuando Tintín (Jamie Bell) adquiere en un mercadillo una maqueta de barco que, poco después, un misterioso individuo, Ivanovitch Sakharine (Daniel Craig), trata de comprársela a cualquier precio. Tintín se niega a venderla y la lleva a su casa. Poco después, investiga sobre la maqueta y descubre que esta es una reproducción de El Unicornio, un barco que en el siglo XVII se hundió portando un gran tesoro. Tras regresar a su casa, descubre que le han robado la maqueta e, inmediatamente, sospecha de Sakharine. Afortunadamente, Milú, su fiel perro, le descubre que los ladrones no han podido llevarse un pequeño pergamino que ocultaba la maqueta.

Prosiguiendo su investigación, Tintín es secuestrado por los hombres de Sakharine y llevado hasta el Karaboudjan, un barco del que se ha apropiado. Este quiere el pergamino, pero este le fue robado a Tintín poco antes por un carterista al que persiguen los detectives Hernández (Simon Pegg) y Fernández (Nick Frost). Una vez le dejan solo, Tintín no tarda en escaparse con la ayuda de Milú y, en su huida, se topa con Haddock (Andy Serkis), el capitán del barco, quién se encuentra prisionero de Sakharine. Ambos logran huir del barco, pero son perseguidos por Sakharine, quién está muy interesado en capturar a Haddock con vida. Tintín no tarda en descubrir que Haddock es descendiente de Sir Francis Haddock, el capitán que comandó El Unicornio y que guarda la clave para encontrar el tesoro.

La relación de Tintín con el cine no es algo nuevo.

La primera adaptación cinematográfica fue en la película Tintín: El Cangrejo de las Pinzas de Oro (Claude Missone, 1947), un film de animación de producción belga realizado con marionetas animadas con stop-motion. A esta siguieron dos películas con personajes reales, El Secreto del Toisón de Oro (Jean-Jacques Vierne, 1961) y El Misterio de las Naranjas Azules (Philippe Condroyer, 1964) –esta última rodada en España con co-producción española –y varias películas de animación tradicional; sin contar también series de Tv e, incluso, obras de teatro.

Spielberg tuvo su primer contacto con Tintín tras el estreno de En Busca del Arca Perdida (1981), cuando un rotativo francés dijo que la primera película de Indiana Jones tenía muchas similitudes con los cómics de Tintín. Spielberg entró, entonces, en contacto con la obra de Hergé y quedó maravillado, llegándose a reunir con el autor para proponerle llevar su obra al cine. Hergé, que no quedó muy contento con las anteriores adaptaciones, quedó entusiasmado con la idea. Aunque no llegaría a verlo, ya que falleció en 1983, siendo su esposa la que cerró el trato con Spielberg poco después.


Spielberg, entonces, puso a Melissa Mathison, guionista de E.T. El Extraterrestre (1982), a trabajar en el guión de la futura película. Pero esta no llegó a arrancar y, poco a poco, Spielberg fue perdiendo interés. Después, los derechos fueron recuperados por la Fundación Hergé y, en los años siguientes, varios directores mostraron su interés en adaptar a Tintín; entre ellos, el gran Jean-Jacques Annaud. Sin embargo, ningún proyecto logró salir adelante.

Fue en 2001, tras el exitoso estreno de Shrek, cuando Spielberg volvió a interesarse en Tintín, esta vez para adaptarlo en una película realizada en animación digital. Un año después, volvió a hacerse con los derechos y puso en marcha el proyecto. Pero este tampoco terminaba de arrancar hasta que, a mediados de la década, Peter Jackson, que también llevaba años queriendo adaptar a Tintín, se cruzó en su camino y los dos decidieron sacar adelante el proyecto conjuntamente.

Y así, de esa colaboración surgió el film que ahora nos ocupa. Película producida por Jackson y Spielberg, quién también se ha hecho cargo de la dirección. Cabe decir que este es el comienzo de una trilogía cuya tercera entrega ya está en marcha en vista del enorme éxito que la película está teniendo en Europa –a día de hoy lleva recaudados 187 millones de dólares, siendo su presupuesto de 135 millones –antes de su desembarco en EEUU, donde el personaje es mucho menos conocido, a mediados de diciembre.

Bueno, empecemos ya.

Tintín no está entre mis personajes de cómic favoritos, pero si he leído sus historias y conozco bien al personaje y su entorno. Así que me puedo defender bien para decir que, como adaptación, la película es bastante buena. Se mantiene fiel a los cómics y, además, fusiona muy bien las tres historias que adapta gracias a un guión bastante eficaz.



Luego está el aspecto visual y técnico, donde la película aprueba con matrícula. El trabajo que hace WETA –que ya se ha apuntado este año un buen tanto con la estupenda revisión de El Planeta de los Simios –es de nuevo para quitarse el sombrero, con una animación excelente y unos personajes digitales de lo mas logrados y reales a los que ayudan mucho la interpretación de los actores que les dan vida, como Jamie Bell como Tintín, Andy Serkis como Haddock o Daniel Craig como Sakharine.

Como film de animación y adaptación de Las Aventuras de Tintín, la película es muy, pero que muy, buena. Sin embargo, hay algo en ella que no termina de convencerme del todo.

La película es buena y me ha gustado, pero hay algo en ella que no termina de convencerme. Y creo que se lo que es.

La dirección de Spielberg.

Ya he dicho varias veces que, ultimamente, Spielberg, uno de mis directores mas admirados, me gusta mas como productor que como director. No es que el tipo haya empezado a dirigir mal. Por el contrario, sigue digiriendo muy bien y, de hecho, la dirección de esta película es genial. El problema es que, en los últimos años ha perdido ese toque personal que tanto le caracteriza en sus películas y que le diferencia de los demás cineastas.

Os voy a poner un ejemplo.

Hace años, cuando todavía no había visto El Imperio del Sol (1987) regresaba una noche a mi casa y encendí la Tv. En esos momentos estaban emitiendo esa película en no se que canal y yo, en esos momentos, desconocía por completo de que película se trataba, ya que no sabía la programación de esa noche, en el teleprograma no ponía nada –tan solo lo de “película a determinar” –y aquel televisor era tan viejo que no tenía txt. Sin embargo, me bastó ver solo unos segundos de esa película para saber que se trataba de una película de Spielberg. No sabía que película era, pero si sabía que la había dirigido el Rey Midas del cine porque su toque personal estaba por todas partes en cada uno de los forogramas; ese toque que puede apreciarse fácilmente en todas las películas que ha realizado en los años 70, los años 80 y los años 90. Pero que, a partir de A.I. Inteligencia Artificial (2001), parece que ha perdido por completo.



Sus películas siguen siendo muy buenas y Spielberg sigue dirigiendo muy bien. Pero ya no logro identificarle en ninguna de sus películas. Es mas, parece que en cada una de ellas se deja influenciar mas por el estilo de otros directores; como aquí, donde se ven muchos planos y movimientos de cámara mas propios de Jackson. Ni tan siquiera la reciente entrega de su famoso arqueólogo, Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal (2008), me trajo de vuelta, ni tan siquiera un poco, al Spielberg de siempre; y eso que a mi la película no me llegó a desagradar tanto como a la mayoría de los fans.

Y esa es lo que pasa con esta película, donde tampoco puedo ver a Spielberg por ningún lado. Y ese es el problema, porque si se hubiera limitado solo ha producir, pues no habría problema. Pero es que también dirige, y vuelve a hacerlo sin su toque personal; el cual dudo si lo recuperará algún día.

Por eso, aunque Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio es buena, está muy lograda y, sobre todo, deja con ganas de mas –ya la he visto dos veces –, como película de Spielberg flojea bastante. Por eso, a pesar de sus logros, no puedo incluirla en el Rincón de las Muy Buenas.



Eso si, es una película totalmente recomendable. Tanto para los fans de Tintín como para los que nunca han leído una historia suya en su vida.

Para acabar, quiero recalcar que la película está llena de guiños a las historias de Tintín. De todos, me quedo con el del alchool que, ante la falta de gravedad, adquiere una forma parecida a la de una pompa de jabón y sale volando. Tengo solo vagos recuerdos, pero esa escena aparecía es una de las primeras historietas de Tintín que leí y de eso es lo que mas me acuerdo.