27 de diciembre de 2011

BATMAN VUELVE (1992)















Después del enorme éxito de Batman (1989) su secuela no se hizo esperar. Tim Burton volvió a encargarse de la dirección y Michael Keaton volvió a encarnar al héroe encapotado; ambos por segunda y última vez.

Esta fue la primera película de Batman que vi en el cine. La primera, que se estrenó cuando yo tenía 9 años, no pude ir a verla al cine -bueno, mas bien no me dejaron -en su día, pero esta si pude verla en la gran pantalla. Cuando se estrenó yo ya tenía 12 años y, además, nos ese mismo año nos habíamos mudado y el cine quedaba ya muy cerca de casa.


Desde luego, flipé mucho viéndola. Aunque, como le ocurre a su predecesora, también ha envejecido bastante mal.

En plenas navidades, Gotham City sufre una oleada de delincuencia por parte de una banda criminal compuesta por antiguos trabajadores de un circo y a la que solo Batman (Michael Keaton) puede hacer frente. El líder de esta banda es un tipo al que llaman El Pingüino (Danny DeVito), un ser deforme que fue arrojado al río por sus padres al poco de nacer y ahora pretende vengarse secuestrando a todos los primogénitos de la ciudad para sacrificarlos. Para ello secuestra a Max Shreck (Christopher Walken), un empresario sin escrúpulos al que obliga a asociarse con él bajo la amenaza de desvelar sus negocios sucios. Por su parte, Shreck ve en esto una buena oportunidad para hacerse con el control de la ciudad sacando a la luz al Pingüino presentándolo como una víctima de la sociedad para que la gente lo admire y así convertirlo en candidato a la alcaldía de la ciudad.

Todo el mundo confía en El Pingüino salvo Batman, quién empieza a investigar sobre él descubriendo su relación con la banda criminal y con un circo donde se produjeron desapariciones de niños. Mientras tanto, surge una misteriosa ladrona, una mujer vestida como una gata que se hace llamar Catwoman, mostrando una gran habilidad para el combate y las acrobacia. Esta es, en realidad, Selina Kyle (Michelle Pfeiffer), la ayudante de Shreck. Este la asesinó arrojándola por una ventana cuando vio que esta había descubierto sus verdaderos planes, sin embargo, regresó a la vida ayudada por unos gatos que lograron transferirle parte de sus habilidades; incluidas las siete vidas –nueve para los americanos –.



Al principio, Tim Burton no estaba muy por la labor de volver a dirigir una secuela de Batman después de los problemas que tuvo con el estudio en la primera película. Así que regresó bajo una serie de condiciones. Una de ellas era que la película debía esperar. La Warner quería comenzar con ella a mediados de 1990, pero Burton antes quería dirigir la película Eduardo Manostijeras (1991). También se le díó un mayor control sobre el proyecto, convirtiéndole también en productor, relegando a Jon Peters y Peter Guber, productores de la anterior entrega, a la producción ejecutiva.


Otra de las decisiones de Burton fue contratar a Daniel Waters para reescribir el guión que Sam Hamm había escrito y reemplazar al diseñador de producción Anton Furst –quién ganó un oscar por el diseño de producción de la primera película –por Bo Welch, con quién ya trabajó en Bitelchús (1988) y la mencionada Eduardo Manostijeras.

El éxito de la película fue muy inferior al de la primera. Aún así, con un presupuesto de 80 millones de dólares, la película recaudó 162 millones solo en EEUU y 104 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 266 millones de dólares. Sobre los resultados no-económicos de la película, las opiniones son muy dispares. Para algunos es una gran película, superior a la anterior entrega, mientras que otros, a parte de considerarla inferior a la primera, la encuentran demasiado oscura.

Para mi el film está muy a la altura de la primera y llega a superar a esta en algunos aspectos. En esta ocasión, la puesta en escena es mas eficaz y las escenas de acción están mejor rodadas. El guión sigue sin ser una maravilla, pero está algo mas trabajado y mejor estructurado.



No obstante, el film tiene en contra su diseño de producción, el cual está logrado, pero llega a resultar demasiado oscuro y tenebrista, mas propio de una película de terror que de una adaptación de cómic; Batman es un superheroe oscuro y tenebroso, pero aquí la estética de la película no cuadra mucho con él. Me gusta el diseño del Batskiboat y que mantengan el diseño del Batmóvil de la primera, pero el nuevo diseño del traje de Batman no me termina de convenver. La dirección de Burton sigue siendo eficaz, pero hay momentos en los que el tipo parece que se olvida que está en una película de superheroes y, esta vez, su estilo gótico resulta un tanto mas cargante que en la primera.

En cuanto al reparto, aquí la película está tan acertada como su predecesora. Michael Keaton vuelve a hacer un estupendo trabajo dando vida a Batman y los actores que repiten lo hacen tan bien como en el primer film. Michael Gough vuelve a estar genial como Alfred y Pat Hingle vuelve a hacer una buen trabajo como Comisario Gordon; aunque el personaje vuelve a ser tan anodino como en el primer film.


Por otra parte, Danny DeVito está genial y su Pingüino llega a dar bastante miedo, a diferencia del Joker (Jack Nicholson) de la primera. No obstante, no me hace mucha gracia que lo conviertan en una especie de mutante, cuando en los cómics es solo deforme. Aunque, lo mas chocante, es que vivan pingüinos en las cloacas de Gotham; todavía intento encontrarle alguna explicación a eso.

Christopher Walken hace también un trabajo estupendo dando vida a Max Shreck, un personaje que no aparece en los cómics y cuyo nombre es un guiño a Max Schreck, el famoso –y misterioso –protagonista de Nosferatu (F. W. Murnau, 1922), gran clásico del expresionismo alemán. Originalmente, este personaje iba a ser Harvey Dent –interpretado en la primera por Billy Dee Williams, quién no repitió aquí –y al final de la película no iba a morir, sino quedar desfigurado, dando paso a Dos Caras en la tercera. Esto se desechó y el personaje fue reconvertido en el que se ve en la película. También estaba previsto que al final se descubriera que él y El Pingüino eran hermanos, pero esto también fue desechado.



No obstante, quién mas destaca en el film es, sin duda, Michelle Pfeiffer, quién está realmente impresionante como Catwoman; con una estupenda interpretación y dotando al personaje de una sensualidad difícil de superar. Halle Berry ya puede lucir todo el palmito pueda y enseñar tanta carne como le de la gana, porque su Catwoman no le llega ni a la mitad de la suela del zapato a esta Catwoman que tanto hizo suspirar y hacer correr sudores fríos en su día. Desde luego, Anne Hathaway lo va a tener muy difícil para superar el listón; claro, que ella tiene la ventaja de venir de la mano de Christopher Nolan. A ver que pasa.

Resumiendo.

Una buena película y una muy buena secuela, muy a la altura de su predecesora. A gustos personales, yo prefiero mas la primera, pero este film no le desmerece nada. Desde luego, lo de segundas partes nunca fueron buenas, no puede aplicarse a este film totalmente disfrutable de principio.


Como adaptación, sigue la misma linea que la anterior; que se le va a hacer.