27 de marzo de 2016

BATMAN V SUPERMAN: EL AMANECER DE LA JUSTICIA (2016)






¡ATENCIÓN! Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leerla o, por el contrario, que lo haga bajo su total responsabilidad.

















Ya tenemos en los cines de gran parte del mundo una película que, idenpendientemente de sus resultados y de los gustos de cada uno, es todo un acontecimiento.

Y es que asistimos al primer encuentro cinematográfico de dos de los superhéroes más icónicos de la historia en una película que, además, es la antesala de la esperadísima adaptación de la Liga de la Justicia.

18 meses después de que salvara al mundo del General Zod, Superman (Henry Cavill) es una figura admirada y controvertida. Una parte del mundo lo idolatra y hasta lo ve como un dios; la otra parte desconfía de él y teme que pueda causar en todo el mundo una ola de destrucción como la que provocó en Metrópolis en la batalla contra Zod. Uno de estos es Bruce Wayne (Ben Affleck), multimillonario de Gotham que lucha contra el crimen bajo la identidad de Batman. Wayne estuvo presente en Metrópolis durante la batalla contra Zod y fue testigo de esa ola de destrucción que, entre otras cosas, se llevó por delante uno de los edificios de su compañía. Por otro lado, Superman, bajo la identidad de Clark Kent, desconfía también de Batman y no comparte sus brutales métodos para combatir el crimen.

La tensión va en aumento cuando Superman interviene en un incidente en África donde Lois Lane (Amy Adams) estaba involucrada y Wallace Keefe (Scoot McNairy), un hombre que perdió las piernas durante la batalla contra Zod, se convierte en una figura pública contra el hombre de acero. Aunque, la cosa llega a mayores tras un atentado durante una vista en el Congreso dirigida por la senadora Finch (Holly Hunter), una de las más firmes opositoras a Superman. Todo esto ha sido orquestado por Lex Luthor (Jesse Eisenberg), un millonario excéntrico de mente brillante que quiere acabar con Batman y Superman a toda costa.


La idea de juntar a Batman y a Superman en una misma película no es algo nuevo. Ya ha habido algunos intentos en el pasado.

El más conocido es aquel proyecto de 2001 que iba a dirigir el alemán Wolfgang Petersen, director de películas como El Submarino (1981), La Historia Interminable (1984), En el Punto de Mira (1993), Air Force One (1997) o La Tormenta Perfecta (2000), sobre un guión de Andrew Kevin Walker, guionista de Seven (David Fincher, 1995) o Sleepy Hollow (Tim Burton, 1999). El proyecto estuvo un tiempo en desarrollo y no pintaba mal, pero la Warner optó –como no –por cancelarlo.

Después, en 2005, tras el éxito de Batman Begins, de Christopher Nolan, y ante las buenas expectativas que Superman Returns (Bryan Singer, 2006) estaba generando por aquel entonces, empezó a hablarse de un proyecto que juntaría a Batman y a Superman en una película protagonizada por Christian Bale y Brandon Routh y que dirigirían Nolan y Singer. No obstante, no se volvió a saber nada más de este proyecto cuando Superman Returns se estrenó y ya sabemos cómo fue el resultado.

La película que nos ocupa no tiene nada que ver con ninguno de estos proyectos.

Esta película iba a ser la secuela de Man of Steel (2013) y, de hecho, Zack Snyder y David S. Goyer –que repetían como director y guionista, respectivamente –, comenzaron a desarrollarla como tal.

No obstante, Warner Bros. tenía prisa por crear un universo cinematográfico compartido con los personajes de DC Comics que rivalizase con el que Marvel Studios había creado con Los Vengadores. Primero lo intentaron con Green Lantern (Martin Campbell, 2011), pero sus planes se vinieron abajo tras el fracaso de la película. Así que, Man of Steel fue la gran elegida como punto de partida para crear este universo, a cuyo frente estaría Zack Snyder.

La cosa fue variando. Primero se optó por continuar con la secuela incluyendo en ella una pequeña aparición de Batman que, poco a poco, se fue agrandando hasta el punto de reconvertir en proyecto en un crossover entre el hombre de acero y el hombre murciélago que, además, serviría también como presentación para otros personajes de DC, como Wonder Woman, Aquaman, Flash y Cyborg.

La película fue presentada oficialmente en la Comic-Con de San Diego de 2013, generando una gran expectación. Desde entonces, esta película dio mucho de qué hablar.

Uno de los asuntos más polémicos fue la elección del actor que daría vida a Batman. Muchos se echaron las manos a la cabeza y empezaron a echar la bilis por la boca cuando se anunció que Ben Affleck era el gran elegido. El actor había ganado bastante prestigio gracias a sus trabajos como director, pero muchos tenían aún el recuerdo de su interpretación de Daredevil en la mediocre película de 2003 dirigida por Mark Steven Johnson.

Otra elección muy polémica fue la de Gal Gadot como Wonder Woman. La actriz recibió muchas críticas por su físico, considerado demasiado delgado; incluso la luchadora Ronda Rousey (Los Mercenarios 3) –quién iba tras el papel –se mofó públicamente de su físico. Para contrarrestar estas críticas, la actriz se sometió a un duro entrenamiento; mostrando imágenes en las redes sociales con sus progresos.

Sin embargo, cuando la película fue tomando forma y fue mostrándose poco a poco a través de imágenes y tráilers, los fans se fueron aplacando.

Originalmente, la película tenía previsto estrenarse en 2015. Sin embargo, su complejo proceso de producción hizo que se retrasase hasta el 6 de mayo de este año. Esto provocó lo que yo llamo la Batalla del 6 de Mayo, ya que Marvel Studios tenía reservada una película para esa fecha; película que más tarde se sabría que era la tercera entrega del Capitán América.

Esto provocó un tira y afloja entre Marvel Studios y Warner y DC donde estos últimos parecían tener las de ganar, ya que creíamos que el Capitán América tenía poco que hacer contra una película que juntaba a dos personajes tan icónicos como Batman y Superman. Sin embargo, Marvel Studios no cedió y, para nuestra sorpresa, fue Warner la que terminó cediendo y trasladó el estreno de esta película al 25 de marzo; una buena noticia, ya que el estreno se adelantaba –precisamente, el estudio utilizó esto para minimizar su derrota –.


Finalmente, la película ya está en los cines y, de momento, parece que le van bien las cosas en taquilla. Aún no hay datos definitivos pero, según las estimaciones más recientes, la película lleva recaudados 82 millones de dólares en EEUU y 115 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 197 millones de dólares. El presupuesto de la película ha sido de 250 millones de dólares, una cifra muy alta, pero no los exagerados 380 millones –sin contar gastos de publicidad –que muchos le atribuían.

Sobre cómo ha sido recibida, las reacciones de los fans fueron muy entusiastas en los preestrenos. No obstante, las opiniones del público están ahora muy divididas entre los que adoran la película, los que la odian y los que se quedan en un término medio.

La crítica, en cambio, es otro cantar. Ya desde antes del estreno se dedicaron a machacar la película y, desde entonces, no han parado de poner a la película a caer de un burro como si tuvieran algo personal contra ella; los fanáticos de DC Comics llegan hasta a ver en esto una conspiración de Marvel.

¿Y qué me ha parecido a mí? Pues a eso vamos.

Ya sabéis los que me seguís en el blog matriz lo mucho que esperaba esta película y las enormes expectativas que tenía sobre ella. Así que, el día de su estreno en España –el 23 de marzo –viajé a la ciudad para verla –porque si espero a verla en el cine de mi pueblo lo más seguro es que vea antes un acuerdo de gobierno que la película –y ya por fin la he visto y puedo dar una clara opinión sobre ella.

Como ya sabéis, mis opiniones son totalmente sinceras y no están condicionadas por nada, ni por los críticos, los fans o las opiniones generalizadas. Esto es algo que siempre quiero dejar claro.

El caso es que, una vez vista la película, debo decir que esta me ha gustado mucho, me ha parecido una película muy buena, la colocaría entre lo mejor del año y siento que ha valido la pena el viaje para verla.

Sin embargo, debo decir también que las enormes expectativas que tenía con ella se han visto cumplidas, pero no del todo y, aunque no me ha decepcionado del todo, si me ha dejado cierto aroma de decepción.

La película es muy buena, como ya he dicho, y he disfrutado viéndola. Sin embargo, no llega a ser una película del todo redonda y tiene varios defectos que le impiden ser una obra maestra. Sinceramente, si tuviera que elegir entre esta película y Man of Steel, me quedaría sin dudarlo con Man of Steel; y, si ya la comparamos con las películas de Batman de Christopher Nolan, ahí si que no hay color.

Vamos a empezar por lo bueno.

Zack Snyder vuelve a estar brillante en la dirección; especialmente, en las escenas de acción, tan brutales como espectaculares.

La escena estrella de la película, el tan esperado enfrentamiento entre Batman y Superman, es LA HOSTIA; una alucinante secuencia de más de ocho minutos que te deja con la boca abierta. Y, pese a la opinión de los detractores, para mí la forma en que se resuelve me ha parecido acertada. 

Otro momento brillante es la parte del principio, que es la impresionante batalla final de Man of Steel vista desde el punto de vista de Bruce Wayne y que también me ha parecido un momento de lo más brillante. Lo mismo que la escena de la persecución con el Batmóvil; otro momento de lo más alucinante.

Y luego está la otra secuencia estrella del film, la batalla final contra Doomsday que, aunque no llega a alcanzar los niveles de épica de las batallas finales de Man of Steel o de Los Vengadores (Joss Whedon, 2012), es un momento de lo más espectacular e impresionante.

Otro de los grandes aciertos de Snyder es el diseño de producción; sobre todo, en lo que fidelidad a los cómics se refiere. Como ya hizo con 300 (2007) o Watchmen (2009) –película que me vino varias veces a la cabeza; sobre todo, en las escenas de los créditos iniciales –, Snyder vuelve a recrear muy bien el aspecto visual de los cómics. No es una recreación tan fiel como la de las dos películas antes nombradas, pero la película respira aroma a cómic en todos y cada uno de sus fotogramas.

Otro acierto ha sido la fotografía. Aquí, Snyder ha prescindido de la fotografía cruda y grisácea de Man of Steel –una de las pocas cosas que me rechinan de aquella película –, sustituyendo a Amir Mokri por Larry Fong, con quién ya trabajó en 300, Watchment y Sucker Punch (2011), quién le ha dado a la película un ambiente oscuro y colorido a partes iguales que le ha venido muy bien.

Los efectos especiales son excelentes, aquí no me enrollo.

En cuanto a los actores. Henry Cavill vuelve a estar tan acertado dando vida a Superman como lo estuvo en Man of Steel; además, tanto el actor como el personaje han evolucionado muy bien con respecto a la anterior película. El nuevo traje que luce en la película es idéntico al anterior con algunas minúsculas variaciones, así que aquí no me meto mucho. Me gustó el traje que llevaba en Man of Steel y me gusta también el que lleva aquí.


Cavill es ya la segunda vez que lo vemos como Superman, pero no ocurre lo mismo con Ben Affleck como Batman. El actor no solo venía precedido por las malas críticas que suscitó su elección, sino por el trabajo de Christian Bale en la trilogía de Nolan, quién dejó el listón muy alto.

No voy a mentir, yo también tuve mis dudas cuando lo eligieron pero, a diferencia de otros que ya lo defenestraron sin esperarse a ver la película, yo decidí darle un voto de confianza. Además, las imágenes que iban saliendo de él caracterizado como el hombre murciélago me iban convenciendo más.

Pues bien, tras verlo en la película, debo decir que me ha gustado mucho como Batman; y como Bruce Wayne también, que esto también es importante. Su Batman es un Batman muy diferente a lo visto hasta ahora en cine, un Batman más violento, despiadado y paranoico, muy inspirado en el de Frank Miller –de hecho, le hace más de un guiño en la película –y en el de los cómics originales. Una cosa muy criticada de la película es que este Batman provoca muertes; sin embargo, como dijo Zack Snyder en una entrevista reciente, se trata de muertes indirectas y hay que recordar que, en sus inicios, Batman también mataba de una forma similar.

Sobre el traje que lleva, me ha parecido muy bien. Siempre he dicho que el atuendo que suele llevar Batman en los cómics es difícil de trasladarlo a las películas porque, a diferencia de las viñetas, puede hacerle quedar ridículo. Sin embargo, como el talentoso director que es, Snyder ha sabido solventar este problema empleando un material que en ningún momento le hace parecer un disfraz y poniéndole un gris más oscuro que apenas desentona con el negro de la capucha, la capa o los guantes. En cuanto al Batmóvil, para mí está muy bien. La otra cara de la moneda es el Batwing, cuyo diseño no termina de convencerme.

No obstante, la gran pregunta es si este nuevo Batman me ha parecido mejor que el Batman interpretado por Christian Bale. Pues bien, como ya he dicho, este nuevo Batman me ha gustado mucho, me ha parecido un estupendo Batman y, de hecho, yo lo colocaría entre los mejores hombres murciélagos cinematográficos. Sin embargo, como he mencionado antes, Christian Bale dejó el listón muy alto y, personalmente, para mí Bale continúa siendo el mejor Batman cinematográfico a pesar de que este nuevo Batman ha hecho muchos méritos para quitarle el puesto.

Jesse Eisenberg, quién da vida al villano principal, Lex Luthor, me ha encantado mucho su trabajo en la película. El actor hace un papelón, digno de ser nominado a un oscar. Otra cosa es el personaje, el cual me despierta sentimientos contradictorios. Y es que me gusta cómo nos han presentado a este nuevo Lex Luthor en plan genio millonario emprendedor, como el creador de Facebook –a quién, precisamente, Eisenberg dio vida en el cine –y, durante la mayor parte de la película, el personaje está muy bien. Sin embargo, en la última parte el personaje evoluciona de una manera lamentable, convirtiéndose en un desquiciado que recuerda más al Joker que a Luthor.

Aunque, lo que más me ha rechinado del personaje es cuando, al final de la película, lo meten en la cárcel y, como si de Auschwitz se tratase, le afeitan la cabeza. Así vemos que el personaje no es calvo y que ese ridículo peinado que luce en la película no es una peluca. No sé a los demás, pero a mí eso me sentó como una patada en el estómago.

Otro que hace también una gran interpretación en la película es Jeremy Irons, quién está fantástico como Alfred a pesar de que me hubiera gustado que hubiera tenido un poco más de presencia en la película.

Amy Adams vuelve a esta estupenda como Lois Lane. Aunque, a diferencia de Man of Steel, aquí el personaje no parece aportar mucho a la historia –la escena de la bañera para mí es lo más destacable de ella en la película  –y da más la sensación de que, si la hubieran suprimido del film, a penas se hubiera notado.

Sin embargo, hay otra fémina que ha salido menos que ella, pero ha destacado mucho más y ha brillado con luz propia pese a su corta aparición. Hablo, naturalmente, de WONDER WOMAN. He estado muchos años esperando ver a mi amada y admirada Wonder Woman en una pantalla de cine y, con esta película, he cumplido mi sueño.

Y, desde luego, el resultado no ha podido ser mejor. Esta Wonder Woman es fabulosa y su presencia de lo más imponente, tanto en las escenas en las que aparece como Diana Prince, como en la batalla final, cuando ya la vemos como Wonder Woman con ese acertado atuendo. Casi se me saltan las lágrimas de emoción cuando la veía pelear contra Doomsday y utilizar sus famosas armas; encima, con esa fabulosa banda sonora que le ponen y que, desde luego, me encanta. Desde luego, ahora tengo más ganas que nunca de ver su película en solitario el año que viene.

Sobre la actriz que le da vida, Gal Gadot, me ha gustado mucho su interpretación y ha demostrado con creces ser una muy buena elección para el personaje. Lo único que raya todavía es el físico. Como ya he dicho, la actriz se puso muy en forma para el papel y esto se nota; sobre todo, en las piernas. No obstante, aún se la ve delgada para el papel; para poneos un ejemplo, cuando la vemos con un vestido que deja la espalda al aire, se echa de menos esa espalda ancha que el personaje luce en los cómics. Sin embargo, los logros de la actriz y lo logrado que está el personaje son virtudes suficientes para poder pasar estas cosas por alto. Para mi...



...WONDER WOMAN HA SIDO DE LO MEJOR DE LA PELÍCULA.



Por lo demás, el resto del reparto hace un buen trabajo; unos mejor que otros, pero todos están muy bien.

Ahora vamos con las cosas malas estropean la película. Ya he mencionado algunas antes con los personajes, ahora vamos con las demás.

Si hay algo que caracteriza a las películas de Batman de Christopher Nolan o a Man of Steel, es que estas tenían guiones excelentes, muy trabajados y, sobre todo, muy bien estructurados. El guión de esta película no es malo, que conste, pero si lo he visto bastante mal estructurado y con varios fallos de ritmo que hacen que la película, a ratos, se haga pesada. Especialmente, en la primera parte, ya que, pese a su gran comienzo con las escenas de los créditos iniciales y la vibrante secuencia de Metrópolis, la película luego tarda mucho en arrancar y, menos mal que el enfrentamiento entre Batman y Superman es alucinante, porque la espera hasta él se hace bastante interminable.

Luego, pese a la larga duración, a la película le falta mucho metraje. Varios personajes, como la senadora interpretada por Holly Hunter –quién hace un excelente trabajo, por cierto –o la Mercy Graves interpretada por Tao Okamoto, están muy desaprovechados. Además de que hay varias subtramas en la película, como la referente al personaje de Scoot McNairy, que quedan bastante inconexas.

La forma en que Lex Luthor crea a Doomsday me parece muy cogida por los pelos. Además, aunque este Doomsday es impresionante y su puesta en escena es muy brutal, el diseño de la criatura –que parece una mezcla de los trolls de El Señor de los Anillos y las Tortugas Ninja de Michael Bay –no termina de convencer del todo. Hay un momento en el que el personaje cambia de aspecto, dándole una apariencia algo más asemejada a su homólogo en los cómics, lo que hace que no entienda por que no le hacen cambiar de aspecto una segunda vez y le dan un aspecto mucho más fiel.

Otra cosa que no me ha convencido mucho es como Lex Luthor fuerza el enfrentamiento entre Batman y Superman, extorsionando a este último teniendo a Martha Kent –de nuevo una excelente Diane Lane –secuestrada. Yo recuerdo un guión que se filtró –que ahora veo que es falso o una de sus muy primeras versiones –donde Luthor, utilizando su mente brillante y sus influencias –manipulaba, no solo a la opinión pública, sino a ambos superhéroes para forzar su enfrentamiento.

Eso me parece mejor que lo de secuestrar a la madre de Superman. Al menos, esto nos ofrece otra gran escena de la película, que es cuando, tras el enfrentamiento, Batman acude a rescatarla y se enfrenta a los mercenarios de Luthor, encabezados por el personaje de Callan Mulvey –que no es otro que Anatoli Knyazev, que en los cómics es el alter ego de KGBestia –en una escena de acción brutal, espectacular, adrenalítica y, sobre todo, muy comiquera, ya que vemos a Batman peleando de una forma muy similar a los cómics; incluso la cosa culmina en una escena que es un claro homenaje a El Regreso del Señor de la Noche de Frank Miller.

Una cosa de la película que me ha fastidiado, y mucho, ha sido esa manía de dejar claro en todo momento que los lugares que son destruidos están deshabitados o desalojados. Sin duda, quieren evitar las críticas que recibió Man of Steel por la cantidad de personas muertas que dejaba la lucha entre Supermas y Zod. Algo que me jode mucho porque ha sido un acto de censura en toda regla.


Los esperados cameos de Aquaman (Jason Momoa), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray Fisher), como claro adelanto a la esperada adaptación de la Liga de la Justicia, no están mal; pero creo que podrían haber sido algo mejor. Por cierto, no hay escena post-créditos; yo me esperé hasta que terminaron esperando algo y, al final, nada de nada. Sin duda, Warner y DC se quieren distanciar mucho de Marvel Studios; aunque todo esto se lo estamos debiendo al enorme éxito de Los Vengadores por mucho que los fanáticos de DC se empeñen en negarlo.

Y ese es el mayor defecto de la película. Como ya he dicho al principio, Warner tiene prisa por confeccionar su universo compartido y eso le ha pasado factura a esta película que, en mi opinión, debería haber venido precedida, además de por Man of Steel, por una película en solitario de Batman. Esto es algo bastante indignante, ya la Warner tuvo oportunidad de haber hecho la Liga de la Justicia en la década pasada con George Miller, pero se echaron atrás y ahora van con prisas intentando alcanzar a sus rivales de Marvel, pese a que estos les sacan una gran ventaja.

Yo ya he dicho muchas veces que no me posiciono en la ridícula guerra entre fanáticos de Marvel y fananáticos de DC. Pero, de momento, en lo que a universos compartidos se refiere, Marvel continúa teniendo la sartén por el mango. Y lo tiene porque ellos tienen las ideas más claras y, sobre todo, han estado muchos años preparando su universo; todo lo contrario que Warner, el mayor lastre que tiene DC. Pero, bueno, habrá que esperar a ver cómo va evolucionando este nuevo universo de DC que, por lo menos, tiene a un talento como Zack Snyder detrás. En verano nos llega Escuadrón Suicida, que pinta muy bien, y el año vienen las mencionadas películas de Wonder Woman y Justice League.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Como ya he dicho, la película es muy buena. Zack Snyder ha hecho un excelente trabajo como director, los actores están geniales en sus respectivos papeles, es un buen planteamiento para Justice League y el tan esperado enfrentamiento entre dos pesos pesados del cómic como Batman y Superman ha estado a la altura. Es una película que, desde luego, recomiendo.

Sin embargo, tiene demasiados defectos que le impiden ser una película redonda y, sobre todo, una obra maestra. Si tuviera que puntuarla, como máximo le daría un 8. Y es una pena, porque una película donde se juntan a dos personajes tan icónicos del mundo comiquero debería haber sido de 10 o, por lo menos, de 9. Pero, en fin, esto es lo que hay.

Eso sí, la película no se merece, ni de coña, las nefastas críticas que está teniendo y, desde luego, cada vez tengo más claro que los críticos están siendo de todo menos objetivos con esta película. Claro, que que se puede esperar de esta gente que en su día menospreció a Alfred Hitchcock o que puso a Superman Returns por las nubes.








20 de marzo de 2016

CRIMSON PEAK (2015)
















Finalmente, he podido ver la última película de Guillermo del Toro. La película se estrenó en España en octubre de 2015, pero no pude verla en su día en el cine y he ido post-poniendo su visionado hasta ahora.

Sin embargo, ya la he visto y ya puedo dar a las claras mi opinión sobre ella.

Buffalo (Nueva York), 1887. Edith Cushing, la joven hija de un importante hombre de negocios, recibe la visita del fantasma de su madre, poco después de la muerte de esta, quién le hace un advertencia: Cuando llegue el momento, cuidado con la Cumbre Escarlata. 14 años después, Edith es una bella escritora (Mia Wasikowska) que prefiere las historias de fantasmas a las historias románticas. Ella es pretendía por el doctor Alan McMichael (Charlie Hunnam), un amigo de la infancia. Sin embargo, Edith queda cautivada por Thomas Sharpe (Tom Hiddleston), un joven inglés que ha llegado a la ciudad junto a su hermana, Lucille (Jessica Chastain), en busca de inversión para sus negocios.

El padre de Edith desaprueba su relación con Thomas y contrata un detective que descubre secretos oscuros en el pasado de Thomas y su hermana, utilizando esto para obligarle a romper la relación que tiene con su hija. Sin embargo, el hombre es asesinado y Edith termina casándose con Thomas y trasladándose a Inglaterra, a la mansión en ruinas donde este vive junto con su hermana y que se asienta sobre una colina de arcilla roja. Edith pronto comienza a sentir cosas raras en el comportamiento de su esposo y Lucille a la vez que empieza a ver raros espectros vagando por la casa. Pronto, siente que algo está pasando allí y trata de averiguarlo.



Crimson Peak –conocida en España como La Cumbre Escarlata –es uno de esos proyectos que Guillermo del Toro ha tenido en su cartera durante años y que ha logrado sacar adelante.

Poco después del estreno de El Laberinto del Fauno (2006), Del Toro comenzó a escribir el guión de esta película junto al veterano Matthew Robbins, quién ya trabajó con él en Mimic (1997) y entre cuyos trabajos está el haber sido guionista de Loca Evasión (Steven Spielberg, 1974) o haber dirigido la película El Dragón del Lago de Fuego (1981).

Como suele ocurrir con muchos de sus proyectos, Del Toro lo dejó aparcado para dedicarse a otros trabajos, como Hellboy II: El Ejército Dorado (2008) o la adaptación de El Hobbit; de la que acabó marchándose, pero donde trabajó muchos meses. Finalmente, después de dirigir Pacific Rim (2013) y de no haber podido sacar adelante otros proyectos muy acariciados –como su añorada adaptación de En las Montañas de la Locura, de H. P. Lovecraft, y una nueva versión de El Conde de Montecristo, de Alejandro Dumas –, decidió recuperar este proyecto, convertido ahora en la película que nos ocupa.


Sus resultados en taquilla no han sido nada espectaculares. Con un presupuesto de 55 millones de dólares, solamente hizo 31 millones en EEUU y 43 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 74 millones de dólares. Se salva por poco del fracaso, pero nada más.

La crítica, en cambio, la ha recibido de forma muy positiva; y bastante entusiasta en algunos casos. En el público, en cambio, hay más división de opiniones. A unos les ha gustado mucho, otros la detestan, pero la opinión más generalizada es que la película es muy buena visualmente, pero muy floja a nivel del guión.

Yo, desde luego, soy de esa última opinión.

Y es que Crimson Peak vuelve a poner en evidencia el gran problema que Guillermo del Toro lleva arrastrando en sus últimas películas. El tipo sigue siendo un excelente director. Dirige sus películas con gran maestría y mucho talento, dándoles un acabado visual que es para quitarse el sombrero. Sin embargo, los guiones, sin ser malos del todo, dejan mucho que desear.

Y aquí vuelve a ocurrir lo mismo.

Tenemos una película que, visualmente, es impresionante. El diseño de producción es maravilloso, dándole a la película una ambientación impresionante y muy acorde con la historia, y los efectos especiales son excelentes y están muy bien insertados en la historia.



La mano de Del Toro se nota en todos y cada uno de los fotogramas de la película; especialmente, en esas paredes que parece que sangran o en la forma de representar a los fantasmas como cuerpos descarnados, lo cual me pareció un gran acierto. Además, mezcla muy bien el estilo gótico de la historia con un ambiente más sucio y, sobre todo, violento; especialmente, en su muy sangriento climax, que hasta tiene momentos gore y todo.

Otro acierto de la película es el reparto. Especialmente, sus protagonistas principales; con excepción de Charlie Hunnam, quién no lo hace mal del todo, pero su trabajo no está tan a la altura como debería –especialmente, en comparación con sus compañeros de reparto –.

Mia Wasikowska, protagonista principal y heroína de la función, está realmente fantástica. El trabajo que hace en la película es estupendo y, además, va mejorando a medida que avanza el film.

Tom Hiddleston tampoco se queda atrás. El tipo está fabuloso en su papel y, además, le da un toque más enigmático, lo cual le beneficia mucho.

No obstante, quién sobresale por encima de todos es, sin duda, Jessica Chastain, quién está de lo más impresionante en un papel de mala malísima que haría temblar hasta el mismísimo Conde Drácula.

Ahora, vamos con lo que falla; que, como he dicho antes, es el guión.

Como ya mencioné en su día cuando hablé de Pacific Rim, Del Toro cuida mucho el aspecto visual de sus películas, pero cada vez descuida más los guiones de estas. Y este film –lamentablemente –no es una excepción.

El guión no es malo del todo, las cosas claras. No es un guión de estos que habría que tirar a la basura protegiéndote las manos con guantes de goma. Pero si es un guión muy simplón, muy tópico y, sobre todo, muy previsible –incluso [SPOILER] el tema del incesto [/SPOILER] se veía venir –.

Lo peor es que la película cuenta una historia de casas encantadas, fantasmas y gente que oculta terribles secretos bastante trillada y, cuando tienes una historia muy trillada entre manos, pues necesitas un guión sobresaliente para compensar; cosa que, lamentablemente, no ocurre en esta película.




Y eso que aquí está Matthew Robbins implicado. Porque ambos hicieron un excelente trabajo en la estupenda Mimic. Cogieron una historia que otros habrían convertido en una simple monster movie de videoclub y la convirtieron en una de las mejores películas de horror de finales del siglo XX. Desgraciadamente, eso no ha ocurrido en esta película.

El resultado final es una película visualmente impresionante, dirigida con maestría y con unos protagonistas sensacionales, pero que no mata, no deja ganas de verla más veces y hasta llega a aburrir en algunos momentos; especialmente, en la primera parte.


Aún así, es una buena película y merece el aprobado. Además, prefiero mil veces esta película a mierdas de temática similar, como La Guarida (Jan de Bont, 1999) o The Messengers (Danny Pang y Oxide Pang, 2007).