28 de junio de 2010

RISE, CAZADORA DE SANGRE (2007)






Comenzaré por el argumento:

Una reportera (Lucy Liu) está investigando un extraño culto que atrae a muchos jóvenes del país y que se relaciona con multitud de asesinatos, desapariciones y demás cosas de esas. La reportera se adentra demasiado en su investigación y es capturada por esa gente a la que investiga y asesinada por el líder de estos. No obstante, revive en el depósito de cadáveres, descubriendo que los responsables de su muerte son vampiros y que la han convertido en una de ellos. Tras tener que alimentarse de sangre para sobrevivir, decide emprender una sangrienta venganza contra sus asesinos. Pronto, su camino se cruzará con el de un policía (Michael Chiklis) que también busca venganza, ya que su hija también fue víctima de esos vampiros.

Reconozco que esta película me llamó la atención en su momento. El argumento es interesante, las imágenes promocionales -con esa estética parecida a las películas de Blade -la hacían muy atractiva, estaba producida por Sam Raimi, tenía a Lucy Liu -que me gusta mucho -de protagonista y su guionista y director era Sebastian Gutierrez, cuya anterior película, El Beso de Judas (1998), es muy buena y me gustó mucho. La verdad es que la película prometía. Eso si, fui con las expectativas bajas, ya que no esperaba encontrarme ninguna maravilla, tan solo un film normalito de terror que me hiciera pasar un buen rato.

Sin embargo, por muy bajas que tuvieran mis expectativas, no las había bajado lo suficiente para el bodrio con el que iba a encontrarme; mas bien, debería haberlas enterrado bajo tierra muy cerca del núcleo central. Porque esto es una MIERDA -así, con mayúsculas -como una catedral de grande.

En serio, quién no haya visto esta película aún que huya de ella como de la peste bubónica. Hay películas de terror malas que tienen cierto encanto y, por lo menos, se pueden ver tranquilamente una noche que no tengas nada que hacer. No es el caso de esta bazofia, que hace que estés deseando que termine desde mucho antes de la mitad de su metraje. Si conseguí verla hasta el final fue, exclusivamente, por mis principios de no dejar nunca a la mitad una película que no haya visto, porque tuve unos deseos enormes de no terminar de verla e irme corriendo a la mitad.

Vayamos por partes.

La película empieza bien con dos escenas de arranque bastante buenas que hacen parecer que la película cumple las expectativas. Una es la escena con la que empieza el film en donde la protagonista, ya convertida en vampiro, contrata los servicios de una prostituta -interpretada por Cameron Richardson, una bellísima actriz y modelo estadounidense cuyo trabajo mas destacable es la serie de Tv Harper´s Island -y se la lleva a una gran mansión donde la chica le hace un strip-tease y, cuando está a punto de empezar lo bueno, le exige que se lave bien las manos. Por lo que la chica va al baño y allí se topa con una trampa y termina en una jaula atada, amordazada y colgada boca abajo. La chica es el pago a un viejo vampiro paraplejico a cambio de información sobre el paradero del líder de los vampiros, de quién la protagonista se quiere vengar. El vampiro le da la información y le pide que le deje a solas con la chica. Por suerte, la protagonista no es tan cabrona y, en lugar de dejar a la chica a merced del vampiro, mata al vampiro con una ballesta -su arma favorita -y libera a la chica, a la que deja ir. Una buena elección. Yo hubiera hecho lo mismo si me encontrara en la piel de la protagonista. Si uno de los dos tenía que morir, mejor el vampiro cabrón que la chica guapa.

Después de esta escena, comienzan los flashbacks que cuentan como la protagonista ha llegado a esa situación. Entre ellos se produce la otra escena destacable del film, que no es otra que la escena de la muerte de la hija del policía. Ella y una amiga van a lo que, según ellas, será una fiesta salvaje que tanto gustan a los adolescentes y los universitarios en una casa que ya da mal rollo solo con verla desde fuera. Las dos se meten en la casa y entran de lleno en la boca del lobo, ya que la fiesta está organizada por los vampiros, que hacen una carnicería con ellas.

Ahí se acaba lo bueno porque, a partir de entonces, la película comienza a bajar, pero en caída libre. A lo largo del metraje se suceden un sin fin de escenas y situaciones a cada cual mas ridícula -ver como la protagonista es secuestrada por unos niñatos es para echarse a llorar -, el desarrollo es tan lento y aburrido que llega a desesperar y las pocas escenas de acción que hay en todo el film dan vergüenza ajena. Todo hasta terminar en un climax de lo mas absurdo y previsible que he visto en años. Para colmo, el gore, la sangre y el erotismo que hay a lo largo del film es demasiado light para hacerla algo mas soportable.

Lo peor, sin duda, es el tratamiento que aquí se le da a los vampiros. No se si en un patético intento de parecer originales o de intentar ser realistas, aquí los vampiros caminan a la luz del sol, no tienen una fuerza superior a la de los humanos ni ningún otro poder o habilidad y, encima, NO TIENEN COLMILLOS. Así que, para chuparle la sangre a la gente, tienen que despedazarla o arrancarles trozos de piel -de ahí el contenido gore -. Como la protagonista que, en la escena en la que se alimenta de sangre por primera vez en el depósito de cadáveres, le arranca con los dientes la piel del brazo a uno y se bebe su sangre; una escena que recuerda mas a una película de zombies que a una película de vampiros.

En lo que respecta a los actores, Lucy Liu lo hace bien y hace lo que puede para que su personaje no caiga en el ridículo; cosa que consigue solo a medias. Lo mismo puede decirse de Michael Chiklis, actor conocido gracias a la serie de Tv The Shield y por haber sido La Cosa en las dos entregas de Los 4 Fantásticos dirigidas por Tim Story. En el reparto también podemos encontrar buenos interpretes como la estupenda Carla Gugino -que ya trabajó con el director en El Beso de Judas -, Mako -fallecido actor japonés que hemos podido ver en films como Conan el Bárbaro (John Milius, 1982) o Pearl Harbor (Michael Bay, 2001) -o el siempre excelente Robert Forster, nominado al oscar por Jackie Brown (Quentin Tarantino, 1997). Sin embargo, aunque hacen un buen trabajo, su presencia en el film es totalmente insípida y reducida -en el caso de Forster, es totalmente fugaz -. También hay un cameo del cantante Marilyn Manson -ese que, a pesar de su pinta de zombie en los carnavales, se ha ligado a Dita von Teese, Rose McGowan y Evan Rachel Wood -como camarero en un bar de carretera.

En resumen.

Perdón por mi lenguaje, pero esta película es MALA DE COJONES. Y es una rabia porque, con una historia como esa y una protagonista tan buena, se podría haber hecho algo mucho mejor o, como mínimo, algo medianamente decente. Desde luego, Sebastian Gutierrez se dejó todo su talento -el cual no debía ser mucho -en la estupenda El Beso de Judas porque, a parte de este engendro, sus guiones para Gothika (Mathieu Kassovitz, 2003) y Sespientes en el Avión (David R. Ellis y Lex Halaby, 2006) tampoco son para echar cohetes. Así le pasó, que la película fue un completo fracaso en taquilla que ni siquiera compensa su bajo presupuesto, porque su recaudación no dio ni para pipas.

Desde luego, esta es una película que no recomiendo ni a mi peor enemigo. Tal vez si aconsejo ver la ya mencionada escena del comienzo, aunque solo sea una vez, para poder ver desnuda a Cameron Richardson -que es todo un regalo para la vista -jugueteando con Lucy Liu. El resto es para tirarlo a la basura.




11 de junio de 2010

KICK-ASS (2010)





ATENCION, advierto que esta entrada contiene SPOILERS, y bastante gordos. Quién no haya visto todavía la película, que se abstenga de leer la crítica.




Una de las películas que mas deseaba ver este año es Kick-Ass. Adaptación de un cómic muy violento de Mark Millar y John Romita Jr. que satiriza sobre los cómics de superhéroes y fenómenos como YouTube o las redes sociales como Facebook y Twitter. La película está dirigida por Matthew Vaughn, quién llevaba tiempo queriendo realizar una adaptación de cómic después de haberlo intentado con la tercera entrega de X-Men, que dirigió finalmente Brett Ratner, y la futura película sobre Thor, que está en manos de Kenneth Branagh.

La historia trata sobre Dave Lizewski (Aaron Johnson), un joven fanático de los cómics que es ignorado por casi todo el mundo; incluido la chica que le gusta (Lindsy Fonseca) a la que solo consigue acercarse cuando ella cree que es homosexual. El chico vive inmenso en su mundo de supehéroes y se pregunta por qué no existen superhéroes en la vida real cuando el mundo está necesitado de ellos. Así que, un buen día, decide comprarse un traje de buzo que convertirá en su uniforme y, sin ningún entrenamiento ni preparación, decide salir a la calle a combatir a los criminales con las consecuencias que eso conlleva. Así, es su primer acto contra un par de atracadores, el joven recibe una paliza, un navajazo y, encima, lo atropella un coche. No obstante, esto no le quita las ganas de ser un superhéroe y, tras salir del hospital, continúa saliendo a patrullar con el traje de buzo hasta que planta cara a unos maleastes que estaban apaleando a un pobre desgraciado antes varios testigos que, incluso, le graban con sus móviles.

Total, que esas imágenes terminan en YouTube y el joven, al que llaman Kick-Ass, se convierte en todo un fenómeno en las redes sociales. No obstante, pronto descubre que no es el único superhéroe que circula por ahí cuando conoce a Big Daddy (Nicolas Cage) y Hit Girl (Chloe Moretz), que cuentan con un entrenamiento y preparación mejor que la suya. Tras estos se esconden un ex-policía puteado por la corrupción en el cuerpo y la hija de este, que ha sido entrenada por él y, a sus 12 años, es toda una máquina de matar. Estos le proponen unirse contra el mayor capo de la ciudad, Frank D´Amico (Mark Strong), algo que no le atrae mucho. Poco después, surge otro misterioso superhéroe, Red Mist (Christopher Mintz-Plasse), que empieza a eclipsar a Kick-Ass. No obstante, este se pone en contacto con él y le dice que es un gran admirador suyo y que se metió en esto por él. Así que los dos se hacen amigos y se convierten en socios. Pero el protagonista desconoce que Red Mist es, en realidad, el hijo de D´Amico que pretende tenderle una trampa a él, a Big Daddy y a Hit Girl.

Para empezar, el cómic en el que se basa es muy bueno. Es un cómic muy violento, lleno de sangre, gore, humor negro y mucha incorrección política. Por lo que adaptarlo al cine ha sido una empresa muy difícil. Su director la rodó de forma independiente y, de hecho, estuvo muy cerca de no estrenarse en cines porque ningún distribuidor quería hacerse cargo de ella. No obstante, la cosa cambió de forma radical tras el pasado Comic-Con de San Diego, donde la película fue presentada generando una gran expectación entre los asistentes a la convención. Fue entonces cuando varios distribuidores empezaron a pelearse por ella siendo Lionsgate la ganadora de la partida.

El film se estrenó en EEUU el pasado 16 de abril y, con un presupuesto de 28 millones de dólares, ha logrado 47 millones solo en la taquilla americana y lleva ya una taquilla total de 93 millones. Ni que decir tiene que ya hay una secuela en camino, Kick-Ass 2: Balls to the Wall, que llegará en 2012 y volverá a estar dirigida por Vaughn. A España ha llegado con bastante retraso, estrenándose el pasado 4 de junio y ha debutado en el sexto puesto de la taquilla española; un resultado muy pobre. Puede que el retraso de su estreno la haya perjudicado, ya que, desde su estreno americano, había muchas copias disponibles en internet -varias de ellas, incluso, en DVD Rip -. O puede que al público español empieza a no interesarle los superhéroes, porque Iron Man 2 -que lleva ya casi 300 millones en la taquilla americana y mas de 580 millones en todo el mundo -también ha naufragado en este país. O será, simplemente, que aquí ya no triunfa nada si no está Belén Esteban de por medio -vergonzoso, pero cierto -.

Pero, bueno, vamos a lo que importa.

Yo tenía muchas expectativas puestas en esta película. Ya la conocía como proyecto antes de haberme leído el cómic y ya me interesaba entonces. Después me leí el cómic -que me gustó mucho -y mi interés creció. Hasta que, finalmente, hace unos días pude verla. Y, desde luego, puedo decir que mis expectativas se han visto bastante cumplidas.

La película es muy buena. La dirección de Vaughn es excelente, el diseño de producción una maravilla, el guión -obra de Vaughn y Jane Goldman -está muy conseguido y las escenas de acción están mas que logradas.

Como adaptación, he de decir que la película se toma muchas libertades. Por ejemplo, mientras en el cómic el protagonista no consigue al final a la chica, aquí si lo logra. Una medida bastante complaciente, pero que a mi no me desagradó; sinceramente, yo hubiera hecho lo mismo si hubiera dirigido la película. Otra cosa que difiere son los diseños de los trajes de los protagonistas, pero esto importa poco, porque los trajes de la película fueron diseñados por el propio Mark Millar, quién ha estado muy ligado a esta producción. Además, mientras en el cómic, la identidad y el plan secreto de Red Mist se mantienen en secreto hasta casi al final para dar una mayor sorpresa, aquí se sabe desde el principio. Pero, el cambio que mas ha dado que hablar ha sido el origen de Big Daddy y Hit Girl.

En el cómic, Big Daddy se presenta como un policía que, a causa de la muerte de su esposa por culpa de D´Amico, decidió convertirse en superhéroe para vengarse y entrenar a su hija para que le ayudase en esta venganza. Finalmente, se descubre que el tipo solo es un contable muy aficionado a los cómics que guarda en una maleta un auténtico tesoro de cómics valiosos que vende a través de Ebay para financiarse. Además, su esposa no está muerta y, al final, Hit Girl vuelve con ella tras la muerte de Big Daddy. En la película, no obstante, se mantiene lo de que Big Daddy era policía y que la madre de Hit Girl está muerta. Además, se añade un personaje nuevo que era el compañero de Big Daddy y que es quién adopta a Hit Girl al final.

Pero, como ya he dicho muchas veces, yo no soy nada purista y tolero los cambios siempre que el resultado sea bueno; y aquí lo es. Además, cuando leía el cómic, me resultó mas interesante la historia del policía y, aunque la resolución final también está bien, me resultó un tanto chocante.

Cambios a parte, el film como adaptación funciona. Mantiene su historia principal y su mensaje intacto. Aunque no tiene tanto gore y sangre como el cómic, si tiene mucha de su violencia, humor negro e incorrección política. También recrea muy bien varias de las mejores escenas del cómic, como la escena de apertura -puro humor negro -, la escena en la que Kick-Ass recibe el navajazo y es arrollado por un coche, el entrenamiento de Hit Girl donde Big Daddy le dispara a ella con una pistola para probar la coraza de kevlar que lleva y que le salvará la vida mas adelante o el primer encuentro entre Kick-Ass y Hit Girl en ese apartamento lleno de maleantes de los que la niña da buena cuenta.

Se podría decir que es una adaptación libre y fiel al mismo tiempo.

Como película en si, la película es excepcional. Como ya he dicho, sus escenas de acción son impresionantes, dignas del mejor John Woo, y están muy bien acompañadas por su eficaz banda sonora, donde se introducen temas de otras películas, como 28 Días Después o Shrek. La escena final en el edificio del malo me llegó a recordar a La Jungla de Cristal. Aunque, eso si, sobraba lo del cacharro volador, que me pareció bastante ridícula.

Esa es una de las pocas pegas que le encuentro al film. Otra pega es la escena de la muerte del villano principal, excelentemente interpretado por Mark Strong, volando por los aires con un misil en plan Mentiras Arriesgadas. No es que la escena sea mala, pero desentona mucho con el resto de la película -al igual que el trasto aéreo -y, encima, no fue la escena que aparecía en el guión, sino una escena adicional rodada en plena post-producción que fue añadida, sustituyendo a la escena original, que si está rodada. A ver si, cuando salga la película en DVD sacan una edición especial que mantenga la escena original; sería una buena forma de ponerle el broche de oro a este film.

Y hablando del trabajo de sus actores, todos están a la altura. Aaron Johnson interpreta muy bien al protagonista, ese chico con el que, seguro, muchos se habrán sentido identificados. También están muy bien en su papel Christopher Mintz-Plasse, Lindsy Fonseca y los actores que hacen de amigos y el padre del protagonista. Otro que está excelente es Nicolas Cage en el que es el mejor trabajo que ha hecho en los últimos años; porque llevaba una carrerita últimamente...

Pero, si hay alguien que sobresale de entre todos, esa es Chloe Moretz. Esta joven actriz se mete totalmente en su papel de Hit Girl y llega a eclipsar a los demás miembros del reparto. Está excelente en los diálogos que mantiene con Nicolas Cage -sobre todo en la escena en que le dice que quiere por su cumpleaños -y Aaron Johnson y realiza las escenas de acción y los asesinatos que comete su personaje con una naturalidad que asusta. Impagable la escena en la que se introduce en el edificio del malo haciéndose pasar por una niña perdida y asustada -con traje de colegiala y todo -antes de sacar su pistola y acabar con todos los tipos de la estancia. O, cuando, tras salvar a Kick-Ass y a Big Daddy de ser quemados vivos en directo, dispara a la cámara mientras pronuncia la frase: Se acabó el show, hijos de puta. O la escena final -que también sale en el cómic -donde va al colegio y un par de matones tratan de intimidarla para que les de el dinero del almuerzo sin imaginarse la paliza que se les viene encima. Desde luego, sería una candidata excelente para interpretar a Carrie Kelley si se dignan ha hacer de una vez la adaptación de El Regreso del Señor de la Noche de Frank Miller.

Resumiendo.

La película es excelente, muy buena tanto como película y adaptación y totalmente recomendable; salvo a las mentes sensibles y a los defensores de lo políticamente correcto -esos que ven bien que los chicos de 16 años que violan o matan no vayan a la cárcel por ser menores de edad o que se les conceda la libertad condicional a los violadores reincidentes -. El film es una gozada desde que empieza hasta que termina, deja con ganas de mas -ya estoy esperando con ansias esa secuela -y no defrauda nada; al menos, a mi.



2 de junio de 2010

PSICOSIS (1960)





Hace 50 años, Alfred Hitchcock estrenó la que es ya su obra cumbre y uno de los títulos imprescindibles de la historia del cine. A parte de su primera incursión en el terror. Esta obra magna es Psicosis -que es como se la conoce en España; su título original es Psycho (Psicópata) -, película que adaptaba una novela de Robert Bloch inspirada en el caso real de Ed Gein, un famoso asesino en serie que, entre otras cosas, también inspiró al Leatherface de La Matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974). La relación de Gein con su posesiva madre fue lo que mas inspiró la novela de Bloch y, sobre todo, a Hitchcock, quién también tuvo una madre bastante posesiva en su infancia y es bien sabido que suele poner rasgos autobiográficos en sus películas.

La película se divide en dos historias. Comienza con Marion Crane (Janet Leigh), quién quiere casarse con su amante, Sam Loomis (John Gavin), con quién se ve a escondidas en una habitación de hotel de Phoenix, la ciudad donde vive, aprovechando un alto en su trabajo. Ella está loca por casarse, pero él está agobiado por un montón de deudas heredadas de su padre y la pensión de su ex-mejor. Es por eso que, cuando Marion se encuentra con que su jefe le entrega 40.000 dólares de un cliente en efectivo para ingresarlos en el banco, ella decide huir de la ciudad con el dinero y encaminarse a Fairvale (California), donde vive Sam. En el camino, tras un encuentro con un policía, Marion decide cambiar de coche utilizando parte del dinero y continúa su camino mientras piensa en como será la reacción de su jefe y otras personas relacionadas con el dinero. En el camino, es sorprendida en plena noche por una tormenta y decide parar en un motel de carretera regentado por Norman Bates (Anthony Perkins), un joven tímido y muy extraño aficionado a disecar pájaros y que vive en una mansión que hay junto al motel con su posesiva madre.

Es aquí donde la película da un giro radical. Tras una reveladora conversación durante una cena con Norman, Marion regresa a la habitación y se da una ducha. Entonces, la silueta de una anciana portando un enorme cuchillo de cocina entra en el baño, la apuñala en la ducha y se va corriendo. Tras unos gritos de reproche a su madre, Norman llega corriendo al lugar y, tras ver la carnicería, limpia la escena del crimen, guarda el cuerpo de Marion y todas sus pertenencias -incluido el dinero robado, el cual está envuelto en un periódico -en el coche y lo oculta hundiéndolo en unos pantanos cercanos. Días después, Sam -quién había decidido casarse con ella a pesar de los problemas financieros -y Lila, la hermana de Marion, llegan al lugar en busca de Marion al mismo tiempo que Arbogast, un detective privado contratado por el dueño de los 40.000 dólares. Arbogast tras descubrir que Marion estuvo hospedada en el motel bajo el falso nombre de Marie Samuels, entra clandestinamente en la mansión para hablar con la madre de Norman y termina siendo acuchillado por la misma anciana que mató a Marion. Poco después, Lila y Sam llegarán al lugar descubriendo el terrible secreto que se oculta en esa mansión.

Psicosis no fue un proyecto que levantara en su día muchas expectativas. Se trataba de un film modesto que, en un principio, iba a ser un episodio de la serie de Tv Alfred Hitchcock Presenta; de hecho, se rodó en blanco y negro con el único fin de abaratar costes. Claro, que eso no fue impedimento para que el maestro del suspense hiciera una obra maestra que ha pasado a la historia como uno de los films mas importantes que se han hecho jamás y en uno de los mayores éxitos de su carrera.

La película es una maravilla desde que empieza hasta que acaba. El guión de Joseph Stefano es muy bueno, bien estructurado y perfectamente redactado, con muy buenos diálogos y situaciones. Las interpretaciones de su elenco de actores son magníficas. Su fotografía es inmejorable. Pero, si hay algo que aquí de verdad brilla con luz propia es, como siempre, la dirección de Hitchcock. Ese estilo tan imitado -pero nunca igualado -, esos planos tan logrados, esos movimientos de cámara tan brillantes, ese montaje impresionante... La película logra atrapar desde el primer momento. A medida que avanza, te vas metiendo cada vez mas en la trama y te sientes como un miembro mas de ella. La dirección de actores es excelente. Cada personaje, incluso los mas secundarios, llena la pantalla en todo momento y ninguno deja esa sensación de vacío que ves en muchos personajes metidos con calzador que hay en muchas otras películas parecidas pero que ni le llegan a la suela del zapato. Aquí cada personaje tiene vida propia y ninguno tiene la sensación de estar de más; ni tan siquiera ese psiquiatra tan criticado que, al final, nos explica lo ocurrido.

Uno de los personajes que mas me caló fue el del detective Arbogast. El actor que lo interpreta, el gran Martin Balsam, es un actor que impone solo con mirarle a la cara. No necesita decir una sola palabra para adueñarse por completo de cualquier escena. Y en este film, aunque su participación es muy corta, se sale por todos los costados. Desde luego, todavía no entiendo como en el remake que hicieron en 1998 escogieron para el papel a William H. Macy. El tipo no es que sea mal actor, pero es que no pega para el papel ni con cola. Era evidente que les iba a costar encontrar a un actor que estuviera a la altura de Balsam pero, por lo menos, que hubieran escogido a alguien que se le acercase, aunque solo fuera un poco. Macy, por el contrario, está a años luz. Con esa cara de niño llorón es que no pega ni para el personaje ni para ninguno que se le parezca. De todas maneras, ninguno de los actores elegidos encajaba en aquel remake chapucero que jamás debió existir y que solo consiguió abochornarnos y que Hitchcock se revolviera en su tumba.

Volviendo a la película original. El montaje es una maravilla. Bien puede verse en las escenas de carretera tan bien musicadas por Bernard Herrmann, cuya banda sonora es otro punto imprescindible para este film donde la música y el sonido también tienen un papel muy importante. La escena de la muerte del detective o la maravillosa, y aterradora, escena final en el sótano, son dos buenos ejemplos de ello.

Pero, donde pueden verse mejor estos elementos es en la secuencia estrella de la película. Hablo, naturalmente, de esa escena de la ducha tan inigualable como imitada, parodiada y homenajeada. Hitchcock hace un excelente trabajo mezclando planos rápidos de la ducha, la víctima, la silueta homicida y el cuchillo con una estremecedora -y chirriante -banda sonora de fondo que la hacen mas aterradora y, sobre todo, mas impactante; incluso mas que las películas gore. Esa sangre hecha con sirope de chocolate -que era lo que normalmente se utilizaba como sangre en las películas antes de la llegada del cine en color a mediados de los años 30 -le da mil vueltas a las tripas de cerdo y la sangre artificial que solían utilizarse en el cine de terror de lo 70 y 80. Ojo, que no estoy diciendo que no me gusten esas películas, tan solo que este film me parece mil veces mejor.



Oficialmente, es una película de suspense, pero se la puede considerar una película de terror porque, por encima de todo, una película de terror debe asustar; y esta película asusta y de verdad. Hay otras películas calificadas de terror que dan poco, o nada de miedo. Es el caso de, por ejemplo, La Guarida (1999), de Jan de Bont, que mas que dar miedo da vergüenza ajena. Esta, sin embargo, si lo consigue y mucho. Se dice que, cuando estuvo en cartel, allá por 1960, la gente pasaba cerca de un cine donde proyectaban la película escuchaban los gritos de terror de la gente que estaba dentro viéndola.

Hitchchock siempre decía que él era el primero en asustarse de sus películas, algo fundamental para hacer cine de terror porque, si no te asustas de tu propia película ¿como vas a conseguir que esta asuste a la gente? Por eso no dudó en meter en el film elementos que a él le daban verdadero pánico; como la policía. La escena del encuentro con el policía llega a dar verdadero pavor; sobre todo, cada vez que se enfoca un primer plano del agente. Es conocida la anécdota de que, siendo niño, Hitchcock llegó tarde a su casa y su padre lo castigó llevándole a una comisaría cercana donde hizo que le metieran durante cinco minutos en una de las celdas -eran otros tiempos, porque no hay mas que ver como está la juventud de hoy para ver que ese tipo de castigos no se aplican; ni ese ni ninguno -. Desde entonces, Hitchcock desarrolló un pánico espantoso a ser encerrado -la figura del falso culpable es algo muy recurrente en su filmografía -y, sobre todo, a los policías. Y esto último es algo que aquí se ve muy bien, consiguiendo que en esa escena el policía nos de mas miedo a los espectadores que a la propia protagonista, quién es la que mas razones tiene para temerle.

Otro momento de verdadero terror es la escena de la conversación entre Norman y Marion. La conversación, centrada en la madre de Norman, comienza de forma amigable, pero pronto va volviéndose cada vez mas tensa y empieza a predecir la tragedia que se cierne sobre la chica. Además, el escenario donde se produce -una habitación oscura llena de aves disecadas -, aumenta mas la sensación de angustia. A esto hay que añadir la tensión sexual. Tras esta conversación, Marion regresa a su habitación y Normal, a través de un agujero oculto en la pared, la espía mientras se desnuda. Solo hay que ver el ojo de Norman para darse cuenta del deseo sexual que siente hacia ella; sin necesidad de hacer que se masturbe, como en el remake de 1998.

Y luego, como no, está la memorable -y muy imitada también -escena final en el sótano que he comentado antes. Cuando Lila, la hermana de Marion, descubre la terrible verdad sobre Norman y su madre. De nuevo, la música vuelve a ser el punto clave. Pero también lo es el excelente montaje y la brillante utilización de los elementos, como la luz. La escena es una auténtica maravilla y, para quién viera la película por primera vez y no supieran el final, debió ser de lo mas impactante. No es de extrañar que Hitchcock hiciera colocar en el cartel del film un letrero en el que advertía a los espectadores que debían ver la película desde el principio y, sobre todo, que no contaran el final. Por desgracia, cuando la vi por primera vez, ya me habían reventado la historia mucho antes y eso me fastidió el factor sorpresa. Aún así, no fue impedimento para poder apreciar esta obra de culto que debería guardarse como una reliquia.

Para acabar, quiero hacer también un último apunte. Cuando se estrenó la película, Hitchcock no quiso hacer uno de esos pases especiales que se hacen poco antes del estreno para los críticos de cine donde, tras dejarles ver la película por toda la cara, luego se les invita a cenar y cualquier otra cosa para hacerles la pelota -no descartaría que hasta se los lleven de putas y todo -. Esto se debe a que la relación de Hitchcock con la crítica no era nada, pero nada, buena. En la entrada anterior de Iron Man 2 dije que desde que dejé de hacerle caso a los críticos soy mucho mas feliz. Pues bien, una de las principales razones de esto fue el enterarme de que, en su día, Hitchcock fue totalmente menospreciado por esta gente, que se hacen llamar expertos -cosa que dudo mucho -por el simple hecho de que su cine era comercial. Desde luego, no se por qué habría que hacerle caso a esta gente si fue tan ignorante de despreciar a un maestro como él. Ahora le adoran, si, pero porque, gracias a gente como François Truffaut que supieron mirar mas allá de la comercialidad de sus películas y vieron lo que es, un genio de los píes a la cabeza, Hitchcock ha pasado a la historia como lo que es: uno de los mejores cineastas que ha dado el séptimo arte. De ser por los críticos, esto no habría pasado nunca. Esta gente no son nadie, no tienen ni puñetera idea de cine y solo se basan en cosas superficiales en sus críticas. Se creen los amos del mundo desde sus columnas en periódicos y revistas y tienen la desvergüenza de decirnos que es bueno o malo solo porque a ellos les sale de las narices. Y, cuando ven que la han cagado, no dudan en dar la vuelta a la tortilla y adorar a ese director, guionista, actor o película al que tanto han machacado haciendo como si nada. Esto fue precisamente lo que hicieron con Hitchcock, machacarlo sin piedad y, cuando la historia no empezó a darles la razón, cambiarse de bando de la forma mas cobarde.

Yo, desde entonces, lo tengo bien claro. Si una película me gusta y es duramente criticada no pienso cambiar mi opinión sobre ella para unirme a la opinión general y si ocurre lo contrario, que no me guste y todo el mundo la adora, lo mismo. Además, siempre pienso que las críticas deben ser solo opiniones personales sin ánimo de influir en las decisiones y gustos de la gente; que es, precisamente, lo que hago yo aquí.Yo no quiero influir en nadie, solo dejar bien claras mis opiniones; que son totalmente personales y nada generalizadas.

Como con esta película, que adoro no solo porque sea considerada un clásico y una de las mejores películas de la historia -cosa de la que me alegro -. La adoro porque de verdad me parece una gran película. Una joya que no me canso de revisar una y otra vez. Un film casi perfecto -porque nada es totalmente perfecto en esta vida -obra de un gran director que me hace disfrutar con todas y cada una de las películas que ha hecho. En resumen, un PELICULON -así con mayúsculas -de los píes a la cabeza que dudo mucho que alguien pueda igualarlo algún día. En resumen, que me gusta mucho.

Desde luego, yo la recomiendo a todo el mundo y nunca me cansaré de recomendarla.