20 de diciembre de 2016

ROGUE ONE (2016)




ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién aún no la haya visto que se abstenga de leerla o que lo haga bajo su total responsabilidad.


















Ya tenemos entre manos el primer spin-off de Star Wars. Bueno, el primero que se realiza en la era Disney, ya que esto de los spin-offs no es nuevo en la saga galáctica; ahí tenemos las películas que hicieron con los Ewoks de El Retorno del Jedi –tan olvidables como los personajillos que las protagonizan –.

En esta ocasión, nos vuelven a llevar al pasado. Concretamente, poco antes de los acontecimientos de La Guerra de las Galaxias.

En el film que lo empezó todo en 1977 la historia giraba alrededor de los planos de la Estrella de la Muerte, los cuales ayudaron a la rebelión a destruir tan mortífera arma. Sabíamos que esos planos habían sido robados al Imperio, pero no sabíamos como lo hicieron.

Pues, precisamente, a eso pone respuesta esta película.

Cuando Jyn Erso (Felicity Jones) era una niña vivía con sus padres. Su padre, Galen Erso (Mads Mikkelsen) era un importante científico militar del Imperio Galáctico, pero abandonó esa vida y decidió vivir como un simple granjero hasta que el Director Orson Krennic (Ben Mendelsohn) llegó para obligarle a trabajar en la nueva arma en la que el imperio está trabajando. La madre de Jyn es asesinada por la guardia de Krennic, pero Jyn logra escapar y es acogida por un amigo de su familia, Saw Gerrera (Forest Whitaker), un veterano de las Guerras Clon que ahora lucha contra el imperio; primero junto a la rebelión y ahora por su cuenta. 15 años después, Jyn –que fue abandonada por Gerrera cuando solo era una adolescente –es ahora una renegada que no acata órdenes ni del imperio ni de la rebelión. Ahora se encuentra prisionera del imperio y es liberada por los rebeldes, pero ella se resiste a ir con ellos, por lo que es llevada a la fuerza hasta la base rebelde en Yavin 4.

Allí le comunican que un piloto imperial (Riz Ahmed) ha desertado advirtiéndoles de que el imperio está construyendo un arma definitiva en la que su padre está trabajando. Pero el piloto ha sido capturado por Gerrera y quieren que ella, utilizando su amistad, consiga que les dejen acceder al piloto. Ella se niega y los rebeldes amenazan con devolverla al imperio si no colabora, por lo que no le queda más remedio que aceptar y, acompañada por un oficial rebelde, el Capitán Cassian Andor (Diego Luna), y K-2SO (Alan Tudyk), un droide imperial reprogramado, se desplaza hasta la luna de Jedha, lugar donde se alza el último reducto de la cultura Jedi y donde Gerrera y sus extremistas seguidores combaten al imperio, el cual se está llevando los cristales Kyber, los cuales daban poder a los sables laser de los Jedi y ahora el imperio quiere utilizar para su superarma. Pero Jyn ignora que Cassian tiene órdenes secretas con respecto a su padre.


Tras comprar Lucasfilm y la franquicia de Star Wars, Disney puso rápidamente en marcha una nueva trilogía de la saga galáctica. Sin embargo, no se han querido quedar ahí y decidieron explotar aún más la franquicia con la realización de spin-offs que se irían estrenando entre medias de los distintos episodios de la saga.

La película que nos ocupa ha sido dirigida por Gareth Edwards, director de la independiente Monsters (2010) y de Godzilla (2014), y lleva por título Rogue One con el subtítulo de A Star Wars Story, el cual parece que será la marca de fábrica de los spin-offs. Originalmente iba a ser Star Wars Anthology, pero decidieron cambiarlo por razones que aún no me explico. Yo, la verdad, prefiero más el anterior que el de ahora, el cual me niego a utilizar.

Antes de ponerme con la película, hablaré un poco de cómo le están llendo las cosas. En taquilla está haciendo unos datos excelentes. No tan buenos como los que hizo Star Wars: El Despertar de la Fuerza (J.J. Abrams, 2015), pero en su primer fin de semana ya lleva recaudados 155 millones de dólares en EEUU y 135 millones más, haciendo un total de 290 millones de dólares.

Además, la película está siendo bien recibida por público y crítica. Incluso George Lucas, quién en su día defenestró a El Despertar de la Fuerza –hasta el punto de decir que se sentía como si hubiera vendido su franquicia a una red de prostitución –, ha hablado muy bien de ella.

¿Y que opino yo? Pues a eso es a lo que vamos.

Como ya sabéis, a mi me entanta todo lo relacionado con Star Wars y esta película la esperaba con muchas ganas. El Despertar de la Fuerza me encantó y me dio fe de que esta nueva etapa con la franquicia en manos de Disney puede funcionar. Después, todo material que salía de este film no hacía más que aumentarme el hype cada vez más.

El caso es que fui a ver esta película con las expectativas muy altas y, una vez vista, debo decir que me ha ocurrido un poco como con Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia. La película me ha gustado mucho, pero no ha cumplido del todo mis expectativas y, pese a sus muchos logros, me ha dejado también cierta sensación de decepción.

He leído críticas y opiniones que dicen que es mejor que El Despertar de la Fuerza. Opiniones que, desde luego, yo no comparto. Si tuviera que elegir entre esta película y El Despertar de la Fuerza, me quedaría sin dudarlo con el Episodio VII de la saga.

Pero, no me malinterpretéis. La película es muy buena, sus responsables se la han tomado muy en serio y hace las delicias de los fans de Star Wars. Además, la forma en la que han hilado su final con el comienzo de La Guerra de las Galaxias me ha parecido brillante.

Está muy bien realizada, el guión es eficaz y cumple bien, las escenas de acción son espectaculares, y hasta brutales, los efectos especiales están a la altura –especialmente, en detalles de los que hablaré más adelante –y, sobre todo, está muy bien insertada en el universo de Star Wars.

Una de las cosas que más me ha gustado es lo bien cuidada que está su ambientación. El diseño de producción está de lo más currado y recrea muy bien el estilo visual de La Guerra de las Galaxias; incluso los nuevos elementos –como los Death Troopers, que me han parecido geniales, pese a que se lucen poco –que incluyen están muy bien insertados y no desentonan nada. En serio, muchas veces llegas a sentir que estás viendo escenas eliminadas de la película de 1977, y no estoy exagerando.


Luego tenemos la cantidad de guiños, referencias y, sobre todo, cameos que, sin ninguna duda, no pasan desapercibidos a ningún fan de Star Wars

Ya sabíamos que la película traía de vuelta al gran Darth Vader; pero es que la cosa no se queda ahí. Tenemos cameos hasta debajo de las piedras; incluso los criminales que se pelearon con Luke Skywalker en la cantina tienen su aparición en este film. Y no solo hay referencias a la saga, también las hay al universo expandido o a series como Star Wars: The Clon War y Star Wars: Rebels; un buen ejemplo lo tenemos en el personaje de Forest Whitaker, Saw Gerrera, personaje sacado de la serie The Clon War y que ahora –según noticias recientes –aparecerá también en Rebels.

Aunque, lo mejor ha sido ver como nos han recuperado, mediante la tecnología informática, a personajes como el Gobernador Moff Tarkin o la Princesa Leia; incluso a algunos pilotos rebeldes que aparecían en la trilogía original también los tenemos de regreso en esta película con el mismo aspecto de antaño.

El trabajo que hacen es impecable. Y no solo los efectos especiales, también los actores que les dan vida saben reconstruir muy bien a sus respectivos homólogos. El mejor ejemplo es Guy Henry, el actor que da vida a Tarkin, quién imita muy bien al fallecido Peter Cushing, tanto sus gestos como su mirada, haciéndonos creer aún más que se trata del mismo personaje que vimos en el film de 1977.

Y, aunque muchos se las den de listos diciendo que canta mucho el ordenador, el trabajo de efectos especiales es realmente impecable; se nota que esta gente está en el mismo barco que los de Marvel Studios, que también hacen cosas increíbles con el CGI, como rejuvenecer a actores o realizar trajes digitales que parecen de verdad –como el de Black Panther en Capitán América: Civil War, que no supe que era CGI hasta que nos los revelaron –.

Y ya que hablamos de efectos especiales, debo decir que, al igual que ocurrió con El Despertar de la Fuerza, me agrada ver que no todo es CGI y que la película apuesta mucho por efectos prácticos, como animatronics, marionetas o maquetas, lo cual es otro gran punto a favor de esta película.

Otra cosa que me ha gustado mucho de la película es que llega a ser políticamente incorrecta, mostrándonos que la Rebelión también tiene su lado oscuro. Aunque, un lado oscuro bastante justificado, ya que en la guerra muchas veces los implicados se ven obligados a hacer cosas sucias. Seguro que más de uno había deseado, al igual que yo, que al principio de la película Lyra Erso (Valene Kane) hubiera disparado a su marido para evitar las cosas que vendrían después. Además, el ser la primera película de Star Wars donde mueren todos sus protagonistas, dejando así un final agridulce, le hace ganar más puntos.

Otra cosa que me ha gustado mucho es su tono bélico de la II Guerra Mundial, tomando películas como Los Cañones de Navarone (J. Lee Thompson, 1961) o Doce del Patíbulo (Robert Aldrich, 1967) como principal referencia; incluso hay algún que otro momento en la espectacular batalla final que llega a recordar a Salvar al Soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998).

Ahora vamos con las cosas malas, las cuales impiden a esta película ser una obra maestra y estar entre las grandes del universo Star Wars.

Uno de los principales fallos que he encontrado es en los personajes. No los actores, ya que el reparto en general es muy bueno y los actores hacen un estupendo trabajo. Es en como han tratado a los personajes en donde está el fallo.


Felicity Jones está fantástica. Es una estupenda actriz y en la película hace un gran trabajo. Además, se desenvuelve muy bien en las escenas de acción, demostrando ser toda una action woman. Sin embargo, su personaje no llega a enganchar tanto como debería. Aunque, no por culpa de ella, ya que su evolución a lo largo de la película es demasiado rápida y desdibujada, no dando la sensación de que se luzca tanto como debería; ni tan siquiera al final, donde su enfrentamiento con el villano lo resuelven de la forma más absurda, patética y previsible que se pueda imaginar. Me hubiera gustado, en serio, que estuviera a la altura de Rey (Daisy Ridley) en El Despertar de la Fuerza pero, desgraciadamente, no lo está. Eso si, el personaje no es malo, no me malinterpretéis, solamente es que no lo han tratado bien.

Sobre Diego Luna, el tipo lo hace bien, no lo voy a negar. Pero su personaje carece por completo del carisma que este necesita y, encima, su química con Felicity Jones es completamente nula. Para mí, este personaje –que en los tráilers prometía mucho –ha sido una de las mayores decepciones de la película.

Sobre Riz Ahmed, tres cuartos de lo mismo. Su personaje, pese a la importancia que tiene en la trama, da la sensación de estar en la película metido con calzador y, la verdad, en ningún momento llega a destacar de verdad.

Los personajes de Donnie Yen y Wen Jiang están muy bien, son bastante carismáticos y su química es muy buena. Sin embargo, salvo en el tramo final, dan la sensación de estar bastante desaprovechados.

Lo mismo que el personaje de Forest Whitaker, el ya nombrado Saw Gerrera, que parece estar más aprovechado en los tráilers que en la película. Tan solo el androide K-2SO, destrás del cual está Alan Tudyk, es el único que parece estar aprovechado de verdad en toda la película, resultando ser otra gran revelación, como lo fue BB-8 en El Despertar de la Fuerza.

No obstante, la mayor decepción –incluso más que el capitán rebelde interpretado por Diego Luna –ha sido sin duda el villano principal, el Director Orson Krennic. El actor Ben Mendelsohn hace un estupendo trabajo, no lo voy a negar, pero el personaje, como villano principal, hace aguas por todas partes. No llega a resultar tan amenazador ni tan carismático como debería, ni tan siquiera en los momentos en los que muestra lo despiadado que es; por no decir que hay momentos en los que llega a parecer una parodia de sí mismo.

Cuando lo veía en los tráilers con ese uniforme blanco, llegué a pensar que en realidad pudiera ser el Gran Admirante Thrawn oculto bajo una máscara y que al final de la película descubriría su verdadero yo. Ahora, tras ver la película, me alegro de haberme equivocado.

Para mí, este no es el villano principal. Los grandes villanos son, sin duda, Moff Tarkin y Darth Vader que, pese a tener mucho menos tiempo en pantalla que él, se lo comen con patatas en cada una de sus apariciones. Especialmente, Darth Vader, que solo sale en dos escenas, pero se come la pantalla en todo momento. Los seguidores del Joker de Jared Leto utilizan la excusa del poco tiempo que aparece en pantalla en Escuadrón Suicida para justificar que el personaje no haya convencido; pero Vader demuestra aquí con creces que, si se eres un excelente villano, el tiempo que apareces en pantalla importa poco.

Además, sobre Vader, me ha gustado que mostraran su lugar de residencia, ese impresionante castillo situado en un planeta que, sin duda, será Mustafar; algo que tendría muchos sentido. Por otro lado, aún no he visto la película en voz original para escuchar de nuevo la voz de James Earl Jones, pero seguro que seguirá siendo tan impresionante como en la trilogía original. En cuanto al doblaje español, no consiguen hacer olvidar al fallecido Constantino Romero –algo imposible –, pero debo decir que la voz que han empleado consigue estar a la altura.


Dejando el tema de los personajes a un lado, otra cosa mala es que la película se hace algo lenta y pesada al principio. Pero, por suerte, rápidamente despega y no hay que esperar mucho para ello. A partir de ahí, la cosa va en ascenso. Así que de esta parte no tengo mucha queja.

No obstante, lo que más me ha decepcionado son muchas cosas que aparecían en los tráilers y que luego en la película se las han pasado por el forro de los cojones. Lo que más he echado en falta es esa escena en la que se veía Jyn Erso encarándose con un caza imperial en la parte final. Escena que, sin duda, fue cambiada en las regrabaciones de la película que tuvieron lugar este verano.

Seguramente –y esto es suposición mía –, el que iba dentro del Caza Tie era Krennic y el enfrentamiento final entre él y Erso seguro que hubiera sido mucho más espectacular que como lo resuelven al final, de una forma que, como ya he dicho antes, resulta de lo más patética y previsible y que estropea la imagen feminista que se le está dando actualmente a la franquicia. Habrá quién diga que lo encontró romántico, cosa que hubiera resultado si, como ya he dicho antes, la química entre Felicity Jones y Diego Luna hubiera sido buena, cosa que no es así.

Bueno, resumiendo ya, la película me ha gustado mucho y tengo ganas de verla más veces. Pero, desgraciadamente, como ha ocurrido este año con muchos estrenos prometedores, no ha estado a la altura de lo que esperaba de ella.

Aún así es una buena película y muy recomendable; tanto a los fans de Star Wars como a quienes no han visto una sola película de Star Wars en su vida.











23 de noviembre de 2016

DOCTOR STRANGE (2016)






ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto, que se abstenga de leerla o lo haga bajo su total responsabilidad (ya sé que esto tiene guasa habiendo visto la película tan tarde, pero aún quedará gente que no la haya visto aún).



















Bueno, finalmente, he podido ver la tan esperada adaptación cinematográfica del Doctor Extraño.

Me hubiera gustado haber podido verla el día de su estreno, pero me fue imposible. Y, luego, varios compromisos me han impedido viajar a la ciudad para poder verla; porque a mi pueblo tardará en llegar, como siempre.

Pero, ya por fin he podido ir a verla y os puedo dar mi opinión sobre lo que me ha parecido.

Stephen Strange (Benedict Cumberbatch), uno de los mejores neurocirujanos del mundo, sufre un accidente de coche que le deja las manos inservibles, hundiendo así su prestigiosa carrera. Desesperado, recurre a todo tipo de soluciones médicas y científicas sin obtener ningún resultado hasta que entra en contacto con el mundo de la mano de un paciente paraplégico que se curó milagrosamete. Esto le lleva hasta Katmandú (Nepal), donde ingresará en Kamar-Taj, una sociedad secreta de magos dedicada a proteger la Tierra de fuerzas místicas. Allí será instruido por La Anciana (Tilda Swinton), quién ejerce como Hechicero Supremo, con la ayuda de Mordo (Chiwetel Ejiofor) y el bibliotecario Wong (Benedict Wong).


Con esta película termina una odisea para llevar al cine a este personaje, creado por Stan Lee y Steve Ditko en 1963, que ha durado 30 años. Porque, como suele ocurrir con los personajes de Marvel, sus proyectos cinematográficos han tardado años en ver la luz.

El Doctor Extraño ya fue adaptado en 1978 en una película para Tv dirigida por Philip DeGuere y protagonizada por Peter Hooten. No obstante, en cine, el primer proyecto data de 1986, puesto en marcha por la propia Marvel con Bob Gale (Regreso al Futuro) a cargo del guión.

Este proyecto no llegó a salir adelante. Más tarde, en 1989, se puso en marcha otro proyecto con guión de Alex Cox (Miedo y Asco en Las Vegas) y el propio Stan Lee, pero corrió la misma suerte. Otro proyecto se puso en marcha en 1992 con el fallecido Wes Craven como guionista y director, pero tampoco llegó a nada. Tampoco otro proyecto que se puso en marcha en 1995 con guión de David S. Goyer.

Después, en 1998, los derechos del personaje fueron adquiridos por Columbia Pictures, que puso a trabajar en el proyecto a varios guionistas y tanteó a directores como Chuck Russell o Stephen Norrington.

Sin embargo, Columbia tampoco parecía tener las cosas claras y, en 2001, los derechos fueron adquiridos por Dimension Films, que recuperó a David S. Goyer para escribir y dirigir la película. Sin embargo, Goyer abandonó el proyecto un año después y todo se volvió a desmoronar.

La cosa cambió en 2005, cuando los derechos fueron adquiridos por Paramount Pictures. Por aquella época, Paramount había firmado un histórico acuerdo con Marvel Studios que fue lo que dio pie al universo cinematográfico de Los Vengadores que ahora estamos disfruntando.

Gracias a esto, Marvel Studios pudo disponer del personaje para su universo, pero no empezaron a ponerse manos a la obra con la película hasta 2010, cuando pusieron a Thomas Dean Donnelly y Joshua Oppenheimer a trabajar en el guión.

Durante los años siguientes, el proyecto fue dando pequeños pasos mientras no paraban de sonar nombres de candidatos para dirigirla y para protagonizarla.

Finalmente, en 2014, Scott Derrickson resultó elegido de una larga lista de directores y la película se puso verdaderamente en marcha. Jon Spaihts, guionista de Prometheus (Ridley Scott, 2012) o del futuro reboot de La Momia, fue contratado para escribir el guión. Sin embargo, su trabajo no convencía al estudio, así que Derrickson se trajo a C. Robert Cargill, con quién ya había trabajado en Sinister (2012) –y que ya había intentado contratar antes de que Spaihts fuese fichado –, con quién escribió el borrador final del guión.

Sobre el actor que daría vida al Doctor Extraño, muchos fueron los candidatos que pasaron por él. Estuvo muy cerca de ser elegido Joaquin Phoenix. El actor estuvo en negociaciones con Marvel Studios y todo parecía ir bien; incluso algunos medios lo daban ya por elegido. Sin embargo, en el último momento las cosas se torcieron y Phoenix abandonó las negociaciones, haciendo que se reanudase la búsqueda de protagonista hasta que, finalmente, Benedict Cumberbatch resultó ser el elegido.

Así, la producción dio comienzo hasta dar la película que ahora nos ocupa, la cual se estrenó en EEUU a principios de este mes y en España a finales del mes pasado.


Sobre como le están yendo las cosas, en taquilla está siendo todo un éxito, habiendo recaudado a día de hoy 184 millones de dólares en EEUU y 390 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 574 millones de dólares. La respuesta de la crítica está siendo muy positiva y la del público está siendo mucho mejor.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

La película me ha gustado mucho. No me ha entusiasmado tanto como otros films de este universo –como Los Vengadores o las películas del Capitán América, pero si la he encontrado una película muy buena, con la que he disfrutado enormemente y que me ha dejado un muy buen sabor de boca.

Como adaptación está bastante bien. Como es habitual con las películas de Marvel Studios, se cambian cosas y se toman libertades para adaptarla al universo cinematográfico, pero, captando muy bien el espíritu de los cómics. Incluso lo que más puede rechinar, el tema del humor –ya que los cómics del Doctor Extraño se caracterizan por ser muy serios –, está metido con acierto.

Tenía bastante interés en ver esta película, pero también cierta curiosidad. Y es que esta película introduce el tema de la magia en el universo cinematográfico de Marvel Studios. La gran pregunta era como. Y, desde luego, para mí han estado muy acertados, introduciéndola de forma directa sin explicación alguna porque, la verdad, no lo necesita. En este universo de invasiones extraterrestres y gente con súperpoderes, la magia puede tener perfectamente cabida.

Una de las cosas que me hacían tener mucha confianza en este film era su director, Scott Derrickson, un director muy bueno y con mucho talento, pese a que no ha tenido muchas oportunidades de lucirse fuera del cine de terror; especialmente, si lo hace con cosas como el infame remake de Ultimatum a la Tierra de 2008.

Afortunadamente, aquí ha tenido una nueva oportunidad para demostrar que también puede triunfar fuera del cine de terror y, desde luego, la ha aprovechado muy bien. Y lo ha hecho con una logradísima realización, tan acertada en las escenas de acción –espectaculares y muy bien filmadas; la pelea en el santuario de Nueva York es impresionante –como en los momentos dramáticos, y con una dirección de actores sobresaliente. Otro de sus aciertos es lo bien que maneja la cámara durante los viajes psicotrópicos que se marca el protagonista o esos momentos en los que los edificios se pliegan, recordando mucho a Origen (Christopher Nolan, 2010) –y que en la película están muy bien justificados –, consiguiendo que en ningún momento resulten mareantes o desorienten al espectador.

Luego están los vínculos con el universo cinematográfico de Marvel, que son pocos, pero efectivos. Hay un momento en el que se menciona claramente a los Vengadores y otro de una chica alcanzada por un rayo que podría hacer referencia a Captain Marvel. También hay cierta controversia con otro sobre un militar con graves lesiones a causa de una armadura robótica que podría hacer referencia a War Machine y lo sucedido en Capitán América: Civil War. No obstante, eso ocurre al principio de la película, que se supone que transcurre varios años antes, lo que ha llevado a pensar que podría tratarse de alguien herido por una de las armaduras defectuosas de Justin Hammer, como se vio en Iron Man 2 (Jon Favreau, 2010).

También están las habituales dos escenas post-créditos. Una de ellas, la primera, que enlaza con la tercera entrega de Thor y otra que nos da una idea de por donde pueden ir los tiros en la futura secuela; que no hay duda de que la harán en vista de los buenos resultados en taquilla de esta.

Todo acompañado con un diseño de producción estupendo y unos efectos especiales muy trabajados. También la fotografía me ha parecido muy buena.


Ahora va circulando por ahí un vídeo que dice que las películas de Marvel Studios tienen una fotografía muy apagada y grisácea, sin a penas contrastes ni resalte los colores. Yo, desde luego, ni he visto eso en esta película, ni en las demás películas de Marvel Studios. Si es cierto que las películas podrían tener algo más color pero, por lo que a mi respecta, el acabado visual esta muy bien.

Otro acierto de la película es el guión. No es un guión de oscar, pero si es un guión muy trabajado que cumple su propósito. Además, esquematiza muy bien la película, haciendo que el ritmo nunca decaiga y que la historia vaya progresando muy bien a lo largo del metraje.

Una de las cosas que más me ha sorprendido es que, a diferencia de otras películas de Marvel, la duración de este film es muy corta; ni tan siquiera llega a las dos horas. No obstante, no da la sensación de que le falten cosas ni de necesitar una versión extendida.

Es cierto que esto hace que algunas cosas queden muy reducidas y muy en segundo plano; como los años en los que Strange busca una solución para recuperar sus manos tras el accidente antes de entrar en contacto con la magia o la relación con Christine Palmer, ya que en esta película a penas hay tiene para las relaciones amorosas. Sin embargo, para mí han sabido resumir bien estos elementos para meternos de lleno en lo que importa.

Otro punto a favor que tiene la película es, sin duda, su reparto, demostrando de nuevo que Marvel Studios son unos hachas buscando actores para sus personajes.

Comenzando por su gran protagonista, Benedict Cumberbatch, quién desde el primer momento demuestra que ha nacido para este papel. El tipo es un excelente actor y aquí nos lo demuestra con creces dando vida a Stephen Strange; sobre todo, recreando la evolución del personaje a lo largo de la película.

Puede que no salga mucho, pero Rachel McAdams no da la sensación de estar desaprovechada. La bellísima actriz está fantástica como Christine Palmer y aporta mucho a la película las veces que sale; pese a que estas sean pocas.

Con Mads Mikkelsen pasa algo parecido. El tipo tampoco sale mucho –al menos, no tanto como me gustaría –como el villano Kaecilius, pero el tipo hace un trabajo estupendo y su presencia en el film no deja nada indiferente. 

Chiwetel Ejiofor está muy bien como Mordo y también nos representa muy bien la evolución de su personaje de aliado del protagonista hasta como posible futuro villano.

Otro que también ha estado muy bien ha sido Benedict Wong como Wong –aquí convertido en bibliotecario –, quién hasta ha llegado a sorprenderme y todo.

No obstante, quién más ha brillado con luz propia a sido Tilda Swinton, quién ha estado sobresaliente como El Anciano; aquí La Anciana. Hubo mucha controversia con su elección, tanto por su sexo –pese a que su belleza andrógina la hace quedar muy bien en papeles masculinos –como por su etnia, ya que El Anciano de los cómics es oriental mientras ella es blanca; recordemos que hoy en día está la gente muy tonta con estas cosas. Sin embargo, la tía es tan buena actriz y su interpretación es tan excelente que creo que estas libertades se pueden pasar perfectamente por alto.


Y es que, la verdad, muchos de los cambios y las libertades que se toman con respecto a los comics, no perjudican la película, sino que hasta la mejoran. Como la Capa de Levitación, que aquí dotan de vida propia, convirtiéndola en un personaje más.

Claro, que no todos los cambios son buenos. Por ejemplo, no me ha hecho mucha gracia que cambiasen la ubicación de Kamar-Taj, que en los cómics está en el Tibet y en la película han trasladado a Nepal para no tener problemas con la todopoderosa China.

Aunque, el cambio más significativo se produce al final.

El climax de la película está bastante bien. Puede que nos dejen sin esa prometedora batalla de magos en Hong Kong, pero el cara a cara entre Strange y Dormammu en ese bucle temporal me ha parecido una escena muy buena y hasta sorprendente.

Aquí el problema es el propio Dormammu, al que han cambiado de aspecto por completo. Prácticamente, lo han fusionado con la Dimensión Oscura, haciéndole un ser incorpóreo. No negaré que al principio esto me recordó a lo que hizo la Fox con Galactus en Los 4 Fantásticos y Silver Surfer (Tim Story, 2007). Afortunadamente, la cosa no llega a ese nivel, ya que el personaje tiene personalidad e interactúa con el protagonista.

No obstante, me hubiera gustado más un Dormammu como el de los cómics. Con las técnicas de captura de movimientos les hubiera quedado genial. En fin.


Pero, bueno, a parte de esto la he encontrado una adaptación muy correcta y una película muy buena. Sin duda, el Doctor Extraño no podía haber debutado mejor en el universo cinematográfico de Marvel.









28 de octubre de 2016

NO RESPIRES (2016)
















Tres años después de debutar en Hollywood con su estupendo remake de Posesión Infernal, el director Fede Alvarez nos trae su segunda película, donde continúa dentro del género de terror y donde cuenta de nuevo con Sam Raimi como productor.

Rocky (Jane Levy), Alex (Dylan Minnette) y Money (Daniel Zovatto), tres adolescentes de los bajos fondos de Detroit, se dedican a robar en casas que cuentan con sistemas de seguridad instalados por la empresa en la que trabaja el padre de Alex. Sin embargo, no suelen sacar mucho con los artículos que roban. Es por ello que se deciden a dar un último gran golpe que con el que podrán retirarse y trasladarse a California. El golpe consiste en introducirse en la única casa habitada en un barrio que se ha quedado vacío a causa de la crisis. El habitante de la casa es un hombre ciego (Stephen Lang) que se dice guarda una gran cantidad de dinero. Todo parece indicar que será un golpe fácil. Pero, las cosas no serán lo que parecen.

El uruguayo Fede Alvarez se dio a conocer al mundo en 2009 con el estupendo cortometraje Panic Attack!, trabajo que llamó la atención de Sam Raimi, quién decidió contratarle para dirigir Evil Dead (2013), remake de su gran clásico Posesión Infernal (1981).


La película fue un éxito, pero recibió muy malas críticas y el peso de realizar una nueva versión de una película de culto con tantos seguidores fue muy duro para él, por lo que, para su siguiente película, decidió realizar una historia más original; aunque, sin moverse del género de terror.

Así surgió esta Don't Breathe –que en España se conoce como No Respires –, donde ha contado de nuevo con Sam Raimi como productor, pero se ha visto libre de la losa que es tener una gran obra maestra a sus espaldas.

La película ha sido mejor recibida y, sobre todo, está siendo un gran éxito de taquilla. Solo en EEUU lleva recaudados a día de hoy 88 millones de dólares y en el resto del mundo ha amasado ya 61 millones, haciendo un total de 149 millones de dólares. Si estuviéramos hablando de una superproducción que ha costado de 100 millones de dólares para arriba, estaríamos hablando de fracaso. No obstante, este no es el caso, ya que su presupuesto es de casi 10 millones de dólares.

El fuerte de esta película es el mismo que el de muchas películas de terror que se hacen actualmente, películas de presupuestos tan bajos que las convierten en grandes éxitos pese a no hacer cifras astronómicas.

Aquí tenemos una película con pocos personajes, sin grandes estrellas que cobran millonadas en su reparto y que se desarrolla en su mayor parte en un escenario. Además, aunque las escenas de esteriores se rodaron en Detroit, lo correspondiente al interior de la casa del ciego se rodó en Hungría para abaratar costes.

Y, como podemos, ver, la jugada le ha salido muy bien, tanto al estudio, a Raimi y a Alvarez, al que ya empiezan a ofrecerle superproducciones para dirigir.

Pero, bueno, dejemos esto a un lado y vamos a ver lo que me ha parecido la película.

A mí Evil Dead me gustó mucho, como ya dejé bien claro en este mismo blog. Me pareció una película muy buena y un remake de lo más digno. Es cierto que no llegaba ni de lejos a la maestría de la original, pero no lo necesitaba. Además, no era exactamente un remake, ya que se trataba de una historia diferente que transcurría en el mismo escenario; de hecho, se habló de juntar esta película con la saga original a modo de crossover.


Pero, bueno, eso es otra historia. Vamos a hablar de esta película que es lo que importa.

El caso es que, como ya he dicho, Evil Dead me gustó mucho y, por ello, tenía mucha curiosidad por ver esta película, ya que en aquel film, y en el cortometraje Panic Attack!, se veía que Alvarez era un tipo con mucho talento.

Tras ver la película, me queda del todo claro que Alvarez es un estupendo director y un tipo que dirige con mucho talento. Sin embargo, creo que debería dejarle los guiones a otros, ya que el guión es el gran talón de Aquiles de esta película.

Pero, empecemos por lo bueno.

La película está muy bien dirigida. Desde luego, Alvarez sabe dirigir muy bien. Visualmente, la película es fantástica, con un casi perfecto uso de la cámara, un diseño de producción muy logrado y, sobre todo, una fotográfía de lo más cuidada. Muchas películas de terror de ahora son demasiado oscuras, tratan de darle un tono lúgrube a base de oscurecer y eso hace que a penas se aprecie lo que está sucediendo y hasta llegas a perder en ocasiones el hilo de lo que está pasando.

Pero eso no ocurre con esta película. La fotografía, obra de Pedro Luque –que ya trabajó con Alvarez en Panic Attack! –está de lo más lograda, logrando una atmósfera de lo más oscura, pero sin entorpecer la visibilidad en ningún momento.

Otro de los logros de Alvarez es su capacidad de crear tensión, logrando varios momentos de lo más angustiosos. También consigue que el ritmo nunca decaiga y que sus momentos de acción sean de lo más brutales. Aunque no tiene tanto gore ni tanta sangre como Evil Dead, la película es bastante violenta y tiene algún que otro momento desagradable.

Los actores también son un punto a favor de la película.

Alvarez ha vuelto a contar con Jane Levy, a quién tuvo como protagonista en Evil Dead. La chica hizo un estupendo trabajo en aquella y aquí no solo ha estado a la altura, sino que hasta se supera. Desde luego, es una estupenda actriz que merece más reconocimiento.


Aunque, aquí el gran protagonista es el ciego, interpretado genialmente por Stephen Lang, conocido, principalmente, por ser el villano de Avatar (James Cameron, 2009). El trabajo que hace en esta película es, sin duda, impecable. Lo malo es que el tipo va a acabar encasillado –si es que no lo está ya –en papeles de villano si sigue así.

Dylan Minnette, la verdad, no me convencía mucho cuando lo veía en los tráilers. Pero, como suele ser habitual, los tráilers no nos lo muestran todo y, tras ver la película, debo decir que el chico lo hace muy bien y su trabajo está completamente a la altura.

No puedo decir lo mismo de Daniel Zovatto. Su interpretación no es que sea mala del todo, pero no está a la altura de la de sus compañeros de reparto y podría haberse convertido en un lastre para el film. Afortunádamente, Alvarez fue hábil y se desembarazó de él a tiempo.

Bien, ya he hablado de las cosas buenas de la película. Ahora, vamos con las malas, las cuales se concentran, principalmente, en el guión, obra del propio Alvarez y su colavorador habitual, Rodo Sayagues.

El guión no es que sea malo del todo, está bien elaborado, tiene buenos diálogos y buenas situaciones, te introduce rápidamente en la historia y, sobre todo, va directamente al grano, sin perder el tiempo en tiempos muertos que no llegan a nada, haciendo que durante toda la película se vayan sucediendo cosas constantemente para que esta no aburra.

El problema del guión es que está repleto, pero repleto, de incoerencias y, sobre todo, se abusa mucho de la suspensión de la credibilidad.

Para quién no lo sepa, suspensión de la credibilidad son esos momentos que no tienen explicación alguna y que suelen servir como recurso en momentos en los que un guionista o director no sabe como resolver una situación. Algo que puede funcionar si no se abusa de ello o si los la película es lo suficientemente buena para pasarlo por alto.


Un buen ejemplo lo tenéis en El Silencio de los Corderos (Jonathan Demme, 1991) con lo de la pluma estilográfica. Seguramente, muchos le habrán dado vueltas a como Hannibal Lecter consigue hacerse con esa pluma que, más adelante, le ayuda a escapar. Un claro ejemplo de suspensión de la credibilidad que los logros de tan maravillosa película logran hacer que se pueda pasar por alto y, como ya he dicho, no se abusa de ellos a lo largo del film.

Aquí, en cambio, Alvarez y Sayagues hacen un abuso total de estos momentos. Los que ya habéis visto la película, seguramente, sabréis de lo que hablo. Para los que no, no quiero hacer spoiler ni tampoco enrollarme mucho. Cuando veáis la película los que no la habéis visto aún rápidamente veréis que la película está llena de momentos que resultan muy difíciles de creer.

Y ese es el gran problema de la película. Si los errores, incoherencias y momentos de suspensión de credibilidad fueran pocos, se podrían pasar fácilmente por alto, ya que la película es tan buena y tiene tantos logros cinematográficos que se podrían haber pasado fácilmente por alto. Pero, por desgracia, son muchos y son imposibles de pasar por alto.

Pero, ojo, esto no hace que la película sea mala. La película sigue siendo buena y de lo más lograda. El problema es que hace que te sea imposible verla si no desconectas de toda lógica.

Pese a sus deficiencias con el guión, queda claro que Alvarez es un director muy bueno y con mucho talento que espero que sepa aprovechar bien el éxito de esta película y haga una buena carrera en Hollywood que, desde luego, se lo merece. De momento, ya tiene por delante la adaptación del cómic Incógnito, del gran Ed Brubaker, y yo espero que le vaya muy bien.