22 de marzo de 2015

JUPITER ASCENDING (2015)

















Jupiter Ascending –o El Destino de Júpiter, como se la conoce en España –es la nueva película de Los Wachowski, famoso dúo de directores, guionistas y productores formado por los hermanos Andy Wachowski y Lana Wachowski –conocido como Larry Wachowski antes de someterse a una operación de cambio de sexo –.


La película debió haberse estrenado el pasado verano, pero su estreno se retrasó varios meses cuando sus autores decidieron hacer un remontaje de efectos especiales que le dio a la película una imagen totalmente distinta.


Jupiter Jones (Mila Kunis) es una joven inmigrante rusa que vive en Chicago trabajando como limpiadora de casas junto a su madre y su tía. Deseosa de comprarse un telescopio como el de su padre, un británico amante de la astronomía (James D´Arcy), acepta la propuesta de su primo de vender sus óvulos. Pero, durante la intervención, los médicos resultar ser unas extrañas criaturas que la buscan e intenta matarla. No obstante, es salvada por Caine Wise (Channing Tatum), un cazador ex-militar manipulado genéticamente. Será cuando descubra que forma parte de un gran complot que podría afectar al destino de la Tierra.


Los hermanos Wachowski son mundialmente conocidos por haber revolucionado el cine de ciencia ficción a finales del siglo pasado con la maravillosa Matrix (1999), película que es todo un clásico y con la que tenían pensado crear su propio universo cinematográfico y una franquicia destinada a hacerle sombra a las mismísimas Star Wars y Star Trek. Sin embargo, el sueño se desvaneció cuando, en 2003, estrenaron sus ambiciosas dos secuelas, Matrix Reloaded y Matrix Revolution, las cuales, aunque fueron dos grandes éxitos de taquilla, resultaron de lo más decepcionantes.


Después de esto, dirigieron las películas Speed Racer (2008) y El Atlas de las Nubes (2012) -esta última, en colaboración con Tom Tykwer (El Perfume) -, ambas dos grandes fracasos de taquilla. Como productores tuvieron más suerte con V de Vendetta (2005) y Ninja Assassin (2009) -esta última no hizo unas cifras muy altas, pero tampoco era una película muy ambiciosa, lo cual lo compensaba -. Así que su carrera esta última década ha sido un tanto irregular.

Ahora llegan con esta película, una space opera que mezcla ciencia ficción y fantasía con la que esperaban realizar una jugada parecida a la que hicieron con Matrix. Sin embargo, han vuelto a darse el batacazo.


El fracaso en taquilla ha sido tremendo. Si bien, es cierto que la película ha remontado en el mercado chino –salvador de varias superproducciones americanas últimamente –, donde tuvo un arranque bastante potente con 23 millones de dólares en su estreno. A día de hoy, la película lleva recaudados 46 millones en EEUU y 125 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 171 millones de dólares. Con mucha suerte, logrará recuperar los 176 millones de su presupuesto.


No obstante, no hay que olvidar los gastos de publicidad, los cuales también hinchan el presupuesto. Por lo que tengo entendido, sumando los gastos de publicidad, el presupuesto de la película ascendería a 215 millones de dólares, una cifra a la que van a tener que hacer auténticos malabares para poder llegar. Por lo que, por mucho que digan que la está salvando el mercado chino, la etiqueta de fracaso ya la lleva puesta.


Y, desde luego, el boca a boca no le está ayudando nada. La mayoría del público no ha salido muy entusiasmado de verla, que digamos. Por su parte, las críticas están siendo muy dispares; unos críticos la adoran, otros críticos la odian y muy pocos se colocan en un término medio.


¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.


A mí Speed Racer y El Atlas de las Nubes me parece que fueron dos fracasos inmerecidos. Ambas películas fracasaron porque el gran público no asimiló bien sus personales estilos ni sus vibrantes montajes. Pero, por lo que a mí respecta, ambas películas son buenas; no son ninguna maravilla, todo hay que decirlo, pero a mí me gustaron.


En cambio, esta película es otro cantar. Por lo que a mí respecta, el fracaso está más que merecido, porque la película es…




…UNA PUTA MIERDA.




Y esto me lo veía venir.


Al principio me interesé por la película por venir de quienes venían y porque la protagoniza Mila Kunis, una actriz que me gusta mucho. Sin embargo, poco a poco fui perdiendo el interés en ella porque todo lo que veía en los tráilers, imágenes y demás material que iba saliendo me echaba para atrás; sobre todo, esa imagen de fantasía ñoña y ese estilo de space opera cutre que destilaba en todo momento.


Sin embargo, volví a engancharme después de que los Wachowski hicieran ese remontaje que obligó a retrasar el estreno varios meses. Y es que, le habían dado a la película una imagen totalmente distinta, pareciendo ya una película de ciencia ficción adulta que recordaba a clásicos como Dune (David Lynch, 1984). Así que mi interés en ella volvió a crecer y llegué a creer que había juzgado mal a la película y a los Wachowski.


Sin embargo, tras haberla visto, me doy cuenta de que mis sospechas anteriores al remontaje no estaban mal encaminadas. Se ve que los Wachowski se dieron cuenta de que su mierda apestaba desde kilómetros de distancia y decidieron envolverla en un papel bonito y perfumado para despistarnos.


Es como si coges un palo, lo metes en una caja, la envuelves para regalo y se lo regalas a alguien creyendo que su reacción va a ser como la del niño de aquel anuncio. Sin embargo, la realidad es otra y lo único que terminas consiguiendo es que te acaben metiendo el palo por el culo. Pues eso es lo que les ha pasado a los Wachowski con esta película.


Y es que la película es un PETARDO.


Vale que su historia está bastante trillada. Sin embargo, podría haber funcionado si el guión hubiera estado a la altura. Sin embargo, el guión que han escrito los Waxhowski es una completa cagada y contiene todos los elementos que hacen malas a las películas. Hay tópicos como para parar un tren, los personajes están estereotipados a más no poder, los diálogos que dan vergüenza ajena no paran de sucederse, lo mismo que las situaciones ridículas. Por no hablar de que todo es tan previsible que parece que te la has visto ya la película varias veces a pesar de estarla viendo por primera vez.

La película es terriblemente aburrida y soporífera; yo empecé a mirar el reloj a partir del minuto 37, no bromeo, lo cual no es nada bueno. Luego, encima, le meten elementos humorísticos que, lejos de mejorarla, lo único que consiguen es abochornar y dar vergüenza ajena; lo de los funcionarios espaciales es para echarse a llorar y lo de ese abogado robot-gay-metrosexual ya ni os cuento. Además, dan la sensación en todo momento de que están metidos con calzador y eso empeora aún más las cosas.


Ni tan siquiera las escenas de acción sirven para que la cosa se anime un poco porque, aunque no están mal filmadas, son terriblemente monótonas y carecen por completo de elementos brillantes que hagan saltar en la butaca; cuesta creer que los responsables de Matrix estén detrás de esto.


Sobre los efectos especiales, los Wachowski hicieron un trabajo excelente con el remontaje. Todo lo que está hecho con CGI es realmente muy bueno, sobre todo el diseño de producción y el de las criaturas digitales –especialmente, esos seres reptiloides alados que, desde luego, son de lo mejor del film –. Por desgracia, el remontaje solo afectaba al CGI, por lo que el resto de elementos son tan cutres como al principio. Lo que más, sin duda, son los maquillajes, los cuales llegan a dañar la vista de lo mal hechos que están y parecen más propios de una mala película de serie B.


Mila Kunis es una buena actriz y hace lo que puede en todo momento para llevar el protagonismo de la película; sin embargo, no diría que este es uno de sus mejores trabajos. Channing Tatum está tan soso e inexpresivo como siempre; a lo que hay que añadir lo ridículo que queda con esas orejas de elfo que le ponen –eso sí, no son las peores orejas de la película –. El villano principal, Eddie Redmayne, este año ha ganado el oscar por dar vida a Stephen Hawking y no digo que no se lo merezca; pero, lo que es en esta película, más sobreactuado y ridículo no puede estar. Sean Bean lo hace bien, pero da la sensación en todo momento de no creerse su papel.


Y así podría seguir con todos los miembros del reparto, pero me darían las uvas. Tan solo decir que la única que logra dar más la talla de todo el elenco es Tuppence Middleton a pesar de lo desaprovechado de su personaje y el maquillaje tan malo que le ponen.


En fin.


Pero, bueno, no todo van a ser hostias a esta película, ya que también hay algunos buenos momentos –muy pocos, esos sí –entre tanta mierda. La parte del principio, correspondiente a los padres de la protagonista está bien. Destacar que en esa escena aparece James D´Arcy, quién me gustó mucho en la serie Agent Carter; por desgracia, aquí apenas le dan la oportunidad de lucirse.


También me gustó la violenta pelea final entre la protagonista y el malo, un momento bastante brutal y muy logrado; desgraciadamente, no dura mucho y, encima, lo estropea un poco lo absurdo del momento –¿cómo narices llegó el malo ahí arriba tan rápido con un disparo en la pierna…? –. Pero, bueno, esa escena es de las pocas que logra levantar una sonrisa entre tanta cara de asco que se te pone a lo largo del metraje.


De todas maneras, esos pocos momentos logrados tan solo son pequeños islotes en el océano de porquería que es esta película. Un film terriblemente malo, nefasto y aburrido que sus responsables supieron adornar bien con unos brillantes efectos especiales.


Sin duda, el peor trabajo de los Wachowski, quienes aquí se han lucido creyendo que podrían conquistar de nuevo al público con semejante chapuza y que con meterle efectos especiales mejorados la cosa iba a mejorar. No sé si a estas alturas serían capaces de volver a ofrecernos otra maravilla como Matrix pero, desde luego, son capaces de hacer cosas mejores y no basuras como esta, totalmente impropia de ellos.


A ver si en su próxima película están más inspirados; porque, lo que es en esta, parece que la inspiración se les ha ido volando.







10 de marzo de 2015

SIN CITY: A DAME TO KILL FOR (2014)
























La película está compuesta por cuatro historias.

En Solo otra Noche de Sábado, Marv (Mickey Rourke) se despierta en una carretera en medio de lo que parece un accidente sin recordar cómo ha llegado hasta allí. Poco a poco irá juntando las piezas en su alborotada cabeza hasta descubrir que estaba persiguiendo a unos universitarios que estaban atacando a un mendigo.

En Una Dama por la cual Matar, Dwight (Josh Brolin) trata de dejar atrás su violento pasado trabajando como detective privado. Sin embargo, su pasado regresa en la forma de Ava (Eva Green), una mujer fatal que fue amante suya y le dejó una gran marca. Esta quiere escapar de su millonario y abusivo esposo, Damien (Marton Csokas). Él al principio se niega, pero termina rendido a los encantos de Ava y accede a ayudarla sin saber que se está metiendo en la boca del lobo y que las intenciones de Ava son otras.

En La Larga Mala Noche, Johnny (Joseph Gordon-Levitt) es un joven jugador que llega a la ciudad con intención ganarlo todo. Cosa que consigue, ya que no hay juego que se le resista y gana una gran cantidad de dinero. Es entonces cuando decide enfrentarse al senador Roark (Powers Boothe) –con quién guarda un oscuro secreto –en una timba de poker y consigue ganarle. Sin embargo, las consecuencias para él serán terribles.

Y en El Último Baile de Nancy, nos encontramos a Nancy Callahan (Jessica Alba) cuatro años después de la muerte del Bastardo Amarillo y el suicido de John Hartigan (Bruce Willis), quién sigue velando por ella en forma de fantasma. Nancy se encuentra atormentada por la muerte de Hartigan y su única obsesión es vengarse de Roark a toda costa; incluso a base de manipular a su amigo Marv.


La secuela de Sin City (Robert Rodriguez y Frank Miller, 2005) era una de las películas más esperadas y también una de las que más se hicieron de rogar. Durante años no paraban de sonar rumores y noticias que no llegaban a nada mientras la película no se terminaba de hacer y cada vez se dudaba más de si terminaríamos viéndola a pesar de que Robert Rodriguez no paraba de decir que la película era una realidad y que al final se terminaría haciendo.

Finalmente, en marzo de 2012 se anunció oficialmente su puesta en marcha junto con la secuela de Machete (Robert Rodríguez y Ethan Maniquis, 2010), otro éxito del director mexicano. Originalmente, su estreno estaba previsto para octubre de 2013, pero fue retrasado hasta agosto de 2014.

Varios actores de la primera entrega, como Bruce Willis, Jessica Alba, Rosario Dawson o Mickey Rourke, repetían en sus respectivos roles. Otros, en cambio, reemplazaban a actores de la primera, Josh Brolin, Jamie Chung o Dennis Haysbert son los mejores ejemplos. Mientras, nuevos actores se unían a la saga encarnando nuevos personajes, como Eva Green, Joseph Gordon-Levitt, Juno Temple, Christopher Meloni, Ray Liotta y hasta la cantante Lady Gaga.

Finalmente, la película se estrenó, acabando con nueve años de espera ante una gran expectación. Ya que, como he dicho, muchas eran las ganas de ver esta secuela y muchas eran las expectativas puestas en ella.

Sin embargo, los resultados no fueron, ni de lejos, los esperados. Con un presupuesto de 65 millones de dólares, la película solo ha hecho 14 millones en EEUU y 25 millones más en el resto del mundo, lo que significa una recaudación total de 39 millones de dólares, casi lo que costó la primera entrega.

Tristísimo. Pero el fracaso de la película no solo se limita a lo económico, ya que son muchos los fans de la primera que han salido decepcionados de verla.

Rodriguez ya experimentó un fracaso así con Machete Kills (2013), la mencionada secuela de Machete. Sin embargo, se esperaba mucho más de esta, ya que la primera Sin City es una película que gustó mucho y que a estas alturas es ya toda una película de culto.

Dado que la película no tiene fecha de estreno en España –y ya es evidente que no la va a tener –, he tenido que arreglármelas para poder verla y saber si esta película ha fallado o, por el contrario, se trata de una secuela incomprendida.

Una vez la he visto, debo decir que, lamentablemente, la película tiene en parte justificado su fracaso y me dispongo a decir por qué. Pero, vayamos por partes.

Yo estoy entre quienes esperaban esta película como agua de mayo. Adoro los cómics de Sin City y la primera película me encantó y, de hecho, está entre mis adaptaciones de cómic favoritas. Durante años no paraba de leer y escuchar noticias y rumores relacionados con esta película esperando que la hicieran de una vez hasta que, finalmente, el sueño se ha convertido en realidad.


Desgraciadamente, los resultados no han sido los esperados.

La película no es mala del todo; para mí aprueba. Sin embargo, si tuviera que puntuarla, le pondría una nota que oscilaría entre el 5 y el 6 porque, desde luego, no es una película que me haya entusiasmado tanto como lo hizo en su día la primera entrega. Mi sensación después de verla ha sido de una gran frialdad y, desde luego, espero que no llegue a estrenarse en España porque no es una película que valga la pena molestarse en ver en cines y yo, sin duda, tendría la obligación de ir solo por cumplir con la industria cinematográfica; eso sí, la vería con una pereza tremenda.

El gran fuerte de esta película está en el apartado visual.

Visualmente, la película aprueba con nota, ya que conserva el estilo comiquero de la primera y la dirección de Rodriguez y Miller vuelve a estar muy acertada. Los efectos especiales cumplen y el diseño de producción es magnífico, igual que en la primera película.

Sobre los actores, la mayoría de los que repiten vuelven a hacer un buen trabajo, a la altura del primer film; algunos, incluso, mejoran, como Mickey Rourke, que está mucho más metido en el papel de Marv. Desgraciadamente, no todos vuelven a estar tan acertados. Uno de ellos es –por mucho que me duela decirlo –mi admirado Bruce Willis que, aunque no lo hace mal, su interpretación es bastante forzada y eso se nota.

En cuanto a los actores nuevos, aquí sin ninguna duda se lleva el primer premio Eva Green, que está fantástica en el papel de femme fatale, encarnando maravillosamente a su personaje, una mujer que es el demonio en persona. Originalmente, el papel iba a ser interpretado por Angelina Jolie, quién no dudo que hubiera hecho también un gran trabajo. Pero, sin desmerecer a Angelina, debo decir que la película ha salido ganando con el cambio, porque Eva Green es maravillosa, llena la pantalla en todo momento y apenas le cuesta trabajo seducir al espectador. Una joya y lo mejor de la película, sin ninguna duda.

Joseph Gordon-Levitt también está genial y hace un estupendo trabajo. Juno Temple está inmensa a pesar de su corta aparición. Jamie Chung consigue que no echemos de menos a Devon Aoki, todo lo contrario que Dennis Haysbert, quién hace un buen trabajo, pero no consigue hacer olvidar al tristemente fallecido Michael Clarke Duncan. Lo mismo se podría decir de Josh Brolin, un estupendo actor, pero que aquí no está tan acertado como en sus otros trabajos.

En definitiva, a nivel interpretativo la película también aprueba, con menos nota que en el apartado visual, pero aprueba.

Es en el guión donde la película recibe un gran suspenso.

La primera película no necesitó ni guión ni storyboard, ya que sus autores se limitaron a trasladar el cómic a la gran pantalla; eso sí, supieron cómo hacerlo bien, porque eso no es tan fácil como parece y, si se hace mal, al final la película da la misma sensación que un museo de cera. En cambio, aquí si han necesitado un guión escrito por ellos mismos y el guionista William Monahan –aunque, al final, solo es Miller quién aparece acreditado –. Todo eso porque aquí tan solo han utilizado un par de historias de los cómics y el resto son historias inventadas; cosa que no entiendo, ya que el cómic está repleto de buenas historias para que tengan que inventárselas.

Pero eso no es lo malo, porque está bien que quieran expander el universo de Sin City, a eso no me opongo; de hecho, me gusta. El problema es que lo han hecho de una forma un tanto pésima.

Las dos historias sacadas del cómic, Solo otra noche de Sábado y Una Dama por la cual Matar son geniales. Ambas historias están muy bien adaptadas y funcionan de maravilla. Hasta ahí todo bien.

Las que fallan son las dos historias inventadas: La Larga Mala Noche y El Último baile de Nancy. Argumentalmente, no están mal. Sin embargo, ambas han sido llevadas de forma un tanto chapucera, con un guión que no aprovecha nada las virtudes de cada una y, al final, terminan siendo de lo más insustanciales y contrastan una barbaridad con las historias sacadas del cómic. Por no hablar de que da mucho la sensación de que están metidas con calzador.


Así que, de una película compuesta por cuatro historias, tan solo dos funcionan; y, una de ellas, tan solo es una historia corta que sirve de introducción. Así, normal que la película no funcione.

Desde luego, es una pena que, después de nueve años esperando, la tan esperada secuela de Sin City haya sido tan decepcionante. Peor aún si los artífices de la primera son los que están detrás de ella.

Yo tenía muchas ganas de que se hiciera esta secuela. Pero, viendo el resultado, ahora pienso que mejor que se la hubieran ahorrado y dejar a la maravillosa Sin City como una película totalmente autosuficiente.

Entre esta y la secuela de Machete, Robert Rodriguez está últimamente que no levanta cabeza.










1 de marzo de 2015

AGENT CARTER (2015)











Bueno, después de un largo tiempo sin publicar aquí, retomo este blog.

Y lo hago con una de las series de Tv que más había estado esperando y en la que había puesto unas enormes expectativas. Se trata de la serie protagonizada por Peggy Carter, la protagonista femenina de Capitán América: El Primer Vengador (Joe Johnston, 2011), de la que esta serie es spin-off.

Un personaje que ha demostrado con creces poder volar por sí mismo.

La serie tiene lugar en Nueva York, en 1946. Tras el fin de la II Guerra Mundial y la muerte del Capitán América, Peggy Carter (Hayley Atwell) continúa trabajando como agente de la Reserva Científica Estratégica (SSR). Sin embargo, como le ocurre a muchas mujeres, se ha visto relegada por el sexismo imperante de la época. Mientras, en su vida civil entabla amistad con Angie (Lyndsy Fonseca), una joven aspirante a actriz que trabaja como camarera.

Un día recibe la inesperada visita de Howard Stark (Dominic Cooper), quién ha sido acusado de vender su tecnología a enemigos del país. Este, como amigo, le pide que le ayude a limpiar su nombre a espaldas del SSR y, para ello, le presta a su mayordomo, Edwin Jarvis (James D´Arcy), para que le ayude. Ella y Jarvis emprenden una peligrosa misión que pronto les enfrenta contra una peligrosa organización a la vez que ella trata de evitar ser descubierta por su jefe, Roger Dooly (Shea Whigham) y sus compañeros, Daniel Sousa (Enver Gjokaj) y Jack Thompson (Chad Michael Murray).


Son muchas las cosas que me gustaron de Capitán América: El Primer Vengador.

Una de las que más fue Peggy Carter. El personaje era excelente –a pesar de las libertades que se tomaron con su homólogo en los cómics, estaba en las antípodas de ser la típica chica-florero de las películas de acción y, a pesar de su rol secundario, gozaba de un gran protagonismo e, incluso, llegaba a ensombrecer en más de una ocasión al propio Chris Evans. A esto ayudó mucho el estupendo trabajo de Hayley Atwell, quién dotó al personaje de vida propia con su maravillosa interpretación.

Fue un personaje que caló mucho en mí y supe en seguida que tenía potencial para protagonizar sus propias historias. Pero, por entonces, creía que eso no iba a pasar nunca, ya que creía que el estudio no iba a saber ver el diamante en bruto que tenían en sus manos.

Sin embargo, subestimé a Marvel Studios y me alegro mucho de haberme equivocado.

Porque se ve que Marvel Studios se dio cuenta, al igual que yo, del potencial que tenía esta heroína y, además de introducirla como anciana en Capitán América: El Soldado de Invierno (Anthony y Joe Russo, 2014) y mediante flashbacks en Los Vengadores: La Era de Ultron (Joss Whedon, 2015) y la serie Agents of SHIELD,  han decidido otorgarle el protagonismo que merecía en una serie de Tv.

Antes, decidieron hacer una prueba haciendo que protagonizara un cortometraje Marvel One-Shot. Dicho cortometraje fue dirigido por Louis D´Esposito y se estrenó en los extras del Blu-Ray de Iron Man 3 (Shane Black, 2013) logrando una muy buena aceptación, lo que terminó de convencer al estudio para lanzarse a hacer la serie, la cual ha finalizado recientemente su primera temporada, compuesta de ocho episodios de una trama única.

La serie fue estrenada por la ABC el pasado 6 de enero y tuvo un buen arranque con 7 millones de espectadores. No fue un arranque tan espectacular como el que tuvo en su día Agents of SHIELD. Sin embargo, esta serie rápidamente se desplomó de una manera fulminante y recibió opiniones muy negativas. Agent Carter, por su parte, también bajó, pero fue un descenso más moderado, logrando una media de 5 millones de espectadores. Además, las opiniones de la gente son mucho más entusiastas que las que tuvo Agents of SHIELD.

Aún así, su renovación por una segunda temporada no es algo seguro.


Yo, desde luego, espero que la renueven, porque la serie me ha encantado. Me he visto ya los ocho episodios que componen la primera temporada y he disfrutado enormemente con cada capítulo. Además, me agrada decir que mis expectativas no solo se han visto cumplidas, sino que hasta se han superado.

Alguno pensará que peco de demasiado entusiasta y que mis deseos por ver esta serie y lo mucho que me gusta este personaje estén influyendo en mi decisión. Pero, como ya he dicho muchas veces, soy una persona totalmente sincera y, si la serie me hubiera decepcionado, lo diría a las claras.

Pero no es así. La serie me ha gustado mucho y os voy a decir las razones.

Técnica y visualmente, la serie es impecable. Para empezar, la ambientación en los años 40 es formidable gracias, especialmente, a un maravilloso diseño de producción. Además, los elementos retro-futuristas que tanto me gustan están muy bien insertados en la historia. Las escenas de acción están muy bien rodadas y los efectos especiales están de lo más logrados.

En tramas y guiones, la serie también está muy acertada. La historia atrapa desde el primer momento y va progresando a medida que la serie avanza, logrando que al final de cada episodio te mueras de ganas de ver el siguiente. Todo muy bien acompañado de unos muy buenos diálogos y situaciones. Además, el componente crítico con el sexismo está muy bien introducido en la historia y a un buen nivel, sin llegar a convertir la serie en un panfleto feminista, pero de tal forma que no resulta indiferente.

Sin embargo, quién más hace que esta serie funcione es, sin duda, Peggy Carter.

Hayley Atwell no solo repite el gran trabajo que hizo en la película del Capitán América y en el corto Marvel One-Shot, sino que, incluso, llega a superase. Cada vez está más metida en el personaje y cada vez está más fantástica, llenando la pantalla cada vez que sale. Es ya imposible imaginarse a este personaje sin que sea ella quién lo interprete.

Lo mejor de todo es que ella, por si sola, puede llevar sobre sus hombros todo el peso de la serie. Sin embargo, no le es necesario, porque la serie se nutre de una plantilla de buenos secundarios, tanto en el bando de los buenos como en el de los malos, que hacen también un muy buen trabajo.

De todos, quién más destaca es, sin duda, James D´Arcy. El tipo está fantástico en el papel de Edwin Jarvis, derrochando carisma en todo momento y logrando ser un excelente contrapunto para la protagonista. Admito que, al principio, me echaba para atrás el hecho de que le colocaran un compañero a Peggy Carter pero, rápidamente, cambié de opinión al ver la gran química que hay entre los dos actores y como va progresando la relación entre los dos personajes, llegando a crearse un gran vínculo entre los dos. Para mí este personaje es casi tan imprescindible en la serie como la propia Peggy Carter.


Por lo demás, es muy de agradecer que hayan sabido guardar muy bien el vínculo que tienen con el universo cinematográfico de Marvel Studios. Dado que esta temporada se ambienta antes del cortometraje, no muestra todavía los inicios de SHIELD, que era algo que se esperaba. Pero si introduce varios elementos claramente reconocibles para cualquier fan marvelita; el más claro de todos, los inicios del programa Viuda Negra.

Otra cosa que ayuda es el contar con Howard Stark, de nuevo interpretado por Dominic Cooper, como personaje recurrente, la aparición en un episodio de Neal McDonough como Dum Dum Dugan y cierto cameo sorpresa que hay al final de la temporada que no voy a revelar, pero si decir que enlaza muy bien con todo este universo.

Resumiendo.


La serie es estupenda. Me ha gustado mucho, he disfrutado viéndola y hace mucha justicia con Peggy Carter. Ojalá tenga más vida después de esta primera temporada. Porque, desde luego, se lo merece.