26 de agosto de 2015

CUATRO FANTÁSTICOS (2015)





















Este fin de semana llegó a los cines españoles una de las películas que más ha dado que hablar; y no, precisamente, para bien.

La Fox quiere subirse al carro de la moda de los universos compartidos iniciada por Los Vengadores. Para ello, pretende unir las dos franquicias Marvel que poseen: X-Men y Los 4 Fantásticos.

Los X-Men le están funcionando bastante bien, pero Los 4 Fantásticos es otro cantar. La versión que hicieron hace diez años tuvo éxito, pero no gustó mucho a los fans. Luego, dos años después, hicieron una secuela que fue una monumental cagada en la que el público no volvió a picar y eso dejó a la franquicia moribunda. Es por ello que se decidieron a realizar un reboot de la franquicia y así tener unas Cuatro Fantásticos nuevos que poder juntar sus caminos con los mutantes.

Sin embargo, las cosas no han salido, ni de lejos, como esperaban.

Desde su infancia, los amigos Reed Richards (Miles Teller) y Ben Grimm (Jamie Bell) han trabajado en un sistema de teletransportación. Sin embargo, nadie les toma en serio hasta que se topan con el Doctor Franklin Storm (Reg E. Cathey), director de la Fundación Baxter, una organización respaldada por el gobierno para jóvenes científicos. Storm contrata a Reed para trabajar junto a sus hijos, Sue (Kate Mara) y Johnny (Michael B. Jordan) en la Puerta Cuántica, la cual fue diseñada por Victor Von Doom (Toby Kebbell), científico brillante, pero de mentalidad antisistema que acepta volver a proyecto después de ser expulsado solo por sus sentimientos no correspondidos por Sue.

Finalmente, los trabajo de los cuatro son un éxito y la Puerta Cuántica les permite viajar hasta otra dimensión, la cual denominan Planeta Cero. Ellos quieren ser los primeros humanos en viajar a ese lugar, pero el Doctor Allen (Tim Blake Nelson), supervisor del proyecto para el gobierno, quiere que lo hagan astronautas de la NASA. Reed, Johnny y Doom no están dispuestos a dejar que la gloria se la lleven otros y, entonces, Reed les propone un viaje a ese lugar a espaldas de todo el mundo y, además, decide invitar a Ben para que comparta la experiencia. Sin embargo, una vez allí las cosas rápidamente se tuercen a causa de la inestabilidad del lugar. Doom aparentemente muere, mientras Reed, Ben y Johnny logran llegar hasta la puerta. Sin embargo, esta no funciona y son bombardeados por diferentes elementos. Finalmente, logran regresar con ayuda de Sue, pero esta también se ve expuesta a las extrañas radiaciones de la otra dimensión. Los cuatro logran sobrevivir, pero desarrollan extrañas habilidades.


Este reboot, se suponía, que debía haber arreglado el estropicio que supuso Los 4 Fantásticos y Silver Sufer (Tim Story, 2007), secuela de Los 4 Fantásticos (2005), también de Tim Story, primera versión cinematográfica estrenada en cines –la versión de 1994 no llegó a estrenarse –de estos populares personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1961. Normalmente, los reboots están para eso: arreglar franquicias estropeadas.

Esta película se puso en marcha como proyecto en 2009 y, aunque estuvo unos años atascado, se puso finalmente en marcha con la elección en 2012 de Josh Trank como director. Trank acababa de estrenar Chronicle (2012), una película que no paraba de recibir elogios allá donde iba, lo que le dio bastante prestigio. Todos veían por entonces a Trank como un nuevo talento del cine y se pensó que, con él al frente, la primera familia de Marvel tendría por fin su adaptación soñada.

Pero, nada más lejos de la realidad.

Primero fue el anuncio de reparto oficial, con actores considerados demasiado jóvenes para sus respectivos papeles y un afroamericano como Antorcha Humana que despertaron las iras de los fans. Luego vinieron varios meses de noticias, rumores y filtraciones que no predecían nada bueno hasta que salió el primer tráiler y las primeras imágenes. Pero, aunque esto aplacó a una parte de los fans, la película continuó recibiendo palos hasta que, finalmente, se estrenó y, entonces las hostias comenzaron a lloverle de todos sitios.

La película está siendo pulverizada por público y crítica, los fans salen de ella echando más pestes de las que ya echaban los meses anteriores al estreno y en taquilla se ha dado una monumental hostia. Solo 50 millones de dólares recaudados en EEUU y, aunque haya recuperado los 120 millones de su presupuesto en la taquilla internacional, no parece que vaya a cubrir los demás costes, como los de publicidad, con los 130 millones que lleva recaudados. Según escuché, la película necesitaría recaudar 300 millones de dólares para ser rentable; cifra a la que no va a llegar ni de coña.

Muchos fans veían en esto una buena oportunidad para que la Fox le devolviera a Marvel los derechos –como ya hizo con Daredevil –o, al menos, que llegaran a un acuerdo con Marvel Studios como el que hizo Sony con Spiderman. Desgraciadamente, Fox no está tan necesitada como Sony, ya que, a diferencia del otro estudio, ellos poseen también la franquicia de X-Men y está les está funcionando y sirviéndoles de colchón.

Así que, piensan seguir adelante con la secuela, programada para 2017. Eso sí, con un nuevo director –se habla de Matthew Vaughn –, ya que consideran a Trank como único responsable de este desastre. El director, al principio, trató de cargar las culpas al estudio con un tweet –que luego borró –donde afirmaba que la película que él pensaba hacer era muy diferente y que el resultado final fue responsabilidad del estudio.


El tipo quería quedar como una víctima, como Edgar Wright con Marvel. Sin embargo, informaciones posteriores daban a entender que fue Trank el principal responsable. Por lo visto, el tipo es un egocéntrico y fue muy, pero que muy, difícil trabajar con él durante la problemática producción de este film. Cabe recordar que el tipo había sido contratado para dirigir uno de los spin-offs de Star Wars pero, hace unos meses, abandonó –o le echaron –de ese proyecto por las mismas razones.

Aún así, la Fox también tiene su responsabilidad a haber permitido a ese director hacer lo que ha hecho.

De todas maneras, tenga quién tenga la culpa, esta película es un desastre se mire por donde se mire y un tercer intento fallido de llevar al cine a estos personajes; que ya están teniendo fama de inadaptables.

¿Y qué opino yo de ella?

Pues bien. Yo era de las personas que esperaba esta película con mucha desconfianza. Cada cosa que salía de ella me echaba para atrás y todo parecía indicarme que estaba ante un desastre mayúsculo.

Aún así, soy alguien de mente abierta y me dispuse a darle a esta película una oportunidad y, si contra todo pronóstico hubiera terminado gustándome, me habría comido mis palabras y lo hubiera dicho a las claras.

Los hay que se dedican a machacar películas antes de verlas y, cuando las ven y les gusta, lo ocultan y siguen machándolas para guardar las apariencias. Yo, desde luego, estoy a las antípodas de eso. Porque, cuando se trata de opinar sobre cine, soy una persona totalmente sincera y nunca digo que una película no me ha gustado si lo ha hecho; y viceversa.

Además, mis opiniones son mías, se basan completamente en mi criterio y nunca me dejo influenciar por las opiniones generalizadas. Si una película me gusta y está siendo machacada por todo el mundo, nunca diré que no me gusta solo por quedar bien con los demás. Y lo mismo digo si una película que todo el mundo adora a mi no me ha gustado, jamás diré que me gusta solo por quedar bien con todo el mundo. Esto es algo que quiero dejar siempre claro.

Sin embargo, hay casos en los que mi opinión coincide con la de casi todo el mundo y este es uno de esos casos.

Porque la película es una…



…PUTA MIERDA.



Para empezar, no sé ni cómo catalogarla. Ya que no tengo claro si es una película de superhéroes, una película de ciencia ficción –tipo Interstellar –, un drama, una comedia… Yo creo que ni la película en si misma se sabría definir.

Como adaptación, por mucho que se quieran excusar en que se han basado en los cómics ultímate en lugar de los clásicos, yo poco veo de los cómics –ya sean clásicos, ultímate o de lo que sea –de Los 4 Fantásticos en esta película, donde se ve claramente que se los han pasado por el forro de los cojones. Para mí que la única vez que Josh Trank cogió un cómic durante la producción fue porque tenía que ir al baño y se había acabado el papel higiénico.

Además, no sé si Trank gastó todo su talento dirigiendo en Chronicle o es que, simplemente, no le salió de las pelotas dirigir bien; porque su dirección es lamentable. No es mala del todo, es una dirección correcta; pero nada más. El tipo no mete un solo plano o una sola escena destacable en toda la película. Todo es muy plano, frío, insustancial y sin nada de brillo; hay momentos en los que llegué a creer que estaba viendo un telefilm telefilm de mediatarde.


Luego no ayuda nada un guión pobre, con diálogos insulsos y situaciones forzadas que, encima, está muy mal esquematizado. Porque, si nos fijamos bien, la mayor parte de la película es un prólogo enorme, mientras que el nudo y el desenlace solo ocupan los últimos minutos. Unos últimos minutos donde vemos a los protagonistas adquirir sus poderes y lucirlos de una forma totalmente fugaz que apenas da tiempo a apreciarlos bien. Y, después, el enfrentamiento final con Doom que, aún siendo el momento más espectacular de la película, resulta una escena patética y de lo más simplona que, encima, da en todo momento la sensación de estar metida con calzador y que se la quieren quitar de encima cuanto antes.

Por cierto, ese Doom que se ve en la película es una AUTÉNTICA MIERDA, en las antípodas de su homólogo de las viñetas. Este personaje solo se parece al Doctor Doom de los cómics cuando lleva el manto puesto –que, por cierto, no sé de donde narices lo ha sacado –y le vemos de lejos; porque esa cosa que vemos en la película parece uno de los extraterrestres de Cocoon con armadura.

Y luego están los trajes de los protagonistas, que esa es otra. Vale que cambien el color azul tradicional por el negro, vale que no lleven el logo con el “4” en la solapa, pero lo que no me vale para nada es que cada traje lleve su propio diseño, a cada cual más cutre que el anterior. Si, vale, en la película explican que están diseñados para adaptarse a los poderes de cada uno. Pero, decidme, ¿para qué le sirve a una chica que se vuelve invisible un traje donde va tapada hasta la barbilla pero le dejan los antebrazos al aire? Es patético. Al menos, en la versión de 2005 tenían una mejor excusa para los trajes.

Del traje de La Cosa no hablo porque, ni siquiera le ponen uno; ni tan siquiera unos pantalones o un bañador. Ya qué, según los responsables de esta película, el personaje es como un ángel: no tiene sexo.

Al menos, el diseño de La Cosa está bien hecho y muy bien recreado con los efectos especiales, igual que los poderes de los demás personajes durante el poco tiempo que los utilizan en la película. Desde luego, los efectos especiales están muy logrados –claro, que con 120 millones de presupuesto, haberlos hecho mal hubiera tenido delito –.

Sin duda, los efectos especiales son de lo poco que salvaría de esta mediocre película. Otra cosa que salvaría de ella es algo que me sorprende hasta a mí.

Hablo de los ACTORES.

No voy a mentir. Yo fui de las personas que criticó el reparto principal cuando se hizo público y le ha dado bastantes palos a lo largo de estos meses. Sin embargo, tras ver la película, debo de admitir que el trabajo de los actores ha sido bastante bueno. Cada uno de ellos está muy bien en sus respectivos papeles y se toman bastante en serio sus respectivos trabajos dentro de un conjunto que va degenerando a cada minuto que pasa.

Eso sí, dudo que estos actores encajen con Los 4 Fantásticos clásicos. Pero, en lo que respecta a esta película, debo de admitir que estos intérpretes me han convencido; y eso que la –escasa –dirección de actores no les hace ningún favor.

Y, desde luego, debo de admitir que el que más me ha gustado ha sido Michael B. Jordan. Mira que me repateaba –y todavía me repatea –que nos metieran un Antorcha Humana negro. Pero, lo mío es la sinceridad ante todo y, sinceramente, admito que el tipo es muy buen actor y su trabajo ha sido de lo más convincente. Eso sí, yo le aconsejaría que buscara otros papeles, ya que hay varios superhéroes negros en los que encajaría muy bien.

Bueno, así están las cosas. Si tengo que salvar algunas cosas de esta película son, sin duda, los efectos especiales y los actores. El resto es para tirarlo a la basura.


Una película rematadamente mala y de lo más mediocre que lo único que consigue es aburrir y dar pena. Es tan lenta y tan cansina que los 100 minutos que dura parecen dos horas y media. Ver esta película es como estar contemplando a una vaca muriéndose lentamente y no tener una pistola a mano para aliviar su sufrimiento.

Y, como adaptación, es una reverendísima puta mierda que lo único que hace es insultar a unas estupendos personajes de cómic que, desde luego, no se merecen adaptaciones tan chapuceras como esta. Desde luego, hace quedar mejor a la versión de 2005 y hasta a su mediocre secuela. Y, desde luego, le hace un gran favor a la versión de 1994 producida por Roger Corman que, por muy triste que suene, es hasta ahora la adaptación más decente de estos personajes.

Desde luego, mucho va a tener que trabajar la Fox si quiere arreglar un estropicio como este en la secuela. Pero, mira, si vuelven a darse la gran hostia, bienvenida sea, ya que, entonces, no les quedará más remedio que devolver los derechos a Marvel.


Yo, desde luego, soy paciente.