21 de noviembre de 2012

SKYFALL (2012)






Advierto que esta entrada contiene SPOILERS, quién no haya visto aún la película, que se abstenga de leerla o lo haga vajo su total responsabilidad.















Ya por fin he visto Skyfall, la última entrega –hasta ahora –de la saga de James Bond, la número 23 de toda la serie y la tercera de las que ha protagonizado el actor Daniel Craig después de Casino Royale (Martin Campbell, 2006) y Quantum of Solace (Marc Forster, 2008).

La película comienza con la clásica escena de apertura. James Bond (Daniel Craig) y otra agente del MI6 llamada Eve (Naomie Harris) se encuentran en Turquía, donde persiguen a un mercenario (Ola Rapace) que ha robado una importante lista con las identidades de los agentes de la OTAN infiltrados en organizaciones terroristas. Bond consigue alcanzar al mercenario en un tren y pelea contra él pero, desde la sede del MI6, su superior M (Judi Dench), no confía en que pueda detenerlo y ordena a Eve que dispare. Sin embargo, Eve dispara por error a Bond, quién cae a un río mientras el mercenario escapa. Bond es dado por muerto, pero en realidad sobrevivió y, tras un tiempo escondido y viviendo al límite, regresa al MI6 muy cabreado con M por no haber confiado en él y haber hecho que le disparen.

Además, tras el disparo las habilidades de Bond han quedado muy mermadas y es obligado a pasar otra vez a pasar las pruebas de acceso mientras M se enfrenta a su destitución ante la grave crisis que la pérdida de la lista ha desatado. Sin embargo, pronto se da cuenta de que quién ha robado la lista tiene una cuenta pendiente con el MI6 y, sobre todo, con ella. Es por eso que, a pesar de no haber pasado con éxito las pruebas, vuelve a poner en Bond en funcionamiento. Bond sigue la pista del mercenario hasta Shangai, pero este muere sin que le diga para quién trabaja. No obstante, ve allí a una bella mujer (Bérénice Marlohe) y una pista que le lleva a un casino de Macao. Allí vuelve a encontrarse con esa mujer, quien se llama Sévérine y vive prisionera al servicio del tipo al que busca Bond, quién se llama Raoul Silva (Javier Bardem) y fue un agente del MI6 al servicio de M hasta que esta le abandonó a merced de los chinos, quienes le capturaron y lo torturaron durante años. Ahora es el desquiciado líder de una poderosa organización, pero su único deseo es vengarse de M.

Esta entrega nos llega con retraso. Su estreno se esperaba para 2011 por estas fechas, pero los problemas financieros de MGM en 2010 hicieron que la película se paralizase durante un año junto con otros proyectos del estudio, como la adaptación de El Hobbit. Y así la cosa quedó en el limbo hasta que el estudio comenzó su recuperación y volvió a poner en marcha la película para estrenarla este 2012, cuando se cumplen 50 años de la saga.


Como bien sabréis, yo soy muy fan de James Bond, me encanta el personaje y llevo desde mi infancia viendo sus películas y leyéndome los libros de Ian Fleeming. La mayoría de sus películas me encantan, pero hay unas cuantas que han llegado a decepcionarme. Una de ellas es la entrega anterior a esta, Quantum of Solace, la cual no es una mala película, pero me decepcionó bastante y quería que la siguiente entrega mejorase la cosa; como ya ha ocurrido otras veces en la saga, cuando alguna película me ha decepcionado o no ha cumplido todas mis expectativas las película siguiente ha resultado mejor.

Antes de ver la película, no he parado de leer y escuchar elogios hacia ella. La crítica la está poniendo por las nubes, lo mismo que la mayor parte del público. Casi todos los que la han visto no paran de hablar maravillas de ella e, incluso ya van diciendo por ahí que esta es la mejor película de James Bond de todos los tiempos, que Daniel Craig es el mejor Bond de todos los que lo han interpretado y que Javier Bardem es el mejor villano de la saga.

Luego están los datos de taquilla, que también son excelentes. Con un presupuesto de 200 millones de dólares, la película ya lleva recaudados 164 millones de dólares en EEUU y 508 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 672 millones, cifras que irán aumentando en las próximas semanas; incluso no descarto que la película pueda llegar a superar los 1.000 millones de dólares. Un taquillazo en toda regla.

Ahora, a lo que vamos. ¿Es tan buena esta película como dicen?

Yo, al haber visto ya la película, llego a una conclusión. La película es muy buena, eso no lo pongo en duda, y se la puede colocar entre las mejores entregas de la saga. Pero, a la vez, creo que se la está sobrevalorando mucho, sobre todo cuando dicen que es la mejor entrega de la saga, cosa que yo no comparto.

De hecho, si la comparo con las otras películas que ha protagonizado Daniel Craig, diría que es mejor que Quantum of Solace, pero inferior a Casino Royale.

Eso si, es una película que termina de rizar el rizo de este reinicio que se está haciendo de la saga Bond con Craig, terminando de formar al personaje y volviendo a recuperar los elementos tan característicos de la saga que, por mucho que hayan pasado los años, nunca pasarán de moda y que ya se echaban de menos en las dos anteriores entregas.


De hecho, la película parece que nos quiere dar a entender que, por mucho que cambien los tiempos, las cosas que han funcionado durante 50 años no pueden ser reemplazas.

Aquí tenemos a un Bond en pleno siglo XXI enfrentándose a un villano que domina por completo la tecnología y los elementos de la época, lo que le hace ser implacable e ir siempre por delante de él, por lo que Bond decide volver al pasado para enfrentarse a él. Incluso recuperan el viejo Aston Martin cargado de armas y gatches que conducía Sean Connery; algo que a mi me despertó mucha nostalgia.

Al final vemos que la saga vuelve a su cauce. Nos encontramos de nuevo con la vieja oficina del MI6, el famoso despacho de madera de M, a los personajes de Q y Moneypeny y a un Bond como el de siempre. Eso si, todo mezclado con el estilo de la época y adaptado a los nuevos tiempos, situándose muy bien para las nuevas entregas de la saga.

Yo creo que es por esto por lo que se está poniendo a esta película tanto por las nubes al recuperar la saga Bond de siempre, pero de forma muy creíble y demostrando que lo moderno y lo clásico pueden ir de la mano.

Pasando a otras cosas, la película tiene un buen guión. Se nota mucho la inclusión de John Logan en la saga sobre la pareja Neal Purvis y Robert Wade, quienes, a pesar del buen trabaja que han hecho en las anteriores películas, ya empezaban a estar algo gastados y no es de extrañar que, tras esta película, abandonen esta saga en la que han estado desde que debutaron con El Mundo nunca es Suficiente (Michael Apted, 1999).

La dirección de Sam Mendes también es muy buena, aunque no tanto como debería. Me explico.

La elección de un director como este, curtido en el teatro y autor de películas como American Beauty (1999), Camino a la Perdición (2002), Jarhead (2005) o Revolutionary Road (2008), ha sido muy acertada para un film como este, donde los personajes principales viven un auténtico drama en su interior. Ahí es donde Mendes trabaja muy bien, con los actores y los momentos dramáticos, los cuales domina a la perfección y no deja que la película decaiga en estos aspectos en ningún momento.

Otro asunto es la acción. A nivel de acción la película cumple, aunque no tanto como esperaba. Las escenas de acción son muy buenas y bastante espectaculares, especialmente la escena del tren y la excavadora del principio, la escena de los subterráneos o la parte final en la mansión de los padres de Bond –la Skyfall del título –. Sin embargo, a pesar de estar bien rodadas y dotadas de espectacularidad, a mi no llegaron a hacerme saltar en la butaca y encontré que les falta adrenalina y mas ritmo trepidante. Por poner un ejemplo, la escena del principio en la que Bond persigue al tren sobre una moto tiene demasiados planos con la cámara anclada y muy poca cámara en movimiento. Lo mismo ocurre en la pelea sobre el tren y en muchos mas momentos a lo largo de la película. Ni siquiera la escena del ascensor me hizo sentir vértigo.


A nivel de acción la película decepciona, aunque no mucho. No es como en El Mundo nunca es Suficiente, donde las escenas de acción eran una mierda, pero no se puede decir que la película haga vibrar tanto como las dos anteriores películas de Craig u otras películas de la saga mas espectaculares, como Alta Tensión (John Glen, 1987), Goldeneye (Martin Campbell, 1995) o Muere otro Día (Lee Tamahori, 2002). Aún así, la película tiene muy buenos momentos, como la escena de los Dragones de Komodo, la caída del tren en los subterráneos o la explosión de la mansión Bond, cuyo posterior incendio hace que el estupendo final tenga una fotografía impresionante.

En cuanto a los actores, Daniel Craig vuelve a hacer un gran trabajo dando vida a Bond. Este actor, cuando se supo su elección para dar vida al personaje en Casino Royale, no paró de recibir palos por todos sitios hasta que, tras el estreno de la película, muchos se tuvieron que comer sus palabras y ahora no para de recibir elogios. Y con esta película ya hasta se le está considerando el mejor Bond de la historia; hasta por encima de Sean Connery.

Yo, reconozco que tuve mis dudas con él al principio pero, a diferencia de los que no paraban de criticarle sin haber visto la película de Martin Campbell, le di una oportunidad y, desde luego, no me arrepentí. El tipo interpretó a Bond de forma magistral en sus dos primeras películas, haciendo suyo el personaje desde el primer momento y dándole personalidad. Y en esta película se supera en todos los sentidos, dando vida a un James Bond roto, destrozado, que ya no es el superhombre que era en las dos anteriores películas y que se siente traicionado por su jefa, su organización y hasta su país, a quienes juró lealtad. Un James Bond que tiene que redescubrirse a si mismo y convertirse de una vez en el Bond que todos conocemos.

Sobre si Craig es el mejor James Bond o no, yo no creo que sea el mejor de todos, pero si le colocaría entre los mejores, junto a Sean Connery y Pierce Brosnan.

Luego está Judi Dench en la que es su última interpretación de M. Aquí nos encontramos a una M atormentada porque cometió un sin fin de barbaridades mientras estaba al frente del MI6, mintiendo, manipulando y sacrificando a sus agentes como si fueran peones de ajedrez que ahora ve como su pasado regresa para pedirle cuentas. Y ese pasado lo representa el villano principal, Raoul Silva, a quién da vida el español Javier Bardem.

Personalmente, Bardem no es alguien que me caiga muy bien. Mas bien, me cae fatal. Sin embargo, en lo profesional tengo que reconocer que es un estupendo actor –no como su mujercita, que ni es actriz ni es nada –y en esta película hace un excelente trabajo dando vida a un villano excelente del que hablaré mas adelante.

Luego tenemos a Naomie Harris, quien interpreta muy bien a su personaje, un personaje que al final se descubre como la famosa Moneypenney, mostrando como serían los orígenes de esta; además, en las escenas de acción se desenvuelve bastante bien. Ben Whishaw tampoco lo hace nada mal dando vida a un nuevo Q mas joven y adaptado a los nuevos tiempos. Ralph Fiennes es un excelente actor que está genial en cada papel que interpreta; y aquí, nada menos, le ha tocado dar vida al que será el nuevo M tras la marcha de Judi Dench. Y Albert Finney, otro gran actor, también hace un gran trabajo como el vigilante de Skyfall y cuidador de Bond cuando era niño.



Y ahora voy con la gran olvidada de esta película a pesar de que es un elemento muy importante de esta saga: la Chica Bond.

Aquí la elegida es la actriz francesa Bérénice Marlohe, quién es muy poco conocida tanto dentro como fuera de Francia, ya que la mayor parte de su carrera son pequeños papeles en Tv –en España se la conocía por un anuncio de coches –. Y, desde luego, la elección de esta actriz fue todo un acierto, porque es una Chica Bond estupenda. Bella, enigmática y muy buena actriz. Ella y su personaje hubieran dado mucho juego en la película.

El problema es que la desaprovechan terriblemente. Su personaje, a pesar de su estupenda presentación –esa escena en la que se queda mirando a Bond desde la ventana del otro edificio me encanta –y su imponente presencia, llenando la pantalla en todo momento, al final terminan matándola pocos minutos después, dejando a la película sin Chica Bond. Porque la otra es Harris, pero ella termina siendo Moneypenny, a quién nunca he considerado una Chica Bond al ser un personaje fijo de la saga.

Esto es, sin duda, lo que menos me ha gustado de la película, el que hayan dejado a una película de la saga sin Chica Bond cuando tenían a una Chica Bond estupenda entre manos. No se bien que pasó en la producción, si fue cosa de Mendes o los productores, pero no me creo que esto estuviera en el guión desde el principio y me parece una enorme cagada.

En fin. Para terminar voy a hablar de la que ha sido la gran influencia a la hora de hacer esta película. Mientras en las dos primeras entregas la influencia era la saga de Jason Bourne –la productora Barbara Broccoli se declara fan de esa saga –, algo que se dejaba ver en Casino Royale y quedó mas que evidente en Quantum of Solace, en esta ocasión cambian las tornas y el nuevo modelo a seguir es el Batman de Christopher Nolan.


El mejor ejemplo es el villano, Silva. Que nadie me diga que viendo al personaje de Javier Bardem no le vino a la cabeza el Joker de Heath Ledger.; sobre todo en su personalidad. Al igual que aquel, este es un villano tan inteligente como desquiciado, capaz de provocar el caos para conseguir sus objetivos; la única diferencia es que este actúa por venganza mientras el Joker actúa por pura maldad.

Luego tenemos que Bond se quedó huérfano de niño. Vale que esto no es algo nuevo y que ya era mencionado en películas como Goldeneye. Pero es que aquí vemos que tiene una mansión casi abandonada que, incluso, tiene ¡un pasadizo secreto que lleva a una cueva! Por no hablar del personaje de Albert Finney, que bien podría ser el Alfred interpretado por Michael Caine.

Y, para acabar, la escena en la que el personaje de Noamie Harris se descubre como Moneypenny recuerda bastante a la escena de The Dark Knight Rises en la que el personaje de Joseph Gordon-Levitt se descubre como Robin; y quién diga lo contrario miente o no ha visto la película de Nolan.

Como ya dije cuando analicé The Amazing Spider-Man, el Batman de Christopher Nolan está creando escuela y esta película es un buen ejemplo. Si en la próxima entrega contratan como director a Christopher Nolan –lo cual estaría muy bien, por cierto –no me iba a extrañar nada.







5 de noviembre de 2012

LOOPER (2012)







 








Una de las grandes sorpresas de este año ha sido Looper, film de acción y ciencia ficción del casi desconocido Rian Johnson con una de las premisas argumentales mas originales que se han visto en los últimos tiempos y en donde Bruce Willis y Joseph Gordon-Levitt dan vida al mismo personaje.

En año 2044 los EEUU viven en un alto índice de pobreza debido al colapso económico, por lo que el nivel de delincuencia ha subido mucho y el crimen organizado se ha hecho cada vez mas poderoso. Además, una parte de la población son mutantes con poderes telequinéticos. Dentro de 30 años, en el año 2074, se inventan las máquinas del tiempo, pero los viajes temporales son prohibidos. También se crea una potente tecnología de seguimiento que hace que a los jefes criminales les sea imposible ocultar los cuerpos de las personas que asesinan. Es por ello por lo que recurren a las máquinas del tiempo y las personas que deciden eliminar las envían al pasado, al año 2044, donde son asesinadas por unos asesinos conocidos como Loopers. Estos van a un lugar concreto donde la víctima le es enviada desde el futuro atada, con una bolsa en la cabeza y con varios lingotes de plata adheridos al cuerpo que son el pago para el Looper, quién debe matar a esa victima con un arma conocida como trabuco que en inservible a mas de 15 metro pero, dentro del área de los 15 metros, es imposible fallar con ella. El Looper, después, se deshace del cadáver y se dedica a vivir la vida a todo lujo en ese mundo tan pobre.

No obstante, como los viajes en el tiempo están prohibidos, hay veces que los jefes del futuro se deben deshacer de los propios Loopers. Cuando un Looper descubre que la víctima tiene lingotes de oro y no de plata significa que a quién acaba de matar es él mismo en el futuro, lo que quiere decir que se ha cerrado cerrado el circuito y ya no se requieren mas sus servicios. Así, una vez retirado, solo le queda vivir la vida con la fortuna que ha amasado los 30 años que le quedan de vida hasta que llega el día en que irán a por él para llevarle al pasado y ser asesinado por él mismo. Joe Simmons (Joseph Gordon-Levitt) es un Looper y es uno de los mejores. Trabaja para Abe (Jeff Daniels) un hombre enviado del futuro para gestionar el negocio de los Loopers y encargarse de que se cumplen los contratos y se cierran los circuitos. Joe siente dudas y remordimientos por lo que hace, pero está dispuesto a mantener su nivel de vida a toda costa, lo que le lleva a traicionar a un compañero que no cerró el circuito y al que había intentado ayudar. No obstante, su vida cambiará cuando, en su último trabajo, la víctima es su yo del futuro (Bruce Willis). Pero llega desatado, con la cabeza descubierta y consigue escapar.


 Como ya he dicho, Looper ha sido toda una sorpresa. Sobre todo para mi que, la verdad, no tenía mucho interés en ella a pesar de que estuviera mi admirado Bruce Willis. Lo que pasa es que la película ha triunfado en varios festivales y ha sido elogiada por los críticos y esto es algo que a mi me suele echar para atrás, porque ya sabéis lo en desacuerdo que suelo estar siempre con los críticos. No obstante, decidí darle una oportunidad, porque yo siempre le doy oportunidades a todo y, además, mucha gente de mi entorno y lectores de mis blogs me la han estado recomendando. Así que, tras posponer su visionado un par de semanas, finalmente he visto la película este fin de semana y ya puedo decir a las claras lo que me ha parecido.

Y, desde luego, debo admitir que esta es una de las pocas veces en la que los críticos tienen enteramente toda la razón, porque la película es muy, pero que muy, buena y he disfrutado viéndola desde que empieza hasta que termina y hasta ya estoy deseando verla otra vez.

Pero vayamos por partes.

La película está escrita y dirigida por Rian Johnson, un tipo al que muy pocos conocen ahora pero que, sin duda, dará bastante que hablar en los próximos años. Porque que el tipo es uno de los nuevos talentos del cine actual y esta es la película que lo ha dado a ver al mundo. El tipo ya había dado muestras de su talento en sus primeras películas, Brick (2005) y The Brothers Bloom (2008), pero ha sido este film lo que lo ha dado a ver al gran público, como ya ocurriera en su día con otros grandes talentos del cine actual, como Christopher Nolan o Zack Snyder, quienes demostraron al mundo lo grandes que son con Memento (2001) y 300 (2007), respectivamente.

Johnson es genial como director y guionista. Dirige muy bien, tanto las escenas de acción, brutales, violentas y muy bien resueltas, como a los actores, ya que la dirección de actores es otro de los puntos mas fuertes del film. Como guionista consigue que la historia no se estanque en ningún momento y logra que el ritmo a penas decaiga; tan solo en algunos puntos del film, pero a penas tienen importancia. También nos ofrece unos diálogos buenos y de lo mas trabajados y consigue resolver con acierto todas las situaciones, además de que cuida muy bien los detalles correspondientes a los viajes en el tiempo y las consecuencias que acarrea que algo del pasado se altere y tenga repercusión en el futuro –sobre todo en el físico de los personajes –.

Aunque, hay una pega que le quiero poner a Johnson y es en el estilo visual.

Los efectos especiales están muy logrados, lo mismo que el diseño de producción, mostrando muy bien ese desolador futuro –no tan de ciencia ficción viendo como está el mundo ultimamente –, todo esto está muy bien. Pero, el gran problema de la película a nivel visual es su gran parecido con muchos films de acción actuales, hasta el punto de que ves el trailer y te da la sensación de ver mas de lo mismo; cosa que, una vez vista la película, ves que no es así.



Sin duda, lo que le falta a Johnson para terminar de estar a la altura de Nolan o Snyder es tener un estilo visual propio con el que poner su sello en cada film y con el que cada película suya que veamos sepamos que es un film de Rian Johnson sin necesidad de leerlo en los títulos de crédito. Steven Spielberg, por poner un claro ejemplo, tenía un estilo propio y muy característico, pero parece haberlo perdido en la pasada década; aunque, con War Horse (2011) parece que lo está empezando a recuperar –cruzo los dedos –. Espero que en sus siguientes películas, Johnson encuentre su estilo propio, porque tiene talento de sobra para encontrarlo.

Volviendo a la película, el trabajo de los actores también han sido un punto muy importante para el film; además, reforzado por la buena dirección de actores de Johnson, como ya he dicho antes.

Bruce Willis está genial, como siempre. Además, aquí, incluso, arriesga su imagen de héroe convirtiéndose en un asesino de niños, una especie de Terminator que ha viajado al pasado para matar a varios niños porque uno de ellos en el futuro se convertirá en algo muy peligroso; aunque sin saber que con ello solo está empeorando las cosas.

Jospeh Gordon-Levitt también hace un gran trabajo, sobre todo aparentando ser una versión mas joven de Willis; cosa que consigue. Yo lo digo en serio, el que en esta película Joseph Gordon-Levitt vaya a envejecer convertido en Bruce Willis resulta mucho mas creíble que Jorge Sanz creciera convertido en Arnold Schwarzenegger en Conan el Bárbaro (John Milius, 1982).

Emily Blunt está muy bien en su papel de madre soltera, protectora de su hijo y de su casa. Lo mismo que el niño que da vida a su hijo, Pierce Gagnon. Se nota que no escogieron al primer niñato que se presentó al casting y eligieron a un actor infantil con verdadero talento; en las escenas en las que se enfada y desata sus poderes telequinéticos llega hasta a dar miedo, palabra.


 Y no me olvido de los siempre estupendos Jeff Daniels y Piper Perabo –quién da vida a una prostituta madre soltera –, que hacen un trabajo estupendo solo ensombrecido por lo corto de sus papeles.

Resumiendo.

Una película estupenda y de las mejores del año. Una idea argumental de lo mas original y muy bien llevada por un director con mucho talento. Una película que nos ofrece acción y entretenimiento, pero también plantea un gran debate moral con las acciones de su doble protagonista y nos presenta el dilema de que ocurriría si nos encontráramos con nuestro yo del futuro.

Sobre los datos en taquilla, son buenos, aunque podrían haber sido mejores. En EEUU ha hecho 63 millones de dólares a los que hay que sumar 75 millones mas hechos en el resto del mundo, siendo en total 138 millones de dólares lo que la película lleva recaudados. Se merecía haber recaudado mucho mas, pero el haber costado solo 30 millones de dólares aleja a este film del fracaso y lo acerca mucho mas al éxito. Una suerte.

Además, si mucha gente que le tenía poca fe la ha descubierto como lo he hecho yo, no hay duda de que en pocos años se convertirá en una película de culto.