22 de noviembre de 2011

LAS AVENTURAS DE TINTíN: EL SECRETO DEL UNICORNIO (2011)














Ya he visto la última –de momento –versión cinematográfica del famoso personaje de cómic creado por el belga Georges Remi, mas conocido como Hergé, en 1929 y que es todo un icono del cómic europeo; película que ha sido realizada por dos grandes genios del cine actual: Steven Spielberg y Peter Jackson.

El film ha sido realizado enteramente en animación CGI mediante la cada vez mas popular técnica de Motion Capture, consistente en animar personajes digitales a partir de los movimientos capturados por computadora de actores reales. Algo en lo que Jackson y su compañía de efectos especiales, WETA, son unos grandes expertos, ofreciéndonos maravillas como el Gollum de El Señor de los Anillos, los Na´vi de Avatar o los simios de la reciente El Origen del Planeta de los Simios.

La película adapta tres historietas del cómic de Tintín: El Secreto del Unicornio, El tesoro de Rackham el Rojo y
El Cangrejo de las Pinzas de Oro.


La historia comienza cuando Tintín (Jamie Bell) adquiere en un mercadillo una maqueta de barco que, poco después, un misterioso individuo, Ivanovitch Sakharine (Daniel Craig), trata de comprársela a cualquier precio. Tintín se niega a venderla y la lleva a su casa. Poco después, investiga sobre la maqueta y descubre que esta es una reproducción de El Unicornio, un barco que en el siglo XVII se hundió portando un gran tesoro. Tras regresar a su casa, descubre que le han robado la maqueta e, inmediatamente, sospecha de Sakharine. Afortunadamente, Milú, su fiel perro, le descubre que los ladrones no han podido llevarse un pequeño pergamino que ocultaba la maqueta.

Prosiguiendo su investigación, Tintín es secuestrado por los hombres de Sakharine y llevado hasta el Karaboudjan, un barco del que se ha apropiado. Este quiere el pergamino, pero este le fue robado a Tintín poco antes por un carterista al que persiguen los detectives Hernández (Simon Pegg) y Fernández (Nick Frost). Una vez le dejan solo, Tintín no tarda en escaparse con la ayuda de Milú y, en su huida, se topa con Haddock (Andy Serkis), el capitán del barco, quién se encuentra prisionero de Sakharine. Ambos logran huir del barco, pero son perseguidos por Sakharine, quién está muy interesado en capturar a Haddock con vida. Tintín no tarda en descubrir que Haddock es descendiente de Sir Francis Haddock, el capitán que comandó El Unicornio y que guarda la clave para encontrar el tesoro.

La relación de Tintín con el cine no es algo nuevo.

La primera adaptación cinematográfica fue en la película Tintín: El Cangrejo de las Pinzas de Oro (Claude Missone, 1947), un film de animación de producción belga realizado con marionetas animadas con stop-motion. A esta siguieron dos películas con personajes reales, El Secreto del Toisón de Oro (Jean-Jacques Vierne, 1961) y El Misterio de las Naranjas Azules (Philippe Condroyer, 1964) –esta última rodada en España con co-producción española –y varias películas de animación tradicional; sin contar también series de Tv e, incluso, obras de teatro.

Spielberg tuvo su primer contacto con Tintín tras el estreno de En Busca del Arca Perdida (1981), cuando un rotativo francés dijo que la primera película de Indiana Jones tenía muchas similitudes con los cómics de Tintín. Spielberg entró, entonces, en contacto con la obra de Hergé y quedó maravillado, llegándose a reunir con el autor para proponerle llevar su obra al cine. Hergé, que no quedó muy contento con las anteriores adaptaciones, quedó entusiasmado con la idea. Aunque no llegaría a verlo, ya que falleció en 1983, siendo su esposa la que cerró el trato con Spielberg poco después.


Spielberg, entonces, puso a Melissa Mathison, guionista de E.T. El Extraterrestre (1982), a trabajar en el guión de la futura película. Pero esta no llegó a arrancar y, poco a poco, Spielberg fue perdiendo interés. Después, los derechos fueron recuperados por la Fundación Hergé y, en los años siguientes, varios directores mostraron su interés en adaptar a Tintín; entre ellos, el gran Jean-Jacques Annaud. Sin embargo, ningún proyecto logró salir adelante.

Fue en 2001, tras el exitoso estreno de Shrek, cuando Spielberg volvió a interesarse en Tintín, esta vez para adaptarlo en una película realizada en animación digital. Un año después, volvió a hacerse con los derechos y puso en marcha el proyecto. Pero este tampoco terminaba de arrancar hasta que, a mediados de la década, Peter Jackson, que también llevaba años queriendo adaptar a Tintín, se cruzó en su camino y los dos decidieron sacar adelante el proyecto conjuntamente.

Y así, de esa colaboración surgió el film que ahora nos ocupa. Película producida por Jackson y Spielberg, quién también se ha hecho cargo de la dirección. Cabe decir que este es el comienzo de una trilogía cuya tercera entrega ya está en marcha en vista del enorme éxito que la película está teniendo en Europa –a día de hoy lleva recaudados 187 millones de dólares, siendo su presupuesto de 135 millones –antes de su desembarco en EEUU, donde el personaje es mucho menos conocido, a mediados de diciembre.

Bueno, empecemos ya.

Tintín no está entre mis personajes de cómic favoritos, pero si he leído sus historias y conozco bien al personaje y su entorno. Así que me puedo defender bien para decir que, como adaptación, la película es bastante buena. Se mantiene fiel a los cómics y, además, fusiona muy bien las tres historias que adapta gracias a un guión bastante eficaz.



Luego está el aspecto visual y técnico, donde la película aprueba con matrícula. El trabajo que hace WETA –que ya se ha apuntado este año un buen tanto con la estupenda revisión de El Planeta de los Simios –es de nuevo para quitarse el sombrero, con una animación excelente y unos personajes digitales de lo mas logrados y reales a los que ayudan mucho la interpretación de los actores que les dan vida, como Jamie Bell como Tintín, Andy Serkis como Haddock o Daniel Craig como Sakharine.

Como film de animación y adaptación de Las Aventuras de Tintín, la película es muy, pero que muy, buena. Sin embargo, hay algo en ella que no termina de convencerme del todo.

La película es buena y me ha gustado, pero hay algo en ella que no termina de convencerme. Y creo que se lo que es.

La dirección de Spielberg.

Ya he dicho varias veces que, ultimamente, Spielberg, uno de mis directores mas admirados, me gusta mas como productor que como director. No es que el tipo haya empezado a dirigir mal. Por el contrario, sigue digiriendo muy bien y, de hecho, la dirección de esta película es genial. El problema es que, en los últimos años ha perdido ese toque personal que tanto le caracteriza en sus películas y que le diferencia de los demás cineastas.

Os voy a poner un ejemplo.

Hace años, cuando todavía no había visto El Imperio del Sol (1987) regresaba una noche a mi casa y encendí la Tv. En esos momentos estaban emitiendo esa película en no se que canal y yo, en esos momentos, desconocía por completo de que película se trataba, ya que no sabía la programación de esa noche, en el teleprograma no ponía nada –tan solo lo de “película a determinar” –y aquel televisor era tan viejo que no tenía txt. Sin embargo, me bastó ver solo unos segundos de esa película para saber que se trataba de una película de Spielberg. No sabía que película era, pero si sabía que la había dirigido el Rey Midas del cine porque su toque personal estaba por todas partes en cada uno de los forogramas; ese toque que puede apreciarse fácilmente en todas las películas que ha realizado en los años 70, los años 80 y los años 90. Pero que, a partir de A.I. Inteligencia Artificial (2001), parece que ha perdido por completo.



Sus películas siguen siendo muy buenas y Spielberg sigue dirigiendo muy bien. Pero ya no logro identificarle en ninguna de sus películas. Es mas, parece que en cada una de ellas se deja influenciar mas por el estilo de otros directores; como aquí, donde se ven muchos planos y movimientos de cámara mas propios de Jackson. Ni tan siquiera la reciente entrega de su famoso arqueólogo, Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal (2008), me trajo de vuelta, ni tan siquiera un poco, al Spielberg de siempre; y eso que a mi la película no me llegó a desagradar tanto como a la mayoría de los fans.

Y esa es lo que pasa con esta película, donde tampoco puedo ver a Spielberg por ningún lado. Y ese es el problema, porque si se hubiera limitado solo ha producir, pues no habría problema. Pero es que también dirige, y vuelve a hacerlo sin su toque personal; el cual dudo si lo recuperará algún día.

Por eso, aunque Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio es buena, está muy lograda y, sobre todo, deja con ganas de mas –ya la he visto dos veces –, como película de Spielberg flojea bastante. Por eso, a pesar de sus logros, no puedo incluirla en el Rincón de las Muy Buenas.



Eso si, es una película totalmente recomendable. Tanto para los fans de Tintín como para los que nunca han leído una historia suya en su vida.

Para acabar, quiero recalcar que la película está llena de guiños a las historias de Tintín. De todos, me quedo con el del alchool que, ante la falta de gravedad, adquiere una forma parecida a la de una pompa de jabón y sale volando. Tengo solo vagos recuerdos, pero esa escena aparecía es una de las primeras historietas de Tintín que leí y de eso es lo que mas me acuerdo.










3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tanto tiempo sin comentar.

No quise leer todo el review, para evitar los spoilers, pero si la conclusion, y como todos esperamos, seria una buena pelicula. Totalmente recomendable, cuando la peli llegue a estas tierras no dudare en verla. Cuando la vea dare mi opinion sobre tus siempre completos reviews.

Saludos.
Nacho

AXA dijo...

Muchas gracias. Creo que la review no tiene nigún spoiler, pero si quieres esperar a ver la película para leerla, vale.

Espero tu opinión.

Saludos.

Lupita Belmonte dijo...

Me gusta mucho esta película pues Las Aventuras de Tin Tín basada en los comics es una de las películas animadas que tiene muy buenos efectos pues casi parecen reales los personajes, además de que su historia es muy buena y logra que te enamores de la simpatía de Tin Tín y de su inseparable amigo.