27 de abril de 2015

PARQUE JURÁSICO (1993)

















En esas inmensas filmotecas que son nuestras mentes, los amantes del cine tenemos una película especial. Una película que siempre ha estado, y estará, por encima de todas las demás. Una película que, aunque no sea la mejor de todas, siempre tendrá un lugar especial en nuestras mentes y, sobre todo, en nuestros corazones.

Se trata de la película que nos convirtió en lo que somos. La película que nos hizo ver el cine como algo especial y que haría que nuestras vidas giraran al lado del séptimo arte para siempre.

Yo tengo la mía y es la película de la que ahora nos ocupa.

El paleontólogo Alan Grant (Sam Neill), la peleobotánica Ellie Sattler (Laura Dern) y el matemático Ian Malcolm (Jeff Goldblum) son requeridos por el multimillonario John Hammond (Richard Attenborough) y son llevados a Isla Nublar, una isla cercana a Costa Rica. Su misión allí es abalar un parque de atracciones que Hammond ha construido en ese lugar y necesita el visto nuevo de unos científicos para poder abrir después de que un incidente terminara con la vida de uno de los trabajadores.

Lo que no saben es que el parque está poblado por dinosaurios reales, traídos de nuevo a la vida mediante la clonación. InGen, la empresa de Hammond, logró descubrir ADN de estos animales en los mosquitos prehistóricos fosilizados en ambar. Esto mosquitos quedaron atrapados en la resina de los árboles después de picar a los dinosaurios, por lo que portan la sangre de estos dentro de su cuerpo. Los científicos, junto a Lex (Ariana Richards) y Tim (Joseph Mazzello), los nietos de Hammond, comienzan la visita al parque. Todo marcha bien hasta que, a causa de una traición de Dennis Nedry (Wayne Knight), las instalaciones del parque dejan de funcionar y los dinosaurios escapan al control, convirtiéndose la visita en una pesadilla.

Ya hablé largo y tendido de cómo fueron los orígenes de este film, así que no me enrollo con estos detalles y hablaré más de cómo fue mi historia con esta película.


Yo tenía 13 años cuando llegó a los cines. Por aquella época, para mí el cine no era más que un instrumento de ocio, como al resto de la gente que conocía. Me gustaba mucho ver películas, pero el cine no era entonces algo especial para mí.

Cuando esta película llegó a los cines, yo la esperé especialmente con muchas ansias y con una enorme expectación. Y es que trataba un tema que para mí era –y todavía es –especial: los DINOSAURIOS.

Esta película fue todo un fenómeno mundial en su día y mucha gente se obsesionó con los dinosaurios a raíz de ella. Sin embargo, no ocurrió eso conmigo; más bien, todo lo contrario. Porque mi afición por los dinosaurios venía desde muy lejos.

Desde mi más tierna infancia he adorado a los dinosaurios. Mi primer contacto con ellos fue con un llavero que tenía mi madre. No recuerdo de donde lo sacó ni por qué lo tenía, pero sí recuerdo lo mucho que me fascinaba aquel extraño animal asemejado a un lagarto –no sé exactamente que dinosaurio era, pero creo que era un herbívoro bípedo, como un Iguanodon –y que no había visto nunca. Así que empecé a hacer preguntas a mis familiares.

Fue entonces cuando me enteré de que hace millones de años existieron unos gigantescos animales asemejados a lagartos que dominaron la Tierra y cuyo aspecto era de lo más impresionante.

Desde entonces, me entró una fiebre enorme por estos animales. Que me regalaran un dinosaurio de juguete era lo que más ilusión me hacía en el mundo. No paraba de devorar cualquier cosa relacionada con dinosaurios, ya fueran libros, cómics, series de dibujos animados, programas de Tv y, sobre todo, películas. Era tal la fascinación que sentía por los dinosaurios que, ya en mi adolescencia, llegué a pensar en estudiar paleontología –luego abandonaría esa idea al descubrir que no era persona muy de ciencias –.

Pero mi gran deseo era ver dinosaurios de verdad. Un deseo que, desgraciadamente, no podría cumplir. Me di cuenta el mismo día que me llevaron al Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Me prometieron ver dinosaurios de real y así fue, pero solamente estaban los esqueletos. Fue entonces cuando me revelaron la gran verdad: los dinosaurios ya no existían, porque se habían extinguido.

Aquello fue muy frustrante para mí. Y la cosa empeoró cuando me hacía mayor.

Entonces, tenía las películas para consolarme. Pero, a medida que crecía, esos dinosaurios hechos con stop motion me iban pareciendo cada vez más falsos. Me seguían –y todavía me siguen –gustando, no os hagáis una idea equivocada, pero ya no me parecían dinosaurios de verdad, que era lo que quería ver. Yo quería ver dinosaurios de verdad o, al menos, dinosaurios más realistas.

Entonces, llegó esta película. Película que esperaba como agua de mayo. Y no por la abrumadora avalancha de publicidad y merchandising que nos metieron, sino porque trataba sobre dinosaurios y eso era siempre bienvenido por mí. Como ya he dicho, muchos se aficionaron a los dinosaurios a raíz de esta película –conozco yo a unos cuantos de esos –, pero eso no ocurrió conmigo, ya que mi afición por los dinosaurios venía de hace tiempo.


Yo esta película la esperaba mucho y tenía unos deseos locos de verla. No obstante, no esperaba nada especial, tan solo otra película con dinosaurios de mentira. No llegué a ver ningún tráiler de ella, tan solo pequeñas promos en la Tv que no mostraban mucho y fotos en revistas que mostraban más a los dinosaurios pero, al no verlos en acción, no se podía apreciar muy bien el rango de realismo que tenían.

Entonces la vi, finalmente, y la impresión que me produjo es difícil de describir. Pero si os puedo decir que me encantó y me dejó con muchísimas ganas de verla otra vez; de hecho, fue la primera película que vi más de una vez en el cine.

Para mí, la película es MUY BUENA; más que eso, es EXCELENTE y MARAVILLOSA. He debido verla miles de veces y nunca me canso de verla.

Muchos la critican diciendo que su guión es muy simplón y su tono muy infantil, cosa que, desde luego, no comparto. Puede que el guión no sea muy profundo, pero no creo que le haga mucha falta. Es un guión sencillo, pero muy trabajado y va directamente al grano, con buenos diálogos y logradas situaciones. Y sobre lo de su tono infantil, tan solo recordar que es una película no recomendada a menores de 13 años. Recuerdo que en el segundo pase al que asistí unos padres inconscientes llevaron a su hijo –de 4 o 5 años –a verla y el niño acabó llorando y los padres se tuvieron que salir a la mitad de la película con él; a la salida, todavía estaban los padres fuera tratando de consolarle. Desde luego, decir que esto es una película para niños es de una ignorancia tremenda.

Más que tono infantil, lo que la película tiene es tono familiar. Pero solo en la primera parte. El resto es una película de aventuras con angustiosos momentos de tensión, momentos de acción muy logrados e, incluso, algunos momentos terroríficos. Todo muy bien llevado por la eficaz mano de Steven Spielberg, quien dirigió la película con maestría y, además, le aportó su estilo personal; ese que parece haber perdido con la llegada del siglo XXI.

Otra cosa muy criticada es la libre adaptación que hacen de la novela de Michael Crichton en que se basa, rebajando mucho el tono filosófico y científico de esta y centrándose más en la acción y la aventura; incluso cambian la personalidad de los personajes principales. Yo la novela la leí unos años después, cuando estaba en el instituto, y vi que, efectivamente, había un montón de cosas que habían cambiado y que es normal que los fans de la novela no estén contentos con la película. Sin embargo, como siempre digo, si el resultado es bueno, se toleran las libertades en la adaptación.

De todas maneras, a mí la novela nunca me pareció gran cosa. Todo ese rollo filosófico que nos suelta ya estaba muy visto y lo único que conseguía es que, a ratos, el texto aburriera; recuerdo que acabé hasta las mismas narices de los interminables monólogos de Ian Malcolm. No es una mala novela pero, desde luego, no es una novela que volvería a leer más veces.

Además, la película mejora algunas cosas de la novela. Por ejemplo, cuando comenzaba la visita, en la novela los protagonistas veían al Dilophosaurus y también al T-Rex comiéndose la cabra, mientras que en la película se quedaban con ganas. Muchos ven en esto una gran cagada pero, al contrario, para mí fue bastante acertado, ya que acentuaba más el suspense y, además, mostraba como los dinosaurios ya empezaban a rechazar el control de los humanos.

También me pareció más acertado que el dinosaurio enfermo fuera un Triceratops en lugar de un Stegosaurus, que solo hubiera un T-Rex en lugar de dos o que la mayoría de los trabajadores del parque se hubieran ido, dando más una sensación de soledad y aislamiento.


Incluso, la película corrige un gran error que comete la novela. Ya que al final de esta los protagonistas eran evacuados de la isla en un helicópteros del ejército de Cosa Rica cuando este país abolió el ejército en 1948. La película estuvo más acertada haciendo que los protagonistas fuesen evacuados en un helicóptero de InGen.

Los actores son otro punto a favor de la película. Comenzando por Sam Neill, quién hace un gran trabajo como Alan Grant; además, me encanta el look aventurero que lleva, con sombrero, gafas oscuras y pañuelo en el cuello –nada que ver con el tipo barbudo con camisa hawaiana de la novela –. Laura Dern y Jeff Goldblum también están estupendos como Ellie Sattler y Ian Malcolm –su química es tan grande que, incluso, iniciaron una relación romántica después del rodaje a pesar de que ni tan siquiera eran pareja en el film –. Richard Attenborough –tristemente fallecido el año pasado –está, simplemente, formidable como John Hammond, sin que dé en ningún momento la impresión de que hubiera estado 14 años apartado de la interpretación. Incluso los dos niños, Ariana Richards y Joseph Mazzello están muy bien en sus papeles, sin llegar a lastrar la película, como pasa en otras películas en las que también meten niños.

Otra cosa que me encanta es, sin duda, su diseño de producción; sobre todo, en lo que al diseño del parque –otro gran personaje de la película –se refiere.

El parque es realmente sensacional. Los edificios, las alambradas, los vehículos, los laboratorios, los baños, los restaurantes… incluso el merchandising que tenían preparado está genial. El parque es impresionante y, sobre todo, muy realista, ya que llegas a creerte que es un parque de verdad y seguro que más de uno hubiera deseado, al igual que yo, verlo en funcionamiento.

Pero, sin duda, la gran estrella de esta película son los DINOSAURIOS.

Al principio, Spielberg quería hacerlos con stop motion y la cosa podría haber funcionado, ya que he visto las imágenes de prueba que hizo Phil Tippet con unos Velociraptors y un T-Rex y son de lo más impresionantes. Sin embargo, a Spielberg le pasaba como a mí, deseaba ver dinosaurios lo más realistas posibles y no paró hasta encontrar la solución en el CGI, el cual entonces no estaba tan a la orden del día como hoy. Y, desde luego, los resultados son formidables, con unos dinosaurios impresionantes de lo más realistas de los que hasta podemos ver su respiración y el movimientos de sus músculos.

Pero no solo el CGI funciona en este film. Los efectos animatrónicos del gran Star Winston son también una maravilla, con unos dinosaurios animatrónicos también muy realistas. He visto escenas del rodaje de la escena en la que el T-Rex ataca a los vehículos y el Tyranosaurus animatrónico utilizado allí llega a parecer de verdad.

Pero, lo mejor de todo es que, a diferencia de lo que ocurre en muchas otras películas, los efectos CGI y los efectos animatrónicos a penas contrastan unos con otros –el propio Spielberg se empeñó mucho en que esto no ocurriera –, lo que le da a esta película un nivel de realismo superior.

Desde luego, los efectos especiales –por los que esta película ganó uno de sus tres oscars –son maravillosos y, pese a lo que dicen algunos ignorantes, no han envejecido nada; de hecho, incluso superan a muchos efectos especiales de hoy en día realizados con técnicas mejoradas. Son unos dinosaurios tan buenos y tan bien hechos que, incluso, se perdonan las libertades científicas que se toman, como el tamaño de los Velociraptors o que el Dilophosaurus escupa veneno.


Fue increíble ver aquello en su día.

Practicamente, había cumplido mi gran sueño de ver dinosaurios de verdad. Era consciente de que no eran reales, no os hagáis una idea equivocada, sabía perfectamente que eran de mentira. Pero, aún así, llegaban a parecer animales auténticos. Era como estar viendo dinosaurios de verdad y no muñecos animados. Y aquello me emocionó.

Fue entonces cuando comprendí que todo eso se lo debía a una sola cosa:



EL CINE



Me di cuenta entonces del verdadero poder que tiene el séptimo arte, el poder de hacer los sueños realidad. A partir de entonces, dejé de verlo como un simple instrumento de ocio y, al igual que me apasioné con los dinosaurios con aquel llavero de mi madre, me empecé a apasionar con el cine con esta película.

Soy lo que soy gracias a esta película. Un film que, digan lo que digan muchos, sobre todo los críticos, para mí es una auténtica OBRA MAESTRA y una joya que siempre ocupará un lugar muy especial en mi corazón. 


Una película IRREPETIBLE.










18 de abril de 2015

CATWOMAN (2004)






















Vamos con una película que hace que se me salten las lágrimas al hablar de ella; y no, precisamente, de emoción. Es que ni me molesto en escribir la sinopsis, la cual he copiado directamente de Filmaffinity.

Patience Philips (Halle Berry) trabaja como diseñadora gráfica para una empresa de cosméticos, dirigida por el despótico George Hedare (Lambert Wilson) y su esposa, la supermodelo Laurel (Sharon Stone). Se entera por casualidad de un terrible secreto sobre un revolucionario producto de belleza que está a punto de ponerse a la venta y es eliminada por unos sicarios. Sin embargo, misteriosamente, vuelve a la vida con unas cualidades y una fuerza extraordinaria. Se convierte entonces En "Catwoman" y prepara su venganza con la ayuda de la enigmática Ophelia Powers (Frances Conroy). Pero su doble vida complica su relación con el apuesto detective Tom Lone (Benjamin Bratt).

De todas las féminas que pueblan el universo de Batman, Catwoman es, sin duda, la más famosa, e importante, de todas. Lo que la hace más interesante es que hay una historia romántica entre ella y el hombre murciélago de por medio pero, a la vez, los dos están a ambos lados de la ley, lo que les convierte en antagonistas y amantes a la vez.

A pesar de su importancia, esta antiheroína siempre tuvo un rol secundario en los cómics. No obstante, la cosa cambió con el estreno de Batman Vuelve (Tim Burton, 1992), donde fue interpretada por una muy sensual Michelle Pfeiffer. El éxito de la película hizo que su fama se disparase hasta el punto de que, en 1993, protagonizó su propia serie de cómics y pronto llamó la atención de la Warner, que puso, rápidamente, en marcha un proyecto cinematográfico con ella de protagonista.

La película iba a ser dirigida por Tim Burton y contaría de nuevo con Michelle Pfeiffer de protagonista. Sin embargo, el proyecto se retrasó durante varios años. Las razones fueron las mismas por las que Burton tuvo que cederle la dirección de la tercera entrega de Batman a Joel Schumacher: el estudio encontraba su visión demasiado oscura y querían una película más alegre y colorida.

Tras varios años de tiras y aflojas, tanto Burton como Pfeiffer se cansaron de esperar y el proyecto quedó unos años en suspenso hasta que, en 2001, se decidió reactivarlo.


La nueva actriz encargada de interpretar a la mujer gato era Ashley Judd, pero esta acabó abandonando. Después llegó Nicole Kidman, pero duró menos tiempo que Judd. Y así, fueron pasando actrices hasta que el papel recayó en Halle Berry, cuya carrera había ascendido meteóricamente por aquella época tras ganar un oscar.

Sobre el asunto interracial, cabe decir que no es la primera Catwoman negra que existe, ya que en la serie de Batman de los años 60 hubo una interpretada por Eartha Kitt. Así que aquí no me meto mucho; aunque, si me preguntáis mi opinión, yo siempre preferiré una Catwoman blanca, como en los cómics.

Por otro lado, el elegido para dirigir el film fue el francés Jean-Christophe Coma, más conocido como Pitof, supervisor de efectos especiales que había trabajado en películas como Alien Resurrección (Jean-Pierre Jeunet, 1997) o Asterix y Obelix contra César (Claude Zidi, 1999) y que debutó en la dirección con la genial Vidocq (2001).

Y así llegamos a la película que ahora nos ocupa.

En su día se anunció como un gran bombazo, pero las cosas no fueron así ni por asomo. En la taquilla, los resultados no pudieron ser más desastrosos. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, la película solo hizo 40 millones en EEUU y 42 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 82 millones de dólares; ¡ni siquiera logró recuperar su presupuesto con la taquilla mundial!

Pero el desastre no solo se limita a lo económico, ya que la película recibió críticas terribles. Pero no solo hablamos de los críticos profesionales. Las malas críticas también vienen de la mayoría del público, que salió echando pestes de ella y, sobre todo, de los fans de los cómics, que ocupan el lado de los más indignados.

¿Y qué opino yo de ella? Pues a eso es a lo que vamos.

Como ya sabéis, mis opiniones sobre las películas son mías al 100% y no vienen condicionadas por ningún factor externo; especialmente, las opiniones de los críticos profesionales o la opinión general que hay en torno de un film. Más de una vez he demostrado estar en desacuerdo con la opinión generalizada que hay en torno a una película –el año pasado tenéis un buen ejemplo con Lucy –, porque yo cuando tengo una opinión clara de una película no la cambio para quedar bien con los demás y no parecer un bicho raro.

Sin embargo, aquí se da uno de esos casos en los que mi opinión coincide completamente con la opinión general. Porque la película es una soberana, solemne y santísima…


…PUTA MIERDA.


Una película terriblemente mala, espantosa, desastrosa, infumable… y no continúo con los adjetivos porque la vida es demasiado corta. Lo peor de todo es que destroza uno de los mejores y más fascinantes personajes femeninos que ha dado el mundo del cómic e hizo dar un paso atrás a las adaptaciones de cómic protagonizadas por heroínas.

La dirección es terriblemente nefasta; cuesta creer que el director de la estupenda Vidocq esté detrás de este engendro. Puede que el estudio le pusiera demasiados límites o que el tipo gastara todo su talento como director en su primera película, pero el caso es que su trabajo en este film es terriblemente torpe. Los momentos dramáticos y la dirección de actores son totalmente planos y las escenas de acción resultan hasta ridículas; encima, acompañadas de unos efectos especiales de los más cutre, más propios de una mala película de serie B que de una superproducción de 100 millones de dólares.

Sobre el reparto, tres cuartos de lo mismo. Comenzando por su protagonista.

Para mí, Halle Berry fue un error desde el principio. Aunque me gustan algunos de sus trabajos, como cuando hace de Tormenta en la saga de X-Men o en algunas películas, como Operación Swordfish (Dominic Sena, 2001), la tía como actriz no es santa de mi devoción y, desde luego, a pesar de su impresionante físico, tampoco es de las que más me atraen. No me hizo ninguna gracia que terminara dando vida a Catwoman pero, ya que lo hizo, al menos podía habérselo currado mejor en lugar de hacer una mala parodia de la Catwoman de Michelle Pfeiffer, que fue la impresión que a mí me dio.


Claro, que no toda la culpa es suya. La nefasta dirección de actores no es que sacara lo mejor de ella y, encima, la caracterizaron de una forma que daba pena, con un traje más propio de una striper que de la mujer gato que todos conocemos.

Luego está la mala, interpretada por una gran actriz como Sharon Stone. Me encantaría decir que ella es lo más salvable de la película, pero, desgraciadamente, no es así. Decir que en este film hace uno de sus trabajos más flojos es quedarse cortos. Pero, lo peor, es que luce un aspecto horrible en toda la película, sin resultar en ningún momento sexy ni sensual. Y eso que estamos hablando de uno de los mayores sex symbols de la historia; alguien que con 57 años todavía hace correr sudores fríos al personal. Indignante.

En cuanto al resto del reparto, me tendrían que pagar para que hablara de ellos, así que no me meto.

Y vamos ahora con lo que es la cumbre en esta gran montaña de mierda:


EL GUIÓN


Para empezar, olvidaos completamente de que esto es una adaptación de cómic, porque lo único que esta bazofia tiene de Catwoman es el título y lo único que tiene de los comics de DC es la mención que se hace de estos en los títulos de crédito, porque aquí se los pasan completamente por el forro de los cojones. Desde luego, decir que esto es una adaptación de Catwoman y de los comics DC es, prácticamente, un insulto a estos.

Pero el guión no solamente falla en lo que a adaptación se refiere; falla en todo lo demás. Personajes planos, insustanciales y de lo más estereotipados, diálogos estúpidos que llegan a sobrepasar la vergüenza ajena, situaciones ridículas cada dos por tres... Sin hablar de una trama que no hay por donde cogerla. El guión es una puta basura se mire por donde se mire. Increíble que los de la Warner se gastaran 100 millones de dólares en un guión tan malo como este.

Y esto me resulta preocupante, porque por aquellos años hubo un proyecto cinematográfico de Wonder Woman escrito y dirigido por Joss Whedon –el mismo de Los Vengadores –, pero la Warner lo rechazó porque no les convencía el guión También hubo un proyecto de adaptar Flash escrito y dirigido por David S. Goyer –el mismo que ayudó a Christopher Nolan con sus películas de Batman –, pero también fue rechazado porque a la Warner tampoco les convencía el guión. En cambio, si dieron luz verde a un engendro como este.

Recuerdo que, en una entrevista, John Brancato y Michael Ferris, guionistas de la película junto a John Rogers, afirmaron que escribieron una gran cantidad de guiones diferentes, pero todos eran rechazados continuamente por la Warner hasta que se quedaron con este que, visto lo visto, apuesto a que era el peor de todos. Así que, una de dos: o los ejecutivos de la Warner –al menos, los que estaban al frente del estudio por aquella época –tienen un gusto pésimo o es que escogieron el peor guión con intención de sabotear su propia película.

Entre esta y Superman Returns, han tenido mucha suerte de que Christopher Nolan se cruzara en su camino, porque si no…


Una película tan mala que hasta da vergüenza ajena y que destroza por completo a uno de los mejores personajes femeninos de los cómics. Años esperando a que hicieran una película de Catwoman para que, al final, hicieran semejante chapuza.

Desde luego, uno de los mayores errores que se ha podido cometer es dejar que se hiciera un bodrio tan monumental como este. No hay ningún argumento en el mundo que justifique la existencia de esta mierda.

La futura película que están preparando de Wonder Woman no solo debería evitar tener esta basura como referente, sino que debería ternerla totalmente vetada; estando prohibida hasta su más mínima pronunciación.


Demos gracias a que existe Christopher Nolan que, al igual que le devolvió la dignidad a Batman con Christian Bale, también se la devolvió a ella con Anne Hathaway. Y también demos gracias a Bruno Heller, que también nos ha ofrecido una estupenda Catwoman en sus orígenes en la serie Gotham muy bien interpretada por una estupenda Camren Bicondova.









8 de abril de 2015

MORTADELO Y FILEMÓN CONTRA JIMMY EL CACHONDO (2014)


















Nueva adaptación cinematográfica de los famosos personajes creados por Francisco Ibáñez. Esta vez, en forma de película realizada enteramente en animación 3D que rompe por completo con las películas anteriores, realizadas en acción real, haciendo un reboot completo de la franquicia.

Las instalaciones de la T.I.A han sufrido un ataque por parte de Jimmy el Cachondo (Gabriel Chame) y sus secuaces, quienes se han hecho con una caja fuerte que porta un valioso documento secreto, lo que la convierte en el hazmerreír de todas las agencias de información. Ante esta crisis, El Súper (Mariano Venancio) les encarga a los chapuceros agentes Mortadelo (Karra Alejalde) y Filemón (Janfri Topera) la misión de encontrar la guarida de Jimmy y recuperar el documento. Aunque, estos tienen sus propios problemas. Tronchamulas (José Alias), un gigantesco matón acaba de salir de la cárcel después de cumplir 15 años y su máximo deseo es vengarse de Filemón, ya que fue quién hizo que lo encarcelaran utilizando pruebas falsas.

La película está dirigida por Javier Fesser, en la que es su segunda incursión en este mundo, ya que él dirigió la primera película en acción real de las historietas de Ibáñez, La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón (2003).

Esto causaba cierto temor, porque aquella película, aunque fue un enorme éxito de taquilla, fue una soberana puta mierda, como ya dejé bien claro en este blog. Visualmente, estaba muy bien, recreando de forma bastante fidedigna el universo de Ibáñez. Sin embargo, el guión era una puta basura y las interpretaciones de los actores eran tan histéricas que parecía que la película estaba protagonizada por retrasados mentales.


Después de ese desastre se hizo una secuela, Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra (Miguel Bardem, 2008), la cual, aunque no aburría tanto como la primera e introducía más elementos de Ibáñez, fue otra puñetera mierda y un nuevo insulto para los cómics de Ibáñez –también hablé de ella aquí, por cierto –. Además, en esta ocasión, el público, que ya estaba escaldado de la primera, no volvió a picar y la película hizo unos datos de taquilla mucho más pobres.

En los años posteriores se habló de una tercera entrega que recuperaba a Miguel Bardem –un director de lo más mediocre que no ha heredado ni una pizca del talento de su padre –como director. Sin embargo, han optado de nuevo por Javier Fesser para reiniciar por completo la saga. Esta vez, con una película realizada enteramente en animación 3D utilizando técnicas similares a las que utilizaron Steven Spielberg y Peter Jackson en Las Aventuras de Tintín: El Misterio del Unicornio (2011).

¿El resultado?

Pues, la verdad, después del monumental bochorno que fueron las dos películas en acción real, debo decir que, esta vez, Fesser ha estado más acertado y nos ha dado una película de Mortadelo y Filemón más digna. Sin embargo, también debo decir que no ha estado acertado del todo y que aún comete varios de los errores que cometió en la otra película, lo que hace que este film, aunque sea aceptable, no es del todo la película que Mortadelo y Filemón merecen.

Veamos.

En el apartado técnico y visual, la película es de sobresaliente. La animación 3D está terriblemente lograda y el diseño de producción es muy bueno y recrea muy bien el universo de Ibáñez.

Todo lo que acontece al apartado técnico y visual está muy bien, ahí no tengo problemas. Lo mismo ocurría en la anterior película que, como ya he dicho antes, estuvo muy acertada a nivel técnico y visual. Es en el asunto de los personajes y el guión donde Fesser tenía que mejorar.


En esta ocasión, el director madrileño ha hecho más los deberes. Cuando se estrenó La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón en 2003, leí una entrevista que le hizo la revista Fotogramas en la que decía que, para hacer la película, no se volvió a leer los cómics de Ibáñez para documentarse y optó más por hacer la película basándose en sus recuerdos de cuando los leyó en infancia. Y, bueno, ya vimos todos el resultado.

Esta vez, en cambio, sí parece habérselos leído y haberse documentado más, ya que el guión de la película, escrito por el propio Fesser junto con Claro García y Cristóbal Ruíz, tiene más del humor de Ibáñez metido en él, lo que la hace mucho más divertida y disfrutable que la anterior, que lo único que conseguía era aburrir.

Uno de los elementos de Ibáñez que más se echaron en falta en la anterior película eran sátiras sobre temas de actualidad, algo bastante común en los cómics de los cómics de Ibáñez, aunque él suela negarlo. Este mismo año tenemos un buen ejemplo con el cómic de El Tesorero –el cual ha salido a la venta recientemente –, donde se hace una clara referencia a la corrupción política en este país; haciendo especial hincapié en Bárcenas y la contabilidad B en el PP.

En la otra película, Fesser pasó olímpicamente de esto y optó más por seguir con sus habituales críticas al franquismo –hasta convirtió a Rompetechos en facha –. En esta película, no obstante, se nota mucho más crítica a la sociedad actual. El mejor ejemplo es la parte en la que se burlan, de forma nada disimulada, de la telebasura y, especialmente, de Gran Hermano. Incluso no dudan en ridiculizar terriblemente a Mercedes Milá, quién antaño fue una gran comunicadora y ahora se ha convertido en una lamentable caricatura de sí misma que da tanta pena como vergüenza ajena.

También los personajes están muy logrados. A parte de su logrado y fidedigno diseño, están muy bien representados y, además, las voces que les ponen –salvo algunas excepciones –están bastante bien. Al principio, me costaba imaginarme a Mortadelo con la voz de Karra Alejalde pero, una vez vista la película, creo que le queda bastante bien. Por otro lado, la voz de Janfri Topera –quién dio vida al Profesor Bacterio en las películas de acción real –no queda del todo mal como Filemón, aunque yo hubiera preferido una voz como la que tenía el personaje en los primeros tráilers.

Ahora vamos con lo malo.

Como ya he dicho, Fesser ha mejorado mucho con respecto a la anterior película. Sin embargo, vuelve a cometer varios de los errores que hicieron a aquel film un espectáculo de lo más lamentable.


Para empezar, algunos gags están demasiado estirados; la escena del comienzo del sueño de Filmón es un buen ejemplo de ello. Luego tenemos que, en su primera mitad, la película funciona muy bien, el ritmo no decae y la película es bastante amena y divertida. Sin embargo, la cosa decae en su segunda mitad, donde la película se hace un tanto cansina y repetitiva, despertando de nuevo los fantasmas del aburrimiento del anterior film.

Los defectos no son tan grandes como en la otra película y tampoco la estropean mucho, pero si impiden que la película sea del todo redonda y, sobre todo, la película que Mortadelo y Filemón se merecen.

Aún así, me ha parecido una buena película y he disfrutado bastante viéndola. Puede que no sea la película que los personajes de Ibáñez se merecen, pero si es una película bastante digna y que, desde luego, mejora mucho a La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón y a su secuela.