21 de junio de 2017

LA MOMIA (2017)
















Universal Pictures ha dado comienzo al conocido como Dark Universe, un universo cinematográfico compartido formado por los monstruos clásicos que ellos ayudaron a popularizar con sus películas de los años 30 y 40.

Y la película encargada de inaugurar este universo es la película que nos ocupa, una nueva versión de La Momia.

Como ya sabéis, cuando algo tiene mucho éxito muchos quieren subirse al carro. Después del enorme éxito que Marvel Studios ha tenido con Los Vengadores y sus películas del Marvel Cinematic Universe, ahora a todos los estudios quieren tener su propio universo compartido. Warner Bros. ya tiene el suyo en marcha con los personajes de DC Comics, Sony Pictures lo intentó con Spiderman y Paramount Pictures está formando el suyo con Transformers.

Universal Pictures no quiere quedarse atrás y, a falta de superhéroes o robots gigantes, ha decidido hacerlo con los monstruos clásicos (Drácula, Frankenstein, Hombre Lobo…), creando lo que ellos han llamado Dark Universe.

Juntar a los monstruos clásicos no es algo nuevo, sino algo que ya se ha hecho muchas veces. La propia Universal ya hizo películas donde se juntaban varios monstruos en los años 40. Sin embargo, no hace falta irse muy atrás en el tiempo, ya que recientemente hemos tenido la estupenda serie Penny Dreadful con unos resultados de los más sobresalientes.


El monstruo elegido para inaugurar este universo es la Momia, un ser mitológico surgido de una leyenda que habla de cuerpos momificados en el Antiguo Egipto que vuelven a la vida como una especie de muertos vivientes o seres muy poderosos.

Esta leyenda surgió a raíz del descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922. La muerte en misteriosas circustancias de personas relacionadas con el descubrimiento hizo que entre los más supersticiosos empezara a hablarse de una maldición en la que la momia del propio Tutankamón volvía a la vida para vengarse de los que habían profanado su tumba.

Todo esto no pasó desapercibido para Hollywood y fue la propia Universal la que lo popularizó con la película La Momia (Karl Freund, 1932), protagonizada por Boris Karloff. Después, se siguieron haciendo muchas películas sobre momias; hasta la Hammer, con la película de 1959 dirigida por Terence Fisher con Christopher Lee y Peter Cushing de protagonistas.

No obstante, una película que volvería a poner de moda el mito de las momias en los tiempos modernos sería la exitosa The Mummy (La Momia) (1999), remake que la Universal hizo de su clásico de 1932 al que Stephen Sommers, su guionista y director, le dio un aire aventurero a lo Indiana Jones que le vino muy bien. A esta le siguió una rápida secuela, El Regreso de la Momia (2001), de nuevo escrita y dirigida por Sommers, que también fue un gran éxito de taquilla y tiene el honor de ser el debut como actor de Dwayne Johnson, quién luego protagonizó un spin-off, El Rey Escorpión (Charles Russell, 2002).

La tercera entrega se hizo más de esperar. Esta fue La Momia: La Tumba del Emperador Dragón (2008) –en la que cambiaban Egipto por China –, donde Rob Cohen reemplazó en la dirección a Sommers, quién permaneció como productor y guionista. Esta tercera entrega no tuvo tanto éxito como sus predecesoras, lo que dio al traste con una cuarta entrega prevista que se iba a ambientar en Perú y ya empezó a hablarse de la idea de reiniciar la saga.

Este reboot permanecería varios años en el limbo hasta que el estudio decidió rescatarlo y utilizarlo para inaugurar su universo de monstruos. Alex Kurtzman, principal responsable de este universo junto a Chris Morgan, es quién se encarga de dirigir mientras que el protagonismo recae en Tom Cruise; quién, curiosamente, había entrado en este universo para protagonizar y producir un reboot de Van Helsing (2004) –otra película de Stephen Sommers –, del que ya no hemos vuelto a saber más. Por su parte, la nueva momia es esta vez una mujer, interpretada por Sofia Boutella.


La película, finalmente, se estrenó el pasado 9 de junio –en EEUU, España y otros países –y, la verdad, no tuvo un arranque muy bueno. La crítica la pulverizó completamente y el público sale de verla con opiniones muy variadas.

En taquilla, se ha dado un caso bastante curioso. Mientras en EEUU tuvo un estreno muy flojo y a día de hoy solo lleva recaudados 58 millones de dólares en territorio estadounidense, en el resto del mundo hizo una taquilla mucho mejor, siendo número uno en muchos países y habiendo recaudado a día de hoy 237 millones de dólares que hacen que su taquilla global ascienda a 295 millones de dólares. Unas cifras que la libran del fracaso, pero no acercan mucho al éxito a una película que ha costado 125 millones de dólares más lo que se hayan gastado en publicidad.

Así que el Dark Universo no ha tenido un arranque muy potente. Aún así, la Universal sigue adelante con él, y ya tienen en el orizonte la siguiente película, una nueva versión de La Novia de Frankenstein (James Whale, 1935) que dirigirá Bill Condon; quién llega a la película precedido por el enorme éxito de La Bella y la Bestia (2017).

Pero, bueno, vamos a hablar de esta película que es lo que importa.

Tras haberla visto, debo decir que no es una mala película, pero tampoco una buena película del todo. Es una película bien planteada, pero que se queda a medias en casi todo.

El guión, originalmente, era de Jon Spaihts, pero ha pasado por las manos de varios guionistas –entre ellos, David Koepp y Christopher McQuarrie –y, la verdad, parece que ninguno tenía las ideas claras a la hora de escribir, porque la película porque hay momentos en los que la película parece avanzar sin rumbo.

Aunque, no es solo los guionistas. Parece que todos los responsables tampoco tenían las ideas muy claras y, al final, parece que estaban más interesados en presentarnos el universo compartido que en la película en si. Porque la película, donde funciona bien, es en presentarnos el Dark Universe, cosa que consiguen con la inclusión de esa organización dirigida por un Doctor Jekyll en plan Nick Fury dedicada a combatir las fuerzas del mal.

En cambio, falla mucho en lo que a la historia de la momia se refiere. Porque todo lo referente a la momia está muy desdibujado. Cuando hablan de sus orígenes, no lo hacen muy bien y luego nunca están del todo claras cuales son sus motivaciones o el por qué de algunas de sus acciones, como [SPOILERla elección del personaje de Cruise como su ¿pareja? [/SPOILER]. Encima, las veces que la vemos en acción son pocas y a penas resultan espectaculares; como cuando va por las calles de Londres provocando el caos, que solo dura unos segundos. Tan solo los momentos en los que [SPOILERsucciona a otros como si de un vampiro se tratase [/SPOILER] llegan a impresionar.

Luego tenemos cosas como unos personajes demasiado estereotipados y momentos de comedia que hacen de todo menos gracia que no hacen más que lastrar el film. En cambio, si están bastante logrados algunos homenajes a otras películas; como uno que hacen a Un Hombre Lobo Americano en Londres (1981), de John Landis –quién no está muy contento con esta película y el Dark Universe, como declaró no hace mucho –, que si me pareció genial.

El diseño de producción y los efectos especiales están bien. Técnicamente, la película está bien hecha, pero tampoco hay nada que llegue a destacar de verdad.

Alex Kurtzman no dirige mal, pero tampoco del todo bien. El tipo algo de experiencia en la dirección, pero no la suficiente para hacer frente a una superproducción como esta. Y esto se nota, especialmente, en las escenas de acción. Algunas –especialmente, las del principio –están rodadas de forma torpe y otras están bien rodadas pero carecen de espectacularidad.


Tan solo hay unos pocos momentos destacables en toda película. Uno de ellos es, sin duda, la escena del avión; aunque, esto es más mérito de Cruise, que se empeñó en rodar esa escena en un avión de gravedad cero la NASA para hacerla más realista que con efectos especiales.

Sinceramente, Kurtzman debería de abstenerse de volver a dirigir más películas de este universo y dedicarse a supervisarlo junto a Chris Morgan.

Sobre los actores, Tom Cruise hace un buen trabajo, pero creo que es lo que más ha perjudicado a la película a causa de su condición de superestrella. Y es que ese ha sido el gran problema, introducir a una superestrella que termina eclipsando a los monstruos cuando estos deberían ser los grandes protagonistas. Pero, de todas maneras, como ya he dicho, su trabajo ha estado a la altura y el que le debamos cosas como la mencionada escena del avión le hacen ganar puntos.

Sofia Boutella está muy bien como la momia pese a los problemas que he mencionado antes.

Annabelle Wallis es una muy buena actriz y hace un buen trabajo solo perjudicado por algunos momentos en el guión donde hacen quedar a su personaje como una gilipollas. Como en la escena de la iglesia [SPOILER] cuando se queda parada mirando como una pazguata como la momia está a punto de acuchillar a Cruise [/SPOILER].

Russell Crowe hace un buen trabajo también y me ha gustado su doctor Jekyll en plan Nick Fury. En la película hay un momento en el que se convierte en Mr. Hyde –no es ningún SPOILER, ya que se veía en algunos avances –y tipo también hace muy bien está encarnación –aunque, deberían haber hecho algo más en plan La Liga de los Hombres Extraordinarios –. El problema es que esa escena resulta muy forzada.

Bueno, vamos resumiendo ya.

En el fondo, La Momia no es una mala película del todo. Es un film que se deja ver y que llega a entretener. Sin embargo, no para de quedarse a medias en casi todos sus objetivos y, al final, resulta bastante fallida.

Si la comparamos con las películas de Stephen Sommers, sale perdiendo por goleada.


Como presentación del Dark Universe está bien. Pero, más vale que se pongan las pilas con las siguientes películas, porque poco futuro le veo a este universo.



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