14 de octubre de 2021

SIN TIEMPO PARA MORIR (2021)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas maneras, lo hará bajo su total responsabilidad.










Tras retirarse del MI6, James Bond (Daniel Craig) lleva una vida tranquila junto a Madeleine Swann (Léa Seydoux). Cuando ambos se encuentran en Italia, donde Bond visita la tumba de Vesper Lynd, son atacados por asesinos de ESPECTRA. Ambos logran sobrevivir, pero Bond acusa a Madeleine de haberle traicionado y la abandona. Cinco años después, Bond se encuentra en Jamaica, donde es contactado por Felix Leiter (Jeffrey Wright), agente de la CIA amigo suyo, quién le pide ayuda para encontrar a un científico que fue secuestrado por ESPECTRA de unos laboratorios londinenses junto con el Proyecto Heracles, una peligrosa arma que estaba fabricando para M (Ralph Fiennes).

Antes de aceptar el encargo, Bond recibe la visita de Nomi (Lashana Lynch), una agente del MI6 que ha heredado su estatus de 007. Esta le advierte que va detrás del científico y que no se entrometa, lo que motiva a Bond para aceptar el encargo y se traslada a Cuba donde, con ayuda de Paloma (Ana de Armas), una agente de la CIA pupila de Leiter, se infiltra en una fiesta de ESPECTRA donde se encuentra el científico. Pero, una vez allí, Bond cae en una trampa que Ernst Stavro Blofeld (Christoph Waltz) le ha tendido desde la cárcel y utilizan Heracles contra él, pero este a quienes mata es a los miembros de ESPECTRA, ya que el científico en realidad trabaja para Lyutsifer Safin (Rami Malik), un misterioso hombre que busca venganza contra ESPECTRA y que está relacionado con el pasado de Madeleine.

La nueva película de James Bond ya está en los cines después de una larguísima espera. Esta fue una de las primeras películas que se retrasó cuando estalló la pandemia, con su estreno fijado para abril de 2020 retrasado varias veces hasta que por fin ha visto la luz en octubre de 2021.

Sin embargo, los retrasos de esta película no se deben solo al COVID-19. Originalmente, su estreno estaba previsto para noviembre de 2019, pero tuvo que retrasarse cuando el primer director elegido, el célebre Danny Boyle, abandonó la producción.

Se le llegó a ofrecer la dirección de la película a Christopher Nolan, quién siempre ha soñado con dirigir una película de James Bond; de hecho, películas como Origen (2010) y TENET (2020), son derivadas de ese sueño. Sin embargo, Nolan rechazó la oferta porque se trataba de un James Bond ya establecido, el de Daniel Craig, y él quiere hacer su propio James Bond, con un actor diferente y un estilo diferente; prácticamente, lo que hizo con Batman.

Algo me dice que la próxima película de James Bond si podría estar finalmente dirigida por Nolan, ya que esta película supone la salida de Daniel Craig y, viendo como termina, está claro que van a hacer un nuevo reinicio de la saga. Pero, además, está el hecho de que el nuevo estudio encargado de distribuir la saga internacionalmente es Universal Pictures, la nueva casa de Nolan después de que este rompiera con Warner Bros.. 




Pero, bueno, volviendo a este film que nos ocupa, el director elegido finalmente fue Cary Joji Fukunaga, director de películas como Sin Nombre (2009) o Jane Eyre (2011), aunque es más conocido por dirigir la estupenda primera temporada de True Detective

Además de dirigir, Fukunaga también participó en el guión de la película, algo que no es habitual en la saga, donde los directores no suelen participar en el guión -al menos, no de forma acreditada -. Un guión donde también han participado Neal Purvis y Robert Wade -dos habituales de la saga -, Scott Z. Burns y la actriz y escritora Phoebe Waller-Bridge.

La película está siendo un éxito, aunque, más en el resto del mundo que en EEUU, donde tuvo este fin de semana una recaudación de 55 millones de dólares, muy lejos de los 60 y 70 millones que le daban las estimaciones, frente a los 259 millones recaudados en el resto del mundo, haciendo un total de 314 millones de dólares que, a día de hoy, han subido a 321 millones.

Por lo demás, tanto la respuesta de la crítica y del público han sido, principalmente, muy positivias.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Yo tenía muchas ganas de ver esta película. Principalmente, porque me gusta mucho la saga Bond, pero también porque la anterior película, SPECTRE (Sam Mendes, 2015), me dejó muy mal sabor de boca y esperaba que esta película mejorara la cosa y le diera a Daniel Craig una salida digna de la saga.

Cabe decir que a la saga Bond protagonizada por Craig le pasa un poco como a la saga cinematográfica de Star Trek antes de que J.J. Abrams pusiera sus manos en ella, donde las películas de número par eran superiores a las de número impar (la 2 era mejor que la 1, la 4 era mejor que la 3, la 6 era mejor que la 5, la 8 era mejor que la 7 y la 10 era mejor que la 9). Con la saga Bond protagonizada por Craig ocurre prácticamente lo mismo, solo que aquí las buenas son las que tienen número impar. 

La primera película, Casino Royale (Martin Campbell, 2006), fue sensacional y una gran sorpresa que supo reiniciar muy bien la saga y, sobre todo, al personaje. La segunda película, Quantum of Solace (Marc Forster, 2008), fue una decepción tremenda y a día de hoy es la peor de todas las películas protagonizadas por Craig. La tercera película, Skyfall (Sam Mendes, 2012), logró remontar la saga, además de terminar de formar al Bond de Craig. Pero, la cuarta película, la mencionada SPECTRE, supuso un nuevo bajón, pese a contar de nuevo con Sam Mendes como director y traernos de vuelta a la organización ESPECTRA.




Siguiendo la tradición, esta película debería volver a remontar la saga y, afortunadamente, puedo decir que así ha sido. Porque la película me ha gustado mucho. He disfrutado mucho viéndola y me alegra decir que no solo quita el mal sabor de boca de SPECTRE, también resuelve acertadamente algunos de los defectos de esta.

Entre esos defectos que arregla, está la muy decepcionante organización ESPECTRA que nos presentaron y a ese Ernst Stavro Blofeld que, pese a estar interpretado por un excelente actor como Christoph Waltz, quedó bastante ridículo.

Sin embargo, pese a lo mucho que me ha gustado la película, también debo decir que, aunque está muy lejos de ser una decepción como Quantum of Solace y SPECTRE, tampoco la he encontrado tan satisfactoria como Casino Royale y Skyfall

La razón es que, pese a tener un excelente comienzo y un desarrollo muy sobresaliente, la película termina cayéndose mucho en el último acto, pese a que este se desarrolla en un escenario muy propio de la saga Bond.

Esto no tiene nada que ver con el final que le dan a James Bond, aunque, personalmente, yo no le hubiera matado. Yo lo habría dejado vivo, pero con la lacra de no poder acercarse a su hija y a la mujer a la que ama, viéndose obligado a vivir escondido a causa de esto. Pero, como he dicho, esto es solo una opinión personal mía.

Pese a la polémica suscitada a causa de muchos fans cabreados, a mi no me molesta que hayan matado a James Bond. Además, no creo que se hayan cargado definitivamente al personaje, como van diciendo algunos por ahí. No, a quién han matado es al James Bond de Daniel Craig y dentro de unos años tendremos un nuevo James Bond con un nuevo rostro -y, si se cumple mi teoría de antes, posiblemente dirigido por Christopher Nolan -, porque no creo que los responsables de la saga vayan a matar a la gallina de los huevos de oro y mucho menos que vayan a continuar la saga con otro personaje; especialmente, el personaje de Lashana Lynch -más adelante diré por qué -.




La razón de que la película se caiga en su último acto tiene más que ver con el villano. El villano principal de la película está muy bien -más adelante hablaré más de él -y, pese a las quejas de algunos, que no aparezca mucho en la película no me ha parecido mal; lo mismo ocurría con el personaje de Javier Bardem en Skyfall y el resultado fue muy bueno. 

El problema con el villano tiene que ver con su motivación. La parte de la venganza contra ESPECTRA está muy bien, esa parte está muy logrado. Pero, una vez lograda la venganza, no quedan muy bien definidas las motivaciones del personaje. Nunca queda completamente claro lo que quiere hacer con el MacGuffin de la historia, si lanzarlo o venderlo a mejor postor, como tampoco queda del todo claro que quiere hacer con Madeleine y la niña.

Todo eso hace que el personaje quede muy desdibujado y que, como ya he dicho, el acto final termine cayéndose y la película, pese a no ser una decepción, tampoco queda del todo redonda.

Pero, bueno, a pesar de esto, la película me ha parecido muy buena. La dirección de Fukunaga me ha parecido sobresaliente, tanto en los momentos dramáticos y la dirección de actores como en las escenas de acción, muy espectaculares y brutales, además de que están mucho mejor resueltas que las de SPECTRE.

En cuanto al reparto. Daniel Craig vuelve a estar sensacional como James Bond en la que es su despedida del personaje. De él no hay mucho que hablar, pese a las muchas críticas que suscitó su fichaje en su día, el tipo hizo suyo al personaje desde el primer momento y difícil lo va a tener quién quiera que sea su sustituto, ya que ha dejado el listón muy alto.

Léa Seydoux vuelve a estar fantástica como Madeleine, esta vez con su personaje mucho más desarrollado que en la película anterior.

De Ralph Fiennes (M), Naomie Harris (Moneypenny) y Ben Whishaw (Q) no me enrollaré mucho, los tres hacen un buen trabajo, al igual que en las anteriores película.

Jeffrey Wright también hace un buen trabajo como Felix Leiter, a quién también vemos morir en esta película.

Lashana Lynch también hace un buen trabajo como Nomi, la nueva agente 007 después de que Bond se retirara. La actriz hace un buen trabajo, como ya he dicho, pero la presencia de su personaje en la película la he encontrado muy anodina. Es por eso que no creo que vayan a continuar la saga con ella de protagonista, porque para ello debería haber dejado bastante huella en el film y su personaje no aporta casi nada; hasta desaprovechan la guerra de sexos y de vieja escuela contra nueva escuela que se establece entre ella y Bond.




Eso de que Lynch va a ser la nueva protagonista de la saga no es más que un rumor sin fundamento; al igual que lo de que Phoebe Waller-Bridge -curiosamente, guionista de este film -vaya a ser la sustituta de Harrison Ford en la saga Indiana Jones. 

Puede que su presencia en la película sea mucho más reducida que la de Lynch, pero Ana de Armas ha dejado mucha más huella que la película que ella. La actriz cubana está fantástica en todo momento y sabido aprovechar muy bien su poco tiempo en pantalla dando vida a Paloma, una agente de la CIA pupila de Felix Leiter que bien podría ser la sustituta de este en futuras películas, ahora que este ha muerto. Y hasta me atrevería pedir que le hagan un spin-off.

Además, ella y Craig conservan la química que tenían de cuando coincidieron en Puñales por la Espalda (Rian Johnson, 2019). Ha sido tan genial como divertido verlos interactuar en la película, ella haciéndose la tonta y él impresionándose con ella a medida que va conociendo sus habilidades.

Y, para terminar, Rami Malek está impresionante como el villano principal de la película, Lyutsifer Safin, que me ha parecido también un excelente villano a pesar del problema con sus motivaciones que he mencionado antes. Hubo rumores de que, de la misma manera que Christoph Waltz terminó siendo Blofeld en la película anterior, este personaje podría ser en realidad el Dr. No, el mítico villano de la primera película de la saga, Agente 007 contra el Dr. No (Terence Young, 1962); a la que, por cierto, homenajean en los créditos iniciales.

Al final no ha sido así, pero si es cierto que el personaje guarda algunas similitudes con el Dr. No, como que posee su propia isla o que tiene el corazón en el lado derecho del pecho; cosa que se ve en la escena inicial, cuando la joven Madeleine le dispara en el corazón y él sobrevive.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Sin Tiempo para Morir me ha parecido una película muy buena y un digno final para Daniel Craig como James Bond. Por desgracia, su caída en el acto final le impide llegar a la altura de Casino Royale y Skyfall, pero está muy lejos de ser una decepción como Quantum of Solace y SPECTRE.






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