Con
las películas de tiburones ocurre como con las adaptaciones de videojuego: la
mayor parte de las películas que se hacen son basura y las buenas películas,
prácticamente, se cuentan con los dedos de una mano.
Desde
que Steven Spielberg asombró al mundo con la maravillosa Tiburón (1975), las películas de tiburones malas hasta decir basta
se han ido sucediendo a lo largo de las últimas décadas; películas hechas con poco
dinero y menos talento aún destinadas, principalmente, a acumular polvo en las
estanterías de los videoclubs.
Primero
tuvimos las cutreproducciones italianas que mamaron todo lo que pudieron del
film de Spielberg durante finales de los 70, toda la década de los 80 y parte
de los 90. Ahora, en el siglo XXI tenemos los Sharknados y demás mierdas de la Asylum y compañías peores que nos
han dejado defecaciones como Tiburones en
Venecia, Tiburones en la Arena, Tiburón de Dos Cabezas, Tiburón-Pulpo, Tiburón-Piraña, Tiburones
Zombies, Tiburones Nazis… y así
un largo etcétera que hace que me alegre de que los tiburones no vean películas
porque, de lo contrario, serían capaces hasta de salirse del agua para matar a
los humanos; incluso Bruce, el simpático tiburón blanco de Buscando a Nemo, saldría del agua con un hacha llevando al máximo
el homenaje a El Resplandor.
Sin
embargo, entre toda esa mierda, suelen surgir de vez en cuando películas que,
aunque están muy lejos de llegar a la maestría del film de Spielberg, si han
resultado ser películas decentes que le devuelven la dignidad a estos animales.
Deep Blue Sea
(Renny Harlin, 1999), Open Water (Chris
Kentis, 2003), El Arrecife (Andrew
Traucki, 2010) o Bait (Kimble
Rendall, 2012) son buenos ejemplos.
Ahora,
nos llega The Shallows, que en España
se ha llamado Infierno Azul –de nuevo
se han vuelto a romper los cuernos los que ponen los títulos –, la cual está
siendo una de las sorpresas de la temporada.
Nancy
Adams (Blake Lively) es una joven estudiante de medicina que decide ir a una
playa de México muy aislada para hacer surf; ella sabe de esa playa por su
madre, fallecida recientemente. Al principio todo va bien. Pero, cuando se hace
tarde y se queda sola en ese lugar, es atacada por un enorme tiburón blanco que
ha convertido ese lugar en su coto de caza. Herida, consigue llegar a una roca,
pero queda atrapada a millas de la orilla con ese tiburón rondándola y la única
compañía de una gaviota herida. Sola y sin ayuda, la joven deberá luchar por su
supervivencia y buscar la forma de escapar de una muerte segura.
A la película no le están yendo mal las cosas. En EEUU lleva recaudados 53 millones de dólares. En el resto del mundo solo lleva recaudados 12 millones; aunque, hay que decir a su favor que los países donde se ha estrenado hasta ahora no son muchos y todavía le quedan un montón de países donde estrenarse a lo largo del mes de agosto.
Originalmente titulada In the Deep, The Shallows surge de un guión escrito por Anthony Jaswinski que estuvo un tiempo en la conocida como black list, donde se encuentran los guiones que nadie produce y van de estudio en estudio en busca de alguien que quiera convertirlo en película. Y así fue, este guión estuvo un tiempo dando vueltas por Hollywood hasta que Sony Pictures decidió rescatarlo.
En un principio, la película la iba a dirigir el francés Louis Leterrier, director de películas como El Increíble Hulk (2008), Furia de Titanes (2010) o Ahora me Ves… (2013). No obstante, tras varios meses de trabajo, el director abandonó el proyecto en junio de 2015 y fue reemplazado por el español Jaume Collet-Serra, un director muy curtido en el cine de terror y en el de acción con películas como La Casa de Cera (2005), La Huérfana (2009), Sin Indentidad (2011) o Una Noche para Sobrevivir (2015).
La protagonista –y única interprete durante gran parte de la película –es la bellísima Blake Lively, conocida por la serie Gossip Girl y vista en películas como Green Lantern (Martin Campbell, 2011), Salvajes (Oliver Stone, 2012) o El Secreto de Adaline (2015).
A la película no le están yendo mal las cosas. En EEUU lleva recaudados 53 millones de dólares. En el resto del mundo solo lleva recaudados 12 millones; aunque, hay que decir a su favor que los países donde se ha estrenado hasta ahora no son muchos y todavía le quedan un montón de países donde estrenarse a lo largo del mes de agosto.
De
todas maneras, la recaudación total es de 65 millones de dólares, cosa que está
muy bien al tener un presupuesto de 17 millones. Además, el éxito no es solo de
taquilla. La película está recibiendo críticas favorables y la reacción del
público es de lo más entusiasta.
¿Y a
mí que me ha parecido?
Pues,
la verdad, me ha gustado mucho. Está muy lejos de ser una obra maestra y más
lejos aún del gran film de Spielberg; sin embargo, es una de las que más se le
acerca.
La
película está muy bien hecha y se disfruta de principio a fin.
El
trabajo de Jaume Collet-Serra es muy bueno. El tipo dirige muy bien, con una
muy buena forma de mover la cámara y haciendo que los momentos de acción sean
de lo más brutales y los momentos de crear tensión sean realmente angustiosos. También
la estupenda fotografía ayuda mucho, mostrándote la belleza de ese paraíso
perdido durante el día y utilizando muy bien la noche americana –escenas rodadas a plena luz del día que luego son
filtradas para parecer de noche –en las escenas nocturnas.
Aunque,
en lo que más acierta es en haber conseguido que la película sea totalmente
disfrutable desde que empieza hasta que termina.
Antes
de ver la película, yo tenía el temor de que esta fuera aburrida a ratos al
estar llena de largos tiempos muertos en los que no pasa, prácticamente, nada y
te tiene todo el tiempo preguntándote ¿Va
a pasar algo?. Es lo que suele ocurrir con muchas películas de este tipo.
Sin
embargo, nada más lejos de la realidad. En la película están pasando cosas
continuamente mientras el ritmo no decae en ningún momento. Ni tan siquiera llega
a aburrir en los momentos en los que la película se podría haber vuelto pesada;
como cuando la protagonista es llevada a la playa por el español Óscar Jaenada,
cuando está surfeando o cuando se pone a hablar con su hermana y su padre por
el móvil. Nada de eso. La película se pasa volando. Es cierto que su duración
es corta –86 minutos –pero, aunque hubiera durado más dos horas, de haber
mantenido el ritmo y el nivel, la película no se habría hecho en ningún momento
larga. Además, el climax final en la boya es de lo más impresionante.
Otra
cosa que ha ayudado mucho es, sin duda, el trabajo de su protagonista.
Blake
Lively está FANTÁSTICA. La chica no es solo una cara bonita, sino una muy buena
actriz, y no se dedica solo a lucir palmito –y eso que, si la película hubiera
resultado mala, verla en bikini hubiera compensado el dinero de la entrada –,
sino que nos deleita con una estupenda interpretación y una muy buena forma de
llevar sobre sus hombros todo el peso de la película.
Lo siguiente es un SPOILER de la película. Aconsejo no leerlo a los
que no la hayan visto todavía.
Una
escena donde podemos ver muy bien lo buena que es su interpretación es cuando
el tiburón mata al borracho cabrón que trata de robarle las cosas que tiene en
su mochila en la playa –incluida su tabla de surf, la cual está en el agua –. Durante
el ataque, la cámara solamente muestra el rostro de la chica en todo momento y su horrorizado rostro lo dice todo.
Fin del SPOILER. Ya podéis leer con tranquilidad.
Además,
la chica es toda una heroína que se enfrenta sola a un peligro mortal y tiene
que salir del lío en el que está metida completamente sola, sin que ningún
príncipe azul acuda a su rescate –¿Has
tomado nota, Roland Emmerich…? –. Y ya sabéis lo que me gustan estas cosas.
Otro
gran protagonista de la historia es el tiburón, el cual está muy bien hecho. Es
cierto que llega a cantar el ordenador, como dicen algunos, pero Collet-Serra
ha sido inteligente y, de una forma parecida a como hizo Spielberg en su día,
nos lo muestra solo cuando nos lo tiene que mostrar y así conseguir que los
defectos técnicos no lastren la película.
El
animal es un auténtico hijo de puta. Ha llegado a ese lugar y lo ha convertido en
su territorio, matando a todo el que se acerca e, incluso, llega a parecer que
está jugando con la chica. Es tan fuerte que puede matar a una ballena joven y
su cuerpo está lleno de cicatrices de haberse enfrentado con otros tiburones, u
otros animales peligrosos –como orcas –a lo largo de su vida y ha salido
victorioso, volviéndose más fuerte con cada victoria. Incluso tiene parte de un
arpón clavado, lo que significa que ha tenido otros enfrentamientos con humanos
y ha salido también victorioso.
A mí me encantan los tiburones. No me metería en el agua con ellos, no soy gilipollas, pero si son animales que me fascinan; sobre todo el Tiburón Blanco, un animal impresionante que ha vivido durante millones de años sin necesidad de evolucionar. Es cierto que este tipo de películas da mala fama a los tiburones –haciendo que algunas organizaciones ecologistas hipócritas no quieran defenderlos –. Pero, como digo siempre, esto es solo ficción y nada más. Tanto el tiburón de Spielberg como el de esta película son tiburones inusuales que, difícilmente, puedan existir en la realidad. Desde luego, la gente que se cree que los tiburones son asesinos sanguinarios que matan por el placer de matar basándose, únicamente, en películas como esta, son unos completos ignorantes.
A mí me encantan los tiburones. No me metería en el agua con ellos, no soy gilipollas, pero si son animales que me fascinan; sobre todo el Tiburón Blanco, un animal impresionante que ha vivido durante millones de años sin necesidad de evolucionar. Es cierto que este tipo de películas da mala fama a los tiburones –haciendo que algunas organizaciones ecologistas hipócritas no quieran defenderlos –. Pero, como digo siempre, esto es solo ficción y nada más. Tanto el tiburón de Spielberg como el de esta película son tiburones inusuales que, difícilmente, puedan existir en la realidad. Desde luego, la gente que se cree que los tiburones son asesinos sanguinarios que matan por el placer de matar basándose, únicamente, en películas como esta, son unos completos ignorantes.
El
ser humano es mucho más peligroso que los tiburones y eso lo sabemos bien.
Volviendo
a la película, pues eso. La película me ha encantado, que me ha hecho pasar un
muy buen rato y me ha dejado con ganas de verla más veces. No es ninguna obra
maestra, es una película de verano. Pero una película de verano de lo más
lograda.
Sin
duda, una de las mejores películas de tiburones que se ha hecho. No es decir
mucho viendo las pocas películas decentes de tiburones que hay, pero eso no le
quita mérito.