ATENCION.
Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién aún no la haya
visto que se abstenga de leerla o que lo haga bajo su total responsabilidad.
Ya tenemos entre manos
el primer spin-off de Star Wars.
Bueno, el primero que se realiza en la era Disney, ya que esto de los spin-offs
no es nuevo en la saga galáctica; ahí tenemos las películas que hicieron con
los Ewoks de El Retorno del Jedi –tan
olvidables como los personajillos que las protagonizan –.
En esta ocasión, nos
vuelven a llevar al pasado. Concretamente, poco antes de los acontecimientos de
La Guerra de las Galaxias.
En el film que lo empezó
todo en 1977 la historia giraba alrededor de los planos de la Estrella de la
Muerte, los cuales ayudaron a la rebelión a destruir tan mortífera arma.
Sabíamos que esos planos habían sido robados al Imperio, pero no sabíamos como
lo hicieron.
Pues, precisamente, a
eso pone respuesta esta película.
Cuando Jyn Erso
(Felicity Jones) era una niña vivía con sus padres. Su padre, Galen Erso (Mads
Mikkelsen) era un importante científico militar del Imperio Galáctico, pero abandonó
esa vida y decidió vivir como un simple granjero hasta que el Director Orson
Krennic (Ben Mendelsohn) llegó para obligarle a trabajar en la nueva arma en la
que el imperio está trabajando. La madre de Jyn es asesinada por la guardia de
Krennic, pero Jyn logra escapar y es acogida por un amigo de su familia, Saw
Gerrera (Forest Whitaker), un veterano de las Guerras Clon que ahora lucha
contra el imperio; primero junto a la rebelión y ahora por su cuenta. 15 años
después, Jyn –que fue abandonada por Gerrera cuando solo era una adolescente
–es ahora una renegada que no acata órdenes ni del imperio ni de la rebelión.
Ahora se encuentra prisionera del imperio y es liberada por los rebeldes, pero
ella se resiste a ir con ellos, por lo que es llevada a la fuerza hasta la base
rebelde en Yavin 4.
Allí le comunican que un
piloto imperial (Riz Ahmed) ha desertado advirtiéndoles de que el imperio está construyendo
un arma definitiva en la que su padre está trabajando. Pero el piloto ha sido
capturado por Gerrera y quieren que ella, utilizando su amistad, consiga que
les dejen acceder al piloto. Ella se niega y los rebeldes amenazan con
devolverla al imperio si no colabora, por lo que no le queda más remedio que
aceptar y, acompañada por un oficial rebelde, el Capitán Cassian Andor (Diego
Luna), y K-2SO (Alan Tudyk), un droide imperial reprogramado, se desplaza hasta
la luna de Jedha, lugar donde se alza el último reducto de la cultura Jedi y
donde Gerrera y sus extremistas seguidores combaten al imperio, el cual se está
llevando los cristales Kyber, los cuales daban poder a los sables laser de los
Jedi y ahora el imperio quiere utilizar para su superarma. Pero Jyn ignora que
Cassian tiene órdenes secretas con respecto a su padre.
Tras comprar Lucasfilm y la franquicia de Star Wars, Disney puso rápidamente en marcha una nueva trilogía de la saga galáctica. Sin embargo, no se han querido quedar ahí y decidieron explotar aún más la franquicia con la realización de spin-offs que se irían estrenando entre medias de los distintos episodios de la saga.
La película que nos ocupa ha sido dirigida por Gareth Edwards, director de la independiente Monsters (2010) y de Godzilla (2014), y lleva por título Rogue One con el subtítulo de A Star Wars Story, el cual parece que será la marca de fábrica de los spin-offs. Originalmente iba a ser Star Wars Anthology, pero decidieron cambiarlo por razones que aún no me explico. Yo, la verdad, prefiero más el anterior que el de ahora, el cual me niego a utilizar.
Antes de ponerme con la
película, hablaré un poco de cómo le están llendo las cosas. En taquilla está
haciendo unos datos excelentes. No tan buenos como los que hizo Star Wars: El Despertar de la Fuerza
(J.J. Abrams, 2015), pero en su primer fin de semana ya lleva recaudados 155
millones de dólares en EEUU y 135 millones más, haciendo un total de 290
millones de dólares.
Además, la película está
siendo bien recibida por público y crítica. Incluso George Lucas, quién en su
día defenestró a El Despertar de la
Fuerza –hasta el punto de decir que se sentía como si hubiera vendido su
franquicia a una red de prostitución –, ha hablado muy bien de ella.
¿Y que opino yo? Pues a eso
es a lo que vamos.
Como ya sabéis, a mi me
entanta todo lo relacionado con Star Wars
y esta película la esperaba con muchas ganas. El Despertar de la Fuerza me encantó y me dio fe de que esta nueva
etapa con la franquicia en manos de Disney puede funcionar. Después, todo
material que salía de este film no hacía más que aumentarme el hype cada vez
más.
El caso es que fui a ver
esta película con las expectativas muy altas y, una vez vista, debo decir que
me ha ocurrido un poco como con Batman v
Superman: El Amanecer de la Justicia. La película me ha gustado mucho, pero
no ha cumplido del todo mis expectativas y, pese a sus muchos logros, me ha
dejado también cierta sensación de decepción.
He leído críticas y
opiniones que dicen que es mejor que El
Despertar de la Fuerza. Opiniones que, desde luego, yo no comparto. Si
tuviera que elegir entre esta película y El
Despertar de la Fuerza, me quedaría sin dudarlo con el Episodio VII de la
saga.
Pero, no me
malinterpretéis. La película es muy buena, sus responsables se la han tomado
muy en serio y hace las delicias de los fans de Star Wars. Además, la forma en la que han hilado su final con el
comienzo de La Guerra de las Galaxias
me ha parecido brillante.
Está muy bien realizada,
el guión es eficaz y cumple bien, las escenas de acción son espectaculares, y
hasta brutales, los efectos especiales están a la altura –especialmente, en
detalles de los que hablaré más adelante –y, sobre todo, está muy bien
insertada en el universo de Star Wars.
Una de las cosas que más
me ha gustado es lo bien cuidada que está su ambientación. El diseño de
producción está de lo más currado y recrea muy bien el estilo visual de La Guerra de las Galaxias; incluso los
nuevos elementos –como los Death Troopers, que me han parecido geniales, pese a
que se lucen poco –que incluyen están muy bien insertados y no desentonan nada.
En serio, muchas veces llegas a sentir que estás viendo escenas eliminadas de
la película de 1977, y no estoy exagerando.
Luego tenemos la cantidad de guiños, referencias y, sobre todo, cameos que, sin ninguna duda, no pasan desapercibidos a ningún fan de Star Wars.
Ya sabíamos que la película traía de vuelta al gran Darth Vader; pero es que la cosa no se queda ahí. Tenemos cameos hasta debajo de las piedras; incluso los criminales que se pelearon con Luke Skywalker en la cantina tienen su aparición en este film. Y no solo hay referencias a la saga, también las hay al universo expandido o a series como Star Wars: The Clon War y Star Wars: Rebels; un buen ejemplo lo tenemos en el personaje de Forest Whitaker, Saw Gerrera, personaje sacado de la serie The Clon War y que ahora –según noticias recientes –aparecerá también en Rebels.
Aunque, lo mejor ha sido ver como nos han recuperado, mediante la tecnología informática, a personajes como el Gobernador Moff Tarkin o la Princesa Leia; incluso a algunos pilotos rebeldes que aparecían en la trilogía original también los tenemos de regreso en esta película con el mismo aspecto de antaño.
El trabajo que hacen es impecable. Y no solo los efectos especiales, también los actores que les dan vida saben reconstruir muy bien a sus respectivos homólogos. El mejor ejemplo es Guy Henry, el actor que da vida a Tarkin, quién imita muy bien al fallecido Peter Cushing, tanto sus gestos como su mirada, haciéndonos creer aún más que se trata del mismo personaje que vimos en el film de 1977.
Y, aunque muchos se las
den de listos diciendo que canta mucho el ordenador, el trabajo de efectos
especiales es realmente impecable; se nota que esta gente está en el mismo
barco que los de Marvel Studios, que también hacen cosas increíbles con el CGI,
como rejuvenecer a actores o realizar trajes digitales que parecen de verdad
–como el de Black Panther en Capitán
América: Civil War, que no supe que era CGI hasta que nos los revelaron –.
Y ya que hablamos de
efectos especiales, debo decir que, al igual que ocurrió con El Despertar de la Fuerza, me agrada ver
que no todo es CGI y que la película apuesta mucho por efectos prácticos, como
animatronics, marionetas o maquetas, lo cual es otro gran punto a favor de esta
película.
Otra cosa que me ha
gustado mucho de la película es que llega a ser políticamente incorrecta,
mostrándonos que la Rebelión también tiene su lado oscuro. Aunque, un lado
oscuro bastante justificado, ya que en la guerra muchas veces los implicados se
ven obligados a hacer cosas sucias. Seguro que más de uno había deseado, al
igual que yo, que al principio de la película Lyra Erso (Valene Kane) hubiera
disparado a su marido para evitar las cosas que vendrían después. Además, el
ser la primera película de Star Wars
donde mueren todos sus protagonistas, dejando así un final agridulce, le hace
ganar más puntos.
Otra cosa que me ha
gustado mucho es su tono bélico de la II Guerra Mundial, tomando películas como
Los Cañones de Navarone (J. Lee
Thompson, 1961) o Doce del Patíbulo
(Robert Aldrich, 1967) como principal referencia; incluso hay algún que otro
momento en la espectacular batalla final que llega a recordar a Salvar al Soldado Ryan (Steven
Spielberg, 1998).
Ahora vamos con las
cosas malas, las cuales impiden a esta película ser una obra maestra y estar
entre las grandes del universo Star Wars.
Uno de los principales
fallos que he encontrado es en los personajes. No los actores, ya que el
reparto en general es muy bueno y los actores hacen un estupendo trabajo. Es en
como han tratado a los personajes en donde está el fallo.
Felicity Jones está
fantástica. Es una estupenda actriz y en la película hace un gran trabajo.
Además, se desenvuelve muy bien en las escenas de acción, demostrando ser toda
una action woman. Sin embargo, su personaje no llega a enganchar tanto como debería.
Aunque, no por culpa de ella, ya que su evolución a lo largo de la película es
demasiado rápida y desdibujada, no dando la sensación de que se luzca tanto
como debería; ni tan siquiera al final, donde su enfrentamiento con el villano
lo resuelven de la forma más absurda, patética y previsible que se pueda
imaginar. Me hubiera gustado, en serio, que estuviera a la altura de Rey (Daisy
Ridley) en El Despertar de la Fuerza
pero, desgraciadamente, no lo está. Eso si, el personaje no es malo, no me
malinterpretéis, solamente es que no lo han tratado bien.
Sobre Diego Luna, el
tipo lo hace bien, no lo voy a negar. Pero su personaje carece por completo del
carisma que este necesita y, encima, su química con Felicity Jones es
completamente nula. Para mí, este personaje –que en los tráilers prometía mucho
–ha sido una de las mayores decepciones de la película.
Sobre Riz Ahmed, tres
cuartos de lo mismo. Su personaje, pese a la importancia que tiene en la trama,
da la sensación de estar en la película metido con calzador y, la verdad, en
ningún momento llega a destacar de verdad.
Los personajes de Donnie
Yen y Wen Jiang están muy bien, son bastante carismáticos y su química es muy
buena. Sin embargo, salvo en el tramo final, dan la sensación de estar bastante
desaprovechados.
Lo mismo que el
personaje de Forest Whitaker, el ya nombrado Saw Gerrera, que parece estar más
aprovechado en los tráilers que en la película. Tan solo el androide K-2SO,
destrás del cual está Alan Tudyk, es el único que parece estar aprovechado de
verdad en toda la película, resultando ser otra gran revelación, como lo fue
BB-8 en El Despertar de la Fuerza.
No obstante, la mayor
decepción –incluso más que el capitán rebelde interpretado por Diego Luna –ha
sido sin duda el villano principal, el Director Orson Krennic. El actor Ben
Mendelsohn hace un estupendo trabajo, no lo voy a negar, pero el personaje,
como villano principal, hace aguas por todas partes. No llega a resultar tan
amenazador ni tan carismático como debería, ni tan siquiera en los momentos en
los que muestra lo despiadado que es; por no decir que hay momentos en los que
llega a parecer una parodia de sí mismo.
Cuando lo veía en los
tráilers con ese uniforme blanco, llegué a pensar que en realidad pudiera ser
el Gran Admirante Thrawn oculto bajo una máscara y que al final de la película
descubriría su verdadero yo. Ahora, tras ver la película, me alegro de haberme
equivocado.
Para mí, este no es el
villano principal. Los grandes villanos son, sin duda, Moff Tarkin y Darth Vader
que, pese a tener mucho menos tiempo en pantalla que él, se lo comen con
patatas en cada una de sus apariciones. Especialmente, Darth Vader, que solo
sale en dos escenas, pero se come la pantalla en todo momento. Los seguidores
del Joker de Jared Leto utilizan la excusa del poco tiempo que aparece en
pantalla en Escuadrón Suicida para
justificar que el personaje no haya convencido; pero Vader demuestra aquí con
creces que, si se eres un excelente villano, el tiempo que apareces en pantalla
importa poco.
Además, sobre Vader, me
ha gustado que mostraran su lugar de residencia, ese impresionante castillo
situado en un planeta que, sin duda, será Mustafar; algo que tendría muchos sentido.
Por otro lado, aún no he visto la película en voz original para escuchar de
nuevo la voz de James Earl Jones, pero seguro que seguirá siendo tan
impresionante como en la trilogía original. En cuanto al doblaje español, no
consiguen hacer olvidar al fallecido Constantino Romero –algo imposible –, pero
debo decir que la voz que han empleado consigue estar a la altura.
Dejando el tema de los personajes a un lado, otra cosa mala es que la película se hace algo lenta y pesada al principio. Pero, por suerte, rápidamente despega y no hay que esperar mucho para ello. A partir de ahí, la cosa va en ascenso. Así que de esta parte no tengo mucha queja.
No obstante, lo que más me ha decepcionado son muchas cosas que aparecían en los tráilers y que luego en la película se las han pasado por el forro de los cojones. Lo que más he echado en falta es esa escena en la que se veía Jyn Erso encarándose con un caza imperial en la parte final. Escena que, sin duda, fue cambiada en las regrabaciones de la película que tuvieron lugar este verano.
Seguramente –y esto es
suposición mía –, el que iba dentro del Caza Tie era Krennic y el enfrentamiento
final entre él y Erso seguro que hubiera sido mucho más espectacular que como
lo resuelven al final, de una forma que, como ya he dicho antes, resulta de lo
más patética y previsible y que estropea la imagen feminista que se le está
dando actualmente a la franquicia. Habrá quién diga que lo encontró romántico,
cosa que hubiera resultado si, como ya he dicho antes, la química entre
Felicity Jones y Diego Luna hubiera sido buena, cosa que no es así.
Bueno, resumiendo ya, la
película me ha gustado mucho y tengo ganas de verla más veces. Pero,
desgraciadamente, como ha ocurrido este año con muchos estrenos prometedores,
no ha estado a la altura de lo que esperaba de ella.
Aún así es una buena
película y muy recomendable; tanto a los fans de Star Wars como a quienes no han visto una sola película de Star Wars en su vida.