ATENCION.
Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Aconsejo no leerla a
quién no la haya visto aún y, si por el contrario, alguien decide leerla, lo
hará bajo su total responsabilidad.
Bueno, ya he visto finalmente
la tan esperada adaptación cinematográfica de la Liga de la Justicia y me
dispongo a dar mi más sincera opinión de ella.
Porque yo, ante todo,
antepongo por encima de todo la sinceridad cuando de películas se trata y,
aunque se que algunas veces mis opiniones no son del agrado de mucho, yo
siempre quiero dejar claro lo que una película me ha parecido.
Pero, vayamos por
partes.
Tras la muerte de
Superman (Henry Cavill), el mundo está poco a poco sumiéndose en el caos. A
todo esto se suman unos extraños seres que están secuestrando gente a los que
Batman (Ben Affleck) sigue la pista. A él pronto se le une Wonder Woman (Gal
Gadot), quién le informa que esos seres son Parademons, enviados a la Tierra
por Steppenwolf (Ciarán Hinds), quién busca las Cajas Madre. Steppenwolf ya
atacó la Tierra en el pasado y fue derrotado por una alianza entre amazonas,
atlantes y humanos, quienes se quedaron con las cajas y las escondieron.
Steppenwolf logra
hacerse primero con la caja que guardan las amazonas tras atacar Themyscira y,
después, se hace con la que guardan los atlantes pese a la intervención de
Aquaman (Jason Momoa), quién se verá obligado a unirse al equipo que están
formando Batman y Wonder Woman para evitar que Steppenwolf se haga con la
tercera caja, la que escondieron los humanos. A ese equipo se han unido ya
Barry Allen (Ezra Miller), un velocista conocido como Flash, y Victor Stone
(Ray Fisher), quién sufrió un accidente y su padre utilizó la Caja Madre para
curar su cuerpo, convirtiéndole así en un ser mitad hombre - mitad máquina
conocido como Cyborg.
Llevar al cine la Liga
de la Justicia no es algo nuevo. Desde hace décadas ha habido intentos de hacer
una película sobre el famoso equipo de superhéroes de DC Comics. No obstante,
la mayoría de estos proyectos no llegaron más allá de una simple idea.
El proyecto que más
cerca estuvo de hacerse realidad fue Justice
League: Mortal, que dio comienzo en 2007 con George Miller como director.
Dicho proyecto llegó a contar con un guión, entró en pre-producción e, incluso,
tenía su reparto cerrado. Armie Hammer iba a interpretar a Batman, D.J. Cotrona
a Superman, Megan Gale a Wonder Woman, Adam Brody a Flash y Common a Green
Lantern/John Stewart, mientras que los villanos serían Talia Al Ghul,
interpretada por Teresa Palmer –quién optó al papel de la mujer maravilla –y
Maxwell Lord, quién sería encarnado por Jay Baruchel.
Este proyecto, como ya
he dicho, llegó a entrar en pre-producción y Miller trabajó en él varios meses
–salvo un espacio de tiempo en el que la película quedó parada durante la
huelga de guionista que se produjo en Hollywood entre finales de 2007 y
principios de 2008 –. Sin embargo, fue cancelado inesperadamente por Warner
Bros., que ya había cancelado anteriormente una película de Wonder Woman
escrita y dirigida por Joss Whedon y una película de Flash escrita y dirigida
por David S. Goyer.
Años después, tras el
enorme éxito de Los Vengadores (Joss Whedon, 2012), Warner Bros. quiso poner en
marcha su propio universo compartido con los personajes de DC Comics –ya lo
había intentado antes con Green Lantern
(Martin Campbell, 2011) como punto de partida, pero el fracaso de la cinta
acabó con estos planes –y puso en marcha un nuevo proyecto, titulado
simplemente Justice League y con su
estreno previsto para 2015. Para este nuevo proyecto contrataron a Will Beall
como guionista.
Sin embargo, este
proyecto no llegó a salir adelante y, tras el estreno de Man of Steel (Zack
Snyder, 2013) y rumores de que el guión de Beall no convencía al estudio, la
Warner optó por poner en marcha un nuevo universo compartido con el film de
Snyder como punto de partida.
Snyder fue contratado
para dirigir la secuela de Man of Steel
y un proyecto de la Liga de la Justicia. Como ya sabemos, la secuela del film
del hombre de acero fue convertida en Batman
v Superman: El Amanecer de la Justicia (2016) y la Liga de la Justicia
serían dos películas, llamándose la primera The
Justice League Part One., fijándose su estreno para noviembre de 2017
cuando Warner y DC lanzaron el calendario oficial de las películas de su
universo compartido en el verano de 2014.
Las cosas, al final, no
salieron como esperaban. Batman v Superman hizo una buena taquilla, pero fue
pulverizada por la crítica y esto hizo que el estudio cambiara los planes. A
Snyder le fue quitado el mando del universo cinematográfico, el cual le fue
entregado a Geoff Johns, aunque continuó como director de las películas de la
Liga de la Justicia.
Sin embargo, los cambios
de Warner no se quedaron allí. El estudio, que ya le estaba dando la vuelta por
completo a todo el universo cinematográfico cancelando unos proyectos y
añadiendo otros nuevos, empezó a meterse cada vez más en la producción de la
primera de las dos partes en que se dividiría la adaptación de la Liga de la
Justicia; la cual fue convertida en una película individual, siendo retitulada
como Justice League.
La producción de la
película siguió adelante sin aparentemente problemas; aunque no paraban de
surgir rumores de que Snyder estaba siendo cada vez más presionado por el
estudio.
El pasado verano, con la
película ya en post-producción, Snyder sorprendió a todo el mundo anunciando
que abandonaba la dirección de la película por motivos personales, ya que una
de sus hijas se había suicidado unos meses antes y quería pasar más tiempo con
su familia. El encargado de terminar la película fue Joss Whedon, quién había
sido fichado por Warner Bros. para dirigir una película de Batgirl.
Whedon ya colaboraba en la película antes de la marcha de Snyder y su labor, oficialmente, era supervisar la post-producción y rodaralgunos reshoots que quedaban pendientes. Pero, como se pudo saber posteriormente, mucho de la película fue cambiado o cortado, haciendo la película muy diferente a como Snyder tenía previsto.
Así, llegamos a la película que ahora nos ocupa, la cual ya está en los cines con unos resultados bastante desiguales.
Whedon ya colaboraba en la película antes de la marcha de Snyder y su labor, oficialmente, era supervisar la post-producción y rodaralgunos reshoots que quedaban pendientes. Pero, como se pudo saber posteriormente, mucho de la película fue cambiado o cortado, haciendo la película muy diferente a como Snyder tenía previsto.
Así, llegamos a la película que ahora nos ocupa, la cual ya está en los cines con unos resultados bastante desiguales.
A día de hoy, lleva
recaudados 101 millones en EEUU y 185 millones en el resto del mundo, haciendo
un total de 286 millones de dólares; unas cifras altas, pero no tanto para una
película tan costosa. Sin duda, tendrá éxito y dará dinero pero, salvo que en
las siguientes semanas de la gran sorpresa, dudo mucho que alcance los 1.000
millones de dólares.
La crítica, por otro
lado, la ha pulverizado completamente, volviendo a cabrear a los fanboys de DC.
Cabe decir que las críticas, aunque negativas, son mejores que las que recibió
en su día Batman v Superman. No
obstante, podemos hablar de un nuevo fracaso crítico.
Por otro lado, la
opinión del público es mucho más positiva. Aunque, salvo los fanboys de DC –que
la ponen por las nuves y la tachan de obra maestra y una de las mejores
películas de superhéroes de la historia –, casi todo el mundo parece coincidir
en que la película es buena, pero está lejos de ser una película grandiosa.
Bueno, pues mi opinión
va, más o menos, por ese camino.
No puedo decir que la
película me haya decepcionado, ya que me ha dado lo que esperaba. Lo cual no es
bueno, ya que lo que esperaba no era mucho.
Una película de la Liga
de la Justicia es algo que he estado esperando durante años y me entusiasmé
mucho cuando este film se puso en marcha. Sin embargo, en los últimos meses me
he estado desencantando mucho ante las noticias que iban saliendo sobre lo mucho
que se estaba metiendo la Warner en esta película para intentar evitar otra vez
el desastre crítico de Batman v Superman.
La noticia de la marcha
de Zack Snyder ya me puso la mosca detrás de la oreja. Sin embargo, lo que me
remató fue cuando dijeron que habían reducido la duración de la película a 121
minutos, cuando la película –en manos de Snyder –tenía previsto durar unos 42
minutos más.
Muchos le vieron el lado
optimista alegando que lo que habían hecho era quitarle paja a la película y
dejando solo las partes que importan. Yo, en cambio, que ya he visto como
suelen acabar estas cosas cuando al estudio le da por recortar duración, no
compartía el mismo optimismo y tenía el temor de que la película terminase
siendo abarcar muchas cosas en poco tiempo. Y, por desgracia, no me
equivocaba.
La película es toda una
rápida sucesión de cosas que se van sucediendo de una forma rápida y
atropellada sin a penas tiempo para presentar y desarrollar personajes y sin
que a penas puedas meterte en la trama; por no hablar de lo mucho que se echan
de menos un montón de escenas que se vieron en los tráilers y aquí brillan por
su ausencia. Todo se reduce en ir lo más rápido posible de A a B y de B a C y
para de contar.
Así, lo que tenemos al
final es una película que está bien, se hace entretenida, hace pasar un rato
agradable, pero que pasa sin pena ni gloria y se ve tan rápido como se olvida.
Así ha sido. La
película, salvo en unas cosas de las que hablaré más adelante, me ha gustado,
he pasado un buen rato viéndola, pero no ha llegado a entusiasmarme y no he
visto ningún momento que me dejara con la boca abierta y se me quede grabado en
la retina. Yo no acostumbro a puntuar las películas en este blog pero, si
tuviera que hacerlo, la nota que le pondría superaría el 6, pero no llegaría a
7, quedánse en un 6´5 o algo por el estilo.
Al final, lo que tenemos
es una película para pasar el rato y ya está. Con escenas de acción
espectaculares, pero sin un solo momento épico en toda la película. Llamadme
exigente si queréis, pero eso no es lo que quiero para la Liga de la Justicia.
Estamos hablando de un equipo de superhéroes incónico que, entre sus filas,
tiene a varios de los superhéroes más icónicos de la historia que se merecen
muchos más. No estoy diciendo que hagan una obra maestra, como Man of Steel o Wonder Woman, pero si una película estupenda con momentos épicos,
que si es lo que fue Los Vengadores.
Y, según creo, eso es lo
que tenía previsto darnos Zack Snyder. Porque tengo la impresión de que, si le
hubieran dejado terminar lo que empezó, seguro que nos hubiera dado algo mucho
mejor y, de seguro, tendríamos entre manos una película que, incluso, superaría
a Los Vengadores.
En la película se nota
mucho la mano de Joss Whedon, pero no llega a cubrir del todo el trabajo de
Snyder. Y, por lo que he podido ver, tengo la impresión de que Snyder aprendió
de sus errores en Batman v Superman: El
Amanecer de la Justicia.
Para mí, el gran error
que cometió Snyder en esa película fue intentar repetir la misma fórmula que en
Man of Steel. Algo, prácticamente,
imposible por dos razones: 1) porque Man
of Steel es una película irrepetible y 2) porque ya no contaba con la ayuda
de Christopher Nolan. Al final, el resultado fue una película que, como ya dije
en su día, es muy buena, pero también es bastante fallida en otros aspectos que
al final estropeaban el conjunto.
Por lo que he visto en este
film, creo que Snyder aprendió de ese error y en este film iba a estar más
acertado, siendo fiel a lo que hizo en Man
of Steel, pero ofreciéndonos algo más de sus propia cosecha; no hay más que
ver esos títulos de créido iniciales que recuerdan mucho más a Watchmen (2009) que los de Batman v Superman.
Desgraciadamente, la
Warner no ha sabido verlo y han terminado por estropear su trabajo, contando
con la complicidad de Joss Whedon. Aunque, yo no le culpo mucho, el tipo llegó
al DCEU con la ilusión de hacer una película de Batgirl y le metieron en este
caos donde ha hecho lo que ha podido; o, más bien, lo que le han dejado hacer.
Espero que Warner le compense dejándole hacer Batgirl como él quiera, porque si no…
Muchos fans cabreados
están pidiendo ya una nueva versión de la película con el montaje de Zack
Snyder. Yo, desde luego, me sumo a esa propuesta. Aunque, dudo mucho que Warner
nos la ofrezca; seguramente, sacarán una versión extendida, como hicieron con Batman v Superman y Escuadrón Suicida, pero dudo mucho que nos ofrezcan el montaje de
Snyder.
Pero, sigamos con la
película. Visualmente está muy bien. Prefiero mucho más el estilo más oscuro de
Snyder que se veía en los primeros tráilers, pero este estilo más luminoso no
está mal. No obstante, una cosa que me ha llamado mucho la atención es la
abundancia que hay en la película de planos medios y primero planos, quitándole
mucha profundidad a la película. Además, algunos planos, en comparación con lo
visto en los tráilers, se ve que han sido recortados, lo que nos deja claro que
esta es otra cosa que le debemos al remontaje de Warner y Whedon.
Los efectos especiales
están en general bien, pero hay algunos momentos en los que cantan demasiado,
algo imperdonable en una película que ha costado 300 millones de dólares. Hay,
más bien, dos momentos en especial.
Uno de ellos es con Steppenwolf.
El personaje, como villano principal, al final ha resultado más descafeinado de
lo que se esperaba. Pero, en lo que a su aspecto refiere, su diseño está muy bien
y está muy bien generado por ordenador salvo en un detalle. Y es que la
animación CGI de su rostro canta más que un gallo. Ya se había visto algo así
en las promociones, pero parecía que lo habían arreglado. Pero, nada más lejos
de la realidad. Dolían los ojos cada vez que sacaban un primer plano de él y,
como ya he dicho, en una película que ha costado 300 millones esto tiene
delito.
Sin embargo, esto no es
nada comparado con el otro momento; ahí si que me llevé las manos a la cabeza
en más de una ocasión.
Una cosa muy comentada de la película es que, cuando Whedon llamó a Henry Cavill para las regrabaciones que hizo, este tenía un gran bigote. El actor se encuentra rodando la sexta entrega de Mission: Impossible y esto le obliga a dejarse bigote, ya que su director no quería un bigote falso. Esto les llevó a tener que borrarle el bigote digitalmente.
Con los efectos especiales de hoy en día y 300 millones de presupuesto, borrar un bigote no debía ser muy difícil. Digo yo, porque el resultado es de puta pena. Si ya dolían los ojos con el rostro digital de Steppenwolf, con esto dan ganas de arrancárselos. Y no solo con el bigote, también hay escenas donde el hombre de acero está superpuesto digitalmente y también canta mucho. Desde luego, con Superman es como mejor se sabe cuando es Zack Snyder quién dirige y cuando el que dirige es Whedon.
Pese a esto, Henry Cavill vuelve a estar genial como Superman, haciendo de nuevo un gran trabajo. Eso sí, la forma en la como resucitan a Superman y el posterior enfrentamiento que tiene con los miembros de la Liga más forzado no puede ser. Además de que difiere mucho de lo que Snyder tenía planeado y encajaba muy bien con la escena del sueño de Batman v Superman.
Gal Gadot también vuelve
a estar fantástica como Wonder Woman después de verla como protagonista de su
propia película este mismo año. Aunque, me pregunto yo que pasó con varios de
los poderes de los que hizo gala para derrotar a Ares en su película y que aquí
le hubieran venido bien en más de una ocasión; además, pese a que es una escena
que muestra los poderes de Flash y sirve para mostrar el trabajo en equipo de
la Liga, me resulta muy chocante que necesitara una espada para matar a un
Parademon.
Sobre los que aún hemos
visto poco. Jason Momoa no está mal como Aquaman; al menos, a este Aquaman
cinematográfico.
Ezra Miller está muy
bien com Flash, que aquí es el graciosillo del grupo –aunque todo el mundo hace
chiste, incluido Batman –y, por mucho que los fanboys de DC quieran negarlo, su
relación con Bruce Wayne recuerda a la de Peter Parker con Tony Stark en Spider-Man: Homecoming.
En cuanto a Cyborg, el
actor que lo interpreta, Ray Fisher, un actor proveniente del teatro, hace un
estupendo trabajo. Sin embargo, el personaje da la sensación de estar muy
metido con calzador y de que si lo suprimieran de la película no se le echaría
de menos.
Amber Heard está
fantástica como Mera y J.K. Simmons está impresionante dando vida a un
Comisario Gordon idéntico al de los cómics. Desgraciadamente, la falta de
metraje hace que ambos salgan muy poco en pantalla. Afortunadamente, sabemos
que Heard saldrá como Mera en la película de Aquaman con mucho más
protagonismo. Simmons también tiene previsto aparecer de nuevo en la película
en solitario de Batman; aunque, con los
cambios que está haciendo Matt Reeves –se rumorea que va a prescindir de Ben
Affleck y poner a Jake Gyllenhaal como Batman –, cualquiera sabe.
Y, ya que hablamos de
Affleck. Si hay un personaje que realmente sale mal parado en esta película,
ese es sin duda Batman. Mira que a mi Ben Affleck me encantó en Batma v Superman y me parece un
excelente Batman; de hecho, le considero el mejor Batman cinematográfico
después de Christian Bale. Sin embargo, en esta película el actor, aunque hace
un buen trabajo, está algo soso y el personaje muy desdibujado. Y, vamos, que
hayan hecho esto con el que ha sido siempre uno de mis superhéroes favoritos es
algo que me hace muy poca gracia.
La banda sonora es algo
que suelo olvidar mencionar, ya que, normalmente, me suelen gustar mucho
–incluso si la película no me gusta –y no tengo mucho que decir sobre ellas.
Sin embargo, no puedo dejar pasar la chapuza que Danny Elfman ha hecho aquí,
donde da la sensación de que lo único que ha hecho es un refrito con bandas
sonoras de otras películas en las que ha trabajado, como Batman (Tim Burton, 1989) y Hulk
(Ang Lee, 2003).
Claro, que el tipo no
tiene la culpa, ya que fue llamado este verano para reemplazar a Junkie XL
después de que este se largara para hacer la banda sonora del reboot de Tomb Raider –o eso dicen, ya que me da que
este es otro al que la Warner se quiso quitar de en medio –, y tenía poco
tiempo para trabajar; él mismo se ha quejado hace poco de ello.
Bueno, vamos resumiendo
ya.
La película es buena,
entretiene bastante y se hace bastante agradable. Pero no pasa de ser una
película correcta que solo está bien para pasar el rato y carece por completo
de momentos memorables. Una película que, sin duda, no volvería a ver en el
cine más veces. Desde luego, no es la adaptación cinematográfica que la Liga de
la Justicia merece.
Reducir la duración de
la película a 121 minutos fue una tremenda cagada, lo mismo que no dejar a Zack
Snyder hacer lo que tenía pensado hacer porque no tengo ninguna duda en que nos
habría ofrecido algo mucho mejor que lo que vemos aquí.
Una pena, tanto por la
película como por este DCEU que la Warner se está cargando y que más se va a
cargar a partir de ahora por no saber ver bien los problemas que tiene delante.