El
año que viene se estrena Man of Steel, la esperada película
que reiniciará a Superman en el cine y que ha corrido a cargo de
Zack Snyder como director, Christopher Nolan como productor y David
S. Goyer como guionista. Tres genios que han unido sus talentos y
que, si han sabido trabajar juntos y complementarse bien, es muy
probable que hayan hecho una gran película.
Yo le
tengo mucha fe a esta nueva película de Superman y tengo muchas
ganas de verla. Pero, mientras tanto, como ya con Batman antes del
estreno de The Dark Knight Rises, voy a ir analizando las
películas del hombre de acero que se han estrenado hasta ahora.
Y
comienzo con este film ya mítico que no solo llevó al famoso
superheroe a la gran pantalla, sino que creó precedentes en lo que a
adaptaciones de cómic se refiere.
Después
de ayudar a contener una sublevación encabezada por el General Zod
(Terence Stamp), quién es encarcelado en la Zona Fantasma junto a
sus cómplices, el científico Jor-El (Marlon Brando) descubre que su
planeta, Krypton, está a punto de explotar, pero el Consejo que
gobierna el planeta no le cree y le prohíbe abandonar el planeta
para no crear una falsa alarma. Es por ello que, junto a su esposa,
Lara Lor-Van (Susannah York), decide enviar a su único hijo, Kal-El,
a la Tierra, un planeta mucho mas primitivo que Krypton en el que su
estructura molecular le hará tener poderes sobrehumanos, como una
gran fuerza y resistencia, un oído mucho mas desarrollado, una vista
capaz de traspasar objetos o la capacidad de desafiar la gravedad del
planeta y poder volvar. Poco antes de que el planeta explote, Kal-El
es lanzado en una nave en dirección a la Tierra.
Tras
un viaje de tres años, en el que ha aprendido muchas cosas gracias a
unos cristales de memoria que dejó su padre en la nave, Kal-El llega
a la Tierra, donde es recogido por el matrimonio formado por Jonathan
y Martha Kent (Glenn Ford y Phyllis Thaxter), quienes deciden
adoptarlo y criarlo en su granja como si fuera su hijo bajo la
identidad de Clark Kent, ocultando al mundo sus extraordinarios
poderes. Tras la muerte de Jonathan y al cumplir los 18 años, el
joven Clark (Jeff East) encuentra un cristal verde que vino con él
en la nave y escucha una llamada que lo lleva hasta el polo norte,
donde construye con el cristal un gran edificio de la misma
arquitectura que los de Krypton –la Fortaleza de la Soledad –.
Allí, gracias a la memoria de su padres, descubrirá sus orígenes y
terminará de formarse. Después de 12 años, regresa a la
civilización con una doble vida. Por un lado, como Clark Kent,
trabajará como periodista en el Daily Planet junto a la reportera
Lois Lane (Margot Kidder). Por el otro, bajo el nombre de Superman, y
con un cantoso traje rojo y azul con el escudo de su familia
kryptoniana en el pecho, combatirá contra el crimen empleando sus
superpoderes. Esto le enfrentará con Lex Luthor (Gene Hackman), un
poderoso genio del mal que está preparando un diabólico plan para
destruir la costa oeste de EEUU.
Superman es un personaje que no necesita presentación. Creado por Jerry Siegel y Joe Shuster en 1938 en el mítico primer número de Action Comics, es uno de los superheroes mas famosos que existen y ha llegado a formar parte de la cultura popular americana.
Este
personaje ya había sido adaptado en series de Tv, seriales de radio
e, incluso, en musicales de teatro. En el cine, no obstante, a parte
de algunos cortos animados o aquellos seriales cinematográficos que
se hacían en los años 40 para levantar la moral de los americanos
durante la II Guerra Mundial, no había conocido adaptación alguna.
La
idea de llevar al cine a este superheroe surgió en 1973 por parte de
la productora Ilya Salkind, quién se hizo con los derechos del
personaje un año después junto a su padre, Alexander Salkind. Desde
el primer momento se pensó en hacer una saga y decidieron rodar
conjuntamente la primera y la segunda entregas. El escritor y
guionista Mario Puzo (El Padrino) fue contratado para escribir
el guión, entregando un libreto de hasta 500 páginas que luego
sería reescrito por Robert Benton, David Newman y Leslie Newman y un
no-acreditado Tom Mankiewicz.
Para
dirigir las películas, fueron muchos los directores de la época
tanteados; William Friedkin, Francis Ford Coppola, Peter Yates, John
Guillermin, Sam Peckinpah y hasta George Lucas están en la larga
lista. De entre los directores que mas cerca estuvieron destaca el
mismísimo Steven Spielberg. Fue la propia Ilya Salkind quién
propuso a Spielberg cuando este se encontraba en pleno rodaje de
Tiburón (1975), pero su padre prefirió esperar a ver que
resultados daba esa película. Cuando esta fue el enorme éxito que
todos conocemos, Spielberg fue aceptado con los brazos abiertos, pero
este rechazó la oferta para escribir y dirigir un proyecto mas
personal: la película Encuentros en la Tercera Fase (1977).
A
Spielberg le siguieron Guy Hamilton y Mark Robson hasta que Richard
Donner resultó ser el gran elegido gracias a su trabajo en la
película de terror La Profecía (1976), el cual convenció a
los Salkind para su elección.
Para
dar vida a Superman también fueron muchos los nombres que sonaron.
Paul Newman, Sylvester Stallone, Burt Reynolds, Al Pacino, James Caan
y Kurt Russell, entre muchos otros, forman parte de la larga lista de
actores tanteados. El gran reto era encontrar un buen actor que,
además, poseyera un físico parecido al del personaje y, tras una
larga búsqueda, encontraron en Christopher Reeve el interprete
ideal, ya que era un buen actor y, aunque luego tuvo que pulirse algo
mas en el gimnasio –donde tuvo como supervisor a David Prowse, el
hombre que dio vida a Darth Vader –, su físico encajaba mucho con
el personaje.
El
rodaje comenzó en marzo de 1977 y se prolongó hasta octubre de
1978, dos meses antes del estreno de la película en EEUU, el 15 de
diciembre de 1978. Como ya he dicho antes, se decidió rodar
conjuntamente la primera y la segunda película pero, debido a los
continuos problemas de producción, retrasos y, sobre todo, las
interminables peleas entre Donner y los productores, se decidió
paralizar la segunda entrega –aunque ya se había rodado un 75% de
esta –y se centraron en la primera película.
No
obstante, la cosa salió muy bien. La película, que había costado
55 millones de dólares –un cifra mastodóntica en aquellos tiempos
–, fue todo un éxito, recaudando 134 millones solo en EEUU y 166
millones mas en el resto del mundo, haciendo un total de 300 millones
de dólares, un éxito enorme.
Además
del éxito, la película puso a los superheroes en el punto de mira
de Hollywood e, incluso, influyó mucho en los cómics del hombre de
acero posteriores al film. Además, la película fue todo un fenómeno
sociológico. Circula la leyenda de que varios niños murieron al
arrojarse por las ventanas creyéndo que eran Superman o que podían
volar como él; aunque yo no doy mucho crédito a estas historias y,
de ser ciertas, culparía mas a los padres o al estado mental de los
niños antes de a la película.
En
fin, empecemos ya.
Como
ya he dicho muchas veces, Superman no es uno de mis superheroes
favoritos. Reconozco la importancia que tiene dentro del mundo de los
cómics y los superheroes y en la cultura popular pero,
personalmente, yo siempre he preferido mucho mas a otros personajes,
como Batman, Spiderman o el Capitán América.
No
obstante, esto no quiere decir que no me guste o no lo conozca a él
o su historia. Ni tampoco que no haya leído cómics suyos. Ni, mucho
menos, que no pueda apreciar las adaptaciones que han hecho de él,
como esta película que nos ocupa.
Para
mi es una película muy buena y una estupenda adaptación de cómic.
Como
adaptación, a pesar de ciertas libertades que se toman –como
ocurre siempre –, es muy fiel a los cómics; especialmente, en la
parte que respecta a los orígenes del personaje.
A
pesar de sus broncas con los productores, el trabajo de Richard
Donner es fenomenal. El tipo dirige muy bien cada momento, tanto las
estupendas escenas de acción como los momentos dramáticos y cómicos
y sabe manejar muy bien a los actores. Además, le sabe dar a la
película excelentes toques épicos, como ese comienzo de la película
mostrando el planeta Krypton después de los excelentes créditos
iniciales con la ya mítica banda sonora de John Williams, la muerte
de Jonathan Kent o –por mucho que digan los científicos que es una
escena muy inverosímil –cuando hace girar la Tierra al revés para
retroceder en el tiempo y salvar a Lois.
La
fotografía de Geoffrey Usdworth, quién había trabajado en
películas como 2001: Una Odisea en el Espacio (Stanley
Kubrick, 1968), Cabaret (Bob Fosse, 1972) o Zardoz
(John Boorman, 1974), es sensacional y el diseño de producción es
de lo mas logrado, especialmente, en el diseño del planeta Krypton,
la Fortaleza de la Soledad o el traje del protagonista, el cual es
muy fiel al de los cómics; aunque debería haber sido mucho mas
ceñido y marcar mucho mas los músculos en lugar de ser tan tipo
pijama. Aunque, si se hubieran olvidado de los famosos calzoncillos rojos, no me hubiera importado nada.
Los efectos especiales son otro gran logro de la película; especialmente, en lo que se refiere a hacer volar a Superman. Fueron muchas la cosas que se emplearon para hacer mas creíbles las escenas de vuelo, desde una marioneta colgada de un helicóptero hasta disparar un maniquí con un cañón. Finalmente, se optó por colgar al protagonista de unos cables sobre una pantalla azul, lo que dio muy buen resultado. La película ganó un muy bien merecido oscar por sus efectos especiales, además de recibir nominaciones por su montaje, sonido y, sobre todo, banda sonora.
Sobre
los actores, cabe decir que el reparto en general hace un buen
trabajo; algunos mejor que otros, pero en general todos están bien.
Cabe especial mención a su protagonista, Christopher Reeve, que hace
un estupendo trabajo y demuestra que fue una muy buena elección para
el papel, a Gene Hackman, que está genial como Lex Luthor y resulta
un notable villano, y un siempre magistral Marlon Brando que hace un
gran trabajo en los pocos, pero muy bien pagados, minutos que aparece
en el film como Jor-El.
Una
mención a parte merece Margot Kidder, quién da vida a Lois Lane. El
trabajo de la actriz es muy bueno, no lo voy a negar, y no está mal
que le de al personaje ese toque tan dicharachero que le da en el
film. Pero tengo que decir en su contra que su Lois Lane no resulta
sexy. No estoy diciendo que Kidder sea poco atractiva, al contrario,
pero en los cómics Lois Lane es una mujer muy sexy que rezuma
sensualidad por todos lados y de eso no veo nada en la película. Ese
sería uno de los fallos de la película, cual también tiene sus
fallos.
Otro
fallo que le veo es que le falta metraje. Las situaciones se van
sucediendo de forma bastante rápida y hay veces que cuesta un poco
seguir el hilo de la historia. Es bien sabido que la película duraba
originalmente mas de tres horas que se fueron recortando y muchas
escenas interesantes se quedaron en la sala de montaje; aunque
algunas fueron recuperadas posteriormente en ediciones domésticas.
Entre
las escenas cortadas destacan una en la que, cuando Superman llega a
la guarida de Luthor, debe superar varios obstáculos para poder
acceder a ella. También hay otra escena que explica que sucede con
Eve Teschmacher (Valerie Perrine), la lugarteniente de Luthor junto
al torpe Otis (Ned Beatty), después de que esta salvara a Superman
para que evitara que uno de los misiles desviados por Luthor
destruyera la ciudad donde vive su madre. Al parecer, Luthor la
castiga colgándola de una cuerda sobre un foso lleno de leones y,
cuando hace que Otis la suelte para que caiga dentro, aparece
Superman y la salva mientras le dice que su madre le envía
recuerdos.
Otro fallo que le veo es que nos encontramos ante una película muy ambiciosa, con un gran presupuesto, un despliegue de medios muy amplio, unos efectos especiales cojonudos y repleto de escenas de los mas espectaculares. Sin embargo, aunque el guión es bueno, la historia no la encuentro lo suficiente ambiciosa para una película de esta magnitud. Y es que el film se pasa la mayor parte del tiempo presentando al personaje y, al final, el enfrentamiento con Lex Luthor queda bastante insípido.
Claro,
que la película tiene varias disculpas. La primera se la podemos
achacar a que su montaje original debía haber sido mucho mas largo
–de tres horas, como he dicho antes –. La segunda a la época en
que se hizo, en la que las películas de superheroes no estaban tan
de moda como ahora y muchas de las cosas que se hacen hoy en día
eran imposible entonces por mucho dinero y medios que se tuviera. Y
la tercera a que la película ya se hizo siendo pensada para ser la
primera de una saga de películas donde el personaje debía ser
presentado.
De
todas maneras, estos fallos no estropean mucho el conjunto final.
Resumiendo.
Para
mi Superman –o Superman: La Película, como también
se la conoce –es una película muy buena y, como adaptación de
cómic, es estupenda. No es la mejor adaptación de cómic de la
historia, como dicen algunos por ahí, pero si es la mejor película
de Superman que se ha hecho hasta la fecha; a la espera, claro está,
de como resulta Man of Steel.
Puede
que Superman no sea un personaje de cómic que me entusiasme mucho,
pero eso no me impide que pueda disfrutar una buena película como
esta.
2 comentarios:
He de reconocer, que tarde mucho en pillarle el punto a la película.
La vi cuando era pequeño y no me gustó. Luego hasta hae seis meses no volví a verla, ya con un bagaje como lector mucho mayor y un conocimiento del personaje más amplio. Y quitando el final de opereta me parece genial.
Sobre todo Lois Lane. La mejor!
Me alegro.
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