Vin Diesel vuelve a ponerse en la piel del que es para mi,
y para muchos, su mejor personaje, en esta tercera entrega de la saga que nos
llega gracias a los muchos esfuerzos que el actor –y productor también –ha
hecho para que el film haya podido ver la luz.
Richard B. Riddick (Vin Diesel) lleva cinco años siendo el
líder de los Necromongers, pero su negativa a aceptar sus normas y sus
creencias religiosas hace que entre estos haya división en torno a él y, para
evitar una guerra civil, Riddick pacta con Vaako (Karl Urban) cederle el mando
a él a cambio de que le ayude a llegar hasta Furya, su planeta natal. Vaako
acepta pero, una vez le llevan allí, Riddick se da cuenta de que el planeta
donde están no es Furya y, demasiado tarde, advierte que le han traicionado.
Tras ser dado por muerto, Riddick logra sobrevivir en ese desolado planeta
lleno de peligrosas criaturas en compañía de una criatura asemejada a un chacal
a la que salvó cuando era solo una cría.
El mayor peligro que existe en ese planeta son unos seres
asemejados a escorpiones conocidos como demonios del barro, pero estos solo
pueden sobrevivir en zonas húmedas y aquel es un planeta casi desértico. Sin
embargo, Riddick detecta que hacia él se aproxima una gran tormenta que hace
que los demonios del barro salgan a la superficie y puedan moverse a sus
anchas. Esto hace que, tras encontrar una estación para mercenarios casi
abandonada, active una baliza de emergencia que revela su identidad y
ubicación. Esto hace que dos grupos de mercenarios muy diferentes acudan a ese
planeta a darle caza pero, tras varios enfrentamientos con ellos, al final
tendrán que hacer frente juntos a la gran amenaza que viene con la lluvia.
Riddick se dio a conocer en Pitch Black (2000), una película de serie B deudora de Alien que,
sin embargo, fue un gran éxito y uno de los mejores estrenos de ese año. Y esto
se lo debía en gran parte a su protagonista, un carismático antihéroe al mas
puro estilo de Snake Plissken o Max Rockatansky que se ganó al público desde el
primer momento y convirtió a Diesel en una estrella de acción.
Después del éxito del film se puso en marcha una secuela,
pero los responsables vieron que había potencial para crear una saga épica tipo
Star Wars, así que decidieron hacerla
a lo grande. Así surgió Las Crónicas de
Riddick (2004), un ambicioso film con un presupuesto que superaba los 100
millones de dólares y una gran campaña de marketing y merchandising detrás;
además de que ya tenían ideada una tercera entrega mas ambiciosa aún.
Sin embargo, la película fracasó en taquilla y esto paró
en seco la franquicia y dejó la tercera entrega en un punto muerto durante
varios años hasta que, finalmente, el propio Vin Diesel, junto al guionista y
director de la saga, David Twohy, decidió resucitarla. Pero no como la gran
superproducción que se esperaba que fuera, sino como una pequeña producción
independiente mas cercana a la primera película que Diesel ha sacado adelante
poniendo dinero de su propio bolsillo y haciendo campaña por ella en las redes
sociales.
Finalmente, la película llegó a los cines a principios del
pasado mes de septiembre y, desde luego, no le ha ido mal en la taquilla, ya
que con un presupuesto de 38 millones de dólares ha recaudado 42 millones solo
en EEUU y 50 millones mas en el resto del mundo, por lo que su recaudación
total es de 92 millones de dólares. Por el contrario, la crítica la ha recibido
bastante mal y el público con opiniones muy variadas.
¿Y que opino yo?
Pues bien, tras haberla visto, debo decir que la película me
ha gustado pero a la vez también me ha decepcionado; algo que, lamentablemente,
me ha ocurrido bastante este año con películas muy esperadas, como esta.
Se podría decir que la película se divide en tres partes.
En la primera parte vemos a Riddick traicionado y abandonado en ese planeta, trantando de sobrevivir y adaptarse a ese lugar. Pues bien, toda esta parte es BRILLANTE. Un momento realmente excelente, que atrapa desde el principio, mantiene el interés en todo momento y no aburre lo mas mínimo a pesar de ser una escena casi sin diálogos; de hecho, ese es el fuerte de esa escena. Lo único que sobra aquí es la voz en off, que yo la he encontrado bastante innecesaria, pero todo lo demás es absolutamente genial.
Luego tenemos la segunda parte, que es cuando llegan los
mercenarios al planeta para cazar a Riddick. Aquí es donde la película pega un
bajón tremendo, pasando de lo mas alto a lo mas bajo. Todo por una larga
sucesión de situaciones ridículas y rebuscadas, diálogos insufribles –salvo algunas
excepciones, claro –y unos personajes de todo menos carismáticos; aunque el
trabajo de los actores es bueno –incluso el luchador Dave Bautista logra estar
a la altura –. Lo peor de todo es que dejan a Riddick en un segundo plano,
cargando el protagonismo tan nefastos personajes con los que no simpatizas en
ningún momento; ni tan siquiera la bella Katee Sackhoff se salva.
Y terminamos en la tercera parte, donde la película se
convierte, prácticamente, en un remake de Pitch
Black –algo que ya se intuía en los trailers –. Aquí la cosa mejora con
respecto a la segunda parte, pero no tanto como debería, porque todo pasa
demasiado deprisa y las batallas entre los humanos y los monstruos son muy
pocas; da como la sensación de que han resumido toda esa parte, y lo peor es
que parece que así es. Eso si, todo ese ambiente nocturno y lluvioso está muylogrado
y hay algunos momentos impresionantes, como ese fabuloso plano final de Riddick
combatiendo en solitario a los monstruos mientras escala una especie de colina.
Así que tenemos una primera parte excelente, una segunda
parte nefasta, aburrida y bochornosa y una tercera parte lograda, pero también bastante
flojilla.
Sin duda, David Twohy aprueba como director, pero como guionista no está tan acertado como en las anteriores películas. Yo pienso que debería haber buscado a alguien competente para que le ayudara a escribir el libreto, o dejarle la escritura completa a esa otra persona, porque, desde luego, su trabajo en esta película deja bastante que desear.
Por el contrario, Vin Diesel está genial en todo momento, algo muy de agradecer, ya que Riddick lleva el peso de la película la mayor parte del tiempo. Riddick está muy bien y de él no tengo ninguna pega. El problema es que la película con la que ha regresado al cine nueve años después de la última vez no ha sido del todo afortunada.
Resumiendo.
La película no está mal del todo, es aceptable y se deja
ver, pero también tiene muchas cosas mejorables y se queda muy por detrás de
sus dos predecesoras. Sin duda merece el aprobado, pero un aprobado bastante
bajo.
Es una pena que el resto de la película no hubiera seguido
el mismo nivel que la primera parte porque, entonces, hubiéramos tenido una
obra maestra que, incluso, hubiera superado a sus estupendas predecesoras.