ATENCION. Advierto que esta review
contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto que se abstenga de
leerla y si, por el contrario, la lee de todas formas, lo hará bajo su total
responsabilidad.
Lara Croft vuelve al cine después de 15 años y lo
hace cambiando de rostro. Alicia Vikander es quién toma ahora el relevo de
Angelina Jolie dando vida a la famosa asaltatumbas en una película que reinicia
por completo la saga.
Lara Croft (Alicia Vikander) era solo una
adolescente cuando su padre, Lord Richard Croft (Dominic West) desapareció.
Desde entonces, vive el día a día en las calles de Londres, trabajando como
mensajera y practicando artes marciales mixtas. Se niega a heredar el imperio
empresarial de su padre, ya que hacerlo sería como admitir que está muerto. No
obstante, Ana Miller (Kristin Scott Thomas), logra convencerla diciéndole que,
de no hacerlo, la mansión de la familia sería vendida. Durante la firma de los
papeles de la herencia, Mr. Yaffe (Derek Jacobi), otro de los socios de su
padre, le hace entrega de una caja rompecabezas que su padre le dejó antes de
desaparecer.
La caja la lleva hasta una oficina secreta donde su
padre guardaba todo su trabajo sobre
Himiko, una legendaria reina japonesa de quién se decía que tenía el poder
sobre la vida y la muerte. Entre todas las cosas, encuentra una grabación de su
padre diciéndole que, de pasarle a él algo, debe destruir todo lo que tenga
referencia a Himiko. Sin embargo, Lara decide no hacerlo y, utilizando el
trabajo de su padre, decide empreder su búsqueda. Así llega hasta Hong Kong,
donde se reune con Lu Ren (Daniel Wu), capitán del barco Endurance, el cual iba
a comprar su padre antes de desaparecer. Lu Ren la lleva hasta el Mar del
Diablo, donde conducen las notas de su padre, pero son sorprendidos por una
fuerte tormenta y el barco naufraga, llegando ambos hasta la isla de Yamatai,
donde son apresados por Mathias Vogel (Walton Goggins), quién dirige una
expedición que busca la tumba de Himiko. Vogel sigue órdenes de una misteriosa
organización conocida como Trinity y no puede abandonar la isla hasta
encontrarla.
Pongámonos en antecedentes. La famosa franquicia de
videojuegos Tomb Raider hizo su debut en el cine en la película Lara Croft: Tomb Raider (Simon West,
2001) donde, como ya he dicho antes, Angelina Jolie fue la encargada de dar
vida a la heroína central de esta saga de videojuegos, la ya icónica Lara
Croft.
A la película no le fue mal en la taquilla, con 274
millones de dólares recaudados en todo el mundo, pero fue muy machacada por la
crítica y no gustó a gran parte de los fans de los videojuegos. No obstante,
Paramount Pictures, el estudio que la produjo, sacó adelante una secuela, Lara Croft: Tomb Raider – La Cuna de la Vida
(2003), donde Angelina Jolie repitió como Lara Croft, pero Simon West era
reemplazado en la dirección por Jan de Bont.
Con solo 156 millones de dólares recaudados en todo
el mundo, la película fue un fracaso. Sus críticas fueron peores, tanto por
parte de la crítica profesional como por parte de los fans, pero Paramount
culpó del fracaso de la película al sexto videojuego de la franquicia, Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad,
el cual fue lanzado ese mismo año y también fue un estrepitoso fracaso.
Esto dejó en el aire una posible tercera entrega
con Angelina Jolie que, aunque estuvo entre los planes del estudio, jamás llegó
a realizarse y calló en el olvido.
El éxito en 2006 de Tomb Raider: Legend, séptimo videojuego de la saga –y el primero
realizado por Crystal Dynamics, compañía que reemplazó a Core Design –,
reactivó la franquicia y esto hizo que volviera a hablarse de la tercera
entrega protagonizada por Jolie. No obstante, tras el enorme éxito de The Dark Knight (Christopher Nolan,
2008), empezó a hablarse más de la posibilidad de reiniciar la franquicia, ya
que los reboots empezaron a estar muy de moda.
A partin de entonces empezaron a haber movimientos
en torno a una nueva película de Tomb
Raider, pero sin nada claro en el horizonte hasta que, en 2011, GK Films se
hizo con los derechos cinematográficos de la franquicia. La compañía puso en
marcha la película junto a Warner Bros., MGM y Square Enix; compañía dueña de
la franquicia Tomb Raider tras comprar Eidos Interactive en 2009.
Con el paso de los años, el proyecto empezó a tomar
forma. La nueva película sería un reboot y se basaría en el videojuego Tomb Raider (2013), el cual también
reinició por completo la saga de videojuegos con una nueva Lara Croft más realista
y menos sexualizada que la Lara Croft clásica; aunque, seguía siendo sexy.
Geneva Robertson-Dworet fue contratada para
escribir el guión; aunque este fue posteriormente revisado por Evan Daugherty
primero y Alastair Siddons. Aunque, en un principio se habló de que fuera una
mujer quién dirigiera la película, la dirección recayó, finalmenten, en el
noruego Roar Uthaug.
Para dar vida a Lara Croft sonaron muchas
candidatas. Daisy Ridley, Emilia Clarke, Elizabeth Olsen, Emma Watson o Camilla
Luddington –quién ya le puso voz y prestó sus movimientos a Lara Croft en el
videojuego de 2013 y en su continuación, Rise
of the Tomb Raider –fueron quienes más sonaron para el papel; en el caso de
Daisy Ridley, muchos medios ya la dieron por elegida. Sin embargo, en abril de
2016 se anunció que la gran elegida era Alicia Vikander, actriz que no aparecía
en las quinielas y que, poco antes, había ganado un oscar; algo parecido a
Angelina Jolie, quién también había ganado un oscar –y en la misma categoría de
Vikander, mejor actriz de reparto –poco antes de ser elegida como Lara Croft en
su día.
La película se estrenó en EEUU y otros países, incluida España, el pasado 16 de marzo. La taquilla que está haciendo no es muy espectacular, al menos en EEUU. Con 94 millones de dólares de presupuesto, a día de hoy lleva recaudados 50 millones en territorio estadounidense. Mejor le están yendo las cosas fuera de EEUU, donde lleva recaudados 197 millones, haciendo un total de 247 millones de dólares.
Por su parte, la crítica la ha recibido con división de opiniones; aunque, son mayoría las negativas que las positivas. También hay división entre los fans de los videojuegos y, en cuanto al público, su reacción ha sido más favorable, aunque no muy entusiasta.
¿Y que opino yo? Pues a eso vamos.
Antes de ponerme con la película, quiero dejar claro que a mí me encantan los videojuegos de Tomb Raider. He jugado mucho a ellos y los conozco muy bien. Y, desde luego, me encanta Lara Croft, una de mis heroínas favoritas.
Y me gusta tanto la Lara Croft clásica como la
nueva Lara Croft de los últimos videojuegos. Ambas son dos Laras muy buenas y
lo suficientemente diferentes la una de la otra como para tener que elegir
entre una y otra.
En cuanto a las películas, Lara Croft: Tomb Raider me gusta mucho. Es cierto que le hace falta
más acción y más metraje, pero se disfruta mucho y recrea muy bien el espíritu
de los videojuegos. Además, Angelina Jolie está fantástica como Lara Croft; no
solo encaja muy bien en el personaje físicamente, también recrea muy bien su
personalidad. Para mí fue, sin duda, una gran elección.
En cuanto a la segunda, Lara Croft: Tomb Raider – La Cuna de la Vida, me parece una de las
mayores mierdas que se han hecho en mucho tiempo y que ni el estupendo trabajo
de Angelina Jolie logra salvar. La película tiene un comienzo bastante potente
pero, rápidamente, se desploma y va en caída libre hasta el final. Su fracaso
está más que merecido por mucho que Paramount le quiera echar la culpa a Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad;
que puede que fuera un videojuego fallido, pero era mil veces mejor que esa
mierda de película.
Ahora, después de muchos años esperando una nueva
película de Tomb Raider, nos llega
este nuevo film que he esperado con muchas ganas, ya que quería volver a ver a
Lara Croft en el cine.
Sin embargo, la noticia de la elección de Alicia
Vikander para dar vida a Lara Croft fue algo que me echó bastante para atrás. Y
es que, aunque Vikander me parece una estupenda actriz, no conseguía verla como
Lara Croft y, una vez vista la película, continúa sin convencerme.
Eso si, las razones por las que no la veo como Lara
Croft no tienen nada que ver con su físico. Desde luego, yo no estoy con esos
gilipollas que la critican por no tener las tetas grandes; gente ignorante que
no se para a pensar que Lara Croft es mucho más que una tía buena que corre,
salta y dispara con dos pistolas.
De hecho, en el físico es donde Vikander está más
acertada. Cuando salieron las primeras imágenes de ella como Lara Croft y vi lo
muy en forma que se había puesto, empezó a convencerme hasta que salió el
primer tráiler. La actriz se ha machacado a conciencia para este papel –no hay
más que ver los vídeos de su entrenamiento –y en las escenas de acción y
momentos físicos si está de lo más creíble.
El problema con Vikander tiene que ver con la
personalidad. Y es que, perse a su talento como actriz, no me parece que ha
conseguido plasmar en la gran pantalla la personalidad de Lara Croft; ni
siquiera de la Lara Croft de los últimos videojuegos en la que se basa. Aunque,
no es todo culpa de la actriz, sino porque no han sabido representarla bien en
el guión, haciendo una rara mezcla entre la nueva Lara y la Lara clásica que no
ha funcionado bien.
No obstante, pese a no convencerme como Lara Croft,
si tengo una cosa clara con Alicia Vikander. Y es que ella ha sido, sin duda, lo
mejor de la película.
La película no es mala. Desde luego, no nos
encontramos ante otro bodrio, como La
Cuna de la Vida. La película es buena, está bien hecha, pero no me ha terminado
de matar.
Para empezar, la primera parte es un auténtico
coñazo. Todo lo que sucede antes de llegar a la isla se lo podrían haber
ahorrado porque lo único que hace es aburrir, aturdir y perder un tiempo
precioso que podrían haber empleado en otras cosas mejores. Pero no, pierden el
tiempo con carreras de bicicletas, rollos de herencias, una escena en una
tienda de empeños que resulta soporífera o una amiga de Lara –interpretada por Hannah
John-Kamen –que aparece solo unos minutos y luego no se la vuelve a ver, lo
mismo que el chico del restaurante hindú que está colado por ella; dos
elementos que se los podrían haber ahorrado porque no aportan nada a la
película y parecen estar de relleno.
Aunque, lo peor es la parte que transcurre en Hong Kong, con una persecución en los muelles que aburre de lo previsible que es. Pero, encima, cuando finalmente termina, van y nos meten una segunda persecución tan larga y cansina como la anterior.
Es cuando llega a la isla cuando la película comienza a despegar; aunque, tampoco se puede decir que vuele muy alto. Aún así, nos da una cuantas secuencias de acción bastante buenas antes de introducirnos a una cueva llena de elementos propios de los videojuegos de Tomb Raider, como trampas o cerraduras que hay que abrir; la escena con los cristales está bastante bien.
Como ya he dicho, la parte de la isla está más
entretenida y salva a la película del desastre. Sin embargo, como también he dicho,
tampoco es gran cosa y no ha habido ningún momento que me haya impresionado.
Además, aunque se recreen fielmente algunas escenas, como la del avión de la II
Guerra Mundial estrellado en la catarata que tanto hemos visto en los tráilers,
a penas me ha recordado al videojuego de 2013.
De hecho, en lugar del videojuego, lo que más me
vino a la cabeza viendo todo eso fue la serie Arrow y los flashbacks que transcurren en la isla; especiamente,
los de la primera y la cuarta temporada.
No obstante, lo que menos me ha gustado de la
película y me ha parecido una gran equivocación, es que la película elimina por
completo los elementos fantásticos y sobrenaturales que hay en todos los
videojuegos de Tomb Raider; incluido
el videojuego de 2013 que tanto dicen que están adaptando.
Tenía esperanzas de ver elementos fantásticos en el
climax, cuando encontraran la tumba de Himiko. Pero, al final, nada de nada. Ni
traspaso de alma, ni Guardia de la Tormenta, ni porras el vinagre. Al final
resulta que todo gira alrededor de una enfermedad que porta la reina y de la
que se quiere apoderar Trinity, esa “misteriosa” organización que está detrás
de los malos; y he puesto misteriosa entre comillas porque se sabe desde el
primer momento quién es la persona que está detrás de todo por mucho que nos
quieran sorprender –sorpresa a la altura de la de Alien: Covenant –.
El caso es que la película prescinde por completo
de los elementos fantásticos y apuesta por una visión más realista. Si, como
hizo Christopher Nolan con Batman. Pero, al menos, Nolan nos dio tres auténticos
películones muy superiores a lo que nos han ofrecido aquí.
Y lo que nos han ofrecido aquí es una película de
acción y aventuras que está bien, con una dirección correcta, un logrado diseño
de producción y unas buenas interpretaciones, pero que resulta bastante
simplona, se ve tan rápido como se olvida y se sustenta principalmente en su
protagonista.
Una protagonista que hace un gran trabajo, tanto
físico como a nivel de interpretación, lleva muy bien el peso de la película
sobre sus hombros, pero no consigue meterse en la piel de Lara Croft pese a que
lo intenta, y mucho.
En resumen, una película buena, pero que no
compensa los 15 años que ha habido que esperar para volver a ver Tomb Raider en el cine.
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