6 de marzo de 2013

LA JUNGLA: UN BUEN DÍA PARA MORIR (2013)
















John McClane (Bruce Willis) ha vuelto y ahora llega a Rusia para seguir haciendo de las suyas. La razón de su traslado a ese país es su hijo, Jack (Jai Courtney), quién se ha metido en un lío. Sin embargo, una vez allí descubre que su hijo es en realidad un agente de la CIA metido de lleno en una operación internacional en la que debe proteger la vida de Yuri Komarov (Sebastian Koch), un preso político que posee pruebas contra Viktor Chagarin (Sergei Kolesnikov), un alto cargo corrupto que se perfila como nuevo presidente del país. Sin embargo, nada es lo que parece y padre e hijo deberán unir fuerzas para sobrevivir y poner fin a un complot que podría tener drásticas consecuencias internacionales.

Esta es la premisa argumental de A Good Day to Die Hard, conocida en España como La Jungla: Un buen día para morir, la quinta entrega de la saga Jungla de Cristal, de la que yo soy fan incondional.

Para mi, la primera entrega y la película que lo comenzó todo, La Jungla de Cristal (John McTiernan, 1988), es una de mis películas favoritas; un film para el que solo tengo palabras de elogio. Una película excelente que es ya todo un clásico y un film de culto para muchos; especialmente, los de mi generación.


Su primera secuela fue La Jungla 2: Alerta Roja (Renny Harlin, 1990). Es una secuela hecha mas a lo grande, en un escenario mucho mayor y con mucha mas espectacularidad y despliegue de medios. Para mi no llega a la maestría de la primera, pero si me parece una película estupenda y una secuela mucho mas que digna. A esta le siguió la tercera entrega, Jungla de Cristal: La Venganza (1995), que recuperaba a John McTiernan como director y que para mi está muy igualada en calidad a la segunda, a la que llega a superar en muchos aspectos.

Muchos años después llegaría la cuarta entrega, La Jungla 4.0 (Len Wiseman, 2007), la cual yo esperé como agua de mayo y me llevé una de las mayores decepciones que me he llevado en mi vida. La película no era mala del todo, era espectacular y estaba bien dirigida, pero su guión era una patata, el argumento no había por donde cogerlo y el villano principal era una mierda cuando en estas películas la figura del villano ha sido siempre magistral; especialmente, en la primera. Sin mencionar a Justin Long como insoportable compañero de fatigas de McClane; nunca había estado tan de acuerdo con los críticos.

Es por ello que, aunque también he esperado esta quinta entrega como agua de mayo, también la he esperado con cierto temor de que vuelvan a cagarla de nuevo.


Ahora, tras haber visto por fin la película, mi veredicto es que, afortunadamente, esta quinta entrega mejora mucho a la cuarta, pero está muy lejos de las dos primeras secuelas y a años luz de la primera.


La película me ha gustado. He salido de verla con bastante satisfacción y, aunque me ha decepcionado en algunas cosas, no me ha resultado tan cecepcionante como su predecesora.

Para empezar, está muy bien dirigida. John Moore, director de películas como Tras la Linea Enemiga (2001), El Vuelo del Fenix (2004), La Profecía (2006) y Max Payne (2008), es un director que no es brillante y nunca llegará a despuntar, pero es un tipo eficiente que sabe hacer bien su trabajo; especialmente, en las escenas de acción. Frente a las efectistas y vertiginosas escenas del anterior film, aquí las escenas de acción son mas brutales y espectaculares, mucho mas en la linea de las primeras películas y del cine de acción de los 90. Buenos ejemplos son la espectacular persecución de coches, los tiroteos, el helicóptero de combate disparando contra el edificio o la impresionante escena final donde también hay implicado otro helicóptero.


Luego está que la película entretiene mucho. El ritmo es de lo mas fluido y su corta duración también ayuda. En serio, es totalmente entretenida, no pierde el tiempo en cosas absurdas o tiempos muertos sin interés alguno y la historia va directa al grano y todo transcurre de principio a fin sin problemas. Puede que el guión, escrito por Skip Woods, sea muy simple, lo mismo que su historia, pero al menos no se desmadra como en la anterior entrega y resulta bastante efectivo; además, al final se esfuerza en sorprender –aunque la sorpresa final era de esperar; todo hay que decirlo –.

En lo que mas falla la película es en los personajes. No los actores, que lo hacen medianamente bien, sino en los personajes, muy poco trabajados y bastante planos.

Bruce Willis vuelve a estar magistral como John McClane –su personaje mas icónico y, para mi, el mejor de todos los que ha interpretado este gran actor –y su trabajo en la película es estupendo; sigue siendo tan irónico como siempre y, además, aquí puede volver a soltar tacos. Sin embargo, en esta película da mas la sensación de ser un artista invitado en lugar de ser el protagonista principal. McClane se caracteriza por estar siempre en el lugar equivocado en el momento menos indicado, pero siempre ha sido el eje central de la trama a cuyo alrededor se desarrolla la historia. Aquí, en cambio, está como ausente casi todo el tiempo. Hay momentos en los que llega a lucirse, pero son pocos.

Su hijo en la ficción, Jai Courtney, no lo hace del todo mal, pero tampoco del todo bien. El tipo cumple, pero no termina dando todo lo que tiene que dar y su personaje termina siendo algo descafeinado.

Luego están los villanos, los cuales salen poco, pasan sin pena ni gloria y están muy desaprovechados; especialmente, la bella Yuliya Snigir, de quién comprobé con horror que en la película han censurado la escena donde se queda en ropa interior en un aparcamiento subterraneo mientras se cambia su indumentaria de motera por un vestido. Puede verse como llega en moto y comienza a bajarse la cremallera del ajustado mono negro que lleva, pero en seguida cortan y pasan al siguiente plano. Es increíble, porque esta escena nos la pusieron hasta la saciedad en trailes, imágenes y Tv-spots y a, la hora de la verdad, van y le pasan la tijera cual Mariano Rajoy.


Cabe decir que en la película tiene una pequeña aparición, al principio y al final, Mary Elizabeth Winstead, que repite su papel de hija de John McClane de la anterior entrega, donde también fue muy desaprovechada a pesar de que tuvo mas presencia.

A la película no le está yendo mal, aunque tampoco tan bien como esperaba. Con un presupuesto de 92 millones de dólares, tan solo lleva recaudados en EEUU 60 millones. Es en el resto del mundo donde le están yendo mejor las cosas con 162 millones recaudados que hacen que la película lleve hechos un total de 222 millones de dólares, mas que suficiente para que pongan en marcha una sexta entrega de la que ya se habla.

Resumiendo.

La película no está mal. Como ya he dicho, es muy entretenida, su duración es muy corta y cumple en lo que a escenas de acción y espectacularidad se refiere. Pero también es una película muy simple y está muy lejos de ser grandiosa. Una película para pasar el rato que se ve tan rápido como se olvida y que, sin duda, estará bien para cuando la pasen por Tv y no haya otra cosa que hacer.


Como entrega de la saga Jungla de Cristal, gana mucho si la comparamos con la cuarta entrega, pero pierde mucho si la comparamos con las tres primeras.

De todas maneras, se merece el aprobado. Por lo menos me ha hecho pasar un buen rato todo el tiempo que dura y no me ha provocado una decepción tan grande como hizo la anterior. Además, trata de parecerse a las primeras entregas de la saga y eso es de agradecer; aunque no lo consiga.





YIPEE KI-YAY, HIJO DE PUTA









1 comentario:

Edu Wallace dijo...

Díos Mío! Casi, casi podríamos formar un pequeño grupo de aquellos o aquellas que les parece entretenida o hasta buena la última de Jungla de Cristal; eso sí sin hacer mucho ruido. Por este hecho me hago seguidor. Un saludo!