John
McClane (Bruce Willis) ha vuelto y ahora llega a Rusia para seguir
haciendo de las suyas. La razón de su traslado a ese país es su
hijo, Jack (Jai Courtney), quién se ha metido en un lío. Sin
embargo, una vez allí descubre que su hijo es en realidad un agente
de la CIA metido de lleno en una operación internacional en la que
debe proteger la vida de Yuri Komarov (Sebastian Koch), un preso
político que posee pruebas contra Viktor Chagarin (Sergei
Kolesnikov), un alto cargo corrupto que se perfila como nuevo
presidente del país. Sin embargo, nada es lo que parece y padre e
hijo deberán unir fuerzas para sobrevivir y poner fin a un complot
que podría tener drásticas consecuencias internacionales.
Esta
es la premisa argumental de A Good Day to Die Hard, conocida
en España como La Jungla: Un buen día para morir, la quinta
entrega de la saga Jungla de Cristal, de la que yo soy fan
incondional.
Para mi, la primera entrega y la película que lo comenzó todo, La Jungla de Cristal (John McTiernan, 1988), es una de mis películas favoritas; un film para el que solo tengo palabras de elogio. Una película excelente que es ya todo un clásico y un film de culto para muchos; especialmente, los de mi generación.
Su primera secuela fue La Jungla 2: Alerta Roja (Renny Harlin, 1990). Es una secuela hecha mas a lo grande, en un escenario mucho mayor y con mucha mas espectacularidad y despliegue de medios. Para mi no llega a la maestría de la primera, pero si me parece una película estupenda y una secuela mucho mas que digna. A esta le siguió la tercera entrega, Jungla de Cristal: La Venganza (1995), que recuperaba a John McTiernan como director y que para mi está muy igualada en calidad a la segunda, a la que llega a superar en muchos aspectos.
Muchos
años después llegaría la cuarta entrega, La Jungla 4.0 (Len
Wiseman, 2007), la cual yo esperé como agua de mayo y me llevé una
de las mayores decepciones que me he llevado en mi vida. La película
no era mala del todo, era espectacular y estaba bien dirigida, pero
su guión era una patata, el argumento no había por donde cogerlo y
el villano principal era una mierda cuando en estas películas la
figura del villano ha sido siempre magistral; especialmente, en la
primera. Sin mencionar a Justin Long como insoportable compañero de
fatigas de McClane; nunca había estado tan de acuerdo con los
críticos.
Es
por ello que, aunque también he esperado esta quinta entrega como
agua de mayo, también la he esperado con cierto temor de que vuelvan
a cagarla de nuevo.
Ahora,
tras haber visto por fin la película, mi veredicto es que,
afortunadamente, esta quinta entrega mejora mucho a la cuarta, pero
está muy lejos de las dos primeras secuelas y a años luz de la
primera.
La
película me ha gustado. He salido de verla con bastante satisfacción
y, aunque me ha decepcionado en algunas cosas, no me ha resultado tan
cecepcionante como su predecesora.
Para
empezar, está muy bien dirigida. John Moore, director de películas
como Tras la Linea Enemiga (2001), El Vuelo del Fenix
(2004), La Profecía (2006) y Max Payne (2008), es un
director que no es brillante y nunca llegará a despuntar, pero es un
tipo eficiente que sabe hacer bien su trabajo; especialmente, en las
escenas de acción. Frente a las efectistas y vertiginosas escenas
del anterior film, aquí las escenas de acción son mas brutales y
espectaculares, mucho mas en la linea de las primeras películas y
del cine de acción de los 90. Buenos ejemplos son la espectacular
persecución de coches, los tiroteos, el helicóptero de combate
disparando contra el edificio o la impresionante escena final donde
también hay implicado otro helicóptero.
Luego
está que la película entretiene mucho. El ritmo es de lo mas fluido
y su corta duración también ayuda. En serio, es totalmente
entretenida, no pierde el tiempo en cosas absurdas o tiempos muertos
sin interés alguno y la historia va directa al grano y todo
transcurre de principio a fin sin problemas. Puede que el guión,
escrito por Skip Woods, sea muy simple, lo mismo que su historia,
pero al menos no se desmadra como en la anterior entrega y resulta
bastante efectivo; además, al final se esfuerza en sorprender
–aunque la sorpresa final era de esperar; todo hay que decirlo –.
En lo
que mas falla la película es en los personajes. No los actores, que
lo hacen medianamente bien, sino en los personajes, muy poco
trabajados y bastante planos.
Bruce
Willis vuelve a estar magistral como John McClane –su personaje mas
icónico y, para mi, el mejor de todos los que ha interpretado este
gran actor –y su trabajo en la película es estupendo; sigue siendo
tan irónico como siempre y, además, aquí puede volver a soltar
tacos. Sin embargo, en esta película da mas la sensación de ser un
artista invitado en lugar de ser el protagonista principal. McClane
se caracteriza por estar siempre en el lugar equivocado en el momento
menos indicado, pero siempre ha sido el eje central de la trama a
cuyo alrededor se desarrolla la historia. Aquí, en cambio, está
como ausente casi todo el tiempo. Hay momentos en los que llega a
lucirse, pero son pocos.
Su
hijo en la ficción, Jai Courtney, no lo hace del todo mal, pero
tampoco del todo bien. El tipo cumple, pero no termina dando todo lo
que tiene que dar y su personaje termina siendo algo descafeinado.
Luego
están los villanos, los cuales salen poco, pasan sin pena ni gloria
y están muy desaprovechados; especialmente, la bella Yuliya Snigir,
de quién comprobé con horror que en la película han censurado la
escena donde se queda en ropa interior en un aparcamiento subterraneo
mientras se cambia su indumentaria de motera por un vestido. Puede
verse como llega en moto y comienza a bajarse la cremallera del
ajustado mono negro que lleva, pero en seguida cortan y pasan al
siguiente plano. Es increíble, porque esta escena nos la pusieron
hasta la saciedad en trailes, imágenes y Tv-spots y a, la hora de la
verdad, van y le pasan la tijera cual Mariano Rajoy.
Cabe decir que en la película tiene una pequeña aparición, al principio y al final, Mary
Elizabeth Winstead, que repite su papel de hija de John McClane de la
anterior entrega, donde también fue muy desaprovechada a pesar de
que tuvo mas presencia.
A la
película no le está yendo mal, aunque tampoco tan bien como
esperaba. Con un presupuesto de 92 millones de dólares, tan solo
lleva recaudados en EEUU 60 millones. Es en el resto del mundo donde
le están yendo mejor las cosas con 162 millones recaudados que hacen
que la película lleve hechos un total de 222 millones de dólares,
mas que suficiente para que pongan en marcha una sexta entrega de la
que ya se habla.
Resumiendo.
La
película no está mal. Como ya he dicho, es muy entretenida, su
duración es muy corta y cumple en lo que a escenas de acción y
espectacularidad se refiere. Pero también es una película muy
simple y está muy lejos de ser grandiosa. Una película para pasar
el rato que se ve tan rápido como se olvida y que, sin duda, estará
bien para cuando la pasen por Tv y no haya otra cosa que hacer.
Como
entrega de la saga Jungla de Cristal, gana mucho si la
comparamos con la cuarta entrega, pero pierde mucho si la comparamos
con las tres primeras.
De
todas maneras, se merece el aprobado. Por lo menos me ha hecho pasar
un buen rato todo el tiempo que dura y no me ha provocado una
decepción tan grande como hizo la anterior. Además, trata de
parecerse a las primeras entregas de la saga y eso es de agradecer;
aunque no lo consiga.
YIPEE KI-YAY, HIJO DE PUTA
Díos Mío! Casi, casi podríamos formar un pequeño grupo de aquellos o aquellas que les parece entretenida o hasta buena la última de Jungla de Cristal; eso sí sin hacer mucho ruido. Por este hecho me hago seguidor. Un saludo!
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