Ha
habido rodajes de películas que han pasado a la historia al
convertirse en un infierno para los responsables de sus respectivas
películas; los de Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963) o
Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979) son dos buenos
ejemplos de ello.
Sin
embargo, nunca un rodaje había llegado a resultar, incluso, mas
interesante que su respectiva película como lo fue el de esta
epopeya futurista que no deja de ser un Mad Max pasado por
agua al servicio de un Kevin Costner que había comenzado su declive
como estrella de Hollywood.
Empecemos.
En un
futuro indeterminado –aunque podría ser hacia el año 2500 –,
los casquetes polares se han derretido y la Tierra vive completamente
sepultada por el agua. Los supervivientes se han visto obligados a
convivir entre ellos viviendo en grandes atolones artificiales o a
vagabundear por ese inmenso e interminable océano en el que se ha
convertido el mundo dedicándose al pillaje o al trueque. A esto
último se dedica Mariner (Kevin Costner), un solitario que viaja a
bordo de un trimarán sin rumbo fijo y dedicándose al trueque con
cada atolón que se encuentra. En uno de ellos descubren que es un
mutante que posee branquias que le permiten respirar bajo el agua y
esto provoca un incidente que hace que sea capturado y condenado a
muerte. No obstante, el atolón es atacado por los Smokers, unos
bandidos salvajes que representan un terrible peligro en ese mundo y
que son liderados por Deacon (Dennis Hopper). Durante el ataque,
Mariner es liberado por Helen (Jeanne Tripplehorn), una bella mujer
local, con la condición de que ayude a escapar a ella y a una niña,
Enora (Tina Majorino), a la que los Smokers persiguen especialmente,
ya que en su espalda lleva tatuado un mapa que indica como llegar
hasta Tierra Seca, el único lugar del mundo que, según la leyenda,
aún no ha sido cubierto por el agua.
Todo
comenzó en 1991, cuando Kevin Costner tuvo constancia de un proyecto
que la Universal tenía guardado y del que se interesó tanto que no
paró hasta que llegar a un acuerdo con el estudio para
protagonizarlo y, además, producirlo, llegando a tener un control
total sobre la película.
El
propio Costner fue quién eligió al que sería su director, pasando
de las sugerencias del estudio, que le proponía a Robert Zemeckis, y
contratando a Kevin Reynolds, con quién ya había trabajado en las
películas ¿Donde dices que Vas? (1985), Robin Hood,
príncipe de los ladrones (1991) y Rapa Nui (1994) –de
la que Costner solo fue productor –. El rodaje se llevó a cabo en
Hawaii; concretamente, junto a las costas de Isla Grande.
Inicialmente, estaba previsto que el presupuesto fuera de 60 millones
y que la duración del rodaje fuera de 96 días; previsiones que no
se cumplieron ni de coña.
Para
empezar, rodar en el mar es mucho mas complejo que rodar en tierra o
dentro de un tanque de agua y esto siempre acarrea muchos problemas
y, sobre todo, retrasos; bien lo sabe Steven Spielberg cuando hizo
Tiburón (1975). Y esta película no fue una excepción.
El
rodaje comenzó en junio de 1994, tres meses después de lo previsto,
y desde el primer momento fue una larga sucesión de problemas, tanto
a nivel técnico como artístico.
El
guión, obra de los cineastas Peter Rader (La Casa
de la Abuela) y David
Twohy (trilogía Riddick),
era continuamente reescrito en plena producción a pesar de no estar
del todo terminado. Joss Whedon (Los Vengadores)
fue llevado allí para solucionar los problemas con el guión –aunque
luego no aparecería acreditado –y, aunque estaba previsto que solo
estuviera una semana –puesto que su sueldo era de 100.000 dólares
por semana –, su estancia se prolongó hasta siete semanas de las
que Whedon no guarda muy buen recuerdo, afirmando que aquello fueron
para él 7 semanas en el infierno.
Y
razón no le falta, ya que aquel rodaje fue una auténtica pesadilla.
No había día en que miembros del equipo no cayesen enfermos.
También hubo un sin fin de accidentes y muchos actores y
especialistas salieron heridos; incluso el propio Costner estuvo muy
cerca de perder la vida. Los médicos se veían obligados a atender a
mas de 50 personas cada día.
Luego
todo eran retrasos, ya que, como he dicho antes, rodar en el mar
complicaba mucho las cosas. Secuencias que en tierra solo hubieran
llevado unas horas, en el agua tardaban en rodarse varios días;
incluso semanas. Los retrasos se debieron, en su mayoría, a
problemas técnicos; los cuales eran constantes.
El mas famoso de todos tiene que ver con la ciudad flotante construida para recrear el atolón. Aquel megalómano decorado costó 4 millones de dólares y para construirlo hubo que traer acero de EEUU porque en el que traían de Isla Grande se agotó. El problema es que fueron sorprendidos por un huracán y aquella construcción no pudo aguantar sus 1.000 toneladas de peso y terminó hundiéndose en el agua, lo que obligó a reconstruirla con un gasto similar.
El presupuesto previsto de 60 millones de dólares rápidamente se vio superado y en solo unas semanas se llegó a superar los 100 millones. Es impresionante la cantidad de dinero que se gastó en esta película. Y no solo en gastos de producción.
Por ejemplo, para el trimarán que utiliza el personaje de Costner se construyeron en EEUU dos versiones de este de 60 píes de largo y con un valor de 465.000 dólares cada uno que fueron llevadas hasta la isla en un Boeing 747. El problema era que el aeropuerto de allí no tenía pista suficiente para un avión de esas magnitudes, lo que obligó a realizar unas obras de ampliación del aeropuerto financiada por el estudio.
También
hubo que construir una enorme plataforma flotante y llenarla de
retretes portátiles para que los miembros del equipo, que sufrían
constantes vómitos y diarreas, pudieran defecar sin tener que ser
enviados a la isla en lancha, retrasando aún mas la producción.
Otro
gasto adicional fueron 30 dólares que el estudio debía pagar a cada
miembro del equipo que tuviera que incumplir los horarios fijados por
los sindicatos a causa de los retrasos de la filmación, lo cual
ocurría cada día y no había miembro del equipo que se librara. Se
dice que al estudio le costó mas de 2 millones y medio de dólares
la broma.
Luego,
encima, hasta tuvieron problemas con la ley cuando el preparador
físico de Costner fue detenido con 2.000 kilos de esteroides encima.
A
pesar de la amistad entre ambos, la relación entre Costner y
Reynolds se deterioró enormemente y las peleas entre ambos fue
constantes. Aún así, el actor le defendió cuando, en septiembre de
1994, los productores cargaron sobre el director toda la
responsabilidad de aquel rodaje que se les había ido de las manos y
quisieron despedirle. Aunque, otras fuentes apuntan a que el director
fue apartado y fue el propio Costner quién se sentó en la silla de
director y terminó de rodar la película.
Aunque,
Costner no solo tuvo problemas con Reynolds, ya que no caía nada
bien a los miembros del equipo; a los que no les hizo ninguna gracia
tener que hospedarse en hoteles de mala muerte mientras él se
hospedaba en un lujoso bungalow de 1.800 dólares la noche.
Al
final, ese rodaje que debía haber durado 96 días, se prolongó
hasta 157 días y su presupuesto de 60 millones de dólares se
incrementó hasta 175 millones –una burrada para la época –, lo
que convirtió a aquella producción en la película mas cara de la
historia en su tiempo.
El
montaje tampoco fue un camino de rosas. Los productores rechazaron un
primer montaje de 4 horas de duración que hizo Reynolds y dejaron el
montaje en manos de Costner. Este hizo un nuevo montaje de 165
minutos, pero también fue rechazado hasta que, finalmente, se aprobó
un montaje final de 135 minutos.
La
película se estrenó en EEUU el 28 de julio de 1995 -a España llegaría el 8 de septiembre -. Se esperaba que
la taquilla ayudara a compensar la gran cantidad de dinero invertida;
pero nada mas lejos de la realidad. La película solo recaudó 88
millones de dólares en EEUU y, aunque salvó los muebles con la
taquilla mundial, con 175 millones mas recaudados en el resto del
mundo que hacían un total de 264 millones de dólares, el film no
pudo librarse de ser etiquetado como fracaso.
La
peor parte se la llevó Kevin Costner, quién ya venía precedido por
otros dos grandes fracasos, Wyatt Earp
(Lawrence Kasdan, 1994) y La Guerra
(Jon Avnet, 1994), y no pareció escarmentar tras este desastre
cuando solo dos años después se metió de lleno como protagonista,
productor y director en otra gran superproducción futurista y
post-apocalíptica, Mensajero del Futuro (1997),
que también se estrenó en taquilla. Waterworld
fue el inicio de su declive como estrella de Hollywood y, aunque ha
tenido algún que otro éxito menor estos últimos años, su carrera
aún no se ha recuperado del todo; aunque, este año tiene una buena
oportunidad de hacerlo con Man of Steel,
donde interpreta al padre adoptivo de Superman.
Al
principio he afirmado que la producción de esta película resulta
mas interesante que la película en sí y eso es cierto, porque la
película, la verdad, no es nada del otro mundo. No es mala, me
parece una buena película pero, desde luego, no es, para nada, un
film brillante y, mucho menos, justifica que se invirtiera tal
cantidad de dinero y medios en ella, porque es mas bien una película
mas cercana al serie B.
El
principal problema de la película es que, en ocasiones, el ritmo
falla y se hace muy larga y pesada y hay momentos en los aburre
terriblemente. Además, hay un montón de lagunas argumentales,
debidas a los muchos cortes que sufrió en la sala de montaje, que
empeoran las cosas. Hay una versión extendida que dura 176 minutos
cuyo metraje extra ayuda mucho a la historia y arroja luz sobre
muchas incógnitas que deja la versión anterior –como la escena
final donde los protagonistas descubren que Tierra Seca es, en
realidad, la cima del Everest –. Sin embargo, debido a un mal
montaje, esta versión es también un arma de doble filo, ya que hace
que la película resulte mas lenta y aburrida. Ocurre exactamente lo
contrario que, por ejemplo, con Apocalypse Now Redux, donde el
metraje extra hacía que el ritmo de la película resulte mas fluido
y, a pesar de tener una mayor duración, la película se hace menos
larga. Con la versión extendida de Waterworld ocurre exactamente lo
contrario.
Su
argumento y su guión son de lo mas simplones; y varios diálogos
insufribles empeoran mas las cosas. Como ya he visto, la película
bebe mucho de la saga Mad Max, sobre todo de la segunda
entrega, la estupenda Mad Max 2: El Guerrero de la Carrera
(George Miller, 1981); sin embargo, carece mucho de la fuerza y la
garra de aquellas películas. Además, el personaje de Mariner carece
por completo del carisma y la potencia de Max Rockatansky a pesar de
la buena interpretación de Kevin Costner, quién hace un buen
trabajo en este film, aunque muy por debajo del nivel de anteriores
trabajos.
El
resto de los actores tampoco lo hacen mal, pero no dan todo lo que
tienen que dar –especialmente, Dennis Hopper y la bella Jeanne
Tripplehorn, capaces de interpretaciones mucho mejores –y la
dirección de actores no saca lo mejor de ellos.
No
obstante, a su favor, la película tiene que es todo un espectáculo.
Las escenas de acción son terriblemente espectaculares,
adrenalíticas y están muy bien rodadas y coreografiadas. Secuencias
como la del ataque al atolón por parte de los Smockers, el
hidroavión dando vueltas mientras está enganchado al trimarán de
Mariner o el espectacular tramo final son momentos realmente
impresionantes.
Además,
también hay momentos muy logrados, como cuando Mariner caza a un
monstruo marino poniéndose como cebo, la visita submarina a la
ciudad sumergida o ese comienzo tan ingenioso en el que vemos como la
Tierra del logotipo de la Universal se va inundando.
Mi
veredicto final es que Waterworld no es una mala película. Es
un film aceptable que se deja ver y que, sin duda, es una buena
elección cuando la pasan por Tv y no hay otra cosa para ver. No
obstante, es una película bastante simplona y falta de épica cuyo
conjunto no justifica su enorme presupuesto y despliegue de medios.
Y es
que, en el fondo, no es mas que una cinta de serie B en la que,
incomprensiblemente, se gastaron una millonada.
3 comentarios:
Como siempre una excelente Review, tocaste todos los puntos en los que falla esta película y no dejaste nada afuera.
Si bien no es una buena película, podría decir que es un placer culpable que tengo, siempre he tenido esa fascinación por el cine post apocalíptico, influenciado por Mad Max II, por lo que me sentí muy atraído por todo ese entorno que tiene Waterworld, que tiene una producción impecable, eso no se discute, lo que si falla a mi gusto, es el protagonista, a Kevin Costner nunca lo he encontrado un actor que me entusiasme sus aventuras ni menos aun que le pase al personaje con su sosa y a veces dormilona actuación. Eso sí, hay dos magistrales excepciones, en Los Intocables y Danza con Lobos, pero eso harina de otro costal.
El Director’s Cut si bien arregla mucho agujeros argumentales, no le ayuda mucho, porque la hace algo más perezosa, siendo que se agradece ese material adicional, aunque apenas supe que existía lo busque de inmediato, como te digo un placer culpable de cine de aventuras y mas encima en un ambiente futurista.
Yo creo que si esta película se hubiera hecho en esta época, con más facilidades para filmar en ambientes súper complicados como el marítimo, le hubiera ido algo mejor, en el tema de no tener un presupuesto elevado, pero eso será otra historia.
Muy bien Review, y me he demorado un rato en dejar mi grano de arena, pero con este Review lo tenia que hacer. Saludos Axa y un abrazo.
De nuevo, muchas gracias.
Saludos y un abrazo a ti también.
Esta película fué una de mis favoritas de la infancia, la habré visto 10 veces por lo menos. Me encantan las pelis post-apocalipticas.Saludos desde València.
traffic-club
Cambiando el paradigma
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