Mostrando entradas con la etiqueta Bryan Cranston. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bryan Cranston. Mostrar todas las entradas

20 de abril de 2017

POWER RANGERS (2017)























Esta review llega con algo de retraso. Perdonad, pero estos días he tenido mucho lío.

Como ya dije en la review de Life, durante las pasadas vacaciones de Semana Santa aproveché para ver esa película y el film que ahora nos ocurpa.

Jason (Dacre Montgomery), Kimberly (Naomi Scott), Trini (Becky G), Zack (Ludi Lin) y Billy (RJ Cyler), cinco jóvenes estudiantes de secundaria de la pequeña ciudad de Angel Glove que a penas se conocen pese a ir al mismo instituto, se encuentran en una sala de castigo. Poco después, los cinco encuentran en una excavación unas extrañas monedas que les otorgan una serie de habilidades sobrehumanas. Todo esto les lleva hasta una extraña nave enterrada habitada por Alpha 5 (Bill Hader), un androide que les pone en contacto con Zordon (Bryan Cranston), una entidad que en el pasado lideró un poderoso grupo de guerreros.

Este les dice que ellos son ahora la nueva generación de ese grupo de guerreros, los Power Rangers, y deben hacer frente a Rita Repulsa (Elizabeth Banks), un ser maléfico que ha vuelto a despertar y busca reconstruir a su más poderoso lugarteniente, un ser hecho completamente de oro llamado Goldar, con el que podrá hacerse con un artefacto que le permitirá dominar todo el universo. Pero, antes de enfrentarse a ella, deben controlar sus poderes, cosa que les es difícil, lo que les obligará a soportar un duro entrenamiento.


Cualquiera de mi generación o que haya crecido en los años 90 seguro que conoce los Power Rangers. Pero, hablo de los Power Rangers originales, no de las muchas variaciones que han ido saliendo a lo largo de los años hasta el día de hoy, ya que la serie aún sigue haciéndose.

La serie original, cuyo título completo es Mighty Morphin Power Rangers, fue creada en 1993 por Haim Saban, dueño y principal responsable de esta franquicia –salvo un periodo, entre 2002 y 2009, en el que esta perteneció a Disney –. La serie cogió como punto de partida las series Super Sentai japonesas. Saban se hizo con los derechos de estas series y, a partir de una de ellas, Kyoryu Sentai Zyuranger, comenzó a realizar su serie.

Las series Super Sentai se caracterizaban por ser muy baratas, realizadas de una forma muy parecida a las Kaiju Eigas. Sin embargo, Saban se las arregló para gastar menos aún, ya que solo realizó las partes en la que los protagonistas visten de paisano y utilizó las escenas de acción de la serie japonesa, ya que el público no sabría que no eran los mismos actores quienes estaban bajo los trajes; con excepción de la Yellow Ranger, que en la serie japonesa era un chico.

No obstante, dado que las series Super Sentai solo duraban una temporada y eran reemplazadas por otras, Saban se vio finalmente obligado a meter a los actores americanos en los trajes, lo que permitiría poder verles sin el casco; eso si, las escenas correspondientes a los Zords si eran las de las series japonesas, justificando el tener que cambiarlos.

Así, Saban pudo mantener la continuidad durante unas temporadas. Pero, en vista de que los actores originales iban dejando la serie, decidió seguir como antes, adaptando la serie a las nuevas Super Sentais; así es como empezaron las distintas variaciones –Power Rangers Zeo, Power Rangers Turbo, Power Rangers in the Space… –que hoy día todavía duran, convirtiendo todo esto de los Power Rangers en una franquicia millonaria de la que Saban es su principal beneficiario.

No obstante, por encima de ellas siempre ha estado la serie original, la cual ya fue llevada al cine mucho antes de la realización de este film en Power Rangers: La Película (Bryan Singer, 1995). Dos años después se hizo una segunda película, Turbo Power Rangers (David Winning y Shuki Levy, 1997); aunque, esta última era más un episodio largo que servía de puente entre Power Rangers Zeo y Power Rangers Turbo.

La película que nos ocupa es un completo reboot inspirado en la serie original, fruto de una alianza de Saban con Lionsgate, quién vio en esto la posibilidad de crear una franquicia tipo Transformers; de hecho, se llegó a decir que tenían pensado hacer una saga de hasta seis películas.

No obstante, parece que esa posibilidad se ve muy remota, ya que, pese a su buen arranque, la película no está rindiendo en taquilla lo esperado. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, el film lleva recaudados 81 millones en EEUU y 47 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 128 millones de dólares.

No obstante, la película aún no lo tiene todo perdido. El próximo 12 de mayo se estrenará en China, un mercado cada vez más importante que ha salvado ya a varias superproducciones hollywoodienses, y todavía le queda estrenarse en Japón, a donde llegará el próximo 15 de julio, en donde sus raices en las series Super Sentai pueden jugar a su favor.

Así que es posible que la película haga dinero y que, al menos, veamos una secuela. Además, las críticas y las opiniones del público, pese a no ser de lo más entusiastas, están siendo más positivas de lo que se esperaba.

¿Y que opino yo? Pues a eso vamos.

Yo tenía muchas ganas a esta película, puesto que veía la serie en su día. Solamente llegué a ver la serie original y creo que no llegué a terminar de verla, ya que empecé a perderle interés cuando los actores originales empezaron a irse y la última temporada empezó a ser un desmadre de cuidado.


Sin embargo, los Power Rangers me traen muy buenos recuerdos, así que, cuando oí por primera vez que se hacía esta película, se me despertó mucho la nostalgia y me hice bastante expectativas que fueron aumentando con cada material de ella que iba saliendo.

Ahora que finalmente la he visto, puedo decir que me la película me ha gustado y que muchas de mis expectativas se han visto cumplidas; no todas, eso si.

Tal y como me esperaba, la película adapta muy libremente la serie original, pero manteniendo muy intacto el espiritu de esta, de tal forma que los que la veíamos la tengamos bastante presente. La escena en la que los protagonistas van con los Zords sonando la canción de la película original de fondo ha llegado a emocionarme, en serio.

La verdad es que no se le puede pedir mucho a la película, tan solo que tenga respeto por el material que adapta –cosa que han hecho –y ofrecernos un producto que solo sirve para pasar el rato. Pero un producto bien hecho, que haga disfrutar y que no de vergüenza ajena verlo; todo lo contrario a basuras apestosas como Dragonball: Evolution  (James Wong, 2009) o Cuatro Fantásticos (Josh Trank, 2015), que se pasaron por el forro de los cojones el material que decían adaptar.

De hecho, mientras veía esta película no paraba de decirme que su director, Dean Israelite, era quién debería haber dirigido Cuatro Fantásticos. Porque puede que su ópera prima, Project Almanac (2015), no sea tan redonda ni tan aclamada como Chronicle (2012), pero ha demostrado ser mucho más competente y respetuoso que el egocéntrico de Josh Trank.

Y es que el tipo hace un trabajo muy eficaz, tanto en las escenas de acción, muy espectaculares y hasta brutales, como en la dirección de actores y los momentos drámaticos.

Pero, en donde más ha mostrado su talento es en que nos encontramos con una película donde los protagonistas tardan mucho en ponerse los trajes y entrar en batalla y más de la mitad del film se centra en los personajes, en sus vidas y sus conflictos. Normalmente, en este tipo de películas esa parte suele ser un coñazo. Pero, en esta película no. Todo lo contrario, esa parte se disfruta muchísimo; de hecho, me atrevería a decir que llega a ser más interesante que la parte de la acción y los efectos especiales.

Frente a Life, que me aburrió terriblemente y me tuvo mirando el reloj casi desde el principio, esta película logra captar mi atención desde el primer momento. La forma en que refleja a los protagonistas, sus conflictos, la forma en que se van juntando –porque esto no es como la serie, donde todos eran una piña desde el principio –, como adquieren sus poderes y toda la movida que llevan hasta convertirse en los Power Rangers está muy bien tratada y eso hace que esta película se disfrute mucho.

Todo gracias a la buena mano de Israelite, quién no cae en la sensiblería ni en el dramatismo exagerado, ya que los conflictos que cada uno de los protagonistas lleva consigo están tratados de forma sutil, pero eficiente, no metiéndose de lleno en ellos, pero tampoco haciendo que pasen de largo ni le resulten indiferente al espectador.

Un buen ejemplo es el de Trini y su lesbianismo.

Unas semanas antes del estreno de la película salió la noticia de que esta película podía presumir de ser el primer film de superhéroes con un personaje homosexual entre sus protagonistas. Algo que me alegró, pero también me encendió las alarmas, ya que empecé a temer que quizá quisieran utilizar esto para envolverse en la bandera del arco iris para tratar de atraer al público LGBT.

Pero, nada más lejos de la realidad. En la película, esta parte está muy bien tratada y eso le hace ganar muchos puntos.

Como ya he dicho, los protagonistas no se ponen los trajes ni salen a pelear hasta la parte final. Pero, tranquilos, como ya he dicho esto no es Cuatro Fantásticos y al final tenemos una buena dosis de acción y efectos especiales; efectos especiales muy buenos, por cierto.

La parte del diseño de los trajes y los Zords no hace falta que hable mucho de ella. Ya me convencía el diseño en los tráilers, posters e imágenes y, una vez vistos en acción en la película, siguen convenciéndome. Incluso el nuevo Alpha 5 está muy bien, pese a ese diseño que le asemeja más a un marciano que a un robot.

Los protagonistas, pues están muy bien.

Los actores son jóvenes y todavía les queda mucho por mejorar, pero el trabajo que hacen en la película es bastante bueno. Desde luego, fue un gran acierto escoger a actores casi desconocidos, con mucho que demostrar, que a jóvenes estrellas con la vida resuelta que lo único que habrían hecho es lastrar el film.


Luego está el tema de los personajes, que ese ha sido otro acierto. Tal y como me esperaba, pese al cambio racial, los personajes, practicamente, siguen siendo como sus homólogos de la serie. Jason sigue siendo el líder, Kimberly la chica mona pero de armas tomar, Trini la más enigmática, Zack el graciosillo del grupo y Billy el intelectual. Y esto es algo muy de agradecer.

Aunque, en lo que a interpretación se refiere, aquí el premio gordo se los llevan los dos más famosos.

El siempre excelente Bryan Cranston, que está impresionante como Zordon y me gusta que le hayan dado al personaje un poco de doble moral, no siendo tan perfecto como en la serie.

Y, desde luego, Elizabeth Banks está fantástica como Rita Repulsa. Es una Rita muy diferente a la de la serie, lo cual es bueno, ya que la Rita original nunca me convenció como villana principal; de ahí que hubiese preferido más para esta película a Lord Zedd, que siempre me pareció mejor villano –hasta que hicieron que se casara con Rita y lo convirtieron en un payaso y una mala parodia de sí mismo –.

Si embargo, esta Rita Repulsa me ha parecido fenomenal. Toda una cabrona que provoca tanto asco como fascinación. Además, me gusta el origen que tiene en la película, como un Power Ranger que se pasó al lado oscuro. Desde luego, me gustaría verla en las siguientes secuelas –si es que las hacen –, cosa que puede suceder por el final que le dan en el film, haciendo realidad la frase: De una hostia te pongo en órbita.

Pero, bueno, no todo ha sido bueno en esta película.

Para empezar, el que le hayan dado un tono más adulto, y hasta violento –la película ha sido clasificada PG-13 –la ha beneficiado, pero también la ha perjudicado. Tal y como dije, es bueno que hayan tenido en cuenta que los que veíamos la serie original somos gente de más de 30 años y no nos ofrezcan un espectáculo para niños, pero también ha sido un arma de doble filo, ya que no le ha servido para captar mucho a las nuevas generaciones de espectadores; de ahí puede que venga su poco éxito.

Aunque, personalmente, a mí me ha gustado que le hayan dado un tono tan adulto. Pero, vamos, yo no soy todo el público.

La otra cosa que también la ha perjudicado de cara al público es que, aunque la parte la acción y los efectos es muy espectacular, también se hace demasiado corta. Yo he echado de menos más peleas con los masillas y me ha parecido que los protagonistas se han subido demasiado rápido a los Zords. No hay duda de que a la película le ha faltado metraje en toda esta parte.

Bueno, vamos resumiendo ya.

La película me ha parecido buena y he disfrutado mucho viéndola. No es ninguna obra de arte, pero entretiene mucho y deja muy buen sabor de boca.

Y, como adaptación, para mí ha pasado la prueba, logrando traer muy bien lo bueno de la serie original a los nuevos tiempos.

Una película muy recomendable, tanto a los que vieron la serie original como para los que no saben ni quienes son los Power Rangers.  

Yo, desde luego, espero que hagan una secuela porque quiero ver más. De hecho, durante los créditos finales hay una escena que apunta a por donde pueden ir los tiros en una supuesta secuela.








27 de mayo de 2014

GODZILLA (2014)

















ATENCION. Advierto que esta entrada contiene SPOILERS muy reveladores de la película. Quién aún no la haya visto que no la lea o lo haga bajo su total responsabilidad.





Por fin he podido ver Godzilla, nueva versión americana del famosísimo monstruo japonés y completo reboot de la franquicia que nos llega de la mano de un director joven y con poca experiencia, pero que ha demostrado tener mucho talento.

En 1999, mientras los científicos Ishiro Serizawa (Ken Watanabe) y Vivienne Graham (Sally Hawkins) investigan una mina en Filipinas donde han encontrado un enorme esqueleto y unas extrañas vainas en forma de huevo, la Planta Nuclear de Janjira, cerca de Tokio, experimenta una actividad sísmica inusual que el ingeniero supervisor, Joe Brody (Bryan Cranston), lleva días investigando. Es entonces cuando la planta sufre una gran explosión en la que Sandra (Juliette Binoche), la esposa de Joe, quién la había enviado con un equipo a investigar estas anomalías, muere.

15 años después, Ford Brody (Aaron Taylor-Johnson), el hijo de Joe y Sandra, vive en San Francisco junto a su esposa, Elle (Elizabeth Olsen), y su hijo, Sam (Carson Bolde), y es un oficial del ejército americano formando parte de un equipo antibombas. Por su parte, Joe está obsesionado con el suceso que causó la muerte de su esposa y está convencido de que lo que sucedió en la planta no fue un simple terremoto. Cuando intenta entrar en la zona de la planta nuclear, la cual está en cuarentena, es arrestado y Ford viaja hasta Japón para liberarlo. Sin embargo, Joe logra convencerle para que entre allí con él. Al hacerlo, descubren que la zona no es radiactiva y que allí el ejército americano está ocultando algo.


Godzilla es un personaje que creo que no necesita presentación. Un gigantesco monstruo con forma de saurio cuyo nombre hace referencia a un gigantesco monstruo marino de la mitología japonesa y que se creó, en parte, para criticar la bomba atómica de Hiroshima y el peligro de las armas nucleares.

Hizo su debut hace 60 años en la ya mítica película Japón bajo el terror del Monstruo (Ishirô Honda, 1954), a la que siguió una rápida secuela, Godzilla Contraataca (Motoyoshi Oda, 1955), y varios años después regresó en una tercera entrega, King Kong vs Godzilla (Ishirô Honda, 1962), donde se veía las caras con el famoso simio amante de las rubias. A partir de ahí comenzó una larga saga que, a través de tres etapas (Showa, Haisei y Millenium), ha perdurado las últimas seis décadas.

Sin embargo, el legado de Godzilla no se limita a una saga de películas, también ha influido mucho en la cultura popular nipona y ha llegado a crear un subgénero, el Kaiju Eiga, consistente en películas de monstruos gigantes e invasiones extraterrestres realizadas siempre con maquetas y tipos disfrazados.

Con todo esto, no es de extrañar que los americanos quisieran hacer sus propias versiones.

La primera versión americana llegó en 1998 en un ambicioso film dirigida por Roland Emmerich, que venía precedido del enorme éxito de Independence Day (1996), bajo el sello de Sony Pictures, que produjo la película a través de TriStar Pictures –subsidiaria de Columbia Pictures, también propiedad de Sony –. La película fue un éxito, pero no el enorme taquillazo que esperaban sus responsables y recibió muy duras críticas. Por no hablar de que los japoneses quedaron muy descontentos y renegaron de ella reactivando su saga con el inicio de la etapa Millenium.

Años después se supo que Legendary Pictures iba detrás de realizar una nueva versión, pero no se llegó a nada hasta que en 2010 se anunció la llegada a un acuerdo con Toho –compañía japonesa productora de las películas de Godzilla –para obtener los derechos y rápidamente, se puso en marcha un proyecto cinematográfico junto con sus socios de entonces, Warner Bros. Pictures.

Al frente de este proyecto se puso a Gareth Edwards, joven director británico que por aquellas fechas había sorprendido con su primera película, Monsters (2010), un film muy modesto, pero realizado con mucho talento.

Sin embargo, a pesar de contar ya con director, el proyecto no lograba salir adelante y todo parecía indicar que no llegaría a estrenarse en 2012, año en que se fijó su estreno. Sin embargo, en la Comic-Con de ese año, Edwards proyectó un breve footage que, entre otras cosas, mostraba un breve vistazo al monstruo, y la reacción de los asistentes fue de lo más entusiasta, haciendo que el proyecto resucitase y, rápidamente, se puso en marcha su producción fijando el estreno en 2014, año en que Godzilla cumple 60 años.


Así llegamos a la película que ahora nos ocupa, a la cual no le están yendo mal las cosas, puesto que a día de hoy lleva recaudados 156 millones de dólares solo en EEUU y 166 millones más a nivel mundial, haciendo un total de 322 millones de dólares. Por otro lado, la crítica no la está recibiendo muy bien; aunque no la están despellejando, como a la versión de 1998. La otra cara de la moneda es el público, que en su mayoría la está recibiendo de una forma muy entusiasta.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

No sé si hace falta decir que soy muy, muy, muy, muy, muy, pero que muy fan de Godzilla.

En mi infancia tuve la suerte de que en mi pueblo había un videoclub que era el paraíso de cualquier friki, ya que solo tenían películas de serie B o serie Z y muchas de esas películas eran kaiju eigas y, sobre todo, películas de Godzilla. Y, vamos, me las veía todas y me encantaban. Por entonces no me fijaba en la cutrez de sus efectos especiales y su diseño de producción. Hoy en día, en edad adulta, es imposible no fijarse en esas cosas. Pero, aún así, me importa poco y continúo viendo y disfrutando esas películas como el primer día.

En su momento esperé como agua de mayo la versión de 1998 y, cuando la vi, recuerdo que no me desagradó mucho ni me pareció el gran bodrio que decían que era. En lo que más fallaba era en el casting y en la historia de amor entre los protagonistas humanos, la cual llegaba a parecer a ratos salida de una comedia romántica. Pero como monster-movie no estaba mal. Además, el monstruo estaba muy bien hecho y su diseño molaba bastante. El problema es que se parecía a Godzilla lo que un huevo a una castaña; era más bien como un monstruo independiente que los americanos tomaban por el Godzilla japonés -como los japoneses nos quisieron hacer creer en una película posterior-.

Para mí, Emmerich hizo una monster-movie apreciable. Pero Godzilla no tuvo la versión americana que se merecía.

Ahora, los americanos han tenido una segunda oportunidad con este reboot que ha dirigido un director no curtido en las grandes superproducciones de efectos especiales, pero con mucho talento, y que guarda más fidelidad con el original japonés.

Pues bien, tras haber visto la película, puedo decir a las claras que esta me ha gustado mucho y me parece que por fin los americanos han hecho justicia con Godzilla. No obstante, también debo decir que ha habido algunos detalles que me han decepcionado y que, desgraciadamente, hacen que esta película no sea del todo redonda. Pero, tranquilos, que no me he llevado una decepción como la que me llevé el año pasado con Pacific Rim (Guillermo del Toro, 2013).

Comenzaré por las cosas buenas.

Y empiezo por su director, Gareth Edwards. El tipo ya demostró en Monsters que es un director con mucho talento al conseguir hacer una película muy buena con un presupuesto pequeño, pocos actores y un equipo técnico muy reducido. No obstante, aquí existía la duda de si iba a estar a la altura de una gran superproducción de 160 millones de dólares financiada por dos grandes estudios.

Para mí, el tipo ha hecho un excelente trabajo. La película está muy bien dirigida, con un ritmo que nunca decae y un impresionante acabado visual. También me ha gustado mucho su forma de enfocar la película desde el punto de vista de los humanos con un estilo que me ha recordado bastante a Monstruoso (Matt Reeves, 2008) –película que me gustó mucho –y con una muy lograda forma de ir creando tensión hasta el gran enfrentamiento final de una forma muy parecida a Encuentros en la Tercera Fase (Steven Spielberg, 1977); película que Edwards tuvo muy en mente a la hora de hacer esta película.

Esto es lo que no ha gustado a muchos críticos que dicen sentirse decepcionados con esta película, afirmando que Godzilla sale poco y que solo vale la pena los últimos 20 minutos y el resto es pura basura.


Yo, desde luego, no puedo estar más en desacuerdo con esta gente. Cierto que me hubiera gustado ver a Godzilla mas en pantalla, no lo voy a negar, pero creo que ha salido lo suficiente para satisfacer. Además, la película no se me ha hecho ni larga ni, mucho menos, aburrida. Aquí no ocurre como en Pacific Rim, donde la mayor parte de la película se sumergía en un pozo de aburrimiento, diálogos sosos y situaciones de todo menos interesantes.

Al contrario, esta película juega muy bien con los personajes, los diálogos y las situaciones, logrando un buen equilibrio entre drama y espectáculo. A todo esto ayuda un guión estupendo y muy trabajado que está en las antípodas del nefasto guión de Pacific Rim. Guión en el que, aunque solo aparezcan acreditados Dave Callaham y Max Borenstein –como autor del argumento y autor del guión, respectivamente –, han trabajado personalidades como David S. Goyer, Drew Pearce o el mismísimo Frank Darabont.

En cuanto a este nuevo Godzilla, me ha encantado. Durante mucho tiempo llegué a creer que hacer con CGI un Godzilla similar al original japonés era imposible. Sin embargo, esta película me ha dado un buen ¡Zas! En toda la boca.

Este nuevo Godzilla es impresionante y está muy bien hecho. Su diseño es excelente y, a pesar de que su cabeza sea algo mas cuadrada, es muy fiel al original japonés.

En la película han escogido al Godzilla defensor de la humanidad, siendo al final la única esperanza contra los MUTOS frente a un ejército americano que se ve impotente frente a esta nueva amenaza; de ahí que no entienda tantas críticas tachándola de patriota por tener tanta presencia militar –en la de 1998 vale porque ahí si los reflejaban como héroes; pero en esta… –. Me ha encantado el final, en el que tras derrotar a los MUTOS regresa al mar mientras la gente lo aplaude; todo lo contrario que en la película de 1998.

También me ha gustado mucho el nuevo origen que se le ha dado. Ya que aquí no es un ser radiactivo surgido como consecuencia de la bomba de Hiroshima. Si es radiactivo, pero se trata en realidad de un último superviviente de una especie prehistórica que habitaba la Tierra en una época anterior, incluso, a los dinosaurios en la que la Tierra estaba cubierta de radiación y que, cuando la radiación se acabó, se metieron en el fondo de los océanos, cerca de núcleo central de la Tierra. También está muy bien lo de que el que el ejército americano supiera de su existencia desde que lo despertaron en 1954 e intentaran matarlo con explosiones nucleares que ocultaron como pruebas nucleares,

Por su parte, los MUTOS no están mal. Son seres nuevos creados mezclando elementos de otros enemigos de Godzilla, como Rodan, Mothra o Gigan.

Ahora vamos con las cosas malas.

Empiezo por la muerte del personaje de Bryan Cranston, quién, como era de esperar, hace una excelente interpretación; siendo sin duda lo mejor de un reparto que, en general, hace un buen trabajo. Además, pienso que hubiera llevado mucho mejor el protagonismo de la película en lugar de su hijo en la ficción, Aaron Taylor-Johnson, quién no lo hace mal, pero no le he encontrado muy a la altura de lo que su papel requiere.

Otro defecto relacionado con el reparto es Elizabeth Olsen. No es que lo haga mal, al contrario, está fantástica y, desde luego, le podría dar unas cuantas lecciones a sus hermanas mayores. El defecto es que la desaprovechan mucho.

No obstante, el mayor defecto que tiene la película son dos escenas en concreto.

Una es cuando se produce el primer enfrentamiento entre Godzilla y el MUTO macho en Hawaii. Cuando los vemos a los dos frente a frente dispuestos a darse de hostias, cortan y lo único que vemos de ese enfrentamiento son escenas salteadas en la Tv.

La otra escena es el segundo enfrentamiento entre Godzilla y el MUTO macho en San Francisco; un enfrentamiento que, encima, iba a ser a plena luz del día. Sin embargo, vuelven a hacer lo mismo, cuando los dos se disponen  a pelear cierran las puertas y nos vuelven a dejar con la miel en los labios.


Menos mal que al final tenemos una espectacular pelea entre Godzilla y los dos MUTOS que es una auténtica pasada, ya que hasta vemos a Godzilla utilizando su famoso aliento radiactivo y todo. Esta pelea compensa bastante esos dos momentos anteriores pero, aún así, me dejaron un muy mal sabor de boca.

Espero sinceramente que esa maniobra no sea por lo de enfocar la película desde el punto de vista de los humanos –lo cual sería una terrible gilipollez –y obedezca más problemas técnicos con los efectos especiales que les obligó a cambiar esas escenas.

Como ya he dicho, esos defectos impiden que la película sea totalmente redonda. Pero no impiden que este reboot de Godzilla sea una película muy buena, disfrutable de principio a fin y que hace las delicias de cualquier fan de las kaiju eigas y del monstruo japonés.

Desde luego, Gareth Edwards demuestra por segunda vez que es un director excelente y un tipo con mucho talento que tiene ante sí una muy prometedora carrera por delante. Que ganas tengo de ver ese spin-off de Star Wars que él va a dirigir y que llegará en 2016. Y también espero con muchas ansias la secuela de esta película; donde espero que se corrijan los defectos de estos.


Desde luego, me HA ENCANTADO esta película, que a ratos ha llegado a emocionarme y todo. Sin duda, la recomiendo abiertamente, tanto a los que son fans de Godzilla, como yo, como a cualquiera que ni haya visto nunca una de sus películas.