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8 de abril de 2015

MORTADELO Y FILEMÓN CONTRA JIMMY EL CACHONDO (2014)


















Nueva adaptación cinematográfica de los famosos personajes creados por Francisco Ibáñez. Esta vez, en forma de película realizada enteramente en animación 3D que rompe por completo con las películas anteriores, realizadas en acción real, haciendo un reboot completo de la franquicia.

Las instalaciones de la T.I.A han sufrido un ataque por parte de Jimmy el Cachondo (Gabriel Chame) y sus secuaces, quienes se han hecho con una caja fuerte que porta un valioso documento secreto, lo que la convierte en el hazmerreír de todas las agencias de información. Ante esta crisis, El Súper (Mariano Venancio) les encarga a los chapuceros agentes Mortadelo (Karra Alejalde) y Filemón (Janfri Topera) la misión de encontrar la guarida de Jimmy y recuperar el documento. Aunque, estos tienen sus propios problemas. Tronchamulas (José Alias), un gigantesco matón acaba de salir de la cárcel después de cumplir 15 años y su máximo deseo es vengarse de Filemón, ya que fue quién hizo que lo encarcelaran utilizando pruebas falsas.

La película está dirigida por Javier Fesser, en la que es su segunda incursión en este mundo, ya que él dirigió la primera película en acción real de las historietas de Ibáñez, La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón (2003).

Esto causaba cierto temor, porque aquella película, aunque fue un enorme éxito de taquilla, fue una soberana puta mierda, como ya dejé bien claro en este blog. Visualmente, estaba muy bien, recreando de forma bastante fidedigna el universo de Ibáñez. Sin embargo, el guión era una puta basura y las interpretaciones de los actores eran tan histéricas que parecía que la película estaba protagonizada por retrasados mentales.


Después de ese desastre se hizo una secuela, Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra (Miguel Bardem, 2008), la cual, aunque no aburría tanto como la primera e introducía más elementos de Ibáñez, fue otra puñetera mierda y un nuevo insulto para los cómics de Ibáñez –también hablé de ella aquí, por cierto –. Además, en esta ocasión, el público, que ya estaba escaldado de la primera, no volvió a picar y la película hizo unos datos de taquilla mucho más pobres.

En los años posteriores se habló de una tercera entrega que recuperaba a Miguel Bardem –un director de lo más mediocre que no ha heredado ni una pizca del talento de su padre –como director. Sin embargo, han optado de nuevo por Javier Fesser para reiniciar por completo la saga. Esta vez, con una película realizada enteramente en animación 3D utilizando técnicas similares a las que utilizaron Steven Spielberg y Peter Jackson en Las Aventuras de Tintín: El Misterio del Unicornio (2011).

¿El resultado?

Pues, la verdad, después del monumental bochorno que fueron las dos películas en acción real, debo decir que, esta vez, Fesser ha estado más acertado y nos ha dado una película de Mortadelo y Filemón más digna. Sin embargo, también debo decir que no ha estado acertado del todo y que aún comete varios de los errores que cometió en la otra película, lo que hace que este film, aunque sea aceptable, no es del todo la película que Mortadelo y Filemón merecen.

Veamos.

En el apartado técnico y visual, la película es de sobresaliente. La animación 3D está terriblemente lograda y el diseño de producción es muy bueno y recrea muy bien el universo de Ibáñez.

Todo lo que acontece al apartado técnico y visual está muy bien, ahí no tengo problemas. Lo mismo ocurría en la anterior película que, como ya he dicho antes, estuvo muy acertada a nivel técnico y visual. Es en el asunto de los personajes y el guión donde Fesser tenía que mejorar.


En esta ocasión, el director madrileño ha hecho más los deberes. Cuando se estrenó La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón en 2003, leí una entrevista que le hizo la revista Fotogramas en la que decía que, para hacer la película, no se volvió a leer los cómics de Ibáñez para documentarse y optó más por hacer la película basándose en sus recuerdos de cuando los leyó en infancia. Y, bueno, ya vimos todos el resultado.

Esta vez, en cambio, sí parece habérselos leído y haberse documentado más, ya que el guión de la película, escrito por el propio Fesser junto con Claro García y Cristóbal Ruíz, tiene más del humor de Ibáñez metido en él, lo que la hace mucho más divertida y disfrutable que la anterior, que lo único que conseguía era aburrir.

Uno de los elementos de Ibáñez que más se echaron en falta en la anterior película eran sátiras sobre temas de actualidad, algo bastante común en los cómics de los cómics de Ibáñez, aunque él suela negarlo. Este mismo año tenemos un buen ejemplo con el cómic de El Tesorero –el cual ha salido a la venta recientemente –, donde se hace una clara referencia a la corrupción política en este país; haciendo especial hincapié en Bárcenas y la contabilidad B en el PP.

En la otra película, Fesser pasó olímpicamente de esto y optó más por seguir con sus habituales críticas al franquismo –hasta convirtió a Rompetechos en facha –. En esta película, no obstante, se nota mucho más crítica a la sociedad actual. El mejor ejemplo es la parte en la que se burlan, de forma nada disimulada, de la telebasura y, especialmente, de Gran Hermano. Incluso no dudan en ridiculizar terriblemente a Mercedes Milá, quién antaño fue una gran comunicadora y ahora se ha convertido en una lamentable caricatura de sí misma que da tanta pena como vergüenza ajena.

También los personajes están muy logrados. A parte de su logrado y fidedigno diseño, están muy bien representados y, además, las voces que les ponen –salvo algunas excepciones –están bastante bien. Al principio, me costaba imaginarme a Mortadelo con la voz de Karra Alejalde pero, una vez vista la película, creo que le queda bastante bien. Por otro lado, la voz de Janfri Topera –quién dio vida al Profesor Bacterio en las películas de acción real –no queda del todo mal como Filemón, aunque yo hubiera preferido una voz como la que tenía el personaje en los primeros tráilers.

Ahora vamos con lo malo.

Como ya he dicho, Fesser ha mejorado mucho con respecto a la anterior película. Sin embargo, vuelve a cometer varios de los errores que hicieron a aquel film un espectáculo de lo más lamentable.


Para empezar, algunos gags están demasiado estirados; la escena del comienzo del sueño de Filmón es un buen ejemplo de ello. Luego tenemos que, en su primera mitad, la película funciona muy bien, el ritmo no decae y la película es bastante amena y divertida. Sin embargo, la cosa decae en su segunda mitad, donde la película se hace un tanto cansina y repetitiva, despertando de nuevo los fantasmas del aburrimiento del anterior film.

Los defectos no son tan grandes como en la otra película y tampoco la estropean mucho, pero si impiden que la película sea del todo redonda y, sobre todo, la película que Mortadelo y Filemón se merecen.

Aún así, me ha parecido una buena película y he disfrutado bastante viéndola. Puede que no sea la película que los personajes de Ibáñez se merecen, pero si es una película bastante digna y que, desde luego, mejora mucho a La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón y a su secuela.









10 de marzo de 2015

SIN CITY: A DAME TO KILL FOR (2014)
























La película está compuesta por cuatro historias.

En Solo otra Noche de Sábado, Marv (Mickey Rourke) se despierta en una carretera en medio de lo que parece un accidente sin recordar cómo ha llegado hasta allí. Poco a poco irá juntando las piezas en su alborotada cabeza hasta descubrir que estaba persiguiendo a unos universitarios que estaban atacando a un mendigo.

En Una Dama por la cual Matar, Dwight (Josh Brolin) trata de dejar atrás su violento pasado trabajando como detective privado. Sin embargo, su pasado regresa en la forma de Ava (Eva Green), una mujer fatal que fue amante suya y le dejó una gran marca. Esta quiere escapar de su millonario y abusivo esposo, Damien (Marton Csokas). Él al principio se niega, pero termina rendido a los encantos de Ava y accede a ayudarla sin saber que se está metiendo en la boca del lobo y que las intenciones de Ava son otras.

En La Larga Mala Noche, Johnny (Joseph Gordon-Levitt) es un joven jugador que llega a la ciudad con intención ganarlo todo. Cosa que consigue, ya que no hay juego que se le resista y gana una gran cantidad de dinero. Es entonces cuando decide enfrentarse al senador Roark (Powers Boothe) –con quién guarda un oscuro secreto –en una timba de poker y consigue ganarle. Sin embargo, las consecuencias para él serán terribles.

Y en El Último Baile de Nancy, nos encontramos a Nancy Callahan (Jessica Alba) cuatro años después de la muerte del Bastardo Amarillo y el suicido de John Hartigan (Bruce Willis), quién sigue velando por ella en forma de fantasma. Nancy se encuentra atormentada por la muerte de Hartigan y su única obsesión es vengarse de Roark a toda costa; incluso a base de manipular a su amigo Marv.


La secuela de Sin City (Robert Rodriguez y Frank Miller, 2005) era una de las películas más esperadas y también una de las que más se hicieron de rogar. Durante años no paraban de sonar rumores y noticias que no llegaban a nada mientras la película no se terminaba de hacer y cada vez se dudaba más de si terminaríamos viéndola a pesar de que Robert Rodriguez no paraba de decir que la película era una realidad y que al final se terminaría haciendo.

Finalmente, en marzo de 2012 se anunció oficialmente su puesta en marcha junto con la secuela de Machete (Robert Rodríguez y Ethan Maniquis, 2010), otro éxito del director mexicano. Originalmente, su estreno estaba previsto para octubre de 2013, pero fue retrasado hasta agosto de 2014.

Varios actores de la primera entrega, como Bruce Willis, Jessica Alba, Rosario Dawson o Mickey Rourke, repetían en sus respectivos roles. Otros, en cambio, reemplazaban a actores de la primera, Josh Brolin, Jamie Chung o Dennis Haysbert son los mejores ejemplos. Mientras, nuevos actores se unían a la saga encarnando nuevos personajes, como Eva Green, Joseph Gordon-Levitt, Juno Temple, Christopher Meloni, Ray Liotta y hasta la cantante Lady Gaga.

Finalmente, la película se estrenó, acabando con nueve años de espera ante una gran expectación. Ya que, como he dicho, muchas eran las ganas de ver esta secuela y muchas eran las expectativas puestas en ella.

Sin embargo, los resultados no fueron, ni de lejos, los esperados. Con un presupuesto de 65 millones de dólares, la película solo ha hecho 14 millones en EEUU y 25 millones más en el resto del mundo, lo que significa una recaudación total de 39 millones de dólares, casi lo que costó la primera entrega.

Tristísimo. Pero el fracaso de la película no solo se limita a lo económico, ya que son muchos los fans de la primera que han salido decepcionados de verla.

Rodriguez ya experimentó un fracaso así con Machete Kills (2013), la mencionada secuela de Machete. Sin embargo, se esperaba mucho más de esta, ya que la primera Sin City es una película que gustó mucho y que a estas alturas es ya toda una película de culto.

Dado que la película no tiene fecha de estreno en España –y ya es evidente que no la va a tener –, he tenido que arreglármelas para poder verla y saber si esta película ha fallado o, por el contrario, se trata de una secuela incomprendida.

Una vez la he visto, debo decir que, lamentablemente, la película tiene en parte justificado su fracaso y me dispongo a decir por qué. Pero, vayamos por partes.

Yo estoy entre quienes esperaban esta película como agua de mayo. Adoro los cómics de Sin City y la primera película me encantó y, de hecho, está entre mis adaptaciones de cómic favoritas. Durante años no paraba de leer y escuchar noticias y rumores relacionados con esta película esperando que la hicieran de una vez hasta que, finalmente, el sueño se ha convertido en realidad.


Desgraciadamente, los resultados no han sido los esperados.

La película no es mala del todo; para mí aprueba. Sin embargo, si tuviera que puntuarla, le pondría una nota que oscilaría entre el 5 y el 6 porque, desde luego, no es una película que me haya entusiasmado tanto como lo hizo en su día la primera entrega. Mi sensación después de verla ha sido de una gran frialdad y, desde luego, espero que no llegue a estrenarse en España porque no es una película que valga la pena molestarse en ver en cines y yo, sin duda, tendría la obligación de ir solo por cumplir con la industria cinematográfica; eso sí, la vería con una pereza tremenda.

El gran fuerte de esta película está en el apartado visual.

Visualmente, la película aprueba con nota, ya que conserva el estilo comiquero de la primera y la dirección de Rodriguez y Miller vuelve a estar muy acertada. Los efectos especiales cumplen y el diseño de producción es magnífico, igual que en la primera película.

Sobre los actores, la mayoría de los que repiten vuelven a hacer un buen trabajo, a la altura del primer film; algunos, incluso, mejoran, como Mickey Rourke, que está mucho más metido en el papel de Marv. Desgraciadamente, no todos vuelven a estar tan acertados. Uno de ellos es –por mucho que me duela decirlo –mi admirado Bruce Willis que, aunque no lo hace mal, su interpretación es bastante forzada y eso se nota.

En cuanto a los actores nuevos, aquí sin ninguna duda se lleva el primer premio Eva Green, que está fantástica en el papel de femme fatale, encarnando maravillosamente a su personaje, una mujer que es el demonio en persona. Originalmente, el papel iba a ser interpretado por Angelina Jolie, quién no dudo que hubiera hecho también un gran trabajo. Pero, sin desmerecer a Angelina, debo decir que la película ha salido ganando con el cambio, porque Eva Green es maravillosa, llena la pantalla en todo momento y apenas le cuesta trabajo seducir al espectador. Una joya y lo mejor de la película, sin ninguna duda.

Joseph Gordon-Levitt también está genial y hace un estupendo trabajo. Juno Temple está inmensa a pesar de su corta aparición. Jamie Chung consigue que no echemos de menos a Devon Aoki, todo lo contrario que Dennis Haysbert, quién hace un buen trabajo, pero no consigue hacer olvidar al tristemente fallecido Michael Clarke Duncan. Lo mismo se podría decir de Josh Brolin, un estupendo actor, pero que aquí no está tan acertado como en sus otros trabajos.

En definitiva, a nivel interpretativo la película también aprueba, con menos nota que en el apartado visual, pero aprueba.

Es en el guión donde la película recibe un gran suspenso.

La primera película no necesitó ni guión ni storyboard, ya que sus autores se limitaron a trasladar el cómic a la gran pantalla; eso sí, supieron cómo hacerlo bien, porque eso no es tan fácil como parece y, si se hace mal, al final la película da la misma sensación que un museo de cera. En cambio, aquí si han necesitado un guión escrito por ellos mismos y el guionista William Monahan –aunque, al final, solo es Miller quién aparece acreditado –. Todo eso porque aquí tan solo han utilizado un par de historias de los cómics y el resto son historias inventadas; cosa que no entiendo, ya que el cómic está repleto de buenas historias para que tengan que inventárselas.

Pero eso no es lo malo, porque está bien que quieran expander el universo de Sin City, a eso no me opongo; de hecho, me gusta. El problema es que lo han hecho de una forma un tanto pésima.

Las dos historias sacadas del cómic, Solo otra noche de Sábado y Una Dama por la cual Matar son geniales. Ambas historias están muy bien adaptadas y funcionan de maravilla. Hasta ahí todo bien.

Las que fallan son las dos historias inventadas: La Larga Mala Noche y El Último baile de Nancy. Argumentalmente, no están mal. Sin embargo, ambas han sido llevadas de forma un tanto chapucera, con un guión que no aprovecha nada las virtudes de cada una y, al final, terminan siendo de lo más insustanciales y contrastan una barbaridad con las historias sacadas del cómic. Por no hablar de que da mucho la sensación de que están metidas con calzador.


Así que, de una película compuesta por cuatro historias, tan solo dos funcionan; y, una de ellas, tan solo es una historia corta que sirve de introducción. Así, normal que la película no funcione.

Desde luego, es una pena que, después de nueve años esperando, la tan esperada secuela de Sin City haya sido tan decepcionante. Peor aún si los artífices de la primera son los que están detrás de ella.

Yo tenía muchas ganas de que se hiciera esta secuela. Pero, viendo el resultado, ahora pienso que mejor que se la hubieran ahorrado y dejar a la maravillosa Sin City como una película totalmente autosuficiente.

Entre esta y la secuela de Machete, Robert Rodriguez está últimamente que no levanta cabeza.










24 de diciembre de 2014

EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS (2014)




















Once años después, volvemos a llegar otra vez al final del camino. Peter Jackson finaliza su nueva trilogía ambientada en la Tierra Media con el estreno de la tercera entrega. Aunque, a diferencia de las anteriores, y de la trilogía de El Señor de los Anillos, esta película no se ha rodado simultáneamente con las otras, sino que fue rodada después; al menos, en parte.

Recordemos que, originalmente, la adaptación de El Hobbit iba a constar solo de dos películas pero, en plena producción de ambos films, se decidió convertirla en una trilogía, por lo que tuvo que ser rodada después. Eso si, no la película entera, sino el material necesario para convertir las dos películas que se estaban preparando en tres film, para lo que Jackson tuvo que tirar de los apéndices publicados al final de El Retorno del Rey, ya que la novela de El Hobbit no daba ya para tanto.

Esto ha llevado también a un baile de títulos. Cuando la adaptación constaba de dos películas, la primera se iba a titular El Hobbit: Un Viaje Inesperado y la segunda llevaría por título El Hobbit: Partida y Regreso. Luego, cuando se decidió hacer la trilogía, la primera película conservó su título, pero la segunda pasó a llamarse El Hobbit: La Desolación de Smaug mientras que El Hobbit: Partida y Regreso pasó a ser el título de la tercera.

Sin embargo, el pasado mes de abril nos sorprendieron con un nuevo cambio de título. Así, la película que nos ocupa pasó a llamarse El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos mientras el título de El Hobbit: Partida y Regreso desaparecía del mapa.

No obstante, consciente de la importancia que el subtítulo de Partida y Regreso tiene para los fans de Tolkien, Peter Jackson ha decidió emplearlo para nombrar a la trilogía completa en futuros packs de DVD y Blu-Ray; al menos, eso dicen.


Pero, bueno, dejo ya este rollo de los títulos y paso a hablar de la película.

Esta comienza justo donde la dejó la anterior entrega. El dragón Smaug (Benedict Cumberbatch) arrasa la Ciudad del Lago en represalia por el intento de Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage) y los enanos de darle muerte. Mientras Tauriel (Evangeline Lilly), Kíli (Aidan Turner) y los enanos que se quedaron con él ayudan a escapar a las hijas de Bardo (Luke Evans), este logra escapar de la celda donde le tenían encerrado y consigue dar muerte a Smaug con ayuda de su hijo y la última flecha negra. Al morir, el dragón cae sobre el gobernador (Stephen Fry), quién intentaba huir en una barca con todas las riquezas de la ciudad. Los supervivientes de la ciudad acogen a Bardo como su líder y los lleva a las ruinas de la Ciudad del Valle para reclamar a Thorin el oro que les prometió. Pero Thorin, atrincherado en Erebor, se niega a cumplir su promesa, ya que, como le ocurrió a su abuelo, el oro está corrompiendo su mente. Además, la cosa empeora al no encontrar la Piedra del Arca, llegando a sospechar que uno de los enanos la tiene escondida.

La piedra está en realidad en manos de Bilbo (Martin Freeman), quién no quiere entregarla por su temor a que el estado de Thorin empeore. Por ello, decide escapar de Erebor y entregarle la piedra a Bardo. Para su sorpresa, Thranduil (Lee Pace) se encuentra allí con un ejército de elfos con el que pretende atacar Erebor. Muerto Smaug, el rey elfo quiere recuperar unas gemas que forman parte del gran tesoro de los enanos y, por ello, él y Bardo han sellado una alianza. Allí también se encuentra Gandalf (Ian McKellen), quién fue liberado de la fortaleza de Dol Guldur por los miembros del Concilio Blanco. Mientras Elrond (Hugo Weaving) y Saruman (Christopher Lee) combaten a los Nazgûl, Galadriel (Cate Blanchett) libera a Gandalf y logra expulsar de allí a Sauron (Benedict Cumberbatch), quién huye hacia Mordor. Elrond piensa que deben avisar a Gondor del regreso del señor oscuro y acabar con él antes de que recupere su poder, pero Samuran afirma que, sin el Anillo Único, Sauron no representa una amenaza y él mismo se encargará de él. Mientras eso pasaba, Gandalf fue sacado de la fortaleza por Radagast el Pardo (Sylvester McCoy) y decide acudir inmediatamente a Erebor para avisar de que un gran ejército de orcos liderado por Azog (Manu Bennett) se dirige hacia la montaña. Pero no van allí por sus riquezas, sino porque es un punto estratégico que permitiría a Sauron poder acceder al antiguo reino de Angmar, el cual supondría una gran amenaza si se alzara de nuevo.

En taquilla, a la película le está yendo bien con 98 millones de dólares recaudados en EEUU y 269 millones más recaudados en el resto del mundo que hacen un total de 367 millones de dólares. Unas muy buenas cifras, aunque no tan espectaculares como las que hacían en su día las películas de El Señor de los Anillos. Sobre opiniones de público y crítica, pues lo mismo que con las dos anteriores, para que decir más.

¿Y qué opino yo?

A mi esta nueva trilogía, pese a ser inferior a la de El Señor de los Anillos y el haber estirado la historia y se note, me gusta mucho. Al contrario que mucha gente que se sintió decepcionada con ella, la primera película me gustó mucho, me encantó. Luego llegó la segunda y esta me gustó incluso más. Es por ello por lo que tenía puestas bastantes expectativas en esta tercera entrega, que esperaba que cerrara la trilogía con broche de oro.

Pues bien, tras haberla visto, debo decir que la película me ha gustado mucho y he disfrutado mucho viéndola. Sin embargo, también salí de verla con cierta sensación de decepción. Y es que, para ser el cierre de una trilogía, yo me esperaba más, la verdad.


Vamos a ver, la película es muy buena. De nuevo la dirección de Peter Jackson es magistral, tanto en las batallas y las escenas de acción, las cuales son de lo más espectaculares, como en los momentos dramáticos y la dirección de actores.

El ritmo nunca decae, los efectos especiales y el diseño de producción cumplen a la perfección y el trabajo de los actores sigue siendo muy bueno y, además, se ve una gran mejoría en la mayoría de actores que repiten. De aquí destaco sin ninguna duda a Richard Armitage, quién se ha superado claramente en su papel de Thorin y ha sabido llevar muy bien al personaje en su descenso a la locura. Sobre las nuevas incorporaciones –que no son muchas –, destaco sin ninguna duda a Billy Connolly, quién está realmente sensacional como Dáin Píes de Hierro.

La película está muy bien. Como ya he dicho antes, he disfrutado mucho viéndola y tengo ganas de verla de nuevo. Sin embargo, le falta algo muy necesario para haber cerrado esta trilogía con broche de oro. Le falta ÉPICA.

Sinceramente, no he visto épica en ningún momento de la película. Las batallas son espectaculares y de lo más impresionantes y brutales, pero no he visto que desprendan épica en ningún momento. Tampoco he visto épica en los momentos importantes, como la muerte de Smaug, el enfrentamiento del Concilio Blanco contra Sauron o la pelea final entre Thorin y Azog. Todos esos momentos están muy bien, no me malinterpretéis, son brutales y están de lo más logrados, pero carecen de épica; o, al menos, yo no sé la veo.

La épica en esta película brilla por su ausencia. Esa misma épica que poseía la anterior trilogía; especialmente, El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey (2003), la cual desprendía épica en cada momento. Yo no esperaba que esta película estuviera a la altura de El Retorno del Rey, pero si esperaba que, al menos, se le acercara un poco. Como ya he dicho, Peter Jackson ha hecho un gran trabajo, pero en lo que a épica se refiere, ha estado muy, pero que muy, descafeninado.

Puede que en esta nueva trilogía prime más la acción y el espectáculo por encima de la épica pero, aún así, las dos anteriores películas tenían sus momentos épicos. Pero aquí nada. Ni tan siquiera he visto épica en los momentos más brutales, como las muertes que se producen al final, las cuales no revelaré por los que no hayan visto aún la película y no se hayan leído el libro –que, por desgracia, los hay –.


Desde luego, no sé que le habrá pasado a Peter Jackson en esta película, porque las dos anteriores si me causaron mucha satisfacción. Quizá sea verdad que ha sido un error el dividir la saga en tres películas cuando el material no daba para tanto.

Sin embargo, esa es otra. Porque, a diferencia de las dos primeras, aquí no hay ninguna sensación de estiramiento; está estirada la historia, no os equivoquéis, pero aquí no da esa sensación. Además, para mí le faltan cosas.

Por ejemplo, la escena de Smaug y la destrucción de la Ciudad del Lago, aunque es un momento excelente y de lo más brutal, se me ha hecho demasiado corta. Para mí, debería haber sido una escena más densa que aprovechara mejor a un excelente villano como Smaug. Porque, después de los grandes momentos que nos dio en la anterior entrega, yo tenía muchas ganas de verlo más y me encuentro con que lo desaprovechan mucho.

Luego está el asunto de Sauron y el Concilio Blanco. La cosa, tal y como queda, está bien. Sin embargo, no hubiera estado de más que Jackson hubiera metido una escena en la que viéramos como se termina de forjar la alianza entre Sauron y Saruman. Pero, bueno, esto es solo a gusto propio. Además, conociendo a Jackson, seguro que tiene una escena como esa guardada para alguna versión extendida.

Bueno, vamos resumiendo ya.

La película es muy buena. Como ya he dicho, me ha gustado mucho y he disfrutado mucho viéndola. Pero, para mí ha sido la más floja de los tres. Si tengo que poner las tres películas en una escala sobre cual me gusta más y cual menos, sin duda, el primer puesto lo ocuparía La Desolación de Smaug, el segundo puesto lo ocuparía Un Viaje Inesperado, y el tercer lugar lo ocuparía esta;una escala muy diferente a la de El Señor de los Anillos, donde el puesto lo ocuparía El Retorno del Rey, el segundo puesto lo ocuparía La Comunidad del Anillo y el tercer puesto lo ocuparía Las Dos Torres.


Y es que, como ya he dicho antes, la película, aunque esté muy bien, para ser un final de trilogía no ha logrado estar a la altura. Y todo por esa falta de épica que se hace notar en todo momento.

Una pena. Pero, aún así, la película es muy buena y, desde luego, la recomiendo.