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8 de abril de 2015

MORTADELO Y FILEMÓN CONTRA JIMMY EL CACHONDO (2014)


















Nueva adaptación cinematográfica de los famosos personajes creados por Francisco Ibáñez. Esta vez, en forma de película realizada enteramente en animación 3D que rompe por completo con las películas anteriores, realizadas en acción real, haciendo un reboot completo de la franquicia.

Las instalaciones de la T.I.A han sufrido un ataque por parte de Jimmy el Cachondo (Gabriel Chame) y sus secuaces, quienes se han hecho con una caja fuerte que porta un valioso documento secreto, lo que la convierte en el hazmerreír de todas las agencias de información. Ante esta crisis, El Súper (Mariano Venancio) les encarga a los chapuceros agentes Mortadelo (Karra Alejalde) y Filemón (Janfri Topera) la misión de encontrar la guarida de Jimmy y recuperar el documento. Aunque, estos tienen sus propios problemas. Tronchamulas (José Alias), un gigantesco matón acaba de salir de la cárcel después de cumplir 15 años y su máximo deseo es vengarse de Filemón, ya que fue quién hizo que lo encarcelaran utilizando pruebas falsas.

La película está dirigida por Javier Fesser, en la que es su segunda incursión en este mundo, ya que él dirigió la primera película en acción real de las historietas de Ibáñez, La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón (2003).

Esto causaba cierto temor, porque aquella película, aunque fue un enorme éxito de taquilla, fue una soberana puta mierda, como ya dejé bien claro en este blog. Visualmente, estaba muy bien, recreando de forma bastante fidedigna el universo de Ibáñez. Sin embargo, el guión era una puta basura y las interpretaciones de los actores eran tan histéricas que parecía que la película estaba protagonizada por retrasados mentales.


Después de ese desastre se hizo una secuela, Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra (Miguel Bardem, 2008), la cual, aunque no aburría tanto como la primera e introducía más elementos de Ibáñez, fue otra puñetera mierda y un nuevo insulto para los cómics de Ibáñez –también hablé de ella aquí, por cierto –. Además, en esta ocasión, el público, que ya estaba escaldado de la primera, no volvió a picar y la película hizo unos datos de taquilla mucho más pobres.

En los años posteriores se habló de una tercera entrega que recuperaba a Miguel Bardem –un director de lo más mediocre que no ha heredado ni una pizca del talento de su padre –como director. Sin embargo, han optado de nuevo por Javier Fesser para reiniciar por completo la saga. Esta vez, con una película realizada enteramente en animación 3D utilizando técnicas similares a las que utilizaron Steven Spielberg y Peter Jackson en Las Aventuras de Tintín: El Misterio del Unicornio (2011).

¿El resultado?

Pues, la verdad, después del monumental bochorno que fueron las dos películas en acción real, debo decir que, esta vez, Fesser ha estado más acertado y nos ha dado una película de Mortadelo y Filemón más digna. Sin embargo, también debo decir que no ha estado acertado del todo y que aún comete varios de los errores que cometió en la otra película, lo que hace que este film, aunque sea aceptable, no es del todo la película que Mortadelo y Filemón merecen.

Veamos.

En el apartado técnico y visual, la película es de sobresaliente. La animación 3D está terriblemente lograda y el diseño de producción es muy bueno y recrea muy bien el universo de Ibáñez.

Todo lo que acontece al apartado técnico y visual está muy bien, ahí no tengo problemas. Lo mismo ocurría en la anterior película que, como ya he dicho antes, estuvo muy acertada a nivel técnico y visual. Es en el asunto de los personajes y el guión donde Fesser tenía que mejorar.


En esta ocasión, el director madrileño ha hecho más los deberes. Cuando se estrenó La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón en 2003, leí una entrevista que le hizo la revista Fotogramas en la que decía que, para hacer la película, no se volvió a leer los cómics de Ibáñez para documentarse y optó más por hacer la película basándose en sus recuerdos de cuando los leyó en infancia. Y, bueno, ya vimos todos el resultado.

Esta vez, en cambio, sí parece habérselos leído y haberse documentado más, ya que el guión de la película, escrito por el propio Fesser junto con Claro García y Cristóbal Ruíz, tiene más del humor de Ibáñez metido en él, lo que la hace mucho más divertida y disfrutable que la anterior, que lo único que conseguía era aburrir.

Uno de los elementos de Ibáñez que más se echaron en falta en la anterior película eran sátiras sobre temas de actualidad, algo bastante común en los cómics de los cómics de Ibáñez, aunque él suela negarlo. Este mismo año tenemos un buen ejemplo con el cómic de El Tesorero –el cual ha salido a la venta recientemente –, donde se hace una clara referencia a la corrupción política en este país; haciendo especial hincapié en Bárcenas y la contabilidad B en el PP.

En la otra película, Fesser pasó olímpicamente de esto y optó más por seguir con sus habituales críticas al franquismo –hasta convirtió a Rompetechos en facha –. En esta película, no obstante, se nota mucho más crítica a la sociedad actual. El mejor ejemplo es la parte en la que se burlan, de forma nada disimulada, de la telebasura y, especialmente, de Gran Hermano. Incluso no dudan en ridiculizar terriblemente a Mercedes Milá, quién antaño fue una gran comunicadora y ahora se ha convertido en una lamentable caricatura de sí misma que da tanta pena como vergüenza ajena.

También los personajes están muy logrados. A parte de su logrado y fidedigno diseño, están muy bien representados y, además, las voces que les ponen –salvo algunas excepciones –están bastante bien. Al principio, me costaba imaginarme a Mortadelo con la voz de Karra Alejalde pero, una vez vista la película, creo que le queda bastante bien. Por otro lado, la voz de Janfri Topera –quién dio vida al Profesor Bacterio en las películas de acción real –no queda del todo mal como Filemón, aunque yo hubiera preferido una voz como la que tenía el personaje en los primeros tráilers.

Ahora vamos con lo malo.

Como ya he dicho, Fesser ha mejorado mucho con respecto a la anterior película. Sin embargo, vuelve a cometer varios de los errores que hicieron a aquel film un espectáculo de lo más lamentable.


Para empezar, algunos gags están demasiado estirados; la escena del comienzo del sueño de Filmón es un buen ejemplo de ello. Luego tenemos que, en su primera mitad, la película funciona muy bien, el ritmo no decae y la película es bastante amena y divertida. Sin embargo, la cosa decae en su segunda mitad, donde la película se hace un tanto cansina y repetitiva, despertando de nuevo los fantasmas del aburrimiento del anterior film.

Los defectos no son tan grandes como en la otra película y tampoco la estropean mucho, pero si impiden que la película sea del todo redonda y, sobre todo, la película que Mortadelo y Filemón se merecen.

Aún así, me ha parecido una buena película y he disfrutado bastante viéndola. Puede que no sea la película que los personajes de Ibáñez se merecen, pero si es una película bastante digna y que, desde luego, mejora mucho a La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón y a su secuela.









3 de febrero de 2012

LA GRAN AVENTURA DE MORTADELO Y FILEMÓN (2003)


















Mortadelo y Filemón son dos personajes que no necesitan presentación. Creados por el historietista Francisco Ibáñez en 1958, estos dos torpes y descerebrados agentes secretos –aunque comenzaron siendo detectives privados –forman parte de la cultura popular española y son ya dos de los mas grandes iconos de nuestro cómic. Son muchos los que hemos crecido leyendo y disfrutando sus historias y muchos serán los que las lean y disfruten en el futuro.

Ambos personajes, junto con todo su universo, fueron llevados al cine en 2003 en una película que adaptaba -de forma muy libre, eso si -El Sulfato Atómico (1969), la primera historia larga protagonizada por estos personajes.

Las instalaciones de la T.I.A son asaltadas por el espía ruso Nadiusko (Janusz Ziemniak),quién logra robar el DDT (Desmoralizador De Tropas), el último invento –y uno de los pocos que funcionan –del Profesor Bacterio (Juanfri Topera), un arma capaz de desmoralizar ejércitos enteros con el que se puede invadir cualquier país. Las intenciones de Nadiusko son vender el arma al dictador de Tirania (Paco Sagarzazu), quién pretende invadir Inglaterra para recalificar el Palacio de Buckinghan. Para evitarlo, el director de la T.I.A, El Súper (Mariano Venancio), decide encomendarle la misión a un agente del Extranjero, Fredy Mazas (Dominique Pinon). Pero, una vez en Tirania, Mazas se corrompe seducido por la enorme fortuna del dictador, a quién pretende suceder en el cargo. Ante esta situación, El Súper se verá obligado a recurrir de nuevo a los agentes Mortadelo (Benito Pocino) y Filemón (Pepe Viyuela) para que salven, si pueden, la situación. Filemón pronto se tomará esta misión como algo personal cuando su madre (María Isbert) sea secuestrada por Mazas.


Para empezar, creo que debo dejar claro que Mortadelo y Filemón me encantan. He crecido leyendo muchos cómics; y los de Mortadelo y Filemón están entre ellos. Me partía de risa con ellos y todavía me sigo partiendo, ya que son historietas que no han envejecido nada y se mantienen tan frescas como el primer día.

Debo decir que, al principio, llegué a defender esta película.

Desde hace mucho tiempo siempre deseé verlos convertidos en película. Ya se habían hecho algunas adaptaciones en forma de películas de animación, pero nunca con personajes reales; aunque muchos creen que la película Crimen Imperfecto (Fernando Fernán Gómez, 1970) es una adaptación no oficial de estos personajes.

El caso es que tenía muchas, pero muchas, ganas de ver una película de Mortadelo y Filemón en el cine y esa creo que es la razón de que, en su día, defendiera y apoyara esta película.

Sin embargo, lo único que hacía era engañarme –además de ser infiel a mis principios –y fueron necesarios unos cuantos visionados mas para darme cuenta de la gran verdad: que esta película es...




...UNA PUÑETERA MIERDA.



La película está dirigida por el cortometrajista Javier Fesser, quién afrontaba su segundo largometraje tras la subrealista El Milagro de P. Tinto (1998). Fesser es un buen director y un fan declarado de los personajes de Ibáñez. Sin embargo, yo creo que se equivocó, y mucho, a la hora de enfocar esta película.

Por un lado, el diseño de producción es muy bueno y refleja muy bien el universo de Ibáñez, eso no lo voy a negar. Los efectos especiales también están de lo mas logrados. La película tuvo un despliegue de medios impresionante, muy impropio del cine español, y eso se nota mucho en el apartado técnico del film, donde la película aprueba bastante.

Hasta ahí bien.

El problema es que, como ya he dicho, Fesser se equivocó a la hora de adaptar los cómics de Ibáñez.


En una entrevista dijo que tenía dos opciones para hacer la película: 1) volver a leerse todos los cómics para documentarse bien o 2) escribir el guión a base de sus recuerdos de niño cuando leía los cómics. Al final optó por la segunda opción, cosa que estaría muy bien si hiciera la película para él solo. Porque, a pesar de que a nivel visual la película está muy acertada, que se le pongan muchos de esos detalles con los que Ibáñez adornaba sus viñetas –el esquimal que pasea por la calle, el periodista con el monigote de papel en la espalda, los chorizos que cuelgan de las paredes... –o que cofeccionara el poster promocional a partir de la portada escaneada de uno de sus cómics –incluso se nota el celofán de cuando tenía que restaurarlo –, no queda practicamente nada de Mortadelo y Filemón en este film.

Para empezar, el guión, escrito por él y su hermano, Guillermo Fesser –uno de los integrantes del dúo cómico Gomaespuma –, es una completa porquería. Casi nada del humor de Ibáñez se aprecia en la trama. Todo son chistes malos y situaciones ridículas cada dos por tres; hay momentos que tienen cierta gracia, no lo voy a negar, pero se pueden contar con los dedos de una mano. El resto es cutre, zafio y repetitivo.

Luego está que la película se hace aburrida y pesada. Algo imperdonable teniendo entre manos a Mortadelo y Filemón. Yo me he leído los cómics cientos de veces, tanto las historietas cortas como las historias largas, y siempre me parto de risa con ellos y nunca me aburro. Incluso, cuando no tengo nada para leer, me cojo algún cómic suyo y se me pasa el tiempo volando. Todo lo contrario ocurre con esta película.

Y luego están las interpretaciones.

De los actores no me quejo. La mayoría de ellos lo hace bastante bien. El problema es, por un lado, la dirección de actores, que hace a los interpretes comportarse como auténticos GILIPOLLAS. Las interpretaciones están tan pasadas de rosca que hasta llegan a ser insoportables. Por otro lado está el tratamiento que reciben los personajes, que eso merece mención a parte.


Benito Pocino, el encargado de dar vida a Mortadelo, fue elegido entre mas de 500 candidatos –según dicen –pero, por lo que se ve, fue elegido mas por su físico que por sus dotes como actor. El tipo da muy bien el pego como Mortadelo; de hecho, no necesitaba maquillaje, ya que solo bastó con ponerle unas gafas de pasta para caracterizarlo. Sin embargo, como actor es pésimo y su interpretación es de lo mas nefasta. El tipo es, en realidad, un cartero que suele ser actor ocasional en algunas películas dando vida a personajes secundarios normalmente raros, pero el tipo no está cualificado para ser protagonista. Eso sin mencionar que debían haberle doblado por completo –y no solo en unas tomas, donde le dobló Carlos Latre –, porque esa voz que tiene no es la mas indicada para el personaje.

Pepe Viyuela, por el contrario, es un estupendo actor y un gran cómico y da bien el pego como Filemón. Pero, como ya he dicho, una dirección de actores lamentable echa por tierra su interpretación y al personaje. Por su parte, la caracterización está bien. Pero no entiendo porqué no le pusieron los dos pelos que el personaje tiene en la cabeza, los cuales hubieran sido muy fáciles de hacer con elementos rústicos –como unos alambres, por ejemplo –. Además, debían haberle afeitado la cabeza por completo y no haberle dejado las entradas; encima de una forma tan visible que parece mas al abuelo de la Familia Munster que al propio Filemón.

En general, los personajes surgidos del cómic reciben un trato nefasto.

El que se lleva la palma es Rompetechos, ese entrañable hombre bajito y tan miope que no sabría diferenciar entre un cirio encendido y el faro de Alejandría. Aquí nos lo convierten en un mini facha que no para de tocar los cojones todo el tiempo a base de gritos, quejas y hacer el saludo fascista. En los cómics, Rompetechos también incordia a la gente, pero lo hace de forma inconsciente debido a su miopía, que le hace confundirlo todo y meterse en líos. Pero es un personaje bueno, que no tiene ninguna maldad y no se mete con nadie a propósito.


Tampoco me hace ninguna gracia lo de convertirlo en facha. Fesser lo justificó diciendo que un tipo bajito y con bigote que siempre está enfadado tiene que ser facha. Pues que me diga en que cómics Rompetechos está siempre cabreado, porque yo no recuerdo ninguno, que yo sepa. Es cierto que se cabrea cuando, a causa de su miopía, cree que están siendo bordes con él, le están vacilando o tratan de engañarle, pero nada mas ¡Pero si casi siempre está sonriendo!

Esto es cosa de Fesser, que vivió los últimos años del franquismo y siempre introduce elementos característicos de aquella época en sus trabajos. Aunque, si quería meter a un facha nostálgico en el film, que se lo hubiera inventado, al igual que otros personajes como Fredy Mazas o la madre de Filemón.

Desde luego, si son estos los recuerdos que tiene de los cómics de Mortadelo y Filemón, mal vamos.

La película fue un éxito, eso no lo voy a negar. Con un presupuesto de 6 millones de euros –toda una superproducción tratándose de cine español –la película recaudó mas de 20 millones de euros; es, de hecho, una de las películas mas taquilleras del cine español. Sin embargo, yo recuerdo cuando la vi en el cine en su día y me fijé que la gente salía de verla con cara de salir de un funeral. En la red he visto a gente que defiende esta película, pero todavía no conozco personalmente a nadie que le guste.


Yo creo que esos que la defienden se están engañando, como lo hice yo en su día. O como Ibáñez que, por increíble que parezca, también defiende esta película. Claro, que teniendo en cuenta que Akira Toriyama defendió Dragonball Evolution (James Wong, 2009), pues que no me tomo lo de Ibáñez muy en serio.

Desde luego, la película es una completa basura. A nivel visual está muy lograda, eso si, pero como adaptación es lamentable, sin los estupendos golpes de humor de los cómics ni nada del genial humor de Ibáñez en su metraje. Como comedia a penas hace gracia y, para colmo, se hace aburrida y pesada.

Un completo desastre. Mortadelo y Filemón merecen una película mejor que este despropósito.