En general, todos los personajes que repiten reciben en mayor o menor medida más presencia y protagonismo sin quedar eclipsados por los nuevos. La única excepción es Cíclope, de nuevo interpretado por James Marsden, quién está ausente durante una gran parte de la película. A mí, que nunca me ha gustado mucho este personaje, esto me importa poco; aunque comprendo que los fans del personaje se mostraran molestos con esto.
5 de mayo de 2014
X2 (2003)
En general, todos los personajes que repiten reciben en mayor o menor medida más presencia y protagonismo sin quedar eclipsados por los nuevos. La única excepción es Cíclope, de nuevo interpretado por James Marsden, quién está ausente durante una gran parte de la película. A mí, que nunca me ha gustado mucho este personaje, esto me importa poco; aunque comprendo que los fans del personaje se mostraran molestos con esto.
3 de febrero de 2012
LA GRAN AVENTURA DE MORTADELO Y FILEMÓN (2003)
Ambos personajes, junto con todo su universo, fueron llevados al cine en 2003 en una película que adaptaba -de forma muy libre, eso si -El Sulfato Atómico (1969), la primera historia larga protagonizada por estos personajes.
Las instalaciones de la T.I.A son asaltadas por el espía ruso Nadiusko (Janusz Ziemniak),quién logra robar el DDT (Desmoralizador De Tropas), el último invento –y uno de los pocos que funcionan –del Profesor Bacterio (Juanfri Topera), un arma capaz de desmoralizar ejércitos enteros con el que se puede invadir cualquier país. Las intenciones de Nadiusko son vender el arma al dictador de Tirania (Paco Sagarzazu), quién pretende invadir Inglaterra para recalificar el Palacio de Buckinghan. Para evitarlo, el director de la T.I.A, El Súper (Mariano Venancio), decide encomendarle la misión a un agente del Extranjero, Fredy Mazas (Dominique Pinon). Pero, una vez en Tirania, Mazas se corrompe seducido por la enorme fortuna del dictador, a quién pretende suceder en el cargo. Ante esta situación, El Súper se verá obligado a recurrir de nuevo a los agentes Mortadelo (Benito Pocino) y Filemón (Pepe Viyuela) para que salven, si pueden, la situación. Filemón pronto se tomará esta misión como algo personal cuando su madre (María Isbert) sea secuestrada por Mazas.
Para empezar, creo que debo dejar claro que Mortadelo y Filemón me encantan. He crecido leyendo muchos cómics; y los de Mortadelo y Filemón están entre ellos. Me partía de risa con ellos y todavía me sigo partiendo, ya que son historietas que no han envejecido nada y se mantienen tan frescas como el primer día.
Debo decir que, al principio, llegué a defender esta película.
Desde hace mucho tiempo siempre deseé verlos convertidos en película. Ya se habían hecho algunas adaptaciones en forma de películas de animación, pero nunca con personajes reales; aunque muchos creen que la película Crimen Imperfecto (Fernando Fernán Gómez, 1970) es una adaptación no oficial de estos personajes.
El caso es que tenía muchas, pero muchas, ganas de ver una película de Mortadelo y Filemón en el cine y esa creo que es la razón de que, en su día, defendiera y apoyara esta película.
Sin embargo, lo único que hacía era engañarme –además de ser infiel a mis principios –y fueron necesarios unos cuantos visionados mas para darme cuenta de la gran verdad: que esta película es...
...UNA PUÑETERA MIERDA.
La película está dirigida por el cortometrajista Javier Fesser, quién afrontaba su segundo largometraje tras la subrealista El Milagro de P. Tinto (1998). Fesser es un buen director y un fan declarado de los personajes de Ibáñez. Sin embargo, yo creo que se equivocó, y mucho, a la hora de enfocar esta película.
Por un lado, el diseño de producción es muy bueno y refleja muy bien el universo de Ibáñez, eso no lo voy a negar. Los efectos especiales también están de lo mas logrados. La película tuvo un despliegue de medios impresionante, muy impropio del cine español, y eso se nota mucho en el apartado técnico del film, donde la película aprueba bastante.
Hasta ahí bien.
El problema es que, como ya he dicho, Fesser se equivocó a la hora de adaptar los cómics de Ibáñez.
En una entrevista dijo que tenía dos opciones para hacer la película: 1) volver a leerse todos los cómics para documentarse bien o 2) escribir el guión a base de sus recuerdos de niño cuando leía los cómics. Al final optó por la segunda opción, cosa que estaría muy bien si hiciera la película para él solo. Porque, a pesar de que a nivel visual la película está muy acertada, que se le pongan muchos de esos detalles con los que Ibáñez adornaba sus viñetas –el esquimal que pasea por la calle, el periodista con el monigote de papel en la espalda, los chorizos que cuelgan de las paredes... –o que cofeccionara el poster promocional a partir de la portada escaneada de uno de sus cómics –incluso se nota el celofán de cuando tenía que restaurarlo –, no queda practicamente nada de Mortadelo y Filemón en este film.
Para empezar, el guión, escrito por él y su hermano, Guillermo Fesser –uno de los integrantes del dúo cómico Gomaespuma –, es una completa porquería. Casi nada del humor de Ibáñez se aprecia en la trama. Todo son chistes malos y situaciones ridículas cada dos por tres; hay momentos que tienen cierta gracia, no lo voy a negar, pero se pueden contar con los dedos de una mano. El resto es cutre, zafio y repetitivo.
Luego está que la película se hace aburrida y pesada. Algo imperdonable teniendo entre manos a Mortadelo y Filemón. Yo me he leído los cómics cientos de veces, tanto las historietas cortas como las historias largas, y siempre me parto de risa con ellos y nunca me aburro. Incluso, cuando no tengo nada para leer, me cojo algún cómic suyo y se me pasa el tiempo volando. Todo lo contrario ocurre con esta película.
Y luego están las interpretaciones.
De los actores no me quejo. La mayoría de ellos lo hace bastante bien. El problema es, por un lado, la dirección de actores, que hace a los interpretes comportarse como auténticos GILIPOLLAS. Las interpretaciones están tan pasadas de rosca que hasta llegan a ser insoportables. Por otro lado está el tratamiento que reciben los personajes, que eso merece mención a parte.
Benito Pocino, el encargado de dar vida a Mortadelo, fue elegido entre mas de 500 candidatos –según dicen –pero, por lo que se ve, fue elegido mas por su físico que por sus dotes como actor. El tipo da muy bien el pego como Mortadelo; de hecho, no necesitaba maquillaje, ya que solo bastó con ponerle unas gafas de pasta para caracterizarlo. Sin embargo, como actor es pésimo y su interpretación es de lo mas nefasta. El tipo es, en realidad, un cartero que suele ser actor ocasional en algunas películas dando vida a personajes secundarios normalmente raros, pero el tipo no está cualificado para ser protagonista. Eso sin mencionar que debían haberle doblado por completo –y no solo en unas tomas, donde le dobló Carlos Latre –, porque esa voz que tiene no es la mas indicada para el personaje.
Pepe Viyuela, por el contrario, es un estupendo actor y un gran cómico y da bien el pego como Filemón. Pero, como ya he dicho, una dirección de actores lamentable echa por tierra su interpretación y al personaje. Por su parte, la caracterización está bien. Pero no entiendo porqué no le pusieron los dos pelos que el personaje tiene en la cabeza, los cuales hubieran sido muy fáciles de hacer con elementos rústicos –como unos alambres, por ejemplo –. Además, debían haberle afeitado la cabeza por completo y no haberle dejado las entradas; encima de una forma tan visible que parece mas al abuelo de la Familia Munster que al propio Filemón.
En general, los personajes surgidos del cómic reciben un trato nefasto.
El que se lleva la palma es Rompetechos, ese entrañable hombre bajito y tan miope que no sabría diferenciar entre un cirio encendido y el faro de Alejandría. Aquí nos lo convierten en un mini facha que no para de tocar los cojones todo el tiempo a base de gritos, quejas y hacer el saludo fascista. En los cómics, Rompetechos también incordia a la gente, pero lo hace de forma inconsciente debido a su miopía, que le hace confundirlo todo y meterse en líos. Pero es un personaje bueno, que no tiene ninguna maldad y no se mete con nadie a propósito.
Tampoco me hace ninguna gracia lo de convertirlo en facha. Fesser lo justificó diciendo que un tipo bajito y con bigote que siempre está enfadado tiene que ser facha. Pues que me diga en que cómics Rompetechos está siempre cabreado, porque yo no recuerdo ninguno, que yo sepa. Es cierto que se cabrea cuando, a causa de su miopía, cree que están siendo bordes con él, le están vacilando o tratan de engañarle, pero nada mas ¡Pero si casi siempre está sonriendo!
Esto es cosa de Fesser, que vivió los últimos años del franquismo y siempre introduce elementos característicos de aquella época en sus trabajos. Aunque, si quería meter a un facha nostálgico en el film, que se lo hubiera inventado, al igual que otros personajes como Fredy Mazas o la madre de Filemón.
Desde luego, si son estos los recuerdos que tiene de los cómics de Mortadelo y Filemón, mal vamos.
La película fue un éxito, eso no lo voy a negar. Con un presupuesto de 6 millones de euros –toda una superproducción tratándose de cine español –la película recaudó mas de 20 millones de euros; es, de hecho, una de las películas mas taquilleras del cine español. Sin embargo, yo recuerdo cuando la vi en el cine en su día y me fijé que la gente salía de verla con cara de salir de un funeral. En la red he visto a gente que defiende esta película, pero todavía no conozco personalmente a nadie que le guste.
Yo creo que esos que la defienden se están engañando, como lo hice yo en su día. O como Ibáñez que, por increíble que parezca, también defiende esta película. Claro, que teniendo en cuenta que Akira Toriyama defendió Dragonball Evolution (James Wong, 2009), pues que no me tomo lo de Ibáñez muy en serio.
Desde luego, la película es una completa basura. A nivel visual está muy lograda, eso si, pero como adaptación es lamentable, sin los estupendos golpes de humor de los cómics ni nada del genial humor de Ibáñez en su metraje. Como comedia a penas hace gracia y, para colmo, se hace aburrida y pesada.
Un completo desastre. Mortadelo y Filemón merecen una película mejor que este despropósito.
18 de junio de 2011
LA LIGA DE LOS HOMBRES EXTRAORDINARIOS (2003)
La Liga de los Hombres Extraordinarios es una novela gráfica escrita por Alan Moore – responsable de otras grandes obras comiqueras como Watchmen, V de Vendetta o Batman: La Broma Asesina –e ilustrada por Kevin O´Neill que se publicó en dos volúmenes; el primero lo hizo entre 1999 y 2000 y el segundo entre 2002 y 2003: También hay una especie de comtinuación, titulada The Black Dossier, que creo que no se ha publicado en España, y un tercer volumen mas reciente, pero con otros protagonistas y trasladando la historia al siglo XX. Son los dos primeros volúmenes lo que nos ocupa.
El cómic es, sencillamente, magistral.
La historia se ambienta en el la Inglaterra de 1898, en una realidad alternativa donde varios personajes de novelas famosas de la época son reunidos en una misma historia. Mina Murray (Drácula, de Bram Stoker), Allan Quatermain (Las Minas del Rey Salomón, de H. Rider Haggard), el Capitán Nemo (20.000 Leguas de Viaje Submarino, de Julio Verne), Henry Jekyll/Edward Hyde (El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson) y Hawley Griffin (El Hombre Invisible, de H. G. Wells) son reunidos en una liga especial formada por el servicio secreto británico, el cual dirige el misterioso Mr. M –quién resulta ser el Profesor Moriarty, el archienemigo de Sherlock Holmes, el famosísimo detective creado por Arthur Conan Doyle –, quién se comunica con ellos a través de Campion Bond, quién podría ser un antepasado del James Bond literario creado por Ian Fleming.
En el primer volumen, los protagonistas, engañados por Moriarty, se enfrentan al famoso Fu Manchú, surgido de las novelas de Sax Rohmer, quién ha robado la cavorita, un material antigravedad. Pero, poco después de recuperarla tras una espectacular batalla en la guarida de Fu Manchú, descubren que todo ha sido un engaño de Moriarty, quién dirige el servicio secreto al mismo tiempo que el crimen organizado del oeste de la ciudad y quiere la cavorita para una enorme fortaleza voladora que utilizará en su guerra contra Fu Manchú.
En el segundo volumen, la liga, ahora al servicio de Mycroft Holmes, el hermano de Sherlock Holmes, debe enfrentarse a los extraterrestres de La Guerra de los Mundos de H. G. Wells, quienes han sido expulsados de Marte por una coalición de otras razas extraterrestres liderada por John Carter y Gullivar y vienen a la Tierra con ganas de venganza. Para empeorar las cosas, Griffin les traiciona y se une a los extraterrestres. La liga debe dividirse, mientras Nemo y Mr. Hyde tratan de contener a los extraterrestres a bordo del Nautilus, Mina y Quatermain son enviados por Bond en busca del doctor protagonista de La Isla del Doctor Moreau, también de H. G. Wells, para que les entregue el H-142, un arma biológica que puede acabar con los extraterrestres.
Claro, que ahí no acaba la cosa. En el cómic, las referencias a otras novelas famosas del siglo XIX y la aparición de otros personajes literarios son incontables. Se dice que hay un libro de anotaciones con estos personajes y referencias que llega a ser mas extenso que el propio cómic; cosa que no es de extrañar, porque si lees el cómic con atención verás personajes literarios y referencias hasta debajo de las piedras. Todo esto, unido a un excelente guión y unas estupendas ilustraciones, hacen de este uno de los mejores cómics de los últimos años.
Pero, por mucho que me apasione el cómic, lo mío es el cine y de lo que voy a hablar es de la película con la que se llevó –mejor, dicho, se trató de llevar –esta gran obra comiquera a la gran pantalla. El cómic de Moore y O´Neill es material mas que suficiente para hacer una gran película, siempre que se haga una adaptación muy cuidada y trabajada, como la que hizo Zack Snyder en la excelente Watchmen (2009). Por desgracia, eso no ocurre aquí.
En 2003 se estrenó la muy esperada –por entonces lo era –adaptación cinematográfica en un film bajo el sello de la Fox –mal empezamos –dirigido por el británico Stephen Norrington, antiguo técnico de efectos especiales –trabajó en films como El Secreto de la Pirámide (Barry Levinson, 1985) y Aliens el Regreso (James Cameron, 1986) o la serie El Cuentacuentos –, director de la curiosa Máquina Letal (1994) y la estupenda Blade (1998) y que, tras un fallido intento de adaptar en un film con personajes reales el Akira de Katsuhiro Otomo, logró recuperar algo de prestigio en su país natal con el film The Last Minute (2001).
En cuanto al reparto, Sean Connery interpretaba a Allan Quatermain, mientras que Peta Wilson –famosa por la serie Nikita –daba vida a Mina Harker –aquí emplearon su nombre de casada –, Naseeruddin Shah –famoso actor y director de cine de Bollywood –, hacía de Nemo, Jason Flemyng –Azazel en X-Men: First Class –daba vida al Dr. Jekyll y a Mr. Hyde y Tony Curran –quién, entre otras cosas, dio vida a Marcus en Underworld: Evolution –interpretaba al Hombre Invisible; que, por problemas de derechos, fue convertido en Rodney Skinner, un ladrón que robó la fórmula de la invisibilidad a Hawley Griffin. Luego se sacaron de la manga a los personajes de Tom Sawyer –de Las Aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain –, interpretado por Shane West, y a Dorian Gray –de El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde –, interpretado por Stuart Townsend; aunque, desde luego, estos aportaron a la película lo mismo que una gota de agua al océano Pacífico.
Para empezar, la producción del film fue un completo desastre. El rodaje fue un caos lleno de problemas a cada cual peor; como una enorme inundación, causada por las lluvias torrenciales que sufría Praga –donde se rodó la mayor parte –por aquel entonces y que destrozaron gran parte de los decorados. Dicho rodaje comenzó en el verano de 2002 y llegó a alargarse hasta los primeros meses de 2003, dejando poco tiempo para la post-producción. El presupuesto se disparó y de los 78 millones de dólares iniciales se llegó hasta los 100 millones. Después llegó un sin fin de remontajes y hasta se cambió de compañía de efectos especiales porque el trabajo de estos no convencía.
Aunque, lo que mas empeoró las cosas fue la tensa relación entre Connery y Norrington. Los dos no paraban de discutir y discrepar en casi todo y sus peleas eran constantes; se dice que hasta llegaron a las manos y todo. Y, vamos, cuando terminó el rodaje, los dos no quedaron, precisamente, amigos. Se dice que, durante una fiesta de promoción del film a la que no asistió el director, los periodistas preguntaron a Connery sobre donde podía estar Norrington y este respondió que mirasen en el manicomio local.
Todo esto se materializó en un semifracaso. La cinta solo hizo 66 millones de dólares en EEUU y pudo salvar los muebles gracias a una taquilla mundial de casi 180 millones. Connery se retiró del cine tras este film y Norrington, practicamente, también; aunque estuvo un tiempo vinculado a una nueva versión de El Cuevo que, al final, dirigirá el español Juan Carlos Fresnadillo
En fin, vamos a ver que me parece la película.
La película no es mala del todo, la verdad. Se deja ver y entretiene algo. Su diseño de producción no está mal –aunque difiere mucho del estilo del cómic –y parece que acertaron con la compañía de efectos especiales, ya que estos logran estar a la altura; aunque, tampoco son para tirar muchos cohetes, la verdad. No obstante, la película dista mucho de ser buena. El guión es simplón a mas no poder y está lleno de diálogos ridículos. Algunas escenas de acción están muy logradas, pero la mayoría están tan mal coreografiadas y son tan rápidas y mal montadas que a veces ni te enteras de lo que pasa. La primera mitad es bastante correcta, pero luego la trama se desploma por su propio peso hasta llegar a una batalla final que debía haber sido espectacular y emocionante y resulta insípida, aburrida y caótica. Todo para acabar en un final tan estúpido y ridículo que llega a dar vergüenza ajena.
Como adaptación, la película es una auténtica porquería. A parte de no lograr captar ni de lejos la esencia de la obra de Moore, las diferencias entre cómic y película son abismales, tanto en los personajes, la historia y todo lo demás. Bien sabéis que yo siempre tolero las libertades en las adaptaciones siempre que el resultado sea bueno; pero, como aquí no lo es, no pienso tener piedad alguna.
Aquí el enemigo es solamente Moriarty –interpretado por Richard Roxburgh –, quién se hace pasar por un supervillano conocido como El Fantasma –inspirado, tal vez, en El Fantasma de la Ópera, de Gastón Leroux, ya que lleva una máscara parecida –que pretende desestabilizar el orden mundial provocando la I Guerra Mundial; aunque, al final, resulta que lo que quería era reunir a la liga para robar sus habilidades – ayudado por Dorian Gray, quién aquí le quita el puesto al Hombre Invisible como traidor –y crear su propio ejército de hombres extraordinarios. Por no hablar que su fortaleza voladora aquí es sustituida por una base secreta en el Ártico.
A Fu Manchú ni se le nombra. Los responsables del film lo justifican alegando problemas con los derechos, como con El Hombre Invisible. Sin embargo, en el cómic en ningún momento se refieren a él como Fu Manchú y es conocido en todo momento como El Doctor, algo que podrían haber utilizado en el film para esquivar los problemas con los derechos, digo yo. De todas maneras, al igual que el Moriarty de este film es muy descafeinado y no es tan enigmático ni tan amenazador como el del cómic, seguro que, de haber salido, el Fu Manchú del film tampoco sería tan impresionante.
Vamos con los protagonistas.
Peta Wilson hace un buen trabajo en el film, el problema es el tratamiento que recibe su personaje. Aquí a Mina la convierten en una vampiresa muy poderosa –es capaz de convertirse en una bandada de murciélagos, curar rápidamente sus heridas y de regresar a la vida si le clavan una espada y luego se la quitan –, cosa que no ocurre en el cómic, donde es completamente humana y las cicatrices de su enfrentamiento con Drácula no son, precisamente, las marcas de los colmillos. Además, en el cómic es la líder del grupo y la encargada de reunir a la liga. Es una mujer fuerte y valiente que, al encontrarse en un mundo aún dominado por los hombres, tiene siempre que mostrarse dura para que la respeten y le hagan caso.
A pesar de sus peleas con el director, Connery hace, como siempre una gran interpretación. No obstante, su Allan Quatermain dista mucho del el del cómic. Mientras en la película es una especie de superhombre en plan James Bond o Indiana Jones, en el cómic es un viejo decrépito y drogadicto.
En el cómic, Nemo es un tipo enorme y siniestro, mas parecido a un pirata que a un científico También viste ropas hindúes –por los orígenes que le dio Verne en La Isla Misteriosa –, pero no lleva un traje tan ridículo ni tan hortera como el que lleva el de la película, bien interpretado por ese actor hindú de nombre impronunciable, pero que, de nuevo, el tratamiento que recibe el personaje lo estropea todo. Además, el diseño del Nautilus en la película es una auténtica MIERDA, todo lo contrario que el de cómic, cuyo diseño recrea la famosa escena del pulpo gigante.
El Doctor Jekyll de la película, muy bien interpretado por Jason Flemyng, está muy logrado. Para mi es el personaje mas fiel con respecto al cómic. Ahí no tengo ninguna objeción. El problema es Mr. Hyde, que no resulta tan impresionante y amenazador como el de las viñetas y su diseño es una auténtica porquería.
Y termino con el hombre invisible, también bien interpretado por el actor Tony Curran, que es con quién mas libertades se toman. A parte del cambio de personaje a causa de los derechos de autor, luego está el hecho de que en la película es bueno cuando en el cómic es mas HIJO DE PUTA que todos los directivos de Telecinco juntos.
En cuanto a las referencias y los otros personajes, todo queda muy, pero que muy reducido. Por ejemplo, el personaje de Campion Bond es suprimido y en la escena en la que capturan a Mr. Hyde en la Calle Morgue –de Los Crímenes de la Calle Morgue, de Edgar Allan Poe –no aparece el detective de ese relato, Auguste Dupin. Eso si, aparece un envejecido Ishmael como miembro de la tripulación de Nemo y diciendo la famosa frase con la que momienza Moby Dick, de Herman Melville. Pero, muy poco mas, porque se dejan en el tintero casi todo.
Resumiendo.
Película patética y simplona que entretiene, pero se olvida al poco de haberla visto. Desde luego, no vale la pena pagar por verla en el cine; yo lo hico y todavía me arrepiento.
Eso como película, porque como adaptación es una completa basura que no le hace ningún favor al estupendo cómic que adapta. Quién la vea sin haber leído el cómic encontrará una correcta película de acción con buenos efectos especiales mientras, los que hemos leído el cómic, nos abochornamos del poco respeto que se le ha tenido a la magistral obra de Moore y O´Neill.
Desde luego, no es la adaptación que se merece un cómic tan brillante. Aunque, eso si, no es la peor adaptación que se ha hecho de un cómic de Moore. Ese honor lo tiene Fron Hell.