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5 de mayo de 2014

X2 (2003)




















Continúo con este tour por las películas de X-Men previos al gran estreno de X-Men: Días del Futuro Pasado.

Ahora le toca el turno a X2, primera secuela de de X-Men (2000) y segunda película de la saga dirigida por Bryan Singer; quién, desgraciadamente, últimamente se encuentra inmerso en problemas legales que, entre otras cosas, han hecho que tenga que dejar las promociones de X-Men: Días del Futuro Pasado. Pero, bueno. No voy a hablar de este asunto y voy a hablar de lo que interesa, la película.

Una película titulada simplemente X2; aunque en España se la llamó X-Men 2 –tal vez pensaron que los españoles éramos demasiado tontos como para no entender el título original –, que no solo continuó la saga tras el primer film, sino que, además, salvó el cine de superhéroes del año 2003.

Pero vayamos por partes.

La Casa Blanca es atacada por un mutante, Rondador Nocturno (Alan Cumming), que intenta matar al presidente (Cotter Smith). El mutante no logra su objetivo, pero este incidente crea una grave crisis en todo el país con el asunto mutante, lo que hace que el presidente permita al general William Stryker (Brian Cox), un fanático que odia a los mutantes y experimenta con ellos, asaltar la mansión de Charles Xavier (Patrick Stewart). Este, antes del asalto, envía a Jean Grey (Famke Janssen) y a Tormenta (Halle Berry) en busca de Rondador Nocturno mientras él hace una visita a Magneto (Ian McKellen), quién se encuentra prisionero en una cárcel de plástico tras los acontecimientos de la primera entrega. Lo que Xavier no sabe es que Stryker es el encargado de custodiar a Magneto y le tiende una trampa, capturándole a él y a Cíclope (James Marsden) con ayuda de su letal lugarteniente, Dama Mortal (Kelly Hu).

Poco después, la mansión es asaltada por los soldados de Stryker, los cuales son repelidos por Lobezno (Hugh Jackman), que ha regresado de inspeccionar las ruinas militares de Canadá y Xavier le dejó a cargo del cuidado de los alumnos de la escuela mutante. Algunos mutantes son capturados, pero la mayoría logran escapar por unos túneles secretos con ayuda de Coloso (Daniel Cudmore) mientras Lobezno huye con Pícara (Anna Paquin), Ice Man (Shawn Ashmore) y Pyro (Aaron Standford) en el coche de Cíclope. Una vez la mansión es tomada, Stryker llega hasta Cerebro y se lleva los materiales suficientes para hacer funcionar una reproducción que él ha construido en su base secreta. Pero ignora que Mística (Rebecca Romjin) ha descubierto la existencia de este segundo Cerebro mientras ayudaba a Magneto a escapar de la cárcel. Una vez libre, a Magneto no le quedará más remedio que unirse a los X-Men para parar los siniestros planes de Stryker; aunque él también tiene sus propios planes.


Como ya he dicho, esta película salvó el cine de superhéroes del año 2003 del desastre absoluto.

Después del enorme éxito de Spiderman (Sam Raimi, 2002), el año 2003 se aventuraba bastante prometedor para las comic-movies con los estrenos de Daredevil, de Mark Steven Johnson, Hulk, de Ang Lee, y La Liga de los Hombres Extraordinarios, de Stephen Norrington. Sin embargo, las tres películas resultaron tres tremendas decepciones que, aparte de naufragar en taquilla, dejaron un muy mal sabor de boca en los fans.

Es por ello que esta X2, estrenada ese año, supuso un muy agradable soplo de aire fresco entre la enorme putrefacción que dejaron las películas antes mencionadas. Un año después ocurriría prácticamente lo mismo con Spiderman 2, también de Sam Raimi, la cual nos ayudó a solventar bodrios como El Castigador, de Jonathan Hensleigh, o Catwoman, de Pitof.

Volviendo a X2, ¿por qué esta película supuso un soplo de aire fresco aquel año? Pues porque nos encontramos con una película que no solo es una secuela más que digna de su estupenda predecesora, sino que resultó un film bastante superior a aquella con un Bryan Singer mas sueltos sin las carencias ni las limitaciones que tuve en el anterior film.

Aún así, tuvo que hacer algunos recortes en el guión. David Hayter –guionista de la anterior entrega –, y Zak Penn escribieron cada uno por su cuenta varios guiones que luego fueron fusionados en un enorme y ambicioso guión que, de haberse realizado, la película hubiera tenido unos costes de producción gigantescos que la Fox, a pesar del éxito del anterior film, no estaba dispuesta a asumir. Así, se contrató a Michael Dougherty y Dan Harris para reescribir el guión. Se suprimieron a muchos mutantes –aunque Singer lo compensó haciendo que sus nombres aparecieran en los archivos de Stryker –. Hubo dos de ellos que estuvieron cerca de quedarse, pero al final fueron suprimidos; estos eran Ángel y Bestia –aunque este último si tuvo una pequeña aparición como su alter ego, el doctor Hank McCoy –. También se suprimieron elementos como los Centinelas –los cuales estaba previsto que Stryker los utilizara en su guerra contra los mutantes –o la Sala de Peligro.

A pesar de todo esto, el guión se terminó sin problemas y la película siguió adelante sin apenas inconveniente alguno en producción.

Los resultados en taquilla fueron formidables. Con un presupuesto de 110 millones de dólares, solo en EEUU recaudó 215 millones a los que hay que sumar 192 millones más recaudados en todo el mundo, con lo que su recaudación total fue de 407 millones de dólares. Además, la película fue muy bien recibida por crítica y público y recibió muchos elogios allá donde iba.

Y no me extraña nada, porque nos encontramos ante una película estupenda y, como ya he dicho, una secuela superior a su predecesora, la cual es también una película muy buena, pero su conjunto final se vio perjudicado por un presupuesto relativamente bajo que la hizo ser menos espectacular de lo que se esperaba y un guión demasiadas veces reescrito; cosas que no suceden en este film que ahora nos ocupa.


Esta secuela se mantiene totalmente fiel a su predecesora, pero mucho más espectacular y con una historia y un guión bastante mejor.

Desde luego, la película es una auténtica gozada desde que empieza hasta que termina. El comienzo con el ataque en la Casa Blanca es sensacional y, a partir de ahí, la película va progresando continuamente, con un ritmo que nunca decae y con una facturación impecable, hasta llegar a una climax impresionante donde, entre otras cosas, vemos como Jean Grey se convierte en Fénix. Entremedias hay una sucesión de momentos de lo más logrados, como el asalto a la escuela mutante, la persecución aérea entre tornados, la irrupción de Mística en la base de Stryker o la brutal pelea entre Lobezno y Dama Mortal; la cual deja en muy segundo lugar la pelea entre Lobezno y Mística en la anterior película. Todo muy bien acompañado por un diseño de producción brillante y unos logradísimos efectos especiales; además de la muy buena mano de Singer a la hora de dirigir.

Pero no todo en la película es acción y efectos especiales. También hay un cuidado guión con muy buenos diálogos y situaciones y unos personajes bien desarrollados.

Michael Dougherty y Dan Harris son muy buenos guionistas siempre que tengan una buena historia entre manos. Si les das una historia de mierda como en Superman Returns, lo único que pueden hacer es ofrecerte una mierda envuelta en papel bonito. Pero, si les das una buena historia, te hacen un guión cojonudo, que es lo que ocurre aquí, con un muy buen planteamiento y desarrollo, con los protagonistas dispersados como en El Imperio Contraataca (Irvin Kershner, 1980) –película que Singer tuvo muy en mente cuando realizó este film –, las maquinaciones de Stryker, la mente de Charles Xavier manipulada por Jason –el hijo mutante de Stryker –o la alianza entre los X-Men y Magneto frente al enemigo común.

Claro, que el guión no es perfecto y tiene algunas cosas que sobran. Como algunos intentos de comicidad que quedan un poco fuera de contexto y algunos hasta caen en el ridículo.

Como por ejemplo, cuando llegan a casa de los padres de Ice Man y este les confiesa que es un mutante, a la madre no se le ocurre otra cosa que hacer la pregunta más ridícula de todo el film cuando le pregunta a su hijo si ha intentado alguna vez no ser un mutante. Yo no sé los demás, pero a mí no me hizo ni puñetera gracia. Otro ejemplo lo tenemos poco antes, cuando huyen de la mansión en el coche de Cíclope, a Pyro se le ocurre poner la radio y suenan los Backstreet Boys; no sé que querían insinuar…

Pero, bueno, al final el conjunto queda tan bien que cosas como esas se perdonan.

Sobre el reparto. Los actores que repiten vuelven a hacer un buen trabajo y, en el caso de varios de ellos, hasta mejoran mucho con respecto al anterior film. Comenzando por Hugh Jackman, quién vuelve a hacer un gran trabajo como Lobezno, haciendo suyo mucho más al personaje y despejando las pocas dudas que podrían quedar de la primera película. Además, frente al aspecto más suave que tenía en el anterior film, aquí le da ya un aspecto mucho más rudo y agresivo, además de hacerlo más violento en las escenas de acción; asemejándolo más a su homólogo en las viñetas.

Otra que también ha mejorado mucho es Rebecca Romijn como Mística, teniendo aquí muchos más momentos para lucirse, tanto en las escenas de acción como en sus habilidades para el engaño y la manipulación; me encanta ese momento en el que intenta seducir a Lobezno transformándose en Jean Grey y en otras féminas de la película.

También ha mejorado mucho Anna Paquin como Pícara, aquí en una faceta mucho más heroína y sexy, dejando muy atrás a la niña en apuros de la anterior película.


En general, todos los personajes que repiten reciben en mayor o menor medida más presencia y protagonismo sin quedar eclipsados por los nuevos. La única excepción es Cíclope, de nuevo interpretado por James Marsden, quién está ausente durante una gran parte de la película. A mí, que nunca me ha gustado mucho este personaje, esto me importa poco; aunque comprendo que los fans del personaje se mostraran molestos con esto.

En cuanto a los nuevos, quién mas destaca, sin duda, es Alan Cumming, quién está sensacional como Rondador Nocturno, tanto en su caracterización como en su interpretación. En la película pasan por alto el hecho de que en los cómics es hijo de Mística, aunque hay un momento en la película donde él y ella tienen una conversación que, aunque no tenga que ver con este asunto, si se puede decir que es un guiño a este parentesco.

Otro que está formidable es Brian Cox como William Stryker, el villano principal del film. El tipo hace un excelente trabajo y está impresionante en todo momento, donde hasta llega a resultar aterrador –no olvidemos que fue el primer actor que dio vida a Hannibal Lecter en el cine –.

Kelly Hu está genial como Dama Mortal y es también una villana muy a la altura.

Por otra parte, Aaron Standford, que reemplaza a Alex Burton como Pyro, me parece simplemente correctp. No es que su interpretación sea mala, pero no está a la altura del resto del reparto y, desde luego, no es la ideal para un personaje que aquí adquiere bastante más protagonismo con respecto al anterior film –donde solo tenía una pequeña aparición –y, sobre todo, vemos como se pasa al otro bando.

En definitiva, X2 es una muy buena película, una secuela superior a su predecesora y, sin duda,para mi es la mejor de toda la saga junto con X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011); a la espera de ver que hace Días del Futuro Pasado, eso sí.

Sin duda, una película muy recomendable a todo el mundo; sobre todo a quienes les guste los X-Men y, sobre todo, disfrutaron con la primera película y se quedaron con ganas de más.












3 de febrero de 2012

LA GRAN AVENTURA DE MORTADELO Y FILEMÓN (2003)


















Mortadelo y Filemón son dos personajes que no necesitan presentación. Creados por el historietista Francisco Ibáñez en 1958, estos dos torpes y descerebrados agentes secretos –aunque comenzaron siendo detectives privados –forman parte de la cultura popular española y son ya dos de los mas grandes iconos de nuestro cómic. Son muchos los que hemos crecido leyendo y disfrutando sus historias y muchos serán los que las lean y disfruten en el futuro.

Ambos personajes, junto con todo su universo, fueron llevados al cine en 2003 en una película que adaptaba -de forma muy libre, eso si -El Sulfato Atómico (1969), la primera historia larga protagonizada por estos personajes.

Las instalaciones de la T.I.A son asaltadas por el espía ruso Nadiusko (Janusz Ziemniak),quién logra robar el DDT (Desmoralizador De Tropas), el último invento –y uno de los pocos que funcionan –del Profesor Bacterio (Juanfri Topera), un arma capaz de desmoralizar ejércitos enteros con el que se puede invadir cualquier país. Las intenciones de Nadiusko son vender el arma al dictador de Tirania (Paco Sagarzazu), quién pretende invadir Inglaterra para recalificar el Palacio de Buckinghan. Para evitarlo, el director de la T.I.A, El Súper (Mariano Venancio), decide encomendarle la misión a un agente del Extranjero, Fredy Mazas (Dominique Pinon). Pero, una vez en Tirania, Mazas se corrompe seducido por la enorme fortuna del dictador, a quién pretende suceder en el cargo. Ante esta situación, El Súper se verá obligado a recurrir de nuevo a los agentes Mortadelo (Benito Pocino) y Filemón (Pepe Viyuela) para que salven, si pueden, la situación. Filemón pronto se tomará esta misión como algo personal cuando su madre (María Isbert) sea secuestrada por Mazas.


Para empezar, creo que debo dejar claro que Mortadelo y Filemón me encantan. He crecido leyendo muchos cómics; y los de Mortadelo y Filemón están entre ellos. Me partía de risa con ellos y todavía me sigo partiendo, ya que son historietas que no han envejecido nada y se mantienen tan frescas como el primer día.

Debo decir que, al principio, llegué a defender esta película.

Desde hace mucho tiempo siempre deseé verlos convertidos en película. Ya se habían hecho algunas adaptaciones en forma de películas de animación, pero nunca con personajes reales; aunque muchos creen que la película Crimen Imperfecto (Fernando Fernán Gómez, 1970) es una adaptación no oficial de estos personajes.

El caso es que tenía muchas, pero muchas, ganas de ver una película de Mortadelo y Filemón en el cine y esa creo que es la razón de que, en su día, defendiera y apoyara esta película.

Sin embargo, lo único que hacía era engañarme –además de ser infiel a mis principios –y fueron necesarios unos cuantos visionados mas para darme cuenta de la gran verdad: que esta película es...




...UNA PUÑETERA MIERDA.



La película está dirigida por el cortometrajista Javier Fesser, quién afrontaba su segundo largometraje tras la subrealista El Milagro de P. Tinto (1998). Fesser es un buen director y un fan declarado de los personajes de Ibáñez. Sin embargo, yo creo que se equivocó, y mucho, a la hora de enfocar esta película.

Por un lado, el diseño de producción es muy bueno y refleja muy bien el universo de Ibáñez, eso no lo voy a negar. Los efectos especiales también están de lo mas logrados. La película tuvo un despliegue de medios impresionante, muy impropio del cine español, y eso se nota mucho en el apartado técnico del film, donde la película aprueba bastante.

Hasta ahí bien.

El problema es que, como ya he dicho, Fesser se equivocó a la hora de adaptar los cómics de Ibáñez.


En una entrevista dijo que tenía dos opciones para hacer la película: 1) volver a leerse todos los cómics para documentarse bien o 2) escribir el guión a base de sus recuerdos de niño cuando leía los cómics. Al final optó por la segunda opción, cosa que estaría muy bien si hiciera la película para él solo. Porque, a pesar de que a nivel visual la película está muy acertada, que se le pongan muchos de esos detalles con los que Ibáñez adornaba sus viñetas –el esquimal que pasea por la calle, el periodista con el monigote de papel en la espalda, los chorizos que cuelgan de las paredes... –o que cofeccionara el poster promocional a partir de la portada escaneada de uno de sus cómics –incluso se nota el celofán de cuando tenía que restaurarlo –, no queda practicamente nada de Mortadelo y Filemón en este film.

Para empezar, el guión, escrito por él y su hermano, Guillermo Fesser –uno de los integrantes del dúo cómico Gomaespuma –, es una completa porquería. Casi nada del humor de Ibáñez se aprecia en la trama. Todo son chistes malos y situaciones ridículas cada dos por tres; hay momentos que tienen cierta gracia, no lo voy a negar, pero se pueden contar con los dedos de una mano. El resto es cutre, zafio y repetitivo.

Luego está que la película se hace aburrida y pesada. Algo imperdonable teniendo entre manos a Mortadelo y Filemón. Yo me he leído los cómics cientos de veces, tanto las historietas cortas como las historias largas, y siempre me parto de risa con ellos y nunca me aburro. Incluso, cuando no tengo nada para leer, me cojo algún cómic suyo y se me pasa el tiempo volando. Todo lo contrario ocurre con esta película.

Y luego están las interpretaciones.

De los actores no me quejo. La mayoría de ellos lo hace bastante bien. El problema es, por un lado, la dirección de actores, que hace a los interpretes comportarse como auténticos GILIPOLLAS. Las interpretaciones están tan pasadas de rosca que hasta llegan a ser insoportables. Por otro lado está el tratamiento que reciben los personajes, que eso merece mención a parte.


Benito Pocino, el encargado de dar vida a Mortadelo, fue elegido entre mas de 500 candidatos –según dicen –pero, por lo que se ve, fue elegido mas por su físico que por sus dotes como actor. El tipo da muy bien el pego como Mortadelo; de hecho, no necesitaba maquillaje, ya que solo bastó con ponerle unas gafas de pasta para caracterizarlo. Sin embargo, como actor es pésimo y su interpretación es de lo mas nefasta. El tipo es, en realidad, un cartero que suele ser actor ocasional en algunas películas dando vida a personajes secundarios normalmente raros, pero el tipo no está cualificado para ser protagonista. Eso sin mencionar que debían haberle doblado por completo –y no solo en unas tomas, donde le dobló Carlos Latre –, porque esa voz que tiene no es la mas indicada para el personaje.

Pepe Viyuela, por el contrario, es un estupendo actor y un gran cómico y da bien el pego como Filemón. Pero, como ya he dicho, una dirección de actores lamentable echa por tierra su interpretación y al personaje. Por su parte, la caracterización está bien. Pero no entiendo porqué no le pusieron los dos pelos que el personaje tiene en la cabeza, los cuales hubieran sido muy fáciles de hacer con elementos rústicos –como unos alambres, por ejemplo –. Además, debían haberle afeitado la cabeza por completo y no haberle dejado las entradas; encima de una forma tan visible que parece mas al abuelo de la Familia Munster que al propio Filemón.

En general, los personajes surgidos del cómic reciben un trato nefasto.

El que se lleva la palma es Rompetechos, ese entrañable hombre bajito y tan miope que no sabría diferenciar entre un cirio encendido y el faro de Alejandría. Aquí nos lo convierten en un mini facha que no para de tocar los cojones todo el tiempo a base de gritos, quejas y hacer el saludo fascista. En los cómics, Rompetechos también incordia a la gente, pero lo hace de forma inconsciente debido a su miopía, que le hace confundirlo todo y meterse en líos. Pero es un personaje bueno, que no tiene ninguna maldad y no se mete con nadie a propósito.


Tampoco me hace ninguna gracia lo de convertirlo en facha. Fesser lo justificó diciendo que un tipo bajito y con bigote que siempre está enfadado tiene que ser facha. Pues que me diga en que cómics Rompetechos está siempre cabreado, porque yo no recuerdo ninguno, que yo sepa. Es cierto que se cabrea cuando, a causa de su miopía, cree que están siendo bordes con él, le están vacilando o tratan de engañarle, pero nada mas ¡Pero si casi siempre está sonriendo!

Esto es cosa de Fesser, que vivió los últimos años del franquismo y siempre introduce elementos característicos de aquella época en sus trabajos. Aunque, si quería meter a un facha nostálgico en el film, que se lo hubiera inventado, al igual que otros personajes como Fredy Mazas o la madre de Filemón.

Desde luego, si son estos los recuerdos que tiene de los cómics de Mortadelo y Filemón, mal vamos.

La película fue un éxito, eso no lo voy a negar. Con un presupuesto de 6 millones de euros –toda una superproducción tratándose de cine español –la película recaudó mas de 20 millones de euros; es, de hecho, una de las películas mas taquilleras del cine español. Sin embargo, yo recuerdo cuando la vi en el cine en su día y me fijé que la gente salía de verla con cara de salir de un funeral. En la red he visto a gente que defiende esta película, pero todavía no conozco personalmente a nadie que le guste.


Yo creo que esos que la defienden se están engañando, como lo hice yo en su día. O como Ibáñez que, por increíble que parezca, también defiende esta película. Claro, que teniendo en cuenta que Akira Toriyama defendió Dragonball Evolution (James Wong, 2009), pues que no me tomo lo de Ibáñez muy en serio.

Desde luego, la película es una completa basura. A nivel visual está muy lograda, eso si, pero como adaptación es lamentable, sin los estupendos golpes de humor de los cómics ni nada del genial humor de Ibáñez en su metraje. Como comedia a penas hace gracia y, para colmo, se hace aburrida y pesada.

Un completo desastre. Mortadelo y Filemón merecen una película mejor que este despropósito.





18 de junio de 2011

LA LIGA DE LOS HOMBRES EXTRAORDINARIOS (2003)







La Liga de los Hombres Extraordinarios es una novela gráfica escrita por Alan Moore – responsable de otras grandes obras comiqueras como Watchmen, V de Vendetta o Batman: La Broma Asesina –e ilustrada por Kevin O´Neill que se publicó en dos volúmenes; el primero lo hizo entre 1999 y 2000 y el segundo entre 2002 y 2003: También hay una especie de comtinuación, titulada The Black Dossier, que creo que no se ha publicado en España, y un tercer volumen mas reciente, pero con otros protagonistas y trasladando la historia al siglo XX. Son los dos primeros volúmenes lo que nos ocupa.

El cómic es, sencillamente, magistral.

La historia se ambienta en el la Inglaterra de 1898, en una realidad alternativa donde varios personajes de novelas famosas de la época son reunidos en una misma historia. Mina Murray (Drácula, de Bram Stoker), Allan Quatermain (Las Minas del Rey Salomón, de H. Rider Haggard), el Capitán Nemo (20.000 Leguas de Viaje Submarino, de Julio Verne), Henry Jekyll/Edward Hyde (El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson) y Hawley Griffin (El Hombre Invisible, de H. G. Wells) son reunidos en una liga especial formada por el servicio secreto británico, el cual dirige el misterioso Mr. M –quién resulta ser el Profesor Moriarty, el archienemigo de Sherlock Holmes, el famosísimo detective creado por Arthur Conan Doyle –, quién se comunica con ellos a través de Campion Bond, quién podría ser un antepasado del James Bond literario creado por Ian Fleming.

En el primer volumen, los protagonistas, engañados por Moriarty, se enfrentan al famoso Fu Manchú, surgido de las novelas de Sax Rohmer, quién ha robado la cavorita, un material antigravedad. Pero, poco después de recuperarla tras una espectacular batalla en la guarida de Fu Manchú, descubren que todo ha sido un engaño de Moriarty, quién dirige el servicio secreto al mismo tiempo que el crimen organizado del oeste de la ciudad y quiere la cavorita para una enorme fortaleza voladora que utilizará en su guerra contra Fu Manchú.

En el segundo volumen, la liga, ahora al servicio de Mycroft Holmes, el hermano de Sherlock Holmes, debe enfrentarse a los extraterrestres de La Guerra de los Mundos de H. G. Wells, quienes han sido expulsados de Marte por una coalición de otras razas extraterrestres liderada por John Carter y Gullivar y vienen a la Tierra con ganas de venganza. Para empeorar las cosas, Griffin les traiciona y se une a los extraterrestres. La liga debe dividirse, mientras Nemo y Mr. Hyde tratan de contener a los extraterrestres a bordo del Nautilus, Mina y Quatermain son enviados por Bond en busca del doctor protagonista de La Isla del Doctor Moreau, también de H. G. Wells, para que les entregue el H-142, un arma biológica que puede acabar con los extraterrestres.

Claro, que ahí no acaba la cosa. En el cómic, las referencias a otras novelas famosas del siglo XIX y la aparición de otros personajes literarios son incontables. Se dice que hay un libro de anotaciones con estos personajes y referencias que llega a ser mas extenso que el propio cómic; cosa que no es de extrañar, porque si lees el cómic con atención verás personajes literarios y referencias hasta debajo de las piedras. Todo esto, unido a un excelente guión y unas estupendas ilustraciones, hacen de este uno de los mejores cómics de los últimos años.

Pero, por mucho que me apasione el cómic, lo mío es el cine y de lo que voy a hablar es de la película con la que se llevó –mejor, dicho, se trató de llevar –esta gran obra comiquera a la gran pantalla. El cómic de Moore y O´Neill es material mas que suficiente para hacer una gran película, siempre que se haga una adaptación muy cuidada y trabajada, como la que hizo Zack Snyder en la excelente Watchmen (2009). Por desgracia, eso no ocurre aquí.

En 2003 se estrenó la muy esperada –por entonces lo era –adaptación cinematográfica en un film bajo el sello de la Fox –mal empezamos –dirigido por el británico Stephen Norrington, antiguo técnico de efectos especiales –trabajó en films como El Secreto de la Pirámide (Barry Levinson, 1985) y Aliens el Regreso (James Cameron, 1986) o la serie El Cuentacuentos –, director de la curiosa Máquina Letal (1994) y la estupenda Blade (1998) y que, tras un fallido intento de adaptar en un film con personajes reales el Akira de Katsuhiro Otomo, logró recuperar algo de prestigio en su país natal con el film The Last Minute (2001).

En cuanto al reparto, Sean Connery interpretaba a Allan Quatermain, mientras que Peta Wilson –famosa por la serie Nikita –daba vida a Mina Harker –aquí emplearon su nombre de casada –, Naseeruddin Shah –famoso actor y director de cine de Bollywood –, hacía de Nemo, Jason Flemyng –Azazel en X-Men: First Class –daba vida al Dr. Jekyll y a Mr. Hyde y Tony Curran –quién, entre otras cosas, dio vida a Marcus en Underworld: Evolution –interpretaba al Hombre Invisible; que, por problemas de derechos, fue convertido en Rodney Skinner, un ladrón que robó la fórmula de la invisibilidad a Hawley Griffin. Luego se sacaron de la manga a los personajes de Tom Sawyer –de Las Aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain –, interpretado por Shane West, y a Dorian Gray –de El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde –, interpretado por Stuart Townsend; aunque, desde luego, estos aportaron a la película lo mismo que una gota de agua al océano Pacífico.

Para empezar, la producción del film fue un completo desastre. El rodaje fue un caos lleno de problemas a cada cual peor; como una enorme inundación, causada por las lluvias torrenciales que sufría Praga –donde se rodó la mayor parte –por aquel entonces y que destrozaron gran parte de los decorados. Dicho rodaje comenzó en el verano de 2002 y llegó a alargarse hasta los primeros meses de 2003, dejando poco tiempo para la post-producción. El presupuesto se disparó y de los 78 millones de dólares iniciales se llegó hasta los 100 millones. Después llegó un sin fin de remontajes y hasta se cambió de compañía de efectos especiales porque el trabajo de estos no convencía.

Aunque, lo que mas empeoró las cosas fue la tensa relación entre Connery y Norrington. Los dos no paraban de discutir y discrepar en casi todo y sus peleas eran constantes; se dice que hasta llegaron a las manos y todo. Y, vamos, cuando terminó el rodaje, los dos no quedaron, precisamente, amigos. Se dice que, durante una fiesta de promoción del film a la que no asistió el director, los periodistas preguntaron a Connery sobre donde podía estar Norrington y este respondió que mirasen en el manicomio local.

Todo esto se materializó en un semifracaso. La cinta solo hizo 66 millones de dólares en EEUU y pudo salvar los muebles gracias a una taquilla mundial de casi 180 millones. Connery se retiró del cine tras este film y Norrington, practicamente, también; aunque estuvo un tiempo vinculado a una nueva versión de El Cuevo que, al final, dirigirá el español Juan Carlos Fresnadillo

En fin, vamos a ver que me parece la película.

La película no es mala del todo, la verdad. Se deja ver y entretiene algo. Su diseño de producción no está mal –aunque difiere mucho del estilo del cómic –y parece que acertaron con la compañía de efectos especiales, ya que estos logran estar a la altura; aunque, tampoco son para tirar muchos cohetes, la verdad. No obstante, la película dista mucho de ser buena. El guión es simplón a mas no poder y está lleno de diálogos ridículos. Algunas escenas de acción están muy logradas, pero la mayoría están tan mal coreografiadas y son tan rápidas y mal montadas que a veces ni te enteras de lo que pasa. La primera mitad es bastante correcta, pero luego la trama se desploma por su propio peso hasta llegar a una batalla final que debía haber sido espectacular y emocionante y resulta insípida, aburrida y caótica. Todo para acabar en un final tan estúpido y ridículo que llega a dar vergüenza ajena.

Como adaptación, la película es una auténtica porquería. A parte de no lograr captar ni de lejos la esencia de la obra de Moore, las diferencias entre cómic y película son abismales, tanto en los personajes, la historia y todo lo demás. Bien sabéis que yo siempre tolero las libertades en las adaptaciones siempre que el resultado sea bueno; pero, como aquí no lo es, no pienso tener piedad alguna.

Aquí el enemigo es solamente Moriarty –interpretado por Richard Roxburgh –, quién se hace pasar por un supervillano conocido como El Fantasma –inspirado, tal vez, en El Fantasma de la Ópera, de Gastón Leroux, ya que lleva una máscara parecida –que pretende desestabilizar el orden mundial provocando la I Guerra Mundial; aunque, al final, resulta que lo que quería era reunir a la liga para robar sus habilidades – ayudado por Dorian Gray, quién aquí le quita el puesto al Hombre Invisible como traidor –y crear su propio ejército de hombres extraordinarios. Por no hablar que su fortaleza voladora aquí es sustituida por una base secreta en el Ártico.

A Fu Manchú ni se le nombra. Los responsables del film lo justifican alegando problemas con los derechos, como con El Hombre Invisible. Sin embargo, en el cómic en ningún momento se refieren a él como Fu Manchú y es conocido en todo momento como El Doctor, algo que podrían haber utilizado en el film para esquivar los problemas con los derechos, digo yo. De todas maneras, al igual que el Moriarty de este film es muy descafeinado y no es tan enigmático ni tan amenazador como el del cómic, seguro que, de haber salido, el Fu Manchú del film tampoco sería tan impresionante.

Vamos con los protagonistas.

Peta Wilson hace un buen trabajo en el film, el problema es el tratamiento que recibe su personaje. Aquí a Mina la convierten en una vampiresa muy poderosa –es capaz de convertirse en una bandada de murciélagos, curar rápidamente sus heridas y de regresar a la vida si le clavan una espada y luego se la quitan –, cosa que no ocurre en el cómic, donde es completamente humana y las cicatrices de su enfrentamiento con Drácula no son, precisamente, las marcas de los colmillos. Además, en el cómic es la líder del grupo y la encargada de reunir a la liga. Es una mujer fuerte y valiente que, al encontrarse en un mundo aún dominado por los hombres, tiene siempre que mostrarse dura para que la respeten y le hagan caso.

A pesar de sus peleas con el director, Connery hace, como siempre una gran interpretación. No obstante, su Allan Quatermain dista mucho del el del cómic. Mientras en la película es una especie de superhombre en plan James Bond o Indiana Jones, en el cómic es un viejo decrépito y drogadicto.

En el cómic, Nemo es un tipo enorme y siniestro, mas parecido a un pirata que a un científico También viste ropas hindúes –por los orígenes que le dio Verne en La Isla Misteriosa –, pero no lleva un traje tan ridículo ni tan hortera como el que lleva el de la película, bien interpretado por ese actor hindú de nombre impronunciable, pero que, de nuevo, el tratamiento que recibe el personaje lo estropea todo. Además, el diseño del Nautilus en la película es una auténtica MIERDA, todo lo contrario que el de cómic, cuyo diseño recrea la famosa escena del pulpo gigante.

El Doctor Jekyll de la película, muy bien interpretado por Jason Flemyng, está muy logrado. Para mi es el personaje mas fiel con respecto al cómic. Ahí no tengo ninguna objeción. El problema es Mr. Hyde, que no resulta tan impresionante y amenazador como el de las viñetas y su diseño es una auténtica porquería.

Y termino con el hombre invisible, también bien interpretado por el actor Tony Curran, que es con quién mas libertades se toman. A parte del cambio de personaje a causa de los derechos de autor, luego está el hecho de que en la película es bueno cuando en el cómic es mas HIJO DE PUTA que todos los directivos de Telecinco juntos.

En cuanto a las referencias y los otros personajes, todo queda muy, pero que muy reducido. Por ejemplo, el personaje de Campion Bond es suprimido y en la escena en la que capturan a Mr. Hyde en la Calle Morgue –de Los Crímenes de la Calle Morgue, de Edgar Allan Poe –no aparece el detective de ese relato, Auguste Dupin. Eso si, aparece un envejecido Ishmael como miembro de la tripulación de Nemo y diciendo la famosa frase con la que momienza Moby Dick, de Herman Melville. Pero, muy poco mas, porque se dejan en el tintero casi todo.

Resumiendo.

Película patética y simplona que entretiene, pero se olvida al poco de haberla visto. Desde luego, no vale la pena pagar por verla en el cine; yo lo hico y todavía me arrepiento.

Eso como película, porque como adaptación es una completa basura que no le hace ningún favor al estupendo cómic que adapta. Quién la vea sin haber leído el cómic encontrará una correcta película de acción con buenos efectos especiales mientras, los que hemos leído el cómic, nos abochornamos del poco respeto que se le ha tenido a la magistral obra de Moore y O´Neill.

Desde luego, no es la adaptación que se merece un cómic tan brillante. Aunque, eso si, no es la peor adaptación que se ha hecho de un cómic de Moore. Ese honor lo tiene Fron Hell.