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14 de marzo de 2017

LOGAN (2017)







ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de verla o, por el contrario, que lo haga bajo su total responsabilidad.















Bueno, he tardado un poco en ver esta película, ya que no he podido verla antes –y mira que le tenía ganas –, pero ya por fin he podido verla y os puedo dar mi más clara opinión. 

Esta película no solo supone la tercera película de Lobezno en solitario, también es la despedida de Hugh Jackman del personaje tras 17 años interpretándolo.

Jackman le debe la fama a Lobezno, ya que era un completo desconocido cuando lo fue elegido para el papel; papel al que llegó por pura suerte, ya que Dougray Scott, el actor que fue elegido, renunció a él para ser el villano de Misión Imposible 2 (John Woo, 2000), dejándole el camino a Jackman y, bueno, todo lo demás es historia.

Jackman nunca ha renegado del personaje. Todo lo contrario, se siente feliz de interpretarlo y siempre ha reconocido lo mucho que le debe. No obstante, ahora ha llegado el momento de pasarle el testigo a otro.

Y lo ha hecho con esta película que es una despedida en toda regla.

Es el año 2029. La situación no puede estar peor para los mutantes. La mayoría se han extinguido, ya que no nace ningún mutante desde hace 25 años, y los pocos que quedan viven escondidos. Uno de ellos es Logan (Hugh Jackman), el mutante antes conocido como Lobezno que formó parte de los ahora extintos X-Men, quién malvive trabajando como chófer de limusina en Texas a la vez que, junto a otro mutante, Caliban (Stephen Merchant), cuida del profesor Charles Xavier (Patrick Stewart), que ahora es un anciano de 90 años aquejado de Alzheimer, en una planta de fundición abandonada.

Pero Logan también está enfermo. El adamantium de sus huesos le está envenenando lentamente, lo que ha hecho que envejezca más deprisa y su poder de curación cada vez funcione menos y su cuerpo esté lleno de cicatrices. Esto le hace refugiarse en el alchool mientras su único sueño es comprar un barco con el que ir a alta mar y allí esperar su fatal destino. No obstante, sus planes cambian cuando se ve obligado a llevar hasta Canadá a una misteriosa niña llamada Laura (Dafne Keen), quién está siendo perseguida por los Reavers, un grupo de hombres mejorados cibernéticamente liderados por Donald Pierce (Boyd Holbrook), quienes trabajan para Transigen, una compañía que experimenta con mutantes.


Antes de ponerme con la película, voy ha hablar de cómo le están yendo las cosas. Para empezar, en taquilla le están yendo muy bien. Puede que este fin de semana haya perdido el primer puesto frente a Kong: Skull Island, pero lleva ya recaudados 153 millones de dólares en EEUU y 284 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 437 millones de dólares. Todo ello con un presupuesto de 97 millones de dólares y con clasificación R.

Además, las críticas no pueden ser mejores y el público está saliendo encantado de verla, así que la película está siendo un éxito en todos los frentes.

¿Y que opino yo? Pues a eso voy.

Como ya sabéis quienes me conocéis, Lobezno es un personaje que me encanta. Siempre ha sido mi favorito de los X-Men y me encanta la forma en la que Hugh Jackman lo ha interpretado en el cine.

Y eso que, cuando lo eligieron hace 17 años, yo tenía mis dudas. Para empezar, no era un actor al que viera para ese papel. En el poco material que pude ver de la película antes de su estreno, no me convencía nada ese actor desconocido y de rasgos suaves que habían elegido para el papel. Llegué a temer que se hubieran cargado la película con esa elección.

Sin embargo, fue ver la película, y cambié de opinión completamente. El tipo interpretó a Lobezno como si hubiera nacido para él y a penas me quedaron dudas de que hubieran hecho una buena elección de casting. Tan solo me quedarían unas muy pequeñas dudas que desaparecieron cuando se estrenó la secuela de la película 3 años después. Ahí si que Jackman terminó de demostrar que él es Lobezno.

Sobre sus películas en solitario, la primera, X-Men Origins: Wolverine (Gavin Hood, 2009), es una película muy odiada, aunque yo le tengo bastante aprecio. Es cierto que como adaptación de cómic no vale nada, ya que se pasa los cómics por el forro de los cojones; además, el trato que le daban a los personajes, como Deadpool, era bochornoso. Sin embargo, como película de acción está muy bien. Sin duda, es una película que se disfruta más si te olvidas del material que –supuestamente –adapta.

La segunda película, The Wolverine (James Mangold, 2013), funciona mejor como adaptación de cómic. Es una película que está bastante bien y se disfruta bastante. Sin embargo, no me termina de matar. La historia se desploma mucho en su segunda parte y, al final, el gran villano que se esperaba resulta ser una decepción.

Así son las cosas. Las dos primeras películas protagonizadas por Lobezno son dos buenas películas, pero con bastante fallos que no le hacen ningún favor a un gran personaje como Lobezno.


En esta tercera entrega, que vuelve a dirigir James Mangold, la Fox, teniendo en cuenta que se trata de la despedida de Jackman, ha decidido enrollarse la manta a la cabeza y permitir a sus responsables hacer una película crepuscular de clasificación R inspirada, muy libremente, en el cómic Old Man Logan, de Mark Millar y Steve McNiven.

El resultado ha sido una película MARAVILLOSA y una despedida mucho más que digna.

La película me HA ENCANTADO. Ya desde la primera escena la película te engancha completamente y no te suelta hasta ese épico final que hizo que me dieran ganas de aplaudir.

La película es muy buena. Desde luego, el James Mangold que la dirige no es el mismo que el de The Wolverine. En aquella película no hizo un mal trabajo, pero daba en todo momento la sensación de que solo hacía lo que le mandaban, al igual que en sus películas más recientes. Aquí, en cambio, nos encontramos con un James Mangold como el de sus comienzos, el que hizo joyas como Copland (1997) o Inocencia Interrumpida (1999).

El tipo no solo se limita a dirigir bien, sino que cuida al detalle cada plano con un estilo muy personal, una muy buena forma de manejar a los actores y, sobre todo, dándole a todo un acabado que es para quitarse el sombrero. Todo ello ayudado con una fotografía de lo más fascinante, un logradísimo diseño de producción y unos efectos especiales que no cantan en ningún momento. Amén de un guión muy trabajado y una banda sonora eficaz.

Y ya no digamos en lo que a escenas de acción se refiere. Tan brutales como espectaculares que llegan hasta ser impresionantes. Una de las mejores es esa huida con la limusina de la planta de fundición, la cual llega a ser apoteósica; lo mismo que la carnicería en la planta que precede a esa escena.

Y es que la película no se corta un pelo en lo que violencia y sangre se refiere. La tan bienvenida clasificación R nos permite por fín ver en el cine a un Lobezno bañado en sangre, como en los cómics; porque no era fácil de digerir que, después de cargarse a un montón de gente, Lobezno acabase con las garras completamente limpias.

Pero no solo Lobezno se luce en este film. Lo que hemos visto de X-23 en los tráilers se queda corto, pero muy corto. Esta niña angelical degüella a la gente como si hubiera nacido para ello, pelea como si de una loca poseída se tratase y hasta es capaz de decapitar a un tio y llevar su cabeza en las manos como si un balón de fútbol se tratase. Y no solo eso, en la película la golpean, disparan y hasta la atraviesan con una especie de arpón –paracido a esos que utilizaban en la película La Isla (Michael Bay, 2005), pero más grande –y no se cortan un pelo en mostrárnoslo; vale que ella es más bestia que el propio Lobezno pero, aún así, ver como le hacen todo eso a una niña es bastante duro.

Desde luego, es una película muy bestia; claramente, no es una película apta para todos los públicos. Pero es que es tan bestia que llega a ser hasta cruel.

Ya es bastante duro ver a Charles Xavier víctima de esa enfermedad degenerativa; pero verle huir de Logan en la silla de ruedas y como este le pone inyecciones por la fuerza, hace que te entren ganas de mirar para otro lado.

Aunque, el mayor ejemplo de crueldad lo encontramos en la parte de la granja. Ahí si que no deján al espectador de una pieza. Primero porque te introducen en un entorno tan idílico que desentona mucho con el tono del film, pero luego devuelven, tanto a los protagonistas como al espectador, a la realidad cuando la familia de granjeros entera es masacrada sin piedad alguna. Incluso vemos morir a Xavier; era evidente que el personaje iba a morir en la película pero, aún así, la muerte que tiene es realmente impresionante.


El responsable de esta matanza es la gran némesis de Logan en esta película. Un clon suyo que responde al nombre de X-24 y que, prácticamente, es una versión más joven de él sin alma, lo que lo convierte en un enemigo impracable y muy difícil de vencer; espeialmente, para el Lobezno de esta película.

Debo admitir que este villano me ha decepcionado algo, ya que me esperaba otra cosa; algo así como una versión mejorada de Dientes de Sable o, incluso, el mismísimo Mr. Siniestro –quién se dijo que iba a estar en la película y, al final, naranjas de la China –. Pero, aún así, el personaje ha estado bien.

Sobre la adaptación, pues era evidente que el cómic Old Man Logan solo iba a ser utilizado como referencia para introducirnos a Logan envejecido y desentendido de todo en un futuro desolador. Y es que adaptar fielmente ese cómic era misión imposible para la Fox, puesto que carece de los derechos de muchos personajes que salían allí. Así que lo máximo que hay son referencias al cómic.

La más clara es cuando, antes de morir, Xavier confiesa que él mató a los X-Men. En el cómic era Lobezno quién los mataba pero, aún así, era una referencia a esa parte del cómic.

En cuanto a los actores.

Que decir de Hugh Jackman. El tipo ha interpretado siempre a Lobezno como si hubiera nacido para él y aquí no ha hecho ninguna excepción. Y, en esta que es su despedida del personaje, nos ha ofrecido un Lobezno viejo y roto, al que su poder de curación le falla y hasta le cuesta sacar las. También vemos a un Lobezno acabado, que se desentiende todo y que solo busca morir como él desea.

Y al final le vemos morir. Pero, lo bueno es que le dan una muerte épica –la cual ya fue predecida en The Wolverine –, una muerte digna de un héroe roto como él; alguien que, como he dicho antes, decide como y cuando morir.

Patrick Stewart –quién también ha anunciado que dejará de interpretar al personaje en esta película –, también hace un gran trabajo como Charles Xavier. Un Charles Xavier que da pena, quién ya no es el poderoso líder mutante que fue en el pasado y que ha quedado reducido a un vejestorio incapaz de valerse por si mismo. Un claro mensaje de que la edad siempre pasa factura, seas quién seas.

Además, el tipo llega a ser un peligro, ya que su poderosa mente, víctima de esa enfermedad degenerativa, es un arma de destrucción masiva –tal y como dicen en la película –y hay dos momentos en los que podemos apreciarlo.

Luego tenemos a la niña, X-23; o Laura, como prefiráis llamarla. Desde luego, Dafne Keen ha sido todo un descubrimiento. La chica hace un trabajo magnífico en todo el film. A parte de desenvolverse en las escenas de acción de una forma tan natural que asusta, su interpretación es maravillosa; especialmente, en un papel en el que está la mayor parte de la película sin hablar. Y luego, encima, el duelo interpretativo que tiene con Jackman –su padre en la ficción; ya que, prácticamente, Lobezno y ella son padre e hija –es sorprendente.

Desde luego, yo quiero ver más a esta niña haciendo de X-23; si es en películas propias mejor.

Un personaje que me ha sorprendido bastante ha sido el personaje de Caliban; un Caliban muy diferente al visto en X-Men: Apocalypse (Bryan Singer, 2016). El actor que le da vida, Stephen Mechant, hace un estupendo trabajo y el personaje tiene bastante relevancia en la película; más de la que me esperaba. Además, la muerte que tiene –si, otro que también muere –, sacrificándose, es maravillosa.


Boyd Holbrook, quién da vida a Donald Pierce, uno de los villanos y líder de los Reavers, está bastante bien en su papel. No diría que hace un trabajo sobresaliente, pero el tipo lo hace muy bien.

El otro villano es Zander Rice, hijo de uno de los que formaron parte del proyecto Arma X que creó a Lobezno –y que murió a manos de este –. El actor que le da vida, Richard E. Grant –a quién yo siempre recuerdo como el doctor Jack Seward de la maravillosa Drácula (Francis Ford Coppola, 1992) –, hace un trabajo estupendo, eso no lo puedo negar. Sin embargo, pese a la importancia que tiene en la película como creador de X-23 y X-24, he encontrado su presencia en la película un tanto anodina. Sin duda, ha sido uno de los pocos fallos de la película.

Bueno, vamos resumiendo ya.

En definitiva, Logan es una película excelente. Sin duda, la mejor de las tres películas protagonizadas por Lobezno y uno de los mejores films de la saga X-Men y del cine de superhéroes en general. Muchos la ponen a la misma altura que las películas de Batman de Christopher Nolan; yo no llego a tanto, pero si os digo que este film se les acerca mucho.

No obstante, aunque se ubique dentro de subgénero de superhéroes, yo no la consideraría una película de superhéroes, ya que es más bien una road movie con toques de western. Muchos la consideran un cruce entre Sin Perdón (1992) y Ruta Suicida (1977) y, desde luego, no van mal encaminados.

Los logros de esta película radican en que todos sus implicados, con James Mangold (director) y Hugh Jackman (protagonista y productor) a la cabeza, se han esforzado mucho en ofrecernos una gran película y darle al Lobezno interpretado por Hugh Jackman una despedida por todo lo alto.


Y así ha sido. Porque Hugh Jackman no se ha podido despedir mejor del personaje que le dio la fama.






31 de mayo de 2016

X-MEN: APOCALYPSE (2016)

















Bueno, por fin he visto la muy esperada nueva película de X-Men y ya puedo dar mi opinión sobre ella.

Pero, vayamos por partes.

La historia transcurre en 1983, diez años después de los acontecimientos de la anterior entrega. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. La humanidad al completo conoce la existencia de los mutantes y Mística (Jennifer Lawrence) se ha convertido en una figura heroica para el mundo mutante desde que frustrara el ataque al presidente Nixon por parte de Magneto (Michael Fassbender), quién está en paradero desconocido. En realidad, se encuentra en Polonia llevando una vida normal con una esposa y una hija. Sin embargo, es descubierto cuando se ve obligado a utilizar sus poderes para salvar a uno de sus compañeros de trabajo y la policía intenta arrestarlo. Pero, en la operación mueren la esposa y la hija y Magneto, furioso, asesina a los policías y va en busca de los compañeros que lo delataron para vengarse. Pero, en esos momentos es reclutado por Apocalipsis (Oscar Isaac), un poderoso mutante que busca destruir el mundo para crear uno nuevo sobre sus cenizas.

Apocalipsis es en realidad En Sabah Nur, el primer mutante de la historia, quién era considerado un dios en el antiguo Egipto. Sin embargo, fue traicionado por algunos de sus súbditos que intentaron asesinarlo cuando estaba siendo transferido de su envejecido cuerpo al de un mutante con la capacidad de regenerarse. Los súbditos rebeldes logran destruir la pirámide, pero En Sabah Nur logró sobrevivir gracias a la ayuda de sus principales lugartenientes, los Cuatro Jinetes, que se sacrifican para que pueda sobrevivir. Desde entonces, Apocalipsis ha permanecido dormido hasta que sus seguidores han logrado despertarlo de nuevo. Charles Xavier (James McAvoy) y los X-Men son la única esperanza.


Esta película comenzó a hacerse meses antes de que X-Men: Días del futuro Pasado (2014) se estrenara en los cines, de nuevo con Bryan Singer en la dirección. A diferencia de esta, este film volvía a centrarse solo en los personajes jóvenes surgidos de X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011) sin incluir a personajes de la primera trilogía –como hizo su antecesora –e, incluso, nos presentaría las versiones jóvenes de personajes como Jean Grey, Cíclope, Tormenta o Rondador Nocturno.

No obstante, la gran novedad es que nos traía a uno de los villanos más icónicos del universo mutante: Apocalipsis.

A la película no les están yendo mal las cosas; pero tampoco le van del todo bien. En la taquilla, antes de su estreno en EEUU, la película hizo unos considerables 103 millones de dólares en todo el mundo. No obstante, tras su estreno en EEUU, la película hizo en su primer fin de semana unos 68 millones de dólares, muy por debajo de las expectativas de la Fox, que esperaba que la película hiciera entre 80 y 100 millones en su primer fin de semana.

A día de hoy, la película, que ha costado 178 millones de dólares, lleva recaudados 80 millones en EEUU y 185 millones en el resto del mundo, habiendo llevando ya un total de 265 millones de dólares.

No obstante, donde le están yendo peor las cosas es en la respuesta de los críticos. Antes de su estreno, las opiniones de los críticos que pudieron verla antes que nadie fueron demoledoras. Esto hizo despertar de nuevo las sospechas sobre que Disney está sobornando a los críticos para perjudicar otras películas a favor de Capitán América: Civil War suscitadas por las demoledoras críticas que recibió Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia.

No obstante, después del estreno las críticas han ido mejorando. Además, la opinión del público está siendo bastante buena; aunque si está extendida la opinión de que la película es buena pero no tanto como se esperaba.

Yo, como digo siempre, me dispongo a dar mi opinión, la cual no viene condicionada por nada, ni por la opinión de los críticos ni la opinión generalizada del público ni nada. Es mi opinión, totalmente sincera, de lo que la película me ha parecido.

Pues bien.

Mi opinión es que es una película muy buena, está muy bien hecha, he disfrutado mucho viéndola y, desde luego, la coloco entre lo mejor del año. Sin embargo, también debo decir que no me ha satisfecho del todo.

OJO, no estoy diciendo que me haya decepcionado. Lo que digo es que muchas de mis expectativas se han visto cumplidas, pero no todas.


La película es muy buena. De nuevo, Bryan Singer hace un trabajo excelente dirigiendo y cada vez se va superando más. El film tiene lo bueno de sus dos grandes competidoras de este año. Por un lado, tiene el tono serio y oscuro de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia y, por el otro, el tono espectacular y emocionante de Capitán América: Civil War.

Con unos efectos especiales muy buenos, un diseño de producción sobresaliente –con una muy lograda ambientación ochentera –y una fotografía impresionante, la película está llena de momentos impresionantes y épicos –el comienzo en el antiguo Egipto, la escena de los misiles, el momento Arma X… –, todo acompañado por un ritmo que nunca decae y una sensacional puesta en escena.

El guión no es tan complejo como el de X-Men: Días del Futuro Pasado, es más simple y más lineal. Pero, aún así, es un guión eficaz y cumple muy bien su cometido. Lo mejor es como ha sabido llevar a cabo una historia con tantos personajes sin que ocurra lo que pasó en X-Men: La Decisión Final (Brett Ratner, 2006) –a la que, por cierto, le dan un buen recadito en esta película –. Ese ha sido, sin duda, su gran acierto.

Aquí ningún personaje queda olvidado ni relegado. Es cierto que algunos personajes tienen más atención y más presencia que otros, pero todos los personajes –independientemente del tiempo que aparezcan en pantalla –tienen su importancia dentro del film.

A todo esto ayuda un gran reparto lleno de actores que hacen un estupendo trabajo ayudados por la eficaz dirección de actores de Singer.

Comenzando por Jennifer Lawrence, que vuelve a estar magnífica como Mística; aquí gozando de un protagonismo aún mayor y convertida en una especie de Sinsajo. James McAvoy vuelve a estar sensacional como Charles Xavier y Michael Fassbender está de nuevo impresionante como Magneto; llegando a protagonizar el momento más brutal y emotivo de toda la película –hablo, naturalmente, de la escena en el bosque –.

Nicholas Hoult vuelve a estar muy bien como Bestia, lo mismo que Rose Byrne como Moira Mactaggert, Lucas Till como Havok o Evan Peters como Mercurio; quién vuelve a tener otro gran momento, como el que tuvo en la anterior entrega, esta vez más espectacular y denso.

La otra cara de la moneda es Ben Hardy como Angel, y como Arcángel también. El actor no lo hace mal, pero su presencia en el film me ha parecido muy anodina; como la de Hawkeye en Capitán América: Civil War.


Sobre los nuevos, me han gustado mucho. Cíclope nunca ha estado entre mis favoritos, pero me ha gustado mucho en esta película gracias, especialmente, al estupendo trabajo de Tye Sheridan. Alexandra Shipp también está fantástica como Tormenta, lo mismo que Lana Condor como Jubilo o Kodi Smit-McPhee, que me ha convencido como Rondador Nocturno pese a que no me convencía su aspecto al principio.

No obstante, quién ha logrado destacar más entre los personajes nuevos ha sido sin duda Sophie Turner. La chica logra por fin quitarse de encima la losa de ser Sansa Stark en Juego de Tronos y nos deleita con un estupendo trabajo como Jean Grey; llegando a tener un gran momento en el climax de la película donde ya apunta maneras como Fénix y parece que confirma que en la próxima película abordarán el tema de Fénix Oscura.

Aunque también merece una especial mención Olivia Munn, que está fantástica como Psylocke y, aunque debería haber tenido más minutos en pantalla, su presencia no ha pasada nada desapercibida. Además, tengo la impresión de que la veremos más en el futuro.

Tampoco me olvido de Hugh Jackman, cuya presencia como Lobezno quedó confirmada en el último tráiler y, como se esperaba, le vemos convertido en el Arma X de una forma más fiel a los cómics que en X-Men Origins: Wolverine (Gavin Hood, 2009); recordemos que nos encontramos en otra línea temporal totalmente independiente de las otras películas.

Y ahora vamos con el villano principal, Apocalipsis. El cual, sintiéndolo mucho, es el punto más flojo de la película y la razón de que no haya sido del todo satisfactoria.

Y es que, como ya he dicho, la gran novedad de esta película es la llegada de tan icónico villano del universo mutante. Pero, desgraciadamente, esta llegada no ha estado del todo a la altura de las expectativas pese al estupendo trabajo de Oscar Isaac, el actor que le da vida.

Para empezar, su aspecto no termina de convencer. Es cierto que le hicieron mejoras después de que aparecieran esas primeras imágenes el verano pasado que cabrearon tanto a los fans pero, aún así, su aspecto no resulta tan convincente y, desde luego, solo es amenazador a ratos.


Luego, tenía que haber sido más grande. Cuando le ves interactuando con otros personajes, como los Cuatro Jinetes, se ve muy pequeño. Deberían haberlo hecho más grande, no un gigante, pero si una tamaño superior al normal; algo así como en El Señor de los Anillos o en la reciente Dioses de Egipto. Porque con ese tamaño no llega a resultar tan imponente ni tan amenazador.

Y, por último, pese a liar la de Dios es Cristo, al final ni el personaje ni su plan logran representar la gran amenaza que deberían y el final, aunque muy espectacular, no resulta tan épico como debería.

Sin duda, esto es lo que hace que la película, pese a ser muy buena, no logre estar del todo a la altura y termine entorpeciendo el conjunto.

Una pena porque, de no ser por este defecto, esta película hubiera sido mucho mejor de lo que ya es.









29 de febrero de 2016

DEADPOOL (2016)















Por fin he visto Deadpool, adaptación del personaje de los cómics Marvel del mismo nombre –aunque, en España se le conoce como Masacre –. Me hubiera gustado haberla visto el día de su estreno, pero me fue imposible poder viajar a la ciudad para poder verla y tuve que esperarme una semana.

Afortunadamente, ya he podido verla y me dispongo a dar mi opinión sobre ella.

Pero, vayamos por partes.

Wade Wilson (Ryan Reynolds) es un ex-miembro de las fuerzas especiales que ahora trabaja como mercenario vendiendo sus servicios al mejor postor; aunque, esos postores a veces suelen ser adolescentes sin blanca que buscan deshacerse de un acosador. Un día, conoce a Vanessa Carlysle (Morena Baccarin), una bella prostituta de la que se enamora y con la que comienza una relación. Sin embargo, las cosas se tuercen cuando le diagnostican cáncer en varios órganos y sus esperanzas de vida son escasas.

Es entonces cuando decide aceptar la proposición de un misterioso tipo de someterse a un experimento que le curará el cáncer y le proporcionará habilidades especiales. Sin embargo, al hacerlo, cae en manos de una organización liderada por un sádico tipo conocido como Ajax (Ed Skrein), quién le inyecta un suero especial y luego hace que su lugarteniente, Angel Dust (Gina Carano), le someta a las peores torturas para activarlo. Finalmente, Wade logra escapar destruyendo las instalaciones. Ha adquirido la capacidad de curarse y regenerarse rápidamente, pero ha quedado gravemente desfigurado, por lo que no quiere volver con Vanessa hasta que logre vengarse de Ajax y le obligue a recuperar su aspecto normal.


Deadpool es un personaje creado por Rob Liefeld y Fabian Nicieza que hizo su primera aparición en 1991 en el número 98 de los Nuevos Mutantes. Después, apareció en otras series, como X-Force, hasta protagonizar sus propios comics. Empezó siendo un villano, pero evolucionó hasta convertirse en un antihéroe.

La idea de llevarlo al cine se remonta hasta el año 2000; pero tendrían que pasar 9 años para verlo por primera vez en una película y 16 para verlo protagonizando su propio film.

El primer proyecto se puso en marcha en 2004. El estudio encargado fue New Line Cinema, quién puso al frente a David S. Goyer. Ya por entonces, el protagonista iba a ser Ryan Reynolds, que acababa de trabajar con Goyer en Blade: Trinity, quién estaba interesado en interpretar a Deadpool. La razón del interés del actor en el personaje es bastante curiosa, ya que se debe a que el actor vio en un número de Cable & Deadpool, que comenzó a publicarse por ese año, que el personaje se refería a su aspecto como un cruce entre Ryan Reynolds y un perro Shar Pei.

No obstante, el proyecto no logró salir adelante a causa de la pérdida de interés por parte de Goyer y, en 2005, el estudio se deshizo del proyecto, el cual cayó en manos de la 20th Century Fox. Esta, en un principio, siguió adelante con la película. Pero, terminó desechando el proyecto y optó mejor por introducir al personaje como secundario en X-Men Origins: Wolverine (Gavin Hood, 2009), la primera película en solitario de Lobezno.

La película fue muy criticada y, una de las cosas que más críticas recibió fue como habían representado a Deadpool. A los fans no les gustó nada la encarnación que Reynolds había hecho del personaje, el cual seguía siendo bromista y charlatán, pero había perdido por completo el humor negro e incorrección política que tanto le caracteriza; por no hablar de que no le pusieron su famoso traje rojo y negro. Aunque, lo que menos gustó fue que, al final de la película, lo convirtieran en una especie de monstruo de Frankenstein.

Después de esto, la Fox quiso hacer un spin-off de esa película con Deadpool –de hecho, metieron una escena post-créditos que daba algunas pistas –. No obstante, la productora Lauren Shuler Donner pensó que lo mejor era reiniciar al personaje; aunque, conservando a Reynolds como protagonista.

Rhett Reese y Paul Wernick, guionistas de Zombieland (Ruben Fleischer, 2009), una de las grandes sorpresas de aquel año, fueron contratados para escribir el guión de la película. Para la dirección, el primer candidato fue Robert Rofriguez, quién escribió su propio guión, desechando el de Reese y Wernick, pero no se llegó a un acuerdo. Otro director tanteado fue Adam Berg, prestigioso director de videoclips.

Finalmente, el elegido fue Tim Miller, cuya experiencia en la dirección se limitaba a un par de cortometrajes, pero con una nutrida carrera a sus espaldas que, entre otras cosas, incluye el haber trabajado en los efectos especiales de películas como Asesino del Más Allá (Brett Leonard, 1995) o Scott Pilgrim contra el Mundo (Edgar Wright, 2010) y el videojuego Star Wars: The Old Republic (2011), haber realizado los títulos de crédito de Millenium: Los Hombres que no Amaban a las Mujeres (David Fincher, 2011), o haber dirigido la segunda unidad de Thor: The Dark World (Alan Taylor, 2013).

No obstante, a pesar de los esfuerzos de Miller, de Reynolds o de Reese y Wernick, el proyecto no lograba salir adelante debido a que la Fox no se decidía a darle luz verde. Para intentar convencerles, Miller rodó en 2012 un teaser de prueba con un Deadpool generado por CGI con captura de movimientos. Pero, ni por esas conseguían convencer al estudio, cada vez menos interesado en el proyecto.

La verdad es que el proyecto parecía no tener futuro por delante; yo, de hecho, llegué a perder la esperanza de que se hiciera la película.

No obstante, la cosa cambió en julio de 2014, cuando ese teaser se filtró en la red generando un gran entusiasmo y un sinfín de opiniones positivas. Esto llevó, finalmente, a la Fox a permitir que se hiciera la película, la cual nos llega ahora precedida por una campaña publicitaria, tan divertida como creativa, muy acorde con la personalidad del personaje.


Desde luego, la película está siendo un éxito. A día de hoy lleva recaudados 263 millones de dólares en EEUU y 266 millones en el resto del mundo, lo que hace que su recaudación global ascienda a 529 millones de dólares; todo ello con un presupuesto de 58 millones de dólares. Y las cifras siguen en aumento.

Además, las opiniones del público no pueden ser más positivas. Tanto los que son fans de los comics como los que ni siquiera conocen al personaje, hablan maravillas de ella. Hasta la crítica –salvo algunas excepciones –se está rindiendo ante ella.

La película está siendo un éxito. Me imagino la cara de los de la Fox al ver como una película en la que no tenían puesta ninguna esperanza esté arrasando de esta manera. De hecho, sus expectativas sobre la película fueron cambiando antes, incluso, de que la película se estrenase, ya que confirmaron la secuela antes del estreno; la cual, muy seguramente, tendrá un mayor presupuesto.

Aunque, este éxito no solo beneficiará a la película y al personaje. Muchos esperamos que esto haga que a los estudios se les quite de una vez el miedo que le tienen últimamente a la clasificiación R.

En los últimos años, a causa del descenso de público por culpa de la crisis, los estudios están más empeñados en hacer las películas en PG-13 para que así más público asista a las salas. Películas como RoboCop (José Padilha, 2014), Los Mercenarios (Patrick Hughes, 2014) o Terminator Génesis (Alan Taylor, 2015) son unos ejemplos de películas que se han visto perjudicadas por esto. Incluso se han echado a perder proyectos tan interesantes, como esa adaptación que Guillermo del Toro iba a realizar de En las Montañas de la Locura, de H.P. Lovecraft, la cual se fue a la mierda porque la Universal se empeñó en que fuera PG-13 y ni contar con James Cameron o Tom Cruise respaldando el proyecto convenció al estudio.

Claro, que tampoco ayudaba que películas de clasificación R como Dredd (Pete Travis, 2012) o Kick-Ass 2 (Jeff Wadlow, 2013) fracasaran a pesar de sus bajos presupuestos mientras que películas PG-13 como World War Z (Marc Forster, 2013) –una película de zombies sin gore y a penas sangre –triunfen en taquilla. Por eso, el enorme éxito que está teniendo Deadpool podría ayudar a que las cosas cambien.

Pero, de todo eso hablaré más adelante. Ahora, vamos con lo que importa. ¿Qué me ha parecido la película?

Pues bien, la película me HA ENCANTADO.

Iba con las expectativas muy altas y, afortunadamente, se han visto cumplidas en su mayoría. La película me ha parecido genial y he disfrutado enormemente todo el metraje; desde los divertidos títulos de créditos iniciales, hasta la no menos divertida escena post-créditos.

No es una obra maestra, ya que tiene algunos puntos negativos y algunas cosas mejorables, pero si es una película muy buena y la coloco entre lo mejor del año; de hecho, en estos momentos es para mí la mejor película de lo que llevamos de 2016.

En el aspecto técnico, la película luce genial. Tim Miller debuta aquí como director de largometrajes y, desde luego, lo hace muy bien. Cierto que le quedan algunos puntos por mejorar, pero aquí ha hecho un trabajo bastante bueno; especialmente, en las escenas de acción, brutales y bastante espectaculares que, encima, mejoran con la enorme violencia, humor negro e incorrección política que desprende el film.

El guión no es ninguna maravilla, pero es eficaz y cumple bien su cometido.

Los efectos especiales están muy bien realizados. Es flipante ver como esta película, con 58 millones de presupuesta, tenga unos efectos especiales tan buenos mientras que una película como Hércules: El Origen de la Leyenda (Renny Harlin, 2014), que costó 70 millones, tuviera unos efectos especiales tan lamentables y más propios de una película de Asylum.

  
El diseño de producción es genial, dándole a la película un aspecto muy de cómic; especialmente, en la batalla final sobre ese ¿Helicarrier?. Muy logrado también está el diseño del traje del protagonista, totalmente fiel al de los cómics. Este es uno de esos casos en los que el diseño es tan válido para las viñetas como para el cine y, desde luego, aquí lo han clavado. Además, incluso le han puesto lentes animadas a la máscara con ayuda del CGI.

En cuanto al reparto, Ryan Reynolds aquí se quita la espina de cuando interpretó al personaje en la película de Lobezno. Claro, que no es que lo hiciera mal en aquel film, ya que allí el problema fue lo mal caracterizado que estuvo el personaje. Yo soy de las pocas personas que defienden X-Men Origins: Wolverine, ya que, como película, me gustó. Aunque, eso sí, reconozco que como adaptación de los cómics fue una completa cagada y, especialmente, la forma en que trataron a Deadpool era para morirse.

Afortunadamente, todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad y, desde luego, Reynolds la ha sabido aprovechar muy bien con una estupenda interpretación en donde, incluso, se permite el lujo de reírse de sí mismo.

Morena Baccarin está espléndida en todo momento; de ella no tengo ninguna pega.

A quién si pongo pegas es al villano principal. No a su actor, Ed Skrein, quién me parece que hace un buen trabajo. El problema es que el personaje no ha logrado convencerme como villano principal. Es un buen villano, pero no me ha convencido mucho como villano principal. Yo creo que este es el principal defecto de la película, que no ha contado con un gran villano; algo que espero que resuelvan en la secuela.

Gina Carano está espectacular. Cada vez me gusta más esta mujer. Además de dura, es muy carismática y cada vez va mejorando más sus interpretaciones. En la película está muy bien y la pelea que tiene con Colossus es genial. 

T.J. Miller está correcto en su papel, nada más.

Me han gustado mucho los dos X-Men que salen en la película. El Colossus de esta película me ha gustado más que el que salía en las películas de X-Men –eso sí, no puedo opinar del actor que le pone voz, ya que todavía no he visto la película en voz original –y la chica, Negasonic Teenage Warhead, también me ha gustado bastante.

Bueno, dejado todo esto claro, vamos a hablar de la mayor virtud de la película: la forma en cómo han adaptado al personaje.

Cualquiera que conozca los cómics del personaje sabe que estos están llenos de violencia, sexo, humor negro y, sobre todo, incorrección política. El temor a que edulcoraran al personaje para hacer una película más para todos los públicos ha estado hondeando sobre esta película desde que existe como remake. Ya he comentado antes la manía que tienen hoy día los estudios de Hollywood de querer hacerlo todo PG-13. Además, ya teníamos como precedente lo que hicieron con el personaje en la película de Lobezno, donde lo convirtieron en un graciosillo del tres al cuarto.

Cuando se puso en marcha la película, rápidamente nos dejaron claro que sería de clasificación R y con todos los tráilers siempre salía su versión en Red Band mostrándonos que la película tenía violencia, incorrección política y hasta sexo. Sin embargo, aún quedaba el temor de que nos estuvieran dando gato por liebre y que en los tráilers nos mostraran lo que queríamos ver para luego ofrecernos una película más convencional.


Pues bien. Una vez vista esta película, puedo decir a las claras que lo que hemos visto en los tráilers no solo es la pura realidad, sino que, encima, se quedaban cortos.

Para empezar, la película es tremendamente fiel a los cómics. No son fieles al 100%, ya que se cambian cosas, pero, como adaptación, es muy, pero que muy, fiel; incluso rompen la cuarta pared y todo.

Luego, la película no tiene de convencional nada. De hecho, salen muchas cosas que creía que ya no vería más en una pantalla de cine. Hay violencia, sangre a chorros y hasta gore; pero no un poco, sino una buena cantidad de gore. Todo ello servido con enormes dosis de humor negro, del que hace que te partas de risa mientras ves como cortan cabezas o revientan a tipos.

El sexo no abunda mucho, pero si hay sexo en la película. Hasta hay momentos en los que vemos al protagonista masturbándose y dejándose dar por culo por su novia; no bromeo.

Y, luego, hay incorrección política como para parar un carro. En la película no dejan títere con cabeza. Se ríen de todo; pero de TODO, hasta de ellos mismos. Hay menciones a cuando Reynolds hizo de Green Lantern o del otro Deadpool, de las demás películas de superhéroes, de que solo salgan dos miembros de X-Men en todo el film y, sobre todo, un final en el que se ríen en la cara de esos finales convencionales que estamos hartos de ver en muchas películas policiacas y de acción.

Ha sido increíble ver todo eso en una película de cine producida por un gran estudio en estos tiempos donde lo familiar y políticamente correcto cada vez se está imponiendo más en el cine; y no solo en el cine americano, lo cual es más triste.

Espero que el enorme éxito que está teniendo la película haga que cambien las mentalidades de los ejecutivos de los grandes estudios y la cosa cambien. No me espero un cambio radical y se pongan a hacer películas violentas y políticamente incorrectas como churros. Pero si espero que dejen de tener tanta alergia a la clasificación R, dejen de intentar edulcorado todo y piensen que también hay gente adulta que va al cine sin niños acompañándoles en busca de cosas más para adultos.