Mostrando entradas con la etiqueta Michael Fassbender. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Michael Fassbender. Mostrar todas las entradas

29 de mayo de 2017

ALIEN: COVENANT (2017)







ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto que se abstenga de leerla y, si de todas formas la leen, lo harán bajo su total responsabilidad.




















Cinco años después, Ridley Scott nos trae la secuela de Prometheus (2012). La cual, según dice ahora, será la segunda entrega de una saga de hasta seis películas que servirán como precuela a la clásica Alien, el Octavo Pasajero (1979).

Año 2104. La nave colonial Covenant se dirige hacia el planeta Origae-6 con su tripulación y 2.000 colonos en invernación, junto con 1.400 embriones congelados, bajo la vigilancia el androide Walter (Michael Fassbender). Cuando le quedan siete años de viaje, la nave sufre una avería y la tripulación es despertada, descubriendo que su capitán (James Franco) ha muerto, lo que hace que el segundo oficial, el religioso Oram (Billy Crudup), tome el mando.

Tras reparar la nave, detectan una extraña transmisión de origen humano procedente de un planeta perfectamente habitable que, curiosamente, no fue detectado cuando se examinó la galaxia en busca de planetas habitables. Oram y el resto de la tripulación deciden ir a ese planeta. La única que se opone es Daniels (Katherine Waterston), la experta en terraformación y esposa del fallecido capitán, quién no ve con buenos ojos ir a ese planeta desconocido e inexplorado.

Prometheus fue un éxito de taquilla, pero también una película muy criticada. Muchas de esas críticas se debieron a gente a la que no les gustó ver una película de la saga Alien sin los famosos xenomorfos –aunque, al final de la película se veía una criatura muy parecida a estos bichos –, lo que llevó a Ridley Scott a enfocar esta secuela de un modo diferente, apartándose un poco de la historia de los Ingenieros e introduciéndo a los famosos xenomorfos en ella; de hecho, recuperó la palabra Alien en el título.

Así nos llega esta secuela con un reparto completamente nuevo y con caras menos conocidas; aunque recupera a Michael Fassbender y –en mucha menos medida –a Noomi Rapace y Guy Pearce.

A la película le está yendo bien en taquilla. No se puede decir que esté haciendo datos astronómicos y, además, en su segunda semana, ha bajado al cuarto puesto de la taquilla estadounidense, bajando hasta un 70% con respecto a la semana anterior.


Aún así, la película, que ha costado 97 millones de dólares, lleva recaudados 57 millones de dólares en EEUU y 101 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 158 millones de dólares. Así que la tercera entrega, que llevará por título Alien: Awakening y, según Scott, se empezará a rodar el año que viene, está asegurada.

Por otro lado, la película está gustando bastante a la crítica y también al público, que ha salido de verla con más entusiasmo que en Prometheus. Aunque, yo esto lo achaco más a que hayan recuperado a los famosos xenomorfos.

¿Y que pienso yo? Pues a eso vamos.

Antes de ponerme con la película, quiero decir que aún me dura el cabreo que tengo con Ridley Scott por lo que dijo hace unos meses de las películas de superhéroes y va a tener que pasar mucho tiempo hasta que se me pase.

Aquello me dolió porque Ridley Scott ha sido siempre uno de mis directores más admirados y yo fui de las pocas personas que lo apoyaron en los años 90, cuando su carrera parecía acabada.

Seguramente, recordaréis aquel periodo que sucedió al fracaso de 1492: La Conquista del Paraiso (1992), cuando Scott malvivía con películas como Tormenta Blanca (1996) y La Teniente O´Neil (1997). Todo el mundo daba a Scott por acabado y hasta los había que ponían en duda que hubiera dirigido Alien y Blade Runner (1982). Sin embargo, yo aún creía en él y confiaba en que se recuperaría y, al final, el tiempo me dio la razón cuando volvió a recuperarse con el éxito de Gladiator (2000).

Así que imaginad la gracia que me hizo cuando salió con esas palabras propias de un egocéntrico, diciendo cosas como que no le interesaba dirigir películas de superhéroes porque no podía creerse la fina telaraña que sostiene su irrealidad, que él podría meter a Batman o a Superman en un universo como el de Blade Runner solo que él tendría una buena historia que contar en lugar de ninguna historia o que temía que esas películas perjudicaran a los que, como él, quieren seguir haciendo cine inteligente.

A mí esto me cabrea, pero también me da la risa, ya que Scott es un excelente director pero, a veces, no suele cuidar bien los guiones de algunas películas que hace.

Ese era el gran problema de Prometheus.

A mí, Prometheus es una película que me gusta. Es una película muy bien dirigida, con un excelente diseño de producción, unos notables efectos especiales y unas muy buenas interpretaciones. Sin embargo, tenía un guión bastante nefasto lleno de momentos ridículos –el experto en mapas que se pierde, el biólogo que quería acariciar a la serpiente como si de un perrito se tratase, la estúpida muerte del personaje de Charlize Theron… –. Todo el mundo culpa de esto a Damon Lindelof pero, tras ver Passengers, no me extrañaría nada que Jon Spaihts tuviera su parte de culpa.

Pero, bueno, aún así Prometheus tenía los elementos suficientes para darle el aprobado pasando por alto su lamentable guión. Además, aunque al final no nos dio las respuestas que prometía, si nos planteaba una interesante historia con los Ingenieros que, desgraciadamente, Scott no ha querido continuar, ya que se ha mamado a los Ingenieros y nos ha traído de vuelta a los xenomorfos.


Pero, desgraciadamente, no se ha preocupado de corregir el gran fallo de Prometheus haciendo que la película tenga un mejor guión y, de nuevo, tenemos un guión malo lleno de cagadas; cagadas tan grandes que ensombrecen a las de Prometheus.

Pero, de eso hablaré más adelante. Empezaré por las cosas buenas.

Pese al cabreo que tengo con él, Scott me sigue pareciendo un excelente director y, al igual que en Prometheus, hace un trabajo excelente. A nivel visual, la película es impresionante. El diseño de producción es maravilloso, los efectos especiales son logradísimos y la fotografía es estupenda. Las escenas de acción son brutales y están muy bien rodadas; además, contienen buenas dosis de sangre y gore.

Los xenomorfos protagonizan dos momentos hacia el final de la película y estos son, sin duda, de lo mejor del film, ya que son dos momentos de lo más impresionantes y espectaculares. Además, Scott hace varios homenajes, tanto a su magistral película de 1979, como a la también magistral Aliens: El Regreso (James Cameron, 1986) –el momento con la grúa no paraba de traerme buenos recuerdos –e, incluso, a Alien 3 (David Fincher, 1992) –esos momentos de la cámara subjetiva haciendo la visión del xenomorfo corriendo por los pasillos –.

Los nuevos bichos que salen, los Neomorfos, también están muy logrados y también protagonizan momentos de lo más brutales e impresionantes.

En cuanto a las interpretaciones, el reparto en general hace un muy buen trabajo. Como ya he dicho, hay menos caras conocidas, pero el talento interpretativo es bastante bueno. Tan solo desentona Billy Crudup que, haga lo que haga, no se quita de encima esa cara de pasmado.

Destaca, sin duda, la preciosa Katherine Waterston, a quién vimos no hace mucho en Animales Fantásticos y donde Encontrarlos (David Yates, 2016) y que aquí hace un estupendo trabajo dando vida a la heroína principal. Además, pese a que su look recuerda mucho al de Sigourney Weaver en Aliens: El Regreso, no trata de ser una nueva Ripley y eso es muy de agradecer.

Otro que me ha gustado mucho, y me ha sorprendido, además, ha sido Danny McBride, actor más habituado a papeles cómicos, como el de Caballeros, Princesas y otras Bestias (David Gordon Green, 2011) o Juerga hasta el Fin (Evan Goldberg y Seth Rogen, 2013), que aquí parecía que iba a ser el típico graciosillo del grupo a juzgar por el sombrero vaquero que lleva. Sin embargo, el tipo al final sorprende con una muy buena interpretación y un rol que, poco a poco, va adquiriendo protagonismo y termina siendo de lo mejor del film.

No obstante, quién aquí se ha llevado película de calle ha sido, sin duda, Michael Fassbender con su doble papel. El tipo hace un trabajo realmente excelente, hasta el punto de que llegas a creerte que son dos personajes, llegando a diferenciarlos solo con mirarle al rostro. No obstante, por otro lado esto ha jugado en contra de la película en la sorpresa final que nos han querido dar. Pero, de eso hablaré más adelante.

De los que repiten, tan solo puedo hablar de Guy Pearce, que vuelve a estar excelente como Peter Weyland en la escena del principio; esta vez, sin las enormes capas de maquillaje para hacerle parecer un anciano.
  

Digo que es el único porque de Noomi Rapace no puedo decir nada, ya que ese prólogo donde se la veía junto a David y que servía para unir esta película con Prometheus no ha sido incluida y lo único que vemos de ella es su cadáver abierto en canal. Lo mismo pasa con James Franco, ya que ese otro prólogo donde se le veía tampoco ha sido incluido; aunque a este, además de su cadáver, también podemos verle en un vídeo haciendo alpinismo que me trajo a la memoria la película 127 Horas (Danny Boyle, 2010).

No sé por que narices que toman la molestia de traer a estos actores para luego a penas sacarlos en el film.

Con esto, termino la parte de lo bueno y me meto de lleno con el tema de las cagadas, que esta película tiene como para parar un tren.

Como ya he dicho, Ridley Scott solo hizo caso a las críticas de Prometheus que se quejaban de la falta de xenomorfos y pasó de las que le decían que la película tenía un guión de mierda. Yo esperaba que el tipo hubiera tomado nota y se hubiera currado un guión mejor para este film; cosa que parecía con la inclusión de guionistas como Michael Green –uno de los guionistas de Logan, entre otras cosas –o John Logan –con quién ya trabajó en Gladiator y responsable de la estupenda serie Penny Dreadful –.

Pero, nada de nada. Scott contó con un guión de mierda en Prometheus y aquí cuenta con un guión más mierda aún que hasta hace quedar mejor las cagadas de Prometheus. Si es esto lo que este tipo entiende por cine inteligente, parad el mundo que me apeo.

Ya desde el principio la película es un puto sinsentido. Tenemos una expedición que va a colonizar un planeta que ha sido estudiado durante años, décadas enteras, y porque ven que hay otro planeta más cercano, que es perfectamente habitable pero no se ha estudiado nunca, deciden cambiar de rumbo y colonizar ese planeta porque…




NO LES APETECE VOLVER A METERSE EN LAS CAPSULAS DE INVERNACION




Os juro que me llevé las manos a la cabeza cuando oigo eso. Y no habíamos hecho más que empezar.

Claro, está también el tema de la transmisión de origen humano, la cual hay que investigar. Hasta ahí bien. Pero, vamos, van a un planeta que, pese a ser habitable, está completamente inexplorado y no se sabe que peligros puede albergar, y bajan totalmente a pelo, sin ningún tipo de protección salvo las armas que llevan.

Lo que más me sorprende es que tienen uno de esos vehículos no tripulados, como esos que envía la NASA a Marte. Cualquiera con dos dedos de frente hubiera enviado ese trasto al planeta para asegurarse de que no hay peligro antes de bajar. Pero, nada, esta gente parece que tiene ese aparato de adorno o de mascota.

Total, que al final dos miembros del grupo terminan infectándose con no se qué toxina que flota por el ambiente –será que David encontró el modo de convertir el “gazpacho” de las urnas en aerosol –y de ellos les salen dos de los neomorfos que vemos en el film.

Uno de ellos es en esa escena que tanto hemos visto en los tráilers en la que le sale a uno de la espalda mientras la otra no para de pedir a gritos a la histérica de fuera que la deje salir. Esa escena es de lo más brutal y espectacular. Una escena que está muy bien, hasta que nos la estropean con otra cagada.

Y es que, la histérica de la que he hablado antes, después de correr de un lado para otro como pollo sin cabeza, al final decide coger un arma y meterse en el laboratorio para salvar a la otra cuando está siendo atacada por el neomorfo y, al entrar, va y se resbala con la sagre. Si estuvieramos hablando de una comedia o una parodia, pues ese momentos hubiera hecho que nos partiéramos de risa. Pero en una película como esta lo único que produce es vergüenza ajena.

Pero mira, después de darse la hostia del siglo, la tía logra escapar y cerrar la puerta. Pero, mira por donde, eso no sirve de nada porque el bicho, pese a ser un canijo, consigue romper el cristal de la puerta y escaparse. Entonces, ella coge otra arma y trata de matar al bicho disparando a todos lados, haciendo realidad el dicho de matar moscas a cañonazos, terminando por volar el módulo por los aires, dejando a los demás atrapados en el planeta sin que los que se han quedado en la nave puedan ir a rescatarlo a causa de unas tormentas que pueden llegar a durar tanto como las estaciones en Juego de Tronos.

Estos son atacados por los neomorfos, pero son rescatados por David y ellos están tan agradecidos que confían en él totalmente. Incluso cuando les lleva a su refugio, donde ha vivido experimentando con los neomorfos. El sitio parece el lugar de trabajo ideal que tendría un híbrido fruto de mezclar los genes del doctor Frankenstein y Hannibal Lecter pero, como les mantiene a salvo de la tormenta y los neomorfos, a los protagonistas no les importa.

Claro, que les mantiene a salvo porque lo dice David, porque una que se separa del grupo termina decapitada por un neomorfo. Pero, aún así siguen confiando en David. Al menos, el personaje de Billy Crudup, que no duda en seguirle cuando le pide que le siga; la cabeza de su compañera está ahí al lado, pero como quién tiene un tío en Alcalá. Total, que lo lleva hasta donde tiene los huevos donde los atrapacaras están esperando y pasa lo que pasa.


En un momento dado, se nos muestra en un flashback como David llega a ese planeta, que es el planeta de los Ingenieros, en la nave Juggernaut en la que escapó con Elizabeth Shaw al final de Prometheus. Estos creen que es uno de los suyos y salen a recibirle tan contentos, saludando y todo, y David, entonces, suelta sobre ellos la misma lluvia de “gazpacho” con la que ellos querían bombardearnos y se los carga a todos; extinguiendo, no solo a los Ingenieros, sino a toda vida en el planeta.

La escena está muy bien. Pero resulta muy raro que esa especie tan avanzada no hiciera nada por defenderse, tan solo salen huyendo. Claro, que antes veíamos a los protagonistas encontrar esa nave estrellada, lo que significaría que los Ingenieros, en plena conmoción, consiguieron derribar la nave y dejar a David allí atrapado jugando a ser dios esperando a que unos primos lleguen allí siguiendo su señal. Pero, vamos, eso hay que mostrarlo.

Cuando la película se rodaba, una cosa que me gustó mucho en unas imágenes del set de rodaje que salieron fue ver lo que ahora se que son las ruinas de la ciudad de los Ingenieros y los cadáveres de estos carbonizados de una manera muy parecida a los muertos de Pompeya. Esto se ve en la película, pero se pasa casi de refilón. Lo que podía haber sido una escena lovecraftiana muy buena, termina siendo un momento muy cutre e insustancial; incluso los protagonistas a penas parecen dar importancia cuando pasan entre los Ingenieros muertos.

Y luego tenemos ese intento de darnos una sorpresa final revelándonos que el androide que ha escapado con los protagonistas es, en realidad, David y no Walter. Esa escena falla, primero, porque es de lo más previsible y porque, como ya he mencionado antes, el excelente trabajo de Michael Fassbender ha jugado en su contra; cada vez que enfocaban un primer plano de él durante la batalla final contra el xenomorfo veías claramente que ese era David en lugar de Walter. Así que ese intento de sorprendernos ha hecho de todo menos sorprender.

Bueno, vamos resumiendo ya.

A favor, la película tiene que, visualmente, es una pasada. Ridley Scott ha hecho un excelente trabajo en la dirección, las interpretaciones son muy buenas y los xenomorfos y neomorfos molan mucho. En contra, tiene un guión que es una puta basura que no sirve ni como papel higiénico.

Desde luego, miedo le tengo a Alien: Awakening y a las otras tres entregas que quedan como Scott siga por este camino. Encima, el tipo está paralizando la película de Alien de Neill Blomkamp, la cual pinta muy bien y seguro que está mucho mejor que este despropósito.

¿Y esto es lo que entiende él por cine inteligente? No me fastidies.







10 de enero de 2017

ASSASSIN'S CREED (2016)

















Yo, la verdad, esperaba que 2016 hubiera supuesto un antes y un después en lo que adaptaciones de videojuegos se refiere.

Las adaptaciones cinematográficas de videojuegos, en su mayoría, suelen ser malas películas o películas reguleras, mientras que las adaptaciones realmente buenas se cuentan con los dedos de una mano.

Este año teníamos dos adaptaciones que prometían mucho. La primera era Warcraft, la cual, pese a no ser mala del todo, ha sido bastante decepcionante. Así que mis esperanzas estaban puestas en la segunda, esta adaptación de la popular saga de videojuegos de Ubisoft.

¿Ha conseguido estar a la altura? Pues a eso vamos.

Tras ser ejecutado en prisión, el criminal Callun Lynh (Michael Fassbender) despierta en unas extrañas instalaciones en Madrid. Son las instalaciones de la fundación Abstergo, dirigida por el enigmático Alan Rikkin (Jeremy Irons), quienes hacen que Lynch participe en un programa dirigido por la hija de Rikkin, Sophie (Marion Cotillard), con el que rastrean recuerdos genéticos de su ADN. Así, Lynch revive los recuerdos de un antepasado suyo, Aguilar de Nerha, en la España de 1492. Aguilar perteneció a una hermandad secreta conocida como los Asesinos, quienes a lo largo de la historia han combatido contra los Templarios y sus planes de dominar el mundo.


La verdad es que no hay mucho que hablar sobre el preceso de esta película. Ubisoft, la compañía desarrolladora del videojuego, puso en marcha el proyecto en 2011. En un principio, lo intentó con Sony Pictures, pero las negociaciones con estos no llegaron a buen puerto, ya que Ubisoft quería tener el mayor control creativo sobre la película, cosa con la que Sony no estaba muy conforme.

Finalmente, las negociaciones con Sony se rompieron y la compañía lo intentó con la 20th Century Fox, con la que si logró llegar a un acuerdo. No obstante, el proyecto tardó en ponerse en marcha, ya que estuvo unos años parado mientras su guión era continuamente reescrito por distintos guionistas.

La película se puso definitivamente en marcha cuando Michael Fassbender entró en ella como protagonista y productor. Fassbender venía de protagonizar Macbeth (2015) y parece que le gustó trabajar en esa película, porque se trajo a muchos de ella a este film: Justin Kurzel como director, Marion Cotillard como protagonista femenina, Jed Kurzel –hermano de Justin –para la música o Adam Arkapaw para la fotografía.

La película está siendo un desastre se mire por donde se mire. En taquilla las cosas no le están yendo muy bien. Con un presupuesto de 125 millones de dólares, solo en EEUU lleva recaudados 50 millones. En el resto del mundo las cosas le van algo mejor, con 98 millones recaudados que hacen que su recaudación total sea de 148 millones de dólares. Sin duda, lo máximo a que aspira es a recuperar la inversión –tanto de producción como de promoción –con la taquilla internacional y ya está.

En cuanto a crítica y público, ambos la están reciemdo en su mayoría con opiniones muy negativas. Lo mismo que los fans del videojuego, los más descontentos con este film.

¿Se merece esta película tan malas críticas y tanto comentario negativo? Pues la respuesta en un SI con mayúsculas. Porque la película es una santísima PUTA MIERDA.

Para empezar, es aburridísima. Es una película que dura 1 hora y 40 minutos que se hace tan larga –o más –que una película de casi 3 horas, con eso creo que lo digo todo.


La mayor parte de la película transcurre dentro de Abstergo y todo son diálogos simplones y situaciones insulsas que no causan el más mínimo interés. Lo más interesante son los momentos que transcurren en el pasado, pero estos son pocos y tampoco son para tirar muchos cohetes. El climax en Londres parecía que prometía, pero de nuevo nos la meten doblada.


Técnica y visualmente, la película no está mal. El diseño de producción y los efectos especiales están logrados, pero solo a nivel técnico, porque no hay muchas cosas que de verdad llame la atención. Encima, lo poco destacable lo echan a perder. Como ese plano del águila volando tan propio de los videojuegos del que abusan tanto que ya hasta resulta cansino.


Y es que Justin Kurzel no ha sido una buena elección para una película como esta. Su dirección es bastante plana. Maneja bien a los actores, eso se lo tengo en cuenta, pero en lo demás se pierde completamente. Especialmente, en las escenas de acción, que están bien hechas gracias a los muchos medios y el gran equipo técnico que tiene a sus espaldas, pero carecen por completo de espectacularidad y, sobre todo, de personalidad.

Sobre la adaptación. Aquí han optado por elavorar una historia completamente nueva con elementos de los distintos videojuegos. Algo que funcionaría si se hubiera hecho bien pero, como ya he dicho, esta película es un completo cúmulo de chapuzas.

Los actores.

Michael Fassbender, como productor no sé en que narices estaba pensando. Como actor, pues hace un buen trabajo. No es una de sus mejores interpretaciones pero, por lo menos, no lo hace mal del todo.

Marion Cotillard es una estupenda actriz, pero en ningún momento parece que se tome en serio su papel. Y, la verdad, no la culpo, porque su personaje en la película es de lo más insulso. Un personaje que podía haberse aprovechado mejor, pero que desperdician completamente.

Jeremy Irons es un gran actor y los papeles de villano se le dan bien. Aunque, aquí no se puede decir que haga su mejor trabajo.

Todo lo contrario que Charlotte Rampling, una grandísima actriz que aquí está fantástica en todo momento frente a lo desaprovechado de su personaje; un personaje que podría haber dado mucho juego si se hubiera aprovechado bien.

Lo mismo que Brendan Gleeson, otro estupendo actor terriblemente desaprovechado en este film.

Ariane Labed también está muy bien en su papel y se le da bien ser una action woman.

Mención especial merece el español Javier Gutiérrez, que aquí da vida a Torquemada. El tipo es un estupendo actor. Aunque está más asociado a papeles cómicos, ya ha demostrado en películas como La Isla Mínima (Alberto Rodríguez, 2014) que también es un excelente actor dramático. Y aquí hace un trabajo muy bueno.


Sin embargo, la mención especial no es por eso. Ya he dicho antes que el trabajo aquí a nivel visual está, mayormente, a la altura. Es por eso no me explico la MIERDA de caracterización que le han hecho. Yo me llevaba las manos a la cabeza cada vez que salía un primer plano de él y lo veía con esa nariz falsa que no engaña ni a Rompetechos; es que das una escoba y unos globos y lo puedes mandar a la feria para que trabaje en el tren de la bruja.

Vamos terminando ya, porque…

En resumen, la película es una puñetera basura. Cuesta creer que la misma empresa que desarrolla los videojuegos esté detrás de semenjante despropósito. Y dicen que quieren crear una saga de películas con esto. Los videojuegos de Assassin´s Creed pueden dar para una y mil buenas películas, pero si van a seguir haciendo mierdas como esta, mejor que no hagan nada.

Como ya he dicho al principio, esperaba que este 2016 se creara un antes y un después, dando comienzo a una edad dorada de las adaptaciones de videojuegos como la que está viviendo ahora el cine de superhéroes. Pero, entre esta y Warcraft, las cosas de momento siguen igual.

Aunque, al menos Warcraft era entretenida y tenía mucha espectacularidad. Este engendro, en cambio, es un engendro que lo único que hace es aburrir y abochornar.




Una película que NADA recomendable; ni a los que son fans del videojuego, ni a los que no han jugado a él en su vida. 






31 de mayo de 2016

X-MEN: APOCALYPSE (2016)

















Bueno, por fin he visto la muy esperada nueva película de X-Men y ya puedo dar mi opinión sobre ella.

Pero, vayamos por partes.

La historia transcurre en 1983, diez años después de los acontecimientos de la anterior entrega. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. La humanidad al completo conoce la existencia de los mutantes y Mística (Jennifer Lawrence) se ha convertido en una figura heroica para el mundo mutante desde que frustrara el ataque al presidente Nixon por parte de Magneto (Michael Fassbender), quién está en paradero desconocido. En realidad, se encuentra en Polonia llevando una vida normal con una esposa y una hija. Sin embargo, es descubierto cuando se ve obligado a utilizar sus poderes para salvar a uno de sus compañeros de trabajo y la policía intenta arrestarlo. Pero, en la operación mueren la esposa y la hija y Magneto, furioso, asesina a los policías y va en busca de los compañeros que lo delataron para vengarse. Pero, en esos momentos es reclutado por Apocalipsis (Oscar Isaac), un poderoso mutante que busca destruir el mundo para crear uno nuevo sobre sus cenizas.

Apocalipsis es en realidad En Sabah Nur, el primer mutante de la historia, quién era considerado un dios en el antiguo Egipto. Sin embargo, fue traicionado por algunos de sus súbditos que intentaron asesinarlo cuando estaba siendo transferido de su envejecido cuerpo al de un mutante con la capacidad de regenerarse. Los súbditos rebeldes logran destruir la pirámide, pero En Sabah Nur logró sobrevivir gracias a la ayuda de sus principales lugartenientes, los Cuatro Jinetes, que se sacrifican para que pueda sobrevivir. Desde entonces, Apocalipsis ha permanecido dormido hasta que sus seguidores han logrado despertarlo de nuevo. Charles Xavier (James McAvoy) y los X-Men son la única esperanza.


Esta película comenzó a hacerse meses antes de que X-Men: Días del futuro Pasado (2014) se estrenara en los cines, de nuevo con Bryan Singer en la dirección. A diferencia de esta, este film volvía a centrarse solo en los personajes jóvenes surgidos de X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011) sin incluir a personajes de la primera trilogía –como hizo su antecesora –e, incluso, nos presentaría las versiones jóvenes de personajes como Jean Grey, Cíclope, Tormenta o Rondador Nocturno.

No obstante, la gran novedad es que nos traía a uno de los villanos más icónicos del universo mutante: Apocalipsis.

A la película no les están yendo mal las cosas; pero tampoco le van del todo bien. En la taquilla, antes de su estreno en EEUU, la película hizo unos considerables 103 millones de dólares en todo el mundo. No obstante, tras su estreno en EEUU, la película hizo en su primer fin de semana unos 68 millones de dólares, muy por debajo de las expectativas de la Fox, que esperaba que la película hiciera entre 80 y 100 millones en su primer fin de semana.

A día de hoy, la película, que ha costado 178 millones de dólares, lleva recaudados 80 millones en EEUU y 185 millones en el resto del mundo, habiendo llevando ya un total de 265 millones de dólares.

No obstante, donde le están yendo peor las cosas es en la respuesta de los críticos. Antes de su estreno, las opiniones de los críticos que pudieron verla antes que nadie fueron demoledoras. Esto hizo despertar de nuevo las sospechas sobre que Disney está sobornando a los críticos para perjudicar otras películas a favor de Capitán América: Civil War suscitadas por las demoledoras críticas que recibió Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia.

No obstante, después del estreno las críticas han ido mejorando. Además, la opinión del público está siendo bastante buena; aunque si está extendida la opinión de que la película es buena pero no tanto como se esperaba.

Yo, como digo siempre, me dispongo a dar mi opinión, la cual no viene condicionada por nada, ni por la opinión de los críticos ni la opinión generalizada del público ni nada. Es mi opinión, totalmente sincera, de lo que la película me ha parecido.

Pues bien.

Mi opinión es que es una película muy buena, está muy bien hecha, he disfrutado mucho viéndola y, desde luego, la coloco entre lo mejor del año. Sin embargo, también debo decir que no me ha satisfecho del todo.

OJO, no estoy diciendo que me haya decepcionado. Lo que digo es que muchas de mis expectativas se han visto cumplidas, pero no todas.


La película es muy buena. De nuevo, Bryan Singer hace un trabajo excelente dirigiendo y cada vez se va superando más. El film tiene lo bueno de sus dos grandes competidoras de este año. Por un lado, tiene el tono serio y oscuro de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia y, por el otro, el tono espectacular y emocionante de Capitán América: Civil War.

Con unos efectos especiales muy buenos, un diseño de producción sobresaliente –con una muy lograda ambientación ochentera –y una fotografía impresionante, la película está llena de momentos impresionantes y épicos –el comienzo en el antiguo Egipto, la escena de los misiles, el momento Arma X… –, todo acompañado por un ritmo que nunca decae y una sensacional puesta en escena.

El guión no es tan complejo como el de X-Men: Días del Futuro Pasado, es más simple y más lineal. Pero, aún así, es un guión eficaz y cumple muy bien su cometido. Lo mejor es como ha sabido llevar a cabo una historia con tantos personajes sin que ocurra lo que pasó en X-Men: La Decisión Final (Brett Ratner, 2006) –a la que, por cierto, le dan un buen recadito en esta película –. Ese ha sido, sin duda, su gran acierto.

Aquí ningún personaje queda olvidado ni relegado. Es cierto que algunos personajes tienen más atención y más presencia que otros, pero todos los personajes –independientemente del tiempo que aparezcan en pantalla –tienen su importancia dentro del film.

A todo esto ayuda un gran reparto lleno de actores que hacen un estupendo trabajo ayudados por la eficaz dirección de actores de Singer.

Comenzando por Jennifer Lawrence, que vuelve a estar magnífica como Mística; aquí gozando de un protagonismo aún mayor y convertida en una especie de Sinsajo. James McAvoy vuelve a estar sensacional como Charles Xavier y Michael Fassbender está de nuevo impresionante como Magneto; llegando a protagonizar el momento más brutal y emotivo de toda la película –hablo, naturalmente, de la escena en el bosque –.

Nicholas Hoult vuelve a estar muy bien como Bestia, lo mismo que Rose Byrne como Moira Mactaggert, Lucas Till como Havok o Evan Peters como Mercurio; quién vuelve a tener otro gran momento, como el que tuvo en la anterior entrega, esta vez más espectacular y denso.

La otra cara de la moneda es Ben Hardy como Angel, y como Arcángel también. El actor no lo hace mal, pero su presencia en el film me ha parecido muy anodina; como la de Hawkeye en Capitán América: Civil War.


Sobre los nuevos, me han gustado mucho. Cíclope nunca ha estado entre mis favoritos, pero me ha gustado mucho en esta película gracias, especialmente, al estupendo trabajo de Tye Sheridan. Alexandra Shipp también está fantástica como Tormenta, lo mismo que Lana Condor como Jubilo o Kodi Smit-McPhee, que me ha convencido como Rondador Nocturno pese a que no me convencía su aspecto al principio.

No obstante, quién ha logrado destacar más entre los personajes nuevos ha sido sin duda Sophie Turner. La chica logra por fin quitarse de encima la losa de ser Sansa Stark en Juego de Tronos y nos deleita con un estupendo trabajo como Jean Grey; llegando a tener un gran momento en el climax de la película donde ya apunta maneras como Fénix y parece que confirma que en la próxima película abordarán el tema de Fénix Oscura.

Aunque también merece una especial mención Olivia Munn, que está fantástica como Psylocke y, aunque debería haber tenido más minutos en pantalla, su presencia no ha pasada nada desapercibida. Además, tengo la impresión de que la veremos más en el futuro.

Tampoco me olvido de Hugh Jackman, cuya presencia como Lobezno quedó confirmada en el último tráiler y, como se esperaba, le vemos convertido en el Arma X de una forma más fiel a los cómics que en X-Men Origins: Wolverine (Gavin Hood, 2009); recordemos que nos encontramos en otra línea temporal totalmente independiente de las otras películas.

Y ahora vamos con el villano principal, Apocalipsis. El cual, sintiéndolo mucho, es el punto más flojo de la película y la razón de que no haya sido del todo satisfactoria.

Y es que, como ya he dicho, la gran novedad de esta película es la llegada de tan icónico villano del universo mutante. Pero, desgraciadamente, esta llegada no ha estado del todo a la altura de las expectativas pese al estupendo trabajo de Oscar Isaac, el actor que le da vida.

Para empezar, su aspecto no termina de convencer. Es cierto que le hicieron mejoras después de que aparecieran esas primeras imágenes el verano pasado que cabrearon tanto a los fans pero, aún así, su aspecto no resulta tan convincente y, desde luego, solo es amenazador a ratos.


Luego, tenía que haber sido más grande. Cuando le ves interactuando con otros personajes, como los Cuatro Jinetes, se ve muy pequeño. Deberían haberlo hecho más grande, no un gigante, pero si una tamaño superior al normal; algo así como en El Señor de los Anillos o en la reciente Dioses de Egipto. Porque con ese tamaño no llega a resultar tan imponente ni tan amenazador.

Y, por último, pese a liar la de Dios es Cristo, al final ni el personaje ni su plan logran representar la gran amenaza que deberían y el final, aunque muy espectacular, no resulta tan épico como debería.

Sin duda, esto es lo que hace que la película, pese a ser muy buena, no logre estar del todo a la altura y termine entorpeciendo el conjunto.

Una pena porque, de no ser por este defecto, esta película hubiera sido mucho mejor de lo que ya es.









11 de junio de 2012

PROMETHEUS (2012)











Este viernes, 8 de junio, se ha estrenado en EEUU la tan esperada precuela de la saga Alien. Sin embargo, la película no llegará a los cines españoles hasta el próximo 3 de agosto. Al principio iba a ser el 10 de ese mismo mes, pero decidieron adelantarlo al día 3. Aún así, la espera es bastante larga. Por ello dije en su día que hasta agosto se iba a esperar Rita la Cantaora.

Así que, en cuanto he podido, he logrado hacerme con la película en V.O. y en una calidad bastante aceptable para poder verla de una vez y no tener que aguantar estos dos meses de espera a los que los distribuidores españoles quieren condenarnos.

El caso es que ya he visto la película y paso a comentar lo que me ha parecido.

Comencemos.

La película comienza hace muchos años, con una escena bastante reveladora de como fue creada la especie humana y la vida en la Tierra; la terraformación. Después, pasamos al año 2089, cuando una pareja de arqueólogos, Elizabeth Shaw (Noomi Rapace) y Charlie Holloway (Logan Marshall-Green), encuentran en una excavación un mapa de las estrellas que interconecta todas las culturas de la Tierra y que interpretan como una invitación para ir al lugar de los verdaderos creadores de la humanidad, unos seres extraterrestres a los que llaman Ingenieros -los Space Jockeys -. Peter Weyland (Guy Pearce), el anciano presidente y fundador de la Corporación Weyland, les ofrece los fondos necesarios para emprender la expedición y, a bordo de la nave Prometheus, viajan por el espacio hasta el lugar que indica el mapa, la lejana luna conocida como LV-223.

Cuatro años después, en el año 2093, la nave llega por fin a su destino. Todos los tripulantes han viajado en estado de invernación salvo David (Michael Fassbender), un androide creado por Weyland que ha hecho un seguimiento del viaje. David es el enlace de la expedición con la compañía junto con Meredith Vickers (Charlize Theron), una agresiva y misteriosa ejecutiva, y ambos ocultan los verdaderos motivos por los que Weyland ha financiado el viaje. Por su parte, Shaw, Holloway y el resto de la expedición llegan a una estructura donde encuentran una enorme cabeza monolítica de aspecto humanoide y varios cilindros que contienen una extraña. Tras investigar, llegan a la conclusión de que los Ingenieros se extinguieron hace tiempo. Sin embargo, desconocen que en ese lugar dejaron algo; algo que podría suponer el fin de la Tierra y la especie humana.

Antes de ponerme a analizar la película, voy a dejar claro de que clase de película estamos hablando. Porque, aunque nos referimos a ella como precuela, sus responsables no paran de decir que no es así y que se trata, mas bien, de una película independiente ambientada en el mismo universo de Alien. Puede que, en un principio, iba a ser una precuela pura y dura, con los famosos xenoformes haciéndoselo pasar mal a los protagonistas, pero luego decidieron cambiar a una película sobre los orígenes de la especie humana y de los xenoformes.

Tras ver la película, puedo decir a las claras que tienen toda la razón.

Al film se lo puede calificar de precuela, ya que su historia tiene lugar años antes de los acontecimientos de Alien, el Octavo Pasajero (1979) y varias situaciones y aspectos de la trama están ligados a esta. Como la famosa nave con forma de croissant o los Space Jockeys, la especie extraterrestre a la que pertenecía ese alienígena fosilizado que había dentro de la nave que vimos en el primer film.

No obstante, como ya he dicho, no es una película de Alien. Es mas una de esas muchas historias de ciencia ficción que tratan de especular sobre nuestros orígenes, sobre si fuimos creados, en realidad, por seres extraterrestres y no por una deidad, como afirman las religiones.

Ni que decir tiene que la película toca temas religiosos y no me extrañaría nada que provoque las iras de muchos grupos cristianos a los que no les hará mucha gracia que en la película los creadores del hombre y la vida en la Tierra no sean los que dice la Biblia.

Y seguro que -a causa de una explícita escena protagonizada por Noomi Rapace -tendrán bronca también con los grupos antiabortistas; esos gilipollas que van por ahí de defensores de la vida tachando el aborto como asesinato y a los que lo practican como criminales mientras esgrimen crucifijos y otros símbolos de esa religión responsable de la muerte de miles y miles de personas a lo largo de la historia y cuyos principales responsables miraron para otro lado durante el Holocausto Judío.

Pero, bueno, no me meto en estos temas, que me pierdo, y continúo con la película.

Técnica y visualmente, es muy buena. Ridley Scott la ha dirigido de una manera brillante y siendo todo lo respectuoso posible con su obra maestra de 1979. A pesar de los efectos especiales por ordenador –muy bien hechos, por cierto –y de varias moderneces, como los hologramas y las pantallas táctiles, el diseño de producción logra recrear muy bien el estilo de las primeras películas de Alien. El interior de la nave Prometheus está hecho lo mas fielmente posible, con unos pasillos, unas puertas y hasta un comedor casi idénticos a los del primer film. Lo mismo digo de la nave crissant de los Space Jockeys.

Vale que por fuera la Prometheus parece mucho mas moderna que la famosa Nostromo. Pero eso es algo que se puede justificar, ya que la Nostromo era una vieja nave de carga con muchos años a sus espaldas y la Prometheus es una nave científica recién construida.

Luego tenemos a los extraterrestres, los cuales están bastante logrados; tanto en diseño como en efectos especiales. Sobre todo los Space Jockeys, que están de lo mas logrados; aunque debo decir que su aspecto difiere mucho del que nos imaginábamos, ya que ese aspecto de hombres elefante que conocemos se debe a los trajes especaiales que llevan.




OJO que vienen SPOILERS y bastante gordos. Absteneos de leer esto quienes no hayáis visto la película.





En realidad, los Space Jockeys no se diferencian mucho de los humanos; algo normal, ya que fuimos creados a través de su ADN. Son mas grandes, mas fuertes y mas inteligentes que los humanos, pero su aspecto es completamente humanoide; de hecho, esa enorme cabeza de piedra monolítica que tanto hemos visto en trailers, imágenes y posters les representa a ellos y no a los humanos.





Fin de los SPOILERS. Ahora ya podéis seguir leyendo con tranquilidad.




La película aprueba en el apartado técnico al igual que en el interpretativo. Todos los actores hacen un buen trabajo, algunos mejor y otros peor, pero todos lo hacen medianamente bien.

Del reparto destacan, claramente, sus principales protagonistas.

Noomi Rapace está fantástica como Elizabeth Shaw y demuestra con creces ser una buena sustituta de Sigourney Weaver. Michael Fassbender está impresionante como el androide David, inquietante y perturbador en todo momento, lo mismo que Charlize Theron en ese enigmático y amenazador personaje de Meredith Vickers del que llegas a creer que es también un androide hasta que se revela su verdadero origen al final y, entonces, comprendes por qué es como es. También merece especial mención Idris Elba como el capitán de la nave; aunque su personaje está un poco desaprovechado.

Tampoco me olvido de un irreconocible Guy Pearce, cuya presencia en el film es corta, aunque no tanta como se decía y, además, tiene bastante peso en la trama.

El mayor punto débil de la película está en el guión, el cual no es malo del todo, pero si resulta bastante simplón y da la sensación de que no aprovecha del todo la historia que tiene, la cual es bastante grande para un guión como este, que no pasa de correcto.

La primera mitad del film es muy buena, a penas le encuentro pegas. Es en la segunda mitad donde la cosa empieza a estropearse, ya que todo da la sensación de estar muy precipitado. Para mi que a la película le falta metraje, ya que dos horas es muy poco para abarcar toda su historia. La película debería haber durado cerca de tres horas y me da que esa era la idea inicial; todavía recuerdo que la película, en un principio, se iba a dividir en dos partes, como la adaptación de El Hobbit o la última entrega de Harry Potter.

Luego nos encontramos con que la película nos da bastantes respuestas pero, a la vez, también plantea nuevas preguntas. Como por ejemplo: [SPOILER] ¿Que les ocurrió a los Space Jockeys? ¿Por qué se extinguió su especie? ¿Por qué crearon a los humanos? ¿Por qué luego quieren destruirlos? –aunque, si conocen nuestra historia, no me extrañaría nada –¿Eran todos los Space Jockeys tan violentos como el de la nave o es que ese había tenido un mal despertar [/SPOILER].

Supongo que todas esas preguntas tendrán respuesta en la anunciada secuela, ya que los responsables han dejado claro que habrá mas entregas y, de hecho, el final indica claramente que se continuará la historia; siempre, claro está, que las cifras de taquilla ayuden.

De momento, la película, que ha costado entre 120 y 130 millones de dólares, lleva recaudados 50 millones en la taquilla americana y 91 millones mas en el resto del mundo, haciendo un total de 141 millones de dólares. En la taquilla estadounidense no ha logrado el primer puesto, teniendo que conformarse con el segundo, frente a la tercera entrega de la cinta de animación Madagascar; claro, que hay que tener en cuenta que Madagascar 3 es una película mas familiar mientras que Prometheus tiene la calificación R, tan temida por los grandes estudios porque limita el número de público en las salas de cine. Es por ello que hacer esos datos con esas clasificación es una buena señal.

Resumiendo.

La película es buena, está muy bien dirigida, tiene unas buenas interpretaciones, respeta mucho la saga Alien -a pesar de que su historia poco tiene que ver con esta -, tiene momentos realmente impresionantes –no diré cuales, porque no tengo ganas de poner mas SPOILERS –y resuelve incógnitas a la vez que plantea otras.

En su contra tiene un guión que no es del todo malo, pero que flojea mucho en comparación con su pretencioso argumento, y una duración insuficiente para poder abarcar del todo su historia.

Sinceramente, yo no me esperaba otra obra maestra, como Alien, pero si una película mucho mas satisfactoria, digna de entrar en el Rincón de las Muy Buenas. Cosa que no puede ocurrir porque, aunque la película me ha gustado, también me ha dejado esa sensación de frialdad que me queda cuando una película no cumple del todo mis expectativas.

Aún así, yo la recomiendo. Además, espero que con algunos nuevo visionados la cosa mejore.