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3 de abril de 2018

TOMB RAIDER (2018)





ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto que se abstenga de leerla y si, por el contrario, la lee de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.
















Lara Croft vuelve al cine después de 15 años y lo hace cambiando de rostro. Alicia Vikander es quién toma ahora el relevo de Angelina Jolie dando vida a la famosa asaltatumbas en una película que reinicia por completo la saga.

Lara Croft (Alicia Vikander) era solo una adolescente cuando su padre, Lord Richard Croft (Dominic West) desapareció. Desde entonces, vive el día a día en las calles de Londres, trabajando como mensajera y practicando artes marciales mixtas. Se niega a heredar el imperio empresarial de su padre, ya que hacerlo sería como admitir que está muerto. No obstante, Ana Miller (Kristin Scott Thomas), logra convencerla diciéndole que, de no hacerlo, la mansión de la familia sería vendida. Durante la firma de los papeles de la herencia, Mr. Yaffe (Derek Jacobi), otro de los socios de su padre, le hace entrega de una caja rompecabezas que su padre le dejó antes de desaparecer.

La caja la lleva hasta una oficina secreta donde su padre guardaba  todo su trabajo sobre Himiko, una legendaria reina japonesa de quién se decía que tenía el poder sobre la vida y la muerte. Entre todas las cosas, encuentra una grabación de su padre diciéndole que, de pasarle a él algo, debe destruir todo lo que tenga referencia a Himiko. Sin embargo, Lara decide no hacerlo y, utilizando el trabajo de su padre, decide empreder su búsqueda. Así llega hasta Hong Kong, donde se reune con Lu Ren (Daniel Wu), capitán del barco Endurance, el cual iba a comprar su padre antes de desaparecer. Lu Ren la lleva hasta el Mar del Diablo, donde conducen las notas de su padre, pero son sorprendidos por una fuerte tormenta y el barco naufraga, llegando ambos hasta la isla de Yamatai, donde son apresados por Mathias Vogel (Walton Goggins), quién dirige una expedición que busca la tumba de Himiko. Vogel sigue órdenes de una misteriosa organización conocida como Trinity y no puede abandonar la isla hasta encontrarla.

  
Pongámonos en antecedentes. La famosa franquicia de videojuegos Tomb Raider hizo su debut en el cine en la película Lara Croft: Tomb Raider (Simon West, 2001) donde, como ya he dicho antes, Angelina Jolie fue la encargada de dar vida a la heroína central de esta saga de videojuegos, la ya icónica Lara Croft.

A la película no le fue mal en la taquilla, con 274 millones de dólares recaudados en todo el mundo, pero fue muy machacada por la crítica y no gustó a gran parte de los fans de los videojuegos. No obstante, Paramount Pictures, el estudio que la produjo, sacó adelante una secuela, Lara Croft: Tomb Raider – La Cuna de la Vida (2003), donde Angelina Jolie repitió como Lara Croft, pero Simon West era reemplazado en la dirección por Jan de Bont.

Con solo 156 millones de dólares recaudados en todo el mundo, la película fue un fracaso. Sus críticas fueron peores, tanto por parte de la crítica profesional como por parte de los fans, pero Paramount culpó del fracaso de la película al sexto videojuego de la franquicia, Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad, el cual fue lanzado ese mismo año y también fue un estrepitoso fracaso.

Esto dejó en el aire una posible tercera entrega con Angelina Jolie que, aunque estuvo entre los planes del estudio, jamás llegó a realizarse y calló en el olvido.

El éxito en 2006 de Tomb Raider: Legend, séptimo videojuego de la saga –y el primero realizado por Crystal Dynamics, compañía que reemplazó a Core Design –, reactivó la franquicia y esto hizo que volviera a hablarse de la tercera entrega protagonizada por Jolie. No obstante, tras el enorme éxito de The Dark Knight (Christopher Nolan, 2008), empezó a hablarse más de la posibilidad de reiniciar la franquicia, ya que los reboots empezaron a estar muy de moda.

A partin de entonces empezaron a haber movimientos en torno a una nueva película de Tomb Raider, pero sin nada claro en el horizonte hasta que, en 2011, GK Films se hizo con los derechos cinematográficos de la franquicia. La compañía puso en marcha la película junto a Warner Bros., MGM y Square Enix; compañía dueña de la franquicia Tomb Raider tras comprar Eidos Interactive en 2009.

Con el paso de los años, el proyecto empezó a tomar forma. La nueva película sería un reboot y se basaría en el videojuego Tomb Raider (2013), el cual también reinició por completo la saga de videojuegos con una nueva Lara Croft más realista y menos sexualizada que la Lara Croft clásica; aunque, seguía siendo sexy.

Geneva Robertson-Dworet fue contratada para escribir el guión; aunque este fue posteriormente revisado por Evan Daugherty primero y Alastair Siddons. Aunque, en un principio se habló de que fuera una mujer quién dirigiera la película, la dirección recayó, finalmenten, en el noruego Roar Uthaug.

Para dar vida a Lara Croft sonaron muchas candidatas. Daisy Ridley, Emilia Clarke, Elizabeth Olsen, Emma Watson o Camilla Luddington –quién ya le puso voz y prestó sus movimientos a Lara Croft en el videojuego de 2013 y en su continuación, Rise of the Tomb Raider –fueron quienes más sonaron para el papel; en el caso de Daisy Ridley, muchos medios ya la dieron por elegida. Sin embargo, en abril de 2016 se anunció que la gran elegida era Alicia Vikander, actriz que no aparecía en las quinielas y que, poco antes, había ganado un oscar; algo parecido a Angelina Jolie, quién también había ganado un oscar –y en la misma categoría de Vikander, mejor actriz de reparto –poco antes de ser elegida como Lara Croft en su día.


La película se estrenó en EEUU y otros países, incluida España, el pasado 16 de marzo. La taquilla que está haciendo no es muy espectacular, al menos en EEUU. Con 94 millones de dólares de presupuesto, a día de hoy lleva recaudados 50 millones en territorio estadounidense. Mejor le están yendo las cosas fuera de EEUU, donde lleva recaudados 197 millones, haciendo un total de 247 millones de dólares.

Por su parte, la crítica la ha recibido con división de opiniones; aunque, son mayoría las negativas que las positivas. También hay división entre los fans de los videojuegos y, en cuanto al público, su reacción ha sido más favorable, aunque no muy entusiasta.

¿Y que opino yo? Pues a eso vamos.

Antes de ponerme con la película, quiero dejar claro que a mí me encantan los videojuegos de Tomb Raider. He jugado mucho a ellos y los conozco muy bien. Y, desde luego, me encanta Lara Croft, una de mis heroínas favoritas.

Y me gusta tanto la Lara Croft clásica como la nueva Lara Croft de los últimos videojuegos. Ambas son dos Laras muy buenas y lo suficientemente diferentes la una de la otra como para tener que elegir entre una y otra.

En cuanto a las películas, Lara Croft: Tomb Raider me gusta mucho. Es cierto que le hace falta más acción y más metraje, pero se disfruta mucho y recrea muy bien el espíritu de los videojuegos. Además, Angelina Jolie está fantástica como Lara Croft; no solo encaja muy bien en el personaje físicamente, también recrea muy bien su personalidad. Para mí fue, sin duda, una gran elección.

En cuanto a la segunda, Lara Croft: Tomb Raider – La Cuna de la Vida, me parece una de las mayores mierdas que se han hecho en mucho tiempo y que ni el estupendo trabajo de Angelina Jolie logra salvar. La película tiene un comienzo bastante potente pero, rápidamente, se desploma y va en caída libre hasta el final. Su fracaso está más que merecido por mucho que Paramount le quiera echar la culpa a Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad; que puede que fuera un videojuego fallido, pero era mil veces mejor que esa mierda de película.

Ahora, después de muchos años esperando una nueva película de Tomb Raider, nos llega este nuevo film que he esperado con muchas ganas, ya que quería volver a ver a Lara Croft en el cine.


Sin embargo, la noticia de la elección de Alicia Vikander para dar vida a Lara Croft fue algo que me echó bastante para atrás. Y es que, aunque Vikander me parece una estupenda actriz, no conseguía verla como Lara Croft y, una vez vista la película, continúa sin convencerme.

Eso si, las razones por las que no la veo como Lara Croft no tienen nada que ver con su físico. Desde luego, yo no estoy con esos gilipollas que la critican por no tener las tetas grandes; gente ignorante que no se para a pensar que Lara Croft es mucho más que una tía buena que corre, salta y dispara con dos pistolas.

De hecho, en el físico es donde Vikander está más acertada. Cuando salieron las primeras imágenes de ella como Lara Croft y vi lo muy en forma que se había puesto, empezó a convencerme hasta que salió el primer tráiler. La actriz se ha machacado a conciencia para este papel –no hay más que ver los vídeos de su entrenamiento –y en las escenas de acción y momentos físicos si está de lo más creíble.

El problema con Vikander tiene que ver con la personalidad. Y es que, perse a su talento como actriz, no me parece que ha conseguido plasmar en la gran pantalla la personalidad de Lara Croft; ni siquiera de la Lara Croft de los últimos videojuegos en la que se basa. Aunque, no es todo culpa de la actriz, sino porque no han sabido representarla bien en el guión, haciendo una rara mezcla entre la nueva Lara y la Lara clásica que no ha funcionado bien.

No obstante, pese a no convencerme como Lara Croft, si tengo una cosa clara con Alicia Vikander. Y es que ella ha sido, sin duda, lo mejor de la película.

La película no es mala. Desde luego, no nos encontramos ante otro bodrio, como La Cuna de la Vida. La película es buena, está bien hecha, pero no me ha terminado de matar.

Para empezar, la primera parte es un auténtico coñazo. Todo lo que sucede antes de llegar a la isla se lo podrían haber ahorrado porque lo único que hace es aburrir, aturdir y perder un tiempo precioso que podrían haber empleado en otras cosas mejores. Pero no, pierden el tiempo con carreras de bicicletas, rollos de herencias, una escena en una tienda de empeños que resulta soporífera o una amiga de Lara –interpretada por Hannah John-Kamen –que aparece solo unos minutos y luego no se la vuelve a ver, lo mismo que el chico del restaurante hindú que está colado por ella; dos elementos que se los podrían haber ahorrado porque no aportan nada a la película y parecen estar de relleno.

 

Aunque, lo peor es la parte que transcurre en Hong Kong, con una persecución en los muelles que aburre de lo previsible que es. Pero, encima, cuando finalmente termina, van y nos meten una segunda persecución tan larga y cansina como la anterior.

Es cuando llega a la isla cuando la película comienza a despegar; aunque, tampoco se puede decir que vuele muy alto. Aún así, nos da una cuantas secuencias de acción bastante buenas antes de introducirnos a una cueva llena de elementos propios de los videojuegos de Tomb Raider, como trampas o cerraduras que hay que abrir; la escena con los cristales está bastante bien.

Como ya he dicho, la parte de la isla está más entretenida y salva a la película del desastre. Sin embargo, como también he dicho, tampoco es gran cosa y no ha habido ningún momento que me haya impresionado. Además, aunque se recreen fielmente algunas escenas, como la del avión de la II Guerra Mundial estrellado en la catarata que tanto hemos visto en los tráilers, a penas me ha recordado al videojuego de 2013.

De hecho, en lugar del videojuego, lo que más me vino a la cabeza viendo todo eso fue la serie Arrow y los flashbacks que transcurren en la isla; especiamente, los de la primera y la cuarta temporada.

No obstante, lo que menos me ha gustado de la película y me ha parecido una gran equivocación, es que la película elimina por completo los elementos fantásticos y sobrenaturales que hay en todos los videojuegos de Tomb Raider; incluido el videojuego de 2013 que tanto dicen que están adaptando.

Tenía esperanzas de ver elementos fantásticos en el climax, cuando encontraran la tumba de Himiko. Pero, al final, nada de nada. Ni traspaso de alma, ni Guardia de la Tormenta, ni porras el vinagre. Al final resulta que todo gira alrededor de una enfermedad que porta la reina y de la que se quiere apoderar Trinity, esa “misteriosa” organización que está detrás de los malos; y he puesto misteriosa entre comillas porque se sabe desde el primer momento quién es la persona que está detrás de todo por mucho que nos quieran sorprender –sorpresa a la altura de la de Alien: Covenant –.

El caso es que la película prescinde por completo de los elementos fantásticos y apuesta por una visión más realista. Si, como hizo Christopher Nolan con Batman. Pero, al menos, Nolan nos dio tres auténticos películones muy superiores a lo que nos han ofrecido aquí.


Y lo que nos han ofrecido aquí es una película de acción y aventuras que está bien, con una dirección correcta, un logrado diseño de producción y unas buenas interpretaciones, pero que resulta bastante simplona, se ve tan rápido como se olvida y se sustenta principalmente en su protagonista.

Una protagonista que hace un gran trabajo, tanto físico como a nivel de interpretación, lleva muy bien el peso de la película sobre sus hombros, pero no consigue meterse en la piel de Lara Croft pese a que lo intenta, y mucho.

En resumen, una película buena, pero que no compensa los 15 años que ha habido que esperar para volver a ver Tomb Raider en el cine.













10 de enero de 2017

ASSASSIN'S CREED (2016)

















Yo, la verdad, esperaba que 2016 hubiera supuesto un antes y un después en lo que adaptaciones de videojuegos se refiere.

Las adaptaciones cinematográficas de videojuegos, en su mayoría, suelen ser malas películas o películas reguleras, mientras que las adaptaciones realmente buenas se cuentan con los dedos de una mano.

Este año teníamos dos adaptaciones que prometían mucho. La primera era Warcraft, la cual, pese a no ser mala del todo, ha sido bastante decepcionante. Así que mis esperanzas estaban puestas en la segunda, esta adaptación de la popular saga de videojuegos de Ubisoft.

¿Ha conseguido estar a la altura? Pues a eso vamos.

Tras ser ejecutado en prisión, el criminal Callun Lynh (Michael Fassbender) despierta en unas extrañas instalaciones en Madrid. Son las instalaciones de la fundación Abstergo, dirigida por el enigmático Alan Rikkin (Jeremy Irons), quienes hacen que Lynch participe en un programa dirigido por la hija de Rikkin, Sophie (Marion Cotillard), con el que rastrean recuerdos genéticos de su ADN. Así, Lynch revive los recuerdos de un antepasado suyo, Aguilar de Nerha, en la España de 1492. Aguilar perteneció a una hermandad secreta conocida como los Asesinos, quienes a lo largo de la historia han combatido contra los Templarios y sus planes de dominar el mundo.


La verdad es que no hay mucho que hablar sobre el preceso de esta película. Ubisoft, la compañía desarrolladora del videojuego, puso en marcha el proyecto en 2011. En un principio, lo intentó con Sony Pictures, pero las negociaciones con estos no llegaron a buen puerto, ya que Ubisoft quería tener el mayor control creativo sobre la película, cosa con la que Sony no estaba muy conforme.

Finalmente, las negociaciones con Sony se rompieron y la compañía lo intentó con la 20th Century Fox, con la que si logró llegar a un acuerdo. No obstante, el proyecto tardó en ponerse en marcha, ya que estuvo unos años parado mientras su guión era continuamente reescrito por distintos guionistas.

La película se puso definitivamente en marcha cuando Michael Fassbender entró en ella como protagonista y productor. Fassbender venía de protagonizar Macbeth (2015) y parece que le gustó trabajar en esa película, porque se trajo a muchos de ella a este film: Justin Kurzel como director, Marion Cotillard como protagonista femenina, Jed Kurzel –hermano de Justin –para la música o Adam Arkapaw para la fotografía.

La película está siendo un desastre se mire por donde se mire. En taquilla las cosas no le están yendo muy bien. Con un presupuesto de 125 millones de dólares, solo en EEUU lleva recaudados 50 millones. En el resto del mundo las cosas le van algo mejor, con 98 millones recaudados que hacen que su recaudación total sea de 148 millones de dólares. Sin duda, lo máximo a que aspira es a recuperar la inversión –tanto de producción como de promoción –con la taquilla internacional y ya está.

En cuanto a crítica y público, ambos la están reciemdo en su mayoría con opiniones muy negativas. Lo mismo que los fans del videojuego, los más descontentos con este film.

¿Se merece esta película tan malas críticas y tanto comentario negativo? Pues la respuesta en un SI con mayúsculas. Porque la película es una santísima PUTA MIERDA.

Para empezar, es aburridísima. Es una película que dura 1 hora y 40 minutos que se hace tan larga –o más –que una película de casi 3 horas, con eso creo que lo digo todo.


La mayor parte de la película transcurre dentro de Abstergo y todo son diálogos simplones y situaciones insulsas que no causan el más mínimo interés. Lo más interesante son los momentos que transcurren en el pasado, pero estos son pocos y tampoco son para tirar muchos cohetes. El climax en Londres parecía que prometía, pero de nuevo nos la meten doblada.


Técnica y visualmente, la película no está mal. El diseño de producción y los efectos especiales están logrados, pero solo a nivel técnico, porque no hay muchas cosas que de verdad llame la atención. Encima, lo poco destacable lo echan a perder. Como ese plano del águila volando tan propio de los videojuegos del que abusan tanto que ya hasta resulta cansino.


Y es que Justin Kurzel no ha sido una buena elección para una película como esta. Su dirección es bastante plana. Maneja bien a los actores, eso se lo tengo en cuenta, pero en lo demás se pierde completamente. Especialmente, en las escenas de acción, que están bien hechas gracias a los muchos medios y el gran equipo técnico que tiene a sus espaldas, pero carecen por completo de espectacularidad y, sobre todo, de personalidad.

Sobre la adaptación. Aquí han optado por elavorar una historia completamente nueva con elementos de los distintos videojuegos. Algo que funcionaría si se hubiera hecho bien pero, como ya he dicho, esta película es un completo cúmulo de chapuzas.

Los actores.

Michael Fassbender, como productor no sé en que narices estaba pensando. Como actor, pues hace un buen trabajo. No es una de sus mejores interpretaciones pero, por lo menos, no lo hace mal del todo.

Marion Cotillard es una estupenda actriz, pero en ningún momento parece que se tome en serio su papel. Y, la verdad, no la culpo, porque su personaje en la película es de lo más insulso. Un personaje que podía haberse aprovechado mejor, pero que desperdician completamente.

Jeremy Irons es un gran actor y los papeles de villano se le dan bien. Aunque, aquí no se puede decir que haga su mejor trabajo.

Todo lo contrario que Charlotte Rampling, una grandísima actriz que aquí está fantástica en todo momento frente a lo desaprovechado de su personaje; un personaje que podría haber dado mucho juego si se hubiera aprovechado bien.

Lo mismo que Brendan Gleeson, otro estupendo actor terriblemente desaprovechado en este film.

Ariane Labed también está muy bien en su papel y se le da bien ser una action woman.

Mención especial merece el español Javier Gutiérrez, que aquí da vida a Torquemada. El tipo es un estupendo actor. Aunque está más asociado a papeles cómicos, ya ha demostrado en películas como La Isla Mínima (Alberto Rodríguez, 2014) que también es un excelente actor dramático. Y aquí hace un trabajo muy bueno.


Sin embargo, la mención especial no es por eso. Ya he dicho antes que el trabajo aquí a nivel visual está, mayormente, a la altura. Es por eso no me explico la MIERDA de caracterización que le han hecho. Yo me llevaba las manos a la cabeza cada vez que salía un primer plano de él y lo veía con esa nariz falsa que no engaña ni a Rompetechos; es que das una escoba y unos globos y lo puedes mandar a la feria para que trabaje en el tren de la bruja.

Vamos terminando ya, porque…

En resumen, la película es una puñetera basura. Cuesta creer que la misma empresa que desarrolla los videojuegos esté detrás de semenjante despropósito. Y dicen que quieren crear una saga de películas con esto. Los videojuegos de Assassin´s Creed pueden dar para una y mil buenas películas, pero si van a seguir haciendo mierdas como esta, mejor que no hagan nada.

Como ya he dicho al principio, esperaba que este 2016 se creara un antes y un después, dando comienzo a una edad dorada de las adaptaciones de videojuegos como la que está viviendo ahora el cine de superhéroes. Pero, entre esta y Warcraft, las cosas de momento siguen igual.

Aunque, al menos Warcraft era entretenida y tenía mucha espectacularidad. Este engendro, en cambio, es un engendro que lo único que hace es aburrir y abochornar.




Una película que NADA recomendable; ni a los que son fans del videojuego, ni a los que no han jugado a él en su vida. 






24 de enero de 2011

BLOODRAYNE (2005)

Voy a hablar de BloodRayne, adaptación –si se la puede llamar así –de un videojuego del mismo nombre realizada por ese tal Uwe Boll, quién me demostró con este film que su mala fama está muy, pero que muy, merecida. Desde hace unos años, este director alemán lleva jodiendo videojuegos con adaptaciones nefastas que, encima, son enormes fracasos de taquilla que no recuperan ni una pequeña parte de lo invertido. Sin embargo, él siempre encuentra financiación gracias a que las leyes alemanas han convertido su productora en un lugar ideal para invertir gracias a las ventajas fiscales que supone y que hacen ganar dinero en devoluciones al inversor si la película es un fracaso. Así puede seguir haciendo sus bodrios tranquilamente, porque siempre encuentra quién le respalde económicamente buscando incentivos fiscales.

Hay muchos que lo defienden afirmando que es un director intransigente, un espíritu libre que hace su propio cine al margen de los grandes estudios de Hollywood. Por mi que piensen lo que quieran. Para mi este tipo no es mas que un payaso que no tiene ningún respeto por el cine. Prefiero mil veces a Ed Wood que, por muy malo que fuese, se tomaba mas en serio su trabajo.

El videojuego trata sobre Rayne, una Dhampir –mujer guerrera mitad humano, mitad vampiro –que lucha contra nazis, vampiros y otras criaturas diabólicas en la Europa de los años 30. La película, en plan precuela, sitúa la acción en el año 1723, en lo que ahora es Rumanía. Rayne (Kristanna Loken) vive prisionera en un circo donde, a parte de exhibirla como un animal de feria, abusan de ella sexualmente . Con la ayuda de una gitana, también del circo, amiga suya, logra escapar, pero es perseguida por unos extraños individuos que la persiguen. No obstante, la Sociedad Brimstone, dedicada a la lucha contra las amenazas sobrenaturales, logra encontrarla primero e introducirla en su organización donde es entrenada para convertirse en uno de sus guerreros.

Este film no se estrenó en España, así que tuve que esperar a saliera en DVD para poder verlo. Yo tenía muchas ganas de echarle el ojo. Conocía bien el videojuego y me molaba mucho su heroína protagonista. Además, los posters -de los que os he dejado una buena muestra al principio -, imágenes y trailers que había visto me animaban mas.

Por aquel entonces –finales de 2005 y principios de 2006 –no conocía muy bien la filmografía de Boll y no sabía lo que era capaz de hacer. Lo único que había visto de él antes de esta película eran los films House of the Dead (2003) y Alone in the Dark (2005), los cuales se podría decir que son sus títulos mas decentes, ya que son malas, pero no tanto y se dejan ver. Por ello, por aquel entonces creía que Boll no era tan malo como decían y que se le estaba machacando en exceso, como ocurre con otros directores incomprendidos.

Nada mas lejos de la realidad. Porque fue ver este film, y los films posteriores, y darme cuenta de que este tipo tiene bien merecida su mala fama; incluso diría que sus detractores se quedan cortos con él.

Volviendo a BloodRayne. La película es –con perdón –una PUTA MIERDA.

Un bodrio de los píes a la cabeza que, aunque tiene un principio un poco prometedor, va degenerando a medida que avanza el film y el resultado final es para echarse a llorar. Como adaptación es terriblemente nefasta y, como película en si, es mucho peor. Me resultó muy difícil tragármela entera y, nada mas salir los créditos finales, fui a devolverla al videoclub con un cabreo de mil demonios.

La película es cutre hasta decir basta, su diseño de producción es terriblemente malo, las escenas de acción están tan mal rodadas que llegan a dar vergüenza ajena y su guión es una completa basura. Todo el film es una continua sucesión de situaciones ridículas y chorradas sin píes ni cabeza que culminan en un climax totalmente absurdo, previsible y bochornoso. Los diálogos son estúpidos y los personajes mas planos que una tabla de planchar. Me resulta muy difícil creer que la guionista de este engendro sea Guinevere Turner, guionista de la película American Psycho (Mary Harron, 2000) o de la estupenda serie The L Word. Aunque, me da a mi que Boll la utilizó para que apareciera su nombre en lo títulos de crédito haciéndole escribir un libreto del que poco se vio en el film. Yo creo que fue el propio Boll quién escribió el guión final, porque este es tan malo como su nefasta dirección.

En cuanto al reparto, Boll se rodea, como en la mayoría de sus films, de muchas caras conocidas (Ben Kingsley, Billy Zane, Michael Madsen, Michelle Rodriguez, Udo Kier, Geraldine Chaplin...) o viejas glorias casi olvidadas (Michael Paré). Con una dirección de actores en condiciones, la película hubiera quedado bien a nivel interpretativo. Pero, vamos, pedirle eso a alguien como Uwe Boll es como pedirle que te agarre la luna con un lazo.

Merece especial mención su protagonista, la bellísima Kristanna Loken. Esta modelo y actriz, que se dio a conocer como la T-X de Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas (Jonathan Mostow, 2003) y, actualmente, trabaja también en The L Word, es sin duda lo mejor de este film. Desde luego, le pega muy bien el rol de chica de acción, le sienta muy bien su sexy indumentaria de heroína y, además, es buena actriz. No se me ocurre mejor protagonista para una adaptación de BloodRayne. El problema es que está terriblemente desaprovechada en toda la película y, aunque se esfuerza en hacer bien su trabajo, no logra evitar que el conjunto del film caiga por su propio peso.


Resumiendo.

Una película terriblemente mala, cutre, insoportable y patética que lo único que consigue es aburrir y abochornar. Y que nadie me venga con la excusa de que su presupuesto es muy bajo. El film costó 25 millones de dólares. No es una superproducción, lo sé. Pero Underworld (Len Wiseman, 2003) costó 22 millones y, pese a sus fallos, el resultado es mil veces mejor que lo visto en este engendro.

Por cierto, su recaudación fue de risa. Tan solo 3´6 millones de dólares en TODO EL MUNDO. 3´6 millones de dólares con un presupuesto de 25; de juzgado de guardia. Sin embargo, Boll ha conseguido hacer dos secuelas de este engendro, una en 2007 y otra el pasado 2010, cada una con un presupuesto de 10 millones de dólares. Todo gracias a, como he dicho al principio, las ventajas fiscales que supone invertir en sus películas. Vergonzoso.

Ojalá pierda algún día los derechos del videojuego y alguien mas competente realice un reboot –ahora que están tan de moda –que le haga mas justicia. A ser posible, contando de nuevo con Kristanna Loken como protagonista; si están haciendo un reboot de Ghost Rider de nuevo con Nicolas Cage, pues no veo por qué no pueden hacer lo que digo.

Porque lo que ha hecho Uwe Boll aquí no vale ni para echarse unas risas; como en casi todo en su filmografía.