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2 de mayo de 2018

VENGADORES: INFINITY WAR (2018)























Antes de comenzar esta review, quiero dejar claro que he decidido hacerla sin ningún spoiler. Se que suena tonto con los muchos spoilers que ya van circulando por ahí, pero yo no pienso contribuir a evitarle las muchas sorpresas que contiene esta película a los que no la han visto aún.

Tan solo la sinopsis –que ocupa los dos siguientes párrafos –tiene algunos spoilers, por lo que aconsejo no leerla.

La historia comienza justo donde la dejó Thor: Ragnarok. La nave donde Thor (Chris Hemsworth), su hermano Loki (Tom Hiddleston), Hulk (Mark Ruffalo) y un gran grupo de refugiados asgardianos que huían a la Tierra tras la destrucción de Asgard por el Ragnarok, es interceptada por Thanos (Josh Brolin), quién masacra a la mitad de los de la nave, obligando a Loki a que le entregue el Teseracto –que robó de Asgard poco antes del Ragnarok –, el cual contiene la Gema del Espacio. Thanos busca las Gemas del Infinito para llevar el equilibrio al universo aniquilando a la mitad de la población. Ya consiguió hacerse con la Gema del Poder tras atacar Xandar y ahora posee la del espacio. Su siguiente paso es enviar a la Black Order, sus hijos y principales lugartenientes, a la Tierra para apoderarse de las dos gemas que hay allí: la Gema de la Mente, en poder de Vision (Paul Bettany), y la Gema del Tiempo, en poder de Doctor Extraño (Benedict Cumberbatch). No obstante, un moribundo Heimdal (Idris Elba), con su último aliento, consigue enviar a Hulk a la Tierra para que avise de la llegada de Thanos. Mientras, Thor queda inconsciente y suspendido en el espacio y es recogido por los Guardianes de la Galaxia. Tras explicarles la situación, les convence de que le dejen ir hasta un lugar donde puede hacerse con una nueva arma con la que enfrentarse a Thanos. Rocket Raccoon (Bradley Cooper) y el adolescente Groot (Vin Diesel) le acompañan mientras los demás guardianes marchan en busca de El Coleccionista (Benicio del Toro) antes de que Thanos le robe la Gema de la Realidad. En el trallecto, Gamora (Zoe Saldana) le pide a Star-Lord (Chris Pratt) que la mate si ve que va a ser capturada por Thanos, ya que ella conoce el paradero de la Gema del Alma.

Mientras tanto, Hulk, tras convertirse en Bruce Banner, llega a la Tierra, cayendo en la guarida de Doctor Extraño, a quién advierte del peligro que se avecina. Extraño busca a Tony Stark (Robert Downey Jr.) para que les diga donde está Vision, ya que corre peligro. Pero Stark desconoce su paradero y dice que solo Steve Rogers (Chris Evans) puede encontrarle. Sin embargo, tiene reparos en llamarle por la herida abierta que hay entre los dos tras lo sucedido durante la Civil War. En esos momentos, son atacados por dos miembros de la Black Order: Ebony Maw (Tom Vaughan-Lawlor) y Cull Obsidian (Terry Notary). Durante la lucha, Banner intenta convertirse en Hulk, pero este, tras haber sufrido una gran derrota al enfrentarse contra Thanos, se niega a salir. No obstante, cuentan con la inesperada ayuda de Spiderman (Tom Holland). Finalmente, Ebony Maw logra llevarse a Doctor Extraño al espacio, ya que no puede quitarle la gema al tenerla protegida por un hechizo, pero Iron Man y Spiderman  logran infiltrarse en la nave. Banner, mientras, logra avisar a Rogers quién, en compañía de la Viuda Negra (Scarlett Johansson) y Falcom (Anthony Mackie), acude en ayuda de Vision y Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen), que están siendo atacados por los otros dos miembros de la Black Order: Proxima Midnight (Carrie Coon) y Corvus Glaive (Michael James Shaw). Logran salvarlos, pero son conscientes de que regresarán. La única forma de evitar que la gema caiga en manos de Thanos es que Bruja Escarlata la desruya, pero eso implicaría matar a Vision. La única solución es conseguir separar a Vision de la gema y Steve cree que el único lugar donde pueden hacerlo es en Wakanda.


Vengadores: Infinity War no es solo la tercera entrega de Los Vengadores. Es, junto con la cuarta entrega, la culminación de las tres primeras fases del Marvel Cinematic Universe.

No es el fin del MCU –Kevin Feige ya ha confirmado que tenemos universo cinematográfico hasta 2025 –, pero si el fin de todo un ciclo que comenzó cuando la primera película de Iron Man llegó hace diez años –aunque el MCU ya comenzó a gestarse en las oficianas de Marvel Studios en 2005; y, muchos años antes, en la cabeza de Kevin Feige –y que terminaremos de ver el año que viene, con la ya nombrada cuarta entrega.

La película llega con la ausencia de Joss Whedon, quién escribió y dirigió las dos primeras entregas, Los Vengadores (2012) y Vengadores: La Era de Ultron (2015). Los problemas que tuvo con Marvel Studios durante la producción de esta última y la sonada marcha de su amigo Edgar Wright de Ant-Man (Peyton Reed, 2015), provocaron su marcha de Marvel y su posterior fichaje por la competencia, DC; cuyos resultados ya conocemos bien.

No obstante, Marvel Studios le encontró rápidamente sustituto; mejor dicho, sustitutos. Los hermanos Anthony Russo y Joe Russo entraron en Marvel Studios por la puerta grande con la estupenda Capitán América: El Soldado de Invierno (2014) y los volvieron a petar, esta vez con mucha más fuerza, con Capitán América: Civil War (2016).

Por ello, Marvel Studios no dudó en dejar en sus manos la dirección de esta película y su continuación; las cuales son en realidad dos partes de un mismo arco argumental –de hecho, originalmente las dos se iban a llamar Avengers: Infinity War Part 1 y Part 2 –. Además, para el guión no dudaron en traerse a los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely, con quienes ya trabajaron en las dos películas del Capitán América antes nombradas y, además, escribieron el borrador final de Capitán América: El Primer Vengador (Joe Johnston, 2011).

La película ha reunido a uno de los mayores repartos principales de la historia, juntando a la mayoría de los personajes Marvel que hemos visto en las anteriores películas, incluyendo losGuardianes de la Galaxia; hay algunos personajes a los que se ha echado en falta, pero está claro que los veremos en la cuarta entrega.

Y es que la película se ha hecho a lo grande. Marvel Studios no ha reparado en gastos y no ha dudado en invertir un megalómano presupuesto que oscila entre 300 y 400 millones de dólares. Aunque, eso les importará poco, ya que saben de seguro que los van a recuperar y les va a compensar muy bien, porque no hay duda de que la película va a ser un gran éxito y muchos piensan que podría desbancar a Titanic (1997) e, incluso, a Avatar (2009) –seguro que de ahí viene el reciente cabreo de James Cameron con el cine de superhéroes –.

De momento, la película ha empezado pisando fuerte. En su primer fin de semana lleva recaudados 250 millones de dólares y 380 millones en el resto del mundo, haciendo una taquilla global de 630 millones de dólares, lo que la convierte en el mejor arranque de la historia en EEUU y en todo el mundo.

La reacción del público ha sido, en su mayoría, de lo más positiva. En cuanto a la crítica, como suele ser habitual en las películas del MCU, la ha recibido muy bien; aunque, muchos señalan que su porcentaje en Rotten Tomatoes y otras webs de críticas es algo más bajo que el de las anteriores Thor: Ragnarok (Taika Waititi, 2017) y Black Panther (Ryan Coogler, 2018) –será para que no les acusen de estar comprados por Disney –.



Por eso, yo nunca suele hacer mucho caso a las críticas. Cuando una película que me gusta tiene buenas críticas me alegro, de la misma manera que también me alegro cuando una película que no me gusta recibe malas críticas. Pero, si se diera el caso contrario, en cualquiera de los dos casos, mi opinión sobre las respectivas películas no cambiaría nada.

Porque, como no me canso de repetir, mis opiniones son totalmente sinceras y no se dejan influenciar por nada ni nadie. Ni tan siquiera por mi entusiasmo con el MCU.

Los que me conocéis ya sabéis lo mucho que me está gustando este universo cinematográfico de Marvel. Sin embargo, eso no me impide decir a las claras si alguna de sus películas me ha decepcionado. Ya ocurrió con la anterior entrega, Vengadores: La Era de Ultron, las cual no me disgustó del todo, pero si me decepcionó en varios aspectos y no llegó a estar a la altura de mis expectativas.

Por eso, aunque esta película la esperaba con mucho entusiasmo, también me preparé para lo peor si esta terminaba siendo una decepción.

Afortunadamente, ese no ha sido el caso. Porque la película…




ME HA ENCANTADO




Me ha parecido una película excelente; no diría que llega al nivel de obra maestra, pero se le acerca mucho.

He disfrutado enormemente las 2 horas y media que dura. Las cuales no se me han hecho nada largas; todo lo contrario, se me han pasado volando gracias a un ritmo que no decaen en ningún momento, una excelente forma de presentar a los personajes y, sobre todo, una estupenda narrativa. Porque eso es lo que de verdad importa, no la duración.

Y si, esto es una pequeña puya a Warner y DC y su monumental cagada de reducir a 120 minutos su Justice League (2017), a la que esta película le mete tal somanta de hostias que aún debe estar llorando en un rincón.

Eso si, que los de fanboys de DC no se cabreen mucho conmigo, porque no considero esta película superior a Man of Steel (Zack Snyder, 2013) o a Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017). Pero, vamos, ni Justice League ni el resto de películas del universo DC le durarían ni dos asaltos a esta película que estoy deseando volver a ver por tercera vez –he aprovechado el puente para verla dos veces –y, sobre todo, me muero de ganas de ver ya la cuarta entrega para ver como continúa y, sobre todo, como se resuelve todo.

Porque, como ya he dicho, este film es la primera parte de un arco que ocupa dos películas, por lo que su final deja muchas cosas en el aire.

Eso si, el final es para levantarse y aplaudir. Un finalazo que hace las delicias de cualquier amante del cómic. Especialmente, los de El Guantelete del Infinito, el cómic de 1991 de Jim Starlin, George Pérez y Ron Lim en el que se inspira la película; muy libremente, eso si, como es habitual en el MCU.

Pero es que, encima, todavía queda la escena post-créditos. Que es solo una y está al final de todos los créditos finales –que son bastante largo; aunque la música vale mucho la pena –, pero es que no necesita más para encarrilarnos muy bien sobre por donde van a ir los tiros en la cuarta entrega.


De nuevo, los hermanos Russo ha hecho un excelente trabajo y, desde luego, no hay duda de que van mejorando a cada película que hacen. Ya desde el monumental arranque, la película va progresando constantemente y los momentos épicos y situaciones que te dejan con la boca abierta se van sucediendo cada dos por tres. Porque la película no escatima en lo que sorpresas se refiere.

Hay una sorpresa en especial que hace que la película valga la pena aunque el resto hubiera decepcionado.

Me refiero, claro está a cuando encuentran la Gema del Alma. No creo que esto sea un spoiler; se sabe de antemano que la van a encontrar, la gran pregunta es donde.

El caso es que, cuando revelan donde está la gema me llevé una pequeña decepción, ya que me esperaba algo más especial y, sobre todo, sorpresivo. Pero, vamos, eso era solo un pequeño nublado que se pasa rápidamente porque, una vez en ese lugar, te meten una pedazo de sorpresa que tiene que ver con el regreso inesperado de un personaje. Menos mal que la butaca del cine no puede gritar porque, de lo contrario, de la manera que le clavé las uñas en los respaldos, el grito se hubiera escuchado hasta en Australia.

Y eso es solo una de las muchas sorpresas que tiene el film; porque si alguien se cree que los tráilers lo han enseñado todo, están bien equivocados. De hecho, los tráilers engañan y lo hacen bien a propósito; cosa de la que me alegro.

No me enrollaré mucho en el aspecto técnico. Como es habitual en las películas del MCU, los efectos especiales son de 10 y el diseño de producción está logradísimo. Las escenas de acción son brutales y muy bien rodadas, en la linea de sus directores.

Otra cosa en la que sus directores están muy acertados es en manejar a tal cantidad de personajes. Ya demostraron en Capitán América: El Soldado de Invierno y, sobre todo, Capitán América: Civil War, que eran capaces de manejar repartos muy corales y aquí, con la inmensa cantidad de personajes que hay, vuelven a superarse. Todos los personajes están muy bien presentados –como ya he dicho antes –y, aunque unos tienen más minutos en pantalla que otros, todos tienen su importancia en la película y sus momentos para lucirse. Además, el hecho de dividir la historia en varias subtramas que convergen al final fue un monumental acierto de los Russo.

Debido a la gran abundancia de personajes, no me enrollaré mucho con el reparto. Tan solo decir que los actores hacen un gran trabajo; unos más que otros, eso si, pero en general, el reparto lo hace muy bien y la dirección de actores de los Russo saca lo mejor de ellos.

Eso si, no puedo evitar hacer mención a Scarlett Johansson, que vuelve a estar maravillosa como Viuda Negra y, aunque personalmente me hubiera gustado verla más, tiene sale en la película lo que tiene que salir. Además, tiene dos momentos de acción donde su luce, y mucho. Uno es cuando se enfrenta a Corvus Glaive –esto no es un spoiler, ya que lo vimos en un clip –, donde calla la boca a los que dicen que pinta ahí si no tiene superpoderes, y en la batalla final, donde forma equipo con otras dos heroínas.



Menos mal que su película parece que ya se ha puesto en marcha, porque ahora más que nunca necesita una película en solitario.

Tampoco me puedo olvidar del que es uno de mis grandes favoritos de este universo. Hablo, naturalmente, de Chris Evans como Capitán América, que cada vez interpreta al personaje como si hubiera nacido para él y cada vez se supera más. Desde luego, si es verdad eso que dicen de que la cuarta entrega será su última película en el MCU –porque nunca se sabe –, tienen que darle un final épico si o si.

Y también cabe mención a Peter Dinklage, el gran Tyrion Lannister de Juego de Tronos, quién ya sabíamos que tenía un papel en la película. Al final, no ha sido ninguno de los que se rumoreaba. No diré quién es para no hacer spoiler, pero si diré que su presencia tiene importancia en la película y que, tal y como dijo el actor, se le reconoce muy bien.

Bueno, como ya he dicho, esta es una película con muchos personajes pricipales. Sin embargo, hay uno que es el gran protagonista de la historia. Antes del estreno, los hermanos Russo dijeron en varias entrevistas que la película gira en torno a Thanos y, desde luego, no nos estaban mintiendo.

Y es que…




EL GRAN PROTAGONISTA ES THANOS




Con una excelente interpretación –digna de un oscar, me atravo a decir; pese a que sé de antemano que la academia se lo va a pasar por el forro de los cojones –de Josh Brolin que los efectos especiales no estropean en ningún momento, Thanos es, sin duda, el mejor villano del MCU. Ya le habíamos visto brevemente en anteriores películas, pero aquí está que se sale desde el principio hasta el final.

Además, al igual que otros villanos recientes, como El Buitre (Michael Keaton) de Spider-Man: Homecoming o el Killmonger (Michael B. Jordan) de Black Panther, es un villano con el que llegas a empatizar pese a que no compartas sus acciones. Porque no es un villano que es un cabrón por naturaleza. Es un villano que tiene sus motivaciones y, pese a que sus acciones están equivocadas, sus objetivos son nobles.

Esto, y otras cosas –de las que no hablaré para no hacer spoiler –, convierten a Thanos, no solo en el mejor villano, sino también en uno de los mejores personajes del Marvel Cinematic Universe.

Ahora vamos con las cosas malas; que la película las tiene, aunque no muchas.

Como ya he dicho antes, su duración es muy larga. Sin embargo, aún así le falta algo de metraje. Esto hace que algunos momentos queden algo desafeinados. No son momentos muy importantes, afortunadamente, pero si se les ve necesitados de una o dos escenas más.

Un ejemplo es el reencuentro entre la Viuda Negra y Bruce Banner –esto no es un spoiler, ya que es algo que se esperaba y, de hecho, se vislumbra en los tráilers –, del que, seguramente, veremos más en las escenas eliminadas, pero aquí lo resuelven de una forma nada acertada.

Otro ejemplo también tiene que ver con Hulk. Ya sabemos de antemano que va a coger la Hulkbuster, pero en la película le vemos ya con ella puesta cuando debería haber habido alguna escena anterior indicándolo; incluso me hubiera conformado con una conversación.



Me gustó mucho la Black Order y tienen muy buenos momentos en la película. Pero me hubiera gustado haber visto algo más de ellos y, sobre todo, haberlos visto en acción todos juntos.

Otra cosa que me hubiera gustado ver es como Thanos se hace con la Gema del Poder, algo que podrían haber mostrado, al menos, en un flashback.

Seguramente, veremos mucho de esto en las escenas eliminadas de los extras del Blu-Ray –los Russo ya dijeron que se quedó mucho material en la sala de montaje –, pero me hubiera gustado ver algo de lo que acabo de decir en la película.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Vengadores: Infinity War me ha parecido un PELICULÓN.

Una película estupenda que se disfruta desde que empieza hasta que termina y que deja con ganas de querer verla más veces. Una película sobresaliente que da lo que promete y hace las delicias de todo amante del cómic y, sobre todo, de los que no nos cansamos de las películas de superhéroes; por mucho que haya gente como James Cameron que quieran que nos cansemos.

Desde luego, los hermanos Russo vuelven a aprobar con matrícula y consiguen que no se eche de menos, ni tan siquiera un poco a Joss Whedon; de hecho, este ya hasta admite que está celoso de ellos.

Y todavía nos queda la cuarta entrega, para la que queda todavía un año por delante. La espera se va a hacer eterna.








3 de abril de 2018

TOMB RAIDER (2018)





ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto que se abstenga de leerla y si, por el contrario, la lee de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.
















Lara Croft vuelve al cine después de 15 años y lo hace cambiando de rostro. Alicia Vikander es quién toma ahora el relevo de Angelina Jolie dando vida a la famosa asaltatumbas en una película que reinicia por completo la saga.

Lara Croft (Alicia Vikander) era solo una adolescente cuando su padre, Lord Richard Croft (Dominic West) desapareció. Desde entonces, vive el día a día en las calles de Londres, trabajando como mensajera y practicando artes marciales mixtas. Se niega a heredar el imperio empresarial de su padre, ya que hacerlo sería como admitir que está muerto. No obstante, Ana Miller (Kristin Scott Thomas), logra convencerla diciéndole que, de no hacerlo, la mansión de la familia sería vendida. Durante la firma de los papeles de la herencia, Mr. Yaffe (Derek Jacobi), otro de los socios de su padre, le hace entrega de una caja rompecabezas que su padre le dejó antes de desaparecer.

La caja la lleva hasta una oficina secreta donde su padre guardaba  todo su trabajo sobre Himiko, una legendaria reina japonesa de quién se decía que tenía el poder sobre la vida y la muerte. Entre todas las cosas, encuentra una grabación de su padre diciéndole que, de pasarle a él algo, debe destruir todo lo que tenga referencia a Himiko. Sin embargo, Lara decide no hacerlo y, utilizando el trabajo de su padre, decide empreder su búsqueda. Así llega hasta Hong Kong, donde se reune con Lu Ren (Daniel Wu), capitán del barco Endurance, el cual iba a comprar su padre antes de desaparecer. Lu Ren la lleva hasta el Mar del Diablo, donde conducen las notas de su padre, pero son sorprendidos por una fuerte tormenta y el barco naufraga, llegando ambos hasta la isla de Yamatai, donde son apresados por Mathias Vogel (Walton Goggins), quién dirige una expedición que busca la tumba de Himiko. Vogel sigue órdenes de una misteriosa organización conocida como Trinity y no puede abandonar la isla hasta encontrarla.

  
Pongámonos en antecedentes. La famosa franquicia de videojuegos Tomb Raider hizo su debut en el cine en la película Lara Croft: Tomb Raider (Simon West, 2001) donde, como ya he dicho antes, Angelina Jolie fue la encargada de dar vida a la heroína central de esta saga de videojuegos, la ya icónica Lara Croft.

A la película no le fue mal en la taquilla, con 274 millones de dólares recaudados en todo el mundo, pero fue muy machacada por la crítica y no gustó a gran parte de los fans de los videojuegos. No obstante, Paramount Pictures, el estudio que la produjo, sacó adelante una secuela, Lara Croft: Tomb Raider – La Cuna de la Vida (2003), donde Angelina Jolie repitió como Lara Croft, pero Simon West era reemplazado en la dirección por Jan de Bont.

Con solo 156 millones de dólares recaudados en todo el mundo, la película fue un fracaso. Sus críticas fueron peores, tanto por parte de la crítica profesional como por parte de los fans, pero Paramount culpó del fracaso de la película al sexto videojuego de la franquicia, Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad, el cual fue lanzado ese mismo año y también fue un estrepitoso fracaso.

Esto dejó en el aire una posible tercera entrega con Angelina Jolie que, aunque estuvo entre los planes del estudio, jamás llegó a realizarse y calló en el olvido.

El éxito en 2006 de Tomb Raider: Legend, séptimo videojuego de la saga –y el primero realizado por Crystal Dynamics, compañía que reemplazó a Core Design –, reactivó la franquicia y esto hizo que volviera a hablarse de la tercera entrega protagonizada por Jolie. No obstante, tras el enorme éxito de The Dark Knight (Christopher Nolan, 2008), empezó a hablarse más de la posibilidad de reiniciar la franquicia, ya que los reboots empezaron a estar muy de moda.

A partin de entonces empezaron a haber movimientos en torno a una nueva película de Tomb Raider, pero sin nada claro en el horizonte hasta que, en 2011, GK Films se hizo con los derechos cinematográficos de la franquicia. La compañía puso en marcha la película junto a Warner Bros., MGM y Square Enix; compañía dueña de la franquicia Tomb Raider tras comprar Eidos Interactive en 2009.

Con el paso de los años, el proyecto empezó a tomar forma. La nueva película sería un reboot y se basaría en el videojuego Tomb Raider (2013), el cual también reinició por completo la saga de videojuegos con una nueva Lara Croft más realista y menos sexualizada que la Lara Croft clásica; aunque, seguía siendo sexy.

Geneva Robertson-Dworet fue contratada para escribir el guión; aunque este fue posteriormente revisado por Evan Daugherty primero y Alastair Siddons. Aunque, en un principio se habló de que fuera una mujer quién dirigiera la película, la dirección recayó, finalmenten, en el noruego Roar Uthaug.

Para dar vida a Lara Croft sonaron muchas candidatas. Daisy Ridley, Emilia Clarke, Elizabeth Olsen, Emma Watson o Camilla Luddington –quién ya le puso voz y prestó sus movimientos a Lara Croft en el videojuego de 2013 y en su continuación, Rise of the Tomb Raider –fueron quienes más sonaron para el papel; en el caso de Daisy Ridley, muchos medios ya la dieron por elegida. Sin embargo, en abril de 2016 se anunció que la gran elegida era Alicia Vikander, actriz que no aparecía en las quinielas y que, poco antes, había ganado un oscar; algo parecido a Angelina Jolie, quién también había ganado un oscar –y en la misma categoría de Vikander, mejor actriz de reparto –poco antes de ser elegida como Lara Croft en su día.


La película se estrenó en EEUU y otros países, incluida España, el pasado 16 de marzo. La taquilla que está haciendo no es muy espectacular, al menos en EEUU. Con 94 millones de dólares de presupuesto, a día de hoy lleva recaudados 50 millones en territorio estadounidense. Mejor le están yendo las cosas fuera de EEUU, donde lleva recaudados 197 millones, haciendo un total de 247 millones de dólares.

Por su parte, la crítica la ha recibido con división de opiniones; aunque, son mayoría las negativas que las positivas. También hay división entre los fans de los videojuegos y, en cuanto al público, su reacción ha sido más favorable, aunque no muy entusiasta.

¿Y que opino yo? Pues a eso vamos.

Antes de ponerme con la película, quiero dejar claro que a mí me encantan los videojuegos de Tomb Raider. He jugado mucho a ellos y los conozco muy bien. Y, desde luego, me encanta Lara Croft, una de mis heroínas favoritas.

Y me gusta tanto la Lara Croft clásica como la nueva Lara Croft de los últimos videojuegos. Ambas son dos Laras muy buenas y lo suficientemente diferentes la una de la otra como para tener que elegir entre una y otra.

En cuanto a las películas, Lara Croft: Tomb Raider me gusta mucho. Es cierto que le hace falta más acción y más metraje, pero se disfruta mucho y recrea muy bien el espíritu de los videojuegos. Además, Angelina Jolie está fantástica como Lara Croft; no solo encaja muy bien en el personaje físicamente, también recrea muy bien su personalidad. Para mí fue, sin duda, una gran elección.

En cuanto a la segunda, Lara Croft: Tomb Raider – La Cuna de la Vida, me parece una de las mayores mierdas que se han hecho en mucho tiempo y que ni el estupendo trabajo de Angelina Jolie logra salvar. La película tiene un comienzo bastante potente pero, rápidamente, se desploma y va en caída libre hasta el final. Su fracaso está más que merecido por mucho que Paramount le quiera echar la culpa a Tomb Raider: El Ángel de la Oscuridad; que puede que fuera un videojuego fallido, pero era mil veces mejor que esa mierda de película.

Ahora, después de muchos años esperando una nueva película de Tomb Raider, nos llega este nuevo film que he esperado con muchas ganas, ya que quería volver a ver a Lara Croft en el cine.


Sin embargo, la noticia de la elección de Alicia Vikander para dar vida a Lara Croft fue algo que me echó bastante para atrás. Y es que, aunque Vikander me parece una estupenda actriz, no conseguía verla como Lara Croft y, una vez vista la película, continúa sin convencerme.

Eso si, las razones por las que no la veo como Lara Croft no tienen nada que ver con su físico. Desde luego, yo no estoy con esos gilipollas que la critican por no tener las tetas grandes; gente ignorante que no se para a pensar que Lara Croft es mucho más que una tía buena que corre, salta y dispara con dos pistolas.

De hecho, en el físico es donde Vikander está más acertada. Cuando salieron las primeras imágenes de ella como Lara Croft y vi lo muy en forma que se había puesto, empezó a convencerme hasta que salió el primer tráiler. La actriz se ha machacado a conciencia para este papel –no hay más que ver los vídeos de su entrenamiento –y en las escenas de acción y momentos físicos si está de lo más creíble.

El problema con Vikander tiene que ver con la personalidad. Y es que, perse a su talento como actriz, no me parece que ha conseguido plasmar en la gran pantalla la personalidad de Lara Croft; ni siquiera de la Lara Croft de los últimos videojuegos en la que se basa. Aunque, no es todo culpa de la actriz, sino porque no han sabido representarla bien en el guión, haciendo una rara mezcla entre la nueva Lara y la Lara clásica que no ha funcionado bien.

No obstante, pese a no convencerme como Lara Croft, si tengo una cosa clara con Alicia Vikander. Y es que ella ha sido, sin duda, lo mejor de la película.

La película no es mala. Desde luego, no nos encontramos ante otro bodrio, como La Cuna de la Vida. La película es buena, está bien hecha, pero no me ha terminado de matar.

Para empezar, la primera parte es un auténtico coñazo. Todo lo que sucede antes de llegar a la isla se lo podrían haber ahorrado porque lo único que hace es aburrir, aturdir y perder un tiempo precioso que podrían haber empleado en otras cosas mejores. Pero no, pierden el tiempo con carreras de bicicletas, rollos de herencias, una escena en una tienda de empeños que resulta soporífera o una amiga de Lara –interpretada por Hannah John-Kamen –que aparece solo unos minutos y luego no se la vuelve a ver, lo mismo que el chico del restaurante hindú que está colado por ella; dos elementos que se los podrían haber ahorrado porque no aportan nada a la película y parecen estar de relleno.

 

Aunque, lo peor es la parte que transcurre en Hong Kong, con una persecución en los muelles que aburre de lo previsible que es. Pero, encima, cuando finalmente termina, van y nos meten una segunda persecución tan larga y cansina como la anterior.

Es cuando llega a la isla cuando la película comienza a despegar; aunque, tampoco se puede decir que vuele muy alto. Aún así, nos da una cuantas secuencias de acción bastante buenas antes de introducirnos a una cueva llena de elementos propios de los videojuegos de Tomb Raider, como trampas o cerraduras que hay que abrir; la escena con los cristales está bastante bien.

Como ya he dicho, la parte de la isla está más entretenida y salva a la película del desastre. Sin embargo, como también he dicho, tampoco es gran cosa y no ha habido ningún momento que me haya impresionado. Además, aunque se recreen fielmente algunas escenas, como la del avión de la II Guerra Mundial estrellado en la catarata que tanto hemos visto en los tráilers, a penas me ha recordado al videojuego de 2013.

De hecho, en lugar del videojuego, lo que más me vino a la cabeza viendo todo eso fue la serie Arrow y los flashbacks que transcurren en la isla; especiamente, los de la primera y la cuarta temporada.

No obstante, lo que menos me ha gustado de la película y me ha parecido una gran equivocación, es que la película elimina por completo los elementos fantásticos y sobrenaturales que hay en todos los videojuegos de Tomb Raider; incluido el videojuego de 2013 que tanto dicen que están adaptando.

Tenía esperanzas de ver elementos fantásticos en el climax, cuando encontraran la tumba de Himiko. Pero, al final, nada de nada. Ni traspaso de alma, ni Guardia de la Tormenta, ni porras el vinagre. Al final resulta que todo gira alrededor de una enfermedad que porta la reina y de la que se quiere apoderar Trinity, esa “misteriosa” organización que está detrás de los malos; y he puesto misteriosa entre comillas porque se sabe desde el primer momento quién es la persona que está detrás de todo por mucho que nos quieran sorprender –sorpresa a la altura de la de Alien: Covenant –.

El caso es que la película prescinde por completo de los elementos fantásticos y apuesta por una visión más realista. Si, como hizo Christopher Nolan con Batman. Pero, al menos, Nolan nos dio tres auténticos películones muy superiores a lo que nos han ofrecido aquí.


Y lo que nos han ofrecido aquí es una película de acción y aventuras que está bien, con una dirección correcta, un logrado diseño de producción y unas buenas interpretaciones, pero que resulta bastante simplona, se ve tan rápido como se olvida y se sustenta principalmente en su protagonista.

Una protagonista que hace un gran trabajo, tanto físico como a nivel de interpretación, lleva muy bien el peso de la película sobre sus hombros, pero no consigue meterse en la piel de Lara Croft pese a que lo intenta, y mucho.

En resumen, una película buena, pero que no compensa los 15 años que ha habido que esperar para volver a ver Tomb Raider en el cine.