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2 de mayo de 2018

VENGADORES: INFINITY WAR (2018)























Antes de comenzar esta review, quiero dejar claro que he decidido hacerla sin ningún spoiler. Se que suena tonto con los muchos spoilers que ya van circulando por ahí, pero yo no pienso contribuir a evitarle las muchas sorpresas que contiene esta película a los que no la han visto aún.

Tan solo la sinopsis –que ocupa los dos siguientes párrafos –tiene algunos spoilers, por lo que aconsejo no leerla.

La historia comienza justo donde la dejó Thor: Ragnarok. La nave donde Thor (Chris Hemsworth), su hermano Loki (Tom Hiddleston), Hulk (Mark Ruffalo) y un gran grupo de refugiados asgardianos que huían a la Tierra tras la destrucción de Asgard por el Ragnarok, es interceptada por Thanos (Josh Brolin), quién masacra a la mitad de los de la nave, obligando a Loki a que le entregue el Teseracto –que robó de Asgard poco antes del Ragnarok –, el cual contiene la Gema del Espacio. Thanos busca las Gemas del Infinito para llevar el equilibrio al universo aniquilando a la mitad de la población. Ya consiguió hacerse con la Gema del Poder tras atacar Xandar y ahora posee la del espacio. Su siguiente paso es enviar a la Black Order, sus hijos y principales lugartenientes, a la Tierra para apoderarse de las dos gemas que hay allí: la Gema de la Mente, en poder de Vision (Paul Bettany), y la Gema del Tiempo, en poder de Doctor Extraño (Benedict Cumberbatch). No obstante, un moribundo Heimdal (Idris Elba), con su último aliento, consigue enviar a Hulk a la Tierra para que avise de la llegada de Thanos. Mientras, Thor queda inconsciente y suspendido en el espacio y es recogido por los Guardianes de la Galaxia. Tras explicarles la situación, les convence de que le dejen ir hasta un lugar donde puede hacerse con una nueva arma con la que enfrentarse a Thanos. Rocket Raccoon (Bradley Cooper) y el adolescente Groot (Vin Diesel) le acompañan mientras los demás guardianes marchan en busca de El Coleccionista (Benicio del Toro) antes de que Thanos le robe la Gema de la Realidad. En el trallecto, Gamora (Zoe Saldana) le pide a Star-Lord (Chris Pratt) que la mate si ve que va a ser capturada por Thanos, ya que ella conoce el paradero de la Gema del Alma.

Mientras tanto, Hulk, tras convertirse en Bruce Banner, llega a la Tierra, cayendo en la guarida de Doctor Extraño, a quién advierte del peligro que se avecina. Extraño busca a Tony Stark (Robert Downey Jr.) para que les diga donde está Vision, ya que corre peligro. Pero Stark desconoce su paradero y dice que solo Steve Rogers (Chris Evans) puede encontrarle. Sin embargo, tiene reparos en llamarle por la herida abierta que hay entre los dos tras lo sucedido durante la Civil War. En esos momentos, son atacados por dos miembros de la Black Order: Ebony Maw (Tom Vaughan-Lawlor) y Cull Obsidian (Terry Notary). Durante la lucha, Banner intenta convertirse en Hulk, pero este, tras haber sufrido una gran derrota al enfrentarse contra Thanos, se niega a salir. No obstante, cuentan con la inesperada ayuda de Spiderman (Tom Holland). Finalmente, Ebony Maw logra llevarse a Doctor Extraño al espacio, ya que no puede quitarle la gema al tenerla protegida por un hechizo, pero Iron Man y Spiderman  logran infiltrarse en la nave. Banner, mientras, logra avisar a Rogers quién, en compañía de la Viuda Negra (Scarlett Johansson) y Falcom (Anthony Mackie), acude en ayuda de Vision y Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen), que están siendo atacados por los otros dos miembros de la Black Order: Proxima Midnight (Carrie Coon) y Corvus Glaive (Michael James Shaw). Logran salvarlos, pero son conscientes de que regresarán. La única forma de evitar que la gema caiga en manos de Thanos es que Bruja Escarlata la desruya, pero eso implicaría matar a Vision. La única solución es conseguir separar a Vision de la gema y Steve cree que el único lugar donde pueden hacerlo es en Wakanda.


Vengadores: Infinity War no es solo la tercera entrega de Los Vengadores. Es, junto con la cuarta entrega, la culminación de las tres primeras fases del Marvel Cinematic Universe.

No es el fin del MCU –Kevin Feige ya ha confirmado que tenemos universo cinematográfico hasta 2025 –, pero si el fin de todo un ciclo que comenzó cuando la primera película de Iron Man llegó hace diez años –aunque el MCU ya comenzó a gestarse en las oficianas de Marvel Studios en 2005; y, muchos años antes, en la cabeza de Kevin Feige –y que terminaremos de ver el año que viene, con la ya nombrada cuarta entrega.

La película llega con la ausencia de Joss Whedon, quién escribió y dirigió las dos primeras entregas, Los Vengadores (2012) y Vengadores: La Era de Ultron (2015). Los problemas que tuvo con Marvel Studios durante la producción de esta última y la sonada marcha de su amigo Edgar Wright de Ant-Man (Peyton Reed, 2015), provocaron su marcha de Marvel y su posterior fichaje por la competencia, DC; cuyos resultados ya conocemos bien.

No obstante, Marvel Studios le encontró rápidamente sustituto; mejor dicho, sustitutos. Los hermanos Anthony Russo y Joe Russo entraron en Marvel Studios por la puerta grande con la estupenda Capitán América: El Soldado de Invierno (2014) y los volvieron a petar, esta vez con mucha más fuerza, con Capitán América: Civil War (2016).

Por ello, Marvel Studios no dudó en dejar en sus manos la dirección de esta película y su continuación; las cuales son en realidad dos partes de un mismo arco argumental –de hecho, originalmente las dos se iban a llamar Avengers: Infinity War Part 1 y Part 2 –. Además, para el guión no dudaron en traerse a los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely, con quienes ya trabajaron en las dos películas del Capitán América antes nombradas y, además, escribieron el borrador final de Capitán América: El Primer Vengador (Joe Johnston, 2011).

La película ha reunido a uno de los mayores repartos principales de la historia, juntando a la mayoría de los personajes Marvel que hemos visto en las anteriores películas, incluyendo losGuardianes de la Galaxia; hay algunos personajes a los que se ha echado en falta, pero está claro que los veremos en la cuarta entrega.

Y es que la película se ha hecho a lo grande. Marvel Studios no ha reparado en gastos y no ha dudado en invertir un megalómano presupuesto que oscila entre 300 y 400 millones de dólares. Aunque, eso les importará poco, ya que saben de seguro que los van a recuperar y les va a compensar muy bien, porque no hay duda de que la película va a ser un gran éxito y muchos piensan que podría desbancar a Titanic (1997) e, incluso, a Avatar (2009) –seguro que de ahí viene el reciente cabreo de James Cameron con el cine de superhéroes –.

De momento, la película ha empezado pisando fuerte. En su primer fin de semana lleva recaudados 250 millones de dólares y 380 millones en el resto del mundo, haciendo una taquilla global de 630 millones de dólares, lo que la convierte en el mejor arranque de la historia en EEUU y en todo el mundo.

La reacción del público ha sido, en su mayoría, de lo más positiva. En cuanto a la crítica, como suele ser habitual en las películas del MCU, la ha recibido muy bien; aunque, muchos señalan que su porcentaje en Rotten Tomatoes y otras webs de críticas es algo más bajo que el de las anteriores Thor: Ragnarok (Taika Waititi, 2017) y Black Panther (Ryan Coogler, 2018) –será para que no les acusen de estar comprados por Disney –.



Por eso, yo nunca suele hacer mucho caso a las críticas. Cuando una película que me gusta tiene buenas críticas me alegro, de la misma manera que también me alegro cuando una película que no me gusta recibe malas críticas. Pero, si se diera el caso contrario, en cualquiera de los dos casos, mi opinión sobre las respectivas películas no cambiaría nada.

Porque, como no me canso de repetir, mis opiniones son totalmente sinceras y no se dejan influenciar por nada ni nadie. Ni tan siquiera por mi entusiasmo con el MCU.

Los que me conocéis ya sabéis lo mucho que me está gustando este universo cinematográfico de Marvel. Sin embargo, eso no me impide decir a las claras si alguna de sus películas me ha decepcionado. Ya ocurrió con la anterior entrega, Vengadores: La Era de Ultron, las cual no me disgustó del todo, pero si me decepcionó en varios aspectos y no llegó a estar a la altura de mis expectativas.

Por eso, aunque esta película la esperaba con mucho entusiasmo, también me preparé para lo peor si esta terminaba siendo una decepción.

Afortunadamente, ese no ha sido el caso. Porque la película…




ME HA ENCANTADO




Me ha parecido una película excelente; no diría que llega al nivel de obra maestra, pero se le acerca mucho.

He disfrutado enormemente las 2 horas y media que dura. Las cuales no se me han hecho nada largas; todo lo contrario, se me han pasado volando gracias a un ritmo que no decaen en ningún momento, una excelente forma de presentar a los personajes y, sobre todo, una estupenda narrativa. Porque eso es lo que de verdad importa, no la duración.

Y si, esto es una pequeña puya a Warner y DC y su monumental cagada de reducir a 120 minutos su Justice League (2017), a la que esta película le mete tal somanta de hostias que aún debe estar llorando en un rincón.

Eso si, que los de fanboys de DC no se cabreen mucho conmigo, porque no considero esta película superior a Man of Steel (Zack Snyder, 2013) o a Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017). Pero, vamos, ni Justice League ni el resto de películas del universo DC le durarían ni dos asaltos a esta película que estoy deseando volver a ver por tercera vez –he aprovechado el puente para verla dos veces –y, sobre todo, me muero de ganas de ver ya la cuarta entrega para ver como continúa y, sobre todo, como se resuelve todo.

Porque, como ya he dicho, este film es la primera parte de un arco que ocupa dos películas, por lo que su final deja muchas cosas en el aire.

Eso si, el final es para levantarse y aplaudir. Un finalazo que hace las delicias de cualquier amante del cómic. Especialmente, los de El Guantelete del Infinito, el cómic de 1991 de Jim Starlin, George Pérez y Ron Lim en el que se inspira la película; muy libremente, eso si, como es habitual en el MCU.

Pero es que, encima, todavía queda la escena post-créditos. Que es solo una y está al final de todos los créditos finales –que son bastante largo; aunque la música vale mucho la pena –, pero es que no necesita más para encarrilarnos muy bien sobre por donde van a ir los tiros en la cuarta entrega.


De nuevo, los hermanos Russo ha hecho un excelente trabajo y, desde luego, no hay duda de que van mejorando a cada película que hacen. Ya desde el monumental arranque, la película va progresando constantemente y los momentos épicos y situaciones que te dejan con la boca abierta se van sucediendo cada dos por tres. Porque la película no escatima en lo que sorpresas se refiere.

Hay una sorpresa en especial que hace que la película valga la pena aunque el resto hubiera decepcionado.

Me refiero, claro está a cuando encuentran la Gema del Alma. No creo que esto sea un spoiler; se sabe de antemano que la van a encontrar, la gran pregunta es donde.

El caso es que, cuando revelan donde está la gema me llevé una pequeña decepción, ya que me esperaba algo más especial y, sobre todo, sorpresivo. Pero, vamos, eso era solo un pequeño nublado que se pasa rápidamente porque, una vez en ese lugar, te meten una pedazo de sorpresa que tiene que ver con el regreso inesperado de un personaje. Menos mal que la butaca del cine no puede gritar porque, de lo contrario, de la manera que le clavé las uñas en los respaldos, el grito se hubiera escuchado hasta en Australia.

Y eso es solo una de las muchas sorpresas que tiene el film; porque si alguien se cree que los tráilers lo han enseñado todo, están bien equivocados. De hecho, los tráilers engañan y lo hacen bien a propósito; cosa de la que me alegro.

No me enrollaré mucho en el aspecto técnico. Como es habitual en las películas del MCU, los efectos especiales son de 10 y el diseño de producción está logradísimo. Las escenas de acción son brutales y muy bien rodadas, en la linea de sus directores.

Otra cosa en la que sus directores están muy acertados es en manejar a tal cantidad de personajes. Ya demostraron en Capitán América: El Soldado de Invierno y, sobre todo, Capitán América: Civil War, que eran capaces de manejar repartos muy corales y aquí, con la inmensa cantidad de personajes que hay, vuelven a superarse. Todos los personajes están muy bien presentados –como ya he dicho antes –y, aunque unos tienen más minutos en pantalla que otros, todos tienen su importancia en la película y sus momentos para lucirse. Además, el hecho de dividir la historia en varias subtramas que convergen al final fue un monumental acierto de los Russo.

Debido a la gran abundancia de personajes, no me enrollaré mucho con el reparto. Tan solo decir que los actores hacen un gran trabajo; unos más que otros, eso si, pero en general, el reparto lo hace muy bien y la dirección de actores de los Russo saca lo mejor de ellos.

Eso si, no puedo evitar hacer mención a Scarlett Johansson, que vuelve a estar maravillosa como Viuda Negra y, aunque personalmente me hubiera gustado verla más, tiene sale en la película lo que tiene que salir. Además, tiene dos momentos de acción donde su luce, y mucho. Uno es cuando se enfrenta a Corvus Glaive –esto no es un spoiler, ya que lo vimos en un clip –, donde calla la boca a los que dicen que pinta ahí si no tiene superpoderes, y en la batalla final, donde forma equipo con otras dos heroínas.



Menos mal que su película parece que ya se ha puesto en marcha, porque ahora más que nunca necesita una película en solitario.

Tampoco me puedo olvidar del que es uno de mis grandes favoritos de este universo. Hablo, naturalmente, de Chris Evans como Capitán América, que cada vez interpreta al personaje como si hubiera nacido para él y cada vez se supera más. Desde luego, si es verdad eso que dicen de que la cuarta entrega será su última película en el MCU –porque nunca se sabe –, tienen que darle un final épico si o si.

Y también cabe mención a Peter Dinklage, el gran Tyrion Lannister de Juego de Tronos, quién ya sabíamos que tenía un papel en la película. Al final, no ha sido ninguno de los que se rumoreaba. No diré quién es para no hacer spoiler, pero si diré que su presencia tiene importancia en la película y que, tal y como dijo el actor, se le reconoce muy bien.

Bueno, como ya he dicho, esta es una película con muchos personajes pricipales. Sin embargo, hay uno que es el gran protagonista de la historia. Antes del estreno, los hermanos Russo dijeron en varias entrevistas que la película gira en torno a Thanos y, desde luego, no nos estaban mintiendo.

Y es que…




EL GRAN PROTAGONISTA ES THANOS




Con una excelente interpretación –digna de un oscar, me atravo a decir; pese a que sé de antemano que la academia se lo va a pasar por el forro de los cojones –de Josh Brolin que los efectos especiales no estropean en ningún momento, Thanos es, sin duda, el mejor villano del MCU. Ya le habíamos visto brevemente en anteriores películas, pero aquí está que se sale desde el principio hasta el final.

Además, al igual que otros villanos recientes, como El Buitre (Michael Keaton) de Spider-Man: Homecoming o el Killmonger (Michael B. Jordan) de Black Panther, es un villano con el que llegas a empatizar pese a que no compartas sus acciones. Porque no es un villano que es un cabrón por naturaleza. Es un villano que tiene sus motivaciones y, pese a que sus acciones están equivocadas, sus objetivos son nobles.

Esto, y otras cosas –de las que no hablaré para no hacer spoiler –, convierten a Thanos, no solo en el mejor villano, sino también en uno de los mejores personajes del Marvel Cinematic Universe.

Ahora vamos con las cosas malas; que la película las tiene, aunque no muchas.

Como ya he dicho antes, su duración es muy larga. Sin embargo, aún así le falta algo de metraje. Esto hace que algunos momentos queden algo desafeinados. No son momentos muy importantes, afortunadamente, pero si se les ve necesitados de una o dos escenas más.

Un ejemplo es el reencuentro entre la Viuda Negra y Bruce Banner –esto no es un spoiler, ya que es algo que se esperaba y, de hecho, se vislumbra en los tráilers –, del que, seguramente, veremos más en las escenas eliminadas, pero aquí lo resuelven de una forma nada acertada.

Otro ejemplo también tiene que ver con Hulk. Ya sabemos de antemano que va a coger la Hulkbuster, pero en la película le vemos ya con ella puesta cuando debería haber habido alguna escena anterior indicándolo; incluso me hubiera conformado con una conversación.



Me gustó mucho la Black Order y tienen muy buenos momentos en la película. Pero me hubiera gustado haber visto algo más de ellos y, sobre todo, haberlos visto en acción todos juntos.

Otra cosa que me hubiera gustado ver es como Thanos se hace con la Gema del Poder, algo que podrían haber mostrado, al menos, en un flashback.

Seguramente, veremos mucho de esto en las escenas eliminadas de los extras del Blu-Ray –los Russo ya dijeron que se quedó mucho material en la sala de montaje –, pero me hubiera gustado ver algo de lo que acabo de decir en la película.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Vengadores: Infinity War me ha parecido un PELICULÓN.

Una película estupenda que se disfruta desde que empieza hasta que termina y que deja con ganas de querer verla más veces. Una película sobresaliente que da lo que promete y hace las delicias de todo amante del cómic y, sobre todo, de los que no nos cansamos de las películas de superhéroes; por mucho que haya gente como James Cameron que quieran que nos cansemos.

Desde luego, los hermanos Russo vuelven a aprobar con matrícula y consiguen que no se eche de menos, ni tan siquiera un poco a Joss Whedon; de hecho, este ya hasta admite que está celoso de ellos.

Y todavía nos queda la cuarta entrega, para la que queda todavía un año por delante. La espera se va a hacer eterna.








2 de mayo de 2016

CAPITÁN AMÉRICA: CIVIL WAR (2016)








ATENCIÓN. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leerla o lo haga bajo su total responsabilidad. Advertidos quedáis.





















Este año hemos tenido el enfrentamiento entre dos de los superhéroes más icónicos de la historia en Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia; la cual, desgraciadamente, aunque ha sido una película muy buena, no ha estado del todo a la altura de las expectativas.

Sin embargo, Batman y Superman no han sido los únicos superhéroes que este año se enfrentan en el celuloide. El Capitán América y Iron Man también se han visto las caras en la película que ahora nos ocupa. ¿Habrán estado estos a la altura? Pues es a eso a lo que vamos.

Pero, vayamos por partes.

Durante una misión en África, los nuevos Vengadores, encabezados por el Capitán América (Chris Evans) y la Viuda Negra (Scarlett Johansson), se enfrentan contra unos mercenarios encabezados por un desfigurado y –y mejorado –Brock Rumlow (Frank Grillo), ahora convertido en Crossbones, que pretenden robar un arma biológica. Aunque la misión termina siendo un éxito, esta se les va de las manos y acaban muriendo civiles inocentes en una explosión. Esto, unido a otros incidentes relacionados con los Vengadores donde dejaron una gran ola de destrucción –como las batallas de Nueva York o Sokovia –hace que la comunidad internacional decida que los Vengadores deben actuar bajo supervisión y lleva a 117 países a elaborar los Acuerdos de Sokovia, los cuales son llevados a los Vengadores por Thaddeus Ross (William Hurt); ahora Secretario de Estado, para que estos los firmen.

Este documento, rápidamente es rechazado por el Capitán América, pero cuenta con el apoyo de Tony Stark (Robert Downey Jr.) y algunos miembros del equipo, como War Machine (Don Cheadle), Vision (Paul Bettany) o la Viuda Negra –algo que provoca una gran sorpresa en los presentes –. No obstante, el Capitán América se opone tajantemente, ya que ve en estos acuerdos la intención de controlarlos y limitar sus acciones. Los acuerdos son llevados a Viena para ser ratificados, pero la cumbre es reventada por un atentado donde, entre otros, muere el rey de Wakanda. La cosa se complica cuando todo apunta a que el autor del atentado es el Soldado de Invierno (Sebastian Stan), quién se convierte en el hombre más perseguido del mundo. Esto lleva al Capitán América a intervenir por su cuenta para evitar que maten a su amigo a pesar de que esto va a poner las cosas peores de cómo estaban.



Cuando se reveló que Robert Downey Jr. formaría parte de la tercera entrega del Capitán América, inmediatamente, pensamos que la película estaría inspirada en Civil War, el célebre cómic de Mark Millar y Steve McNiven que dividió el universo Marvel en dos bandos.  Esta cosa quedó confirmada cuando Marvel Studios anunció oficialmente la Fase 3 –la cual comienza con este film –en octubre de 2014, revelando que la película se llamaría Capitán América: Civil War.

Así supimos por qué Marvel Studios tenía tanta fe en este proyecto como para no arrugarse ante sus rivales de Warner Bros. y DC Entertainment cuando colocaron el estreno estadounidense de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia el 6 de mayo, una fecha que ellos ya tenían reservada antes, incluso, se ubicar en ella la tercera película del capitán.

Así comenzó lo que yo suelo llamar la Batalla del 6 de Mayo, donde parecía que Warner y DC tenían las de ganar con dos icónicos personajes contra los que el Capitán América no tenía ninguna posibilidad de vencer. Sin embargo, Marvel Studios no dio su brazo a torcer y siguió manteniendo su película en esa fecha y todo parecía indicar que ese día tendríamos una lucha en las taquillas entre ambas películas hasta que, finalmente, Warner decidió mover su película al 25 de marzo. Todo esto sin saberse todavía que la tercera entrega del Capitán América tendría a Iron Man y se iba a inspirar en Civil War.

A parte de todo esto, esta película también ha servido para presentar al mundo al nuevo Spiderman cinematográfico, interpretado por Tom Holland, el cual surgió como fruto del acuerdo entre Marvel Studios y Sony Pictures para poder incluir al trepamuros en este universo; algo que los fans llevaban tiempo demandando.

Como ya he dicho, esta película se estrena en EEUU el próximo 6 de mayo. Sin embargo, a partir del miércoles, se ido ha estrenando en varios países; entre ellos, España, donde la película se estrenó el pasado viernes, 29 de abril.

Aún no hay datos definitivos de taquilla pero, según las previsiones, la película podría llevar ya 200 millones de dólares recaudados en la taquilla internacional; todo un éxito teniendo en cuenta que aún no se ha estrenado en EEUU y que aún no ha llegado a mercados tan importantes como China. En cuanto a las críticas, no podían ser mejores, totalmente en las antípodas de las que recibió Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia; esto, como no, ha hecho que los fanáticos de DC vuelvan a acusar a Marvel de tener comprada a la crítica.

Pero no es solo la crítica la que está alabando a este film. La reacción del público es de lo más entusiasta y lo mismo ocurre con los fans de los cómics. Muchos hablan de que estamos ante la mejor película del universo Marvel y otros –mucho más exagerados –afirman que es la mejor película de superhéroes de la historia.

¿Y qué opino yo? Pues a eso es a lo que vamos.

Yo, desde luego, esperaba esta película como agua de mayo. A parte de lo mucho que me está gustando este universo cinematográfico de Marvel, las películas del Capítán América me parecen de las mejores. Algo que me agrada mucho, ya que el Capitán América es un personaje que me encanta. No llega a la altura de Spiderman, mi personaje favorito de Marvel y uno de mis superhéroes favoritos en general, pero el Capitán América se le queda bastante cerca.



La primera entrega, Capitán América: El Primer Vengador (2011), dirigida por Joe Johnston, me encantó. La película fue muy criticada en su día y tiene muchos detractores, pero a mí me gustó mucho –más, incluso, de lo que me esperaba –, Chris Evans me convenció como Capitán América pese a las dudas que tenía cuando lo eligieron y Red Skull, interpretado por Hugo Weaving, me pareció un villano excelente que, espero, algún día puedan recuperar. Junto con Los Vengadores (Joss Whedon, 2012), la mejor película de la Fase 1 del universo de Marvel Studios, sin ninguna duda.

La segunda entrega, Capitán América: El Soldado de Invierno (2014), que dirigieron los hermanos Russo, me pareció, incluso, mejor. Esa forma tan eficaz en como mezclaban cine de superhéroes y thriller político era fabulosa, el ritmo nunca decaía y las escenas de acción eran brutales, espectaculares y estaban muy bien rodadas con un estilo de cine de los 90 que beneficiaba mucho a film. Una maravilla de película que debo haber visto ya más de cien veces –no exagero –y de lo mejor de todo el universo de Marvel Studios.

Y ahora llegamos a esta Capitán América: Civil War, que han vuelto a dirigir los hermanos Russo, donde vemos que la cosa no hace más que mejorar. Porque nos encontramos ante todo un PELICULÓN.

Y es que, si Capitán América: El Primer Vengador fue la hostia y Capitán América: El Soldado de Invierno fue la hostia en patinete, esta Capitán América: Civil War es…




…LA RE-HOSTIA




La película es SENSACIONAL. Una película que se disfruta enormemente desde que empieza hasta que termina y que, además, da lo que promete y hace las delicias de cualquier amante de los cómics y los superhéroes. No llega a la categoría de obra maestra y no creo que sea la mejor película de superhéroes de la historia –ahí sigue reinando Christopher Nolan y sus películas de Batman –, pero si es una maravilla y, dentro de este universo de Marvel Studios, yo creo que es la mejor junto con la primera de Los Vengadores.

Como ya he dicho antes, con esta película comienza la Fase 3 de Marvel Studios y, para mí, fija muy bien los términos a seguir en esta nueva fase haciendo lo que se esperaba de Los Vengadores: La Era de Ultron (Joss Whedon, 2015), pero nos dejó con las ganas. Esto no es otra cosa que trastocar por completo el universo cinematográfico de Marvel, dejando a los Vengadores en una situación de lo más delicada.

Pero, ojo, no estamos hablando de una película de Los Vengadores. Algunos dicen que lo es ante la gran cantidad de personaje que aparecen, pero están equivocados. Esto sigue siendo una película del Capitán América y la prueba de ello es que el personaje no llega a quedar ensombrecido por Iron Man, Spiderman o Black Panther a pesar de que estos hacen méritos para ello. Algo así ha ocurrido en la segunda temporada de Daredevil, donde a pesar de lo fuerte que han irrumpido en ella los personajes de Punisher y Elektra, el personaje no se ha resentido lo más mínimo.

Este es uno de los –muchos –puntos en los que gana a Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia. Mientras en aquella, Superman se veía ensombrecido en varias ocasiones por Batman, aquí el equilibrio entre el Capitán América y Iron Man y los otros personajes está de lo más conseguido.

Los hermanos Anthony Russo y Joe Russo hicieron un excelente trabajo en Capitán América: El Soldado de Invierno y aquí no solo han estado a la altura, sino que hasta se les ve que están mejorando. Ahora sí que tengo claro del todo que Marvel Studios ha hecho una gran elección encomendándoles la dirección de Avengers: Infinity War. No es que no confiara en ellos, pero tenía el temor de que sus logros en El Soldado de Invierno fueran flor de un solo día. Pero, tras ver esta película, tengo claro que no es así.

Ayudada por unos excelentes efectos especiales y un logradísimo diseño de producción, su dirección vuelve a ser brillante. Las escenas de acción vuelven a ser brutales, espectaculares y están muy bien rodadas. El ritmo sigue sin decaer y la historia va progresando muy bien a medida que avanza el film.

La película está llena de momentos brillantes. El vibrante comienzo en África, la persecución del Soldado de Invierno en Bucarest o la posterior fuga de este son realmente alucinantes. Aunque, si hay dos momentos que sobresalen por encima de todos, eso son la impresionante batalla de superhéroes en el aeropuerto –la cual nos demuestra que esta película merece llevar Civil War como subtítulo pese a lo que digan los puristas –y la pelea final del Capitán América y el Soldado de Invierno contra Iron Man; un momento ya antológico.



Pero no todo son escenas de acción y efectos especiales en esta película. El guión de Christopher Markus y Stephen McFeely, que repiten por tercera vez tras escribir el borrador final de El Primer Vengador y el guión de El Soldado de Invierno –además de que también escribirán Avengers: Infinity War para los Russo –, es de lo más eficaz, con unos estupendos diálogos, logradísimas situaciones, personajes muy bien desarrollados –algunos más que otros, eso si –  y una forma muy buena de plantearnos la historia y el conflicto entre los protagonistas.

Como adaptación, pues lo dicho ya. Como ya hicieron en El Soldado de Invierno, han hecho una adaptación muy libre, pero conservando detalles de los cómics suficientes como para llamarla adaptación. Aunque, eso si, esto no es una adaptación de Civil War, sino una película del Capitán América cuya trama está inspirada en ese cómic; algo que a muchos todavía les cuesta meterse en la cabeza.

Sobre los actores y los personajes.

Chris Evans sigue estando fantástico como Capitán América. Pese a las dudas que suscitó en su día cuando fue elegido, el actor hizo suyo al personaje desde el primer momento y, en cada película en la que lo interpretar, lo hace mucho más suyo. Y aquí, naturalmente, no se ha hecho ninguna excepción.

Robert Downey Jr. sigue igual, dando vida a Iron Man con una naturalidad como si hubiera nacido para ello. Además, aunque continúa con sus habituales chistes y gracietas, vemos su lado más serio y, sobre todo, su lado más oscuro y vengativo.

Mención especial siempre merece Scarlett Johansson, quién vuelve a estar tan maravillosa como siempre dando vida a la Viuda Negra. Una Viuda Negra que vuelve a ser la que era, lejos de esa imagen romántica y vulnerable que vimos en Los Vengadores: La Era de Ultron. Esta no es una Viuda Negra que se queda en una celda esperando a que la rescaten –jamás te perdonaré eso, Whedon –; esta es una Viuda Negra capaz de escapar de un furgón blindado con una granada de mano a punto de explotar.

Además, al final, ella no me ha fallado. Sabía que, aunque formara parte del bando de Iron Man, al final tomaría la decisión correcta y se pondría del lado de quién debe ponerse.

Lo único negativo es que, sobre la última parte de la película, desaparece completamente y ya no se vuelve a saber nada más de ella. Yo creo que hay más escenas suyas, pero fueron cortadas en el montaje final. De todas maneras, ya se sabe de antemano que va a pasar con ella, que será perseguida por su acertada decisión y tendrá que huir y pasar a la clandestinidad o acabar en esa espectacular prisión flotante.

Ahora, más que nunca, ella necesita su película propia. En unas recientes declaraciones, Scarlett dijo que no estamos cerca de ver una película de la Viuda Negra en solitario. Unas declaraciones poco alentadoras. De todas maneras, yo no pierdo la esperanza. Además, nunca me creo del todo lo que dicen los actores en las entrevistas, ya que muchas veces se ven obligados a mentir bajo contrato. Todavía me acuerdo cuando Christoph Waltz cuando no paraba de decir que no iba a interpretar a Blofield en SPECTRE (Sam Mendes, 2015).


Sobre los demás actores, muy bien todos.

Sebastián Stan vuelve a estar sorprendente como Soldado de Invierno. Elizabeth Olsen vuelve a estar fantástica como Bruja Escarlata, lo mismo que Paul Bettany como Vision. Además, aquí se deja ver más la relación que hay entre ellos; la cual no acaba muy bien a causa de los acontecimientos de la película, pero no cierran la puerta a que los veamos casándose en el futuro.

Jeremy Renner está genial de nuevo como Hawkeye. El problema es que he encontrado su presencia en la película un tanto anodina. El trabajo del actor es muy bueno y el personaje está muy bien; sin embargo, tengo la sensación de que si no hubiera salido en la película no lo habríamos echado mucho de menos.

Por su parte, Don Cheadle y Anthony Mackie vuelven a esta muy bien en sus respectivos papeles de War Machine y Falcom. Eso sí, siguen en la misma línea que en las anteriores películas donde se les ha visto, sin dar la sensación de haber evolucionado mucho. Aún así, ambos están muy bien.

Chadwick Boseman me ha convencido mucho; aunque, más como Black Panther que como T´Challa. El tipo necesita mejorar un poco en este punto, pero creo que lo hará y para su película en solitario, dentro de dos años, ya lo tendremos al 100%.

Paul Rudd vuelve a esta muy bien como Scott Lang y como Ant-Man; además, aquí le vemos por primera vez convertirse en Giant-Man, algo que ya nos adelantaron algunos juguetes del merchandising y que ha resultado ser verdad, dándonos uno de los momentos más alucinantes del film.

Emily VanCamp vuelve a hacer un buen trabajo como la Agente 13; que aquí se nos revela de una vez que es la sobrina de Peggy Carter, Sharon Carter. Aquí tiene su primer beso con el Capitán América. Pero, la verdad, yo no he visto mucha pasión en él. Había más pasión en el beso que se dieron el capitán y la Viuda Negra en las escaleras mecánicas en El Soldado de Invierno; por no hablar de que la química entre ellos sigue siendo muy fuerte a pesar de la separación. Me da que los Russo no han abandonado del todo la idea de juntar a Steve y Natasha, aunque esto sea una libertad con respecto a los cómics.

William Hurt vuelve a hacer un trabajo tan formidable como el que hizo en El Increíble Hulk (Louis Leterrier, 2008) dando vida a Thaddeus Ross; que aquí deja de ser general para convertirse en Secretario de Estado. Al final, no lo vemos convertise en Red Hulk, como se rumoreó; pero eso ya hubiera recargado demasiado la historia, así que no importa mucho.

A pesar de su corta aparición, Martin Freeman está muy bien en su papel de Everett Ross. Hay rumores que dicen que este personaje podría volver a aparecer con más presencia en la película de Black Panther, lo cual me parece muy bien, ya que este personaje puede dar mucho juego.

Frank Grillo como Crossbones es uno de los puntos más negativos del film. No porque lo haga mal, todo lo contrario, ni por su caracterización –que no está mal; aunque sobraba algo de parafernalia –, sino porque es el personaje más desaprovechado de todo el film. Si, al menos, lo hubieran dejado vivo al final, podría pasar; pero, lamtablemente, ha sido otro sacrificado, como el Barón von Strucker.



En cuanto al villano principal, aquí tengo sentimientos encontrados. Por un lado, se echa de menos un Zemo como el de los cómics; y no lo digo solo por la máscara, ya que las libertades que se toman van más allá de eso. Sin embargo, a pesar de los cambios, me ha parecido un villano sensacional; especialmente, por el excelente trabajo de Daniel Brühl.

Además, no hagáis caso a los que dicen que lo han convertido en un villano del tres al cuarto. Nada más lejos de la realidad. Porque este villano, pese a no tener superpoderes ni ser alguien de otro mundo, ha logrado algo que supervillanos como Loki o Ultron no pudieron conseguir: desquebrajar a los Vengadores. Porque así es, los Vengadores han quedado deshunidos y muchas son las heridas que van a tener que cerrarse cuando llegue Avengers: Infinity War.

Y llegamos a la gran pregunta:




¿QUE ME HA PARECIDO EL NUEVO SPIDERMAN?




Pues bien, este nuevo Spiderman me HA ENCANTADO. Creo que aún es pronto para decirlo, puesto que aún no hemos visto su película propia, pero yo creo que estamos ante el Spiderman definitivo. Desde luego, Tom Holland hace un trabajo estupendo. Como Peter Parker está genial y, como Spiderman, es superior. Desde luego, le ha venido genial al trepamuros que Marvel Studios se haya vuelto a hacer cargo de él, dándonos un Spiderman genial, bastante fiel a los cómics, que pelea de igual forma que su homólogo en las viñetas y, además, también suelta sus habituales gracietas mientras lo hace; pero, de una forma más natural, no pareciendo tan forzado como cuando lo hacía Andrew Garfield.

A mi Garfield y Tobie Maguire me parecieron dos buenos Spiderman, pero Holland me ha parecido muy superior y el aire juvenil que le dan, que era lo que más me mosqueaba, me ha parecido de lo más acertado. Lo mismo que la nueva Tía May que nos han puesto aquí interpretada por una estupenda Marisa Tomei. Sin duda, los puristas van a decir que preferían más a una anciana como la de los cómics, pero yo creo que esta libertad que se han tomado ha sido un buen aliciente.

Resumiendo.

La película ha sido fabulosa. Un disfrute total desde que empieza hasta que termina, llena de grandes momentos y que deja con ganas de querer verla otra, y más veces. Desde luego, he salido de verla con muchos más entusiasmo y mucha más satisfacción que con Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia este año o con Los Vengadores: La Era de Ultron el año pasado, dos películas que, pese a sus logros, no llegan a estar a la altura del todo; todo lo contrario que este film, que si ha logrado cumplir las expectativas y, en algunos momentos, superarlas.

No me gusta meterme en la guerra entre Marvel y DC porque soy fan de las dos compañías por igual. Pero, sinceramente, aquí Marvel ha ganado por goleada a DC y ha vuelto a demostrar que, en lo que a universos cinematográficos compartidos se refiere, siguen siendo ellos los que mandan.




Y es que, mientras Marvel Studios lleva planeando su universo desde 2005 y ha sabido superar bien sus problemas y sacarlo adelante, DC –por culpa de Warner, claro –se ha subido al carro demasiado rápido y ha terminado demostrando que todavía están muy verdes en todo este asunto y necesitan mejorar bastante. Pero, que se tranquilicen los fanáticos de DC, porque seguro que van a mejorar; a menos, claro está, que la Warner termine de echarlo a perder.

Y, desde luego, yo soy la primera persona en decir que los críticos se han portado de una forma lamentable con Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia. Sin embargo, dudo mucho que haya sido porque Marvel Studios los ha comprado porque, desde luego, ellos no lo necesitan mientras sigan haciendo películas tan buenas como esta.