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19 de febrero de 2025

CAPITÁN AMÉRICA: BRAVE NEW WORLD (2025)

 

ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.









El pasado viernes fue el día de San Valentín, pero también el día que, finalmente, se estrenaba la cuarta película del Capitán América dentro del Marvel Cinematic Universe.

Sam Wilson (Anthony Mackie) ha asumido ya su papel como nuevo Capitán América. Thaddeus Ross (Harrison Ford), ahora convertido en Presidente de los EEUU, le envía a una misión en México para recuperar un artefacto que fue robado por la Sociedad Serpiente y pretenden venderlo a un misterioso comprador. Sam, junto a Joaquin Torres (Danny Ramirez), el nuevo Falcon, logran recuperar el artefacto, pero Sidewinder (Giancarlo Esposito), el líder de la Sociedad Serpiente, logra escapar y, además, el misterioso comprador no ha hecho su aparición.

Debido a este éxito, Ross los invita a la Casa Blanca, donde se celebra una cumbre con varios líderes mundiales para decir sobre el futuro de Isla Celestial, que es como se conoce al Celestial Tiamut cuando quedó petrificado en el océano Índico, que ahora se ha convertido en un lugar muy codiciado al descubrirse que es la fuente de un nuevo metal, el Adamantium, el cual puede competir con el Vibranium. De hecho, el material robado por la Sociedad Serpiente era una muestra de Adamantium que le fue robada a Japón, país vital para la firma de un importante acuerdo entre las naciones que reclaman Isla Celestial. Pero, las cosas se complican cuando, de forma inesperada, Isaiah Bradley (Carl Lumbly), un super soldado que estuvo 30 años encerrado y soportó todo tipo de experimentos, intenta matar a Ross. El magnicidio es evitado por Sam y por Ruth Bat-Seraph (Shira Haas), una ex-Viuda Negra que ahora es la Asesora de Seguridad de Ross, y Bradley es encarcelado, ya que se piensa que trató de matar a Ross como venganza por haber sido abandonado a su suerte en aquella prisión. Sin embargo, Sam no cree que su amigo sea culpable y tratará de demostrar su inocencia al tiempo que tratará de averiguar quién está detrás del incidente.

Capitán América: Brave New World debía haberse estrenado el pasado 2024, pero fue una de las muchas películas que tuvieron que retrasar su estreno a causa de las huelgas de guionistas y actores que sacudieron Hollywood en 2023.

Aunque, esa no fue la única razón, ya que la película ha sufrido una larga serie de reshoots. Pero, no los reshoots habituales que suelen tener las grandes producciones hollywoodienses, como las del MCU, sino de los que cambiaron una buena parte de la película, dándole otro enfoque. Hasta le cambiaron el título, ya que originalmente tenía como subtítulo New Mundial Order.

Y, si algo nos ha enseñado la historia del cine, es que estas cosas suelen ser perjudiciales para las películas, especialmente, en sus resultados en taquilla.




Sin embargo, ese no parece ser el caso con este film, ya que, en su primer fin de semana, la película ha sorprendido recaudando 88 millones de dólares en EEUU, una cifra que supera las expectativas, las cuales eran de 80 millones. A día de hoy, la película lleva recaudados 100 millones de dólares en los cines estadounidenses y 92 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 192 millones de dólares, los cuales superan su presupuesto oficial de 180 millones de dólares -aunque, a mi me parece un presupuesto muy bajo para una película que ha sufrido tantos reshoots, de ahí que diga lo de "oficial" -.

Estos resultados en taquilla están sorprendiendo mucho, más que nada, después de que la película haya recibido críticas de lo más nefastas. La opinión del público ha sido más positiva, aunque no muy entusiasta, todo hay que decirlo.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Una vez vista la película, debo decir que me he llevado una sorpresa agradable, más que nada, porque me esperaba algo mucho peor, la verdad.

La deriva que está llevando últimamente el MCU, propiciada principalmente por el wokismo, unida a los muchos reshoots que la película ha sufrido me daban bastante desconfianza. Además, a eso hay que unir que, aunque estemos ante la cuarta entrega de la saga cinematográfica del Capitán América, este film es una continuación de la serie Falcon y el Soldado de Invierno -incluso repite uno de sus guionistas y su showrunner -, la cual fue bastante decepcionante -además de que fue de las primeras portadoras del virus woke en el MCU -.

Y, para rematar, la película está dirigida por Julius Onah, director de The Cloverfield Paradox (2018), un montón de mierda tan grande que, entre otras cosas, se cargó el universo que J.J. Abrams estaba creando a raíz de la película Monstruoso (Matt Reeves, 2008).

Con todo eso, y con que esta era la primera película del Capitán América sin Steve Rogers, fui a ver este film con muchas desconfianza y, como ya he dicho, no me llevé el disgusto que me esperaba llevar. Sin embargo, tampoco salí de ella con el mismo entusiasmo que me produjeron en su día sus predecesoras, Capitán América: El Primer Vengador (Joe Johsnton, 2011), Capitán América: El Soldado de Invierno (2014) y Capitán América: Civil War (2016), estas dos dirigidas por los hermanos Russo.

Esta película está muy, pero que muy, por debajo de esas tres películas, siendo sin duda la más floja de la saga. Pero, en su favor, diré que no llega a ser tan aburrida ni tan pedante como lo fueron Thor: Love and Thunder (Taika Waititi, 2022), Black Panther: Wakanda Forever (Ryan Coogler, 2022), Ant-Man y la Avispa: Quantumanía (Peyton Reed, 2023) y, sobre todo, The Marvels (Nia DaCosta, 2023). 

Esto, unido a las muy buenas expectativas que están despertando Thunderbolts* y Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos, junto con el nuevo giro que está tomando el MCU con el Doctor Doom de Robert Downey Jr. como nuevo gran villano, hace que se empiecen a ver signos de mejora en el MCU.

Pero, bueno, todo eso ya se verá. Vamos a analizar esta película, que es lo que toca ahora.

La película no es mala del todo. Si tuviera que puntuarla, le pondría una nota que estaría entre un 5 y un 5´5. Porque, aunque sea una película muy mejorable, se deja ver, es entretenidad y hasta llega a disfrutarse a ratos. Además, conecta bien con dos películas que habían quedado ya algo olvidadas, dándoles continuidad y atando algunos cabos que quedaron sueltos.

Estas películas son, claramente, Eternals (Chloé Zhao, 2021) y la ya muy lejana El Increíble Hulk (Louis Leterrier, 2008); la cual ya tuvo continuidad en Capitán América: Civil War con el regreso del Thaddeus Ross interpretado por el fallecido William Hurt. De Eternals, ya he contado en el resumen de la trama que da una respuesta sobre el Celestial petrificado que emerge del Índico, mientras que de El Increíble Hulk, entre otras cosas, se nos revela que ocurrió con Samuel Sterns (Tim Blake Nelson), al que vimos convertirse en el villano Líder al final de la película de 2008, pero ya no se supo nada más de él.

Hasta ahí, lo bueno. Ahora vamos con las cosas malas, que la película tiene, y muchas.

Para empezar, los reshoots se notan mucho, hasta en lookcapilar de algunos personajes, si os fijáis bien. Un buen ejemplo son las escenas de acción, ya que algunas son bastante buenas y otras son bastante deficientes. 

Por poner un ejemplo, la primera escena de acción que vemos, la que sucede en México contra la Sociedad Serpiente, la noté muy deficiente, sin la brutalidad ni la espectacularidad de las de las películas anteriores. Sin embargo, la siguiente, el tiroteo en la Casa Blanca, esa si estuvo a la altura. Y así toda la película.




Lamentablemente, los efectos de los reshoots no se limitan solo a las escenas de acción. La trama sufrió modificaciones, se eliminaron escenas y se suprimieron personajes mientras que otros sufrieron modificaciones.

La mencionada Sociedad Serpiente iba a tener mucho más peso en la historia, pero tan solo se la ve en la escena de México, ya que en el resto de la película solo la representa su líder, Sidewinder, que tiene tan solo un par de apariciones más en el resto de la película. Además, se la reduce a un simple grupo de hombres armados sin miembros con superpoderes o habilidades especiales, suprimiéndose personajes como la Diamondback que interpreta Rosa Salazar. Además, la escena de México iba a ser mucho más espectacular e, incluso, el personaje de Isaiah Bradley iba a participar en ella formando equipo son Wilson y Torres, vistiendo un traje y todo.

Otro cambio que se hizo fue con el aspecto del Líder, el cual originalmente iba a ser más fiel a los cómics y no una especie de lagarto de V sin careta, que es lo que al final vemos en la película.

Otro cambio -y este me toca las narices porque es una bajada de pantalones en toda regla -es el que tiene que ver con Ruth Bat-Seraph, que me ha parecido un buen personaje y me ha gustado bastante, pero en la película han cambiado por completo sus orígenes con respecto a los cómics, donde el personaje es el alter ego de Sabra, que es israelí y miembro Mossad. Aquí nos la convierten en una ex-Viuda Negra y en la Asesora de Seguridad del Presidente. Además, también ignoran que es una mutante.

Y, para terminar con los cambios que se hicieron en los seshoots, tenemos que al final vemos a Ross convirtiéndose en Red Hulk, es cual está bastante bien hecho -aunque, me hubiera gustado que tuviera un roja un poco más oscuro -y la pelea final que tiene con Wilson es bastante espectacular. El problema aquí es como se resuelve esa escena tras los reshoots, las cuales hicieron para que encaje mejor más con el wokimos a costa de provocar vergüenza ajena al personal.

Originalmente, la escena iba a ser más brutal, con Red Hulk destrozando por completo el traje de Vibranium de Sam y estando a punto de matarlo, pero Ruth lograba hacerle llegar la muestra de Adamantium de los japoneses y Sam la arrojaba a las heridas de Red Hulk, absorviéndole la radiación gamma y volviendo a Ross de nuevo normal, pero provocando también su muerte.

Lo bueno de esto es que deja al personaje vivo y encerrado en la misma prisión que él mismo construyó, lo cual podría servir para que Marvel Studios pueda aprovechar más al personaje en el futuro, cosa que espero porque, de lo contrarío, Red Hulk pasaría a estar en la lista de buenos villanos desaprovechados por Marvel Studios.

En fin.

Vamos ahora con el reparto.

Anthony Mackie hace un buen trabajo como Sam Wilson, eso no lo voy a negar, porque lleva haciéndolo desde que debutó como el personaje en 2014. El problema es el mismo del que ya he hablado varias veces, y es que yo no trago a Sam Wilson como sucesor de Steve Rogers como Capitán América. No lo tragaba en los cómics ni lo trago ahora en el cine. En la película, cada vez que se refieren a él como el Capitán América hace hasta que se me revuelvan las tripas.

Pero, bueno, esto es una opinión personal mía, ya que yo, como amante de los cómics de Ed Brubaker que soy, prefiero más como nuevo Capitán América a Bucky Barnes (Sebastian Stan). Quién, por cierto, hace un cameo en la película, el cual no está mal, pero tampoco aporta nada. Si, nos revelan que el personaje se ha metido en política y aspira a ser congresista, pero eso es algo que ya hubiéramos descubierto en Thunderbolts*, la cual está al caer; incluso se intuye algo ya en el último tráiler de esta.

Lo mismo digo del regreso de Liv Tyler como Betty Ross, la cual aparece al final solo para decir Hola y ya está. Otra cosa que le debemos a los reshoots pero, para que al final haga los mismo que Linda Blair en El Exorcista: Creyente (David Gordon Green, 2023), mejor que la hubieran suprimido del todo.

El fallecido William Hurt hizo un trabajo excelente como Thaddeus Ross, no quiero quitarle mérito para nada. Pero Harrison Ford se hace con el personaje desde el principio y consigue que no se le eche de menos. Desde luego, fue una excelente elección de casting.

Como ya he mencionado antes, pese a los cambios que le han hecho para adaptarla más al wokismo, me ha gustado mucho Ruth Bat-Seraph algo que se debe, especialmente, al buen trabajo que hace la actriz Shira Haas; que también es israelí, como su personaje sin los cambios wokistas.




Carl Lumbly estuvo muy bien como Isaiah Bradley en la serie Falcon y el Soldado de Invierno y también lo está en la película. La otra cara de la moneda es Danny Ramirez como Joaquin Torres, que ni me gustó en la serie ni me ha gustado en la película.

Y, en cuanto al villano principal, el recuperado Samuel Sterns, pese a los cambios del aspecto del personaje, el trabajo de Tim Blake Nelson es muy bueno y ha sido una muy buena elección como villano principal. Otra cosa es su plan, el cual no hay ni por donde cogerlo y parece que va cambiando sobre la marcha, pero eso es otra cosa y es algo que también le debemos a los reshoots.

Nelson protagoniza, junto a Mackie, la escena post-créditos de la película, donde el villano advierte al protagonista del peligro que se avecina, enlazando así la película con Avengers: Doomsday y Avengers: Secret Wars. Una escena que recuerda al encuentro final entre Batman y Lex Luthor al final de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia (Zack Snyder, 2016), todo hay que decirlo.

Y no me olvido de Giancarlo Esposito, que hace un estupendo trabajo como Sidewinder, el líder de la Sociedad Serpiente pero, al igual que dicha sociedad, también está muy desaprovechado en el film.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Capitán América: Brave New World es una película que no es mala y se deja ver, pero con muchos defectos y a la que ha perjudicado mucho los muchos reshoots que ha sufrido.

Aunque, debo decir también que tengo la impresión de que, sin los reshoots, el resultado hubiera sido mucho mejor, pero tampoco nos hubieran dado algo muy grandioso. La película hubiera sido mucho mejor, si, pero tampoco para tirar muchos cohetes.

Por su tono de thriller político se nota que quiere emular a Capitán América: El Soldado de Invierno, pero está a años luz de esta -con reshoots y sin ellos -, como también lo está de Capitán América: Civil War y de Capitán América: El Primer Vengador, la cual, gracias a este film, deja ya de ser oficialmente la más floja de las películas del Capitán América del MCU.

Podría haber sido mejor, pero se agradece que no sea como lo que Marvel Studios nos ha estado ofreciendo los últimos años; con excepción, claro está, de Deadpool & Wolverine (Shawn Levy, 2024), aunque este, pese a pertenecer al MCU, recordemos que juega en otra liga.






2 de mayo de 2016

CAPITÁN AMÉRICA: CIVIL WAR (2016)








ATENCIÓN. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leerla o lo haga bajo su total responsabilidad. Advertidos quedáis.





















Este año hemos tenido el enfrentamiento entre dos de los superhéroes más icónicos de la historia en Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia; la cual, desgraciadamente, aunque ha sido una película muy buena, no ha estado del todo a la altura de las expectativas.

Sin embargo, Batman y Superman no han sido los únicos superhéroes que este año se enfrentan en el celuloide. El Capitán América y Iron Man también se han visto las caras en la película que ahora nos ocupa. ¿Habrán estado estos a la altura? Pues es a eso a lo que vamos.

Pero, vayamos por partes.

Durante una misión en África, los nuevos Vengadores, encabezados por el Capitán América (Chris Evans) y la Viuda Negra (Scarlett Johansson), se enfrentan contra unos mercenarios encabezados por un desfigurado y –y mejorado –Brock Rumlow (Frank Grillo), ahora convertido en Crossbones, que pretenden robar un arma biológica. Aunque la misión termina siendo un éxito, esta se les va de las manos y acaban muriendo civiles inocentes en una explosión. Esto, unido a otros incidentes relacionados con los Vengadores donde dejaron una gran ola de destrucción –como las batallas de Nueva York o Sokovia –hace que la comunidad internacional decida que los Vengadores deben actuar bajo supervisión y lleva a 117 países a elaborar los Acuerdos de Sokovia, los cuales son llevados a los Vengadores por Thaddeus Ross (William Hurt); ahora Secretario de Estado, para que estos los firmen.

Este documento, rápidamente es rechazado por el Capitán América, pero cuenta con el apoyo de Tony Stark (Robert Downey Jr.) y algunos miembros del equipo, como War Machine (Don Cheadle), Vision (Paul Bettany) o la Viuda Negra –algo que provoca una gran sorpresa en los presentes –. No obstante, el Capitán América se opone tajantemente, ya que ve en estos acuerdos la intención de controlarlos y limitar sus acciones. Los acuerdos son llevados a Viena para ser ratificados, pero la cumbre es reventada por un atentado donde, entre otros, muere el rey de Wakanda. La cosa se complica cuando todo apunta a que el autor del atentado es el Soldado de Invierno (Sebastian Stan), quién se convierte en el hombre más perseguido del mundo. Esto lleva al Capitán América a intervenir por su cuenta para evitar que maten a su amigo a pesar de que esto va a poner las cosas peores de cómo estaban.



Cuando se reveló que Robert Downey Jr. formaría parte de la tercera entrega del Capitán América, inmediatamente, pensamos que la película estaría inspirada en Civil War, el célebre cómic de Mark Millar y Steve McNiven que dividió el universo Marvel en dos bandos.  Esta cosa quedó confirmada cuando Marvel Studios anunció oficialmente la Fase 3 –la cual comienza con este film –en octubre de 2014, revelando que la película se llamaría Capitán América: Civil War.

Así supimos por qué Marvel Studios tenía tanta fe en este proyecto como para no arrugarse ante sus rivales de Warner Bros. y DC Entertainment cuando colocaron el estreno estadounidense de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia el 6 de mayo, una fecha que ellos ya tenían reservada antes, incluso, se ubicar en ella la tercera película del capitán.

Así comenzó lo que yo suelo llamar la Batalla del 6 de Mayo, donde parecía que Warner y DC tenían las de ganar con dos icónicos personajes contra los que el Capitán América no tenía ninguna posibilidad de vencer. Sin embargo, Marvel Studios no dio su brazo a torcer y siguió manteniendo su película en esa fecha y todo parecía indicar que ese día tendríamos una lucha en las taquillas entre ambas películas hasta que, finalmente, Warner decidió mover su película al 25 de marzo. Todo esto sin saberse todavía que la tercera entrega del Capitán América tendría a Iron Man y se iba a inspirar en Civil War.

A parte de todo esto, esta película también ha servido para presentar al mundo al nuevo Spiderman cinematográfico, interpretado por Tom Holland, el cual surgió como fruto del acuerdo entre Marvel Studios y Sony Pictures para poder incluir al trepamuros en este universo; algo que los fans llevaban tiempo demandando.

Como ya he dicho, esta película se estrena en EEUU el próximo 6 de mayo. Sin embargo, a partir del miércoles, se ido ha estrenando en varios países; entre ellos, España, donde la película se estrenó el pasado viernes, 29 de abril.

Aún no hay datos definitivos de taquilla pero, según las previsiones, la película podría llevar ya 200 millones de dólares recaudados en la taquilla internacional; todo un éxito teniendo en cuenta que aún no se ha estrenado en EEUU y que aún no ha llegado a mercados tan importantes como China. En cuanto a las críticas, no podían ser mejores, totalmente en las antípodas de las que recibió Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia; esto, como no, ha hecho que los fanáticos de DC vuelvan a acusar a Marvel de tener comprada a la crítica.

Pero no es solo la crítica la que está alabando a este film. La reacción del público es de lo más entusiasta y lo mismo ocurre con los fans de los cómics. Muchos hablan de que estamos ante la mejor película del universo Marvel y otros –mucho más exagerados –afirman que es la mejor película de superhéroes de la historia.

¿Y qué opino yo? Pues a eso es a lo que vamos.

Yo, desde luego, esperaba esta película como agua de mayo. A parte de lo mucho que me está gustando este universo cinematográfico de Marvel, las películas del Capítán América me parecen de las mejores. Algo que me agrada mucho, ya que el Capitán América es un personaje que me encanta. No llega a la altura de Spiderman, mi personaje favorito de Marvel y uno de mis superhéroes favoritos en general, pero el Capitán América se le queda bastante cerca.



La primera entrega, Capitán América: El Primer Vengador (2011), dirigida por Joe Johnston, me encantó. La película fue muy criticada en su día y tiene muchos detractores, pero a mí me gustó mucho –más, incluso, de lo que me esperaba –, Chris Evans me convenció como Capitán América pese a las dudas que tenía cuando lo eligieron y Red Skull, interpretado por Hugo Weaving, me pareció un villano excelente que, espero, algún día puedan recuperar. Junto con Los Vengadores (Joss Whedon, 2012), la mejor película de la Fase 1 del universo de Marvel Studios, sin ninguna duda.

La segunda entrega, Capitán América: El Soldado de Invierno (2014), que dirigieron los hermanos Russo, me pareció, incluso, mejor. Esa forma tan eficaz en como mezclaban cine de superhéroes y thriller político era fabulosa, el ritmo nunca decaía y las escenas de acción eran brutales, espectaculares y estaban muy bien rodadas con un estilo de cine de los 90 que beneficiaba mucho a film. Una maravilla de película que debo haber visto ya más de cien veces –no exagero –y de lo mejor de todo el universo de Marvel Studios.

Y ahora llegamos a esta Capitán América: Civil War, que han vuelto a dirigir los hermanos Russo, donde vemos que la cosa no hace más que mejorar. Porque nos encontramos ante todo un PELICULÓN.

Y es que, si Capitán América: El Primer Vengador fue la hostia y Capitán América: El Soldado de Invierno fue la hostia en patinete, esta Capitán América: Civil War es…




…LA RE-HOSTIA




La película es SENSACIONAL. Una película que se disfruta enormemente desde que empieza hasta que termina y que, además, da lo que promete y hace las delicias de cualquier amante de los cómics y los superhéroes. No llega a la categoría de obra maestra y no creo que sea la mejor película de superhéroes de la historia –ahí sigue reinando Christopher Nolan y sus películas de Batman –, pero si es una maravilla y, dentro de este universo de Marvel Studios, yo creo que es la mejor junto con la primera de Los Vengadores.

Como ya he dicho antes, con esta película comienza la Fase 3 de Marvel Studios y, para mí, fija muy bien los términos a seguir en esta nueva fase haciendo lo que se esperaba de Los Vengadores: La Era de Ultron (Joss Whedon, 2015), pero nos dejó con las ganas. Esto no es otra cosa que trastocar por completo el universo cinematográfico de Marvel, dejando a los Vengadores en una situación de lo más delicada.

Pero, ojo, no estamos hablando de una película de Los Vengadores. Algunos dicen que lo es ante la gran cantidad de personaje que aparecen, pero están equivocados. Esto sigue siendo una película del Capitán América y la prueba de ello es que el personaje no llega a quedar ensombrecido por Iron Man, Spiderman o Black Panther a pesar de que estos hacen méritos para ello. Algo así ha ocurrido en la segunda temporada de Daredevil, donde a pesar de lo fuerte que han irrumpido en ella los personajes de Punisher y Elektra, el personaje no se ha resentido lo más mínimo.

Este es uno de los –muchos –puntos en los que gana a Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia. Mientras en aquella, Superman se veía ensombrecido en varias ocasiones por Batman, aquí el equilibrio entre el Capitán América y Iron Man y los otros personajes está de lo más conseguido.

Los hermanos Anthony Russo y Joe Russo hicieron un excelente trabajo en Capitán América: El Soldado de Invierno y aquí no solo han estado a la altura, sino que hasta se les ve que están mejorando. Ahora sí que tengo claro del todo que Marvel Studios ha hecho una gran elección encomendándoles la dirección de Avengers: Infinity War. No es que no confiara en ellos, pero tenía el temor de que sus logros en El Soldado de Invierno fueran flor de un solo día. Pero, tras ver esta película, tengo claro que no es así.

Ayudada por unos excelentes efectos especiales y un logradísimo diseño de producción, su dirección vuelve a ser brillante. Las escenas de acción vuelven a ser brutales, espectaculares y están muy bien rodadas. El ritmo sigue sin decaer y la historia va progresando muy bien a medida que avanza el film.

La película está llena de momentos brillantes. El vibrante comienzo en África, la persecución del Soldado de Invierno en Bucarest o la posterior fuga de este son realmente alucinantes. Aunque, si hay dos momentos que sobresalen por encima de todos, eso son la impresionante batalla de superhéroes en el aeropuerto –la cual nos demuestra que esta película merece llevar Civil War como subtítulo pese a lo que digan los puristas –y la pelea final del Capitán América y el Soldado de Invierno contra Iron Man; un momento ya antológico.



Pero no todo son escenas de acción y efectos especiales en esta película. El guión de Christopher Markus y Stephen McFeely, que repiten por tercera vez tras escribir el borrador final de El Primer Vengador y el guión de El Soldado de Invierno –además de que también escribirán Avengers: Infinity War para los Russo –, es de lo más eficaz, con unos estupendos diálogos, logradísimas situaciones, personajes muy bien desarrollados –algunos más que otros, eso si –  y una forma muy buena de plantearnos la historia y el conflicto entre los protagonistas.

Como adaptación, pues lo dicho ya. Como ya hicieron en El Soldado de Invierno, han hecho una adaptación muy libre, pero conservando detalles de los cómics suficientes como para llamarla adaptación. Aunque, eso si, esto no es una adaptación de Civil War, sino una película del Capitán América cuya trama está inspirada en ese cómic; algo que a muchos todavía les cuesta meterse en la cabeza.

Sobre los actores y los personajes.

Chris Evans sigue estando fantástico como Capitán América. Pese a las dudas que suscitó en su día cuando fue elegido, el actor hizo suyo al personaje desde el primer momento y, en cada película en la que lo interpretar, lo hace mucho más suyo. Y aquí, naturalmente, no se ha hecho ninguna excepción.

Robert Downey Jr. sigue igual, dando vida a Iron Man con una naturalidad como si hubiera nacido para ello. Además, aunque continúa con sus habituales chistes y gracietas, vemos su lado más serio y, sobre todo, su lado más oscuro y vengativo.

Mención especial siempre merece Scarlett Johansson, quién vuelve a estar tan maravillosa como siempre dando vida a la Viuda Negra. Una Viuda Negra que vuelve a ser la que era, lejos de esa imagen romántica y vulnerable que vimos en Los Vengadores: La Era de Ultron. Esta no es una Viuda Negra que se queda en una celda esperando a que la rescaten –jamás te perdonaré eso, Whedon –; esta es una Viuda Negra capaz de escapar de un furgón blindado con una granada de mano a punto de explotar.

Además, al final, ella no me ha fallado. Sabía que, aunque formara parte del bando de Iron Man, al final tomaría la decisión correcta y se pondría del lado de quién debe ponerse.

Lo único negativo es que, sobre la última parte de la película, desaparece completamente y ya no se vuelve a saber nada más de ella. Yo creo que hay más escenas suyas, pero fueron cortadas en el montaje final. De todas maneras, ya se sabe de antemano que va a pasar con ella, que será perseguida por su acertada decisión y tendrá que huir y pasar a la clandestinidad o acabar en esa espectacular prisión flotante.

Ahora, más que nunca, ella necesita su película propia. En unas recientes declaraciones, Scarlett dijo que no estamos cerca de ver una película de la Viuda Negra en solitario. Unas declaraciones poco alentadoras. De todas maneras, yo no pierdo la esperanza. Además, nunca me creo del todo lo que dicen los actores en las entrevistas, ya que muchas veces se ven obligados a mentir bajo contrato. Todavía me acuerdo cuando Christoph Waltz cuando no paraba de decir que no iba a interpretar a Blofield en SPECTRE (Sam Mendes, 2015).


Sobre los demás actores, muy bien todos.

Sebastián Stan vuelve a estar sorprendente como Soldado de Invierno. Elizabeth Olsen vuelve a estar fantástica como Bruja Escarlata, lo mismo que Paul Bettany como Vision. Además, aquí se deja ver más la relación que hay entre ellos; la cual no acaba muy bien a causa de los acontecimientos de la película, pero no cierran la puerta a que los veamos casándose en el futuro.

Jeremy Renner está genial de nuevo como Hawkeye. El problema es que he encontrado su presencia en la película un tanto anodina. El trabajo del actor es muy bueno y el personaje está muy bien; sin embargo, tengo la sensación de que si no hubiera salido en la película no lo habríamos echado mucho de menos.

Por su parte, Don Cheadle y Anthony Mackie vuelven a esta muy bien en sus respectivos papeles de War Machine y Falcom. Eso sí, siguen en la misma línea que en las anteriores películas donde se les ha visto, sin dar la sensación de haber evolucionado mucho. Aún así, ambos están muy bien.

Chadwick Boseman me ha convencido mucho; aunque, más como Black Panther que como T´Challa. El tipo necesita mejorar un poco en este punto, pero creo que lo hará y para su película en solitario, dentro de dos años, ya lo tendremos al 100%.

Paul Rudd vuelve a esta muy bien como Scott Lang y como Ant-Man; además, aquí le vemos por primera vez convertirse en Giant-Man, algo que ya nos adelantaron algunos juguetes del merchandising y que ha resultado ser verdad, dándonos uno de los momentos más alucinantes del film.

Emily VanCamp vuelve a hacer un buen trabajo como la Agente 13; que aquí se nos revela de una vez que es la sobrina de Peggy Carter, Sharon Carter. Aquí tiene su primer beso con el Capitán América. Pero, la verdad, yo no he visto mucha pasión en él. Había más pasión en el beso que se dieron el capitán y la Viuda Negra en las escaleras mecánicas en El Soldado de Invierno; por no hablar de que la química entre ellos sigue siendo muy fuerte a pesar de la separación. Me da que los Russo no han abandonado del todo la idea de juntar a Steve y Natasha, aunque esto sea una libertad con respecto a los cómics.

William Hurt vuelve a hacer un trabajo tan formidable como el que hizo en El Increíble Hulk (Louis Leterrier, 2008) dando vida a Thaddeus Ross; que aquí deja de ser general para convertirse en Secretario de Estado. Al final, no lo vemos convertise en Red Hulk, como se rumoreó; pero eso ya hubiera recargado demasiado la historia, así que no importa mucho.

A pesar de su corta aparición, Martin Freeman está muy bien en su papel de Everett Ross. Hay rumores que dicen que este personaje podría volver a aparecer con más presencia en la película de Black Panther, lo cual me parece muy bien, ya que este personaje puede dar mucho juego.

Frank Grillo como Crossbones es uno de los puntos más negativos del film. No porque lo haga mal, todo lo contrario, ni por su caracterización –que no está mal; aunque sobraba algo de parafernalia –, sino porque es el personaje más desaprovechado de todo el film. Si, al menos, lo hubieran dejado vivo al final, podría pasar; pero, lamtablemente, ha sido otro sacrificado, como el Barón von Strucker.



En cuanto al villano principal, aquí tengo sentimientos encontrados. Por un lado, se echa de menos un Zemo como el de los cómics; y no lo digo solo por la máscara, ya que las libertades que se toman van más allá de eso. Sin embargo, a pesar de los cambios, me ha parecido un villano sensacional; especialmente, por el excelente trabajo de Daniel Brühl.

Además, no hagáis caso a los que dicen que lo han convertido en un villano del tres al cuarto. Nada más lejos de la realidad. Porque este villano, pese a no tener superpoderes ni ser alguien de otro mundo, ha logrado algo que supervillanos como Loki o Ultron no pudieron conseguir: desquebrajar a los Vengadores. Porque así es, los Vengadores han quedado deshunidos y muchas son las heridas que van a tener que cerrarse cuando llegue Avengers: Infinity War.

Y llegamos a la gran pregunta:




¿QUE ME HA PARECIDO EL NUEVO SPIDERMAN?




Pues bien, este nuevo Spiderman me HA ENCANTADO. Creo que aún es pronto para decirlo, puesto que aún no hemos visto su película propia, pero yo creo que estamos ante el Spiderman definitivo. Desde luego, Tom Holland hace un trabajo estupendo. Como Peter Parker está genial y, como Spiderman, es superior. Desde luego, le ha venido genial al trepamuros que Marvel Studios se haya vuelto a hacer cargo de él, dándonos un Spiderman genial, bastante fiel a los cómics, que pelea de igual forma que su homólogo en las viñetas y, además, también suelta sus habituales gracietas mientras lo hace; pero, de una forma más natural, no pareciendo tan forzado como cuando lo hacía Andrew Garfield.

A mi Garfield y Tobie Maguire me parecieron dos buenos Spiderman, pero Holland me ha parecido muy superior y el aire juvenil que le dan, que era lo que más me mosqueaba, me ha parecido de lo más acertado. Lo mismo que la nueva Tía May que nos han puesto aquí interpretada por una estupenda Marisa Tomei. Sin duda, los puristas van a decir que preferían más a una anciana como la de los cómics, pero yo creo que esta libertad que se han tomado ha sido un buen aliciente.

Resumiendo.

La película ha sido fabulosa. Un disfrute total desde que empieza hasta que termina, llena de grandes momentos y que deja con ganas de querer verla otra, y más veces. Desde luego, he salido de verla con muchos más entusiasmo y mucha más satisfacción que con Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia este año o con Los Vengadores: La Era de Ultron el año pasado, dos películas que, pese a sus logros, no llegan a estar a la altura del todo; todo lo contrario que este film, que si ha logrado cumplir las expectativas y, en algunos momentos, superarlas.

No me gusta meterme en la guerra entre Marvel y DC porque soy fan de las dos compañías por igual. Pero, sinceramente, aquí Marvel ha ganado por goleada a DC y ha vuelto a demostrar que, en lo que a universos cinematográficos compartidos se refiere, siguen siendo ellos los que mandan.




Y es que, mientras Marvel Studios lleva planeando su universo desde 2005 y ha sabido superar bien sus problemas y sacarlo adelante, DC –por culpa de Warner, claro –se ha subido al carro demasiado rápido y ha terminado demostrando que todavía están muy verdes en todo este asunto y necesitan mejorar bastante. Pero, que se tranquilicen los fanáticos de DC, porque seguro que van a mejorar; a menos, claro está, que la Warner termine de echarlo a perder.

Y, desde luego, yo soy la primera persona en decir que los críticos se han portado de una forma lamentable con Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia. Sin embargo, dudo mucho que haya sido porque Marvel Studios los ha comprado porque, desde luego, ellos no lo necesitan mientras sigan haciendo películas tan buenas como esta.








3 de abril de 2014

CAPITÁN AMÉRICA: EL SOLDADO DE INVIERNO (2014)






ATENCION. Advierto de que esta review contiene SPOILERS bastante reveladores de la película. A todo aquel que no la haya visto aún le advierto que no la lea o que lo haga bajo su total responsabilidad.




















Secuela de la estupenda Capitán América: El Primer Vengador y película plataforma para la esperadísima secuela de Los Vengadores, Capitán América: El Soldado de Invierno ya está en los cines acabando de una vez con una larga espera.

La película se estrena este viernes, 4 de abril, en EEUU, pero en España ya lo hizo el pasado viernes, 28 de marzo, y así pude verla este fin de semana; aunque, como siempre, tuve que trasladarme a la ciudad, porque a mi pueblo va a tardar bastante en llegar y no puedo esperar tanto para esta película.El caso es que ya la he visto y ya puedo dar mi opinión sobre ella.

Ha tardado un poco en llegar desde que vi la película, ya lo sé, pero no he tenido mucho tiempo para escribir estos días. Sin embargo, ya he podido terminarla y aquí la tenéis.

La película transcurre dos años después de los acontecimientos de Los Vengadores. Steve Rogers (Chris Evans), el Capitán América, vive en Washington (DC) trabajando para SHIELD como agente especial mientras en su tiempo libre continúa tratando de adaptarse al nuevo mundo en el que ahora vive. Esto le lleva a conocer a Sam Wilson (Anthony Mackie), un soldado veterano de las recientes guerras de Irak y Afganistán con quién entabla cierta amistad. Durante una misión en la que debe liberar un barco de SHIELD que ha sido secuestrado por un mercenario francés llamado Georges Batroc (Georges St-Pierre), Rogers descubre que la Viuda Negra (Scarlett Johansson), su compañera, ha desobedecido sus órdenes y ha estado sustrayendo datos del barco por orden de Nick Fury (Samuel L. Jackson), con quién más tarde mantiene una conversación poco agradable, seguida por la revelación de un ambicioso proyecto de SHIELD que, bajo la excusa de proteger a las personas, podría terminar con su libertad.

Más tarde, Fury trata de acceder a los datos del barco, pero descubre que han restringido su acceso. Intenta pedir ayuda a su superior y amigo, Alexander Pierce (Robert Redford), quién se muestra dispuesto a colaborar. Pero, poco después, varios mercenarios disfrazados de policías liderados por un misterioso individuo (SebastianStan) intentan asesinarlo. A duras penas, y gravemente herido, Fury logra escapar y llegar al apartamento de Steve, donde le entrega los encriptados datos del barco y le advierte de que no confíe en nadie. En esos momentos, el misterioso individuo consigue asesinar a Fury y escapar. Pierce le pide explicaciones a Steve y le ordena que le cuente lo que Fury le haya dicho, a lo que Rogers se niega. Así, poco después agentes de SHIELD intentan capturarle y se ve obligado a escapar. En su huida se topa con la Viuda Negra, quién le dice que el misterioso individuo que mató a Fury es un letal asesino conocido como el Soldado de Invierno cuya existencia desconocen muchos servicios de inteligencia. Perseguidos por SHIELD, el Capitán América y la Viuda Negra intentarán averiguar la verdad; una verdad que no les gustará nada.


Cuando, en 2005, Ed Brubaker revivió los cómics del Capitán América con el ya mítico Captain America Vol. 5, también aprovechó para rescatar del olvido un personaje de los cómics del capi al que le dio una nueva vida; primero como villano y luego como aliado del Capitán América y hasta su sustituto.

Este personaje era Bucky Barnes, compañero del capi en los cómics clásicos que, en el fondo, no era más que una copia del Robin de Batman. Tal vez por eso, Stan Lee prefirió no recuperarlo a él también cuando revivió al Capitán América en los años 60 y prefirió dejar que la gente creyera que murió durante la misión que dejó al capi congelado. Sin embargo, de una forma muy inteligente, Brubaker recuperó a ese personaje, escribiendo su historia a partir de su supuesta muerte y reconvertirlo en algo mucho más interesante.

Así, Bucky no murió cuando cayó al mar, tan solo perdió un brazo, y fue rescatado por un submarino soviético y llevado al KGB, quienes, además de ponerle un brazo mecánico, le lavaron el cerebro y lo convirtieron en un letal asesino al servicio de la URSS. Pero, al ver que sus recuerdos volvían a aflorar, los soviéticos decidieron congelarlo cliogénicamente mientras estuviese inactivo y solo lo descongelarían cuando lo necesitaran para un trabajo. Así consigue llegar hasta nuestros tiempos sin envejecer; y, además, es por ello por lo que es conocido como el Soldado de Invierno.

En los cómics de Brubaker el Soldado de Invierno acababa al servicio de Red Skull, lo que hace que al final se enfrente al Capitán América. Pero, en el enfrentamiento entre ambos, recuperaba sus recuerdos y escapaba al control al que le tenían sometido. Y, aunque en un principio deambulaba en solitario, finalmente se convierte en el nuevo Capitán América tras la muerte de Steve Rogers tras los acontecimientos de Civil War. Mientras todo esto sucede, íbamos conociendo detalles de su pasado, como que durante su época en la URSS él y la Viuda Negra tuvieron una relación amorosa que luego retoman cuando él se convierte en el nuevo capi.

Todo esto ha servido de inspiración para la película que ahora nos ocupa, la primera secuela de la estupenda Capitán América: El Primer Vengador (Joe Johnston, 2011) y la primera película del Capitán América después de su participación en la también estupenda Los Vengadores (JossWhedon, 2012).

Antes de comenzar el análisis, como siempre, voy a comentar como le está yendo a la película.

Al no haberse estrenado aún en EEUU, solo se pueden contar los datos de taquilla que ha hecho en el resto del mundo y, además, los datos de taquilla todavía son pocos. De momento, la película, que ha costado 170 millones de dólares, lleva recaudados 75 millones en los países que se ha estrenado; muy por encima de los 54 millones que hizo la primera en su primer fin de semana, pero muy por debajo de los 185 millones que hizo Los Vengadores. De todas maneras, son unos buenos resultados y, además, la película ha sido nº1 en muchos países. En España, lamentablemente no, ya que se ha quedado por debajo de la película nacional Ocho Apellidos Vascos, que ha dado la sorpresa este año. Por suerte, aquí no ha ocurrido como con Avatar (2009), donde la película de James Cameron tuvo en España su estreno más flojo porque ese día coincidía con la presentación de la nueva nariz de Belén Esteban –esto no es coña, lamentablemente –; en esta ocasión debemos dar gracias a que esta vez ha sido por una película que, aún siendo española, está gustando a la gente.

De todas maneras, la película hará una muy buena taquilla y eso se verá en las próximas semanas, ya que está gustando mucho al público y el boca a boca está funcionando muy bien. La crítica también la está recibiendo con una opinión bastante entusiasta; pero siempre están los típicos críticos gilipollas que dicen que la película no es más que explosiones y efectos especiales sin argumento ni guión alguno.

Yo, desde luego, no le hago caso a esta gente. Ni a estos, ni tampoco a los que hablan bien de la película. Porque yo cuando analizo una película lo hago basándome en una sola opinión, la mía. Y eso es lo que voy a hacer, dar mi más sincera opinión sobre esta película sin dejarme influenciar por nadie.

Así que empecemos.


Como ya he dicho, yo esperaba con muchas ganas esta película. Para empezar, el Capitán América me encanta y es, de hecho, uno de mis superhéroes favoritos. Luego está que la anterior película me encantó, como dejé bien claro en este mismo blog. También está mi amada Scarlett Johansson encarnando una vez más a la Viuda Negra y, encima, gozando de mucho más protagonismo. Aunque, la razón más importante es que me encantan los cómics del Capitán Amérida de Brubaker y la historia del Soldado de Invierno y tenía muchas ganas de verla convertida en película.

Pues bien, una vez vista la película, digo muy alegremente que esta me HA ENCANTADO.

Fui a verla con unas expectativas muy altas que, afortunadamente, se han visto muy, pero que muy, satisfechas. Como secuela, está completamente a la altura de su predecesora, a la que llega a superar en varios aspectos. Y, como adaptación, se toma muchas libertades, algo que era de esperar, pero se ha mantenido lo suficientemente fiel a los cómics como para poder catalogarla como una buena adaptación.

Vale que se echan de menos cosas como la historia de amor entre la Viuda Negra y el Soldado de Invierno, personajes clave como Sin o el Doctor Faustus –tenemos a Crossbones, aunque solo su alter ego –o que Red Skull esté dirigiendo la conspiración controlando el cuerpo de otra persona –el personaje de Alexander Pierce era un buen candidato para ello –, pero aún así, contiene muchos elementos como para mantenerse fiel a los cómics y este universo cinematográfico a la vez.

La película es un poco como Iron Man 2 (Jon Favreau, 2010), sirviendo mas como pasarela hacia la nueva película de Los Vengadores que como secuela de Capitán América: El Primer Vengador o película del capi en solitario. Pero, afortunadamente, a diferencia del film de Favreau, aquí han estado más acertados con una duración superior a los 120 minutos que ha permitido poder abordar todos los personajes y subtramas con más comodidad.

Aún así, a causa de tal cantidad de personajes, ha habido varios que han quedado relegados a un muy segundo plano; pero, aún así, ningún personaje ha quedado olvidado y todos han jugado, en mayor o menos medida, su papel en este film, lo cual es muy de agradecer.

A los primeros que hay que agradecer es a sus directores, los hermanos Anthony y Joe Russo, los cuales han sorprendido mucho en este film a pesar de las dudas que despertó su fichaje. Una vez vista la película, no me extraña nada que Marvel Studios se los haya asegurado para la tercera entrega, la cual llegará en mayo de 2016, enfrentándose directamente con Batman/Superman.

Hay muchos que dicen que en este tipo de superproducciones llenas de acción y efectos especiales la figura del director es poco importante y que este es solo un elemento decorativo mientras todo el trabajo lo hacen los especialistas y los directores de la segunda unidad. Pero nada más lejos de la realidad. De hecho, es en estas películas donde más influye que el que se siente en la silla del director sea competente o no.

Cuando se supo que los encargados de dirigir esta película eran los hermanos Russo, quienes hasta ahora solo tenían experiencia dirigiendo comedias, en mi interior creció el temor a que en esta película pudiera suceder como, por ejemplo, en El Mundo nunca es Suficiente (1999), donde Michael Apted hizo un buen trabajo en los momentos dramáticos y la dirección de actores, pero se demostró su completa ineficacia en el cine de acción con una sucesión de escenas de acción diseñadas para ser de los más espectaculares, pero rodadas de una forma torpe, insulsa y sin ningún sentido de la espectacularidad.


Pero nada de eso sucede en este film, sino todo lo contrario. La película tiene acción y espectacularidad por todos lados, con un ritmo frenético y trepidante que no decae en ningún momento, a penas da tregua al espectador y hace que la película no se haga larga en los 136 minutos que dura. Luego, las escenas de acción están muy, pero que muy, bien rodadas y hasta resultan de lo más brutales e impresionantes. Hasta me atrevería a decir que de todas las películas de este universo de Marvel, esta es la que tiene las mejores escenas de acción; incluso por encima de Los Vengadores. Todo esto muy bien acompañado de un esplendido diseño de producción y unos formidables efectos especiales.

Durante toda la película se van sucediendo momentos de lo más alucinantes, como el asalto al barco secuestrado al principio, el enfrentamiento entre el capi y Batroc, el ataque a Nick Fury en el coche, los enfrentamientos del Capitán América y la Viuda Negra con el Soldado de Invierno o el muy espectacular tramo final; sobre todo, en ese momento en el que los Helicarriers se disparan entre ellos como si fueran barcos de guerra. La película te tiene todo el tiempo con la mirada fija en la pantalla, haciéndote abrir la boca y saltar en la butaca más de una vez. Antes de la mitad del metraje llegas a perder la cuenta de la cantidad de disparos, explosiones, persecuciones, peleas… que aparecen en todo el metraje.

Pero, tranquilos, que esto no significa que la película es solo acción y efectos especiales, descuidando por completo la historia y los personajes. Eso NO ocurre aquí, por mucho crítico gilipollas que se empeñe en decir lo contrario.

Para empezar, tanta acción y efectos especiales no resultan nada abrumadores, ya que todo está muy bien insertado en la trama. Las escenas de acción no se van sucediendo una tras otra, sino que dejan muchos tiempos muertos que son muy bien rellenados con una buena y muy cuidada historia de espionaje y thriller político que recuerda mucho a grandes títulos del género; sobre todo de los años 70, como Los Tres Días del Cóndor (SydneyPollack, 1975), Todos los Hombres del Presidente (Alan J. Pakula, 1976) –dos títulos, curiosamente, protagonizados por Robert Redford –o Domingo Negro (John Frankenheimer, 1977). Todo esto gracias a un siempre eficaz guión de Christopher Markus y Stephen McFeely, quienes ya hicieron un trabajo sobresaliente en la anterior película y aquí no solo repiten, sino que hasta logran superarse.

Y lo mejor es que, a pesar de la trama de thriller político que tenemos entre manos, con conspiraciones, giros inesperados y personajes que no son lo que parecen, no se olvidan de que tienen una película de superhéroes entre manos y se mantienen fieles a los cómics todo lo que pueden.

Es cierto que decepciona un poco que al final no esté Red Skull o cualquier otro enemigo del capi detrás de la trama moviendo los hilos. Pero, aún así, la película no carece de supervillano.

Aquí el gran supervillano es HYDRA, la cual ha logrado sobrevivir a la desaparición de Red Skull y su propia destrucción, volviéndose mucho más peligrosa al haber infectado las altas esferas de EEUU, provocando un caos mundial que le viene muy bien para sus planes de dominar el mundo. Esta nueva HYDRA se encuentra representada por Alexander Pierce, el Barón von Strucker –a quién vemos en una de las escenas post-créditos –y Arnim Zola. Este último, al igual que en los cómics, vemos que ha sobrevivido tras su muerte trasladando su mente dentro de una máquina; aunque aquí se trata de una computadora en lugar de un robot.

Esto es otra de las pequeñas decepciones que hay en el film, ya que todos esperábamos verlo dentro de un robot. Pero, bueno, así tampoco está mal y, desde luego, no se le puede considerar un mandarinazo como el de Iron Man 3, ya que es el mismo personaje de los cómics, aunque no sea un robot. Además, todavía queda la oportunidad de verle en más películas porque, aunque lo destruyan en este film, siempre hay formas argumentales de traerlo de vuelta y es posible que ya lo veamos convertido en robot y todo.


Otro cambio que se hace es en las relaciones sentimentales. Como ya he dicho, aquí no vemos ninguna historia entre la Viuda Negra y el Soldado de Invierno, ni tampoco entre el Capitán América y Sharon Carter.  No obstante, lejos de indignarme, este cambio me ha agradado bastante porque, sinceramente, esta es una película del Capitán América y la Viuda Negra –quién aquí tiene tanto protagonismo como él –, la historia principal se centra exclusivamente en ellos y, aunque al final los responsables de la película no han querido ir más allá de ese beso que se dan para pasar desapercibidos en plena fuga –que ya sabemos como suelen acabar ese tipo de besos en las películas –, se ve en todo momento que entre los dos hay algo más que amistad y compañerismo. Ya en Los Vengadores pudimos intuir la química que había entre ellos y en este film han decidido explotarla más con muy buenos resultados.

A todo esto ayuda el trabajo de los actores, el cual de nuevo es muy sobresaliente.

Chris Evans está de nuevo fantástico como el Capitán América y se nota que va mejorando en cada película donde lo interpreta. Desde luego, hace que queden completamente en el olvido las dudas que tuve en su día cuando lo escogieron para el papel. Para mí, ya ha hecho completamente suyo al personaje y ya me cuesta imaginarme a otro actor interpretando al Capitán América.

Sobre el nuevo traje que lleva, no está mal, ya que escenifica muy bien su estatus como herramienta al servicio de SHIELD. Eso sí, se echa de menos el traje con los colores de la bandera estadounidense –esa que disgusta tanto a los progres a los que les gusta manifestarse cuando EEUU invade algún país (cosa que está muy bien) pero luego se quedan callados cuando es otro país, como Rusia, el que lo hace  –y eso es algo que los responsables del film han sabido ver haciendo que al final recobre el traje clásico que utilizó durante la II Guerra Mundial. Y no lo digo solo porque ese traje sea, de momento, el mejor que ha llevado en este universo cinematográfico, sino porque ejemplifica muy bien su rebelión contra los que antes eran sus amos.

Scarlett Johansson vuelve a estar magnífica como Viuda Negra y demuestra una vez más que fue una excelente elección para este personaje; además, como ya he dicho, goza de un gran protagonismo en esta película. HayleyAtwell dejó el listón muy alto como protagonista femenina en la primera entrega y, desde luego,solo ella podía superarlo. Aunque, en este film, la Viuda Negra es mucho más que la protagonista femenina y principal apoyo del capi; siendo, incluso, el lado oscuro que él no se atreve a desarrollar –la escena del interrogatorio a JasperSitwell (Maximiliano Henández) es un buen ejemplo de ello –. Como ya he mencionado antes, es tan protagonista en esta película como el capi; pero es que hay momentos en los que hasta llega a disputarle seriamente todo el protagonismo.

Creo que ahora mas que nunca la Viuda Negra se ha ganado con creces el tener película propia.

Sebastian Stan hizo un trabajo impecable en la anterior película y aquí vuelve a hacer lo mismo; ahora con su personaje convertido en el Soldado de Invierno. Un Soldado de Invierno de lo mas logrado, tanto en el aspecto como en todo lo demás. Incluso han respetado mucho de su historia y sus orígenes. Puede que se hayan añadido algunas cosas, como que Arnim Zola había experimentado antes con él –algo que se vio en la primera película –o sustraído otras –la ya mencionada relación con la Viuda Negra –. Pero se ha respetado lo demás, como que los soviéticos fueron los que lo encontraron tras su aparente muerte y le convirtieron en lo que es o que es congelado cliogérnicamente cuando no se requerían sus servicios.


Ahora falta ver si, como en los comics, en el futuro lo vemos sustituyendo a Steve Rogers como Capitán América; algo que podría suceder, ya que Evans tiene un contrato para seis películas y Stan para nueve. Al final de esta película por un momento llega a parecer que matan a Rogers, lo que supondría que Stan sería el nuevo Capitán América en las siguientes películas. Afortunadamente, han sido listos y no lo han hecho, ya que hubiera sido demasiado precipitado.

Anthony Mackie está muy bien como Halcón. Puede que, a diferencia del Soldado de Invierno, su look difiera mucho del de los comics, pero eso era de esperar, ya que el traje de los cómics en una película quedaría un tanto ridículo. Además, le vemos con alas y volando, que es lo que importa.

Samuel L. Jackson una vez mas está genial como Nick Fury; aquí con muchas mas oportunidades para lucirse, incluso en las escenas de acción. Todavía sigo manteniendo que hubiera preferido un Nick Fury blanco –y si lo interpreta Bruce Willis, mejor –, pero este Fury estilo ultimate no está mal; siempre que sea Jackson quién lo interprete, claro.

De Robert Redford no me quejo nada. El tipo es un excelente actor y aquí, haciendo de villano, está excelente. Es agradable ver como cada vez mas grandes actores se interesan por el cine de superheroes, el cual es tan respetable como cualquier otro cine.

Cobie Smulders vuelve a hacer un buen trabajo como Maria Hill. El problema es que su personaje es uno de los secundarios que quedan mas en segundo plano. Pero, como ya he dicho, todos los personajes, por muy secundarios que sean, tienen la oportunidad de lucirse en esta película y ella, aunque sea en la partir final, no es menos.

Lo mismo ocurre con la Agente 13, muy bien interpretada por Emily VanCamp, que tiene también su oportunidadde lucimiento a pesar de lo mucho que se ha reducido su personaje. Al final de la película sabemos que se llama Sharon, pero nada indica que se apellide Carter o que tenga algún parentesco con Peggy Carter. Es muy probable que el personaje adquiera más protagonismo en futuras películas y que llegue a tener algo con el capi, pero en este universo cinematográfico la chica del Capitán América es otra.

Hablando de Peggy Carter, hace una pequeña aparición en este film, de nuevo interpretada por Hayley Atwell, quién vuelve a hacer un excelente trabajo. A ver si Marvel da luz verde a esa serie que están preparando con ella de protagonista. Porque, que la Viuda Negra tenga su propia película y Peggy Carter su propia serie de Tv sería algo que me haría muy feliz.

Termino esta ronda sobre el reparto de la película con Frank Grillo, quién hace también un buen trabajo, primero como compañero del capi y luego como su enemigo. En la pelicula, Grillo da vida a Crossbones, un conocido villano de los comics del capi. Aunque en la película, además de cambiarse sus orígenes, solo lo vemos como su alter ego, Brock Rumlow, privándonos de la oportunidad de verle con su famosa máscara de calavera; aunque, viendo como termina su personaje, no hay duda de que la próxima vez que loveamos llevaráuna máscara puesta.


Y no me olvido de Georges St-Pierre, que tiene una pequeña aparición al principio como otro conocido enemigo del capi, Batroc el Saltador. El tipo, un campeón de lucha metido a actor ocasional, destaca más en las escenas de artes marciales que en la interpretación; aunque no lo hace mal del todo, la verdad.

Resumiendo ya.

Capitán América: El Soldado de Invierno es una película estupenda y una sobresaliente adaptación de cómic. Como secuela, es superior a la primera, aunque tampoco me gusta comparar entre ambas, ya que las dos películas, aunque estén hermanadas, resultan bastante diferentes la una de la otra.

Desde luego, he disfrutado enormemente viendo esta película y tengo unas ganas enormes de volver a verla más veces. Para mi es ya la mejor película de la Fase 2; al menos de momento, ya que aún quedan dos películas más. Pero, a la espera de ver que hacen Guardianes de la Galaxia y The Avengers: Age of Ultron, de momento el ranking de esta Fase 2 quedaría de la siguiente manera: esta película  quedaría en el número 1, Thor: The Dark World (Alan Taylor, 2013) en el número 2 y Iron Man 3 (Shane Black, 2013) en el número 3; aunque, algo me dice que quedará al final la última.


Que agradable es ver por fin al Capitán América por fin en películas; mucho mejor si las películas son tan buenas como esta y su predecesora.