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5 de mayo de 2014

X2 (2003)




















Continúo con este tour por las películas de X-Men previos al gran estreno de X-Men: Días del Futuro Pasado.

Ahora le toca el turno a X2, primera secuela de de X-Men (2000) y segunda película de la saga dirigida por Bryan Singer; quién, desgraciadamente, últimamente se encuentra inmerso en problemas legales que, entre otras cosas, han hecho que tenga que dejar las promociones de X-Men: Días del Futuro Pasado. Pero, bueno. No voy a hablar de este asunto y voy a hablar de lo que interesa, la película.

Una película titulada simplemente X2; aunque en España se la llamó X-Men 2 –tal vez pensaron que los españoles éramos demasiado tontos como para no entender el título original –, que no solo continuó la saga tras el primer film, sino que, además, salvó el cine de superhéroes del año 2003.

Pero vayamos por partes.

La Casa Blanca es atacada por un mutante, Rondador Nocturno (Alan Cumming), que intenta matar al presidente (Cotter Smith). El mutante no logra su objetivo, pero este incidente crea una grave crisis en todo el país con el asunto mutante, lo que hace que el presidente permita al general William Stryker (Brian Cox), un fanático que odia a los mutantes y experimenta con ellos, asaltar la mansión de Charles Xavier (Patrick Stewart). Este, antes del asalto, envía a Jean Grey (Famke Janssen) y a Tormenta (Halle Berry) en busca de Rondador Nocturno mientras él hace una visita a Magneto (Ian McKellen), quién se encuentra prisionero en una cárcel de plástico tras los acontecimientos de la primera entrega. Lo que Xavier no sabe es que Stryker es el encargado de custodiar a Magneto y le tiende una trampa, capturándole a él y a Cíclope (James Marsden) con ayuda de su letal lugarteniente, Dama Mortal (Kelly Hu).

Poco después, la mansión es asaltada por los soldados de Stryker, los cuales son repelidos por Lobezno (Hugh Jackman), que ha regresado de inspeccionar las ruinas militares de Canadá y Xavier le dejó a cargo del cuidado de los alumnos de la escuela mutante. Algunos mutantes son capturados, pero la mayoría logran escapar por unos túneles secretos con ayuda de Coloso (Daniel Cudmore) mientras Lobezno huye con Pícara (Anna Paquin), Ice Man (Shawn Ashmore) y Pyro (Aaron Standford) en el coche de Cíclope. Una vez la mansión es tomada, Stryker llega hasta Cerebro y se lleva los materiales suficientes para hacer funcionar una reproducción que él ha construido en su base secreta. Pero ignora que Mística (Rebecca Romjin) ha descubierto la existencia de este segundo Cerebro mientras ayudaba a Magneto a escapar de la cárcel. Una vez libre, a Magneto no le quedará más remedio que unirse a los X-Men para parar los siniestros planes de Stryker; aunque él también tiene sus propios planes.


Como ya he dicho, esta película salvó el cine de superhéroes del año 2003 del desastre absoluto.

Después del enorme éxito de Spiderman (Sam Raimi, 2002), el año 2003 se aventuraba bastante prometedor para las comic-movies con los estrenos de Daredevil, de Mark Steven Johnson, Hulk, de Ang Lee, y La Liga de los Hombres Extraordinarios, de Stephen Norrington. Sin embargo, las tres películas resultaron tres tremendas decepciones que, aparte de naufragar en taquilla, dejaron un muy mal sabor de boca en los fans.

Es por ello que esta X2, estrenada ese año, supuso un muy agradable soplo de aire fresco entre la enorme putrefacción que dejaron las películas antes mencionadas. Un año después ocurriría prácticamente lo mismo con Spiderman 2, también de Sam Raimi, la cual nos ayudó a solventar bodrios como El Castigador, de Jonathan Hensleigh, o Catwoman, de Pitof.

Volviendo a X2, ¿por qué esta película supuso un soplo de aire fresco aquel año? Pues porque nos encontramos con una película que no solo es una secuela más que digna de su estupenda predecesora, sino que resultó un film bastante superior a aquella con un Bryan Singer mas sueltos sin las carencias ni las limitaciones que tuve en el anterior film.

Aún así, tuvo que hacer algunos recortes en el guión. David Hayter –guionista de la anterior entrega –, y Zak Penn escribieron cada uno por su cuenta varios guiones que luego fueron fusionados en un enorme y ambicioso guión que, de haberse realizado, la película hubiera tenido unos costes de producción gigantescos que la Fox, a pesar del éxito del anterior film, no estaba dispuesta a asumir. Así, se contrató a Michael Dougherty y Dan Harris para reescribir el guión. Se suprimieron a muchos mutantes –aunque Singer lo compensó haciendo que sus nombres aparecieran en los archivos de Stryker –. Hubo dos de ellos que estuvieron cerca de quedarse, pero al final fueron suprimidos; estos eran Ángel y Bestia –aunque este último si tuvo una pequeña aparición como su alter ego, el doctor Hank McCoy –. También se suprimieron elementos como los Centinelas –los cuales estaba previsto que Stryker los utilizara en su guerra contra los mutantes –o la Sala de Peligro.

A pesar de todo esto, el guión se terminó sin problemas y la película siguió adelante sin apenas inconveniente alguno en producción.

Los resultados en taquilla fueron formidables. Con un presupuesto de 110 millones de dólares, solo en EEUU recaudó 215 millones a los que hay que sumar 192 millones más recaudados en todo el mundo, con lo que su recaudación total fue de 407 millones de dólares. Además, la película fue muy bien recibida por crítica y público y recibió muchos elogios allá donde iba.

Y no me extraña nada, porque nos encontramos ante una película estupenda y, como ya he dicho, una secuela superior a su predecesora, la cual es también una película muy buena, pero su conjunto final se vio perjudicado por un presupuesto relativamente bajo que la hizo ser menos espectacular de lo que se esperaba y un guión demasiadas veces reescrito; cosas que no suceden en este film que ahora nos ocupa.


Esta secuela se mantiene totalmente fiel a su predecesora, pero mucho más espectacular y con una historia y un guión bastante mejor.

Desde luego, la película es una auténtica gozada desde que empieza hasta que termina. El comienzo con el ataque en la Casa Blanca es sensacional y, a partir de ahí, la película va progresando continuamente, con un ritmo que nunca decae y con una facturación impecable, hasta llegar a una climax impresionante donde, entre otras cosas, vemos como Jean Grey se convierte en Fénix. Entremedias hay una sucesión de momentos de lo más logrados, como el asalto a la escuela mutante, la persecución aérea entre tornados, la irrupción de Mística en la base de Stryker o la brutal pelea entre Lobezno y Dama Mortal; la cual deja en muy segundo lugar la pelea entre Lobezno y Mística en la anterior película. Todo muy bien acompañado por un diseño de producción brillante y unos logradísimos efectos especiales; además de la muy buena mano de Singer a la hora de dirigir.

Pero no todo en la película es acción y efectos especiales. También hay un cuidado guión con muy buenos diálogos y situaciones y unos personajes bien desarrollados.

Michael Dougherty y Dan Harris son muy buenos guionistas siempre que tengan una buena historia entre manos. Si les das una historia de mierda como en Superman Returns, lo único que pueden hacer es ofrecerte una mierda envuelta en papel bonito. Pero, si les das una buena historia, te hacen un guión cojonudo, que es lo que ocurre aquí, con un muy buen planteamiento y desarrollo, con los protagonistas dispersados como en El Imperio Contraataca (Irvin Kershner, 1980) –película que Singer tuvo muy en mente cuando realizó este film –, las maquinaciones de Stryker, la mente de Charles Xavier manipulada por Jason –el hijo mutante de Stryker –o la alianza entre los X-Men y Magneto frente al enemigo común.

Claro, que el guión no es perfecto y tiene algunas cosas que sobran. Como algunos intentos de comicidad que quedan un poco fuera de contexto y algunos hasta caen en el ridículo.

Como por ejemplo, cuando llegan a casa de los padres de Ice Man y este les confiesa que es un mutante, a la madre no se le ocurre otra cosa que hacer la pregunta más ridícula de todo el film cuando le pregunta a su hijo si ha intentado alguna vez no ser un mutante. Yo no sé los demás, pero a mí no me hizo ni puñetera gracia. Otro ejemplo lo tenemos poco antes, cuando huyen de la mansión en el coche de Cíclope, a Pyro se le ocurre poner la radio y suenan los Backstreet Boys; no sé que querían insinuar…

Pero, bueno, al final el conjunto queda tan bien que cosas como esas se perdonan.

Sobre el reparto. Los actores que repiten vuelven a hacer un buen trabajo y, en el caso de varios de ellos, hasta mejoran mucho con respecto al anterior film. Comenzando por Hugh Jackman, quién vuelve a hacer un gran trabajo como Lobezno, haciendo suyo mucho más al personaje y despejando las pocas dudas que podrían quedar de la primera película. Además, frente al aspecto más suave que tenía en el anterior film, aquí le da ya un aspecto mucho más rudo y agresivo, además de hacerlo más violento en las escenas de acción; asemejándolo más a su homólogo en las viñetas.

Otra que también ha mejorado mucho es Rebecca Romijn como Mística, teniendo aquí muchos más momentos para lucirse, tanto en las escenas de acción como en sus habilidades para el engaño y la manipulación; me encanta ese momento en el que intenta seducir a Lobezno transformándose en Jean Grey y en otras féminas de la película.

También ha mejorado mucho Anna Paquin como Pícara, aquí en una faceta mucho más heroína y sexy, dejando muy atrás a la niña en apuros de la anterior película.


En general, todos los personajes que repiten reciben en mayor o menor medida más presencia y protagonismo sin quedar eclipsados por los nuevos. La única excepción es Cíclope, de nuevo interpretado por James Marsden, quién está ausente durante una gran parte de la película. A mí, que nunca me ha gustado mucho este personaje, esto me importa poco; aunque comprendo que los fans del personaje se mostraran molestos con esto.

En cuanto a los nuevos, quién mas destaca, sin duda, es Alan Cumming, quién está sensacional como Rondador Nocturno, tanto en su caracterización como en su interpretación. En la película pasan por alto el hecho de que en los cómics es hijo de Mística, aunque hay un momento en la película donde él y ella tienen una conversación que, aunque no tenga que ver con este asunto, si se puede decir que es un guiño a este parentesco.

Otro que está formidable es Brian Cox como William Stryker, el villano principal del film. El tipo hace un excelente trabajo y está impresionante en todo momento, donde hasta llega a resultar aterrador –no olvidemos que fue el primer actor que dio vida a Hannibal Lecter en el cine –.

Kelly Hu está genial como Dama Mortal y es también una villana muy a la altura.

Por otra parte, Aaron Standford, que reemplaza a Alex Burton como Pyro, me parece simplemente correctp. No es que su interpretación sea mala, pero no está a la altura del resto del reparto y, desde luego, no es la ideal para un personaje que aquí adquiere bastante más protagonismo con respecto al anterior film –donde solo tenía una pequeña aparición –y, sobre todo, vemos como se pasa al otro bando.

En definitiva, X2 es una muy buena película, una secuela superior a su predecesora y, sin duda,para mi es la mejor de toda la saga junto con X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011); a la espera de ver que hace Días del Futuro Pasado, eso sí.

Sin duda, una película muy recomendable a todo el mundo; sobre todo a quienes les guste los X-Men y, sobre todo, disfrutaron con la primera película y se quedaron con ganas de más.












5 de febrero de 2014

X-MEN (2000)



















Dentro de unos meses se estrena la esperada X-Men: Días del Futuro Pasado, así que voy a analizar las películas de X-Men que ha habido hasta entonces; con excepción de X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011), la cual ya analicé en su día.

Y comienzo por la primera de todas, el film con lo que los famosos mutantes debutaron en el cine hace 14 años, una época en la que las películas de superhéroes no estaban tan a la orden del día como ahora.

La historia comienza en 1944, en la Polonia ocupada por los nazis. Varios judíos son encerrados en un campo de concentración. Entre ellos se encuentra Erik Lehnsherr (Brett Morris), un joven de 13 años que es separado de sus padres. En esos momentos empieza a manifestar unos extraños poderes magnéticos. Muchos años después, en un futuro cercano, en EEUU se está debatiendo una ley en el Congreso que obligue a los mutantes a registrarse y hacer públicas sus identidades. Los mutantes no ven bien esta ley, ya que se exponen a un gran rechazo social, pero el senador Robert Kelly (Bruce Davison), un fanático anti-mutantes que goza de una gran influencia, apoya firmemente esta ley. En medio de todo esto, Marie (Anna Paquin), una joven de 17 años, se ve obligada a huir de casa cuando sus poderes mutantes se manifiestan mientras besa a su novio, al que deja en coma. En su huida, Marie adopta el nombre de Pícara y llega a Canadá, país que siempre ha querido visitar, encontrándose con otro mutante, Lobezno (Hugh Jackman), quién accede a llevarla con él.

Durante el trayecto son atacados por otro mutante, Dientes de Sable (Tayler Mane), pero son rescatados por Cíclope (James Marsden) y Tormenta (Halle Berry), dos mutantes al servicio del profesor Charles Xavier (Patrick Stewart), un poderoso mutante telequinético que desea la paz y la convivencia entre humanos y mutantes mientras dirige una escuela para mutantes sin hogar donde son llevados. Pícara rápidamente se integra en ese lugar, aunque Lobezno, un espíritu libre, tiene sus reservas y solo accede a quedarse porque Xavier puede hacerle recordar su pasado. Mientras, Dientes de Sable cumplía órdenes de Erik Lehnsherr (Ian McKellen), ahora convertido en un poderoso mutante conocido como Magneto que odia completamente a los humanos y, al frente de su organización, también compuesta por Mística (Rebecca Romijn) y Sapo (Ray Park), trama un plan para conseguir la supremacía mutante.



Los primeros intentos de realizar una película de los X-Men datan de 1989, cuando Stan Lee y Chris Claremont emprendieron conversaciones con James Cameron y el estudio Carolco para realizar la futura película. Sin embargo, la cosa al final se quedó en nada cuando cayó en manos de Carolco la posibilidad de hacer una película sobre Spiderman.

Después, tras un fallido intento con Sony, en 1994 lograron venderle los derechos a la 20th Century Fox. La productora Lauren Shuler Donner fue la encargada de comprar los derechos para ellos, por lo que el estudio la puso al frente del proyecto cinematográfico.

Andrew Kevin Walker fue el primer guionista contratado, escribiendo un extenso guión donde aparecían muchos personajes, elementos como los Centinelas o la Sala del Peligro y un ambicioso plan por parte de Magneto para convertir Manhattan en una nación mutante. En los años siguientes, este guión fue pasando por las manos de guionistas como John Logan, James Schamus o Joss Whedon mientras que la dirección, aunque en un principio se tanteó a Robert Rodriguez, finalmente recayó en Bryan Singer.

Después del éxito de Sospechosos Habituales (1995), Singer estaba interesado en dirigir un proyecto de ciencia ficción. En un principio, la Fox le propuso dirigir Alien Resurrección (1997), pero Singer no estaba muy interesado. Entonces, le salieron con el proyecto de X-Men. Singer, en un principio, declinó esta oferta, ya que no le gustaban los cómics, los cuales consideraba lecturas poco inteligentes. Sin embargo, pronto se dio cuenta de las connotaciones políticas que contenían estos cómics –creados a principios de los años 60, cuando EEUU vivía una convulsa época de luchas raciales –y, partiendo de un borrador escrito por Ed Solomon en 1997, ideó un argumento junto al productor Tom DeSanto donde Charles Xavier y Magneto eran representados como unos modernos Martin Luther King y Malcolm X.

Christopher McQuarrier, que ya había trabajado con Singer en Sospechosos Habituales, fue el encargado de escribir el guión, el cual fue reescrito posteriormente por David Hayter, único guionista que aparecería acreditado.

La producción de la película, que originalmente debía estrenarse en 1998, no estuvo exenta de problemas. Para empezar, sufrió un gran retraso que permitió a Singer rodar la película Verano de Corrupción (1998).  Luego, la Fox, muy desconfiada con el proyecto, redujo el presupuesto a 75 millones de dólares, lo que obligó a suprimir muchos personajes y subtramas, haciendo una película más sencilla de lo que originalmente estaba pensado.

Aún así, la película siguió adelante y quedó lista para estrenarse en el verano de 2000, convirtiéndose en un gran éxito. Solo en EEUU hizo 157 millones de dólares y su recaudación mundial estuvo cerca de llegar a los 300 millones. Además, la película fue muy bien recibida por crítica y público y se convertiría, junto con la anterior Blade (Stephen Norrington, 1998) y la posterior Spiderman (Sam Raimi, 2002), en la gran impulsora de las adaptaciones de cómic que vivimos actualmente.

Y a todo esto, ¿Qué opino yo de este film?

Recuerdo que en su día esperé esta película como agua de mayo y con mucha ilusión, ya que tenía muchas ganas de ver a los X-Men en el cine.

Cuando por fin la vi –la espera a que se estrenara en España fue muy larga, llegando el 3 de octubre cuando se había estrenado en EEUU a mediados de julio –, recuerdo que me gustó. Aunque también me llevé una pequeña decepción, ya que me esperaba una película mucho más espectacular y con más acción. Porque la película tiene muy poca acción, incluso menos que Superman Returns -para que luego digan los defensores de esa película que no gustó solamente porque tenía poca acción -.



Pero esto se debía a los muchos recortes que hizo la Fox, lo cual obligó a hacer la película menos espectacular de lo que estaba prevista; como ya he mencionado antes. Más delito tiene Superman Returns, donde Singer contó con un presupuesto mucho más abultado –los famosos 250 millones de dólares –y una gran libertad.

Dejando a un lado la impresión inicial, la película me parece muy buena y una estupenda adaptación de cómic. Se toma muchas libertades, no lo voy a negar, pero capta muy bien la esencia de los cómics de la Patrulla X y mantiene muy bien estructurada su historia y a sus personajes.

Donde más libertades se toman es en el vestuario. A Singer no le gustaban los trajes de licra coloreados que los personajes utilizan en los cómics –les hacían parecer cheerleader de los Power Ranger, según él –, por lo que optó por cambiarlos por unos trajes de cuero negro.

A mí, la verdad, me hubiera gustado ver a los mutantes con trajes mas asemejados a los de las viñetas, no lo voy a negar. Pero, como digo siempre, no soy nada purista y tolero los cambios siempre que el resultado sea bueno. Y aquí, desde luego, lo es. Los trajes que llevan aquí los protagonistas me gustan bastante, especialmente, el de Lobezno; aunque, eso sí, echo de menos su máscara, de la cual prescindieron totalmente.

Por lo demás, la película está muy bien. Tecnicamente, es brillante. El diseño de producción es alucinante, recreando muy bien los elementos de la escuela mutante, como la base subterránea, Cerebro –el cual es impresionante –o el famoso jet. Los efectos especiales no están tan pulidos como deberían, pero funcionan muy bien y, además, acompañan muy bien la historia si adueñarse de ella.

Todo funciona muy bien en este film. La fotografía está muy lograda, el ritmo no decae en ningún momento y, a pesar de su falta de acción, la película se disfruta bastante gracias, especialmente, a un guión muy bien elaborado –cuesta creer que tuviera tantas reescrituras –y la eficaz dirección de Snyder.

También el trabajo de los actores es un punto a favor.

Patrick Stewart fue una muy buena elección como Charles Xavier, porque hace un estupendo trabajo. Se dice que su elección, como la de otros personajes, se hizo teniendo en cuenta las opiniones de los fans en internet y yo, desde luego, doy crédito a esto, porque varios años antes de que se hiciera la película siempre pensaba en este actor como Profesor X cuando imaginaba una película de X-Men. Así que imaginad mi sorpresa cuando vi que era el elegido.


Al principio no imaginaba a Ian McKellen como Magneto, ya que físicamente no encajaba mucho, puesto que Magneto es un tipo mucho más alto y fuerte. Sin embargo, lo que importa es la interpretación y en eso McKellen, un actor excelente, sale ganando dando vida a un estupendo Magneto tan amenazador como en los cómics.

Famke Janssen está realmente fantástica como Jean Grey. La tía es una estupenda actriz y aquí hace una de sus mejores interpretaciones. Cuando vi la película por primera vez no hacía más que comparar este personaje con el de la sádica asesina que interpretó en Goldeneye (Martin Campbell, 1995), porque parecía que las dos hubieran estado interpretadas por dos actrices distintas.

Halle Berry no es santa de mi devoción, como ya he dejado claro en otras ocasiones, pero debo admitir que aquí no lo hace mal del todo como Tormenta.



Tampoco es santo de mi devoción James Marsden, pero para un personaje tan repelente como Cíclope –siempre ha sido el personaje que menos me ha gustado –encaja muy bien.

Rebecca Romijn está fantástica como Mística y se desenvuelve muy bien en las escenas de acción. El único defecto que le encuentro es en el maquillaje, el cual no está lo suficientemente pulido en la parte del rostro; por suerte, este es un defecto que corrigieron en las siguientes entregas.

El personaje de Pícara es el que sufre más modificaciones e. incluso, le añadieron una mezcla de elementos de otros personajes, como Júbilo o Kitty Pryde –aunque esta última aparece brevemente en la película interpretada por Sumela Kay –. Aunque yo por aquella época tenía el deseo de ver una Pícara como la de la serie de animación de los 90 interpretada por Denise Richards esta Pícara interpretada por Anna Paquin me pareció sensacional y todavía me lo parecer. La oscarizada actriz hace un trabajo estupendo y resulta de lo mas convincente.

Ray Park y Tayler Mane están muy bien como Sapo y Dientes de Sable, respectivamente, aunque ambos están bastante desaprovechados. Lo mismo que Bruce Davison como el Senador Kelly, a pesar de que este personaje tiene bastante importancia en la trama. Además, me pareció un error que lo mataran, ya que hubiera estado mejor el que sobreviviera y cambiara públicamente su opinión sobre los mutantes; algo que hacen en la película, aunque no es exactamente el Senador Kelly quién lo hace.

Y, guardando lo mejor para el final, hablo del que ha sido siempre mi personaje favorito de esta franquicia: Lobezno.

El mayor temor que tenía era que actor iba a interpretarlo. Yo tenía idealizado para este papel a alguien como Harvey Keitel, un gran actor que, además, encajaba bastante físicamente con el personaje. No obstante, el estudio prefería más a Russell Crowe, lo cual también me pareció una decisión muy acertada. Sin embargo, Crowe rechazó el papel y este recayó en el actor Dougray Scott. Pero, este también terminó rechazando el papel porque la producción de esta película coincidía con la de Mission: Impossible II (John Woo, 2000), donde daba vida al villano principal.

Finalmente, el gran elegido resultó ser Hugh Jackman, un actor completamente desconocido por aquel entonces.

Yo, en su día, no lo consideré una buena elección, lo admito; ya sabéis que nunca me avergüenza admitir cuando me equivoco.  Cuando lo veía en las imágenes no me convencía su caracterización y encontraba su imagen demasiado suave, no tan ruda como el personaje requería. Me hubiera gustado verlo en acción en algún tráiler, pero esta es una de las pocas películas de las que no vi ningún tráiler de ella antes de verla, en serio. Y no fue porque no quisiera. En aquella época no tenía internet en mi casa y solo podía ver los tráilers en el cine. Sin embargo, los cines a los que iba no proyectaban ningún tráiler de esta película y lo único que podía ver eran escenas salteadas en los programas de Tv.

Una vez vista la película, pude comprobar lo mucho que me había equivocado con este actor, quién resultó ser un gran descubrimiento. Hace suyo al personaje desde el primer momento y se apodera de cada escena en todo momento, todo gracias a una interpretación extraordinario que dota al personaje de mucha personalidad. Se puede decir que el tipo se apodera de la película de la misma forma que su homólogo de los cómics se apoderaba de las historietas.

Sobre los puntos negativos de este film, además de la poca acción y la casi falta de espectacularidad, está el hecho de que, a pesar de su duración de 104 minutos, la película se pasa muy rápido y se hace muy corta –da la sensación de ver una película de 80 minutos o menos –. A lo largo de la película el ritmo no decae, como ya he mencionado antes, pero una vez que termina te deja con la sensación de “¿Ya está?”.



También se echan en falta mas personajes, pero esto es algo que arreglan en el futuro.

Luego está que, aunque el guión está muy conseguido y bien trabajado, la historia resulta algo simplona y el plan de Magneto no resulta tan megalómano como debería ser. Bueno, si es megalómano, pero al final no da esa sensación tanto como debería dar; quizá por la ya mencionada falta de espectacularidad.

Y es que, en el fondo, con esta película ocurre como con Superman (Richard Donner, 1978), la cual, a pesar de ser una gran película, no dejaba de ser una presentación del personaje para futuras secuelas. Y aquí ocurre lo mismo, el film es una presentación de los célebres personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1963 para la futura saga que se avecinaba.

Pero, bueno, a pesar de todo esto, la película es muy buena y una estupenda adaptación de cómic que se disfruta de principio a fin y que, como ya he dicho, marca las pautas para futuras adaptaciones de cómic.

Además, vuelvo a recordar que el que la película sea menos espectacular y ambiciosa fue culpa de la Fox. Ya que aquí no ocurre como con Superman Returns, donde Singer contó con total libertad y un presupuesto ilimitado para luego hacer esa gran cagada que, desde luego, no le llega ni a la suela de los zapatos a este film.

Sin duda, los X-Men no pudieron debutar mejor en el cine. Aunque, la cosa se podía mejorar y, desde luego, lo hicieron. Pero de eso ya hablaré mas adelante.