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23 de noviembre de 2017

JUSTICE LEAGUE (2017)






ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Aconsejo no leerla a quién no la haya visto aún y, si por el contrario, alguien decide leerla, lo hará bajo su total responsabilidad.




















Bueno, ya he visto finalmente la tan esperada adaptación cinematográfica de la Liga de la Justicia y me dispongo a dar mi más sincera opinión de ella.

Porque yo, ante todo, antepongo por encima de todo la sinceridad cuando de películas se trata y, aunque se que algunas veces mis opiniones no son del agrado de mucho, yo siempre quiero dejar claro lo que una película me ha parecido.

Pero, vayamos por partes.

Tras la muerte de Superman (Henry Cavill), el mundo está poco a poco sumiéndose en el caos. A todo esto se suman unos extraños seres que están secuestrando gente a los que Batman (Ben Affleck) sigue la pista. A él pronto se le une Wonder Woman (Gal Gadot), quién le informa que esos seres son Parademons, enviados a la Tierra por Steppenwolf (Ciarán Hinds), quién busca las Cajas Madre. Steppenwolf ya atacó la Tierra en el pasado y fue derrotado por una alianza entre amazonas, atlantes y humanos, quienes se quedaron con las cajas y las escondieron.

Steppenwolf logra hacerse primero con la caja que guardan las amazonas tras atacar Themyscira y, después, se hace con la que guardan los atlantes pese a la intervención de Aquaman (Jason Momoa), quién se verá obligado a unirse al equipo que están formando Batman y Wonder Woman para evitar que Steppenwolf se haga con la tercera caja, la que escondieron los humanos. A ese equipo se han unido ya Barry Allen (Ezra Miller), un velocista conocido como Flash, y Victor Stone (Ray Fisher), quién sufrió un accidente y su padre utilizó la Caja Madre para curar su cuerpo, convirtiéndole así en un ser mitad hombre - mitad máquina conocido como Cyborg.


Llevar al cine la Liga de la Justicia no es algo nuevo. Desde hace décadas ha habido intentos de hacer una película sobre el famoso equipo de superhéroes de DC Comics. No obstante, la mayoría de estos proyectos no llegaron más allá de una simple idea.

El proyecto que más cerca estuvo de hacerse realidad fue Justice League: Mortal, que dio comienzo en 2007 con George Miller como director. Dicho proyecto llegó a contar con un guión, entró en pre-producción e, incluso, tenía su reparto cerrado. Armie Hammer iba a interpretar a Batman, D.J. Cotrona a Superman, Megan Gale a Wonder Woman, Adam Brody a Flash y Common a Green Lantern/John Stewart, mientras que los villanos serían Talia Al Ghul, interpretada por Teresa Palmer –quién optó al papel de la mujer maravilla –y Maxwell Lord, quién sería encarnado por Jay Baruchel.

Este proyecto, como ya he dicho, llegó a entrar en pre-producción y Miller trabajó en él varios meses –salvo un espacio de tiempo en el que la película quedó parada durante la huelga de guionista que se produjo en Hollywood entre finales de 2007 y principios de 2008 –. Sin embargo, fue cancelado inesperadamente por Warner Bros., que ya había cancelado anteriormente una película de Wonder Woman escrita y dirigida por Joss Whedon y una película de Flash escrita y dirigida por David S. Goyer.

Años después, tras el enorme éxito de Los Vengadores (Joss Whedon, 2012), Warner Bros. quiso poner en marcha su propio universo compartido con los personajes de DC Comics –ya lo había intentado antes con Green Lantern (Martin Campbell, 2011) como punto de partida, pero el fracaso de la cinta acabó con estos planes –y puso en marcha un nuevo proyecto, titulado simplemente Justice League y con su estreno previsto para 2015. Para este nuevo proyecto contrataron a Will Beall como guionista.

Sin embargo, este proyecto no llegó a salir adelante y, tras el estreno de Man of Steel (Zack Snyder, 2013) y rumores de que el guión de Beall no convencía al estudio, la Warner optó por poner en marcha un nuevo universo compartido con el film de Snyder como punto de partida.

Snyder fue contratado para dirigir la secuela de Man of Steel y un proyecto de la Liga de la Justicia. Como ya sabemos, la secuela del film del hombre de acero fue convertida en Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia (2016) y la Liga de la Justicia serían dos películas, llamándose la primera The Justice League Part One., fijándose su estreno para noviembre de 2017 cuando Warner y DC lanzaron el calendario oficial de las películas de su universo compartido en el verano de 2014.

Las cosas, al final, no salieron como esperaban. Batman v Superman hizo una buena taquilla, pero fue pulverizada por la crítica y esto hizo que el estudio cambiara los planes. A Snyder le fue quitado el mando del universo cinematográfico, el cual le fue entregado a Geoff Johns, aunque continuó como director de las películas de la Liga de la Justicia.

Sin embargo, los cambios de Warner no se quedaron allí. El estudio, que ya le estaba dando la vuelta por completo a todo el universo cinematográfico cancelando unos proyectos y añadiendo otros nuevos, empezó a meterse cada vez más en la producción de la primera de las dos partes en que se dividiría la adaptación de la Liga de la Justicia; la cual fue convertida en una película individual, siendo retitulada como Justice League.

La producción de la película siguió adelante sin aparentemente problemas; aunque no paraban de surgir rumores de que Snyder estaba siendo cada vez más presionado por el estudio.

El pasado verano, con la película ya en post-producción, Snyder sorprendió a todo el mundo anunciando que abandonaba la dirección de la película por motivos personales, ya que una de sus hijas se había suicidado unos meses antes y quería pasar más tiempo con su familia. El encargado de terminar la película fue Joss Whedon, quién había sido fichado por Warner Bros. para dirigir una película de Batgirl.

Whedon ya colaboraba en la película antes de la marcha de Snyder y su labor, oficialmente, era supervisar la post-producción y rodaralgunos reshoots que quedaban pendientes. Pero, como se pudo saber posteriormente, mucho de la película fue cambiado o cortado, haciendo la película muy diferente a como Snyder tenía previsto. 

Así, llegamos a la película que ahora nos ocupa, la cual ya está en los cines con unos resultados bastante desiguales. 


A día de hoy, lleva recaudados 101 millones en EEUU y 185 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 286 millones de dólares; unas cifras altas, pero no tanto para una película tan costosa. Sin duda, tendrá éxito y dará dinero pero, salvo que en las siguientes semanas de la gran sorpresa, dudo mucho que alcance los 1.000 millones de dólares.

La crítica, por otro lado, la ha pulverizado completamente, volviendo a cabrear a los fanboys de DC. Cabe decir que las críticas, aunque negativas, son mejores que las que recibió en su día Batman v Superman. No obstante, podemos hablar de un nuevo fracaso crítico.

Por otro lado, la opinión del público es mucho más positiva. Aunque, salvo los fanboys de DC –que la ponen por las nuves y la tachan de obra maestra y una de las mejores películas de superhéroes de la historia –, casi todo el mundo parece coincidir en que la película es buena, pero está lejos de ser una película grandiosa.

Bueno, pues mi opinión va, más o menos, por ese camino.

No puedo decir que la película me haya decepcionado, ya que me ha dado lo que esperaba. Lo cual no es bueno, ya que lo que esperaba no era mucho.

Una película de la Liga de la Justicia es algo que he estado esperando durante años y me entusiasmé mucho cuando este film se puso en marcha. Sin embargo, en los últimos meses me he estado desencantando mucho ante las noticias que iban saliendo sobre lo mucho que se estaba metiendo la Warner en esta película para intentar evitar otra vez el desastre crítico de Batman v Superman.

La noticia de la marcha de Zack Snyder ya me puso la mosca detrás de la oreja. Sin embargo, lo que me remató fue cuando dijeron que habían reducido la duración de la película a 121 minutos, cuando la película –en manos de Snyder –tenía previsto durar unos 42 minutos más.

Muchos le vieron el lado optimista alegando que lo que habían hecho era quitarle paja a la película y dejando solo las partes que importan. Yo, en cambio, que ya he visto como suelen acabar estas cosas cuando al estudio le da por recortar duración, no compartía el mismo optimismo y tenía el temor de que la película terminase siendo abarcar muchas cosas en poco tiempo. Y, por desgracia, no me equivocaba. 

La película es toda una rápida sucesión de cosas que se van sucediendo de una forma rápida y atropellada sin a penas tiempo para presentar y desarrollar personajes y sin que a penas puedas meterte en la trama; por no hablar de lo mucho que se echan de menos un montón de escenas que se vieron en los tráilers y aquí brillan por su ausencia. Todo se reduce en ir lo más rápido posible de A a B y de B a C y para de contar.

Así, lo que tenemos al final es una película que está bien, se hace entretenida, hace pasar un rato agradable, pero que pasa sin pena ni gloria y se ve tan rápido como se olvida.

Así ha sido. La película, salvo en unas cosas de las que hablaré más adelante, me ha gustado, he pasado un buen rato viéndola, pero no ha llegado a entusiasmarme y no he visto ningún momento que me dejara con la boca abierta y se me quede grabado en la retina. Yo no acostumbro a puntuar las películas en este blog pero, si tuviera que hacerlo, la nota que le pondría superaría el 6, pero no llegaría a 7, quedánse en un 6´5 o algo por el estilo.

Al final, lo que tenemos es una película para pasar el rato y ya está. Con escenas de acción espectaculares, pero sin un solo momento épico en toda la película. Llamadme exigente si queréis, pero eso no es lo que quiero para la Liga de la Justicia. Estamos hablando de un equipo de superhéroes incónico que, entre sus filas, tiene a varios de los superhéroes más icónicos de la historia que se merecen muchos más. No estoy diciendo que hagan una obra maestra, como Man of Steel o Wonder Woman, pero si una película estupenda con momentos épicos, que si es lo que fue Los Vengadores.

Y, según creo, eso es lo que tenía previsto darnos Zack Snyder. Porque tengo la impresión de que, si le hubieran dejado terminar lo que empezó, seguro que nos hubiera dado algo mucho mejor y, de seguro, tendríamos entre manos una película que, incluso, superaría a Los Vengadores.

En la película se nota mucho la mano de Joss Whedon, pero no llega a cubrir del todo el trabajo de Snyder. Y, por lo que he podido ver, tengo la impresión de que Snyder aprendió de sus errores en Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia.


Para mí, el gran error que cometió Snyder en esa película fue intentar repetir la misma fórmula que en Man of Steel. Algo, prácticamente, imposible por dos razones: 1) porque Man of Steel es una película irrepetible y 2) porque ya no contaba con la ayuda de Christopher Nolan. Al final, el resultado fue una película que, como ya dije en su día, es muy buena, pero también es bastante fallida en otros aspectos que al final estropeaban el conjunto.

Por lo que he visto en este film, creo que Snyder aprendió de ese error y en este film iba a estar más acertado, siendo fiel a lo que hizo en Man of Steel, pero ofreciéndonos algo más de sus propia cosecha; no hay más que ver esos títulos de créido iniciales que recuerdan mucho más a Watchmen (2009) que los de Batman v Superman.

Desgraciadamente, la Warner no ha sabido verlo y han terminado por estropear su trabajo, contando con la complicidad de Joss Whedon. Aunque, yo no le culpo mucho, el tipo llegó al DCEU con la ilusión de hacer una película de Batgirl y le metieron en este caos donde ha hecho lo que ha podido; o, más bien, lo que le han dejado hacer. Espero que Warner le compense dejándole hacer Batgirl como él quiera, porque si no…

Muchos fans cabreados están pidiendo ya una nueva versión de la película con el montaje de Zack Snyder. Yo, desde luego, me sumo a esa propuesta. Aunque, dudo mucho que Warner nos la ofrezca; seguramente, sacarán una versión extendida, como hicieron con Batman v Superman y Escuadrón Suicida, pero dudo mucho que nos ofrezcan el montaje de Snyder.

Pero, sigamos con la película. Visualmente está muy bien. Prefiero mucho más el estilo más oscuro de Snyder que se veía en los primeros tráilers, pero este estilo más luminoso no está mal. No obstante, una cosa que me ha llamado mucho la atención es la abundancia que hay en la película de planos medios y primero planos, quitándole mucha profundidad a la película. Además, algunos planos, en comparación con lo visto en los tráilers, se ve que han sido recortados, lo que nos deja claro que esta es otra cosa que le debemos al remontaje de Warner y Whedon.

Los efectos especiales están en general bien, pero hay algunos momentos en los que cantan demasiado, algo imperdonable en una película que ha costado 300 millones de dólares. Hay, más bien, dos momentos en especial.

Uno de ellos es con Steppenwolf. El personaje, como villano principal, al final ha resultado más descafeinado de lo que se esperaba. Pero, en lo que a su aspecto refiere, su diseño está muy bien y está muy bien generado por ordenador salvo en un detalle. Y es que la animación CGI de su rostro canta más que un gallo. Ya se había visto algo así en las promociones, pero parecía que lo habían arreglado. Pero, nada más lejos de la realidad. Dolían los ojos cada vez que sacaban un primer plano de él y, como ya he dicho, en una película que ha costado 300 millones esto tiene delito.

Sin embargo, esto no es nada comparado con el otro momento; ahí si que me llevé las manos a la cabeza en más de una ocasión.


Una cosa muy comentada de la película es que, cuando Whedon llamó a Henry Cavill para las regrabaciones que hizo, este tenía un gran bigote. El actor se encuentra rodando la sexta entrega de Mission: Impossible y esto le obliga a dejarse bigote, ya que su director no quería un bigote falso. Esto les llevó a tener que borrarle el bigote digitalmente.

Con los efectos especiales de hoy en día y 300 millones de presupuesto, borrar un bigote no debía ser muy difícil. Digo yo, porque el resultado es de puta pena. Si ya dolían los ojos con el rostro digital de Steppenwolf, con esto dan ganas de arrancárselos. Y no solo con el bigote, también hay escenas donde el hombre de acero está superpuesto digitalmente y también canta mucho. Desde luego, con Superman es como mejor se sabe cuando es Zack Snyder quién dirige y cuando el que dirige es Whedon.

Pese a esto, Henry Cavill vuelve a estar genial como Superman, haciendo de nuevo un gran trabajo. Eso sí, la forma en la como resucitan a Superman y el posterior enfrentamiento que tiene con los miembros de la Liga más forzado no puede ser. Además de que difiere mucho de lo que Snyder tenía planeado y encajaba muy bien con la escena del sueño de Batman v Superman.

Gal Gadot también vuelve a estar fantástica como Wonder Woman después de verla como protagonista de su propia película este mismo año. Aunque, me pregunto yo que pasó con varios de los poderes de los que hizo gala para derrotar a Ares en su película y que aquí le hubieran venido bien en más de una ocasión; además, pese a que es una escena que muestra los poderes de Flash y sirve para mostrar el trabajo en equipo de la Liga, me resulta muy chocante que necesitara una espada para matar a un Parademon.

Sobre los que aún hemos visto poco. Jason Momoa no está mal como Aquaman; al menos, a este Aquaman cinematográfico.

Ezra Miller está muy bien com Flash, que aquí es el graciosillo del grupo –aunque todo el mundo hace chiste, incluido Batman –y, por mucho que los fanboys de DC quieran negarlo, su relación con Bruce Wayne recuerda a la de Peter Parker con Tony Stark en Spider-Man: Homecoming.

En cuanto a Cyborg, el actor que lo interpreta, Ray Fisher, un actor proveniente del teatro, hace un estupendo trabajo. Sin embargo, el personaje da la sensación de estar muy metido con calzador y de que si lo suprimieran de la película no se le echaría de menos.


Amber Heard está fantástica como Mera y J.K. Simmons está impresionante dando vida a un Comisario Gordon idéntico al de los cómics. Desgraciadamente, la falta de metraje hace que ambos salgan muy poco en pantalla. Afortunadamente, sabemos que Heard saldrá como Mera en la película de Aquaman con mucho más protagonismo. Simmons también tiene previsto aparecer de nuevo en la película en solitario de Batman; aunque,  con los cambios que está haciendo Matt Reeves –se rumorea que va a prescindir de Ben Affleck y poner a Jake Gyllenhaal como Batman –, cualquiera sabe.

Y, ya que hablamos de Affleck. Si hay un personaje que realmente sale mal parado en esta película, ese es sin duda Batman. Mira que a mi Ben Affleck me encantó en Batma v Superman y me parece un excelente Batman; de hecho, le considero el mejor Batman cinematográfico después de Christian Bale. Sin embargo, en esta película el actor, aunque hace un buen trabajo, está algo soso y el personaje muy desdibujado. Y, vamos, que hayan hecho esto con el que ha sido siempre uno de mis superhéroes favoritos es algo que me hace muy poca gracia.

La banda sonora es algo que suelo olvidar mencionar, ya que, normalmente, me suelen gustar mucho –incluso si la película no me gusta –y no tengo mucho que decir sobre ellas. Sin embargo, no puedo dejar pasar la chapuza que Danny Elfman ha hecho aquí, donde da la sensación de que lo único que ha hecho es un refrito con bandas sonoras de otras películas en las que ha trabajado, como Batman (Tim Burton, 1989) y Hulk (Ang Lee, 2003).

Claro, que el tipo no tiene la culpa, ya que fue llamado este verano para reemplazar a Junkie XL después de que este se largara para hacer la banda sonora del reboot de Tomb Raider –o eso dicen, ya que me da que este es otro al que la Warner se quiso quitar de en medio –, y tenía poco tiempo para trabajar; él mismo se ha quejado hace poco de ello.

Bueno, vamos resumiendo ya.

La película es buena, entretiene bastante y se hace bastante agradable. Pero no pasa de ser una película correcta que solo está bien para pasar el rato y carece por completo de momentos memorables. Una película que, sin duda, no volvería a ver en el cine más veces. Desde luego, no es la adaptación cinematográfica que la Liga de la Justicia merece.

Reducir la duración de la película a 121 minutos fue una tremenda cagada, lo mismo que no dejar a Zack Snyder hacer lo que tenía pensado hacer porque no tengo ninguna duda en que nos habría ofrecido algo mucho mejor que lo que vemos aquí.

Una pena, tanto por la película como por este DCEU que la Warner se está cargando y que más se va a cargar a partir de ahora por no saber ver bien los problemas que tiene delante.









3 de mayo de 2015

VENGADORES: LA ERA DE ULTRON (2015)























Después de tres años de espera, por fin he visto la muy esperada secuela de Los Vengadores (2012). Ahora, me dispongo a decir lo que me ha parecido y dejar ver si estos tres años de espera han valido tanto la pena.

Tras una espectacular batalla, el equipo conocido como los Vengadores, formado por el Capitán América (Chris Evans), Iron Man (Robert Downey Jr.), la Viuda Negra (Scarlett Johansson), Thor (Chris Hemsworth), Hulk (Mark Ruffalo) y Hawkeye (Jeremy Renner), logra tomar la fortaleza del Barón von Strucker (Thomas Kretschmann), situada en Sokovia, un país de Europa del Este, logrando capturarle y consiguiendo casi todas sus posesiones; especialmente, el cetro de Loki. Sin embargo, durante la batalla fueron atacados por dos personas con habilidades sobrehumanas. Se trata de dos hermanos gemelos, Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen), dotada con poderes psíquicos, y Pietro Maximoff (Aaron Taylor-Johnson), dotado con supervelocidad. Ambos son dos jóvenes de Sokovia cuya familia pereció en un bombardeo. Esto les hace sentir mucho odio hacia occidente y, sobre todo, hacia Tony Stark, ya que las bombas que destruyeron su casa fueron fabricadas por él.

De regreso en la Torre Avengers, Stark, con ayuda de Bruce Banner, utiliza el poder del cetro para crear a Ultron, una inteligencia artificial que servirá como defensa del planeta contra nuevos ataques extraterrestres. Sin embargo, Ultron cobra vida y, rápidamente, escapa al control de Stark, convirtiéndose en un poderoso ente capaz de acceder a toda tipo de información de internet, poder fabricar ejército de robots y, sobre todo, ocupar cuerpos mecánicos e, incluso fabricarse uno propio. Pronto, Ultron (James Spader) se convierte en una gran amenaza contra la que los Vengadores tiene que luchar. Pero Ultron logra forjar una alianza con los gemelos Maximoff, a quienes utiliza como arma contra los Vengadores. Sobre todo a Wanda, quién logra manipular la mente de los miembros del equipo, provocándoles terribles visiones y, en el caso de Natasha Romanoff, afloran los recuerdos más terribles de su oscuro pasado. Uno de los más afectados será Bruce Banner, quién pierde el control como Hulk y ataca a la población, obligando a Iron Man a intentar detenerle utilizando la Hulkbuster –conocida en la película como Verónica -, una gigantesca y poderosa armadura que el propio Banner le ayudó a construir.


Tres años después, Los Vengadores regresan al cine después del enorme éxito de su primera incursión. Los protagonistas de la primera repiten en sus respectivos papeles, al tiempo que se unen otros actores y personajes. Todos bajo la batuta de Joss Whedon, quién repite como guionista y director.

Whedon, además, se despide de la saga. Según alega, hacer este tipo de películas es agotador y quiere hacer otro tipo de proyectos más sencillos. Claro, que extraoficialmente también hondea el fantasma de que su relación con Marvel Studios ya no es tan buena; especialmente, desde que su amigo Edgar Wright se marchara con polémica de Ant-Man, la película que cerrará este verano la Fase 2 –no hace mucho, afirmó en una entrevista que el guión de Wright para esa película era lo mejor que había leído en mucho tiempo –.

De todas maneras, podemos estar tranquilos, ya que le han buscado un buen sustituto. Mejor dicho, sustitutos, ya que los hermanos Anthony Russo y Joe Russo, quienes debutaron en este universo de Marvel con muy buen píe dirigiendo la estupenda Capitán América: El Soldado de Invierno (2014) y repetirán funciones en Captain America: Civil War, que llegará en 2016, serán los encargados de dirigir la tercera entrega, Avengers: Infinity War, que llegará dividida en dos películas que se estrenarán, respectivamente, en mayo de 2018 y mayo de 2019.

Pero vamos a hablar de Los Vengadores: La Era de Ultron que es lo que interesa.

La película se estrenó el pasado viernes en EEUU. Antes, se había estrenado en varios países el pasado fin de semana y, desde luego, sus datos en taquilla no pudieron ser mejores, logrando 201 millones de dólares. Ahora lleva más de 400 millones en la taquilla mundial. Todavía no tengo datos de lo que ha hecho en EEUU, pero las previsiones apuntan a un arranque espectacular de 230 millones de dólares.

Por otro lado, la crítica se está portando bien con ella. Sin embargo, las opiniones del público están algo divididas; sobre todo, la de los fans. Y es que unos dicen que la película es genial y muy superior a la primera y otros dicen que ha sido una total decepción; no hay término medio.

Yo, lamentablemente, debo decir que, si bien no pienso exactamente igual, mi opinión se acerca más a la del segundo grupo. Como ya he dicho muchas veces, cuando se trata de analizar una película, para mí la sinceridad es lo primero y siempre digo lo que una película me ha parecido sin ocultar nada ni, muchos menos, faltar a la verdad.

Como ya sabéis los que me concocéis, esta es una película que esperaba con muchas ansias. La primera película me encantó y, además, estoy disfrutando mucho con este universo cinematográfico de Marvel Studios donde, hasta ahora, lo más cercano a una decepción era Iron Man 3 (Shane Black, 2013).


Como ya hice con la primera, fui a verla a la ciudad el mismo día que se estrenó en España; a pesar de que ese día era el 30 de abril y no es muy conveniente viajar de pueblo a ciudad justo antes de un puente a menos que vayas de vacaciones. Fui al cine con toda la ilusión del mundo esperando salir con una sensación parecida, o mejor, a la que tuve cuando, tres años atrás, salí de ver la primera entrega.

Sin embargo, una vez vista la película, debo decir que esta me ha gustado. Sin embargo, no me ha entusiasmado tanto como esperaba e, incluso, me ha dejado una pequeña sensación de decepción.

No me malinterpretéis. La película es buena y he pasado un rato agradable viéndola. Joss Whedon vuelve a hacer un estupendo trabajo en el guión y la dirección. Los efectos especiales están muy bien, el diseño de producción es brillante y las escenas de acción están muy bien filmadas y son de lo más brutales y espectaculares; especialmente, la escena inicial en la nieve y, sobre todo, la pelea entre Hulk y la Hulkbuster, una de las mejores escenas de acción del año, sin duda.

La película está muy bien, no es una mala película; todo lo contrario. Sin embargo, tiene un problema que le impide ser tan brillante como su predecesora y que la hace ser más difícil de ver que esta. Ese problema es…


…LA DURACION.


Ahora tengo más seguro que nunca que esta película debería haber durado 160 minutos –o puede que un poco más –en lugar de los 141 minutos que dura; una duración, sin duda, impuesta –seguramente, por Disney –que ha terminado fastidiando la película.

Y es que a este film le falta metraje por todas partes y se nota mucho. En la primera película todo estaba muy bien equilibrado, el ritmo nunca decaía y la historia iba progresando a medida que avanzaba. Aquí es no ocurre eso.

Al contrario, todo sucede de forma muy rápida, con un ritmo demasiado atropellado que, incluso, hace que se haga difícil seguir la historia y a los personajes. Las subtramas se resuelven de forma torpe y acelerada y la trama principal termina quedando algo descafeinada. Ni tan siquiera la parte en la que la Bruja Escarlata manipula las mentes de los Vengadores resulta tan satisfactoria.

Todo esto hace que, aunque la película sea buena, no se aprecien sus virtudes tanto como debería. Algo así ya pasó con Iron Man 2 (Jon Favreau, 2010), un film que debía haber durado, por lo menos, 140 minutos y terminó durando –seguramente, también por imposiciones –120 minutos que no ayudaron mucho a su desarrollo.

Aquí, desgraciadamente, han vuelto a tropezar con la misma piedra; esta vez, con mayor golpe. Claro, que esto se debe, como ya he dicho, a imposiciones de Disney. Seguramente, Marvel Studios es consciente del problema de la duración de la película –de ahí que se haya hablado tanto los días previos al estreno de versiones extendidas en Blu-Ray; algunas, hasta con final alternativo –y, afortunadamente, ha tomado medidas en la tercera, la cual dividirán en dos películas y así no tener problemas de duración.


Por eso, yo sigo teniendo fe en Marvel Studios y en este universo cinematográfico y pienso que esto no es más que un tropiezo, como lo fue Iron Man 3.

Sobre los actores y los personajes, aquí la película está acertada a medias. Por un lado, los interpretes hacen un buen trabajo, la dirección de actores funciona muy bien y los personajes están bien definidos en el guión; por el otro, el ya mencionado problema de la duración les afecta a la mayoría y esto les hace estar algo descuadrados.

Chris Evans, Robert Downey Jr., Mark Ruffalo y Chris Hemsworth vuelven a estar brillantes cómo Capitán América, Iron Man, Hulk y Thor, respectivamente. Sobre los nuevos, Elizabetn Olsen está fantástica como Bruja Escarlata. Aaron Taylor-Johnson tampoco lo hace mal como Quicksilver, aunque no está tan acertado como ella. Vision, interpretado por Paul Bettany está genial y, salvo su origen, es muy fiel al cómic. En cuanto a Ultron, el villano principal, que cuenta con la voz y los movimientos de un estupendo actor como James Spader, es una maravilla y de lo más amenazador.

Mención especial merece Jeremy Renner como Hawkeye, quién no solo vuelve a estar tan genial como en la primera, sino que aquí han hecho más justicia con él dándole el protagonismo que se merece e, incluso, nos dan una sorpresa con su vida privada.

Y, vamos, mención especial siempre merece Scarlett Johansson, que de nuevo vuelve a estar espléndida como la Viuda Negra; esta vez, mostrándonos su lado más vulnerable y romántico.

Desgraciadamente, ha sido uno de los personajes más afectados por el recorte de duración, ya que, aparte de que hay un montón de escenas suyas vistas en los tráilers que no aparecen en la película, su historia no está tan desarrollada como debería; especialmente, la subtrama referente a su pasado, limitada a unos rápidos flashbacks. Además, viendo esta película he tenido la sensación de que, después de ver como evoluciona su protagonismo a lo largo de las tres películas anteriores donde ha salido (Iron Man 2, Los Vengadores y Capitán América: El Soldado de Invierno), aquí se ha dado un paso atrás al respecto frente a lo mucho que se nos había prometido de que el personaje iba a tener mucho más protagonismo en esta película.

Aún así, tiene sus momentos para lucirse y, además, protagoniza la escena más emotiva de la película cuando le confiesa a Bruce Banner lo que le hicieron en la Sala Roja para convertirla en una asesina letal. No obstante, también protagoniza un momento un tanto absurdo.



Ojo que ahora vienen SPOILERS. Advertidos quedáis.



Después de ser capturada por Ultron, yo esperaba que hubiera una especie de duelo entre ella y el villano, parecido al que tuvo con Loki en la primera película. Ultron tiene total acceso a internet, por lo que está al corriente de su pasado como asesina sanguinaria –recordemos que, en El Soldado de Invierno ella, para desenmascarar a HYDRA, sacó a la luz todos los secretos de SHIELD, entre los que se incluía su pasado  –, por lo que esperaba que lo utilizara para intentar torturarla psicológicamente y ella, resistiendo sus ataques verbales, se enzarzara con él en un interesante, y épico, duelo de mentes.

Pero, al final, nada de nada. Su cara a cara con Ultron solo se limita a una simple conversación en la que él solo presume de su nuevo cuerpo de vibranium y, al final, el hecho de estar prisionera solo sirve para tenerla fuera de cuadro durante una buena parte de la película; algo que, como imaginaréis, me ha hecho tanta gracia como una competición de chistes entre Karlos Arguiñano y Cristina Pedroche.

Y, para rematar, luego tenemos que en la celda donde está encerrada hay un montón de aparatos que ella destripa y consigue construirse un aparato para enviar señales en morse con las que advertir a los demás Vengadores de donde se encuentra el escondite de Ultron. Hasta ahí, todo bien. El problema es que luego no la vemos intentando escapar de la celda. Con esos conocimientos de MacGyver de los que ha hecho gala, bien podría haber abierto, o haber intentado abrir, la puerta de la celda en la que está en lugar de quedarse sentada esperando a que vayan a rescatarla. Todo eso apesta a escena forzada para ver como "su chico" acude a su rescate, algo normal en las películas del siglo pasado, pero que en pleno siglo XXI y con un personaje como la Viuda Negra no se digiere nada bien. Entre esto y lo del merchandising, no me extraña que las feministas estén que trinen con esta película.





Fin de los SPOILERS. Ya podéis leer con tranquilidad.




Dejando esto a un lado, la relación que tiene con Bruce Banner está bastante bien. Es una relación surgida a raíz de que haya desaparecido el miedo –por parte de ella –y la desconfianza –por parte de él –que hubo en la primera película. Me gusta mucho la escena de cuando ella consigue calmarle cuando está convertido en Hulk.


Eso sí, esta relación es un poco chocante, ya que no recuerdo ninguna relación entre la Viuda Negra y Hulk en los cómics; el único sitio donde, hasta ahora, he visto algo entre la superespía y el gigante esmeralda ha sido, y lo digo en serio, en el porno –si, hablo de la famosa escena entre Chanel Preston y Jordan Lane en la versión X de Iron Man –. Y eso que en los cómics, la Viuda Negra ha tenido relaciones con muchos personajes del universo Marvel. Que se lo digan a Chris Evans y a Jeremy Renner, a los que les han llovido hostias por todos lados por bromear diciendo que es una zorra; una simple broma que dudo que ni tan siquiera haya ofendido a Scarlett, pero que los medios y los internautas han sacado de contexto hasta el punto de que los actores han tenido que pedir perdón públicamente.

Y es que estamos en una época en la que hay que tener cuidado con lo que se dice porque te la pueden liar bien liada. Como a Robert Downey Jr., al que están tachando de racista por utilizar la ironía para contestar a ese chulo y egocéntrico de Alejandro González Iñárritu cuando dijo que las películas de superhéroes son un genocidio cultural, insultando claramente a quienes les gustan estas películas –entre quienes me encuentro –.

Pero, bueno, dejemos esto a un lado. Sobre esta relación, no sé si Whedon la tenía planificada desde hace tiempo o es que no quiso continuar con la relación que había entre ella y el Capitán América en El Soldado de Invierno; porque había una historia entre ellos en esa película aunque los dos no llegaran a nada. A mí no me molesta este cambio, pero lo que no me gusta es que en esta película el capi se refiera a esa relación como un simple coqueteo. Porque, vamos, no lo era.

Resumiendo.

La película, como ya he dicho, no es mala. Está bien. Es una buena película y una buena adaptación de Los Vengadores. Sin embargo, le faltan como 20 o 30 minutos más de metraje que impiden que podamos disfrutar de la película en todo su esplendor y que la hacen bastante difícil de ver.


Me ha gustado, pero no me ha dejado esa enorme sensación de satisfacción que me dejó la primera; de hecho, ni tan siquiera me ha satisfecho de la misma forma que lo hicieron el año pasado Capitán América: El Soldado de Invierno y Guardianes de la Galaxia.

Es una pena que la segunda incursión de los Vengadores en el cine haya sido tan aparatosa. Pero, aún así, la película me ha gustado y espero que le vaya bien en la taquilla para beneficiar a este universo cinematográfico. Pero, vamos, mientras no le añadan a la película en metraje que le falta no será digna de estar entre la películas muy buenas.