25 de febrero de 2024

MADAME WEB (2024)

 

ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.















Bueno, finalmente he visto Madame Web, nueva película que forma parte de lo que se conoce como el Spider-Verse, un universo cinematográfico que Sony está haciendo con personajes relacionados con Spiderman, del cual poseen los derechos.

La historia comienza en Perú, en 1973, en medio de la selva amazónica, donde la embarazada Constance Webb (Kerry Bishé) busca una rara especia de araña. Pero, al encontrarla, su socio, Ezekiel Sims (Tahar Rahim), le dispara a ella y a los otros miembros de la expedición y roba la araña. Una extraña tribu indígena conocida como Las Arañas, la cual posee unas habilidades parecidas a las de las arañas, intenta salvar a Constance, pero no pueden evitar que muera, no sin antes dar a luz a su hija, Cassandra Webb.

Treinta años después, en 2003, Cassandra (Dakota Johnson) vive en Nueva York, donde trabaja como paramédico junto a su compañero, Ben Parker (Adam Scott), cuya cuñada, Mary Parker (Emma Roberts), se encuentra embarazada. Tras sufrir un accidente que la hace tener experiencia cercana a la muerte, Cassandra empieza a experimentar extraños fenómenos que en principio cree que se tratan de algún tipo de déjà vu hasta darse cuenta que de alguna manera puede moverse en el tiempo y ver el futuro.

Ezekiel, mientras, gracias a la araña que robó, ha adquirido superpoderes, además de haber prosperado mucho económicamente. Sin embargo, no para de ver su muerte en el futuro a manos de tres Spider-Women, lo que le lleva a buscarlas en el presente para asesinarlas antes de que adquieran sus poderes. Con ayuda de una hacker (Zosia Mamet) y tecnología robada a la NSA, logra averiguar que esas futuras mujeres araña son tres adolescentes, Julia Cornwall Carpenter (Sydney Sweeney), Anya Corazón (Isabela Merced) y Mattie Franklin (Celeste O'Connor). No duda en ir a por ellas para asesinarlas pero, por alguna razón, estas terminan en un mismo tres con Cassandra, quién tiene una visión de Ezekiel asesinándolas, lo que la lleva a tratar de protegerlas.

Esta es la cuarta película del Spider-Verse que nos llega y la primera de las tres que se estrenan este año. 




A la película no le está yendo nada bien. Está siendo un tremendo fracaso de taquilla, con 28 millones de dólares recaudados solo en EEUU y 26 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 54 millones de dólares que a penas se acercan a su presupuesto de 80 millones de dólares; eso sin contar otros gastos, como los de promoción, algo en lo que Sony acostumbra a excederse.

Además, está siendo pulverizada por crítica y público por igual, por lo que el fracaso es total.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Jamás había estado tan de acuerdo con las opiniones de la crítica y el público generalizado. Porque esta película se merece las pestes que están echando de ella por todos sitios; hasta diría que se quedan cortos.

Sony no para de lucirse con este Spider-Verse que se están cascando. Venom (Ruben Fleischer, 2018), era una película mediocre. Su secuela, Venom: Habrá Matanza (Andy Serkis, 2021), era un montón de mierda que hasta hacía quedar bien a su predecesora. Y Morbius (Daniel Espinosa, 2022), tres cuartos de lo mismo.

Pero, lo que han hecho con esta película no tiene nombre ni ningún tipo de perdón. Y no lo digo porque la película sea una mierda, que lo es, lo digo porque la película es también...


...UNA JODIDA ESTAFA


Porque es así, nos han estafado, como esos hijos de la gran puta que roban el dinero a la gente con estafas piramidales. Igual.

Por poner un ejemplo. Imaginaros si en Spiderman (Sam Raimi, 2002) solo viéramos a Tobey Maguire con el traje de superhéroe durante solo unos pocos segundos y toda la película fuera de él como Peter Parker recibiendo sus poderes y tratando de lidiar con ellos, pero en ningún momento le viéramos combatir el crimen con su icónico traje, el cual no han parado de mostrarnos en todas y cada una de las promociones de la película, dándonos una idea completamente equivocada de lo que el film en realidad es.

Pues eso es lo que nos han hecho con esta porquería de película, donde no hemos parado de ver en trailers, posters e imágenes promocionales a sus protagonistas enfundadas en sus trajes de Spider-Women, unos trajes muy molones y muy comiqueros, para que luego en la película solo las veamos con esos trajes y en plan superheroínas solamente unos segundos. 

Porque resulta que la parte en la que aparecen con los trajes es...


...UNA VISION DEL FUTURO


Eso es, la visión que tiene Ezekiel de su muerte y un corto plano al final -donde también vemos a Cassandra como Madame Web --es lo único que vamos a ver a las Spider-Women en esta película.

No sé los demás, pero a mi lo que me animaba a ver esta película eran, precisamente, las Spider-Women. Porque era eso lo que había ido a ver, una película de superheroínas arácnidas, no la historia de una paramédico que tiene que hacer de canguro de tres adolescentes, que eso es lo que parece esta película; de hecho, eso es lo que sería esta película si le quitamos al villano y las pocas escenas de acción que tiene.




Desde luego, yo he salido del cine con la sensación de que me han estafado. Y no me valen las excusas que van poniendo en las redes sociales los defensores de esta película -que los hay, por increíble que parezca -.

Que no me vengan con lo de que si esto es solo una película de orígenes, que es el punto de partida para algo más grande, que es algo diferente a lo que el cine de superhéroes nos tiene acostumbrados y bla, bla, bla... Ese no es el problema, son libres de hacer la película que quieran, como si quieren hacer una película experimental con las protagonistas leyendo El Quijote durante todo el metraje. Pero que luego no nos la traten de vender como algo que no es.

Pero, bueno, dejemos ya este tema porque, por desgracia, ese no es el único defecto de la película ¡Ojalá fuera ese el único problema! Pero no.

La película tiene varios defectos más, comenzando por el guion.

Un guion en el que han trabajado varias personas, incluida su director, S.J. Clarkson, o los guionistas de Morbius -eso explica muchas cosas -. Un guion lleno de situaciones tan ridículas y tan estúpidas que hasta dan vergüenza ajena. Parece que los guionistas escribían la primera gilipollez que se les pasaba por la cabeza, luego elegían las que más les gustaban y con esas formaban el guion.

El mejor ejemplo lo tenemos en la escena del restaurante, con la que hasta me llevé las manos a la cabeza y todo.

Vale que los adolescentes de hoy en día son bastante descerebrados y hacen muchas locuras, pero es que aquí tenemos tres adolescentes que parecen retrasadas mentales y cuesta creerse que el futuro van a ser superheroínas. Porque, sabiendo que las persigue un asesino sobrenatural, no se les ocurre nada mejor que ir a un restaurante lleno de gente, tontear con unos chicos y ponerse a bailar encima de una mesa como si estuvieran de despedida de soltera. Solo les faltaba grabarse con un móvil y subirlo a TikTok para que les quedara perfecto.

Pero, la cosa sigue. Porque tenemos a Cassandra que, aún estando buscada por asesinato y secuestro, la tía se puede marcar un viaje de ida y vuelta a Perú sin problemas o robar un taxi y pasearse con él por Nueva York como Pedro por su casa. Si, toma la precaución de quitarle las matrículas, porque todos sabemos que, tras la denuncia de un taxi robado, la policía no va a sospechar de un taxi sin matrículas conducido por una mujer cuya descripción encaja con la de una sospechosa buscada por asesinato.

Y su compañero, Ben, no se queda atrás. Le deja a él al cuidado de las adolescentes mientras ella se va a Perú, pero su cuñada se pone de parto antes de tiempo y a él no se le ocurre nada mejor que llevárselas al hospital también. Vamos a ver, son adolescentes, no niñas, por lo que podía dejarlas solas en la casa. Y si son tan gilipollas como para irse a otro restaurante a bailar sobre una mesa, es porque el destino -o Dios para los que seáis creyentes -quiere que mueran.

Por cierto, por si alguien no lo sabe aún, ese tal Ben es el Tío Ben Parker y su cuñada embarazada, interpretada por la sobrina de Julia Roberts, es Mary Parker, por lo que el niño que vemos nacer es el mismísimo Peter Parker, cuyo nacimiento vemos en esta película. No sé si esto es porque al final van a introducir a Spiderman en el Spider-Verse pero, la verdad, que me importa bien poco, porque a saber que Spiderman son capaces de hacernos Sony; y no me valen Tobey Maguire o Tom Holland como ejemplo, porque el primero es obra de Sam Raimi y el otro es obra de Marvel Studios.

Volviendo al guion, pues nada, una sucesión de tonterías a cada cual más ridícula. Encima, dejando cosas sin aclarar, como el tema del villano.




Sabemos quién es y su naturaleza. De hecho, no es un mal villano y, además, con el traje que le ponen aquí, nos dan una idea de lo que podría suponer que alguien como Spiderman fuese un villano y no un justiciero. El problema es que a penas nos cuenta nada sobre él.

Sabemos que la araña que robó le dio poderes y eso le hizo ser un hombre rico y poderoso, pero a penas sabemos más. No sabemos si tiene una empresa o si dirige una organización criminal o algo. Es alguien que está dispuesto a asesinar para conseguir, pero sin saber cuales son sus objetivos. Encima, cuando muere al final, no sabemos que ocurre con todo lo que posee o si las autoridades descubren que lo que es o que tiene tecnología robada a la NSA en su casa. Seguramente, la hacker que trabaja para él, interpretada por la hija de David Mamet, se encargará de borrar todas las huellas, pero esto es algo que debían habernos mostrado, aunque fuera un poco.

Sobre el reparto, no voy a decir mucho, tan solo decir que esto ha sido un desperdicio de buenas actrices que podrían haber dado mucho más de sí si el conjunto que las rodea no apestara tanto.

Bueno, vamos resumiendo ya.

La película es una puñetera mierda y una jodida estafa.

Si esto fuera una comedia dramática sobre una paramédico y tres adolescentes o un anuncio largo de Pepsi -porque ojo la publicidad descarada que hacen aquí de Pepsi -, pues la cosa estaría bien, pero no lo es, es una película de superhéroes -bueno, más bien, de superheroínas -que parece de todo menos una lo que es, pero nos han hecho creer que si lo es para llevarnos al cine engañados.

Desde luego, no sé como a los de Sony no se les cae la cara de vergüenza. Y todavía nos tienen preparadas para este año la de Kaven el Animalista y la tercera de Venom, por si no hemos tenido ya suficiente.