22 de diciembre de 2022

AVATAR: EL SENTIDO DEL AGUA (2022)

 

ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si lo hace de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.












Ya he visto la primera secuela de Avatar (2009), la cual James Cameron nos trae después de 13 años y que es el comienzo de una larga saga; aunque, podría quedarse en la tercera si esta segunda no hace los números esperados.

Pero, vayamos por partes.

La historia se sitúa más de una década después de que los Na'vi expulsaran a los humanos del planeta Pandora. Jake Sully (Sam Worthington) es ahora el jefe de los Omaticaya y él y Neytiri (Zoe Saldana) han formado una familia con tres hijos biológicos y dos hijos adoptados. Una es Kiri (Sigourney Weaver), una Na'vi adolescente que nació del avatar de la Doctora Grace Augustine sin saberse muy bien como ocurrió aquello. El otro es Spider (Jack Champion), un niño humano que no pudo ser llevado a la Tierra y que es hijo del Coronel Miles Quaritch (Stephen Lang), jefe de seguridad de la RDA que murió combatiendo contra Jake y Neytiri.

Su vida es pacífica hasta que los humanos regresan, esta vez, para quedarse, ya que la Tierra se está muriendo y quieren colonizar Pandora. Jake lidera una guerra de guerrillas contra los humanos, pero estos traen Reconvinantes, avatares que funcionan con recuerdos de soldados de la RDA muertos, siendo uno de ellos Quaritch, quién busca venganza contra Jake. Estos logran capturar a los hijos de Jake y Neytiri, quienes logran rescatarlos a todos menos a Spider, que Quaritch reconoce como su hijo y pretende atraerlo a su bando y que le enseñe todo lo que necesita saber sobre los Omaticaya. Conscientes del peligro que esto supone para ellos y sus hijos, deciden abandonar el clan y trasladarse al océano, buscando refugio en un clan del arrecife liderado por Tonowan (Cliff Curtis) y su esposa, Ronal (Kate Winslet).

Ya antes de que se estrenara la primera película, Cameron tenía pensado hacer más secuelas. Al principio, solo iban a ser tres películas, pero luego el número fue aumentando.

Cameron ha pasado todos estos años mejorando la tecnología para que este film superase visualmente a su predecesora. Aunque, tampoco ha querido cometer el error de esta, donde nos ofreció un guion muy flojo, y ha creado para todas las secuelas un equipo de guionistas formado por Josh Friedman, Amanda Silver & Rick Jaffa y Shane Salerno, siendo Silver y Jaffa con quienes Cameron ha escrito el guion final de esta primera secuela.




Después de muchos retrasos, la película se ha estrenado finalmente el pasado viernes. Aunque, unos meses antes, decidieron reestrenar la primera película con algunas mejoras y una escena post-créditos que era en una escena de esta película a modo de avance. Lo más cachondo es que mucha gente se creyó que iban a ver en realidad esta secuela en lugar de la primera y, cuando se dieron cuenta en la sala de cine, pidieron que se les devolviera el dinero. Así va el mundo con gente como esa en él.

En lo que respecta a sus resultados, la película ha hecho una muy buena taquilla, aunque por muy debajo de lo esperado, recaudando en su primer fin de semana 134 millones de dólares en EEUU y 307 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 441 millones de dólares. Cifras que han subido estos días y la película lleva ya recaudados 168 millones solo en EEUU y 387 millones en el resto del mundo, haciendo un toral de 555 millones de dólares.

Aún así no son cifras suficientes para una película tan grande como esta, con un presupuesto situado entre 350 y 460 millones de dólares. El propio Cameron afirma que la película tiene que ser la tercera o la cuarta película más taquillera de la historia para ser rentable.

Por otro lado, la película está teniendo muy buenas críticas y la mayor parte del público tiene muy buena opinión de ella.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Yo tengo una opinión de la primera película muy similar a la que tiene la mayoría. Visualmente, era impresionante, pero el guion, escrito por el propio Cameron en solitario, era flojo de narices. Yo no le perdono los guiones flojos a Guillermo del Toro, mucho menos se los voy a perdonar a James Cameron. Luego estaba la historia, que era prácticamente un remake de Pocahontas (Mike Gabriel y Eric Goldberg, 1995); curiosamente, Cameron escribió el primer borrador del guion en 1995, el mismo año que esa película.

En cuanto a esta secuela, debo decir que es mejor que la primera, pero también debo decir que me ha gustado menos que esta.

Me explico.

Esta secuela es mejor que la primera porque la supera en la mayoría de sus aspecto; sobre todo, en el aspecto técnico y visual. Se nota una gran mejoría en los efectos especiales, el diseño de producción y, sobre todo, en las 3D. Siguen siendo necesarias las gafas para verla -se rumoreaba que habían creado una tecnología donde no eran necesarias -pero, mientras la primera, cuando la veías en 3D, era como ver la película en persona desde un palco o una grada, aquí ya te meten directamente en la película. Además, el escenario oceánico también mejora las cosas, ya que Cameron es un enamorado del océano.




Las escenas de acción también han mejorado, siendo más espectaculares y más brutales que las de la primera; especialmente, la parte final en el barco.

También tenemos nuevas armas y vehículos por el lado de los humanos, como unos robots cangrejo que están muy bien o un exoesqueleto que también mola mucho; aunque me ha recordado bastante a la película Elysium (Neill Blomkamp, 2013).

También hay una mejoría en lo que al guion respecta, se nota bastante la mano de Amanda Silver y Rick Jaffa ayudando a Cameron. El guion sigue sin ser una maravilla, pero está más trabajado que el de la primera película y hay un mejor desarrollo de personajes.

Y, en cuanto a las interpretaciones, tanto las digitales como las físicas, están a la altura. Los que repiten de la primera hacen un buen trabajo, al igual como los que debutan en la saga; especialmente, una estupenda Kate Winslet, que vuelve a trabajar con Cameron después de Titanic (1997).

Todo esto está muy bien ¿Cuál es el problema?

Pues que se han cumplido mis mayores temores: Cameron nos ha dado...


...MÁS DE LO MISMO PASADO POR AGUA


Así es. Cameron ha cambiado de escenario, el bosque de la primera por el océano, solo para contarnos, prácticamente, la misma historia. Puede que el guion esté más trabajado y haya un mejor desarrollo de personajes, pero de que sirve eso si vuelven a contarnos otra vez lo mismo. De hecho, este es el guion que debía haber tenido la primera; Cameron llega con 13 años de retraso.

James Cameron es el mismo que dirigió la sensacional Aliens: El Regreso (1986), la primera secuela de Alien, el Octavo Pasajero (Ridley Scott, 1979), donde pudo haber hecho un clónico del primer film pero, en lugar de eso, optó por hacer algo totalmente diferente. A ese Cameron parece que lo hemos perdido ya.

Porque aquí volvemos otra vez a lo de tener que convivir en un clan, otra vez a tener que adaptarse a sus costumbres, otra vez tener que aprender a montar sobre bichos, otra vez a tener que juntarse con gente que te quiere echar a patadas... Yo es que me aburría una barbaridad en esa parte. Ya era cansino en la primera, pero allí se soportaba más porque era la primera vez, aquí es que tenemos que pasar por ello otra vez; y lo de que ahora no sea solo Jake Sully y sea toda la familia no me vale como excusa.

Y luego, otra vez los humanos como malos, destrozándolo todo, cargándose todo lo que se tienen que cargar hasta que a los Na'vi y salen a darse de hostias con ellos en una espectacular batalla final. Todo para que Cameron vuelva a meternos su mensaje ecologista; ahora metiendo también lo de la caza de ballenas de por medio.




Que, por cierto, lo de la amistad del hijo de Sully con la ballena, mejor no hablo. Por ahí van diciendo que han cambiado Pocahontas por Liberad a Willy y me parece que tienen razón. Aunque, luego, la ballena protagoniza uno de los mejores momentos del film, que es cuando se enfrenta contra el barco ballenero, haciendo un gran homenaje a Tiburón (Steven Spielberg, 1975).

Que ya da gusto ver que Cameron también homenajea películas de otros directores, porque el tipo no para de autohomenajearse a lo largo de toda la película, porque no hay una sola película suya que no tenga homenaje en esta película.

En fin.

No sé que nos ofrecerá Cameron en Avatar 3, que llegará en diciembre de 2024, pero más vale que nos de algo nuevo, porque si no esta saga va a empezar a apestar. Porque este tipo es capaz de llevar a los protagonistas a otro lugar -un entorno nevado esta vez o un entorno montañoso o llevarlos al espacio, como pensaba hacer en la secuela original -, que se encuentren con otro clan Na'vi al que querer entrar y otra vez volver a repetir la jugada, metiéndonos al espectador en un gran bucle.

Y mira que tiene opciones para ofrecernos algo distinto. Por ejemplo, una guerra entre clanes Na'vi que obligue a los protagonistas a formar una alianza incómoda con los humanos. O que los protagonistas se adentren más en Pandora y descubran algún secreto, como una civilización perdida o algo así. O que los que invadan Pandora no sean esta vez humanos, sino otra raza alienígena. Hay muchas posibilidades.

Y, desde luego, a ver como explica como fue concebida Kiri porque, como resulte que fue concebida por las fuerzas místicas de Pandora y el avatar de Sigourney Weaver resulte ser una especia de Virgen María, me voy a cabrear.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Avatar: El Sentido del Agua es una buena película, merece el aprobado y una puntuación extra por su impresionante despliegue visual. Y, como secuela, es superior a la primera objetiva y cinematográficamente hablando.

Sin embargo, como ya he dicho antes, aunque sea superior, no se disfruta tanto como la primera al contarnos prácticamente, la misma historia. Tan solo se disfruta en la parte del principio -especialmente, con la parte de la guerra de guerrillas, donde estaba de verdad la película -y la parte final con la batalla y las escenas de acción. Todo lo demás, pues para echar una siesta.








28 de octubre de 2022

BLACK ADAM (2022)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.














El pasado viernes se estrenó finalmente Black Adam, una película de DC que ha tardado muchos años en ver la luz y cuyo recorrido ha sido bastante curioso.

Black Adam no es un superhéroes, sino un villano y es conocido, principalmente, por ser el archienemigo de Shazam. De hecho, estaba previsto que fuera el villano principal de la película de este superhéroe anteriormente conocido como Capitán Marvel.

Al igual que esta película, la película de Shazam, que llegó a los cines en 2019 bajo la dirección de David F. Sandberg y con Zachary Levi y Asher Angel como principales protagonistas, también tardó muchos años en ver la luz. New Line Cinema comenzó a desarrollarla por el año 2000, pero no comenzó a tomar fuerza hasta 2007, cuando se anunció que Dwayne Johnson era elegido para dar vida a Black Adam como villano principal.

Durante los años siguientes, Johnson fue el único miembro del reparto confirmado y siempre estaba hablando con entusiasmo del proyecto en las redes sociales, llegando a parecer que él era el protagonista de la película.

Finalmente, los ejecutivos de Warner Bros. vieron que era un desperdicio tener a una superestrella como Johnson como villano en una película así, en 2017, con Shazam! ya incluida dentro del universo cinematográfico de DC, se reunieron con Johnson y acordaron sacarle de la película y darle un proyecto propio con Black Adam como protagonista principal en plan anti-héroe.




Así surgió la película que nos ocupa, la cual nos llega cinco años después bajo la dirección del español Jaume Collet-Serra y con la presencia también de la Sociedad de la Justicia de América -la JSA si juntamos sus siglas en inglés -; además de una sorpresa en los créditos finales que luego ya no fue tan sorpresa debido a las filtraciones.

En taquilla le están yendo las cosas muy bien, recaudando 140 millones de dólares en todo el mundo en su primer fin de semana y, a día de hoy, lleva ya recaudados 152 millones de dólares con una recaudación muy igualada en EEUU y el resto del mundo, habiendo recaudado en ambas 76 millones de dólares.

Lo que no está tan igualado son las opiniones de crítica y público. Mientras que la crítica la está vapuleando, la opinión mayoritaria del público es mucho más entusiasta.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Personalmente hablando, la película me ha gustado mucho. He disfrutado mucho viéndola, tengo ganas de verla más veces y, cuando salga a la venta, lo más seguro es que me la compre.

Objetivamente hablando, debo decir que no estamos ante una gran película y, mucho menos, una obra maestra. La película es buena, pero nada del otro mundo. Desde luego, está muy lejos de estar a la altura de películas brillantes como Man of Steel (Zack Snyder, 2013), Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017) o Aquaman (James Wan, 2018), pero tampoco es una decepción, como Wonder Woman 1984 (Patty Jenkins, 2020), ni un bodrio infumable, como Birds of Prey (Cathy Yan, 2020). Si estaría a la altura de películas como la ya nombrada Shazam! o The Suicide Squad (James Gunn, 2021).

Es una película correcta que cumple en sus dos principales objetivos, que son entretener y presentar al personaje de Black Adam en plan anti-héroe para el universo cinematográfico de DC, el ahora conocido como DC Universe (DCU) en esta nueva etapa con Warner Bros. Discovery.

Yo, desde luego, no comparto que la película esté teniendo esas críticas tan nefastas. Para mi es una película que merece el aprobado; y no solo con un 5 raspado. Di tuviera que puntuarla le pondría un 6´5 o puede que una nota más cercana al 7, aunque sin llegar al 7.

Visualmente, la película es alucinante, con un muy logrado diseño de producción y unos correctos efectos especiales; además de unas muy buenas escenas de acción. Todo ello servido por la eficaz dirección de Jaume Collet-Serra, que hace un muy buen trabajo en este film.

La otra cara de la moneda es el guion. Puede que no sea del todo malo ni inexistente, pero está claro que el guion no es el fuerte de esta película pese a tener a tres guionistas acreditados. Se trata de un guion correcto que cumple en los objetivos antes nombrados, entretener y presentarnos al personaje de Black Adam.

Porque la presentación de este personaje me ha parecido bastante acertada y me ha gustado como han ido revelando detalles de sus orígenes a lo largo de la película. La otra cara de la moneda es la presentación de la JSA, la cual se ha quedado a medias. 

El grupo en si me ha gustado; deberían haber incluido algún que otro miembro más, pero para su presentación, está bien. El problema es que, mientras los personajes de Hawkman y Doctor Fate han tenido un tiempo aceptable en pantalla, los personajes de Cyclone y Atom Smasher los he encontrado algo desaprovechados.




Este sería uno de los puntos decepcionantes de la película, que tiene unos cuantos. Otro de ellos es el villano principal, el cual deja algo que desear pese al buen trabajo del actor. Cuando se convierte en Sabbac en el tramo final de la película mejora bastante; aunque, lo estropea algo su diseño, el cual no está del todo acertado.

Otra cosa que he encontrado decepcionante es que no se haya desarrollado el tema de cuando se critica que la JSA intervenga en Khandaq, un país que, tras siglos sufriendo invasiones, se encuentra bajo el dominio de los mercenarios de Intergang mientras la comunidad internacional mira para otro lado -algo que, desgraciadamente, ocurre mucho en el mundo real -. No estoy pidiendo que hagan una película política o panfletaria, pero si podrían haber hecho algo de denuncia social, como si hizo The Suicide Squad.

Hablando del Escuadrón Suicida, la película cuenta con una breve aparición de Viola Davis como Amanda Waller. Esto es algo que ya se sabía, pero ha sorprendido la aparición también de Jannifer Holland repitiendo el papel de Emilia Harcourt, que interpretó en The Suicide Squad y la serie Pacemaker. También hay pequeña aparición de Djimon Hounsou como Wizard, el cual volverá a interpretar en la secuela de Shazam! el año que viene.

No obstante, la aparición que más está dando que hablar es, sin duda, la que se produce en la escena de los créditos finales, como ya he dicho antes, el regreso de Henry Cavill como Superman. Una breve aparición que el propio Cavill ya ha confirmado que solo es una pequeña muestra de lo que está por venir en virtud a su regreso al universo DC.

Y esto es algo que le debemos a Dwayne Johnson, que es quién se empeñó en introducir a Cavill como Superman en la película y, durante años, ha estado luchando para que esto se produzca mientras ha estado siempre en contacto con Cavill, ya que ambos comparten agente. Johnson siempre se encontró con la firme oposición de los directivos de Warner y DC, especialmente, Walter Hamada, quién hasta hace poco fue el jefe de DC Films. Sin embargo, con la llegada de Warner Bros. Discovery, Johnson no dudó en pasar por encima de Hamada y acudir a los nuevos CEOs de Warner, Michael De Luca y Pamela Abdy, que si dieron el visto bueno.

En cuanto al reparto, Dwayne Johnson cumple dando vida a Black Adam. Ya he dicho muchas veces que este actor no es solo una gran masa de músculos, sino un tipo de lo más carismático y en esta película lo demuestra con creces.

Sarah Shahi está muy bien en el papel de Adrianna Tomaz que, a pesar de lo que digan algunos críticos, no es un simple adorno y su personaje tiene algo de peso en la película. Puede que no la veamos convertirse en Isis, pero pienso que hubiera sido algo precipitado hacerlo en la primera película.

Pese a lo desaprovechado de su personaje, Marwan Kenzari hace un buen trabajo como Ishmael Gregor.

Y, en cuanto a los miembros de la JSA, Pierce Brosnan como Doctor Fate, Aldis Hodge como Hawkman, Quintessa Swindell como Cyclone y Noah Centineo como Atom Smasher, todos hacen una buen trabajo interpretativo independientemente de como hayan sido aprovechados sus respectivos personajes.




Bueno, vamos terminando ya.

Sin ser nada del otro mundo, Black Adam es una buena que se disfruta bastante y presenta de forma aceptable al personaje en el nuevo universo cinematográfico de DC, del que esta película será su originaria, según dijeron en la Comic-Con de San Diego.

Desde luego, para mi esta película no ha sido ninguna decepción, como si lo ha sido Thor: Love and Thunder.

Por cierto, si hacen una nueva película de Tomb Raider, deberían darle la dirección a Jaume Collet-Serra. La parte del comienzo en la que Adrianna Tomaz busca la Corona de Sabbac y da con la tumba de Black Adam me recordó más a los videojuegos de Tomb Raider que la película de 2018.







14 de agosto de 2022

PREY (2022)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS. Quién no haya visto aún la película, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.








Cuando Disney compró la Fox, se hizo con varias franquicias, entre ellas, las de Alien y Predator. Dos sagas cuyas últimas entregas, Alien: Covenant (Ridley Scott, 2017) y The Predator (Shane Black, 2018), dejaron mucho -pero mucho, mucho, mucho... -que desear.

La gran pregunta es -bueno, más bien era -que iba a hacer Disney con ellas. 

De Alien sabemos que se está preparando una serie de Tv con Noah Hawley, creador de series tan celebradas como Legion o Fargo, al frente. También se habló de una película con el director Fede Alvarez (Evid Dead, No Respires), pero no se ha sabido nada más al respecto.

No obstante, lo primero que hemos tenido ha sido una nueva película de la saga Predator. Un film que se anunció por sorpresa con el director Dan Trachtenberg, quién estaba trabajando en la historia junto a Patrick Aison, quién se ha encargado de escribir el guion. 

Con el tiempo sabríamos que la película iba a ser una precuela ambientada en la Norteamérica del siglo XVIII y su protagonista iba a ser una india comanche, por lo que estábamos ante la primera película de la saga con una fémina de protagonista.





Finalmente, la película se estrenó el pasado viernes directamente en streaming. Algo que se anunció desde el primer día, ya que aquí no ha ocurrido como con Black Widow (Cate Shortland, 2021), película destinada a cines que Disney terminó estrenando de forma simultánea con Disney + por puro capricho, ganándose una buena demanda por parte de Scarlett Johansson.

Esta película ya estaba destinada desde el principio a verse en streaming. En EEUU lo ha hecho a través de Hulu, plataforma perteneciente a Disney que emite contenido adulto, mientras que en el resto del mundo lo ha hecho a través de Disney + a través de Star, el apartado de la plataforma donde se encuentra ubicado el contenido adulto de esta.

Y, sobre como le está yendo, a la primera película de la saga Predator que se ha hecho bajo el paraguas de Disney las cosas le están yendo muy bien; mejor que lo esperado.

En el tema económico se desconoce cuando dinero está haciendo, ya que, en lo que a streaming se refiere, no se suelen dar cifras, pero se dice que ha sido el mejor estreno que ha tenido la plataforma Hulu; la cual, recordemos, también emitirá la comentada serie de AlienPor otro lado, la película está recibiendo excelentes críticas y está siendo alabada por la mayoría del público.

Incluso dos intérpretes de la película original, Jesse Ventura y Bill Duke, que dieron vida a Blain y a Mac respectivamente, están elogiando la película.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Antes de ponerme con la película, me voy a poner un poco con la saga. 

La primera entrega y la película que lo comenzó todo, Depredador (John McTiernan, 1987), es un auténtico películón que yo ya debo haber visto miles de veces y no me canso nunca de verla. Y, desde luego, ninguna de sus secuelas ha llegado a estar a su altura.

Su primera secuela, Depredador 2 (Stephen Hopkins, 1990) me parece una buena película y una secuela más que digna que, además, tenía el acierto de que trasladaba la historia a una jungla diferente. Un Los Ángeles de finales de los 90 donde las bandas y los narcotraficantes se han hecho más fuertes y han convertido la ciudad en una zona de guerra. Sin embargo, en comparación con sus predecesora, queda muy por debajo, ya que está muy lejos de la maestría de esta.

Después tuvimos el primer crossover con la saga hermana, Alien vs Predator (Paul VS Anderson, 2004), película muy defenestrada, pero que a mi me parece una buena para pasar el rato. En cambio, su secuela, Aliens vs Predator: Requiem (Colin Strause y Greg Strause, 2007), es bastante mala y, hasta la fecha de hoy, sigue siendo para mi lo peor que se ha hecho con el Predator y con Alien.

Luego llegó Predators (Nimród Antal, 2010), producida por Robert Rodriguez y surgida de un proyecto de tercera entrega que el director de Abierto hasta el Amanecer desarrolló en los años 90. A mi esta película me gusta, pero bien es cierto que funciona mejor en la primera parte que en la segunda, donde la película se desinfla bastante y termina al final quedando un resultado bastante irregular.

Y termino con la ya mencionada The Predator (2018), película en la que había puestas muchas esperanzas, ya que la dirigida Shane Black, un viejo conocido de la saga, ya que participó como actor en la película original dando vida a Hawkins, el primer personaje que veíamos morir a manos del Predator en la pantalla. Sin embargo, la película resultó ser una tremenda decepción que perdía la oportunidad de haber llevado la saga a otro nivel. No es una película mala del todo, pero para mi es la peor de las películas del Predator en solitario y, de no existir Aliens vs Predator: Requiem, sería también la peor de todas las películas contando los crossovers.

En cuanto a esta película que nos ocupa, tuve mis dudas, no lo voy a negar. Sin embargo, tenía bastante fe en ella gracias, principalmente, a su director, quién había dirigido antes la película 10 Cloverfield Lane (2016), una de las películas con las que J.J. Abrams trató de ampliar el universo que estaba creando a raíz de la película Monstruoso (Matt Reeves, 2008).




A diferencia de la espantosa The Cloverfield Paradox (Julius Onah, 2018), 10 Cloverfield Lane si es una buena película y demuestra que Dan Trachtenberg es muy buen director, ya que una película de ese tipo, donde la trama se desarrollaba casi enteramente en un mismo escenario con un reducido número de personaje, no es fácil de hacer. Es necesario realizar un muy buen trabajo de guion y dirección de actores para que la película no se caiga por su propio peso y Trachtenberg lo logró porque es un director muy bueno.

Otra cosa que me interesaba de la película es que tenía una protagonista femenina y ya sabéis que es algo que me gusta a mi mucho. Lo malo es que esto está generando polémica por toda esta tontería que hay hoy en día de la inclusión forzada, lo que está haciendo que, por un lado, la película esté siendo atacada por los neardentales que escriben desde sus cavernas y, por el otro, los progres quieran convertir la película en un panfleto feminista.

Parece que han olvidado que lo de tener una protagonista femenina no es algo nuevo en esta saga. Ya en Alien vs Predator tuvimos a Sanaa Lathan de protagonista y en The Predator tuvimos -aunque algo desaprovechada, eso si -a Olivia Munn. Y no nos olvidemos de la saga hermana, Alien, con la Teniente Ripley.

Vamos, que esta película no ha descubierto la pólvora por tener una fémina de protagonista como para que se esté montando tanta tontería a su alrededor. Pero, vamos, son los tiempos en los que nos está tocando vivir donde hay que politizarlo todo por narices.

Bueno, dejando de lado toda esta tontería, paso a decir lo que me ha parecido la película. Y es que la película a mi me...


...HA ENCANTADO


La película me ha gustado mucho, he disfrutado mucho viéndola y me apetece verla más veces; de hecho, ya me la he visto dos veces. 

Algunos colocan esta película, incluso, por encima de la original. Yo no, para mi la película de 1987 sigue siendo insuperable. Sin embargo, si me atrevo a decir que es la que más se le acerca; incluso por encima de Depredador 2 -y mira que me gusta a mi mucho Depredador 2 -.

Tal y como esperaba, Dan Trachtenberg ha hecho un excelente trabajo, creando una película muy diferente a lo visto hasta ahora, con identidad propia, pero no olvidándose de la saga a la que pertenece, a la que le hacen algunas referencias. Como cuando el hermano de la protagonista dice la famosa frase de Dutch en la película original: Si sangra, podemos matarlo. O el origen que le dan a la pistola de la época que le entregaban a Mike Harrigan al final de Depredador 2.

Un origen, por cierto, muy diferente al que daban en un cómic que, visto lo visto, deja de ser canon.

La película está muy bien dirigida, con unas escenas de acción de lo más brutales, con mucha violencia y mucha sangre, para los que decían que ahora con Disney se iba a terminar la violencia en la saga. Nada más lejos de la realidad, ya que la película tiene muchas sangre y, sobre todo, mucho gore -más, incluso, que en las últimas películas de la saga -, con un decapitaciones y desmembramientos cada dos por tres.




Los efectos especiales están bastante logrados, al igual que el diseño de producción, con una muy lograda ambientación de la época en la que se desarrolla el film. Que, por cierto, esta nueva ambientación es otra de las causas de otra de las polémicas absurdas que se ha montado en torno a este film, ya que muchos se quejan de que unos comanches, con armas rústicas de la época, puedan hacer frente a un predator tecnológicamente avanzado. Parece que se han olvidado de como se enfrentó Dutch al predator en la parte final de la película original.

Sobre el diseño del nuevo predator, pues me ha gustado bastante. para empezar, me ha gustado que tenga un diseño diferente a los vistos hasta ahora- También me ha gustado que, aunque siga siendo tecnológicamente más avanzado que los humanos, tenga un aspecto más primitivo.

En cuanto a la protagonista, Amber Midthunder, pues hace un muy buen trabajo, lleva muy bien sobre sus hombros el peso del protagonismo y, sobre todo, se desenvuelve muy bien en las escenas de acción. 

Sobre el personaje, a los que van diciendo por ahí que como le dejan hacer lo que quiera en una sociedad como la Comanche, donde las mujeres eran un cero a la izquierda, no sé que película han visto. Si la protagonista puede salir de caza es porque su hermano, que es la cabeza de familia tras la muerte de su padre, se lo permite, pero siempre tratando de alejarla del peligro. Además, hay una escena donde otros comanches tratan de llevársela a la fuerza de vuelta a la tribu, incluso utilizando la violencia contra ella.

Así que no, la película no traiciona las costumbres Comanches en favor del feminismo como van diciendo por ahí. Además, aunque la película tenga cierto mensaje feminista, no deja que el feminismo se apodere de la historia y se aleja mucho del maniqueo feminazi.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Prey es una película muy buena que demuestra que se puede lograr una película de Predator casi a la altura de la original sin necesidad de copiar a esta. Además de que amplía más el universo de la saga y abre un interesante abanico de posibilidades para continuarla.

Lo que más lamento es que no podamos ver esta película en cines porque, desde luego, vale mucho la pena. Vale que era una película ya desde el principio destinada al streaming pero, aún así, es una pena.