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2 de junio de 2022

TOP GUN: MAVERICK (2022)

 

ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.










El Capitán Pete "Maverick" Mitchell (Tom Cruise) es ahora un veterano piloto de la Marina estadounidense y toda una leyenda de la aviación que ha evitado el ascenso en su carrera militar para continuar volando. También sigue siendo muy indisciplinado y trayendo de cabeza a sus oficiales superiores. Como el Almirante Chester "Hammer" Cain (Ed Harris), quién quiere cerrar el proyecto de vuelo supersónico en el que trabaja y cambiarlo por un programa de drones. Cuando un vuelo temerario de Maverick lleva a la destrucción del avión supersónico que estaban probando, Hammer está a punto de castigarlo por insubordinación pero, en esos momentos, Maverick es requerido para regresar a Top Gun, esta vez, como instructor.

Esto se ha hecho a instancias de su antiguo rival y ahora amigo, Tom "Iceman" Kazansky (Val Kilmer), que ahora es el Comandante de la Flota del Pacífico. La misión de Maverick es adiestrar en tiempo récord a un grupo de pilotos de élite, todos graduados en Top Gun, para una peligrosa y mortal misión de destruir una planta de uranio en un país hostil cuya ubicación hace que tengan emplearse aviones F-18 en lugar de aviones más modernos, como los F-35. Esta misión se convertirá en algo más personal para Maverick cuando entre los pilotos que debe adiestrar se encuentra Bradley "Rooster" Bradshaw (Miles Teller), el hijo de su fallecido amigo, Nick "Goose" Bradshaw.

Top Gun (Tony Scott, 1986), conocida en España con el subtítulo de Ídolos del Aire, fue la película que terminó de encumbrar a Tom Cruise como estrella de Hollywood. Un gran éxito de taquilla y todo un fenómeno sociológico en su día que ahora es un pequeño clásico del cine de los 80.

Ahora, nos llega su secuela 36 años después. Aunque, la película llega con dos años de retraso, ya que es una de las películas que debió haberse estrenado en 2020, pero fue retrasada por la pandemia. De hecho, Paramount Pictures estuvo sopesando la idea de estrenar la película en su plataforma de streaming, Paramount+, pero esto se evitó, principalmente, por el empeño de Cruise, alguien que aún continúa reivindicando los estrenos cinematográficos, como bien dejó claro en el festival de Cannes, donde llegó en helicóptero para promocionar esta película.

Finalmente, la película se estrenó el pasado viernes en EEUU y está siendo todo un éxito, siendo el mejor estreno de Cruise a lo largo de su carrera. A día de hoy, su recaudación en EEUU asciende a 176 millones de dólares a los que hay que sumar 145 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 321 millones de dólares. 




Además, tanto la crítica como el público la están elogiando. Para muchos es, incluso, mejor que la primera.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

A mi la película me HA ENCANTADO. He disfrutado una barbaridad viéndola, tengo muchas ganas de verla de nuevo y, desde luego, coincido plenamente con los que dicen que es superior a la primera, porque así es.

Personalmente, la primera es una película que me encanta y, como ya he mencionado antes, es una película mítica que causó un gran impacto en su día -se dice que aumentó el número de gente que se alistó en la Marina a causa de la película -. Sin embargo, objetivamente hablando, tampoco era nada del otro jueves. Es una buena película, pero solo eso.

Esta, en cambio, es una muy buena película, con mucha nostalgia y homenajes a su predecesora, pero que, afortunadamente, no se queda solo en eso, siendo también una película con identidad propia.

El guion es bastante más sólido. Son varios los guionistas que pasaron por este film, pero la última reescritura fue a cargo de Christopher McQuarrie, un estrecho colaborador de Cruise como guionista y director de las últimas películas de la saga Misión Imposible, y su mano se nota mucho en el resultado final, con un gran desarrollo de personajes, un notable equilibrio entre los momentos dramáticos y los momentos de acción y, sobre todo, un ritmo que nunca decae.

Todo ello ayudado muy bien por la eficiente dirección de Joseph Kosinski, que aquí reemplaza al fallecido Tony Scott y, aunque considero que este nuevo director no está a su altura, si ha conseguido que no se le eche de menos.

Las escenas de combate aéreo están mucho más logradas que en su predecesora -cuyas escenas también eran muy buenas -y no, precisamente, por las nuevas técnicas de ahora. Cruise no quiso utilizar mucho el CGI con este film y se empeñó en que los actores se subieran a los aviones. 

Cuando vemos a los intérpretes en pleno vuelo dentro de la cabina del avión, es completamente real, no hay ninguna pantalla verde detrás ni nada de eso. Con esto, a parte de lograr un mayor realismo en las escenas de vuelo, también se logró una mejor interpretación, ya que los intérpretes experimentaban lo mismo que experimentan los pilotos en pleno vuelo.




Es absolutamente genial ver esas escenas de vuelo, tanto en los entrenamientos, como en la batalla final, donde se hace un claro homenaje a Star Wars, ya que la misión recuerda claramente a la destrucción de la Estrella de la Muerte en el tramo final de La Guerra de las Galaxias (George Lucas, 1977).

Aquí, la batalla final es más espectacular y densa que en la primera, donde hasta introducen un momento de derribo tras las líneas enemigas que está bastante bien y que da paso a volver a ver a Maverick montado en un F-14, al avión clásico de la primera entrega, justificándolo muy bien.

En cuanto al reparto. 

Tom Cruise vuelve a estar excelente como Maverick, aquí convertido en un piloto veterano y dándole al personaje un tono crepuscular como una vieja gloria que se resiste a desaparecer pese a que su fin es algo inevitable. Esto queda muy bien cuando se despide del personaje de Ed Harris -que también hace un excelente trabajo pese a su corta aparición al principio -, cuando este le dice que el fin es inevitable y que él y los demás pilotos van directos a la extinción, a lo que Maverick le responde: "Puede que así sea. Pero hoy no".

Miles Teller no es santo de mi devoción, pero aquí hace un trabajo excelente como el hijo de Goose, del que es, prácticamente, un vivo retrato, no tratándose solo de una mera imitación. Y no solo porque se deje bigote y lleve camisas hawaianas, también su personalidad, su forma de andar o de hablar son todo un calco de Goose. Hasta en la escena homenaje en la que canta Great Balls of Fire de Jerry Lee Lewis frente al piano el tipo lo clava.

Además, ha sido un gran acierto que el motivo de la tensión entre Rooster y Maverick no sea porque el primero culpa al segundo de la muerte de su padre; de hecho, el que se culpa, y mucho, es el propio Maverick.

Jennifer Connelly, a parte de bellísima, también es una excelente actriz y en la película hace un excelente trabajo. Además, la relación amorosa que su personaje tiene con Maverick me ha gustado mucho más que la relación con KellyMcGillis en la primera. Porque, sinceramente, y sin desmerecer a McGillis -que estuvo fantástica en el primer film -, yo siempre he visto esa relación amorosa muy fuera de lugar en la película de 1986, como si la hubieran metido con calzador para ocultar el verdadero propósito de la película -si alguien no sabe de lo que estoy hablando, que busque el vídeo de Quentin Tarantino y que él se lo explique -. Encima, el éxito del tema de la banda sonora Take My Breath Away, de Belin, hizo que se le dieran más escenas a este romance, lastrando un poco la película.




Aquí, en cambio, la relación entre Maverick y el personaje de Jennifer Connelly dura lo que tiene que durar, le dan la importancia que le tienen que dar y no lastra para nada la película.

Jon Hamm hace también un excelente trabajo, aunque se echan de menos algunas escenas más de él en la película.

No me olvido de Monica Barbaro, que está fantástica dando vida a la Teniente Natasha "Phoenix" Trace y no es solo una mera excusa para introducir mujeres piloto en la película.

Y, bueno, aquí tenemos el regreso de Val Kilmer como Iceman. Su aparición se limita solo a una escena, pero es sin duda una de las mejores escenas del film y de lo más emotiva. Además, el actor perdió la capacidad de hablar a causa del un cáncer de garganta y su personaje en la película sufre ese mismo mal, comunicándose al principio a través de un ordenador. Sin embargo, al final llegamos a escucharle hablar.

Esto se debe a que, en 2021, Kilmer se asoció con Sonantic para crear una inteligencia artificial que hablara por él. El actor le proporcionó a la empresa muchas horas de material de archivo con su voz y, utilizando algoritmos, crearon una IA que lograba hablar con la voz del actor y esta IA fue utilizada en la película, logrando un resultado magistral.

Bueno, vamos resumiendo más. 

Top Gun: Maverick es una muy buena película y una secuela que supera a su predecesora, pero que también la homenajea y le hace mucha justicia. Una película hecha tanto para los que adoramos la primera película como para los que nunca vieron la primera -aunque, yo a estos últimos les aconsejaría que la vieran -.

Desde luego, para mi es ya una de las mejores películas del año.








27 de junio de 2014

AL FILO DEL MAÑANA (2014)


















¿Qué ocurriría si juntásemos Starship Troopers (Paul Verhoeven, 1997), Battle: Los Angeles (Jonathan Liebesman, 2011) y Atrapado en el Tiempo (Harold Ramis, 1993)? Pues que tendríamos una película como la que ahora nos ocupa.

En un futuro cercano, la Tierra es atacada por unos extraterrestres conocidos como Mimics, los cuales han invadido ya casi toda Europa y amenazan con extenderse por todo el mundo. Para contenerlos los gobiernos del mundo han creado un gran ejército formado por soldados de distintos países y se preparan para lanzar un gran contraataque parecido al famoso desembarco de Normandía. En medio de todo esto, el mayor Bill Cage (Tom Cruise), un oficial sin experiencia en combate dedicado a las relaciones públicas, es requerido por el general Brigham (Brendan Gleeson), para retransmitir el ataque en directo. Pero Cage, a quién le horroriza estar cerca del combate, se niega y extorsiona a Brigham para evitarlo. Cuando cree que ha conseguido su objetivo, el general ordena que lo arresten y Cage es reducido y dejado inconsciente.

Después de esto despierta en una base incomunicada y es puesto bajo el mando del sargento Farell (Bill Paxton), un oficial muy duro. A Farell se le ha comunicado que Cage es un desertor que finge ser un oficial para huir del combate, por lo que no duda en colocarlo en la compañía más peligrosa. Ya en pleno combate, Cage ve que el ataque es un desastre e intenta huir, pero Farell lo obliga a combatir y, durante el enfrentamiento, entra en contacto con uno de los extraterrestres y muere. Entonces, despierta de nuevo el día que es llevado a la base y puesto a merced de Farell, viéndose obligado a repetir todo y morir de nuevo. Cuando la historia vuelve a repetirse, se da cuenta de que ha entrado en una especie de bucle en el que, cada vez que muere, vuelve a repetirlo todo. De esta forma, tratará de avisar de que el ataque será un fracaso, pero nadie le cree. Tan solo encontrará la ayuda de Rita Vrataski (Emily Blunt), una letal guerrera que es toda una celebridad ante el gran número de alienígenas que ha matado. Rita le cuenta que ella también tuvo el don que él tiene ahora y le propone ayudarla a destruir a Omega, el líder de los extraterrestres y acabar de una vez con la guerra.


Al Filo del Mañana es la adaptación de All You Need Is Kill, una novela ligera escrita por el japonés Hiroshi Sakurazaka y que luego fue adaptada en manga y anime antes de ser llevada al cine en la película que ahora nos ocupa. No obstante, no sé cuanto de la novela ha quedado en este film, ya que la historia ha sufrido muchos cambios ante las continuas reescrituras que ha sufrido el guión; un guión por el que han pasado un sinfín de guionistas.

Con un presupuesto de 178 millones de dólares, la película a día de hoy solo lleva recaudados 79 millones en EEUU, una recaudación bastante pobre para una película como esta. Afortunadamente, como suele ocurrir mucho últimamente, salva los muebles con la taquilla internacional, donde lleva recaudados 218 millones que hacen que su recaudación global sea ya de 297 millones de dólares. Además, el público la está recibiendo de forma aceptable y la crítica no se está portando mal.

¿Y que pienso yo?

Antes de empezar, quiero dejar claro que no he leído la novela, así que no puedo juzgarla como adaptación. Tan solo puedo juzgarla como película.

Y como película afirmo que me ha gustado bastante; aunque tampoco me ha parecido nada del otro mundo.

Es una película en la que la brillantez brilla por su ausencia, donde apenas hay cosas destacables y que no será muy recordada a lo largo de los años. Sin embargo, es un film de lo más correcto, muy bien hecho y que se deja ver sin problemas.

Como ya he dicho, la película está muy bien hecha. La dirección de Doug Liman está de lo más lograda, con un ritmo trepidante que nunca decae y unas escenas de acción bastante espectaculares. Los efectos especiales cumplen y el diseño de producción está de lo más trabajado.

Sin embargo, vuelvo a lo dicho antes. Todo está muy logrado, pero no resulta brillante. Las escenas de acción, como ya he dicho, están muy bien filmadas y son muy espectaculares, pero tampoco digamos que destacan mucho. Son escenas del montón, de las que te encuentras en cualquier película de acción. No ocurre como, por ejemplo, en Capitán América: El Soldado de Invierno, donde las escenas de acción eran de lo más prodigiosas y formidables, haciendo que saltaras de la butaca o abrieras la boca de asombro en cualquier momento. Todo lo contrario, aquí las escenas de acción están bien, pero resultan bastante insípidas y dejan con cierta indiferencia.



Lo mismo ocurre con los efectos especiales y el diseño de producción, que por muy logrados que estén, da en todo momento la sensación de que sus responsables se han limitado a hacer sus trabajo sin tan siquiera esforzarse un poco en intentar sorprendernos.

En cuanto al guión, tres cuartos de lo mismo.

El guión está bien. No es ninguna maravilla y está poco pulido, pero cumple bien su cometido y está bien estructurado, consiguiendo que la historia no se estanque en ningún momento y, sobre todo, logrando que en ningún momento se noten las muchas reescrituras que sufrió. Además, tiene buenos diálogos y, encima, lo sazonas con buenos momentos de humor; sobre todo humor negro, como cuando Rita mata a Cage sin pestañear para reiniciarlo todo cuando este resulta herido.

Lo que más me rechina es su final, el cual no está mal del todo, pero me parece un final de lo más complaciente.




Lo siguiente contiene SPOILERS, así que los que no habéis visto la película aún absteneos de leerlo o hacedlo bajo vuestra total responsabilidad.





Al final de la película, cuando destruyen al Omega, Cage absorbe parte de su sangre y esto le hace retroceder una última vez en el tiempo, esta vez mas atrás, llegando hasta poco antes de su entrevista con Brigham. Solo que esta vez todo ha cambiado, los Mimics han sido destruidos y la guerra se ha terminado. Puesto que aún no se ha visto con el general, Cage conserva su rango y va a ver a Rita que, al igual que las otras veces, no recuerda quién es, a lo que él responde con una sonrisa.

La película termina así, aunque no cuesta imaginarse lo que pasará a continuación. Cage utilizará su rango para acercarse a ella y. utilizando también todo lo que sabe de ella, la irá enamorando poco a poco y al final los dos serán felices y comerán perdices.

Vamos, un final muy complaciente que no me extrañaría nada que haya sido impuesto por el estudio.

Yo hubiera preferido más que al final los dos hubieran muerto sacrificándose para destruir al Omega y terminando con la guerra –que es lo que ocurre hasta que dan ese giro del que he hablado antes –y que lo que hayan hecho llegue a oídos de todo el mundo, convirtiéndose los dos en héroes póstumos.

Así, junto al gran cartel de Rita pondrían también uno de Cage, los dos bajo un rótulo que dijera “Los héroes del Louvre” o algo así.  Y que, luego, la película terminase con el personaje de Bill Paxton mirando los carteles con orgullo mientras dice: “Y pensar que no tenía ninguna fe en ese chico…”.

Ese sí que hubiera sido un buen final. Pero, en fin, este es pasable.





Fin de los SPOILERS. Ya podéis leer con tranquilidad.




El trabajo de los actores es, sin duda, de lo mejor.

Tom Cruise está muy bien en su papel, al que se le podría considerar una mezcla entre un jugador y el protagonista de un videjojuego. Además, me gusta mucho verle sacrificar su imagen de héroe presentándose como un cobarde que termina convertido en héroe porque no le queda más remedio.

Emily Blunt está fantástica y, además, tiene muy buena química con Cruise. Además, se desenvuelve muy bien en las escenas de acción y mola mucho ver que, de la pareja protagonista, ella es la más dura de los dos.


Bill Paxton está excelente. Sobre todo, cuando su personaje no para de putear a Cage. Me encanta cuando, durante la primera batalla, Cage intenta huir y él le vuelve a llevar a la línea de combate mientras irónicamente le dice que se está equivocando de camino; me entraron una ganas de reír tremendas.

Brendan Gleeson sale muy poco pero, aún así, hace un buen trabajo.

En definitiva, la película está bien. Aunque no sea gran cosa, está muy bien hecha y hace pasar un muy buen rato, disfrutándose muy bien desde que empieza hasta que termina.

A mí me ha gustado y, de hecho, la he encontrado bastante mejor que Oblivion (Joseph Kosinski, 2013), aquella otra película de ciencia ficción protagonizada por Tom Cruise que pasó sin pena ni gloria y donde la química con la protagonista femenina (Olga Kurylenko) era prácticamente nula.

Una película muy recomendable, aunque solo sea para pasar el rato.









15 de julio de 2012

STEALTH: LA AMENAZA INVISIBLE (2005)








Uno de los mayores desastres cinematográficos de los últimos años. Nunca crítica y público estuvieron tan de acuerdo como en este despropósito que trata de mezclar ciencia ficción y cine bélico.

Bastantes ganas le tenía yo a esta película.

Es el año 2016. Los tenientes Ben Gannon (Josh Lucas), Kara Wade (Jessica Biel) y Henry Purcell (Jamie Foxx) forman un comando especial de pilotos de la marina estadounidense comandado por el capitán George Cummings (Sam Shepard) dedicado a neutralizar amenazas terroristas y que se encarga de pilotar los aviones mas modernos. A estos se les une EDI, un prototipo de avión no tripulado dotado de inteligencia artifical que podría ser el futuro de la aviación. Tras una misión en Rangún, donde EDI actúa con éxito en la eliminación de tres líderes terroristas causando el menor número de daños colaterales, durante el regreso, EDI es impactado por un rayo y, aunque al principio no parece haber sufrido daños, al final termina fuera de control y se vuelve contra sus compañeros, convirtiéndose en una amenaza.

Tras los éxitos de A Todo Gas (2001) y xXx (2002), Rob Cohen dirigió está película cuya historia él mismo había ideado –aunque no aparece acreditado como tal –con un amplio respaldo económico por parte de Columbia Pictures, quién tenía plena confianza en el director tras sus existosos precedentes.

No obstante, la jugada les salió mal cuando la película fue un enorme fracaso de taquilla. Con un presupuesto de 135 millones de dólares, tan solo recaudó 32 millones en EEUU y 44 millones mas en el resto del mundo, haciendo un total de ¡76 millones de dólares!

Así como lo oís, con un presupuesto de 135 millones de dólares, la película no fue capaz ni de recaudar mas de 100 millones en todo el mundo. A parte de esto, la crítica la pulverizó completamente, lo mismo que el público; la mayoría de la gente que cometió el error de verla en los cines salió echando pestes de ella.

Y es que no me extraña, porque la película es una PUÑETERA MIERDA.

Comenzando por su guión, el cual cuesta creer que haya sido escrito por W. D. Richter, guionista de La Invasión de los Ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978), Drácula (John Badham, 1979) o Golpe en la Pequeña China (John Carpenter, 1986). Un guión propio de una de esas películas de serie B o Z que van directamente a las estanterías de los videoclubs, en serio. La clásica historia del hombre contra la máquina aquí es tratada de forma cutre en una especie de mezcla entre 2001: Una Odisea del Espacio y Top Gun que no para de hacer aguas por todas partes y que luego tratan de darle una vuelta de tuerca, haciendo que la máquina tenga sentimientos y se vuelva buena, de una forma muy poco creíble. Encima, meten por medio una subtrama de corrupción político-militar que se queda en nada y una historia de amor entre los personajes de Biel y Lucas que no hay por donde cogerla.

Luego tenemos que la trama empieza bien, pero en seguida se desploma y la película se hace terriblemente aburrida, no sirviendo ni como entretenimiento.

Lo efectos especiales no están mal, pero también podrían haberlos hecho mejor. El diseño de producción, en cambio, es una completa basura. El diseño de los aviones futuristas es terriblemente malo; unos trastos que solo pegarían en un entorno muy, pero que muy, futurista. Pero no, aquí nos los ponen junto a aviones de verdad en un portaaviones de verdad, haciendo que la mezcla quede de lo mas cutre.

Después está que, aunque Rob Cohen tiene muy buena mano para dirigir cine de acción, la mayoría de las escenas de acción de este film son bastante malas, están mal rodadas y peor coordinadas, sin dar en ningún momento la sensación trepidante y vertiginosa que una película así necesita. Tan solo una o dos se salvan de la quema, pero tampoco son gran cosa.

Y sobre los actores, esto si me da rabia.

En la película tenemos a la bella y estupenda Jessica Biel –a quién el mono de piloto le sienta muy bien, por cierto –y al genial, y oscarizado –ese mismo año ganó un oscar por Ray (Taylor Hackford, 2004) –, Jamie Foxx, los cuales son terriblemente desaprovechados. Él muriendo a mitad de la película en una escena ridícula y de lo mas forzada y a ella haciendo que pase de chica de acción a damisela en apuros en cuestión de segundos.

Todo esto para que el nefasto protagonista se luzca en todo momento. Porque Josh Lucas como protagonista es todo un error. Este tipo, a parte de no ser muy buen actor, no vale para llevar el protagonismo de una película; y aquí lo demuestra con creces.

Luego tenemos a Sam Shepard, Joe Morton y Richard Roxburgh –que no interpreta a ningún villano, para variar –, quienes hacen un buen trabajo, pero sus personajes a penas resultan relevantes a pesar de su importancia en la trama.

Resumiendo.

Una película mala, nefasta y bochornosa que no vale ni para pasar el rato; además de que es un completo desperdicio de dinero. Las películas como esta cuestan cuatro duros, tienen actores desconocidos y van directamente a las estanterías de los videoclubs, no se hacen superproducciones que superan los 100 millones de dólares y se estrenan en los cines para dejar las salas vacías.

Porque si a mi me dan un guión como el de esta película, ni de coña invierto 135 millones en él –si los tuviera, claro –porque en seguida sabría que no los iba a recuperar por muchos éxitos que haya tenido el que la va a dirigir.

Un jodido desastre, se mire por donde se mire. No hay excusas en el mundo que justifiquen que se haya hecho una mierda como esta.





21 de marzo de 2011

BATTLE : LOS ANGELES (2011)








Ya he visto Battle: Los Angeles, película que se estrenó en EEUU el pasado 11 de marzo y a España llegará el próximo 1 de abril bajo el título de Invasión a la Tierra –de nuevo se han roto los cuernos para ponerle título en español cuando el título original, ya de pos si, está bastante bien –. 

Es una película que esperaba con ansias. Su temática, las invasiones extraterrestres –un subgénero de la ciencia ficción que, por mucho que digan que ya está acabado, aún sigue dando bastante juego –, es algo que me interesa mucho. Además, la premisa argumental era bastante interesante y los trailers e imágenes que han estado saliendo estos últimos meses eran de lo mas espectacular.

Sin embargo, también la esperaba con cierta desconfianza, ya que aún pesaba mucho la enorme decepción que supuso Skyline (Colin Strause y Greg Strause, 2010), cuyos trailers también nos prometían una película espectacular e impresionante y, al final, resultó ser un montón de mierda.
Esa era la gran duda que tenía con respecto a este film. Si sería la espectacular película que nos prometían o, por el contrario, sería la gran decepción que nos colaron los hermanos Strause. Quienes, por cierto, participaron en los efectos especiales de este film y, de hecho, tuvieron recientemente un conflicto legal con su estudio, Sony Pictures, quienes les acusaban de haber robado material de su película para utilizarlo en Skyline. Por lo visto, ellos no dijeron que estaban haciendo su propia película sobre invasiones extraterrestres cuando fueron contratados y, al parecer, metieron al enemigo en casa.


Bueno, volviendo al film, debo decir que aquí, afortunadamente, si se cumplen las expectativas
Vayamos por partes.

La película trata de como la Tierra es atacada por una feroz raza alienígena que inicia un gran ataque a escala mundial en varias ciudades del mundo que se convierten en campos de batalla. En Los Ángeles, un comando de marines enviado en una misión en busca de supervivientes se ve rodeado por los extraterrestres en medio de una terrible batalla de la que les será muy difícil salir con vida. El sargento de ese comando (Aaron Eckhart), una sargento técnico de las fuerzas aéreas (Michelle Rodriguez) y una veterinaria (Bridget Moynahan) se convertirán en la clave, no solo para salir con vida del asedio extraterrestre, sino de como conseguir derrotar a esos bichos.
Empezaré diciendo que esta película no engaña a nadie. Como ya he dicho, no ocurre lo mismo que con Skyline, donde nos vendieron unos trailers realmente impresionantes en donde, practicamente, se exponía lo poco de espectacularidad que tenía el film. Aquí no ocurre lo mismo. De hecho, podría decir que los trailers se quedan, incluso, cortos, ya que la película es, incluso mucho mas espectacular aún.


El film es totalmente brutal. Hay unas escenas de batallas dignas de películas como Black Hawk Derribado (Ridley Scott, 2001) e, incluso, Salvar al Soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998), rodadas con un ritmo frenético, estilo corresponsal de guerra –con la cámara al hombro moviéndose mucho –que las hacen mas impresionantes aún y todo con una violencia y crudeza impresionante. Escenas como la de la autopista o la impresionante batalla final son una auténtica pasada. Quién vaya a ver este film buscando, solamente, acción por un tubo, no va a salir nada defraudado. Palabra.

A todo ello le unimos un diseño de producción excelente, con una apocalíptica ciudad de Los Ángeles convertida en un campo de batalla, con sus calles en ruinas llenas de cadáveres, y unos extraterrestres, y sus naves, muy logrados. También los efectos especiales son muy buenos y no están nada de mas en un film como este.

Aunque, la película no es solo acción y efectos especiales. Tiene un guión, obra de Christopher Bertolini (La Hija del General), que no es ninguna maravilla, todo hay que decirlo, pero es eficaz y cumple bien su cometido. La acción no tarda en arrancar y sabe rellenar bien los tiempos muertos entre batalla y batalla. Tan solo falla en algunos diálogos pero, por lo demás, el guión es bastante acertado. Lo mismo que su reparto, donde todos sus interpretes hacen un buen trabajo; tanto los protagonistas y caras conocidas del reparto (Eckhart, Rodriguez y Moynahan), como sus secundarios y desconocidos.


No son interpretaciones dignas de oscar pero, a nivel interpretativo, la película está bastante acertada. Además, la dirección de actores es bastante buena.

El film está dirigido por Jonathan Liebesman, un director bastante eficaz. Sus anteriores películas –En la Oscuridad (2003), La Matanza de Texas: El Origen (2006) o la independiente The Killing Room (2009) –, aunque no son para tirar muchos cohetes, están bien dirigidas y bastante logradas, demostrando que es alguien eficiente que sabe dirigir. Y aquí, sin duda, ha hecho su mejor trabajo.
Antes de terminar, hay otro tema que quiero tratar.

El film tiene muchas críticas negativas basadas mas en su ideología política que en sus méritos cinematográficos, recalcando que se trate de una película de heroicos soldados USA salvando al mundo. Lo mismo sucedió en su día con Independence Day (Roland Emmerich, 1996) y películas similares. Y, vamos, razón tienen en parte, porque es una película totalmente patriótica y no me extrañaría nada que el ejército americano la utilice para levantar la moral de sus tropas en Afganistán o cualquier otro sitio que les de por invadir.

Pero, vuelvo a decir lo que he dicho antes. Esta película no engaña a nadie. Es una película que es lo que es y se ha vendido como tal. Todo el que vaya a verla sabe de antemano lo que se va a encontrar: marines americanos luchando heroicamente para defender su país –aunque la amenaza sea a nivel mundial –. La gente que tenga bien claras sus ideas políticas seguro que no las cambiarán si ven este film. Y a los que pasen de política, como yo, todo esto se la va a traer floja.

Seguro que muchos de los que critican esta película por patriótica y militaristas son esos que, en 2003, saltaron como perros rabiosos por la guerra de Irak y, ahora, con la guerra de Libia -que es una guerra, por mucho que esa perra de Trinidad Jiménez diga que no -, se esconden como ratas porque mandan los suyos. Como ya he dicho, esta película no engaña a nadie. Es una película totalmente sincera y la sinceridad es algo que valoro mucho; mas que la hipocresía y la doble moral, que es de lo que hacen gala todos estos borregos que van de progres y luego no tienen ni puta idea ni de donde está la izquierda.


Resumiendo.

Una película muy buena, que da todo lo que promete y no defrauda nada. A todo el que le supuso una gran decepción Skyline, que aquí esté tranquilo, porque no nos encontramos ante otra estafa. Aquí hay un director, un guionista, unos actores y un equipo mucho mas competentes; además de un presupuesto mucho mayor –70 millones de dólares –, por lo que no nos encontramos con otro film de serie B camuflado de superproducción. Por cierto, a la película le está yendo bien. En su segunda semana, lleva ya 60 millones de dólares solo en la taquilla americana y unos ingresos brutos de 77 millones de dólares.

No se si será verdad que los Strause robaron material de este film para su Skyline. Pero da igual, porque esa bazofia que hicieron no le llega ni a la suela de los zapatos a esta estupenda película.


Totalmente recomendable.