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25 de marzo de 2012

EL PLANETA DE LOS SIMIOS (2001)






Diez años antes de que la franquicia simiesca fuera resucitada, y reiniciada, con la estupenda El Origen del Planeta de los Simios (Rupert Wyatt, 2011), Tim Burton lo intentó con un remake que, aunque logró un gran éxito de taquilla, se ha convertido en una mancha en su curriculum.

La película comienza en el año 2029. Leo Davidson (Mark Wahlberg) trabaja en una estación espacial entrenando simios para que estos piloten naves espaciales. Cuando uno de los simios, el chimpancé Pericles, se pierde en una tormenta eléctrica, Leo desobedece las órdenes y coge una nave para rescatarle, pero termina por atravesar la tormenta él también y acaba viajando en el tiempo, al año 3008, estrellándose en un planeta dominado por simios parlantes que tratan a los humanos como esclavos.

Él es capturado y esclavizado por estos simios, pero no tarda en escapar junto con otros humanos; entre ellos, la bella Daena (Estella Warrer). Ari (Helena Bonham Carter), una chimpancé idealista que lucha por la liberación de los humanos, les ayuda en la huida. Perseguidos por el sádico general Thade (Tim Roth), y el lugarteniente de este, el gorila Attar (Michael Clarke Duncan), Leo, Daena, Ari y los demás tratarán de llegar hasta las ruinas de CALIMA, un lugar sagrado, y prohibido también, para los simios, donde se dice que fue el origen de su civilización. Una vez allí, Leo tendrá una terrible revelación.

El proyecto de un remake de la magistral El Planeta de los Simios (Franklin J. Schaffner, 1968) era un proyecto que venía desde el año 1988 y pasó por las manos de multitud de directores (James Cameron, Oliver Stone, Sam Raimi, Peter Jackson...) y actores (Arnold Schwarzenegger, Tom Cruise, Charlie Sheen...) hasta que vio la luz con Tim Burton como director y Mark Wahlberg de protagonista.

Como ya he dicho, la película fue un gran éxito de taquilla. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, la película recaudó 180 millones solo en EEUU y 182 millones mas en el resto del mundo, haciendo un total de 362 millones de dólares.

Sin embargo, a pesar de su éxito financiero, la película recibió un aluvión de malas críticas, tanto de los críticos, como de la mayor parte del público y, sobre todo, los fans de la película original. Incluso la mayoría de los fans de Tim Burton la desprecian; de hecho, hasta el propio Burton reniega de ella.

La película fue tan machacada que, a pesar de su gran éxito financiero, la Fox no se atrevió a seguir adelante a la secuela que tenían preparada. Secuela que Burton se negó a dirigir, alegando que prefería estar muerto antes que volver a dirigir una película de simios, lo cual hizo que tampoco los actores quisieran repetir si no estaba Burton al frente.

¿Es tan mala esta película?

Como ya sabéis, yo no me dejo llevar por la opinión general que se tienen de las películas y analizo las películas según mi mas humilde opinión, sin tener en cuenta las demás; bueno, si las tengo en cuenta, pero no me dejo influenciar por ellas.

Según mi opinión, esta película es bastante mediocre, aunque no me parece mala del todo y creo que se la machacó en exceso.

El caso es que yo vi esta película en su día y tenía mucha fe en ella. La dirigía Tim Burton y los trailers e imágenes que había visto pintaban muy bien. Llegué a creer que hasta podría superar la película original. Todas mis expectativas se vinieron abajo cuando la vi, saliendo del cine con una gran frialdad, como de que había visto una película que no es mala, pero que no cumple las expectativas y resulta bastante mejorable.

Técnica y visualmente, la película es genial. Los efectos especiales son muy buenos y el diseño de producción está muy logrado. Aunque, lo que mas destaca es el maquillaje del gran Rick Baker, que crea unos simios espectaculares y de lo mas reales, llegando a hacerte creer que son simios auténticos. Si no hubiera tenido que competir con la primera entrega de El Señor de los Anillos, la película hubiera ganado sin duda el oscar al mejor maquillaje; categoría que el propio Baker inventó con la magnífica Un Hombre Lobo Americano en Londres (1981).

A nivel interpretativo, la película no está mal; aunque tampoco bien del todo. Los actores lo hacen generalmente bien, pero sus interpretaciones son frías y, en algunos casos –como el de Tim Roth –, están algo pasadas de rosca. Aunque esto no es culpa de los actores, sino de una dirección de actores bastande deficiente.

La película está bien dirigida, pero Burton está bastante ausente. De hecho, no parece que estés en una película suya hasta bien entrado el metraje y, aún así, tampoco se le nota mucho.

Lo peor de la película, sin duda, es el guión. La trama resulta de lo mas simplona y se queda a medias en todo. El ritmo no para de decaer y, en su parte central, la película se hace bastante aburrida. Sus diálogos son de los mas artificiales y, además, meten de por medio escenas cómicas que terminan siendo ridículas; como lo del mono con el acordeón que tiene un niño humano para recoger las monedas que le dan los transeuntes o la partida de cartas donde uno de los simios hace trampa con cartas escondidas en las mangas... de los píes.

Aunque, lo que mas me llama la atención es que aquí intentan ser algo mas fieles a la novela de Pierre Boulle en la que se basan este film y la película de 1968. Por ejemplo, aquí el protagonista llega a otro planeta y no a la Tierra y proviene del futuro y no del siglo XX. Además, al final el protagonista logra abandonar el planeta –aunque aquí no se lleva con él a la chica, la bellísima Estella Warrer; algo imperdonable –y llegar a la Tierra para encontrársela también gobernada por simios. Aunque este final es mas desquiciante, ya que en él aparece una estatua del general Thade en lugar del monumento a Abraham Lincoln en Whasington (DC) –¿como narices llegó allí? –.

Lo que me llama la atención es el por qué, esta vez, no fueron mas fieles y crearon el mundo de los simios como lo refleja la novela, donde los simios son totalmente civilizados, habitan grandes ciudades y visten con ropas como las nuestras. En la original no pudieron hacerlo por falta de medios, pero aquí si podrían haberlo hecho. En lugar de ello, se limitan a parecerse mas a la película original, a la que le hacen varios guiños, como los cameos de Charlton Heston –que aquí interpreta al padre de Thade –o Linda Harrison o el parecido que tienen las ruinas de CALIMA con la Estatua de la Libertad medio enterrada.

Ese es el gran problema de la película, podrían habernos ofrecido una versión mas fiel a la gran novela de Boulle, pero se limitaron a intentar repetir la película original; un completo error.

Resumiendo.

Como ya he dicho, la película no es mala del todo. Se deja ver y, aunque resulte aburrida en su parte central, el comienzo y el final –con esa espectacular batalla entre humanos y simios –resultan mas entretenidos.

Pero, vamos, es un film muy menor que ni de lejos llega a la maestría de la gran película de 1968, de la novela de Boulle, ni de la posterior El Origen del Planeta de los Simios, la cual le da mil vueltas.


Una película muy decepcionante, aunque no sea el gran bodrio que dicen que es.





25 de febrero de 2012

BATMAN FOREVER (1995)















Tres años después de Batman Vuelve (1992), llegó a los cines la esperada tercera entrega de Batman; y lo hizo con varios cambios. Aquí había nuevo director, el hombre murciélago tenía un nuevo rostro, había un nuevo estilo y hasta la banda sonora cambiaba.


¿Resultado? Un enorme éxito de taquilla, pero un enorme bajón con respecto a la calidad de la saga y el inicio del declive de esta.

Aún así, debo decir que esta película no me desagrada del todo. Puede que esté entre las peores películas de Batman que se han hecho pero, aún así, no la encuentro del todo mala, mas bien, regulera. Además, si la comparamos con su nefasta hermana pequeña, diríamos que hasta mejora. Pero, bueno, de todo esto hablaré mas adelante.



La película comienza con Batman (Val Kilmer) enfrentándose a un nuevo enemigo. Se trata de Dos Caras (Tommy Lee Jones), que es como se hace llamar ahora Harvey Dent, el antiguo fiscal de Gotham City ahora convertido en un criminal y líder de una peligrosa banda que le ha declarado la guerra al hombre murciélago, ya que le acusa de ser el responsable de que la mitad de su cara se desfigurara a causa de un ataque con ácido durante un juicio contra el líder mafioso Salvatore Maroni. Esto le hace tenderle trampas en cada uno de sus golpes que Batman sortea con éxito. Su obsesión por matar a Batman lleva a Dos Caras a secuestrar un circo lleno de gente y colocar una bomba que estallará matando a todos los presentes si Batman no se entrega. Una familia de trapecistas consigue sacar la bomba de allí antes de que explote, pero estos son asesinados después por Dos Caras, que mata a todos menos al hijo pequeño, Dick Grayson (Chris O´Donnell). Batman se siente culpable por lo sucedido, por lo que, como Bruce Wayne, decide acoger al chico bajo su tutela; pero el joven solo desea vengarse.

Por su parte, Edward Nygma (Jim Carrey), un científico que trabaja en Industrias Wayne, está sacando adelante en secreto con un proyecto consistente en crear una Tv en 3D a base de controlar las ondas cerebrales y que el propio Bruce Wayne había rechazado. No obstante, un error en el desarrollo hace que el invento de Nygma se convierta en una poderosa arma capaz de hacerle mas inteligente a base de robar la inteligencia a otros, algo que puede llevarle a controlar todas las mentes de la ciudad; y puede que del mundo. Necesitado de dinero para sacar adelante su megalómano proyecto, adopta la identidad de Enigma y se alía con Dos Caras, a quién le promete la cabeza de Batman si le ayuda. Batman, por su parte, empieza a replantearse el seguir siendo un superheroe a la vez que no desea que el joven Dick siga sus pasos y de querer sacar adelante una relación amorosa que mantiene con la bella psiquiatra Chase Meridian (Nicole Kidman).

En un principio, estaba previsto que fuera Tim Burton quién dirigiera esta tercera entrega. No obstante, aunque Batman Vuelve fue un éxito de taquilla, muchos la encontraron demasiado oscura. Entre ellos la Warner, que consideraba que esto fue la razón de que la película tuviera un éxito muy inferior al de su predecesora, Batman (1989). Fue por ello por lo que, esta vez, decidieron relegarle a productor y buscar un nuevo director, siendo elegido Joel Schumacher. Este, en un principio, quería hacer una precuela inspirada en el cómic Batman: Año Uno, de Frank Miller, pero el estudio no quería una precuela, sino continuar la historia hacia delante y seguir con la idea que tenía Burton, con Batman enfrentándose a Enigma y al regreso de Catwoman; aunque, finalmente, esta fue desechada del guión y reemplazada por Dos Caras.

Este cambio en la dirección sirvió de excusa a Michael Keaton para no repetir como Batman. El actor ya estaba cansado del personaje y de ver como secundarios de lujo le quitaban el protagonismo. Así que, excusándose con lo de Burton, se negó a ponerse el traje de Batman por tercera vez a pesar de lo 15 millones de dólares que la Warner le ofrecía. Fueron varios los actores que se tantearon para el papel (Ralph Fiennes, Daniel Day-Lewis, Johnny Depp...) hasta que Val Kilmer resultó ser el gran elegido.



Otro papel muy codiciado fue el de Robin, quién hacía aquí su primera aparición. Cabe decir que en Batman Vuelve estaba también prevista la participación de este personaje, incluso aparecía en los primeros borradores del guión, pero fue desechado y sería en este film donde le veríamos por primera vez. Leonardo DiCaprio y Marlon Wayans –si, pudieron haber metido un Robin negro en la película –fueron dos firmes candidatos junto a Chris O´Donnell, quién terminó haciéndose con el papel.

La película fue todo un éxito. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, hizo 184 millones solo en EEUU y 152 millones en el resto de países, logrando una recaudación mundial de 336 millones de dólares; cifra que superó a los 266 millones de Batman Vuelve. Por otro lado, la crítica la recibió con opiniones muy enfrentadas. Algunos la criticaban duramente mientras otros la adoraban afirmando que Schumacher le había dado un nuevo aire a la saga.

Por su parte, los fans de Batman –al menos, la mayoría de ellos –considera esta película un insulto, tanto para el personaje, como para los cómics en general.

Yo fui a ver esta película en su día al cine y recuerdo que flipé bastante viéndola. Tenía 15 años, era algo mas mayor, pero mi cerebro de adolescente hacía que aún me impresionara fácilmente. No obstante, recuerdo que con lo que mas flipé fue con los efectos especiales, las escenas de acción y, sobre todo, con Nicole Kidman y Debi Mazar –a Drew Barrimore no la nombro porque en esta película está de todo menos sexy –. Con lo que menos flipé fue con Batman, con Robin –bueno, con este no flipo nunca –y con los villanos.

Y es que, tenemos una película que, visualmente, puede resultar muy atractiva para el gran público, pero que es una pésima adaptación de cómic y, como película, es tan solo un divertimento difícilmente de tomar en serio.

Salvo por algunos detalles y algunos actores que repiten, la película casi ignora las dos primeras entregas. Y, como adaptación, se toma un montón de libertades con respecto a los cómics; algunas de ellas heredadas de las anteriores películas. Si en la primera entrega era el Joker quién mataba a los padres de Batman, aquí es Dos Caras quién asesina a la familia de Robin en lugar de Tony Zucco, el asesino de los cómics.



Como ya he dicho, flipé con los efectos especiales y las escenas de acción, porque están de lo mas logrados. Escenas como la del helicóptero o esa en la que Batman salta desde lo alto de un edificio –donde, por cierto, se empleó un Batman generado completamente por ordenador –son de lo mas espectaculares. También las escenas de lucha son muy buenas y están bien rodadas. Hasta aquí, todo bien.

Otro punto es el diseño de producción.

Debo decir que no está mal esa Gotham City con un estilo mezcla entre clásico y futurista. Aunque llega a resultar un tanto acartonado y los colorines y las luces de neón que Schumacher se empeña en meter lo estropean el conjunto. Aunque, debo decir que aquí todos estos elementos se hacen algo mas digeribles en comparación con la siguiente entrega.

El diseño del traje de Batman, aunque inferior a los anteriores, no está mal; además, los pezones Made in Schumacher –que tanta polémica despertarían en el futuro –, aquí pasan algo mas desapercibidos. Tampoco está mal el traje de Robin, muy parecido al traje clásico, aunque con un estilo mas moderno; eso si, demasiados músculos para tan poca cosa. También me gusta el diseño del nuevo Batmóvil, aunque muy inferior al de las anteriores películas; además de que se podrían haber ahorrado esas cubiertas en las ruedas con forma de Batseñal. Mas logrados están el nuevo Batskiboat y el nuevo Batwing; sobre todo, este último.

Se dice que Burton a penas tomó decisiones en esta película, pero yo veo bastante de su mano como productor; sobre todo, en lo que a Batman se refiere. A pesar de las payasadas del guión, los colorines y las luces de neón, Batman sigue estando rodeado de oscuridad; como si todos estos elementos no le afectasen.

El problema es el propio Batman en si. Desde luego, fue un error la elección de Val Kilmer. El tipo no es mal actor, pero no da nada el pego, ni como Batman, ni como Bruce Wayne. Michael Keaton no fue un buen Bruce Wayne, pero si estaba genial enfundado en el traje de Batman. Kilmer, en cambio, a pesar de que el traje le sentaba mejor –ni tan siquiera necesitó relleno en los músculos –, se ve que tanto el traje como el personaje le vienen -simbólicamente -grandes.


Otro fallo garrafal es Robin. Ya me fastidia bastante que metan a este personaje, el cual nunca me ha gustado, pero que, encima, lo interprete un carapán como Chris O´Donnell...

En cuanto a los dos villanos, esto si me da rabia.

Me da rabia porque la elección de los actores es muy buena. Tommy Lee Jones es un excelente actor y Jim Carrey, a pesar de darse a conocer con payasadas como La Máscara o Dos tontos muy tontos, también es un actor muy bueno. Además, los dos pegan mucho con sus respectivos personajes: Dos Caras y Enigma. El problema es lo mal tratados que están los personajes en el deficiente guión, que los convierte en un par de payasos que se comportan como retrasados mentales durante todo el metraje y que están a años luz de sus homólogos en el cómic. Es imposible tomarse a ambos en serio como supervillanos cuando en este tipo de películas los villanos son un punto muy importante.

No tengo ninguna duda de que, con un guión en condiciones, una buena dirección de actores y una caracterización mas lograda –porque la que tienen en la película es para echarse a reír; en el peor de los sentidos –, Jones y Carrey hubieran sido unos excelentes Dos Caras y Enigma.

La otra cara de la moneda es la protagonista femenina. Nicole Kidman es una excelente actriz y está realmente fantástica como Chase Meridian –un personaje inventado para la película –. Muy bella, sexy y provocadora, como una mujer fatal del cine negro mas clásico que no cuesta creerse nada que sea capaz de seducir a Batman o cualquier superheroe que se le cruce en su camino. Desde luego, ella es de lo mejor del film.

De las anteriores películas vuelven a repetir Michael Gough, que vuelve a estar genial como Alfred –a pesar de las tonterías que le hacen decir, como el chiste del bocadillo del principio –, y Pat Hingle, que vuelve a hacer un buen trabajo como Gordon; personaje que sigue siendo tratado como un secundario del tres al cuarto a pesar de su importancia en los cómics.

Resumiendo.


La película, como adaptación de Batman, es pésima. No solo ignora los cómics, también se pasa por el forro a sus dos predecesoras. Eso sin mencionar el mal trato que dan a varios de sus personajes –lo que ya he dicho de los villanos principales –. Aún así, debo decir que, por primera vez, se intenta profundizar en la mente y la personalidad de Batman, mostrando sus demonios internos y sus motivaciones para hacer lo que hace. Pero, sin embargo, la cosa se queda en eso, en un simple intento que, al final, no llega a nada; bien porque no quisieron llegar –porque hay muchas escenas eliminadas del montaje final que ayudaría a comprender todo esto –o porque Schumacher no supo como sacarlo adelante. Las dos opciones me parecen válidas.

Como adaptación es mala, pero como película llega a resultar divertida y entretenida; eso si, siempre que no te la tomes en serio y la veas mas como una parodia. Esto hace que la salve de la quema y, al menos, la coloque entre las regulares. Mas bien, regular tirando a mala.



Y, como ya he dicho, si la comparamos con la que vino después, hasta sale ganando.






11 de febrero de 2012

SLEEPY HOLLOW (1999)















La Leyenda de Sleepy Hollow es un famosísimo relato escrito por Washington Irving en 1820 y que forma parte de la cultura popular americana.

La historia tiene lugar en un asentamiento holandés situado en el valle de Sleepy Hollow, en la década de 1790. Ichabod Crane, un joven y escuálido profesor de escuela está enamorado de Katrina Van Tassel, la hija del hombre mas rico del lugar. Esto le enfrenta con el rudo Abraham Van Brunt, que también pretende a la joven. Una noche, tras salir muy tarde de una fiesta en casa de los Van Tassel, Ichabod es perseguido por el Jinete sin Cabeza, el espectro de uno de esos mercenarios alemanes que lucharon del lado de los ingleses en la guerra de independencia norteamericana y que fue decapitado por una bala de cañón. Al día siguiente, Ichabod desaparece y tan solo se encuentra su sombrero junto a los restos de una calabaza. La gran pregunta es ¿fue perseguido por el espectro del Jinete sin Cabeza o fue
Van Brunt disfrazado tratando de librarse de su gran rival?

Esta historia, ya llevada al cine anteriormente, sirvió a Tim Burton para realizar la que es para mi una de sus mejores películas; a pesar de que se trata de una adaptación muy libre de esta obra.
 


En esta ocasión, Ichabod Crane (Johnny Depp) es un policía de Nueva York empeñado en cambiar los primitivos métodos policiales de la época –es el año 1799 –por métodos mas modernos y menos violentos; algo que le enfrenta a sus superiores. Es por ello por lo que deciden enviarle a Sleepy Hollow, una aldea del norte del estado donde se han producido varios asesinatos en el que las víctimas fueron decapitadas. Una vez allí, le alojan en la casa de Baltus Van Tassel (Michael Gambon), el hombre mas rico del lugar, quién vive junto a su esposa (Miranda Richardson) y su hija Katrina (Christina Ricci), fruto de un matrimonio anterior. Crane no tarda en fijarse en ella, algo que pone muy nervioso a Brom Van Brunt (Casper Van Diem), el prometido de la chica.


Al iniciar la investigación, descubre que la gente del lugar cree que el autor de los crímenes es el espíritu del Jinete sin Cabeza (Christopher Walken), un mercenario alemán aliado de los ingleses en la guerra de independencia que, 20 años atrás, murió a manos de los rebeldes americanos, quienes le cortaron la cabeza con su propia espada y lo enterraron en el mismo bosque donde lo mataron. La gente cree que ha regresado de entre los muertos y está cometiendo los asesinatos. Crane, un hombre de razón, al principio no se lo cree, hasta que ve al jinete con sus propios ojos. Esto le hace tener una gran crisis de fe que logra superar para así poder continuar con la investigación. Pronto, sus indagaciones le hacen descubrir que el jinete no mata por capricho, sino que las victimas han sido seleccionadas por alguien, la misma persona que lo trajo de vuelta de entre los muertos y que encabeza una peligrosa investigación.

Burton dirigió Sleepy Hollow en una época en la que su carrera no pasaba por buenos momentos. Sus dos últimas películas, Ed Wood (1994) y Mars Attack! (1996), no habían funcionado muy bien en taquilla y la Warner había suspendido su ambicioso proyecto sobre Superman.

Producida por Francis Ford Coppola y con guión de Andrew Kevin Walker, esta película reconcilió a Burton con el éxito. Con un presupuesto de 65 millones de dólares, el film recaudó 101 millones solo en EEUU y 105 millones en el resto del mundo, haciendo una taquilla total de 206 millones de dólares. Además de que fue muy bien recibida por público y crítica.




Pero, claro, hace falta mucho mas que esto para que una película sea buena; y esta película, afortunadamente, lo tiene.


Para empezar, debo decir que la película me ENCANTA.

Como ya he dicho, para mi es una de las mejores películas de Burton; incluso, mejor que películas como Batman (1989) o Eduardo Manostijeras (1991), por poner unos ejemplos. Yo diría que es la mejor película de Burton después de Ed Wood.

Desde luego, Burton hace aquí uno de sus mejores trabajos como director, ya que el film está rodado de una forma brillante, lleno de grandes momentos, un ritmo que nunca decae, una soberbia dirección de actores y un estupendo equilibrio entre espectáculo y dramatismo; sin mencionar un mas que correcto uso del gore y el humor negro. Todo muy bien acompañado por la excelente música de Danny Elfman, que aquí firma una de sus mejores bandas sonoras.

El diseño de producción es una maravilla, mezclando muy bien el estilo de Burton con el del relato de Irving. Además, los efectos especiales están de lo mas logrados y se hace un muy buen uso de ellos; especialmente, en la escena en la que el jinete vuelve a ponerse la cabeza, un momento realmente magistral en el impresionante climax del film.

Como ya he dicho antes, la adaptación que se hace del relato de Irving es muy libre, aunque no traiciona mucho la historia original.




El guión de Andrew Kevin Walker, autor también de la magnífica Seven (David Fincher, 1995), es muy bueno. Adaptar un relato corto en un film de mas de 100 minutos es un trabajo de lo mas difícil que aquí Walker solventa muy bien, introduciendo una subtrama de investigación detectivesca -muy deudora de las novelas de Sherlock Holmes o los relatos de Edgar Allan Poe -que funciona espléndidamente, sin dar en ningún momento la sensación de que se han introducido paja para rellenar huecos. La trama va progresando muy bien a medida que avanza el film, manteniendo el interés hasta el final y sin dar la menor pizca de aburrimiento. Todo ello sazonado con unos excelentes diálogos y situaciones, además de momentos verdaderamente terroríficos; como los recuerdos del protagonista sobre la muerte de su madre.

Los actores hacen también un gran trabajo. De nuevo Burton se reúne de un excelente y variopinto reparto, sobre todo en un film como este, tan lleno de personajes peculiares; comenzando por su protagonista, un Johnny Depp que vuelve a demostrar que no hay papel que se le resista. Christina Ricci también está espectacular como protagonista femenina, al igual que Miranda Richardson, que están tan espléndida como siempre. Otro que está genial, aunque se le ve poco, es Christopher Walken como el Jinete sin Cabeza, mostrando que el personaje daba mas miedo estando vivo que muerto; por cierto, cuando al jinete se le ve sin cabeza, el que va dentro de él es Ray Park -el famoso Darth Maul de La Amenaza Fantasma o Snake Eyes de G. I. Joe -.

Por lo general, todos los actores hacen un buen trabajo.



Resumiendo.


 
Una película estupenda y muy disfrutable de principio a fin. Como adaptación es muy libre. Aunque, mas que adaptar, se podría decir mas bien que se inspira en el popular relato de  Washington Irving para ofrecernos un gran film y uno de los mejores trabajos de Burton.

Desde luego, una de las mejores películas que tuvieron el honor de cerrar el siglo XX.