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6 de marzo de 2012

BATMAN Y ROBIN (1997)

















Para la cuarta entrega de Batman no hubo que esperar tanto como con las anteriores, ya que esta tardó dos años en llegar a los cines, en lugar de tres, que era lo habitual.


Después del enorme éxito de Batman Forever (1995), la Warner puso inmediatamente en marcha la nueva entrega y volvió a confiar en Joel Schumacher, a quién le concedió total libertad y un presupuesto de 125 millones de dólares.

Tim Burton no quiso participar esta vez como productor y, desde luego, al estudio se la soplaba que estuviera o no, ya que sus atenciones se centraban en Schumacher, quién no solo venía avalado por el éxito de la anterior entrega, ya que por aquella época era uno de los directores mas taquilleros de Hollywood, con éxitos como El Cliente (1994) o Tiempo de Matar (1996) también en su curriculum.


Así es explicable el por qué se le dejó manga ancha para perpetrar...



...EL ASESINATO CINEMATOGRAFICO DE BATMAN.



Así es como debería ser el título de este despropósito. Pero vayamos por partes.

En esta ocasión, Batman (George Clooney) y su nuevo compañero, Robin (Chris O´Donnell), se enfrentan a Mr. Freeze (Arnold Schwarzenegger), que es como se hace llamar el Dr. Victor Fries, un científico que, intentando curar a su esposa de una rara enfermedad, cayó a un tanque lleno de agua helada y se convirtió en una especie de ser helado incapaz de sobrevivir fuera de las temperaturas bajo cero. Mr. Freeze está robando diamantes, los cuales le son indispensables para la máquina que está construyendo para curar a su esposa y, también, para la armadura que le permite sobrevivir en espacios cálidos. Batman le persigue para detenerlo, pero también para que le ayude a salvar a Alfred (Michael Gough), quién está empezando a padecer la misma enfermedad de la esposa de Fries, el Síndrome de McGreggor, algo que él intenta ocultar sin éxito a Bruce, a Dick y a su sobrina, Barbara Wilson (Alicia Silverstone), que ha ido unos días a visitarle.


Por otra parte, llega a la ciudad Poison Ivy (Uma Thurman), identidad bajo la que se oculta la doctora Pamela Isley, una científica dedicada a la protección de las plantas que sufrió una transformación cuando su socio, el doctor Jason Woodrue (John Glover), intentó asesinarla en su laboratorio al descubrir esta sus planes de vender al mejor postor un suero que él había creado, ayudado por sus descubrimientos, capaz de convertir a los hombres en seres de fuerza descomunal. Pamela logró sobrevivir gracias a sus experimentos convirtiéndose en una mujer letal capaz de matar a alguien con el veneno de sus labios. Tras matar a Woodrue y apropiarse de su prototipo, Bane (Jeep Swenson), llega a Gotham City dispuesta a proteger a las plantas a toda costa; incluso acabando con la humanidad si es preciso.


En esta nueva entrega Batman volvía a cambiar de rostro. Val Kilmer, que no se llevó nada bien con Schumacher ni con otros miembros del reparto durante el rodaje de Batman Forever, no quiso repetir y, tras tantearse varios candidatos, fue elegido George Clooney, quién ya empezaba a tener una carrera ascendente en el cine tras triunfar en la Tv con la serie Urgencias. El estudio, que no quería estar cambiando de actor cada dos por tres en futuras entregas, decidió blindarlo haciéndole firmar un contrato para interpretar a Batman en tres películas, siendo esta la primera de ellas.



Como era ya habitual, se buscaron grandes estrellas para dar vida a los dos villanos principales y muchos nombres empezaron a sonar hasta que Arnold Scwarzenegger –quién, unos años antes, había sido rumoreado como Dr. Octopuss en la película de Spiderman cuando esta estaba en manos de James Cameron –fue elegido como Mr. Freeze y Uma Thurman como Poison Ivy.


Por lo demás, Alicia Silverston –una actriz bastante de moda en aquellos años –fue elegida como Batgirl mientras Chris O´Donnell, Michael Gough y Pat Hingle repetían como Robin, Alfred y Gordon, respectivamente.


La película levantó grandes expectativas antes de su estreno. Todo el mundo tenía la certeza de que iba a ser un gran éxito de taquilla; incluso los había que decían que su recaudación iba a superar a la del primer Batman de Burton. Eran tales las expectativas que había en torno al film que la Warner ya empezó a preparar una quinta entrega, Batman Triunphant, de nuevo con Schumacher como director.


Todas estas expectativas se esfumaron de golpe cuando la película se estrelló estrepitosamente en todo el mundo, recaudando 107 millones de dólares en EEUU y, aunque salvó los muebles recaudando 131 millones mas en el resto del mundo –haciendo un total de 238 millones de dólares –, sus resultados no sirvieron para justificar los 125 millones de dólares –sin contar lo que se gastaron después en publicidad, que fue mucho –invertidos en el film.


Claro, que el fracaso no solo fue a nivel de recaudación. La película fue machacada allá donde iba por público, crítica y cualquiera que pasara por ahí; incluso si hubiese vida en otros planetas también la pondrían a caer de un burro.


Y de como reaccionaron los fans comiqueros mejor no hablo. Tan solo diré que meterte en una convención de cómics con una careta de Joel Schumacher sería mas peligroso que pasearte por Irán sosteniendo una bandera de EEUU.


Cuando esta película se estrenó yo tenía 17 años, pero mi pasión por los cómics y los superheroes no había descendido nada. A diferencia de muchos de mis colegas, que ya empezaban a decir que todo este mundo de los cómics es solo para críos y que había que empezar a madurar e interesarse por cosas mas adultas y serias; sin embargo, luego babeaban en el cine con tonterías como La Salchicha Peleona y pasaban de mi cuando les proponía ir a ver películas como L.A. Confidential. Lo malo es que esta película casi les dio la razón.



El caso es que yo recuerdo que fui a ver esta película en su día con toda la ilusión del mundo. Como ya dije, flipé mucho con Batman Forever dos años antes y esperaba encontrarme algo similar, o mejor. Recuerdo que tenía tanta ilusión por ver esta película que fui la primera persona en llegar al cine, lo juro. Eso si, fui también la primera persona en abandonar la sala y si no me fui a la mitad fue por mis principios de no dejar nunca una película a medias en un cine.


Porque esto es...



...UNA PUTISIMA MIERDA.



Una película mala, mala, mala, mala, mala, mala, mala... y así podría seguir hasta el fin de los tiempos.

Todavía no entiendo que tenía Schumacher en la cabeza cuando perpetró semejante engendro. Él se justifica diciendo que es un homenaje a la serie de Tv de los años 60, pero yo creo que ni los que veían esa serie en aquella época se tragarían semejante bazofia.


El guión, escrito por Akiva Goldsman, es una completa porquería. El guión de Batman Forever no era muy bueno, pero tenía un pequeño pase; este, en cambio, es un insulto a la inteligencia de la raza humana. Una interminable sucesión de gilipolleces sin sentido, diálogos estúpidos, situaciones ridículas cada dos por tres y chistes que tienen de todo menos gracia.

Por si no abochornaron ya lo suficiente a Alfred con el chiste del bocadillo al principio de la anterior entrega, el chiste de las pizzas al principio de esta es ya para echarse a llorar. Claro, que Batma y Robin ya se lucen poco antes cuando este último le pide un coche como el suyo –el Batmóvil –y este le reprocha que por cosas como esa Superman trabaja solo.


Por aquella época estaba en pre-producción Superman Lives, la película sobre el hombre de acero que iba a dirigir Tim Burton con guión de Kevin Smith –la cual fue suspendida al año siguiente y el fracaso de esta película tuvo algo que ver –y creo que aquello fue un guiño a ese proyecto. Pero, de todas maneras, quedaba bastante ridículo aunque se hiciera mención a otro personaje del universo DC.


Pero, vamos, esto no es nada comparado con la cantidad de gilipolleces que pueblan todo el film. La que se lleva la palma es la escena en la que Batman y Robin, atontados por la poción de feromonas de Poison Ivy, comienzan a disputársela en una subasta y, cuando Robin le reprocha que no puede llevar mucho dinero encima, Batman saca entonces...






...LA BAT-TARJETA DE CREDITO; NUNCA SALGAS DE LA BATCUEVA SIN ELLA.



¡Con dos cojones, si señor! Y esto es obra del tipo que le quitó el oscar al mejor guión adaptado a la primera entrega de El Señor de los Anillos; no es de extrañar que estos premios estén en decadencia. Alguien que, por cierto, no contento con destrozar a Batman, un año después destrozó también la mítica serie Perdidos en el Espacio con una ridícula versión cinematográfica que casi se cargó la carrera del director Stephen Hopkins y terminó de un plumazo con las aspiraciones cinematográficas de Joey Triviani.

Y ya mejor no hablo de como es su adaptación de los cómics de Batman porque podría provocar un cataclismo mayor que el sufrió Gotham City. Tan solo hablaré de los personajes; aunque esto será mas adelante.


En fin, sigamos con este desastre al que se atreven a llamar película.


Ya he dicho que el guión es una mierda, pero el resto de la película hace que el estiércol huela a rosas. El diseño de producción es para dejar ciego a cualquiera con la mirada sensible. Los colorines y la luces de neón de la anterior entrega aquí se multiplican por mil y los decorados están acartonados a mas no poder. Además de que todo está tan recargado que daña la vista; vale que a Schumacher le guste meter estatuas en Gotham City, pero esa especie de Coloso de Rodas sobre el que está puesto el telescopio es ya pasarse un poco ¿no?




Hablaría también del diseño de Batmóvil, si en esta película hubiera uno, porque el vehículo de feria que conduce Batman aquí no creo que se le pueda llamar Batmóvil. Aunque esto no es nada comparado con los demás vehículos que se ven en el film, como esa furgoneta de carnaval de Mr. Freeze o los Bat-snowmobiles en los que Batman, Robin y Batgirl se desplazan cuando Mr. Freeze congela la ciudad.

Luego tenemos que, a pesar del abultado presupuesto, los efectos especiales y las escenas de acción son una puta mierda. Y no estoy exagerando.


En Batman Forever, al menos, las escenas de acción estaban bien rodadas y los efectos especiales estaban a la altura. Aquí, en cambio, las escenas de acción son cutres a mas no poder y mas dignas de una película de serie Z. La pelea con los patinadores de hielo en el museo es para echarse a llorar; aunque las otras no se quedan atrás.

Y los efectos especiales, tres cuartos de lo mismo. Tan cutres y tan mal hechos que hasta dañan la vista. Lo de la furgoneta de juguete en la que huye Mr.Freeze por el Coloso de Rodas ese dan hasta ganas de arrancarse los ojos; y luego está el maniquí con forma de Mr. Freeze que atrapa Batman poco después que es ya para morirse.


Como ya dije al principio, Batman volvía a cambiar de rostro y, desde luego, no volvieron a estar muy acertados. Puede que George Clooney mejore a Val Kilmer pero, desde luego, no resulta un buen Batman y, mucho menos, un buen Bruce Wayne. Encima nos lo enfundan en un traje brillante y tan estrecho que parece que se va a romper en cualquier momento y, esta vez, los dichosos pezones se notan mucho. De hecho, generaron hasta polémica y se llegó a hablar mas de ellos que de la película en si.

Luego tenemos otra vez al carapán de Chris O´Donnell como Robin en un traje mas estrecho aún y también con pezones bien visibles cuyo diseño se aleja mucho del Robin clásico y se acerca mas a Nightwing (Ala Nocturna). Se ve que ya estaban preparando al personaje para que, en la siguiente entrega, abandonara la tutela de Batman y dejara de ser Robin para volar en solitario.


Después está Alicia Silverstone como Batgirl. No es la actriz que yo hubiera elegido para este personaje, pero da el pego. Hubo cierta polémica también aquí porque se decía que estaba demasiado gorda para el papel, pero a mi no me da en ningún momento esa sensación. Creo que esto viene a que a ella también le pusieron un traje muy apretado y puede que eso le diera a algunos esa impresión.


El problema de Batgirl vuelve a ser el personaje. Para empezar, le dan un nuevo origen. En lugar de ser la hija adoptada del Comisario Gordon, aquí la convierten en la sobrina de Alfred, volviendo a pasarse los cómics por el forro de los cojones. Encima, la tía va de feminista y sindicalista, como si fuera la hermana guapa de Leire Pajín. Y luego se las da de rebelde robando motos y participando en carreras ilegales; por cierto, la carrera de motos que sale en el film está rodada de forma que da pena, con cámaras fijas repartidas por toda la pista que en ningún momento dan la impresión trepidante que una escena así necesita.



Por su parte, Alfred y Gordon están en la misma linea que las anteriores entregas.

Luego está la modelo y actriz Elle McPherson que, aunque interpreta a un personaje de los cómics, Julie Madison, en la película está, practicamente, metida con calzador sin tan siquiera adquirir la categoría de florero, ya que para eso necesitaría salir mas en la película de lo que sale –un par de escenas, una de ellas con diálogo, y poco mas –. Claro, que en vista de como resultó la película al final, seguro que ella debe estar dando gracias de salir tan poco.


En cuanto a los villanos, no discutiré la elección de los actores porque aquí eso ya importa poco en vista de como están tratados los personajes.


Comenzando por Mr. Freeze, que aquí le ponen una armadura llena de lucecitas que a penas se asemeja a la que lleva en los cómics y, encima, le hacen ponerse a hacer el gilipollas cada dos por tres. Recuerdo con guasa lo de que Schumacher quería homenajear a la serie de los 60, porque me acuerdo un capítulo de esa serie en la que el personaje tenía una guarida helada donde activaba compartimentos cálidos para sus secuaces, que no aguantaban el frío tanto como él. Aquí, en cambio, el tipo tiene a sus secuaces –incluyendo a la sensual Vivica A. Fox –muertos de frío y suplicando que instale calefacción mientras él ve un programa infantil en la Tv vestido con una bata de purpurina plateada y zapatillas de peluche.



CASI ME MUERO DE VERGÜENZA AJENA CUANDO VI AQUELLO



Luego está Poison Ivy, con una Uma Thurman que intenta ser sensual y provocadora en todo momento sin conseguirlo. Y no por culpa de ella, sino de una larga sucesión de posturas ridículas y del disfraz de carnaval que le ponen que le hace parecer de todo menos sexy. Normal que necesite de la poción de feromonas para atraer a los hombres.

Y, por si no hubieran quedado contentos con destrozar a dos famosos enemigos de Batman, también se atrevieron a hacer lo propio con Bane, interpretado aquí por el luchador Jeep Swenson, quién murió ese mismo año; no por ver la película, sino a causa de un paro cardíaco provocado por el consumo de esteroides.


El personaje que en los cómics hace sucumbir a Batman rompiéndole la espalda y se hace con el control de Gotham City, un tipo que, además de ser una enorme masa de músculos, es también de lo mas inteligente –capaz de leerse montañas libros –, aquí nos lo convierten en un simple matón subnormal que, encima, es de color verde –¿querían meter su propio Hulk en la película? –y luego, al final, vemos como Robin y Batgirl lo derrotan fácilmente quitándole el tuvo que le administra el suero que le hace ser fuerte –que aquí no es venom, sino otra cosa –con una simple patadita.


Menos mal que el personaje ha sido recuperado por Christopher Nolan para su tercer Batman con el actor Tom Hardy para interpretalo y, seguramente, esta vez tendrá el trato que se merece.

Podría tirarme meses hablando mal de este montón de mierda, pero vamos resumiendo ya.

Una película mala, espantosa, nefasta, ridícula a mas no poder... Un completo insulto, tanto a los seguidores del hombre murciélago como a cualquiera con dos dedos de frente. Un engendro que destroza por completo a Batman y a todo su universo con un espectáculo mas propio de los carnavales de pueblo que de un film de superheroes. Batman Forever se podía ver si no te la tomabas en serio; esta, sin embargo, no funciona ni como parodia, porque tiene menos gracia que un maratón de monólogos de Jaimito Borromeo.



Desde luego, lo que hizo Schumacher aquí no tiene perdón alguno. Después de esto es normal que la Warner le quitara todos los privilegios y no le dejaran hacer la quinta entrega y, desde luego, acercarse ni de lejos a nada relacionado con el hombre murciélago.
El tipo mató a Batman cinematográficamente y el personaje estuvo ocho años muerto en el cine.

Claro, que no seamos injustos y dejemos que él cargue con todas las hostias. También merecen hostias por igual el guionista
Akiva Goldsman por escribir esa mierda de guión que no sirve ni como papel higiénico, el productor Peter Macgregor-Scott, mas interesado en el merchandising que en evitar que Schumacher se desmadrara, y la propia Warner por daz luz verde a semejante bodrio y no atar en corto al director.


Una película que jamás debió haber existido.






25 de febrero de 2012

BATMAN FOREVER (1995)















Tres años después de Batman Vuelve (1992), llegó a los cines la esperada tercera entrega de Batman; y lo hizo con varios cambios. Aquí había nuevo director, el hombre murciélago tenía un nuevo rostro, había un nuevo estilo y hasta la banda sonora cambiaba.


¿Resultado? Un enorme éxito de taquilla, pero un enorme bajón con respecto a la calidad de la saga y el inicio del declive de esta.

Aún así, debo decir que esta película no me desagrada del todo. Puede que esté entre las peores películas de Batman que se han hecho pero, aún así, no la encuentro del todo mala, mas bien, regulera. Además, si la comparamos con su nefasta hermana pequeña, diríamos que hasta mejora. Pero, bueno, de todo esto hablaré mas adelante.



La película comienza con Batman (Val Kilmer) enfrentándose a un nuevo enemigo. Se trata de Dos Caras (Tommy Lee Jones), que es como se hace llamar ahora Harvey Dent, el antiguo fiscal de Gotham City ahora convertido en un criminal y líder de una peligrosa banda que le ha declarado la guerra al hombre murciélago, ya que le acusa de ser el responsable de que la mitad de su cara se desfigurara a causa de un ataque con ácido durante un juicio contra el líder mafioso Salvatore Maroni. Esto le hace tenderle trampas en cada uno de sus golpes que Batman sortea con éxito. Su obsesión por matar a Batman lleva a Dos Caras a secuestrar un circo lleno de gente y colocar una bomba que estallará matando a todos los presentes si Batman no se entrega. Una familia de trapecistas consigue sacar la bomba de allí antes de que explote, pero estos son asesinados después por Dos Caras, que mata a todos menos al hijo pequeño, Dick Grayson (Chris O´Donnell). Batman se siente culpable por lo sucedido, por lo que, como Bruce Wayne, decide acoger al chico bajo su tutela; pero el joven solo desea vengarse.

Por su parte, Edward Nygma (Jim Carrey), un científico que trabaja en Industrias Wayne, está sacando adelante en secreto con un proyecto consistente en crear una Tv en 3D a base de controlar las ondas cerebrales y que el propio Bruce Wayne había rechazado. No obstante, un error en el desarrollo hace que el invento de Nygma se convierta en una poderosa arma capaz de hacerle mas inteligente a base de robar la inteligencia a otros, algo que puede llevarle a controlar todas las mentes de la ciudad; y puede que del mundo. Necesitado de dinero para sacar adelante su megalómano proyecto, adopta la identidad de Enigma y se alía con Dos Caras, a quién le promete la cabeza de Batman si le ayuda. Batman, por su parte, empieza a replantearse el seguir siendo un superheroe a la vez que no desea que el joven Dick siga sus pasos y de querer sacar adelante una relación amorosa que mantiene con la bella psiquiatra Chase Meridian (Nicole Kidman).

En un principio, estaba previsto que fuera Tim Burton quién dirigiera esta tercera entrega. No obstante, aunque Batman Vuelve fue un éxito de taquilla, muchos la encontraron demasiado oscura. Entre ellos la Warner, que consideraba que esto fue la razón de que la película tuviera un éxito muy inferior al de su predecesora, Batman (1989). Fue por ello por lo que, esta vez, decidieron relegarle a productor y buscar un nuevo director, siendo elegido Joel Schumacher. Este, en un principio, quería hacer una precuela inspirada en el cómic Batman: Año Uno, de Frank Miller, pero el estudio no quería una precuela, sino continuar la historia hacia delante y seguir con la idea que tenía Burton, con Batman enfrentándose a Enigma y al regreso de Catwoman; aunque, finalmente, esta fue desechada del guión y reemplazada por Dos Caras.

Este cambio en la dirección sirvió de excusa a Michael Keaton para no repetir como Batman. El actor ya estaba cansado del personaje y de ver como secundarios de lujo le quitaban el protagonismo. Así que, excusándose con lo de Burton, se negó a ponerse el traje de Batman por tercera vez a pesar de lo 15 millones de dólares que la Warner le ofrecía. Fueron varios los actores que se tantearon para el papel (Ralph Fiennes, Daniel Day-Lewis, Johnny Depp...) hasta que Val Kilmer resultó ser el gran elegido.



Otro papel muy codiciado fue el de Robin, quién hacía aquí su primera aparición. Cabe decir que en Batman Vuelve estaba también prevista la participación de este personaje, incluso aparecía en los primeros borradores del guión, pero fue desechado y sería en este film donde le veríamos por primera vez. Leonardo DiCaprio y Marlon Wayans –si, pudieron haber metido un Robin negro en la película –fueron dos firmes candidatos junto a Chris O´Donnell, quién terminó haciéndose con el papel.

La película fue todo un éxito. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, hizo 184 millones solo en EEUU y 152 millones en el resto de países, logrando una recaudación mundial de 336 millones de dólares; cifra que superó a los 266 millones de Batman Vuelve. Por otro lado, la crítica la recibió con opiniones muy enfrentadas. Algunos la criticaban duramente mientras otros la adoraban afirmando que Schumacher le había dado un nuevo aire a la saga.

Por su parte, los fans de Batman –al menos, la mayoría de ellos –considera esta película un insulto, tanto para el personaje, como para los cómics en general.

Yo fui a ver esta película en su día al cine y recuerdo que flipé bastante viéndola. Tenía 15 años, era algo mas mayor, pero mi cerebro de adolescente hacía que aún me impresionara fácilmente. No obstante, recuerdo que con lo que mas flipé fue con los efectos especiales, las escenas de acción y, sobre todo, con Nicole Kidman y Debi Mazar –a Drew Barrimore no la nombro porque en esta película está de todo menos sexy –. Con lo que menos flipé fue con Batman, con Robin –bueno, con este no flipo nunca –y con los villanos.

Y es que, tenemos una película que, visualmente, puede resultar muy atractiva para el gran público, pero que es una pésima adaptación de cómic y, como película, es tan solo un divertimento difícilmente de tomar en serio.

Salvo por algunos detalles y algunos actores que repiten, la película casi ignora las dos primeras entregas. Y, como adaptación, se toma un montón de libertades con respecto a los cómics; algunas de ellas heredadas de las anteriores películas. Si en la primera entrega era el Joker quién mataba a los padres de Batman, aquí es Dos Caras quién asesina a la familia de Robin en lugar de Tony Zucco, el asesino de los cómics.



Como ya he dicho, flipé con los efectos especiales y las escenas de acción, porque están de lo mas logrados. Escenas como la del helicóptero o esa en la que Batman salta desde lo alto de un edificio –donde, por cierto, se empleó un Batman generado completamente por ordenador –son de lo mas espectaculares. También las escenas de lucha son muy buenas y están bien rodadas. Hasta aquí, todo bien.

Otro punto es el diseño de producción.

Debo decir que no está mal esa Gotham City con un estilo mezcla entre clásico y futurista. Aunque llega a resultar un tanto acartonado y los colorines y las luces de neón que Schumacher se empeña en meter lo estropean el conjunto. Aunque, debo decir que aquí todos estos elementos se hacen algo mas digeribles en comparación con la siguiente entrega.

El diseño del traje de Batman, aunque inferior a los anteriores, no está mal; además, los pezones Made in Schumacher –que tanta polémica despertarían en el futuro –, aquí pasan algo mas desapercibidos. Tampoco está mal el traje de Robin, muy parecido al traje clásico, aunque con un estilo mas moderno; eso si, demasiados músculos para tan poca cosa. También me gusta el diseño del nuevo Batmóvil, aunque muy inferior al de las anteriores películas; además de que se podrían haber ahorrado esas cubiertas en las ruedas con forma de Batseñal. Mas logrados están el nuevo Batskiboat y el nuevo Batwing; sobre todo, este último.

Se dice que Burton a penas tomó decisiones en esta película, pero yo veo bastante de su mano como productor; sobre todo, en lo que a Batman se refiere. A pesar de las payasadas del guión, los colorines y las luces de neón, Batman sigue estando rodeado de oscuridad; como si todos estos elementos no le afectasen.

El problema es el propio Batman en si. Desde luego, fue un error la elección de Val Kilmer. El tipo no es mal actor, pero no da nada el pego, ni como Batman, ni como Bruce Wayne. Michael Keaton no fue un buen Bruce Wayne, pero si estaba genial enfundado en el traje de Batman. Kilmer, en cambio, a pesar de que el traje le sentaba mejor –ni tan siquiera necesitó relleno en los músculos –, se ve que tanto el traje como el personaje le vienen -simbólicamente -grandes.


Otro fallo garrafal es Robin. Ya me fastidia bastante que metan a este personaje, el cual nunca me ha gustado, pero que, encima, lo interprete un carapán como Chris O´Donnell...

En cuanto a los dos villanos, esto si me da rabia.

Me da rabia porque la elección de los actores es muy buena. Tommy Lee Jones es un excelente actor y Jim Carrey, a pesar de darse a conocer con payasadas como La Máscara o Dos tontos muy tontos, también es un actor muy bueno. Además, los dos pegan mucho con sus respectivos personajes: Dos Caras y Enigma. El problema es lo mal tratados que están los personajes en el deficiente guión, que los convierte en un par de payasos que se comportan como retrasados mentales durante todo el metraje y que están a años luz de sus homólogos en el cómic. Es imposible tomarse a ambos en serio como supervillanos cuando en este tipo de películas los villanos son un punto muy importante.

No tengo ninguna duda de que, con un guión en condiciones, una buena dirección de actores y una caracterización mas lograda –porque la que tienen en la película es para echarse a reír; en el peor de los sentidos –, Jones y Carrey hubieran sido unos excelentes Dos Caras y Enigma.

La otra cara de la moneda es la protagonista femenina. Nicole Kidman es una excelente actriz y está realmente fantástica como Chase Meridian –un personaje inventado para la película –. Muy bella, sexy y provocadora, como una mujer fatal del cine negro mas clásico que no cuesta creerse nada que sea capaz de seducir a Batman o cualquier superheroe que se le cruce en su camino. Desde luego, ella es de lo mejor del film.

De las anteriores películas vuelven a repetir Michael Gough, que vuelve a estar genial como Alfred –a pesar de las tonterías que le hacen decir, como el chiste del bocadillo del principio –, y Pat Hingle, que vuelve a hacer un buen trabajo como Gordon; personaje que sigue siendo tratado como un secundario del tres al cuarto a pesar de su importancia en los cómics.

Resumiendo.


La película, como adaptación de Batman, es pésima. No solo ignora los cómics, también se pasa por el forro a sus dos predecesoras. Eso sin mencionar el mal trato que dan a varios de sus personajes –lo que ya he dicho de los villanos principales –. Aún así, debo decir que, por primera vez, se intenta profundizar en la mente y la personalidad de Batman, mostrando sus demonios internos y sus motivaciones para hacer lo que hace. Pero, sin embargo, la cosa se queda en eso, en un simple intento que, al final, no llega a nada; bien porque no quisieron llegar –porque hay muchas escenas eliminadas del montaje final que ayudaría a comprender todo esto –o porque Schumacher no supo como sacarlo adelante. Las dos opciones me parecen válidas.

Como adaptación es mala, pero como película llega a resultar divertida y entretenida; eso si, siempre que no te la tomes en serio y la veas mas como una parodia. Esto hace que la salve de la quema y, al menos, la coloque entre las regulares. Mas bien, regular tirando a mala.



Y, como ya he dicho, si la comparamos con la que vino después, hasta sale ganando.