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24 de junio de 2013

MAN OF STEEL (2013)










  











35 años después de que Richard Donner llevara al cine a Superman en un film protagonizado por Christopher Reeve que es ya todo un clásico, llega la película que amenaza seriamente con desbancarla como la mejor película de Superman de la historia. Y viene, nada menos, que de la mano de Christopher Nolan, quién ya destronó a Tim Burton en la saga Batman. Aunque, esta vez, viene solo como productor e inspirador argumental, ya que le ha cedido la dirección a otro. Y no a otro cualquiera, sino otro peso pesado del cine actual: Zack Snyder.

La pregunta es: ¿Lo han conseguido?

Pues eso es de lo que voy a hablar a continuación.

Cuando el planeta Krypton está a punto de extinguirse a causa de la sobreexplotación de los recursos naturales y estalla una revuelta encabezada por el General Zod (Michael Shannon), líder militar del planeta, Jor-El (Russell Crowe), el principal científico kryptoniano, decide enviar a la Tierra a su hijo, Kal-El, concebido de forma natural junto a su esposa, Lara Lor-Van (Ayelet Zurer), algo que no ha ocurrido en Krypton desde hacía siglos. Junto con el bebé envía también el códice que contiene el secreto de la raza kryptoniana, del cual quiere apoderarse Zod quién, al no conseguirlo, asesina a Jor-El. No obstante, su revuelta es aplastada y él es sentenciado a la Zona Fantasma junto con sus seguidores. Poco después, Krypton es destruido muriendo Lara, quién practicamente se suicida al no intentar escapar ni buscar refugio. Tras aterrizar en la Tierra, Kal-El es recogido por los Kent, Jonathan (Kevin Costner) y Martha (Diane Lane), un matrimonio de granjeros que lo adoptan bajo el nombre de Clark Kent.

Años después, Clark (Henry Cavill) ha crecido educado por sus padres adoptivos, quienes le han enseñado a controlar sus habilidades sobrehumanas y a ser mejor persona; aunque esto no evita que se sienta fuera de lugar y se frustre al no poder utilizar sus poderes para ayudar a la gente. Tras la muerte de Jonathan, Clark ha vagado por el mundo intentando buscar la razón de que fuera enviado a la Tierra. La localización de una nave kryptoniana en la zona canadiense del Ártico le pondrá al corriente de sus orígenes y de cual es su cometido: ayudar a la raza humana a no cometer los mismos errores que en Krypton. También le brinda su primer encuentro con Lois Lane (Amy Adams), una tenaz periodista que, tras ser salvada por él y luego desaparecer, empieza a investigar para tratar de encontrarle. Mientras, una misteriosa nave llega a la Tierra. Se trata de Zod, quién logró escapar de la Zona Fantasma y lanza un mensaje a los humanos para que le entreguen a Kal-El o destruirá la Tierra.



Antes de meterme de lleno en el análisis de la película, voy a hablar un poco de los antecedentes.

Como ya dije en su correspondiente entrada, Superman Returns (Bryan Singer, 2006) levantó una expectativas enormes antes de su estreno. Tantas que la Warner llegó a poner en marcha una secuela; y hasta se habló de un proyecto de mezclar a Superman con Batman en una película conjunta dirigida por Singer y Nolan. Esto último solo quedó en un rumor, mientras que la secuela se iba a llamar Superman: Man of Steel, iba a volver a estar dirigida por Bryan Singer y contar con los mismos protagonistas y tenía previsto estrenarse en 2009.

Pero las cosas no salieron como estaban previstas. Superman Returns se estrenó y resultó una tremenda decepción que, aunque no fue del todo un fracaso comercial, no consiguió ni de lejos la recaudación que se esperaba. Aún así, se siguió adelante con la secuela.

Para calmar a las hordas de fans cabreados que pedían a gritos su cabeza, Singer prometió que Superman: Man of Steel iba a ser mucho mas espectacular y entretenida, con villanos como Brainiac y Bizzaro y una historia mucho mas ambiciosa. Incluso comparó Superman Returns con Star Trek: La Película (Robert Wise, 1979) afirmando que Superman: Man of Steel iba a ser como Star Trek II: La Ira de Khan (Nicholas Meyer, 1982). Pero esto no sirvió para que le devolvieran la confianza.

Después, para empeorar las cosas, los guionistas Michael Dougherty y Dan Harris, en quienes se había vuelto a confiar la escritura del guión, abandonaron el proyecto y esto obligó a buscar nuevos guionistas. Sin embargo, se encontraron con la huelga de guionistas que hubo a finales de 2007 antes de que pudieran cubrir estas bajas y la producción fue paralizada. En un principio, iba a ser algo temporal, pero ya no se volvería a saber nada mas de este proyecto.

Y es que la Warner había perdido el interés en continuar con esta secuela y había decidido hacer algo que ya les había dado muy buenos resultados con Batman: reiniciar la franquicia.

Durante 2008, varios guionistas de cómics como Grant Morrison, Geoff Johns, Brad Meltzer o Mark Millar expusieron sus ideas para una posible película. Morrison tenía una idea inspirada en los cómics All-star Superman mezclandola con el cómic Superman: Birthright, mientras que Millar tenía en mente una trilogía tan épica como El Señor de los Anillos o El Padrino que él iba a escribir y apadrinar mientras había pensado en Matthew Vaughn para dirigirla.

No obstante, ninguna de estas historias lograba salir adelante y el proyecto se le empezaba a ir de las manos a la Warner. La cosa empeoró en 2009 cuando una sentencia judicial decretó que, de no haber una película en producción en el año 2011, se exponían a una demanda por parte de los familiares de Joe Shuster y Jerry Siegel, creadores del personaje, lo que puso al estudio contra la espada y la pared.

Fue entonces cuando David S. Goyer, quién se encontraba por entonces trabajando junto a Christopher Nolan en la tercera entrega de Batman, la futura The Dark Knight Rises (2012), le presentó al estudio una idea que había estado desarrollando junto con Nolan para una posible película de Superman. La idea gustó a los ejecutivos quienes, además, tenían mucha confianza en Nolan tras el enorme éxito de The Dark Knight (2008), por lo que, en febrero de 2010, cuando se hizo pública la puesta en marcha de la tercera película de Batman, se anunció la puesta en marcha también de la nueva película de Superman, cuyo estreno se fijó inicialmente para diciembre de 2012 –luego se retrasaría hasta junio de 2013 –y se recuperó para ella el título de Superman: Man of Steel –aunque, luego se le quitaría el Superman del título, quedando solo Man of Steel –.


El nuevo proyecto contaría con guión de Goyer sobre la historia que él mismo había ideado junto a Nolan, quién se encargaría de producir y apadrinar la película, quedando solo por saber quién se encargaría de la dirección. Guillermo del Toro fue el primer elegido, pero este rechazó el proyecto en favor de su añorada adaptación de En las Montañas de la Locura, de H. P. Lovecraft –la cual al final no se hizo –. Otros directores tanteados fueron Robert Zemeckis y Chris Columbus hasta que, finalmente, se hizo una lista con posibles directores de la que quedaron dos firmes candidatos: Darren Aronofsky y Zack Snyder.

Zack Snyder resultó ser el vencedor, siendo fichado en octubre de 2010. Así se dio el pistoletazo de salida para la película que ahora nos ocupa, la cual se estrenó en España el pasado viernes y en EEUU una semana antes.

En taquilla no le está yendo nada mal. Aunque este fin de semana ha perdido el primer puesto y bajado al tercero a causa de los estrenos de Monsters University y World War Z –lo que ha hecho que muchos “listos” ya empiecen a hablar de fracaso –, la película, que ha costado 225 millones de dólares, ya lleva recaudados 210 millones solo en EEUU y 188 millones mas en el resto del mundo, con lo que la película lleva recaudados hasta ahora 398 millones de dólares. Es posible que no haga las cifras estratosféricas que hicieron los The Dark Knight de Nolan o Los Vengadores, pero no hay duda de que será un éxito. De hecho, ya tiene la secuela asegurada de nuevo con Snyder en la dirección y Goyer en el guión –de Nolan no dicen nada, pero seguro que tendrá implicación –y es mas que probable que veamos esa anunciada película de la Liga de la Justicia que irá vinculada con este film.

Sobre como está siendo recibida, se está dando el caso de Superman Returns, pero al revés. Aquí el público la está recibiendo con gran entusiasmo mientras que la crítica la está pulverizando?

¿Y que opino yo de esta película? Pues a eso vamos ahora mismo.

Como ya he dicho muchas veces, yo no soy muy fan de Superman. No es que no me guste, conozco muy bien al personaje y he leído muchos cómics suyos. También reconozco la importancia que tiene en la cultura popular y que es el principal referente para los comiqueros. No obstante, lo que mas me interesa de él son sus películas cuando hay alguien competente detrás.

Desde la ya clásica Superman (Richard Donner, 1978), las siguientes entregas fueron en descenso; especialmente, Superman IV: En Busca de la Paz (Sidney J. Furie, 1987), donde la cosa fue ya en caída libre. Después llegó Superman Returns, que debía haber resucitado la franquicia pero, en lugar de eso, la enterró aún mas en el abismo.

Y ahora llega esta Man of Steel, la cual me ha levantado unas expectativas enormes; mas bien GIGANTESCAS. Y todo por el trío de genios que tiene detrás ocupando los cargos de director, productor y guionistas en los que deposité todas mis esperanzas de encontrarme con una película de Superman como la que llevaba años esperando.



Es cierto que en 2006 también me hice unas muchas expectativas que luego se derrumbaron como una castillo de naipes. Pero aquí tenía mucha mas fe en que, esta vez, si se vieran cumplidas.

Y, desde luego, no me he equivocado, porque la película ME HA ENCANTADO.

Para mi ha sido una película excelente, magnífica, sobresaliente.



UN PELICULÓN



He disfrutado enormemente en el cine las mas de dos horas que ha durado el film –las cuales en ningún momento se me han hecho largas ni, mucho menos, aburridas –y he salido del cine con una gran sensación de satisfacción y unas ganas enormes de meterme de nuevo en la sala de cabeza para poder disfrutarla otra vez. De hecho, ya estoy deseando verla de nuevo.

Aunque, hay una pequeña pega que le encuentro: y es que la película no me ha sorprendido. Sin embargo, esto no ha sido culpa de la película, sino mía.

Me explico.

Ha sido tanta la confianza que he depositado en el trío Snyder-Nolan-Goyer de que me ofrecieran una gran película que la única sorpresa que me hubiera podido llevar es que me hubieran decepcionado. Ocurre como con The Dark Knight, la cual me encantó pero no me llevé la misma sensación de sorpresa como con Batman Begins (2005), porque con aquella no sabía lo que iba a encontrarme y no sabía si Nolan iba a estar a la altura; todo lo contrario que con The Dark Knight, donde ya tenía mucha mas fe en Nolan y, aunque todavía quedaba el temor a que en la secuela no estuviera tan acertado como en la primera, tenía unas expectativas muy altas puestas en él y en esa secuela con el Joker que se vieron rápidamente cumplidas.

Pues lo mismo ha ocurrido con esta película que, aunque no sea ninguna secuela, el talento de sus creadores era mas que suficiente para mi.

Y es que Snyder y Nolan son dos cineastas excelentes, de los mejores que hay en el cine actual. He visto todas su películas y todas me han encantado y, hasta ahora, ninguno de los dos me han decepcionado. No descarto que me decepcionen en un futuro, ya que sus respectivas filmografías son todavía muy cortas y aún les queda a los dos mucha carrera por delante. Pero, de momento, ninguno de los dos me ha defraudado.

Para mi son dos cineastas buenos de verdad, con verdadero talento, nada que ver con estos directores sobrevalorados por la crítica y sus lameculos, quienes los ponen por las nubes y los tachan de genios solo por el hecho de hacer cine de autor. Y ya que hablamos de la crítica, el hecho de que esté machacando esta gran película mientras que a la nefasta Superman Returns la pusiera por las nubes solo me hace ver que mi poca fe en esta gente y su criterio está mas que justificada.

Ya se que cansineo mucho con este tema, pero vuelvo a recordar cuando en su día esta gente despreció a alguien como Alfred Hitchcock; que si no es por François Truffaut, a saber si hubiera pasado a la historia como el gran cineasta que fue.

Y no me olvido de David S. Goyer, al que considero un estupendo guionista –aunque, como director todavía deja mucho que desear; por suerte, aquí solo se ha limitado al guión –y cuyos enormes conocimientos sobre cómics le vinieron muy bien a Nolan para no cagarla con Batman de una forma parecida a como lo hizo Ang Lee con Hulk en 2003.



Y aquí no hay duda de que ha hecho su mejor trabajo, con un estupendo guión muy bien edificado sobre un muy logrado argumento –obra de él y de Nolan, como ya he dicho –, con un excelente tratamiento de los personajes y la historia y un notable equilibrio entre espectacularidad y dramatismo.

Sin duda, un trabajo sobresaliente a nivel de guión que le ha servido muy bien a Snyder para construir una película estupenda, aportando su muy característico estilo visual –tachado de videoclipero por mucho ignorante que se las da de listo –, pero también su buen gusto en la puesta en escena, su muy eficaz manejo de los efectos especiales y las escenas de acción y su buena mano con los actores gracias, especialmente, a una dirección de actores soberbia.

Todo ello bajo la atenta supervisión de Nolan quién, aunque no para de afirmar que a penas intervino en la película y que todo el mérito es de Snyder y Goyer –siempre ha sido un tipo muy modesto; otra característica de él que me gusta mucho, ya que me hartan los directores egocéntricos –, se nota mucho su mano en toda la película; especialmente, en la primera mitad de esta.

Visualmente, la película es fascinante. El diseño de producción es excelente y los efectos especiales están de lo mas logrados; aunque hay un cierto abuso bastante grande del CGI, todo hay que decirlo.

Luego, sin dejar en ningún momento de lado el dramatismo, la historia y los personajes, la película tiene acción y espectacularidad por un tuvo; ya en ese brutal comienzo en Krypton hay el doble de acción que en Superman Returns. Y luego nos deleitan con escenas tan impresionantes como el rescate en la plataforma petrolífera, la espectacular batalla en Smallville, la devastación de Metropolis –muy criticado por la muerte de muchos inocentes, algo que yo no entiendo, la verdad –o, sobre todo, la brutal pelea final entre Superman y el General Zod.

Después está el tema del reparto, por lo que la película recibe un nuevo 10 en la larga lista de dieces que está cosechando.

Desde luego, Henry Cavill ha sido una excelente elección. A parte de que el tipo encaja muy bien físicamente en el personaje, su interpretación es genial. El tipo derrocha carisma todo el tiempo y consigue que el personaje no le venga grande, estando a la altura en todo momento. Además, me gusta mucho el traje que le han puesto. Ya era hora de ver a un Superman cinematográfico que no esté vestido con un pijama, sino con un traje de material elástico muy ceñido que marque mucho sus músculos; igual que en los cómics. Desde luego, el traje me ha gustado mucho, y me da absolutamente igual que no esté hecho de un tejido liso, que el azul sea muy oscuro, que no lleve los famosos calzoncillos rojos –algo que agradezco, porque siempre los encontré ridículos –o que no lleve el símbolo en la capa –otra cosa que también agradezco, ya que nunca entendí porque le ponían también el símbolo en la capa cuando ya lo lleva en el pecho –.

Admito que nunca hubiera pensado en Amy Adams para dar vida a Lois Lane, ya que por su apariencia dulce la veía mas para otros personajes, como Lana Lang. Sin embargo, confié siempre en su elección porque, ante todo, es una excelente actriz y sabía que estaría a la altura del personaje. Y, desde luego, no me equivoqué, porque la chica está fantástica. Su interpretación es brillante y capta en todo momento la fuerza y personalidad del personaje; además de que, por fin, alguien logra darle el toque sexy que tanto he echado de menos en el cine. Porque, como ya dije cuando analicé la película de Richard Donner, Lois Lane es, ante todo, un personaje sexy, muy sexy, y esto no habían logrado plasmarlo en las películas hasta ahora, ya que Margot Kidder le dio una imagen mas dicharachera y Kate Bosworth una imagen demasiado conservadora –hasta era madre y todo –; para ver a una Lois Lane sexy había que recurrir a la Tv, donde teníamos dos buenos ejemplos con Teri Hatcher y Erica Durance en las series Lois y Clark y Smallville, respectivamente. Pero todo eso ha cambiado con Adams, quién logra estar sexy hasta vestida con el mono militar.



Michael Shannon está excelente como General Zod. Desde luego, no pudieron escoger mejor villano principal para la película; enigmático, amenazador, pero también muy carismático y con cierto encanto. Y, desde luego, no voy a hacer ninguna comparación con el otro General Zod al que dio vida un gran actor como Terence Stamp en Superman y en Superman II (Richard Lester, 1980), porque los dos son muy diferentes; aunque si diré que el General Zod de Shannon me recuerda mas al de los cómics.

Russell Crowe es un actor que siempre me ha encantado desde que lo conocí en la magnífica L. A. Confidential (Curtis Hanson, 1997) y adoro sus interpretaciones en todas y cada una de sus películas que hace; incluso cuando estas no son muy buenas –véase el caso de Un Buen Año (Ridley Scott, 2006) –. Y aquí, desde luego, está excelente como Jor-El; encima, un Jor-El que adquiere mas protagonismo con respecto a anteriores películas, teniendo escenas de acción y todo. También es un Jor-El muy diferente al interpretado por Marlon Brando, por lo que tampoco quiero hacer comparaciones.

Y lo mismo digo de Lara Lor-Van, interpretada aquí por una Ayelet Zurer –la compañera de Tom Hanks en Ángeles y Demonios (Ron Howard, 2009) –que logra estar a la altura en todo momento. Aunque su trabajo queda muy empequeñecido si lo comparamos con el de la otra madre del superheroe, Diane Lane, una magnífica actriz que siempre me fascina y que está fantástica en todo momento y se come la pantalla cada vez que aparece.

Y en cuanto a Kevin Costner, aquí vuelve a dar lo mejor de él, haciendo uno de sus mejores trabajos, de los que no habíamos visto en los últimos años desde que su carrera empezó a decaer. Además, parece que no ha gafado la película, ya que está haciendo una buena taquilla.

En general, los actores hacen un notable trabajo.

En cuanto a la banda sonora, obra de Hans Zimmer, es otro gran acierto de la película que encaja muy bien en su tono épico. Ante las inevitables comparaciones con el inmortal tema de John Williams pues, la verdad, aquí tampoco quiero mojarme. Pero si diré una cosa: durante toda la película en ningún momento eché de menos la melodía de Williams, la cual no se me pasó por la cabeza en ningún momento; prueba de que esta nueva banda sonora funciona muy bien.

¿Puntos negativos que le encuentro al film?

A parte del ya mencionado abuso que hacen del ordenador –aunque esto a penas lastra la película –y de la pérdida del efecto sorpresa por mi parte, también está el hecho de que a la película le falta metraje. No hay duda de que fue concebida como una película de mucha mas duración –se dice que el primer montaje dura mas de tres horas –. Y esto, claro está, hace que algunos personajes o subtramas queden un poco desaprovechados; algo que ya le ocurrió a Snyder en la también excelente Watchmen (2009).

Un buen ejemplo es el Perry White interpretado por Laurence Fishburne, quién también hace un estupendo trabajo –aunque rechine que nos vuelvan a meter un actor negro para interpretar un personaje que siempre ha sido blanco –; no obstante, el tipo tiene tiempo de lucirse en un momento heroico y lo mas seguro es que tenga mucha mas presencia en la anunciada secuela. También la ciudad de Metropolis no aparece en pantalla tanto como debería antes de saltar por los aires; lo mismo que la redacción del Daily Planet.

No hay duda de que la película ganará mucho cuando salga una versión extendida con mas metraje. Pero, de todas maneras, el resultado final ya es de por si muy bueno.

Otro punto negativo –si se le puede llamar así –es que, a gustos personales, la encuentro algo inferior a las películas de Batman de Nolan; al menos de las dos primeras. Claro, que esto puede deberse a que siempre me ha gustado mas Batman que Superman porque, recuerdo que esto es totalmente a gusto personal.

Bueno, todo este análisis está hecho a gusto personal.

Y a gusto personal digo claramente que la película me ha encantado y me ha hecho disfrutar enormemente desde que empieza hasta que termina sin aburrirme en ningún momento y dejándome con muchos deseos de verla otra vez y muchas mas veces mas. Para mi ha sido una película excelente; una obra maestra me atrevería a decir.



Sin duda, es la película del año –a menos que alguna la destrone, cosa que dudo mucho –. Sin duda, la película que esperaba encontrarme en 2006, con un superheroe tan poderoso enfrentado a enemigos también muy poderosos que le ponen las cosas difíciles cuyo enfrentamiento con ellos provoca una gigantesca ola de destrucción a su alrededor; pero todo, eso si, con una buena historia y un solido guión de fondo, además de unos personajes muy carismáticos.

Sobre si es mejor que la película de Richard Donner –solo la comparo con esa, porque a todas las demás películas las supera con creces –, pues para mi si lo es. La cinta de Donner también me parece una gran película, que conste, pero para mi esta la supera sin ninguna duda. Ya pueden decir misa los fanáticos del film de Donner o los anti-Nolan de turno, que a mi no me van a hacer cambiar de opinión.

Lo mismo que los críticos que, desde luego, no se que será para ellos una buena película. Porque para mi, a parte de un buen guión, una buena dirección y unas buenas interpretaciones –de lo que esta película tiene de sobra –, una buena película es esa que te tiene todo el tiempo pendiente de la pantalla y hace que no te aburras lo mas mínimo aunque su duración sea muy larga. No una petardada que hace bostezar todo el tiempo y te da unas enormes ganas de dormirte mientras ves como se han gastado un dineral para no contar practicamente nada.

Bueno, ya no me enrollo mas.

La película es estupenda. El trío Snyder-Nolan-Goyer ha acertado de lleno ofreciéndonos un Superman completamente renovado y tomando mas como referente los cómics que las películas anteriores.


Desde luego, la gran fe y las enormes expectativas que tenía puestas en ellas han sido de sobras recompensadas.













11 de abril de 2013

WATERWORLD (1995)
















Ha habido rodajes de películas que han pasado a la historia al convertirse en un infierno para los responsables de sus respectivas películas; los de Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963) o Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979) son dos buenos ejemplos de ello.

Sin embargo, nunca un rodaje había llegado a resultar, incluso, mas interesante que su respectiva película como lo fue el de esta epopeya futurista que no deja de ser un Mad Max pasado por agua al servicio de un Kevin Costner que había comenzado su declive como estrella de Hollywood.

Empecemos.

En un futuro indeterminado –aunque podría ser hacia el año 2500 –, los casquetes polares se han derretido y la Tierra vive completamente sepultada por el agua. Los supervivientes se han visto obligados a convivir entre ellos viviendo en grandes atolones artificiales o a vagabundear por ese inmenso e interminable océano en el que se ha convertido el mundo dedicándose al pillaje o al trueque. A esto último se dedica Mariner (Kevin Costner), un solitario que viaja a bordo de un trimarán sin rumbo fijo y dedicándose al trueque con cada atolón que se encuentra. En uno de ellos descubren que es un mutante que posee branquias que le permiten respirar bajo el agua y esto provoca un incidente que hace que sea capturado y condenado a muerte. No obstante, el atolón es atacado por los Smokers, unos bandidos salvajes que representan un terrible peligro en ese mundo y que son liderados por Deacon (Dennis Hopper). Durante el ataque, Mariner es liberado por Helen (Jeanne Tripplehorn), una bella mujer local, con la condición de que ayude a escapar a ella y a una niña, Enora (Tina Majorino), a la que los Smokers persiguen especialmente, ya que en su espalda lleva tatuado un mapa que indica como llegar hasta Tierra Seca, el único lugar del mundo que, según la leyenda, aún no ha sido cubierto por el agua.


Todo comenzó en 1991, cuando Kevin Costner tuvo constancia de un proyecto que la Universal tenía guardado y del que se interesó tanto que no paró hasta que llegar a un acuerdo con el estudio para protagonizarlo y, además, producirlo, llegando a tener un control total sobre la película.

El propio Costner fue quién eligió al que sería su director, pasando de las sugerencias del estudio, que le proponía a Robert Zemeckis, y contratando a Kevin Reynolds, con quién ya había trabajado en las películas ¿Donde dices que Vas? (1985), Robin Hood, príncipe de los ladrones (1991) y Rapa Nui (1994) –de la que Costner solo fue productor –. El rodaje se llevó a cabo en Hawaii; concretamente, junto a las costas de Isla Grande. Inicialmente, estaba previsto que el presupuesto fuera de 60 millones y que la duración del rodaje fuera de 96 días; previsiones que no se cumplieron ni de coña.

Para empezar, rodar en el mar es mucho mas complejo que rodar en tierra o dentro de un tanque de agua y esto siempre acarrea muchos problemas y, sobre todo, retrasos; bien lo sabe Steven Spielberg cuando hizo Tiburón (1975). Y esta película no fue una excepción.

El rodaje comenzó en junio de 1994, tres meses después de lo previsto, y desde el primer momento fue una larga sucesión de problemas, tanto a nivel técnico como artístico.

El guión, obra de los cineastas Peter Rader (La Casa de la Abuela) y David Twohy (trilogía Riddick), era continuamente reescrito en plena producción a pesar de no estar del todo terminado. Joss Whedon (Los Vengadores) fue llevado allí para solucionar los problemas con el guión –aunque luego no aparecería acreditado –y, aunque estaba previsto que solo estuviera una semana –puesto que su sueldo era de 100.000 dólares por semana –, su estancia se prolongó hasta siete semanas de las que Whedon no guarda muy buen recuerdo, afirmando que aquello fueron para él 7 semanas en el infierno.

Y razón no le falta, ya que aquel rodaje fue una auténtica pesadilla. No había día en que miembros del equipo no cayesen enfermos. También hubo un sin fin de accidentes y muchos actores y especialistas salieron heridos; incluso el propio Costner estuvo muy cerca de perder la vida. Los médicos se veían obligados a atender a mas de 50 personas cada día.

Luego todo eran retrasos, ya que, como he dicho antes, rodar en el mar complicaba mucho las cosas. Secuencias que en tierra solo hubieran llevado unas horas, en el agua tardaban en rodarse varios días; incluso semanas. Los retrasos se debieron, en su mayoría, a problemas técnicos; los cuales eran constantes.


El mas famoso de todos tiene que ver con la ciudad flotante construida para recrear el atolón. Aquel megalómano decorado costó 4 millones de dólares y para construirlo hubo que traer acero de EEUU porque en el que traían de Isla Grande se agotó. El problema es que fueron sorprendidos por un huracán y aquella construcción no pudo aguantar sus 1.000 toneladas de peso y terminó hundiéndose en el agua, lo que obligó a reconstruirla con un gasto similar.

El presupuesto previsto de 60 millones de dólares rápidamente se vio superado y en solo unas semanas se llegó a superar los 100 millones. Es impresionante la cantidad de dinero que se gastó en esta película. Y no solo en gastos de producción.

Por ejemplo, para el trimarán que utiliza el personaje de Costner se construyeron en EEUU dos versiones de este de 60 píes de largo y con un valor de 465.000 dólares cada uno que fueron llevadas hasta la isla en un Boeing 747. El problema era que el aeropuerto de allí no tenía pista suficiente para un avión de esas magnitudes, lo que obligó a realizar unas obras de ampliación del aeropuerto financiada por el estudio.


También hubo que construir una enorme plataforma flotante y llenarla de retretes portátiles para que los miembros del equipo, que sufrían constantes vómitos y diarreas, pudieran defecar sin tener que ser enviados a la isla en lancha, retrasando aún mas la producción.

Otro gasto adicional fueron 30 dólares que el estudio debía pagar a cada miembro del equipo que tuviera que incumplir los horarios fijados por los sindicatos a causa de los retrasos de la filmación, lo cual ocurría cada día y no había miembro del equipo que se librara. Se dice que al estudio le costó mas de 2 millones y medio de dólares la broma.

Luego, encima, hasta tuvieron problemas con la ley cuando el preparador físico de Costner fue detenido con 2.000 kilos de esteroides encima.

A pesar de la amistad entre ambos, la relación entre Costner y Reynolds se deterioró enormemente y las peleas entre ambos fue constantes. Aún así, el actor le defendió cuando, en septiembre de 1994, los productores cargaron sobre el director toda la responsabilidad de aquel rodaje que se les había ido de las manos y quisieron despedirle. Aunque, otras fuentes apuntan a que el director fue apartado y fue el propio Costner quién se sentó en la silla de director y terminó de rodar la película.

Aunque, Costner no solo tuvo problemas con Reynolds, ya que no caía nada bien a los miembros del equipo; a los que no les hizo ninguna gracia tener que hospedarse en hoteles de mala muerte mientras él se hospedaba en un lujoso bungalow de 1.800 dólares la noche.


Al final, ese rodaje que debía haber durado 96 días, se prolongó hasta 157 días y su presupuesto de 60 millones de dólares se incrementó hasta 175 millones –una burrada para la época –, lo que convirtió a aquella producción en la película mas cara de la historia en su tiempo.

El montaje tampoco fue un camino de rosas. Los productores rechazaron un primer montaje de 4 horas de duración que hizo Reynolds y dejaron el montaje en manos de Costner. Este hizo un nuevo montaje de 165 minutos, pero también fue rechazado hasta que, finalmente, se aprobó un montaje final de 135 minutos.

La película se estrenó en EEUU el 28 de julio de 1995 -a España llegaría el 8 de septiembre -. Se esperaba que la taquilla ayudara a compensar la gran cantidad de dinero invertida; pero nada mas lejos de la realidad. La película solo recaudó 88 millones de dólares en EEUU y, aunque salvó los muebles con la taquilla mundial, con 175 millones mas recaudados en el resto del mundo que hacían un total de 264 millones de dólares, el film no pudo librarse de ser etiquetado como fracaso.

La peor parte se la llevó Kevin Costner, quién ya venía precedido por otros dos grandes fracasos, Wyatt Earp (Lawrence Kasdan, 1994) y La Guerra (Jon Avnet, 1994), y no pareció escarmentar tras este desastre cuando solo dos años después se metió de lleno como protagonista, productor y director en otra gran superproducción futurista y post-apocalíptica, Mensajero del Futuro (1997), que también se estrenó en taquilla. Waterworld fue el inicio de su declive como estrella de Hollywood y, aunque ha tenido algún que otro éxito menor estos últimos años, su carrera aún no se ha recuperado del todo; aunque, este año tiene una buena oportunidad de hacerlo con Man of Steel, donde interpreta al padre adoptivo de Superman.

Al principio he afirmado que la producción de esta película resulta mas interesante que la película en sí y eso es cierto, porque la película, la verdad, no es nada del otro mundo. No es mala, me parece una buena película pero, desde luego, no es, para nada, un film brillante y, mucho menos, justifica que se invirtiera tal cantidad de dinero y medios en ella, porque es mas bien una película mas cercana al serie B.

El principal problema de la película es que, en ocasiones, el ritmo falla y se hace muy larga y pesada y hay momentos en los aburre terriblemente. Además, hay un montón de lagunas argumentales, debidas a los muchos cortes que sufrió en la sala de montaje, que empeoran las cosas. Hay una versión extendida que dura 176 minutos cuyo metraje extra ayuda mucho a la historia y arroja luz sobre muchas incógnitas que deja la versión anterior –como la escena final donde los protagonistas descubren que Tierra Seca es, en realidad, la cima del Everest –. Sin embargo, debido a un mal montaje, esta versión es también un arma de doble filo, ya que hace que la película resulte mas lenta y aburrida. Ocurre exactamente lo contrario que, por ejemplo, con Apocalypse Now Redux, donde el metraje extra hacía que el ritmo de la película resulte mas fluido y, a pesar de tener una mayor duración, la película se hace menos larga. Con la versión extendida de Waterworld ocurre exactamente lo contrario.

Su argumento y su guión son de lo mas simplones; y varios diálogos insufribles empeoran mas las cosas. Como ya he visto, la película bebe mucho de la saga Mad Max, sobre todo de la segunda entrega, la estupenda Mad Max 2: El Guerrero de la Carrera (George Miller, 1981); sin embargo, carece mucho de la fuerza y la garra de aquellas películas. Además, el personaje de Mariner carece por completo del carisma y la potencia de Max Rockatansky a pesar de la buena interpretación de Kevin Costner, quién hace un buen trabajo en este film, aunque muy por debajo del nivel de anteriores trabajos.


El resto de los actores tampoco lo hacen mal, pero no dan todo lo que tienen que dar –especialmente, Dennis Hopper y la bella Jeanne Tripplehorn, capaces de interpretaciones mucho mejores –y la dirección de actores no saca lo mejor de ellos.

No obstante, a su favor, la película tiene que es todo un espectáculo. Las escenas de acción son terriblemente espectaculares, adrenalíticas y están muy bien rodadas y coreografiadas. Secuencias como la del ataque al atolón por parte de los Smockers, el hidroavión dando vueltas mientras está enganchado al trimarán de Mariner o el espectacular tramo final son momentos realmente impresionantes.

Además, también hay momentos muy logrados, como cuando Mariner caza a un monstruo marino poniéndose como cebo, la visita submarina a la ciudad sumergida o ese comienzo tan ingenioso en el que vemos como la Tierra del logotipo de la Universal se va inundando.

Mi veredicto final es que Waterworld no es una mala película. Es un film aceptable que se deja ver y que, sin duda, es una buena elección cuando la pasan por Tv y no hay otra cosa para ver. No obstante, es una película bastante simplona y falta de épica cuyo conjunto no justifica su enorme presupuesto y despliegue de medios.


Y es que, en el fondo, no es mas que una cinta de serie B en la que, incomprensiblemente, se gastaron una millonada.