20 de noviembre de 2014

PERDIDA (2014)



















Bueno, regreso tras un descanso que me había tomado con esta blog. Me hubiera gustado haber vuelto con la review de Interstellar, lo nuevo de Christopher Nolan, pero, desgraciadamente, aún no he podido verla.

Sin embargo, la película que toca es también de lo más interesante.

Se trata de Gone Girl, conocida en España como Perdida. Una película que hace buena alusión al dicho de la belleza está en el interior. Porque, aunque por fuera pueda parecer un film de lo más convencional, por dentro es mucho más de lo que aparenta ser; lo mismo que las personas.

Claro, que conociendo a su director, puedes tener seguro que vas a encontrarte mucho más de lo que esperabas.

El día de su quinto aniversario, Nick Dunne (Ben Affleck) regresa a casa encontrándose con que su esposa, Amy (Rosamund Pike), ha desaparecido y hay señales de forcejeo en la casa. La policía comienza a investigar y el incidente llega hasta los medios de comunicación. En todo momento, Nick mantiene una actitud bastante fría, nada propia de un hombre que ha perdido a la mujer que ama. Es por eso por lo que se empieza a especular con la posibilidad de que haya matado él a suesposa y, de la noche a la mañana, Nick pasa de ser víctima a verdugo ante la opinión pública.



Perdida es la nueva película David Fincher, un nombre que, como ya he dicho antes, infunde tranquilidad, ya que nos encontramos ante uno de los mejores cineastas de las últimas dos décadas.

Como muchos cineastas actuales, Fincher comenzó trabajando en ILM, la empresa de efectos especiales creada por George Lucas –llegó a trabajar en El Retorno del Jedi (Richard Manquard, 1983) –, y luego se metió a dirigir videoclips y spots publicitarios antes de debutar en la dirección con Alien 3 (1992), tercera entrega de la saga iniciada por Ridley Scott en 1979 con un clásico que no necesita presentación.

Sin embargo, este debut fue un completo desastre, ya que su producción fue un caos donde él apenas tuvo voz ni voto y en donde los productores lo controlaban todo haciendo constantes cambios sobre la marcha que terminaron por joderlo todo y echar a perder una película que podría haber sido una buena continuación de la saga.

Esta experiencia le haría en el futuro ser más cuidadoso a la hora de elegir sus proyectos. Así, tras regresar una pequeña temporada a los videoclips, dirigió el thriller Seven (1995), una de las películas más importantes de los últimos tiempos que, además, fue un éxito enorme que terminó de asentarle en la industria. Así, inició una  brillante carrera en donde thrillers más convencionales, pero de impecable factura, como The Game (1997) o La Habitación del Pánico (2002), conviven con películas más de culto, como El Club de la Lucha (1999), Zodiac (2007), El curioso caso de Benjamin Button (2008) o La Red Social (2010); incluso un remake dirigido por él, Millenium: Los Hombres que no Amaban a las Mujeres (2011), es motivo de celebración.

Ahora nos trae esta película que adapta una novela de Gillian Flynn, quién es también autora del guión.

Para empezar, la película está siendo un éxito enorme. Con 61 millones de dólares de presupuesto, solo en EEUU lleva recaudados 152 millones a los que hay que unir 166 millones más recaudados en el resto del mundo, haciendo un total de 318 millones de dólares. Pero, ahí no queda la cosa, ya que la película está siendo alabada por público y crítica allá donde va e, incluso, ya se habla de ella como gran favorita para los próximos oscars.

La verdad que me gustaría. A ver si hay suerte y este resulta ser el año de Fincher tras los fallidos intentos de El Curioso Caso de Benjamin Buttony La Red Social. Algo así ocurrió con Martin Scorsese, quién lo intentó primero con Gangs of New York (2002) y después con El Aviador (2004) hasta que se llevó el gato al agua con Infiltrados(2006). Con Fincher podría suceder lo mismo.

Pero, bueno, eso ya se verá. Ahora, vamos a lo que importa, que no es otra cosa que decir lo que me ha parecido la película.



Antes de continuar, quiero dejar claro que hago esta review sin ningún spoiler. Ya que sé que, aunque se indica que los hay, muchos terminan por no aguantar la tentación de leerlos y no me gustaría chafar ninguna sorpresa a los que no han visto la película aún y no se han leído la novela.

Como habréis podido suponer, la película me ha ENCANTADO.

Fincher nos vuelve a ofrecer una nueva muestra de su gran talento con una dirección brillante y de lo más cuidada. Su estilo visual es siempre de lo más acertado, su ritmo nunca decae y la dirección de actores es de lo más sobresaliente.

El guión también es otro punto a favor. El hecho de que la propia autora sea también la guionista garantiza mucha fidelidad a la obra. Sin embargo, a diferencia de otros autores que también se han encargado de adaptar sus obras, ella no se limita a hacer una transcripción lineal, pasando el texto de novela a guión, sino que consigue muy bien reescribir su novela tal y como lo habría hecho si la hubiera escrito directamente como si de un guión cinematográfico se tratara.

Uno de los puntos donde la película está de lo más lograda es en sus diálogos. Esta película es casi todo diálogos, y eso es muy peligroso si se hacen las cosas mal o no del todo bien. Anda que no he visto películas repletas de diálogos de directores mediocres con aires de grandeza que se creen más de lo que son, las cuales terminan siendo auténticos plomazos llenos de gente hablando constantemente de cosas que no despiertan el más mínimo interés.

Afortunadamente, aquí no ocurre eso; más bien, todo lo contrario.

La forma en que Flynn plasma sus diálogos –tanto en la novela como en la película –y la forma en que Fincher los filma, hacen que los diálogos de esta película sean toda una delicia, captando el interés desde el principio hasta el final y, por muy largos que lleguen a ser, nunca resultan una carga. Cosas como estas son lo que diferencian a los directores buenos de verdad de esos otros sobrevalorados por la crítica y los gafapastas que lo único que hacen es aburrir.

A todo esto ayuda también el excelente trabajo de los actores. El reparto de la película, en su totalidad, hace un trabajo sobresaliente. Comenzando por su protagonista, Ben Affleck, un actor bastante odiado pero que, con el paso de los años, ha ido mejorando y se toma más en serio sus papeles; cosa que demuestra con creces en esta película donde, sin duda, hace uno de sus mejores trabajos y cada vez convence más como futuro Batman.

Aunque, quién sobresale por encima de todos y merece un especial reconocimiento es, sin duda, Rosamund Pike. Yo recuerdo cuando conocí a esta actriz británica en la película de la saga Bond Muere otro Día (Lee Tamahori, 2002) y, desde luego, la encontré mucho mejor que la chica Bond principal, Halle Berry, a quién se dio demasiado bombo –hasta se habló de un spin off de su personaje –por haber ganado un oscar ese año.



Desde entonces, ha tenido una carrera poco relevante, aunque productiva, casi siempre limitada a papeles secundarios y pasando casi siempre inadvertida entre las grandes estrellas o lo actores con más fama. Ahora, este puede ser el papel que termine de catapultarla e, incluso, podría valerle su primer oscar. Porque, desde luego, se lo merece, ya que en esta película está fantástica y hace un trabajo espléndido; para mí, sin duda, una de las mejores interpretaciones del año.

Resumiendo ya.

La película es muy buena. Le falta –aunque un poco –para llegar a ser una obra maestra, ya que tiene unos pequeños defectos; uno de ellos, sus últimos 15 minutos, donde la trama se acelera mucho y da la sensación de que quieren cerrarlo todo cuanto antes. Pero, aún así, es una película estupenda y uno de los mejores títulos del año.

Muchos dicen que es una crítica contra los medios de comunicación y, en parte, tienen razón, ya que los medios juegan un papel importante en la trama y que, en lo que a crítica social se refiere, se llevan lo suyo.

Sin embargo, la cosa no sé queda ahí. La película, al igual que la novela, hace una feroz crítica de la sociedad y hasta de la condición humana. Una cruel burla a como, basándonos en lo que dicen los medios o en simples rumores y habladurías, nos atrevemos a hacer juicios de valor y somos capaces de criminalizar a personas o convertir en ídolos a otras sin conocerlas si quiera. Algo de lo que, sin duda, todos –no creo que nadie se escape –hemos pecado alguna vez.


En definitiva, Perdida es una película excelente y 100% recomendable; si eres seguidor de Fincher te encantará y, si no lo eres, seguro que también.






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