3 de marzo de 2012
UNDERWORLD AWAKENING (2012)
Por fin he visto Underworld Awakening, conocida en España como Underworld: El Despertar, cuarta entrega de esta saga iniciada en 2003 que mezcla elementos del cine de acción con el terror y el fantástico.
Como ya sabéis los que me conocéis y me leéis, yo soy muy fan de esta saga. La primera entrega, Underworld (2003), me gusta mucho, la segunda entrega, Underworld: Evolution (2006), me encanta -de hecho, para mi es la mejor de la saga -, y la tercera, Underworld: La Rebelión de los Licántropos (2009), me gusta también, aunque mucho menos que las dos primeras y me dejó con cierta sensación de frialdad.
Ahora llega esta cuarta entrega que continúa los acontecimientos de la segunda –recordemos que la tercera es una precuela –y recupera a Kate Beckinsale como protagonista; todo un acierto.
En esta ocasión nos encontramos con que la humanidad ha descubierto la existencia de los vampiros y los licántropos y los está exterminando. La vampiro Selene (Kate Beckinsale) y su amado, el híbrido Michael –interpretado por otro actor que no aparece acreditado –, intentan escapar en un barco, pero son emboscados y, tras una gran explosión, Michael aparentemente muere y Selene es capturada y mentenida en estado de invernación. Doce años después, Selene despierta y escapa del lugar donde la tienen retenida, unas instalaciones científicas dirigidas por el doctor Jacob Lane (Stephen Rea). Ella sabe que alguien la ha liberado y que puede estar en conexión psíquica con esa persona. Al principio, piensa que es Michael, pero pronto descubre que se trata de Eve (India Eisley), una niña híbrida mitad vampiro y mitad licántropo. Selene pronto descubre que esa niña es su hija y que la misteriosa corporación que las había tenido prisioneras la busca por alguna razón.
Len Wiseman, director de las dos primeras entregas y alma mater de la saga, regresa otra vez solo como productor y guionista mientras que de la dirección se hacen cargo, esta vez, los suecos Måns Mårlind y Björn Stein, quienes habían logrado un notable éxito en su país de origen con Storm (2005) y habían debutado en el cine americano con La Sombra de los Otros (2010).
La película está teniendo bastante éxito. En la taquilla americana ha logrado igualar los 62 millones de dólares de Underworl: Evolution y en el resto del mundo ha hecho 78 millones de dólares, por lo que es la entrega de la saga mas taquillera a nivel mundial con 140 millones de dólares recaudados. Claro, que su presupuesto de 70 millones de dólares la hace ser menos rentable que las anteriores entregas. Aunque, de todas formas, yo no dudo que habrá quinta entrega; de hecho, el final deja abierta la posibilidad.
Debo decir que la película me ha gustado pero, como ya ocurrió con la tercera, me deja cierta sensación de que la película podría haber dado mas de si.
Para empezar, como ya he dicho, recuperan a Kate Beckinsale como protagonista y eso le hace ganar muchos puntos. La actriz vuelve a estar espléndida como Selene y se desenvuelve mucho mejor que antes en las escenas de acción, las cuales son de lo mas espectaculares y están muy bien rodadas; además de sazonadas con un ritmo trepidante y buenas dosis de violencia y sangre, algo muy de agradecer. Todo ello bien acompañado del diseño de producción de estilo comiquero y la fotografía tenebrista y azulada que son ya marca de la casa.
Los efectos especiales también están muy logrados. Aunque debo decir que el diseño del licántropo gigante no me termina de convencer del todo y, además, no lo encuentro tan espectacular y amenazador como debería; sobre todo, si lo comparamos con el William de Underworld: Evolution, que ese si era una maravilla. Por cierto, los licántropos famélicos me recuerdan mucho al hombre lobo de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (Alfonso Cuarón, 2004).
A nivel de reparto, la película está bien. Salvo algunas excepciones, los intérpretes hacen un buen trabajo y la dirección de actores ayuda mucho.
El punto mas negativo del film está, como no, en el guión. No es que el guión sea malo. Al contrario, tiene una buena historia y, además, en la segunda mitad se da un inesperado giro a la trama que a mi me pareció muy bien. El problema es que no da lo que tenía que dar. No termina de aprovechar del todo a los personajes secundarios ni las subtramas. Ni tan siquiera la parte principal, la de Selene y su hija, se aprovecha como debería. Al final, todo pasa demasiado deprisa, dando la sensación de “¿Ya está?” cuando termina la película.
Además, de Wiseman, hay otros tres guionistas en la película –entre ellos, el gran J. Michael Straczynski –. Y yo pienso que cada uno de ellos escribió su propio guión para el film y luego se fueron cogiendo partes de cada uno de ellos y se fueron juntando, como si de un rompecabezas se tratara. Al menos, a mi me dio esa sensación.
De todas maneras, la película no está mal. Como entrega de la saga cumple y hace pasar un muy buen rato si se va al cine con no muchas pretensiones. Desde luego, es totalmente recomendable, sobre todo, a los fans de la saga, entre los que me incluyo. Si tuviera que ubicarla dentro de la serie, diría que es inferior a las dos primeras y superior a la tercera.
Desde luego, no me importaría nada que hicieran una quinta entrega. Pero, eso si, que no la hagan sin Kate, por favor.
25 de febrero de 2012
BATMAN FOREVER (1995)
Tres años después de Batman Vuelve (1992), llegó a los cines la esperada tercera entrega de Batman; y lo hizo con varios cambios. Aquí había nuevo director, el hombre murciélago tenía un nuevo rostro, había un nuevo estilo y hasta la banda sonora cambiaba.
¿Resultado? Un enorme éxito de taquilla, pero un enorme bajón con respecto a la calidad de la saga y el inicio del declive de esta.
Aún así, debo decir que esta película no me desagrada del todo. Puede que esté entre las peores películas de Batman que se han hecho pero, aún así, no la encuentro del todo mala, mas bien, regulera. Además, si la comparamos con su nefasta hermana pequeña, diríamos que hasta mejora. Pero, bueno, de todo esto hablaré mas adelante.
La película comienza con Batman (Val Kilmer) enfrentándose a un nuevo enemigo. Se trata de Dos Caras (Tommy Lee Jones), que es como se hace llamar ahora Harvey Dent, el antiguo fiscal de Gotham City ahora convertido en un criminal y líder de una peligrosa banda que le ha declarado la guerra al hombre murciélago, ya que le acusa de ser el responsable de que la mitad de su cara se desfigurara a causa de un ataque con ácido durante un juicio contra el líder mafioso Salvatore Maroni. Esto le hace tenderle trampas en cada uno de sus golpes que Batman sortea con éxito. Su obsesión por matar a Batman lleva a Dos Caras a secuestrar un circo lleno de gente y colocar una bomba que estallará matando a todos los presentes si Batman no se entrega. Una familia de trapecistas consigue sacar la bomba de allí antes de que explote, pero estos son asesinados después por Dos Caras, que mata a todos menos al hijo pequeño, Dick Grayson (Chris O´Donnell). Batman se siente culpable por lo sucedido, por lo que, como Bruce Wayne, decide acoger al chico bajo su tutela; pero el joven solo desea vengarse.
Por su parte, Edward Nygma (Jim Carrey), un científico que trabaja en Industrias Wayne, está sacando adelante en secreto con un proyecto consistente en crear una Tv en 3D a base de controlar las ondas cerebrales y que el propio Bruce Wayne había rechazado. No obstante, un error en el desarrollo hace que el invento de Nygma se convierta en una poderosa arma capaz de hacerle mas inteligente a base de robar la inteligencia a otros, algo que puede llevarle a controlar todas las mentes de la ciudad; y puede que del mundo. Necesitado de dinero para sacar adelante su megalómano proyecto, adopta la identidad de Enigma y se alía con Dos Caras, a quién le promete la cabeza de Batman si le ayuda. Batman, por su parte, empieza a replantearse el seguir siendo un superheroe a la vez que no desea que el joven Dick siga sus pasos y de querer sacar adelante una relación amorosa que mantiene con la bella psiquiatra Chase Meridian (Nicole Kidman).
En un principio, estaba previsto que fuera Tim Burton quién dirigiera esta tercera entrega. No obstante, aunque Batman Vuelve fue un éxito de taquilla, muchos la encontraron demasiado oscura. Entre ellos la Warner, que consideraba que esto fue la razón de que la película tuviera un éxito muy inferior al de su predecesora, Batman (1989). Fue por ello por lo que, esta vez, decidieron relegarle a productor y buscar un nuevo director, siendo elegido Joel Schumacher. Este, en un principio, quería hacer una precuela inspirada en el cómic Batman: Año Uno, de Frank Miller, pero el estudio no quería una precuela, sino continuar la historia hacia delante y seguir con la idea que tenía Burton, con Batman enfrentándose a Enigma y al regreso de Catwoman; aunque, finalmente, esta fue desechada del guión y reemplazada por Dos Caras.
Este cambio en la dirección sirvió de excusa a Michael Keaton para no repetir como Batman. El actor ya estaba cansado del personaje y de ver como secundarios de lujo le quitaban el protagonismo. Así que, excusándose con lo de Burton, se negó a ponerse el traje de Batman por tercera vez a pesar de lo 15 millones de dólares que la Warner le ofrecía. Fueron varios los actores que se tantearon para el papel (Ralph Fiennes, Daniel Day-Lewis, Johnny Depp...) hasta que Val Kilmer resultó ser el gran elegido.
Otro papel muy codiciado fue el de Robin, quién hacía aquí su primera aparición. Cabe decir que en Batman Vuelve estaba también prevista la participación de este personaje, incluso aparecía en los primeros borradores del guión, pero fue desechado y sería en este film donde le veríamos por primera vez. Leonardo DiCaprio y Marlon Wayans –si, pudieron haber metido un Robin negro en la película –fueron dos firmes candidatos junto a Chris O´Donnell, quién terminó haciéndose con el papel.
La película fue todo un éxito. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, hizo 184 millones solo en EEUU y 152 millones en el resto de países, logrando una recaudación mundial de 336 millones de dólares; cifra que superó a los 266 millones de Batman Vuelve. Por otro lado, la crítica la recibió con opiniones muy enfrentadas. Algunos la criticaban duramente mientras otros la adoraban afirmando que Schumacher le había dado un nuevo aire a la saga.
Por su parte, los fans de Batman –al menos, la mayoría de ellos –considera esta película un insulto, tanto para el personaje, como para los cómics en general.
Yo fui a ver esta película en su día al cine y recuerdo que flipé bastante viéndola. Tenía 15 años, era algo mas mayor, pero mi cerebro de adolescente hacía que aún me impresionara fácilmente. No obstante, recuerdo que con lo que mas flipé fue con los efectos especiales, las escenas de acción y, sobre todo, con Nicole Kidman y Debi Mazar –a Drew Barrimore no la nombro porque en esta película está de todo menos sexy –. Con lo que menos flipé fue con Batman, con Robin –bueno, con este no flipo nunca –y con los villanos.
Y es que, tenemos una película que, visualmente, puede resultar muy atractiva para el gran público, pero que es una pésima adaptación de cómic y, como película, es tan solo un divertimento difícilmente de tomar en serio.
Salvo por algunos detalles y algunos actores que repiten, la película casi ignora las dos primeras entregas. Y, como adaptación, se toma un montón de libertades con respecto a los cómics; algunas de ellas heredadas de las anteriores películas. Si en la primera entrega era el Joker quién mataba a los padres de Batman, aquí es Dos Caras quién asesina a la familia de Robin en lugar de Tony Zucco, el asesino de los cómics.
Como ya he dicho, flipé con los efectos especiales y las escenas de acción, porque están de lo mas logrados. Escenas como la del helicóptero o esa en la que Batman salta desde lo alto de un edificio –donde, por cierto, se empleó un Batman generado completamente por ordenador –son de lo mas espectaculares. También las escenas de lucha son muy buenas y están bien rodadas. Hasta aquí, todo bien.
Otro punto es el diseño de producción.
Debo decir que no está mal esa Gotham City con un estilo mezcla entre clásico y futurista. Aunque llega a resultar un tanto acartonado y los colorines y las luces de neón que Schumacher se empeña en meter lo estropean el conjunto. Aunque, debo decir que aquí todos estos elementos se hacen algo mas digeribles en comparación con la siguiente entrega.
El diseño del traje de Batman, aunque inferior a los anteriores, no está mal; además, los pezones Made in Schumacher –que tanta polémica despertarían en el futuro –, aquí pasan algo mas desapercibidos. Tampoco está mal el traje de Robin, muy parecido al traje clásico, aunque con un estilo mas moderno; eso si, demasiados músculos para tan poca cosa. También me gusta el diseño del nuevo Batmóvil, aunque muy inferior al de las anteriores películas; además de que se podrían haber ahorrado esas cubiertas en las ruedas con forma de Batseñal. Mas logrados están el nuevo Batskiboat y el nuevo Batwing; sobre todo, este último.
Se dice que Burton a penas tomó decisiones en esta película, pero yo veo bastante de su mano como productor; sobre todo, en lo que a Batman se refiere. A pesar de las payasadas del guión, los colorines y las luces de neón, Batman sigue estando rodeado de oscuridad; como si todos estos elementos no le afectasen.
El problema es el propio Batman en si. Desde luego, fue un error la elección de Val Kilmer. El tipo no es mal actor, pero no da nada el pego, ni como Batman, ni como Bruce Wayne. Michael Keaton no fue un buen Bruce Wayne, pero si estaba genial enfundado en el traje de Batman. Kilmer, en cambio, a pesar de que el traje le sentaba mejor –ni tan siquiera necesitó relleno en los músculos –, se ve que tanto el traje como el personaje le vienen -simbólicamente -grandes.
Otro fallo garrafal es Robin. Ya me fastidia bastante que metan a este personaje, el cual nunca me ha gustado, pero que, encima, lo interprete un carapán como Chris O´Donnell...
En cuanto a los dos villanos, esto si me da rabia.
Me da rabia porque la elección de los actores es muy buena. Tommy Lee Jones es un excelente actor y Jim Carrey, a pesar de darse a conocer con payasadas como La Máscara o Dos tontos muy tontos, también es un actor muy bueno. Además, los dos pegan mucho con sus respectivos personajes: Dos Caras y Enigma. El problema es lo mal tratados que están los personajes en el deficiente guión, que los convierte en un par de payasos que se comportan como retrasados mentales durante todo el metraje y que están a años luz de sus homólogos en el cómic. Es imposible tomarse a ambos en serio como supervillanos cuando en este tipo de películas los villanos son un punto muy importante.
No tengo ninguna duda de que, con un guión en condiciones, una buena dirección de actores y una caracterización mas lograda –porque la que tienen en la película es para echarse a reír; en el peor de los sentidos –, Jones y Carrey hubieran sido unos excelentes Dos Caras y Enigma.
La otra cara de la moneda es la protagonista femenina. Nicole Kidman es una excelente actriz y está realmente fantástica como Chase Meridian –un personaje inventado para la película –. Muy bella, sexy y provocadora, como una mujer fatal del cine negro mas clásico que no cuesta creerse nada que sea capaz de seducir a Batman o cualquier superheroe que se le cruce en su camino. Desde luego, ella es de lo mejor del film.
De las anteriores películas vuelven a repetir Michael Gough, que vuelve a estar genial como Alfred –a pesar de las tonterías que le hacen decir, como el chiste del bocadillo del principio –, y Pat Hingle, que vuelve a hacer un buen trabajo como Gordon; personaje que sigue siendo tratado como un secundario del tres al cuarto a pesar de su importancia en los cómics.
Resumiendo.
La película, como adaptación de Batman, es pésima. No solo ignora los cómics, también se pasa por el forro a sus dos predecesoras. Eso sin mencionar el mal trato que dan a varios de sus personajes –lo que ya he dicho de los villanos principales –. Aún así, debo decir que, por primera vez, se intenta profundizar en la mente y la personalidad de Batman, mostrando sus demonios internos y sus motivaciones para hacer lo que hace. Pero, sin embargo, la cosa se queda en eso, en un simple intento que, al final, no llega a nada; bien porque no quisieron llegar –porque hay muchas escenas eliminadas del montaje final que ayudaría a comprender todo esto –o porque Schumacher no supo como sacarlo adelante. Las dos opciones me parecen válidas.
Como adaptación es mala, pero como película llega a resultar divertida y entretenida; eso si, siempre que no te la tomes en serio y la veas mas como una parodia. Esto hace que la salve de la quema y, al menos, la coloque entre las regulares. Mas bien, regular tirando a mala.
Y, como ya he dicho, si la comparamos con la que vino después, hasta sale ganando.
11 de febrero de 2012
SLEEPY HOLLOW (1999)
La Leyenda de Sleepy Hollow es un famosísimo relato escrito por Washington Irving en 1820 y que forma parte de la cultura popular americana.
La historia tiene lugar en un asentamiento holandés situado en el valle de Sleepy Hollow, en la década de 1790. Ichabod Crane, un joven y escuálido profesor de escuela está enamorado de Katrina Van Tassel, la hija del hombre mas rico del lugar. Esto le enfrenta con el rudo Abraham Van Brunt, que también pretende a la joven. Una noche, tras salir muy tarde de una fiesta en casa de los Van Tassel, Ichabod es perseguido por el Jinete sin Cabeza, el espectro de uno de esos mercenarios alemanes que lucharon del lado de los ingleses en la guerra de independencia norteamericana y que fue decapitado por una bala de cañón. Al día siguiente, Ichabod desaparece y tan solo se encuentra su sombrero junto a los restos de una calabaza. La gran pregunta es ¿fue perseguido por el espectro del Jinete sin Cabeza o fue Van Brunt disfrazado tratando de librarse de su gran rival?
Esta historia, ya llevada al cine anteriormente, sirvió a Tim Burton para realizar la que es para mi una de sus mejores películas; a pesar de que se trata de una adaptación muy libre de esta obra.
En esta ocasión, Ichabod Crane (Johnny Depp) es un policía de Nueva York empeñado en cambiar los primitivos métodos policiales de la época –es el año 1799 –por métodos mas modernos y menos violentos; algo que le enfrenta a sus superiores. Es por ello por lo que deciden enviarle a Sleepy Hollow, una aldea del norte del estado donde se han producido varios asesinatos en el que las víctimas fueron decapitadas. Una vez allí, le alojan en la casa de Baltus Van Tassel (Michael Gambon), el hombre mas rico del lugar, quién vive junto a su esposa (Miranda Richardson) y su hija Katrina (Christina Ricci), fruto de un matrimonio anterior. Crane no tarda en fijarse en ella, algo que pone muy nervioso a Brom Van Brunt (Casper Van Diem), el prometido de la chica.
Al iniciar la investigación, descubre que la gente del lugar cree que el autor de los crímenes es el espíritu del Jinete sin Cabeza (Christopher Walken), un mercenario alemán aliado de los ingleses en la guerra de independencia que, 20 años atrás, murió a manos de los rebeldes americanos, quienes le cortaron la cabeza con su propia espada y lo enterraron en el mismo bosque donde lo mataron. La gente cree que ha regresado de entre los muertos y está cometiendo los asesinatos. Crane, un hombre de razón, al principio no se lo cree, hasta que ve al jinete con sus propios ojos. Esto le hace tener una gran crisis de fe que logra superar para así poder continuar con la investigación. Pronto, sus indagaciones le hacen descubrir que el jinete no mata por capricho, sino que las victimas han sido seleccionadas por alguien, la misma persona que lo trajo de vuelta de entre los muertos y que encabeza una peligrosa investigación.
Burton dirigió Sleepy Hollow en una época en la que su carrera no pasaba por buenos momentos. Sus dos últimas películas, Ed Wood (1994) y Mars Attack! (1996), no habían funcionado muy bien en taquilla y la Warner había suspendido su ambicioso proyecto sobre Superman.
Producida por Francis Ford Coppola y con guión de Andrew Kevin Walker, esta película reconcilió a Burton con el éxito. Con un presupuesto de 65 millones de dólares, el film recaudó 101 millones solo en EEUU y 105 millones en el resto del mundo, haciendo una taquilla total de 206 millones de dólares. Además de que fue muy bien recibida por público y crítica.
Pero, claro, hace falta mucho mas que esto para que una película sea buena; y esta película, afortunadamente, lo tiene.
Para empezar, debo decir que la película me ENCANTA.
Como ya he dicho, para mi es una de las mejores películas de Burton; incluso, mejor que películas como Batman (1989) o Eduardo Manostijeras (1991), por poner unos ejemplos. Yo diría que es la mejor película de Burton después de Ed Wood.
Desde luego, Burton hace aquí uno de sus mejores trabajos como director, ya que el film está rodado de una forma brillante, lleno de grandes momentos, un ritmo que nunca decae, una soberbia dirección de actores y un estupendo equilibrio entre espectáculo y dramatismo; sin mencionar un mas que correcto uso del gore y el humor negro. Todo muy bien acompañado por la excelente música de Danny Elfman, que aquí firma una de sus mejores bandas sonoras.
El diseño de producción es una maravilla, mezclando muy bien el estilo de Burton con el del relato de Irving. Además, los efectos especiales están de lo mas logrados y se hace un muy buen uso de ellos; especialmente, en la escena en la que el jinete vuelve a ponerse la cabeza, un momento realmente magistral en el impresionante climax del film.
Como ya he dicho antes, la adaptación que se hace del relato de Irving es muy libre, aunque no traiciona mucho la historia original.
El guión de Andrew Kevin Walker, autor también de la magnífica Seven (David Fincher, 1995), es muy bueno. Adaptar un relato corto en un film de mas de 100 minutos es un trabajo de lo mas difícil que aquí Walker solventa muy bien, introduciendo una subtrama de investigación detectivesca -muy deudora de las novelas de Sherlock Holmes o los relatos de Edgar Allan Poe -que funciona espléndidamente, sin dar en ningún momento la sensación de que se han introducido paja para rellenar huecos. La trama va progresando muy bien a medida que avanza el film, manteniendo el interés hasta el final y sin dar la menor pizca de aburrimiento. Todo ello sazonado con unos excelentes diálogos y situaciones, además de momentos verdaderamente terroríficos; como los recuerdos del protagonista sobre la muerte de su madre.
Los actores hacen también un gran trabajo. De nuevo Burton se reúne de un excelente y variopinto reparto, sobre todo en un film como este, tan lleno de personajes peculiares; comenzando por su protagonista, un Johnny Depp que vuelve a demostrar que no hay papel que se le resista. Christina Ricci también está espectacular como protagonista femenina, al igual que Miranda Richardson, que están tan espléndida como siempre. Otro que está genial, aunque se le ve poco, es Christopher Walken como el Jinete sin Cabeza, mostrando que el personaje daba mas miedo estando vivo que muerto; por cierto, cuando al jinete se le ve sin cabeza, el que va dentro de él es Ray Park -el famoso Darth Maul de La Amenaza Fantasma o Snake Eyes de G. I. Joe -.
Por lo general, todos los actores hacen un buen trabajo.
Resumiendo.
Una película estupenda y muy disfrutable de principio a fin. Como adaptación es muy libre. Aunque, mas que adaptar, se podría decir mas bien que se inspira en el popular relato de Washington Irving para ofrecernos un gran film y uno de los mejores trabajos de Burton.
Desde luego, una de las mejores películas que tuvieron el honor de cerrar el siglo XX.
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