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28 de agosto de 2012

TOTAL RECALL (2012)










Ya he visto la nueva versión de Desafío Total. La película se estrenó en EEUU el pasado 3 de agosto y a España no llega hasta el 14 de septiembre pero, como ya sabéis, yo suelo tener poca paciencia y no he querido esperar, por lo que me las he arreglado para verla y poder dar mi opinión sobre ella en este blog.

Una opinión que, como digo siempre, es totalmente sincera y para nada está influenciada por el fanatismo que muchos hacen gala hacia la película por su devoción por el film original. Porque, como ya ocurrió con Conan el año pasado, muchos están despotricando contra esta película sin haberla visto aún solo porque remakea una gran película de culto

Empecemos.

A finales del siglo XXI la mayor parte de la Tierra está devastada y la mayor parte de la civilización se divide en dos grandes estados. Uno es la United Federation of Britain (UFB), que ocupa todo el continente europeo, y la conocida como La Colonia, que ocupa lo que antes era Australia. Los habitantes de La Colonia viven en condiciones deplorables sometidos por la UFB que, a través de un enorme ascensor que cruza el planeta, hace que miles de habitantes de La Colonia vayan cada día a trabajar a sus fábricas de robots, su principal fuerza defensiva. Uno de estos trabajadores es Douglas Quaid (Colin Farrell), quién lleva una vida rutinaria junto a su esposa, Lori (Kate Beckinsale). Desde hace tiempo, Quaid tiene un recurrente sueño en el que es una especie de agente que huye de las tropas de la UFB junto a una bella mujer hasta que es capturado y, entonces, despierta.

Este sueño le obsesiona, tanto que le hace acudir a Rekall, una compañía que ofrece a sus clientes vacaciones mentales donde pueden elegir ser lo que quieran. Quaid elige ser un agente secreto pero, cuando se disponen a conectarle, descubren que tiene algo escondido en su mente. En esos momentos, policías de la UFB irrumpen en el lugar y arrestan a Quaid. Pero este, haciendo uso de unas habilidades que desconocía, mata a los policías y escapa. De regreso a su casa descubre que toda su vida es una mentira y que Lori es una agente de la UFB que, además, intenta matarlo. Perseguido por las fuerzas policiales, Quaid consigue llegar hasta el territorio de la UFB, donde se encuentra con Melina (Jessica Biel), la mujer que aparece en sus sueños. Esta es una agente de la resistencia que lucha contra el tiránico poder de Cohaagen (Bryan Cranston), el canciller de la UFB. Junto a Melina, Quaid descubre que su verdadero nombre es Carl Hauser y que fue un agente de Cohaagen hasta que desertó y se unió a la resistencia. Pero fue capturado por las fuerzas de Cohaagen, no sin antes lograr una vital información que deben de entregar a Matthias (Bill Nighy), el líder de la resistencia.

Desafío Total (Paul Verhoeven, 1990) es una película excelente que adaptaba –de forma muy libre, eso si –un relato corto del gran Philip K. Dick publicado en 1966 y conocido en España como Podemos recordarlo todo por usted o Podemos recordarlo por usted al por mayor. Es, sin duda, la mejor película que se ha hecho basada en una historia de Dick después de Blade Runner (Ridley Scott, 1982).

Este remake fue puesto en marcha hace varios años por los hermanos Harvey y Bob Weinstein cuando estos aún estaban al frente de Miramax. Tras la implosión del estudio en 2005, fue adquirido por Sony, pero cayó en el olvido hasta que, en 2009, la productora Original Film lo recuperó y reanudó el proyecto, dando lugar a la película que ahora nos ocupa.

No se puede decir que a la película le haya ido muy bien. Con un presupuesto de 125 millones de dólares, solo lleva recaudados 55 millones en EEUU y 79 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 135 millones de dólares. Puede que la película haya recuperado ya su inversión, pero no está siendo el gran éxito que se esperaba. Y, sin duda, yo se muy bien por qué ha sido.

Los responsables de la película no paraban de decir que esta película no era, exactamente, un remake del film de 1990, sino una nueva adaptación mas fiel al relato de Dick. Una jodida mentira, ya que, desde que empieza hasta que termina, la película es, practicamente, una reproducción de la cinta de Paul Verhoeven. La historia es practicamente la misma a pesar de que se cambien cosas; aquí no hay viajes a Marte, pero el planeta rojo es sustituido por Australia y lo viajes espaciales por viajes a través de la Tierra.

Yo me lo creí cuando decían lo de que la película versionaba mas el relato de Dick que la película de Verhoeven porque, la verdad, no creía que fueran tan estúpidos de contarnos la misma historia otra vez. Pero, nada mas lejos de la realidad. Cuando he visto la película he sentido como cuando veía The Amazing Spider-Man –también de Sony, por cierto –donde, aunque se cambian cosas, nos cuentan, practicamente, lo mismo.

Y es una pena, porque la película no está nada mal. Está dirigida de forma formidable por Len Wiseman, que es un estupendo director. La película rebosa espectacularidad por todas partes, las escenas de acción son de lo mas brutales y el ritmo trepidante no decae en ningún momento. Los efectos especiales están de lo mas logrados y el diseño de producción es una maravilla; aunque puede que en algunos momentos recuerde a otras adaptaciones de Dick, como la ya mencionada Blade Runner o Minority Report (Steven Spielberg, 2002).

En el tema del reparto, la película también aprueba a pesar de que su protagonista, Colin Farrell, está algo descafeinado; el tipo es buen actor, pero en este film no me termina de convencer del todo. Afortunadamente, el resto del reparto logra estar a la altura. Bryan Cranston está genial y Bill Nighy, a pesar de su corta aparición, hace un estupendo trabajo. También es corta, pero formidable, la intervención de John Cho. Aunque, quienes mas sobresalen en este film son, sin duda, sus dos féminas. Kate Beckinsale está excelente como villana; hay momentos en los que hasta llega a dar miedo y todo. Y en cuanto a Jessica Biel, yo pienso que ella hubiera llevado el protagonismo de la película mucho mejor que Farrell.

Yo creo que sus dos protagonistas femeninas son de lo poco de este film que supera a la película original. No me malinterpreten, Sharon Stone y Rachel Ticotin hicieron un excelente trabajo en el film de Paul Verhoeven, de eso no hay duda. Pero, aún a riesgo de que me apedreen en la plaza pública y me quemen en la hoguera por hereje, yo pienso que Kate Beckinsale y Jessica Biel logran superarlas.

Por lo demás, el resto de la película es inferior a la película de 1990; con excepción de la mutante de los tres pechos, que aquí está mucho mas buena.

El gran problema de esta película es que exista la versión original y su gran error es el haberla tratado de reproducir en lugar de haber intentado hacer otra cosa; como haber adaptado el relato de Dick de forma mas fiel, tal y como nos prometieron. Yo, la verdad, mientras la veía esperaba algún giro argumental que la diferenciara del anterior film. Y podrían haberlo hecho. A mi se me ocurrieron un montón de giros argumentales durante la marcha mientras veía la película y me cuesta creer que a guionistas profesionales como Kurt Wimmer, Mark Bomback o James Vanderbilt –que participó en la película, aunque no salga acreditado –no se les ocurrieran mientras escribían el guión.

Es una pena porque la película es buena. Como ya he dicho, el diseño de producción es excelente y la dirección de Len Wiseman es genial. Si hubieran intentado hacer algo nuevo aunque tuvieran un remake entre manos o meter alguna cosa diferente, como ocurre con otros remakes que se hacen actualmente -como Furia de Titanes, por ejemplo -, la cosa hubiera sido mejor y, seguramente, la película hubiera tenido mucho mas éxito.

Desde luego, da bastante rabia que hayan desperdiciado un gran diseño de producción, la estupenda dirección de Len Wiseman y las excelentes interpretaciones de Jessica Biel y Kate Beckinsale solo para contarnos la misma historia que nos contaron en 1990.





3 de marzo de 2012

UNDERWORLD AWAKENING (2012)













Por fin he visto Underworld Awakening, conocida en España como Underworld: El Despertar, cuarta entrega de esta saga iniciada en 2003 que mezcla elementos del cine de acción con el terror y el fantástico.


Como ya sabéis los que me conocéis y me leéis, yo soy muy fan de esta saga. La primera entrega, Underworld (2003), me gusta mucho, la segunda entrega, Underworld: Evolution (2006), me encanta -de hecho, para mi es la mejor de la saga -, y la tercera, Underworld: La Rebelión de los Licántropos (2009), me gusta también, aunque mucho menos que las dos primeras y me dejó con cierta sensación de frialdad.

Ahora llega esta cuarta entrega que continúa los acontecimientos de la segunda –recordemos que la tercera es una precuela –y recupera a Kate Beckinsale como protagonista; todo un acierto.



En esta ocasión nos encontramos con que la humanidad ha descubierto la existencia de los vampiros y los licántropos y los está exterminando. La vampiro Selene (Kate Beckinsale) y su amado, el híbrido Michael –interpretado por otro actor que no aparece acreditado –, intentan escapar en un barco, pero son emboscados y, tras una gran explosión, Michael aparentemente muere y Selene es capturada y mentenida en estado de invernación. Doce años después, Selene despierta y escapa del lugar donde la tienen retenida, unas instalaciones científicas dirigidas por el doctor Jacob Lane (Stephen Rea). Ella sabe que alguien la ha liberado y que puede estar en conexión psíquica con esa persona. Al principio, piensa que es Michael, pero pronto descubre que se trata de Eve (India Eisley), una niña híbrida mitad vampiro y mitad licántropo. Selene pronto descubre que esa niña es su hija y que la misteriosa corporación que las había tenido prisioneras la busca por alguna razón.

Len Wiseman, director de las dos primeras entregas y alma mater de la saga, regresa otra vez solo como productor y guionista mientras que de la dirección se hacen cargo, esta vez, los suecos Måns Mårlind y Björn Stein, quienes habían logrado un notable éxito en su país de origen con Storm (2005) y habían debutado en el cine americano con La Sombra de los Otros (2010).

La película está teniendo bastante éxito. En la taquilla americana ha logrado igualar los 62 millones de dólares de Underworl: Evolution y en el resto del mundo ha hecho 78 millones de dólares, por lo que es la entrega de la saga mas taquillera a nivel mundial con 140 millones de dólares recaudados. Claro, que su presupuesto de 70 millones de dólares la hace ser menos rentable que las anteriores entregas. Aunque, de todas formas, yo no dudo que habrá quinta entrega; de hecho, el final deja abierta la posibilidad.

Debo decir que la película me ha gustado pero, como ya ocurrió con la tercera, me deja cierta sensación de que la película podría haber dado mas de si.


Para empezar, como ya he dicho, recuperan a Kate Beckinsale como protagonista y eso le hace ganar muchos puntos. La actriz vuelve a estar espléndida como Selene y se desenvuelve mucho mejor que antes en las escenas de acción, las cuales son de lo mas espectaculares y están muy bien rodadas; además de sazonadas con un ritmo trepidante y buenas dosis de violencia y sangre, algo muy de agradecer. Todo ello bien acompañado del diseño de producción de estilo comiquero y la fotografía tenebrista y azulada que son ya marca de la casa.

Los efectos especiales también están muy logrados. Aunque debo decir que el diseño del licántropo gigante no me termina de convencer del todo y, además, no lo encuentro tan espectacular y amenazador como debería; sobre todo, si lo comparamos con el William de Underworld: Evolution, que ese si era una maravilla. Por cierto, los licántropos famélicos me recuerdan mucho al hombre lobo de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (Alfonso Cuarón, 2004).

A nivel de reparto, la película está bien. Salvo algunas excepciones, los intérpretes hacen un buen trabajo y la dirección de actores ayuda mucho.

El punto mas negativo del film está, como no, en el guión. No es que el guión sea malo. Al contrario, tiene una buena historia y, además, en la segunda mitad se da un inesperado giro a la trama que a mi me pareció muy bien. El problema es que no da lo que tenía que dar. No termina de aprovechar del todo a los personajes secundarios ni las subtramas. Ni tan siquiera la parte principal, la de Selene y su hija, se aprovecha como debería. Al final, todo pasa demasiado deprisa, dando la sensación de “¿Ya está?” cuando termina la película.

Además, de Wiseman, hay otros tres guionistas en la película –entre ellos, el gran J. Michael Straczynski –. Y yo pienso que cada uno de ellos escribió su propio guión para el film y luego se fueron cogiendo partes de cada uno de ellos y se fueron juntando, como si de un rompecabezas se tratara. Al menos, a mi me dio esa sensación.



De todas maneras, la película no está mal. Como entrega de la saga cumple y hace pasar un muy buen rato si se va al cine con no muchas pretensiones. Desde luego, es totalmente recomendable, sobre todo, a los fans de la saga, entre los que me incluyo. Si tuviera que ubicarla dentro de la serie, diría que es inferior a las dos primeras y superior a la tercera.


Desde luego, no me importaría nada que hicieran una quinta entrega. Pero, eso si, que no la hagan sin Kate, por favor.






25 de marzo de 2011

UNDERWORLD (2003)






Vamos ahora con la película que comenzó esta saga, de la cual se rueda actualmente su cuarta entrega y que es una de mis favoritas.

Como ya dije en el post de Underworld: Evolution, este film fue una agradable sorpresa para los amantes del cine de acción y del fantástico; pero tampoco es una película redonda y tiene algunos fallos que la hacen algo difícil de ver y ser inferior a su estupenda secuela.

Pero, vayamos por partes.

La película trata como, desde hace siglos, vampiros y hombres lobo se han enfrentado en una guerra a espaldas de la humanidad. En medio de la lucha, Selene (Kate Beckinsale), una guerrera vampiro, descubre que los hombres lobo van detrás de un humano, Michael (Scott Speedman). Desobedeciendo las órdenes de Kraven (Shane Brolly), quién lidera el clan vampiro mientras su líder, Viktor (Bill Nighy), duerme, Selene va en busca de Michael y lo rescata cuando los hombres lobo tratan de capturarlo. Pero no puede evitar que Lucian (Michael Sheen), el líder de los licántropos, al que se creía muerto, le muerda y empiece a convertirse en un hombre lobo.

Otra cosa que no puede evitar Selene es enamorarse de él, algo totalmente prohibido por la leyes de su clan. No obstante, la cosa va mucho mas allá cuando descubre un complot entre Lucian y Kraven, quién resulta ser un traidor, para crear una nueva raza de híbridos entre vampiros y hombres lobo en donde es indispensable la sangre de Michael, quién es desdendiente director de Alexander Corvinus, el primer inmortal.

El film es, en el fondo, la clásica historia de Romeo y Julieta –utilizada de mil formas en el cine –, esta vez enmarcando la historia en el mundo de los vampiros y los hombres lobo.

Está dirigida por Len Wiseman, un buen director que aquí hacía su debut cinematográfico y que es el alma máter de esta saga, dirigiendo después la estupenda secuela y produciendo la tercera y la futura cuarta entregas. También fue el autor de la historia original junto a Kevin Grevioux y Danny McBride; este último, encargado de la escritura del guión final.

La película, desde luego, es muy buena. Como ya he dicho antes, fue una agradable sorpresa en su día gracias, sobre todo, a su temática y a su estética de cómic mezclada con la de las películas de Blade y Matrix. El diseño de producción es muy bueno, lo mismo que su fotografía tenebrista y su banda sonora. Tiene unos efectos especiales a la altura y unas logradas secuencias de acción. También tiene las dosis justas de violencia y los hombres lobo están muy logrados; aunque, por problemas de presupuesto, sus cuerpos no tienen mucho pelo y, además, no se les puede ver, cuando están transformados del todo, luchando contra los vampiros.

Los actores también hacen un buen trabajo. Tanto Bill Nighy, como Scott Speedman, Sophia Myles –la otra fémina de la historia; aunque algo desaprovechada –o Michael Shee, quién aquí si hace una excelente interpretación; nada que ver con su histrionico –e insoportable –personaje de Tron Legacy (Joseph Kosinski, 2010).

No obstante, quién logra brillar con luz propia es su protagonista, la excelente Kate Beckinsale; quién dio un radical cambio de registro en en esta película. Hasta el momento, era mas habitual verla en dramas y películas de época. Ya había hecho alguna que otra película de terror y de misterio en el pasado. Pero aquí sorprendió dando vida a una heroína de acción enfundada en cuero negro ajustado. Y se ve que le gustó porque, además de repetir en la secuela y en la cuarta entrega –en la tercera, que es una precuela, no aparece, ya que la historia tiene lugar años antes de que naciera su personaje –, repitió al año siguiente en Van Helsing (Stephen Sommer, 2004).

La película es buena, pero no del todo. También tiene varios fallos que hacen que no pueda ser la obra maestra que debería ser.

Por poner un ejemplo. La película costó 22 millones de dólares, un presupuesto casi de serie B hoy día, y se nota mucho que Wiseman tenía en mente una película mucho mas grande. Esto se nota, especialmente, en las escenas de acción, las cuales están muy logradas, pero dan en todo momento la sensación de que quieren ser mas de lo que son. No se si me explicó. No es que quiera decir que la película sea mala porque su presupuesto es bajo, el problema es que Wiseman la realizó teniendo mas en mente una gran producción en lugar de un film de serie B, que es lo que es en realidad esta película.

Otro fallo del film está en el guión. No es que el guión sea malo, la histórica y los diálogos están muy bien. Pero si le falla el ritmo muchas veces y la película se hace algo caótica. En Underworld: Evolution el ritmo nunca decae y la historia va progresando a medida que avanza el film. Aquí, sin embargo, la historia no llega a solidificarse en ningún momento y su narrativa es bastante floja. Por no hablar de que deja bastantes cabos sueltos; algunos, afortunadamente, bien atados en la secuela.

Pero, de todas maneras, la película es muy buena, muy disfrutable y totalmente recomendable a cualquier amante del fantástico y el cine de acción. Aunque superada por Underworld: Evolution –donde, afortunadamente, Wiseman y su equipo aprendieron de los errores –, una película muy lograda y un muy buen comienzo para esta saga.





20 de diciembre de 2010

UNDERWORLD: EVOLUTION (2006)



Underworld (2003) fue, a parte del debut del director Len Wiseman, una agradable sorpresa para los amantes del cine de acción y del fantástico; una película con estética de cómic donde vampiros y hombres lobo libraban una sangrienta guerra a espaldas de la humanidad ¿Que mas se puede pedir? El film fue también un éxito y eso dio píe a una secuela, una precuela y una cuarta entrega que se espera para 2012.

Yo voy a hablar aquí de su secuela, Underworld: Evolution, que se estrenó tres años después y que, para mi, es el mejor capítulo de la saga; aunque, como ocurre muchas veces, muchos dicen lo contrario. Pero, como digo yo siempre, mi opinión es mi opinión y, para nada, está influenciada por la de otros.


La película comienza justo donde terminó la primera después de un prologo en la Edad Media. La vampira Selene (Kate Beckinsale) y su enamorado, Michael (Scott Speedman), híbrido entre vampiro y hombre lobo, huyen juntos tanto de los vampiros como de los licántropos. Tras haber tenido que matar a Viktor (Bill Nighy), Selene es ahora una enemiga de su propia gente. Sin embargo, las cosas empeoran cuando Marcus (Tony Curran), despierta convertido también en un híbrido al haber ingerido sangre de hombre lobo. Marcus es, en realidad, el primer vampiro; y no Viktor, como se creía. Además, también es uno de los tres hijos del inmortal Alexander Corvinus (Derek Jacobi), quién, junto a sus seguidores, recorre el mundo tratando de borrar el rastro que deja la guerra que libran sus hijos. Ahora, con la comunidad de vampiros casi destruida, Marcus quiere crear un nuevo imperio junto a su hermano, William, el primer hombre lobo. Pero, para ello, antes tiene que encontrar el lugar donde le tienen encerrado y Selene es quién tiene la clave del paradero y la llave de la prisión.


La primera película es muy buena, eso no lo voy a negar, pero se notaba que Wiseman quería hacer un film mas grande con un presupuesto menor (22 millones de dólares) y eso se notaba al final, lo que hacía a la película un poco difícil de ver. Tal vez, si la hubiera rodado como lo que es, una película de serie B, hubiera quedado mejor. Además, había momentos en el film en los que fallaba el ritmo –sobre todo en la parte final –y eso empeoraba las cosas. Por eso, la primera película, aunque me gusta, me dejó con cierta sensación de frialdad.


Afortunadamente, fue un éxito –recaudó 95 millones de dólares en todo el mundo –y eso permitió a Wiseman poder rodar esta secuela con un presupuesto mayor (50 millones de dólares) y poder hacer así la película que él quería hacer. Porque se nota mucho mas la soltura del director a la hora de rodar. El ritmo, esta vez, no decae en ningún momento, las secuencias de acción están mucho mejor rodadas y son mas espectaculares y el diseño de producción está mucho mas logrado.

Claro, que hace falta mucho mas que eso para hacer una buena película y, afortunadamente, esta lo tiene.

El film es completamente fiel a la película original y conserva, a parte de su estilo, las cosas que lo hacían bueno. Retoma la historia justo donde lo dejó la otra sin que parezca nada que han pasado tres años entre los dos films. Además de que ahonda mas en la historia de amor entre sus protagonistas, en la guerra entre los vampiros y los licántropos y los orígenes de estos. Además, ata muchas cosas que quedaron sueltas en el primer film; como la muerte del traidor Kraven (Shane Brolly).


Desde luego, la película se disfruta de principio a fin, no aburre lo mas mínimo y posee escenas realmente brutales, como el prólogo en la Edad Media donde vemos como capturan a William, la escena del camión o la impresionante batalla final. Además, añade un poco mas de erotismo, algo que es de agradecer.

En cuanto al reparto, los actores hacen un buen trabajo –tanto los nuevos como los que repiten –, destacando, claro está, su gran protagonista, Kate Beckinsale, una excelente actriz que debutó en esta saga como chica de acción, demostrando valer tanto para este tipo de películas como para los films de época a los que nos tenía acostumbrados. De nuevo vuelve a estar estupenda dando vida a Selene, demostrando ser un elemento importante en esta saga. Es una suerte que la hayan recuperado para la cuarta entrega después de haber tenido que prescindir de ella en la tercera –o primera, ya que es una precuela –, porque a mi se me hace esta saga insustancial si no sale ella.
Resumiendo.

Una estupenda película y una secuela muy superior a la primera que, incluso, logra satisfacer mas que aquella. Un film que hace las delicias de cualquier amante del cine de acción y del fantástico y que, desde luego, deja muy buen sabor de boca y con muchas ganas de mas. Está muy bien hecha y muy bien cuidada, no aburre lo mas mínimo y tiene un guión en condiciones. Desde luego, la mejor película de la saga y una de las mejores películas de este tipo de los últimos años.


Digan lo que digan sus retractores, es una película muy buena y yo la recomiendo abiertamente.