4 de noviembre de 2011

BATMAN (1989)













El 20 de julio de 2012 se estrena The Dark Knight Rises, la tercera película de Batman dirigida por Christopher Nolan, el hombre que le devolvió la vida al hombre murciélago en el cine después de que Joel Schumacher lo asesinara salvajemente en 1997. No hay duda de que -a pesar de que algo me lo impida -escribiré aquí su correspondiente análisis en cuanto la vea. Pero, hasta entonces, pienso analizar aquí todas las películas de Batman.

Y comienzo con el film con el que Tim Burton revolucionó el cine de superheoes a finales de los 80 y que hasta 2005 tuvo el honor de ser la mejor película de Batman que se había hecho.

Aunque yo soy mas del Batman de Nolan, como bien sabéis los que me leéis, no me olvido de este film con el que he crecido y que me hizo disfrutar en mi infancia. Aunque, sinceramente, aunque me sigue gustando, ya no me impresiona como antes. Y no lo digo solo por el impacto que produjeron en mi las películas de Nolan, sino porque el paso del tiempo no le ha sentado nada bien a esta película y, hoy día, cada vez me fijo mas en sus defectos que en sus virtudes; no solo como fan de Batman, también como amante del cine en general.


Pero vayamos por partes.


La película comienza en Gotham City, una gran urbe asolada por el crimen organizado, el cual está representado por Carl Grissom (Jack Palance), el gran capo local. No obstante, las cosas empiezan a cambiar cuando surge un misterioso enmascarado en la noche que empieza a combatir el crimen a espaldas de la policía disfrazado como un murciélago y haciéndose llamar Batman. Este misterioso justiciero no es otro que Bruce Wayne (Michael Keaton), un millonario que, siendo niño, vio como sus padres eran asesinados por un atracador, lo que hizo que decidiera dedicar su vida a la lucha contra el crimen; labor en la que le ayuda Alfred Pennyworth (Michael Gough), su fiel mayordomo.
Pronto, las acciones de Batman empiezan a ser seguidas, además de por la policía o los hombres de Grissom, por los periodistas. Entre estos últimos está Vicky Vale (Kim Basinger), una tenaz reportera y fotógrafa que llega a Gotham con intención de desenmascarar al hombre murciélago. Mientras tanto, Grissom descubre que su esposa, Alicia (Jerry Hall), tiene una relación con su principal lugarteniente, Jack Napier (Jack Nicholson), por lo que decide deshacerse de él enviándole, bajo el pretexto de eliminar pruebas, a una fábrica de productos químicos donde caerá en una emboscada de la policía. Napier logra escapar de la policía, pero Batman le corta el paso y, en plena pelea, el gamster cae a una gran olla de ácido. Es dado por muerto, pero logra sobrevivir, aunque completamente desfigurado, adquiriendo la apariencia de un payaso. Ha nacido el Joker.

Esta película tardó diez años en ver la luz. En 1979, tras el éxito de Superman (Richard Donner, 1978), la Warner puso en marcha un proyecto cinematográfico para llevar al cine a Batman. No obstante, este proyecto no lograba salir adelante y el estudio empezó a perder interés en él. La cosa cambió a mediados de los 80, cuando Frank Miller le dio un nuevo impulso al hombre murciélago en los cómics con El Regreso de el Señor de la Noche y hasta que Tim Burton se puso, finalmente, al frente del proyecto después de una incansable búsqueda de posibles directores entre los que se encontraban Joe Dante, Ivan Reitman o, incluso, Ridley Scott.

La película fue un éxito enorme. Con un presupuesto de 35 millones de dólares, logró recaudar 250 millones de dólares solo en EEUU y superó los 400 millones de dólares con la taquilla mundial. También fue muy bien recibida por crítica y público y se convirtió, a parte del inicio de una saga, en todo un fenómeno cultural, poniendo de nuevo a los cómics en el punto de mira de Hollywood, como ya hiciera en su día el Superman de Donner. Además, ayudó al público no lector de cómics a quitarse de la cabeza la imagen hortera que tenían de Batman heredada de la serie de Tv de los años 60 y la versión fílmica de esta. Aunque, lo mas importante es que gustó a los fans de Batman.


¿Y que me parece a mi este film?

Como ya he dicho, yo aluciné con esta película en mi infancia pero, con el paso de los años, el impacto se ha ido desinflando; además, cabe decir que por entonces me tragaba cualquier cosa sobre Batman, incluso la serie hortera de los 60, por lo que no es de extrañar que alucinara tanto. Hay muchas películas que han marcado mi infancia. Unas han envejecido bien y para mi se mantienen tan frescas como el primer día; otras, en cambio, han ido perdiendo fuerza con el paso de los años y, aunque siguen gustándome mucho, vistas a día hoy no causan el mismo impacto.

Esta es una de ellas.

Visualmente, la película es maravillosa. El diseño de producción –por el que la película ganó un muy merecido oscar –es realmente excelente, muy fiel a los cómics y con una estética, que mezcla la moda propia de los años 20 o 40 con elementos propios de la época actual, muy lograda. El diseño del traje de Batman me encanta, lo mismo que el de su nuevo logo o el del Batmóvil y el Batwing, que son realmente alucinantes. La dirección de Burton está muy lograda. Aunque el tipo no es muy conocedor de los cómics –tal y como él mismo ha reconocido en varias ocasiones –, su estilo oscuro y gótico sirvió muy bien a la película. Lo mismo que la estupenda banda sonora, obra del gran Danny Elfman -que es colaborador habitual de Burton -, la cual es realmente impresionante.

También a nivel interpretativo la película está muy acertada. Los actores lo hacen muy bien y su trabajo es realmente muy bueno. Sobre los actores no hay ningún problema. El problema es como están tratados los personajes; cosa de lo que hablaré mas adelante.


A nivel visual y de interpretación, la película está bien. Pero, hace falta mucho mas para lograr una gran película y, sobre todo, una gran adaptación de Batman, uno de los personajes de cómic mas complejos que existen.

Uno de los puntos débiles del film es, sin duda, su guión, el cual no es malo, pero es bastante simplón y, a veces, está mal esquematizado. Es bien sabido que la elaboración del guión de esta película fue un auténtico caos, con un montón de borradores y reescrituras, y eso se nota mucho en el film.

Además, como adaptación falla mucho. La película se centra mucho en mostrar a Batman como el personaje oscuro y rodeado de oscuridad que se ve en los cómics, hasta ahí bien. Pero, por otro lado, pasa por alto muchas cosas esenciales en las historias de Batman. Una es su alter ego, Bruce Wayne, el cual es otra parte fundamental para entender la psicosis del personaje y que en la película es una personalidad casi nula a pesar de la estupenda interpretación de Michael Keaton, que es un excelente actor y ha sido mejor Batman que su antecesor, Adam West, o sus sucesores, Val Kilmer y George Clooney. Pero, aún así, no me parece que sea el Batman definitivo.

Lo mismo que el Joker, villano principal del film y la némesis de Batman en los cómics, que aquí está interpretado por otro excelente actor: Jack Nicholson.

Este Joker luce un aspecto impresionante y muy fiel al de los cómics, captando hasta el mas mínimo detalle, tanto en su vestimenta, como en su aspecto físico. Además, la interpretación de Nicholson es sensacional y el personaje mantiene mucho de la personalidad y el humor negro que lo caracterizan. Este Joker está muy logrado y es un estupendo villano. Sin embargo, le falta un detalle fundamental. Y es que este Joker...



...NO DA MIEDO.



En los cómics, el Joker es un personaje terrorífico. Un auténtico hijo de puta. Alguien a quién no querrías tener ni a diez kilómetros de distancia. En serio, a mi este personaje siempre me ha acojonado leyendo los cómics. Solo de pensar que pudiera existir alguien así en la vida real se me ponen los pelos como escarpias.

No quiero decir que este Joker sea una hermanita de la caridad –o un payaso a secas como el de la serie de los 60 –, pero os juro que en ningún momento me llegó a dar miedo, ni siquiera cuando vi la película por primera vez con 11 o 12 años –tenía 9 años cuando la estrenaron en el cine, pero no pude verla entonces y tuve que esperar un poco para ello –. Es un cabrón, un psicópata y un cachondo que se parte de risa cuando mata a la gente sin pestañear y que desfigura mujeres. Pero, aún así, no me llegó a dar ni una pizca del pavor que me produce en las viñetas.


Eso sin mencionar lo mucho que me fastidia que le busquen unos orígenes, algo que no me gusta nada. Incluso en La Broma Asesina, el estupendo cómic de Alan Moore, las partes correspondientes al origen del Joker me parecen prescindibles. Uno de los mejores puntos del Joker es no saber quién es, ni de donde ha venido o cuales son las razones de su demencia. Precisamente, por eso es el mayor adversario de Batman, ya que es un oponente al que el héroe no puede llegar a comprender.

De que le conviertan en el asesino de los padres de Batman, ya ni hablo –los hay que, para justificarlo, dicen que el que le acompaña en la escena del asesinato de los padres es el mismo Joe Chill, el verdadero asesino de los padres en los cómics, pero eso no me vale – . Aunque, bueno, es una licencia que se puede pasar por alto.

Lo que de verdad no me hace ninguna gracia es que lo maten al final. David S. Goyer, co-guionista de las películas de Nolan, afirma que fue el mayor error que cometieron en la película y yo, desde luego, le doy la razón. Burton lo justificó diciendo que no veía lógico que el Joker volviera a aparecer en futuras secuelas. Una tontería y, desde luego, no es razón para matar al mayor enemigo de Batman. Da igual que no fuera a aparecer en otras películas, el solo hecho de saber que está vivo y preso en Arkham para mi es mas que suficiente.

Además, en la película Batman es causante de otras muertes, convirtiéndole en un asesino; algo que ni por asomo es en los cómics.


Quién de verdad sufre un trato realmente nefasto en la película es, sin duda, el comisario Gordon, personaje que en los cómics tiene una gran importancia como aliado del hombre murciélago, pero que en la película lo convierten en un secundario del tres al cuarto, cuya relación con Batman es casi nula y su presencia en el film es completamente anodina. Al menos, el actor que le da vida, Pat Hingle, hace un buen trabajo; ya he dicho que el trabajo interpretativo del film es bastante bueno.

Por otro lado, Vicki Vale está realmente fantástica. Interpretada por Kim Basinger, que además de muy bella es una excelente actriz, la chica del film es sin duda de lo mejor de la película a nivel de personajes junto con Alfred, el fiel mayordomo de Bruce Wayne y mano derecha de Batman, interpretado por Michael Gough.

Y no me olvido de Billy Dee Williams -el Lando Calrissian de Star Wars -, que da vida a Harvey Dent, el futuro Dos Caras –si, Burton también se atrevió a poner a un actor negro para interpretar a un personaje de cómic de raza blanca –o Jack Palance, que interpreta a Carl Grissom, un personaje que no aparece en los cómics, pero que está inspirado en el personaje de Rupert Thorne. Ambos hacen un buen trabajo como actores, pero ambos están bastante desaprovechados.


Resumiendo.

Una película bastante buena. Muy entretenida y, sobre todo, muy lograda a nivel visual e interpretativo, pero que falla mucho como adaptación y que, como ya he dicho antes, ha envejecido muy mal con el tiempo. Además, a pesar de su estupendo diseño de producción y la buena dirección de Burton, hay momentos en los que la puesta en escena resulta demasiado teatral y eso estropea algo el conjunto.

Es muy superior a otras adaptaciones del hombre murciélago, sobre todo a la serie de los 60 o sus secuelas; especialmente, las que dirigió Joel Schumacher. Pero, sin duda, no es la adaptación definitiva de Batman. Por decirlo de una manera, se centra mas en el disfraz que en el hombre que va dentro de él.


Tendrían que pasar 16 años para que Batman tuviera la adaptación cinematográfica que de verdad se merece.








11 de octubre de 2011

PARANORMAL ACTIVITY (2007)












Paranormal Activity ha sido uno de los mayores fenómenos cinematográficos de los últimos años. Adorada por unos y vapuleada por otros, esta película de bajísimo presupuesto, ópera prima de su director y guionista, se convirtió de la noche a la mañana en un enorme éxito, generando su propia saga, cuya tercera entrega está a punto de llegar y está claro que no será la última.

Esta película fue realizada en el año 2007 por el israelí Oren Peli, un director sin estudios de cine ni ninguna sola experiencia. Con un presupuesto de 15.000 dólares, Peli empleó su propia casa y una cámara de vídeo para rodarla –mejor dicho, grabarla –con un reparto muy reducido compuesto por actores completamente desconocidos.

La película trata sobre una joven pareja, formada por Katie (Katie Featherston) y Micah (Micah Sloat), que se traslada a vivir a una casa de un suburbio de San Diego (California) donde pronto comienzan a suceder sucesos paranormales. Katie pronto identifica estos sucesos con una entidad demoníaca que la lleva persiguiendo desde que era una niña. Un médico les aconseja que vayan a ver a un importante experto en demonología, pero Micah se niega y decide resolver el asunto por su cuenta. Por ello, compra una cámara y un equipo de vídeo y decide grabar lo que sucede por las noches, mientras ellos duermen. Las consecuencias de esto serán imprevisibles.

En un principio, la película fue vista solo en algunos festivales sin despertar mucho interés –de hecho, festivales importantes como el de Sundance la rechazaron –, lo que obligó a Peli a hacer algunos ajustes, aunque sin ningún éxito. La cosa cambió cuando una copia en DVD de la película cayó en manos de Ashley Brooks, ejecutivo de producción de Dreamworks, a quién gustó la película y la fue pasando a mas directivos del estudio hasta que cayó en manos del mismísimo Steven Spielberg.

Se cuenta –aunque yo no me lo creo mucho –que Spielberg devolvió la película al día siguiente envuelta en una bolsa de basura creyendo que esta estaba maldita, algo fruto del miedo que le había entrado cuando la veía. Sea verdad esto no, el caso es que Spielberg decidió apostar por el film y contrató a Peli para volver a rodarla, esta vez con mas medios. No obstante, tras unos pases de prueba de la cinta original, donde se dice que mucha gente del público salió huyendo de la sala por el miedo, se decidió estrenar, finalmente, la película original; eso si, añadiéndole algunos cambios, sobre todo al final.

Porque la película tiene tres finales.




Lo que viene a continuación son SPOILERS; los que aún no hayan visto la película que se abstengan de leerlo.




El primer final, el original, mostraba a Katie, poseída por el demonio, regresando al dormitorio ensangrentada y con un cuchillo después de haber matado a Micah. La chica se quedaba mucho tiempo en un estado catatónico hasta que la policía llegaba. Entonces, ella sale del estado de shock y, sin saber que está pasando, va hacia los policías y estos le disparan y la matan.

El segundo final solo pudo verse una vez en 2008. Este era completamente igual al primero, con la diferencia de que Katie, cuando regresaba al dormitorio poseída y ensangrentada, lo que hacía era cortarse el cuello frente a la cámara.

El tercero y definitivo –que fue ideado por Spielberg, según tengo entendido –, muestra a la poseída Katie arrojando a Micah contra la cámara con una fuerza sobrehumana. Luego se coloca sobre el cuerpo y empieza a olfatearlo antes de quedarse mirando a la cámara con una diabólica sonrisa y abalanzarse sobre ella.




Fin de los SPOILERS.




La película se estrenó bajo el sello de Paramount Pictures, que se hizo con los derechos por 300.000 dólares, en septiembre de 2009 y se convirtió en un enorme éxito. Con su presupuesto de 15.000 dólares, la película recaudó 107 millones de dólares en EEUU y 85 millones en el resto del mundo, haciendo una taquilla global de 193 millones de dólares, un exitazo en toda regla. Su secuela no se hizo esperar, estrenándose al año siguiente, y, como ya he dicho, su tercera entrega se estrena este año y todo apunta a que no será la última.

A parte del éxito, la película, como ya he dicho, se convirtió en uno de los mas recientes fenómenos cinematográficos, no dejando a nadie indiferente. Las opiniones sobre el film se dividen entre los que la adoran como una gran película y los que la desprecian como una engañosa campaña de marcketing.

Yo, desde luego, no me voy a inclinar por ninguno de los dos bandos y, como siempre, voy a dar mi mas sincera opinión sobre la película basándome en lo que esta me ha parecido.

Empecemos.

La película pertenece a lo que se conoce como mockumentary o falso documental, un subgénero que no es nada nuevo en el mundo del cine, ya que lleva empleándose desde hace bastantes años –y es mucho mas antiguo que El Proyecto de la Bruja de Blair (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999), a la que muchos consideran erróneamente su inspiradora –. No obstante, este subgénero se ha puesto muy de moda en los últimos años gracias a films como REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007) o Monstruoso (Matt Reeves, 2008).

El film está realizado de dos maneras. Por un lado, están las escenas rodadas cámara en mano como si de un vídeo doméstico se tratara. Por el otro, están las escenas nocturnas con la cámara fija mientras los protagonistas duermen y van sucediéndose los sucesos paranormales.

Debo decir que esta propuesta me gusta mucho y es, de hecho, lo que mas me atrae del film. La sola idea de que sucedan cosas extrañas mientras duermes es algo que ya de por si da bastante mal rollo y poder ver las cosas que se suceden por las noches en el film mientras los protagonistas duermen plácidamente, da, de verdad, bastante miedo.

No hay duda de que Oren Peli tuvo una muy buena idea. El problema es que no ha sabido llevarla del todo bien.

Para empezar, se nota mucho su inexperiencia a la hora de dirigir. Deja demasiado a la improvisación, sobre todo en lo que es el uso de la cámara, haciendo que haya veces que resulte difícil seguir el hilo de la trama. Luego está el hecho de que los momentos de terror, aunque muy logrados y verdaderamente terroríficos, son muy, pero muy, pocos y la película se pierde demasiado en una larga sucesión de escenas de discusiones de la pareja protagonista, llegando a veces a aburrir en algunos momentos.

No tengo duda de dos cosas: 1) que con un director mas experimentado la cosa hubiera quedado mejor y 2) que el enorme éxito que ha tenido la película se debe mas a su campaña publicitaria –mostrando a gente en los cines asustándose mientras ven, supuestamente, la película o con la leyenda del canguelo que le dio a Spielberg –que a sus méritos cinematográficos.

Aún así, la película no es mala del todo. No es un gran film, ni una película redonda, pero tampoco es un bodrio o una mala película. A pesar de sus defectos, a mi me resulta un buen film. Su historia al final resulta interesante y, una vez que la ves mas veces y te acostumbras a las interminables discusiones de pareja y resulta mas entretenida. Además, el trabajo de los actores es muy bueno, sobre todo el de los protagonistas.

Tanto Katie Featherston como Micah Sloat hacen un estupendo trabajo y resultan de lo mas creíbles en sus respectivos papeles. Son buenos interpretes y se nota que saben improvisar, algo indispensable en este film, ya que la dirección de actores es algo casi ausente. Desde luego, a nivel interpretativo, la película está bastante bien.

Resumiendo.

Una película a la que se ha sobrevalorado e infravalorado a partes iguales. Un buen film de terror que, aunque se podría haber hecho mejor, resulta agradable de ver y, además, nos ofrece una muy buena propuesta. Yo, desde luego, ni lo adoro ni lo odio, pero si me ha llegado a gustar.

Se merece el aprobado.






27 de septiembre de 2011

THE RELIC (1997)







The Relic es la adaptación de la novela Relic, conocida en España como El Ídolo Perdido, la primera de las novelas conjuntas que escribieron el dúo formado por Douglas Preston y Lincoln Child; dos escritores que, aunque viven a miles de kilómetros de distancia el uno del otro, trabajan juntos con la ayuda de internet y las nuevas tecnologías.

La película se sitúa en el Museo de Historia Natural de Chicago, donde la llegada de unas cajas procedentes de sudamérica coincide con unos misteriosos asesinatos que se producen en el museo y que ponen en peligro una importante exposición sobre supersticiones. El teniente de policía Vincent D'Agosta (Tom Sizemore) investiga los asesinatos, descubriendo que estos tienen relación con un barco en el que todos sus tripulantes fueron brutalmente asesinados y que provenía del mismo lugar de donde vinieron las cajas, las cuales contenían la réplica de una criatura mitológica conocida como Kothoga y unas extrañas hojas que portan una misteriosa bacteria. Creyendo que son las hojas de embalaje y que están infectadas, son inmediatamente destruidas, pero una de las científicas del museo, Margo Green (Pennelope Ann Miller), se hace con unas cuantas para estudiarlas, haciendo un terrible descubrimiento.

Debo decir que, cuando vi la película en el cine, en el verano de 1997, no me había leído la novela, por lo que no la vi como adaptación, sino como una mas de las muchas monsters-movies de serie B con toques de Alien que tanto me gustan. Dos años después, me hice con la novela -una novela muy buena, por cierto -casi por causailidad y me la leí. Descubrí, entonces, que la película se había comido a muchos personajes y subtramas del libro y, además, se habían hecho muchos cambios con respecto al texto original. Pero, aún así, se mantenía bastante fiel a la estructura de la historia y los orígenes de la bestia.

Entre los cambios mas significativos estaba el hecho de cambiar la historia de ciudad. Mientras la novela transcurría en Nueva York, la película tiene lugar en Chicago. Esto se debió a que la producción no consiguió el permiso del Museo de Historia Natural de Nueva York para rodar allí, tal y como tenían previsto, y se vieron obligados a encontrar otras alternativas; siendo Chicago una de ellas.

Un cambio que si me gustó es el nombre del monstruo. En la novela, este recibe el impronunciable nombre de Mbwun –“El que camina a cuatro patas” según su traducción –. En la película estuvieron mas acertados rebautizándolo como Kothoga, que es el nombre que, en la novela, recibe la tribu indígena que lo adora como un dios.

Aunque, el cambio mas importante fue la exclusión de la historia del protagonista principal, el carismático agente del FBI Aloysius Pendergast, cargando así el protagonismo en los personajes de Margo Green y Vincent D'Agosta –aunque, este último adquiere algunos de sus rasgos –. Pendergast no es solo el protagonista de Relic, también es el protagonista de la mayoría de las novelas de Preston y Child, siendo a estos escritores lo que Sherlock Holmes fue para Arthur Conan Doyle, James Bond para Ian Fleming o Jack Ryan para Tom Clancy. Es muy probable que los escritores, pensando ya en convertir a Pendergast en su personaje fetiche, pusieran como condición, a la hora de vender los derechos, el que el agente del FBI no apareciera en la película.

Por lo demás, la película se centra mas en la historia del monstruo, eliminando varias de las subtramas de la novela –la conspiración de los directivos del museo, la investigación privada que lleva a cabo Margo Green con un amigo... –; incluso se elimina el final abierto que había en la novela y que daba píe a la secuela literaria, titulada El Relicario.

En fin, la película como adaptación no es mala del todo, pero es bastante flojilla con respecto al texto original y es comprensible que muchos fans de la novela echen pestes sobre el film.

Como monster-movie, en cambio, es bastante buena. No es una gran película, no nos engañemos, pero si un film muy bueno dentro del cine terror y las películas de monstruos.

Para empezar, está muy bien dirigida. Su director, el veterano Peter Hyams, autor de títulos como Capricornio Uno (1978), Atmósfera Cero (1981), Los Jueces de la Ley (1983), Testigo Accidental (1989) o Timecop (1994) –una de las mejores películas de Jean Claude Van Damme –, hace un estupendo trabajo como director, con una logradísima atmósfera –muy bien acompañada por una tenebrista fotografía, obra del propio director –, una muy buena dirección de actores, una excelente forma de llevar el ritmo y un perfecto uso de la violencia, el gore y los momentos de suspense.

Los actores hacen un buen trabajo. Especialmente, sus dos protagonistas: la estupenda Pennelope Ann Miller que está muy bien en un rol muy poco habitual en su carrera, y el eterno secundario Tom Sizemore, que hace un gran trabajo en el que es uno de sus poquísimos papeles protagonistas. En general, el reparto hace un buen trabajo; no son interpretaciones de oscar –aunque haya actores oscarizados, como Linda Hunt –, pero si buenas actuaciones.

Aunque, la gran estrella del film es, sin duda, el monstruo. Obra del gran Stan Winston, la bestia, Kothoga, es toda una maravilla. A parte de que está muy bien hecha, su diseño es muy bueno y está de lo mas logrado. Todo muy bien acompañado con unos buenos efectos especiales que la hacen moverse de una forma muy creíble –aunque hay momentos en los que canta el ordenador, todo hay que decirlo –y darle mucho efecto en las escenas de acción y los momentos gore; porque la película tiene gore por un tubo.

Hay un montón de decapitaciones a lo largo del metraje. Pero hay una realmente impresionante, donde vemos como el monstruo persigue a un SWAT, lo agarra y le arranca la cabeza delante de la cámara. Recuerdo que en el cine hubo gente que se tapó los ojos o miró para otro lado durante esa escena; eso si, yo no aparté ni un segundo la mirada.

Resumiendo.

Una película buena. Puede que no sea una gran película y que como adaptación sea bastante fallida, pero como monster-movie está de lo mas lograda, da lo que promete y hace pasar un muy buen rato. Todo gracias a un director muy eficiente que, desgraciadamente, tras esta película comenzó su decadencia, ya que no ha vuelto a hacer nada destacable desde entonces. Esta se podría decir que fue su última película brillante.

No entiendo como no fue un éxito de taquilla. Porque, a pesar de un buen arranque que la llevó a liderar la taquilla estadounidense su primer fin de semana, solo logró recaudar 33 millones de dólares, todo con un presupuesto de 60 millones; un fracaso total. Puede que muchas críticas y comentarios que tachaban a esta película como una copia de Alien tuvieran la culpa; aunque, no les faltaban razón, ya que esta película bebe mucho del inmortal film de Ridley Scott. Pero, de todas maneras, son muchas las películas que han copiado a Alien como para crucificar a un solo film.

De todas maneras, esta es una película muy reivindicable y totalmente recomendable para todo el que le guste el cine de terror o las películas de monstruos. Yo disfruté mucho viéndola en el cine y, siempre que tengo oportunidad, la reviso.