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28 de julio de 2017

SPIDERMAN 3 (2007)


















Hoy se estrena por fin en España la esperadísima Spider-Man: Homecoming. Desgraciadamente, no puedo ir a verla hoy, pero –si las cosas no se tuercen –podré verla este fin de semana.

Mientras tanto, aquí os dejo la última review que me faltaba. La correspondiente a la tercera, y última, entrega de la saga dirigida por Sam Raimi.

Peter Parker (Tobey Maguire) está en uno de sus mejores momentos. Ha encontrado la estabilidad en su vida personal y profesional y, además, como Spiderman está siendo adorado por la mayoría de la gente de Nueva York. Además, su relación con Mary Jane (Kirsten Dunst) va viento en popa y está a punto de pedirle matrimonio. Sin embargo, tres cosas van a poner en peligro su idílica vida. Por un lado está Harry Osborn (James Franco), que ahora sabe que él es Spiderman y, tras haber encontrado las armas y la tecnología de su padre, pretende vengarse de él convertido en el Segundo Duende Verde.

Por otro lado está Frint Marko (Thomas Haden Church), un criminal fugitivo que, tras caer a un acelerador de partículas, su cuerpo se fusiona con arena, convirtiéndolo en el Hombre de Arena. Peter irá tras él como Spiderman; pero esta misión adquirirá un tono personal cuando descubra que Marko fue quién, en realidad, asesinó a su tío Ben. La última amenaza llega del espacio. Se trata de un simbionte alienígena que de adiere a su traje, volviéndolo de color negro y aumentando más sus habilidades. Pero, al mismo tiempo, empieza a volverle más oscuro y siniestro.


Esta tercera entrega tardó tres años en llegar, en lugar de dos. Sin embargo, al igual que su predecesora, empezó a gestarse antes de que esta se hubiera estrenado.

Spiderman 3 fue una película de lo más ambiciosa. Los 258 millones de dólares que costó –superando los 250 millones de Superman Returns (Bryan Singer, 2006) –la convirtieron en su día en la película de superhéroes más cara de la historia. Sin embargo, fue también la más problemática de las tres, ya que aquí comenzó la separación entre Sam Raimi y Sony Pictures, quienes no pararon de tener discrepancias durante toda la producción.

Los problemas comenzaron con la elaboración del guión. Raimi, junto a su hermano, Ivan Raimi, ideó una historia donde Spiderman sacara su lado más oscuro, convirtiendo al villano elegido, el Hombre de Arena, en el verdadero asesino del Tío Ben y así tener un Spiderman vengativo en la película mientras, por el otro lado, el villano, que tendría familia, sacaría su lado más humano.

No obstante, al estudio no le terminó de convencer ese guión. Para empezar, no les convencía nada un personaje como el Hombre de Arena como villano principal, ya que no era tan conocido como el Duende Verde o Doctor Octopus. Además, mientras Raimi quería villanos de los cómics clásicos, ellos querían villanos más modernos que conociera el gran público.

Finalmente, aceptaron al Hombre de Arena a condición de introducir un villano más. Raimi propuso a El Buitre, para quién tenía pensado a Ben Kingsley como intérprete. Sin embargo, el estudio exigió que fuera Venom y así introducirían también la historia del simbiónte y el traje negro, potenciando más el lado oscuro de Spiderman en la película. A Raimi no le hizo ninguna gracia esto, ya que siempre ha manifestado que no le gusta nada Venom. Sin embargo, terminó por aceptar. A estos dos villanos había que unir también al Segundo Duende Verde y, además, el estudio se empeñó en introducir a Gwen Stacy y crear así un conflicto en la relación de Peter con Mary Jane.

De todos estos cambios, y muchos más, se encargó Alvin Sargent, quién pronto se vio agobiado por la gran cantidad de personajes y subtramas que estaba teniendo el proyecto, llegando a proponer que la película se dividiera en dos películas y así tener más margen para introducir todo el material.

Raimi, por su parte, dirigió de muy mala gana una película muy diferente a la que él había ideado.

La película llegó a los cines de EEUU y España el 4 de mayo de 2007 y su éxito en taquilla fue brutal. En EEUU recaudó 336 millones de dólares, quedando por debajo de los 373 millones de Spiderman 2 y a años luz de los 403 millones de Spiderman. Sin embargo, en el resto del mundo recaudó 554 millones, haciendo que su taquilla global sea de 890 millones de dólares que la convierten en la película de Spiderman más taquillera hasta la fecha –a ver que hace Spider-Man: Homecoming –.

No obstante, pese a su gran recaudación, la mayoría del público no salió muy contenta de verla y la respuesta de la crítica no fue tan entusiasta como en las dos primeras.

¿Y que opino yo de ella? Pues a eso vamos.

Yo esta película no la considero una película mala del todo, ya que tiene buenos momentos que hacen que, por lo menos, reciba un aprobado por los pelos. Pero si es cierto que es una película con muchos fallos, muchos defectos y muchas deficiencias que supuso un tremendo bajón con respecto a las dos primeras.

Como ya he dicho, Sam Raimi dirigió esta película muy de mala gana y eso se nota mucho en el resultado final. Su dirección es completamente plana y carece casi por completo de su estilo personal. Salvo algunas excepciones, la mayoría de escenas de acción son terriblemente cutres y la espectacularidad brilla por su ausencia. Los efectos especiales son, en su mayoría, terriblemente malos –aquí ya no contaron con John Dykstra –y cantosos, dando la sensación en muchos momentos de que estos están sin terminar –cuesta creer que esta película costara 258 millones –.


Luego está el guión. Alvin Sargent hizo lo que pudo reescribiendo el borrador de Raimi y su hermano, pero comprimir tantos personajes y subtramas en una sola película al final le termina pasando factura a la película que, aunque llega a ser entretenida, hay muchos momentos donde la trama se desploma y la película se vuelve aburrida y tediosa. Un buen ejemplo es la escena en la que Peter intenta pedirle matrimonio a Mary Jane –donde Bruce Campbell hace su habitual cameo –; la escena no solo resulta aburrida, es que, encima, trata de ser cómica pero no hace gracia alguna.

Aunque, lo peor de todo es el momento en el que Peter, a causa de la influencia del simbionte, se pasa al lado oscuro, por decirlo de alguna manera. Esa parte está tratada en la película de una forma que da pena y hasta llega a producir vergüenza ajena. Ver a ese Peter Parker en plan emo caminando por las calles de Nueva York a lo Tony Manero da ganas de arrancarte los ojos; y ya del bailecito que se monta para darle celos a Mary Jane con Gwen Stacy mejor no hablo.

Sin embargo, todo eso desemboca en el que es para mí uno de los mejores mometos del film. Hablo de la escena en la que Peter, al darse cuenta del monstruo en el que se está convirtiendo, decide quitarse el traje negro y el simbionte busca un nuevo huesped, Eddie Brock, naciendo así Venom; una escena maravillosa y muy de cómic que para mi salva a la película del desastre total junto con otros momentos también bastante logrados, como el espectacular climax.

Sobre el reparto, los actores que repiten vuelve a hacer un buen trabajo y hacen lo que pueden pese que la dirección de actores no saca lo mejor de ellos.

Tobey Maguire vuelve a estar muy bien como Peter Parker. Salvo cuando se vuelve malo, donde no para de sobreactuar; aunque, no por causa del actor, ya que esas escenas obligaban a ello. En cuanto a Spiderman, sigue estando muy bien y el traje negro está bastante conseguido –salvo cuando vemos al personaje digitalizado –; aunque, no voy a mentir, me hubiera gustado ver un traje negro como el de los cómics, sin ninguna raya y con una gran araña blanca en el pecho.

De los que repiten, también tengo especial mención para James Franco, que aquí debuta como el Segundo Duende Verde. El trabajo del actor es muy bueno; pero lo estropea todo el nefasto traje que le ponen; si ya tuvo críticas el traje tipo Power Ranger del primer Duende Verde, este no digamos.

De los nuevos, el mejor sin duda es Thomas Haden Church como Hombre de Arena. El tipo hace un trabajo excelente, su caracterización es muy buena y, pese a las muchas protestas de los puristas, que hayan humanizado al personaje me parece un gran acierto.

La otra cara de la moneda es Topher Grace como Eddie Brock/Venom. El tipo fue una pésima elección de casting. No es que lo hiciera mal del todo, pero su interpretación no llega a estar a la altura. Encima, su caracterización como Venom no es, precisamente, la más acertada. Ahora que Sony está haciendo una película del personaje, lo que deberían hacer es coger a este Venom y utilizarlo como ejemplo de los que NO DEBE HACERSE.

Luego tenemos a la bellísima Bryce Dallas Howard como Gwen Stacy que, desde luego, está realmente fantástica y hace una trabajo estupendo. El problema es que su personaje está de relleno durante toda la película y a penas aporta nada; y eso que hablamos de una de las más importantes féminas del universo de Spiderman en los cómics. Pese al estupendo trabajo de Howard, introducir a Gwen Stacy en esta saga –donde Mary Jane es el amor de Peter desde la infancia –ya es de por si un error; más aún, introduciéndola de una forma tan lamentable.


El encargado de dar vida a su padre, el Capitán Stacy, es el siempre genial James Cromwell –con quién volverá a coincidir el año que viene en Jurassic World: Fallen Kingdom –, que aquí hace, como siempre, un gran trabajo; aunque tiene pocos momentos para lucirse.

En resumen, Spiderman 3 es una película que no es mala del todo, pero si una película muy deficiente que supuso un bajón tremendo en la saga y, aunque se intentó continuar después, terminó matándola.

No entiendo como, con lo taquillazos que fueron las dos primeras, Sony no le dejara a Sam Raimi hacer la película que él quería; porque, seguro que hubiese sido algo mil veces mejor que este film. Claro, que así se entiende mejor las cagadas que hicieron después con el arácnido y el tener que haber llegado a un acuerdo con Marvel Studios.







11 de octubre de 2011

PARANORMAL ACTIVITY (2007)












Paranormal Activity ha sido uno de los mayores fenómenos cinematográficos de los últimos años. Adorada por unos y vapuleada por otros, esta película de bajísimo presupuesto, ópera prima de su director y guionista, se convirtió de la noche a la mañana en un enorme éxito, generando su propia saga, cuya tercera entrega está a punto de llegar y está claro que no será la última.

Esta película fue realizada en el año 2007 por el israelí Oren Peli, un director sin estudios de cine ni ninguna sola experiencia. Con un presupuesto de 15.000 dólares, Peli empleó su propia casa y una cámara de vídeo para rodarla –mejor dicho, grabarla –con un reparto muy reducido compuesto por actores completamente desconocidos.

La película trata sobre una joven pareja, formada por Katie (Katie Featherston) y Micah (Micah Sloat), que se traslada a vivir a una casa de un suburbio de San Diego (California) donde pronto comienzan a suceder sucesos paranormales. Katie pronto identifica estos sucesos con una entidad demoníaca que la lleva persiguiendo desde que era una niña. Un médico les aconseja que vayan a ver a un importante experto en demonología, pero Micah se niega y decide resolver el asunto por su cuenta. Por ello, compra una cámara y un equipo de vídeo y decide grabar lo que sucede por las noches, mientras ellos duermen. Las consecuencias de esto serán imprevisibles.

En un principio, la película fue vista solo en algunos festivales sin despertar mucho interés –de hecho, festivales importantes como el de Sundance la rechazaron –, lo que obligó a Peli a hacer algunos ajustes, aunque sin ningún éxito. La cosa cambió cuando una copia en DVD de la película cayó en manos de Ashley Brooks, ejecutivo de producción de Dreamworks, a quién gustó la película y la fue pasando a mas directivos del estudio hasta que cayó en manos del mismísimo Steven Spielberg.

Se cuenta –aunque yo no me lo creo mucho –que Spielberg devolvió la película al día siguiente envuelta en una bolsa de basura creyendo que esta estaba maldita, algo fruto del miedo que le había entrado cuando la veía. Sea verdad esto no, el caso es que Spielberg decidió apostar por el film y contrató a Peli para volver a rodarla, esta vez con mas medios. No obstante, tras unos pases de prueba de la cinta original, donde se dice que mucha gente del público salió huyendo de la sala por el miedo, se decidió estrenar, finalmente, la película original; eso si, añadiéndole algunos cambios, sobre todo al final.

Porque la película tiene tres finales.




Lo que viene a continuación son SPOILERS; los que aún no hayan visto la película que se abstengan de leerlo.




El primer final, el original, mostraba a Katie, poseída por el demonio, regresando al dormitorio ensangrentada y con un cuchillo después de haber matado a Micah. La chica se quedaba mucho tiempo en un estado catatónico hasta que la policía llegaba. Entonces, ella sale del estado de shock y, sin saber que está pasando, va hacia los policías y estos le disparan y la matan.

El segundo final solo pudo verse una vez en 2008. Este era completamente igual al primero, con la diferencia de que Katie, cuando regresaba al dormitorio poseída y ensangrentada, lo que hacía era cortarse el cuello frente a la cámara.

El tercero y definitivo –que fue ideado por Spielberg, según tengo entendido –, muestra a la poseída Katie arrojando a Micah contra la cámara con una fuerza sobrehumana. Luego se coloca sobre el cuerpo y empieza a olfatearlo antes de quedarse mirando a la cámara con una diabólica sonrisa y abalanzarse sobre ella.




Fin de los SPOILERS.




La película se estrenó bajo el sello de Paramount Pictures, que se hizo con los derechos por 300.000 dólares, en septiembre de 2009 y se convirtió en un enorme éxito. Con su presupuesto de 15.000 dólares, la película recaudó 107 millones de dólares en EEUU y 85 millones en el resto del mundo, haciendo una taquilla global de 193 millones de dólares, un exitazo en toda regla. Su secuela no se hizo esperar, estrenándose al año siguiente, y, como ya he dicho, su tercera entrega se estrena este año y todo apunta a que no será la última.

A parte del éxito, la película, como ya he dicho, se convirtió en uno de los mas recientes fenómenos cinematográficos, no dejando a nadie indiferente. Las opiniones sobre el film se dividen entre los que la adoran como una gran película y los que la desprecian como una engañosa campaña de marcketing.

Yo, desde luego, no me voy a inclinar por ninguno de los dos bandos y, como siempre, voy a dar mi mas sincera opinión sobre la película basándome en lo que esta me ha parecido.

Empecemos.

La película pertenece a lo que se conoce como mockumentary o falso documental, un subgénero que no es nada nuevo en el mundo del cine, ya que lleva empleándose desde hace bastantes años –y es mucho mas antiguo que El Proyecto de la Bruja de Blair (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999), a la que muchos consideran erróneamente su inspiradora –. No obstante, este subgénero se ha puesto muy de moda en los últimos años gracias a films como REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007) o Monstruoso (Matt Reeves, 2008).

El film está realizado de dos maneras. Por un lado, están las escenas rodadas cámara en mano como si de un vídeo doméstico se tratara. Por el otro, están las escenas nocturnas con la cámara fija mientras los protagonistas duermen y van sucediéndose los sucesos paranormales.

Debo decir que esta propuesta me gusta mucho y es, de hecho, lo que mas me atrae del film. La sola idea de que sucedan cosas extrañas mientras duermes es algo que ya de por si da bastante mal rollo y poder ver las cosas que se suceden por las noches en el film mientras los protagonistas duermen plácidamente, da, de verdad, bastante miedo.

No hay duda de que Oren Peli tuvo una muy buena idea. El problema es que no ha sabido llevarla del todo bien.

Para empezar, se nota mucho su inexperiencia a la hora de dirigir. Deja demasiado a la improvisación, sobre todo en lo que es el uso de la cámara, haciendo que haya veces que resulte difícil seguir el hilo de la trama. Luego está el hecho de que los momentos de terror, aunque muy logrados y verdaderamente terroríficos, son muy, pero muy, pocos y la película se pierde demasiado en una larga sucesión de escenas de discusiones de la pareja protagonista, llegando a veces a aburrir en algunos momentos.

No tengo duda de dos cosas: 1) que con un director mas experimentado la cosa hubiera quedado mejor y 2) que el enorme éxito que ha tenido la película se debe mas a su campaña publicitaria –mostrando a gente en los cines asustándose mientras ven, supuestamente, la película o con la leyenda del canguelo que le dio a Spielberg –que a sus méritos cinematográficos.

Aún así, la película no es mala del todo. No es un gran film, ni una película redonda, pero tampoco es un bodrio o una mala película. A pesar de sus defectos, a mi me resulta un buen film. Su historia al final resulta interesante y, una vez que la ves mas veces y te acostumbras a las interminables discusiones de pareja y resulta mas entretenida. Además, el trabajo de los actores es muy bueno, sobre todo el de los protagonistas.

Tanto Katie Featherston como Micah Sloat hacen un estupendo trabajo y resultan de lo mas creíbles en sus respectivos papeles. Son buenos interpretes y se nota que saben improvisar, algo indispensable en este film, ya que la dirección de actores es algo casi ausente. Desde luego, a nivel interpretativo, la película está bastante bien.

Resumiendo.

Una película a la que se ha sobrevalorado e infravalorado a partes iguales. Un buen film de terror que, aunque se podría haber hecho mejor, resulta agradable de ver y, además, nos ofrece una muy buena propuesta. Yo, desde luego, ni lo adoro ni lo odio, pero si me ha llegado a gustar.

Se merece el aprobado.






28 de junio de 2010

RISE, CAZADORA DE SANGRE (2007)






Comenzaré por el argumento:

Una reportera (Lucy Liu) está investigando un extraño culto que atrae a muchos jóvenes del país y que se relaciona con multitud de asesinatos, desapariciones y demás cosas de esas. La reportera se adentra demasiado en su investigación y es capturada por esa gente a la que investiga y asesinada por el líder de estos. No obstante, revive en el depósito de cadáveres, descubriendo que los responsables de su muerte son vampiros y que la han convertido en una de ellos. Tras tener que alimentarse de sangre para sobrevivir, decide emprender una sangrienta venganza contra sus asesinos. Pronto, su camino se cruzará con el de un policía (Michael Chiklis) que también busca venganza, ya que su hija también fue víctima de esos vampiros.

Reconozco que esta película me llamó la atención en su momento. El argumento es interesante, las imágenes promocionales -con esa estética parecida a las películas de Blade -la hacían muy atractiva, estaba producida por Sam Raimi, tenía a Lucy Liu -que me gusta mucho -de protagonista y su guionista y director era Sebastian Gutierrez, cuya anterior película, El Beso de Judas (1998), es muy buena y me gustó mucho. La verdad es que la película prometía. Eso si, fui con las expectativas bajas, ya que no esperaba encontrarme ninguna maravilla, tan solo un film normalito de terror que me hiciera pasar un buen rato.

Sin embargo, por muy bajas que tuvieran mis expectativas, no las había bajado lo suficiente para el bodrio con el que iba a encontrarme; mas bien, debería haberlas enterrado bajo tierra muy cerca del núcleo central. Porque esto es una MIERDA -así, con mayúsculas -como una catedral de grande.

En serio, quién no haya visto esta película aún que huya de ella como de la peste bubónica. Hay películas de terror malas que tienen cierto encanto y, por lo menos, se pueden ver tranquilamente una noche que no tengas nada que hacer. No es el caso de esta bazofia, que hace que estés deseando que termine desde mucho antes de la mitad de su metraje. Si conseguí verla hasta el final fue, exclusivamente, por mis principios de no dejar nunca a la mitad una película que no haya visto, porque tuve unos deseos enormes de no terminar de verla e irme corriendo a la mitad.

Vayamos por partes.

La película empieza bien con dos escenas de arranque bastante buenas que hacen parecer que la película cumple las expectativas. Una es la escena con la que empieza el film en donde la protagonista, ya convertida en vampiro, contrata los servicios de una prostituta -interpretada por Cameron Richardson, una bellísima actriz y modelo estadounidense cuyo trabajo mas destacable es la serie de Tv Harper´s Island -y se la lleva a una gran mansión donde la chica le hace un strip-tease y, cuando está a punto de empezar lo bueno, le exige que se lave bien las manos. Por lo que la chica va al baño y allí se topa con una trampa y termina en una jaula atada, amordazada y colgada boca abajo. La chica es el pago a un viejo vampiro paraplejico a cambio de información sobre el paradero del líder de los vampiros, de quién la protagonista se quiere vengar. El vampiro le da la información y le pide que le deje a solas con la chica. Por suerte, la protagonista no es tan cabrona y, en lugar de dejar a la chica a merced del vampiro, mata al vampiro con una ballesta -su arma favorita -y libera a la chica, a la que deja ir. Una buena elección. Yo hubiera hecho lo mismo si me encontrara en la piel de la protagonista. Si uno de los dos tenía que morir, mejor el vampiro cabrón que la chica guapa.

Después de esta escena, comienzan los flashbacks que cuentan como la protagonista ha llegado a esa situación. Entre ellos se produce la otra escena destacable del film, que no es otra que la escena de la muerte de la hija del policía. Ella y una amiga van a lo que, según ellas, será una fiesta salvaje que tanto gustan a los adolescentes y los universitarios en una casa que ya da mal rollo solo con verla desde fuera. Las dos se meten en la casa y entran de lleno en la boca del lobo, ya que la fiesta está organizada por los vampiros, que hacen una carnicería con ellas.

Ahí se acaba lo bueno porque, a partir de entonces, la película comienza a bajar, pero en caída libre. A lo largo del metraje se suceden un sin fin de escenas y situaciones a cada cual mas ridícula -ver como la protagonista es secuestrada por unos niñatos es para echarse a llorar -, el desarrollo es tan lento y aburrido que llega a desesperar y las pocas escenas de acción que hay en todo el film dan vergüenza ajena. Todo hasta terminar en un climax de lo mas absurdo y previsible que he visto en años. Para colmo, el gore, la sangre y el erotismo que hay a lo largo del film es demasiado light para hacerla algo mas soportable.

Lo peor, sin duda, es el tratamiento que aquí se le da a los vampiros. No se si en un patético intento de parecer originales o de intentar ser realistas, aquí los vampiros caminan a la luz del sol, no tienen una fuerza superior a la de los humanos ni ningún otro poder o habilidad y, encima, NO TIENEN COLMILLOS. Así que, para chuparle la sangre a la gente, tienen que despedazarla o arrancarles trozos de piel -de ahí el contenido gore -. Como la protagonista que, en la escena en la que se alimenta de sangre por primera vez en el depósito de cadáveres, le arranca con los dientes la piel del brazo a uno y se bebe su sangre; una escena que recuerda mas a una película de zombies que a una película de vampiros.

En lo que respecta a los actores, Lucy Liu lo hace bien y hace lo que puede para que su personaje no caiga en el ridículo; cosa que consigue solo a medias. Lo mismo puede decirse de Michael Chiklis, actor conocido gracias a la serie de Tv The Shield y por haber sido La Cosa en las dos entregas de Los 4 Fantásticos dirigidas por Tim Story. En el reparto también podemos encontrar buenos interpretes como la estupenda Carla Gugino -que ya trabajó con el director en El Beso de Judas -, Mako -fallecido actor japonés que hemos podido ver en films como Conan el Bárbaro (John Milius, 1982) o Pearl Harbor (Michael Bay, 2001) -o el siempre excelente Robert Forster, nominado al oscar por Jackie Brown (Quentin Tarantino, 1997). Sin embargo, aunque hacen un buen trabajo, su presencia en el film es totalmente insípida y reducida -en el caso de Forster, es totalmente fugaz -. También hay un cameo del cantante Marilyn Manson -ese que, a pesar de su pinta de zombie en los carnavales, se ha ligado a Dita von Teese, Rose McGowan y Evan Rachel Wood -como camarero en un bar de carretera.

En resumen.

Perdón por mi lenguaje, pero esta película es MALA DE COJONES. Y es una rabia porque, con una historia como esa y una protagonista tan buena, se podría haber hecho algo mucho mejor o, como mínimo, algo medianamente decente. Desde luego, Sebastian Gutierrez se dejó todo su talento -el cual no debía ser mucho -en la estupenda El Beso de Judas porque, a parte de este engendro, sus guiones para Gothika (Mathieu Kassovitz, 2003) y Sespientes en el Avión (David R. Ellis y Lex Halaby, 2006) tampoco son para echar cohetes. Así le pasó, que la película fue un completo fracaso en taquilla que ni siquiera compensa su bajo presupuesto, porque su recaudación no dio ni para pipas.

Desde luego, esta es una película que no recomiendo ni a mi peor enemigo. Tal vez si aconsejo ver la ya mencionada escena del comienzo, aunque solo sea una vez, para poder ver desnuda a Cameron Richardson -que es todo un regalo para la vista -jugueteando con Lucy Liu. El resto es para tirarlo a la basura.