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7 de abril de 2022

MORBIUS (2022)


ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación o, de lo contrario, lo hará bajo su total responsabilidad.














Después de muchos retrasos -otra película que teníamos que haber visto en 2020 pero fue retrasada por la pandemia -, este fin de semana llegó finalmente a los cines esta película que adapta a Morbius el Vampiro Viviente, uno de los villanos de Spiderman y que forma parte del Spider-Verse.

Como ya sabéis, el Spider-Verse es ese universo compartido que está haciendo Sony con los enemigos de Spiderman y otros personajes del universo del arácnido. Ya nos han dado dos películas de Venom y tienen más películas por delante, siendo las de Kraven el Cazador y la de Madame Web las más avanzadas.

Esta película está dirigida por Daniel Espinosa, director sueco de origen chileno que ha dirigido películas como El Invitado (2012) y El Niño 44 (2015) y cuya película anterior a esta fue Life (2017), película de ciencia ficción de Sony que se dijo que era un film de orígenes de Venom, cosa que no fue. Mientras, el encargado de dar vida a Morbius es Jared Leto, actor que ya tiene experiencia dando vida a villanos de cómic tras interpretar al Joker en la película Escuadrón Suicida (David Ayer, 2016); un Joker bastante nefasto que, afortunadamente, Zack Snyder nos lo mejoró en Zack Snyder´s Justice League (2021).

Como ya he dicho, la película se ha estrenado finalmente este fin de semana tras dos años de retraso a causa de la pandemia y, desde luego, no se puede decir que las cosas le estén yendo sobre ruedas. 

En taquilla, aunque se ha colocado en el primer puesto, tan solo ha recaudado 41 millones de dólares en EEUU y 45 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 86 millones de dólares. No son cifras muy astronómicas, pero se libra del fracaso a ser su presupuesto de 83 millones de dólares.



En lo que a la crítica se refiere, aquí la cosa ha sido más desastrosas, con unas críticas de lo más nefastas -la puntuación en Rotten Tomatoes da vergüenza ajena verla -. La opinión del público, en cambio, ha sido más positiva; pero tampoco para tirar muchos cohetes.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Yo, la verdad, le tenía mucho miedo a esta película; y no, precisamente, porque trate sobre vampiros. Y es que, después de lo que hizo Sony con las dos películas de Venom. miedo me daba lo que podrían haber hecho aquí con Morbius y lo que harán con Kraven el Cazador y demás personajes.

Otra razón es la anterior película de su director, la ya nombrada Life, la cual fue una mierda de campeonato -ya dejé constancia en este mismo blog -y temía que esta película también pudiera seguir el mismo camino. Además, aquella película, a diferencia de esta, tuvo buenas críticas; de ahí que las nefastas críticas que está teniendo no sean una de las cosas que he tenido en mis expectativas.

Total, que con todo esto he ido a ver la película esta semana y, la verdad, no he salido muy alegre de verla. Sin embargo, tampoco he salido con la sensación de haber visto un bodrio infumable, como ocurrió con Life o, más recientemente, con la segunda de Venom.

La película no es mala del todo, pero tampoco buena del todo, más bien, regulera tirando a mediocre, lo que ya la coloca por encima de la primera de Venom, la cual era mediocre. Así que nos encontraríamos ante lo mejor que hasta ahora nos ha dado el Spider-Verse.

Aunque, si esto es lo mejor que nos puede dar el Spider-Verse, mejor que no hagan más películas.

Porque, aunque la película no sea mala del todo, como ya he dicho, no he salido muy alegre de verla. Más bien, he salido como si me acabara de echar una siesta, porque la película aburre lo que no está en los escritos. Y eso que estamos hablando de una película que no llega a las dos horas de duración.

Pero, el problema no es la duración, porque el montaje final es una completa chapuza. Se dice que la película tuvo muchos remontajes y reshoots durante los dos años de retrasos que ha ido teniendo y, viendo el resultado final, parece que es verdad. A la película le falta metraje, las situaciones se van sucediendo sin pena ni gloria y el ritmo no para de fallar.

A su favor digo que Daniel Espinosa hace un buen trabajo en la dirección, ya que la película está bien dirigida y la ambientación de película de terror está bastante lograda. El problema es que el resultado final es de lo más simplón y, aunque hay algunos momentos destacables, como la parte del barco -un claro homenaje a la novela Drácula y la parte del viaje del Demeter -o la pelea en el metro, todo lo demás falla.

Por ejemplo, a parte de lo del Demeter, hay más homenajes en la película. La escena en la que, tanto el protagonista como los espectadores descubren que en personaje de Matt Smith es el verdadero villano -aunque, esto es algo que se veía venir desde lejos -está hecha -o, al menos, a mi me dio esa sensación -en forma que homenajea al final de Sospechosos Habituales (Bryan Singer, 1995) -quién haya visto la película sabrá de lo que hablo -. Sin embargo, la escena está muy torpemente montada y, si se trataba de un homenaje, les ha quedado como el culo.



Aunque, en lo que más falla la película es en que no cumple su cometido, que es mostrarnos el nacimiento de uno de los villanos de Spiderman. Aquí no ocurre como en Joker (Todd Phillips, 2019), donde al final de la película veíamos a Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) convirtiéndose en el Joker. Aquí no da en ningún momento la sensación de que el personaje termine convirtiéndose en villano y tampoco da la sensación de que quieran convertir al personaje en un anti-héroe. La verdad es que lo único que da la sensación es que no tienen ni puñetera idea de por donde tirar con el personaje.

A lo largo de la película vemos a Michael Morbius tratando de resistirse en todo momento a convertirse en vampiro y tratando de buscar una cura, mientras Milo, el personaje de Matt Smith, trata de arrastrarlo hasta el mal. Hasta ahí bien. Pero, al final, cuando Milo asesina a la Doctora Brancroft, ese debía haber sido el momento en el que Morbius se pasa al mal, asesinando a Milo de una forma brutal y abrazando el vampirismo. Así, la película les hubiera quedado bien, pero tienen que tirar por el camino del sentimentalismo y, encima, tratando de homenajear otra vez; esta vez, a Christopher Nolan con la bandada de murciélagos que solo están ahí para darle espectacularidad a un climax de lo más descafeinado.

Esto, además, hace algo estúpida la segunda escena de los créditos finales. En la primera vemos a El Buitre (Michael Keaton) llegando a este universo por el hechizo del Doctor Extraño en Spider-Man: No Way Home (Jon Watts, 2021) y en la segunda vemos a El Buitre reuniéndose con Morbius para proponerle una alianza contra Spiderman, en clara referencia a los Seis Siniestros. Sin embargo, la escena falla porque no hemos visto todavía a Morbius convertirse en villano. A lo mejor ya es un villano en esa escena, ya que da la sensación, pero es que, como ya he dicho, si la intención es convertirlo en villano, ya tendrían que haberlo hecho en la película.

Al final, esas escenas, las cuales la crítica las considera las peores que se han hecho hasta ahora, solo sirven para dos cosas. Una es informarnos de que Sony se queda con el personaje de El Buitre de Michael Keaton se lo queda Sony; un buen personaje que, seguramente, Sony va a desperdiciar, como hizo con el Carnage de Woody Harrelson. La otra es informarnos de algo que se viene diciendo desde hace tiempo, que el Spider-Verse va a tener su propio Spiderman.




Sobre la llegada de El Buitre al Spider-Verse, Espinosa confesó recientemente que no tenían ni puñetera idea de como traer al personaje a este universo y, si Spider-Man: No Way Home no les hubiera dado la idea del hechizo, no habrían sabido como explicarlo. Y, sobre el cartel de Spiderman que se veía en uno de los tráilers, el director también confesó que le dijeron que lo pusiera y luego lo borraron del montaje final. Más pruebas de lo caótica que fue la producción de esta película.

Sobre el reparto. 

Jared Leto hace un buen trabajo y, seguramente, hubiera hecho muy creíble la transición del personaje a villano si nos la hubieran mostrado en la película. 

Matt Smith también hace un buen trabajo como el villano principal. En un principio, su personaje iba a ser Hunger, pero decidieron reconvertirlo en otro Morbius.

La bellísima Adria Arjona está muy bien en el papel de Martine Brancroft, pero está terriblemente desaprovechada. Al igual que en los cómics, el personaje muere y regresa a la vida convertida en vampiro, pero la película lo limita a un simple plano insertado al final.

Otro que está también terriblemente desaprovechado es Jared Harris, que hace un muy buen trabajo, pero se olvidan de él durante gran parte de la película y lo recuperan en el tercer acto solo para que lo veamos morir, dando siempre la sensación de que lo hacen porque tenían que darle un final al personaje.

Los policías interpretados por Tyrese Gibson y Al Madrigal están muy bien, pero podrían haber dado más juego.

Bueno, vamos resumiendo ya.

Morbius tiene a su favor que es mejor que las dos películas de Venom y de Life; lo cual no es decir mucho, teniendo en cuenta la calidad de estas películas.

Al final nos encontramos con una película regulera que podría haber sido mucho mejor, pero desperdicia muchas oportunidades y al final da la sensación de que ni sus responsables sabían lo que estaban haciendo.


 






16 de abril de 2017

LIFE (2017)





ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS. Quién no haya visto la película, que se abstenga de leerla. Si, por el contrario, deciden leerla, lo harán bajo su total responsabilidad.















Esta Semana Santa he aprovechado para ver dos películas a las que tenía bastantes ganas. Una es Power Rangers, de la que pronto tendréis la review, y la otra es la película que ahora nos ocupa.

Los tripulantes de la Estación Espacial internacional recogen una sonda proveniente de Marte que contiene muestras de la superficie del planeta. Al analizarlas, descubren un organismo vivo que demuestra la existencia del planeta rojo. Un gran descubrimiento que pronto se convierte en su pesadilla cuando el organismo resulte ser hostil y se convierte en una amenaza; no solo para los tripulantes de la estación, sino para toda la humanidad.

Life es una película de ciencia ficción y suspense dirigida por Daniel Espinosa, director de películas como El Invitado (2012) y El Niño 44 (2015), y escrita por Paul Wernick y Rhett Reese, responsable de los guiones de Zombieland (Ruben Fleischer, 2009), G.I.Joe: La Venganza (Jon M. Chu, 2013) o Deadpool(Tim Miller, 2016), con Jake Gyllenhaal, Rebecca Ferguson y Ryan Reynolds como cabezas más visibles del reparto.

La película se estrenó en EEUU el pasado 24 de marzo y en España lo hizo el 7 de abril. En taquilla las cosas le están bastante mal. Con un presupuesto de 58 millones de dólares, solo lleva recaudados 28 millones en EEUU y 40 millones más en EEUU, haciendo un total de 68 millones de dólares.

Por contra, la crítica se está portando bastante bien con ella, mientras que la opinión del público están muy divididas entre quienes la adoran y los que la consideran una mierda.

¿En que grupo me posiciono yo?

Pues, claramente, en el segundo. Porque la película me ha parecido UNA MIERDA.

Eso si, muchos de los detractores de este film la atacan por ser una copia de Alien (Ridley Scott, 1979). Sin embargo, esa no son, ni de lejos, mis razones. Son incontables las copias de Alien que se han hecho en las casi cuatro décadas que han transcurrido desde que se estrenó la obra maestra de Scott, así que no creo que a estas alturas haya que reprocharle a esta película que haya hecho lo que cientos de películas han hecho antes que ella.



No, mis motivos para decir que esta película es UNA MIERDA son otros. De hecho, ya desde mucho antes de verla sabía que la película copiaba a Alien y eso no me quitó las ganas de verla.

Mis motivos son otros, como ya he dicho. Para empezar, la película es un auténtico PETARDO. Me he aburrido viéndola lo que no está escrito; y eso que la duración de la película no llega ni a las dos horas.


Y no me he aburrido porque en la película no pase nada; al contrario, pasan muchas cosas. El problema es que esas cosas no están bien hechas. Daniel Espinosa no es mal director, el tipo dirige bien. Pero, en esta película, hace uno de sus peores trabajos, con una dirección de lo más plana y simplona que hace que la película, tras un potente arranque en el que nos presentan muy bien a los personajes, luego –poco después de llegar el bicho a la estación espacial –la película se desploma y va en todo momento en caída libre.

Y es que la película no tiene nada destacable. Los momentos de tensión a penas generan tensión, los momentos de terror a penas asustan, las escenas de acción no emocionan y son de lo más insustanciales, los sustos son pocos y ya te los ves venir de lejos… De hecho, la película es de lo más previsible. Sabes en que momento va a pasar lo que va a pasar y, cuando un personaje muere, sabes de antemano que va a morir.

Cuando el personaje de Ryan Reynolds se mete en la sala de contención con el bicho para salvar al negro, sabes enseguida que va a morir por gilipollas. Cuando la rusa se empeña en salir fuera de la estación, sabes ya que no va a volver dentro. Cuando el japonés se separa del grupo mientras está huyendo del bicho, sabes que ha firmado su sentencia de muerte.

Así toda la puta película. Me llegué a sentir vidente y todo.

Hasta el final te lo ves venir de lejos. Aunque, eso si, el final está bastante logrado y es de lo poco que llega a aterrar de todo el film; los gritos de Rebecca Ferguson mientras es lanzada hacia el espacio después de hacerse el descubrimiento en la Tierra voy a tardar en olvidarlos

Los efectos especiales y el diseño de producción también están muy logrados, ahí no tengo problema.

También el bicho está muy logrado. A parte de que el diseño y los efectos están muy bien, luego vemos que, al igual que los famosos xenomorfos de Alien, es un auténtico hijo de puta y una verdadera máquina de matar que posee una fuerza impresionante –no hay más que ver como le destroza la mano al negro cuando todavía es muy pequeño –, es inmune al fuego y al frío extremo, puede permanecer mucho tiempo sin óxigeno y, encima, no para de crecer a medida que se alimenta.

Ese bicho, Calvin –el nombre que le ponen –, no me cabe duda que fue el que extinguió la vida en Marte y, si llega a la Tierra, no hay duda de que hará lo mismo. Por eso, no me explico la cantidad de gilipolleces que hacen los protagonistas a lo largo de la película para intentar detenerlo.



Y es que llegamos a lo peor de la película con diferencia, EL GUIÓN; un guión que cuesta creer que lo hayan escrito los mismos que escribieron Zombiland y Deadpool.

Porque volvemos a tener un problema parecido al de Prometheus (Ridley Scott, 2012) –película que, por cierto, prefiero mucho más que este bodrio –. Juntan a un grupo de científicos que se supone que son los mejores en su campo y, a la hora de actuar, resulta que son los tontos del pueblo.

Es increíble la cantidad de gilipolleces que hacen y no paran de hacer a lo largo de la película; ideas para contener la amenaza que no se les ocurriría ni a los de la LOGSE. Al final, te das cuenta de que el bicho es la única vida inteligente que hay en esa estación espacial.

Eso si, por lo menos, los actores hacen un buen trabajo, pese a lo gilipollas que resultan sus personajes. Los tres más famosos, Jake Gyllenhaal, Rebecca Ferguson y Ryan Reynolds, están geniales, lo mismo que la rusa, el japonés y el negro –no es discriminación, es que sus nombres son difíciles de escribir –.

Prácticamente, estos personajes, el bicho y la rata del laboratorio son los únicos interpretes de la película. Bueno, también están los pescadores del final y los niños con los que hablan por videoconferencia en desde Times Square.

Y aquí tenemos otra cagada en la larga sucesión de cagadas que tiene este film. Porque no veo que necesidad había de mostrar Times Square abarrotado, rompiendo la sensación de aislamiento de la película. Algunos dirán que es para mostrar lo pendiente que está el mundo del gran descubrimiento que hacen; pero, para ese plan, que hubieran mostrado las capitales del mundo abarrotadas observándoles en grandes pantallas, digo yo.

Bueno, no me enrollo más.

La película es un bodrio infumable. Una máquina de producir aburrimiento y vergüenza ajena. Yo no se la recomendaría ni a mi peor enemigo. Y, vamos, el que sea una copia de Alien me la trae al fresco. La película es mala por méritos propios, no por los de Ridley Scott.