8 de abril de 2021

GODZILLA VS. KONG (2021)



ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS. Advidero no leer lo que viene a continuación si no se ha visto la película y, si alguien decide hacerlo de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.













Godzilla y King Kong se vieron por primera vez las caras en la película King Kong contra Godzilla (Ishirô Honda, 1962), un célebre título de las Kaiju Eigas. Ahora, ambos monstruos vuelven a verse las caras pero, ahora, lo hacen en una superproducción de Hollywood de la cual voy a dar mi opinión.

Pero, vayamos por partes. 

Han pasado cinco años desde que Godzilla derrotara a King Ghidorah y se convirtiera en rey de los monstruos. Desde entonces, ha mantenido las distancias con los humanos pero, inesperadamente, ataca sin motivo aparente las instalaciones de Apex Cybernetics en Florida, lo que hace creer a los humanos que el titán se ha vuelto contra la humanidad. Algo que no cree Madison Russell (Millie Bobby Brown), quién cree que hay algo detrás del ataque de Godzilla y no para de escuchar un podcats cuyo autor afirma que el ataque está relacionado con asuntos turbios de Apex, en la que afirma estar infiltrado. Madison le explica sus sospechas a su padre, el Doctor Mark Russell (Kyle Chandler), que ahora es subdirector de Monarch, pero este no la cree, por lo que, en compañía de un amigo, Josh Valentine (Julian Dennison), Madison decide ir en busca del autor del podcast, Bernie Hayes (Brian Tyree Henry), para que les ayude a infiltrarse en Apex y descubrir la verdad sobre la nueva actitud de Godzilla.

Mientras, en Skull Island, Kong vive confinado en una gran cúpula construida por Monarch bajo la supervisión de la Doctora Irene Andrews (Rebecca Hall), quién considera que esa es la única forma de que Godzilla no vaya a por él para acabar con otro titán alfa que amenace su reinado. Andrews tiene bajo su cuidado a Jia (Kaylee Hottle), una niña nativa a la que adoptó cuando la tribu a la que pertenecía fue destruida por una tormenta. Jia, que es sorda, ha establecido un vínculo con Kong, con quién se comunica a través del lenguaje de los signos. Esto será utilizado por el Doctor Nathan Lind (Alexander Skarsgård), un ex-geólogo de Monarch caído en desgracia por sus teorías sobre la Tierra Hueca. Lind ha sido contactado por Apex para realizar un viaje a la Tierra Hueca con unos nuevos vehículos especiales, pero necesitan a Kong para que les abra camino. Esto supone un riesgo ya que, al sacarlo de la cúpula, se exponen a ser atacados por Godzilla.



Antes de ponerme con la película, pongámonos en antecedentes.

Esta película forma parte del conocido como MonsterVerse, creado por Legendary Pictures con el apoyo de Warner Bros., y que forman las películas Godzilla (Gareth Edwards, 2014), Kong: Skull Island (Jordan Vogt-Roberts, 2017), Godzilla: Rey de los Monstruos (Michael Dougherty, 2019) y el film que nos ocupa donde, finalmente, Godzilla y Kong se ven las caras.

El director elegido para esta película es Adam Wingard que, al igual que Michael Dougherty, también proviene del cine de terror.

La elección de este director no fu algo casual. En 2013, dos años antes de que esta película fuese anunciada como proyecto, Wingard fue contactado por Peter Jackson para dirigir una secuela de King Kong (2005) que llevaría por título The Skull Island. No se sabe muy bien que pasó con este proyecto, pero es más que seguro que, cuando Universal Pictures quedó fuera del MonsterVerse, Warner se hiciera con él y lo reconvirtiera en la Kong: Skull Island que todos conocemos.

De hecho, su director, Jordan Vogt-Roberts, declaró no hace mucho que, al principio de la película, ambientado en la II Guerra Mundial, tenía pensado incluir la aparición de un Kong similar al de la película de Jackson que se metía en el fuego cruzado de dos ejércitos, estadounidense y japonés, que se enfrentaban en las playas de Skull Island y terminaba siendo acribillado. Luego, aparecería el Kong de la película, mucho más grande y más difícil de abatir. El director decidió eliminar esa escena al considerarla una falta de respeto hacia la película de Jackson.

Volviendo a esta película, se decidió repescar a Wingard para dirigirla y la producción avanzó sin problemas; al menos, aparentemente. Su estreno debía haber sido en mayo de 2020, pero la llegada de la pandemia hizo que se retrasara. Primero hasta noviembre de ese año y, después, a la fecha de estreno actual: el 31 de mayo en EEUU.

Esto ha hecho que la película se estrene de forma simultánea en EEUU y los países donde está operativo HBO Max debido a la decisión de Warner de estrenar todas sus películas de 2021 en cines y en streaming a la vez. Un decisión de lo más polémica que causó el cabreo de Legendary, que hasta amenazó con llevar a Warner a los tribunales.

Supongo que el cabreo de Warner se habrá apaciguado un poco en vista de los buenos resultados que está haciendo la película. En EEUU lleva recaudados 48 millones de dólares y 237 millones en el resto del mundo, haciendo un total de 285 millones de dólares.

No son cifras muy altas para una película cuyo presupuesto se estima que ronda los 200 millones de dólares, pero si lo son con la situación actual, con muchos cines todavía cerrados en el mundo a causa de la pandemia. Y es que, al igual que hizo TENET (Christopher Nolan, 2020) el año pasado, esta película nos vuelve a demostrar que, pese a la situación actual, la gente aún continúa yendo a los cines, pese a que muchos "iluminados" van diciendo por ahí que la gente ya no volverá a los cines, ni aunque se pase la pandemia, por miedo. Con estos resultados que está haciendo la película en todo el mundo, esa gente lo único que está haciendo ahora es quedar en ridículo.



Además, a parte de los resultados económicos, la película está teniendo unas críticas muy buenas y la respuesta de público es bastante positiva.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Pues bien, la película me ha gustado mucho; más de lo que esperaba, debo añadir. He disfrutado mucho viéndola y, además, me ha dejado con ganas de verla más veces.

Eso si, las cosas claras. No estamos ante ninguna maravilla, ni ninguna obra maestra. Al igual que las anteriores películas, el guión no es su mayor fuerte. Aunque, eso si, sin ser ninguna maravilla y contener algunas cosas estúpidas -como lo de derramar alcohol sobre la computadora para desconectar el satélite -, el guión es bastante eficiente y cumple su función; además de hacerme tener más confianza en Eric Pearson como guionista de Black Widow.

Al menos que haya un gran director detrás, como Guillermo del Toro, con estas películas no hay que ponerse muy exigentes en lo que a guión se refiere.

Esta es una película para disfrutar las casi dos horas que dura y para ver a dos monstruos icónicos dándose de hostias, que de eso estamos muy bien servidos aquí, pese a que solo hay dos enfrentamientos entre los dos titanes, el del mar y el de Hong Kong. Pero, ambos enfrentamientos son la hostia en patinete, con unas peleas que llegan hasta a hacerte botar en la butaca en varias ocasiones.

Aunque, tal y como me esperaba, y ya aventuré en varias ocasiones, al final ambos monstruos deben dejar a un lado sus diferencias para enfrentarse con el verdadero enemigo, que no es otro que MechaGodzilla. Un MechaGodzilla que me ha encantado, tanto el diseño como lo brutal que es, haciendo que a los dos titanes protagonistas les sea imposible derrotarlo por si solo.

Y que no me venga ningún listo del #TeamKong diciéndome que al final es King Kong quién lo mata porque, si Godzilla no hubiera recargado su hacha, también hubiéramos visto al simio por los suelos.

Yo en todo esto del #TeamKong y el #TeamGodzilla no he elegido ningún bando porque a mi ambos monstruos me encantan y me resulta difícil elegir a uno de ellos. Además, en esta película ambos lucen geniales, al igual que en las películas anteriores.

En cuanto al director, Adam Wingard, debo decir que me ha sorprendido para bien. Yo tenía mis dudas con este director, no lo voy a negar, ya que en su filmografía tiene películas curiosas, como Tú éres el Siguiente (2011), pero también bodrios infumables, como Blair Witch (2016) y Death Note (2017). Así que no se podía intuir por donde iba a salir.



Afortunadamente, el tipo ha cumplido con esta película; y con creces. Puede que su dirección diste de ser brillante, pero ha sido de lo más eficiente, logrando mantener el ritmo en todo momento y, sobre todo, ofreciéndonos un buen espectáculo con las peleas entre Godzilla y King Kong que, como ya he dicho antes, son espectaculares y de lo más brutales.

En cuanto al reparto, solo decir que los actores hacen un buen trabajo a la altura de sus personajes. 

Millie Bobby Brown vuelve a estar fantástica, como ya lo estuvo en Godzilla: Rey de los Monstruos; aunque, aquí tiene más papel.

Kyle Chandler está igual de soso que en la anterior película. Aunque, aquí han estado más acertados reduciendo mucho sus apariciones y así ha lastrado menos el film.

Alexander Skarsgård y Rebecca Hall también han estado muy bien en sus respectivos personajes. Aunque, eso si, espero que no haya un romance entre sus personajes, como se intuye al final, porque ambos no tienen química para eso.

Brian Tyree Henry ha estado fantástico en su papel de destapador de conspiraciones. De hecho, su interpretación ha sido de las mejores de todo el reparto.

Julian Dennison también hace un buen trabajo; aunque, su personaje de nerd pagafantas como que sobra bastante, porque lo único que aporta a la película es la furgoneta y la tontería de echar alcohol sobre la computadora que he mencionado antes. 

Demián Bichir está genial como el villano principal humano de la película, un megalómano al que no le gusta que los humanos ya no sean la especie dominante. Esto es algo que debería haber sido más desarrollado, pero tampoco les ha quedado mal del todo.

Shun Oguri está muy bien dando vida a Ren Serizawa, el hijo de Ishiro Serizawa (Ken Watanabe), que también forma parte de grupo de los villanos, ya que sus ideas sobre Godzilla son muy diferentes a la de su padre. Esto es otro arco que debían haber desarrollado más.

En cuanto a Eiza Gozález, pues otra vez que nos la desaprovechan. Esta vez, en un papel que es, prácticamente, el mismo que tenía Charlize Theron en Prometheus (Ridley Scott, 2012); al menos, ella no tiene una muerte tan estúpida.

Eiza Gozález hubiera sido perfecta para interpretar a la nativa que sirviera de enlace entre Kong y los humanos. Porque, sinceramente, que hayan utilizado a una niña en lugar de a una chica guapa como enlace con el gran simio obedece claramente a toda esta ola de lo políticamente correcto que no hace más que imponerse cada vez más.

Esta sería una de las cosas que no me han gustado de la película, porque  vamos ahora con ellas.

Ya he mencionado antes que me ha gustado mucho MechaGodzilla pero, sinceramente, aunque la pelea final contra él ha sido de lo más brutal, se me ha hecho muy corta y hubiera preferido que hubiera sido más densa. Además, tampoco explican mucho como al final se les escapa de control a los humanos.

Y otra cosa que no explican muy bien es como terminó la cabeza de King Ghidorah en manos de Apex; porque dudo mucho que un eco-terrorista como Alan Jonah (Charles Dance) haga tratos con una empresa como esa.



Son más las cosas que no me han gustado de esta película, pero tampoco me impiden que haya disfrutado de este film, cuyo éxito podría reavivar el MonsterVerse. Ya se habla de una posible nueva película de Kong; donde espero que explore más la Tierra Hueca, algo que puede dar mucho juego. En cambio, con Godzilla lo tendrían más difícil, ya que los derechos expiran con esta película y los japoneses los quieren de vuelta.

Me gustaría que continuara el MonsterVerse pero, si termina con esta película, al menos tendrá un buen final, con Godzilla y King Kong sellando una tregua y quedando el primero como rey en la superficie y el segundo como rey en la Tierra Hueca.

Vamos resumiendo ya.

Godzilla vs. Kong es una buena película, disfrutable de principio a fin y que hace las delicias de quienes hemos disfrutado desde nuestra infancia con las kaiju eiga, las películas de King Kong y toda película protagonizada por monstruos gigantes.

No es la mejor del MonsterVerse, ese título aún lo tiene Godzilla: Rey de los Monstruos, pero esta película estaría muy cerca de ella y hasta le echaría un buen pulso.









22 de marzo de 2021

ZACK SNYDER´S JUSTICE LEAGUE (2021)



Advierto que que esta review contiene SOPILERS de la película. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, quién decida leerlo de todas formas, lo hará bajo su total responsabilidad.










Vamos con una película de lo más esperada. Una película que deberíamos haber visto hace casi cuatro años pero que, por desgracia, los de Warner nos privaron de ver y, en lugar de eso, nos dieron una cosa peor. Sin embargo, la lucha de su director, apoyado por sus incondicionales, ha hecho que sea posible que podamos verla; aunque sea con retraso y, lamentablemente, no se vea en los cines.

Se trata, naturalmente, del Snyder Cut de la película de la Liga de la Justicia. El montaje de Zack Snyder que muchos negaron su existencia pero que ahora se puede ver en streaming y, de forma limitada, en cines IMAX.

Antes de ponerme con ella, vamos a repasar un poco su historia.

Zack Snyder es el director de la primera película en acción real de la Liga de la Justicia, la cual formaba parte del entonces conocido como DC Extended Universe. Snyder dirigió la película y les ofreció a Warner Bros. un primer montaje de la misma.. Pero, Warner no había quedado muy contenta con los resultados de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia (2016), también dirigida por Snyder y ordenó un nuevo montaje supervisado por Joss Whedon, al que ordenaron rodar nuevas escenas y darle a la película un tono más parecido al de las películas del Marvel Cinematic Universe; algo que Whedon conocía muy bien, ya que venía de dirigir las dos primeras películas de Los Vengadores.




Oficialmente, se nos dijo en su día, marzo de 2017, que Snyder se vio obligado a abandonar la post-producción de la película debido al suicidio de su hija, Autumn Snyder -a quién está dedicado el Snyder Cut -, lo que llevó a la contratación de Whedon para terminar la película. Sin embargo, la realidad es bien distinta.

Es cierto que Snyder abandonó la película por el suicidio de su hija, pero ya antes de que esto ocurriera, habían empezado a apartarlo de la post-producción en favor de Whedon. Como he dicho antes, Warner no estaba muy contenta con los resultados de Batman v Superman, llegándole a quitar a Snyder el mando sobre el DCEU. Y, tras el vistazo al montaje mostrado por Snyder, decidieron que Whedon rehiciera la película, rodando nuevas escenas y dándole a la película un toque más Marvel, como he dicho antes.

Whedon llegó a rodar de nuevo parte de la película. El problema es que estas nuevas escenas requerían más post-producción y solo quedaban unos meses para el estreno de la película. Se pidió que se retrasara el estreno y dar más tiempo a los de efectos especiales, pero los altos cargos de Warner querían que la película se estrenara antes de que se completara la compra de Time Warner -ahora WarnerMedia -por parte de AT&T y así poder cobrar una modificación. Así que el estreno de la película no se retrasó y los encargados de los efectos especiales tuvieron que terminarlos en un tiempo record. Además, Warner ordenó que la película fuera solo de dos horas, dejando muy poco tiempo de ejecución.

El resultado ya lo vimos en noviembre de 2017. Una película que no es mala del todo, pero que si es muy fallida y, desde luego, no es la película que un grupo tan icónico como como la Liga de la Justicia merecía. La duración de dos horas a penas dejaba profundizar en la historia y los personajes y el que no les hubieran dejado más tiempo para los efectos especiales hizo que estos perjudicaran mucho al resultado visual. El peor parado fue Superman, ya que, cuando Whedon rodó las nuevas escenas, el actor Henry Cavill se encontraba rodando la película Mission: Impossible - Fallout (Christopher McQuarrie, 2018), lo que le obligaba a tener que llevar bigote. Este bigote fue borrado con CGI, pero de una forma lamentable que hizo que el personaje fuera objeto de burlas; burlas que aún hoy día perduran y perdurarán con el tiempo, como ocurrió con los pezones de Batman en Batman y Robin (Joel Schumacher, 1997).

Yo ya di mi opinión en este mismo blog y recibí críticas por ellos, ya que hubo mucha gente que aceptaba la película pese a sus fallos y hasta arremetían contra Zack Snyder, llegando a negar el Snyder Cut, como ya he mencionado antes, y mostrando a Joss Whedon como un salvador. Hoy, muchos de estos, al ver que el tiempo no les ha dado la razón, se han cambiado de camisa y ahora alaban a Snyder y su montaje, el mismo que ellos mimos negaban, demostrando lo hipócritas que son.

Pero, bueno, yo no estoy aquí para hablar de lo que hacen otras personas, sino para dar mi opinión. Yo desde el primer momento siempre renegué de la versión de Whedon y siempre mantuve que Snyder hubiera hecho algo mucho mejor; lo dije en la review y siempre me reafirmé en ello. También era de la opinión de que el Snyder Cut existía, aunque si debo decir que no tenía esperanzas de que este llegara a ver la luz algún día y, si al final lo hacía, tendría que pasar más de un cuarto de siglo, como ocurrió con el montaje de Richard Donner de Superman II (1980).

Afortunadamente, me equivoqué.

Durante los siguientes tres años, Zack Snyder luchó por que su visión de la película viera la luz, mostrando imágenes de escenas eliminadas a través de las redes sociales para poner los dientes largos y movilizando a sus incondicionales, llegándose a crear un auténtico debate en internet. Finalmente, el 20 de mayo de 2020, Snyder hizo el anuncio oficial durante una Watch Party de Man of Steel (2013) ante varios fans, donde también estuvo presente Henry Cavill y así supimos que el Snyder Cut iba a ver finalmente la luz.

Y, ahora, ya lo podemos ver desde que se estrenó a nivel mundial el pasado 18 de marzo. En EEUU lo hizo a través de HBO Max, al igual que en los países donde puede verse el servicio de streaming de WarnerMedia, mientras que en otros países se ha visto en otras plataformas; aquí, en España, se puede ver a través de HBO España. Por desgracia, no ha llegado a los cines, tan solo de forma limitada a los cines IMAX.




Y, bueno, los resultado que está teniendo no pueden ser mejores. La crítica la está poniendo por las nubes, al igual que la mayor parte del público. Hay detractores de ella, no voy a decir que no, pero en su mayoría la gente está disfrutando con ella y la está poniendo por las nubes. Todo lo contrario que ocurrió con la versión de Joss Whedon, que fue defenestrada por la crítica y fue recibida de forma fría por la mayor parte del publico.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Ya sabéis los que me conocéis y me leéis que yo siempre he estado del lado de Zack Snyder y, desde que me decepcionó tanto la película de 2017, siempre he mantenido que si se hubiera respetado la versión de Snyder, esta hubiera sido mucho mejor. Además, siempre he creído que el Snyder Cut existía, pese a que no tenía esperanzas de que Warner nos dejara verlo, como ya he mencionado antes. Y, desde luego, cuando Snyder hizo el anuncio oficial, he estado esperándolo como agua de mayo con unas expectativas muy altas.

Pues bien, una vez visto debo decir que mis expectativas no solo se han visto cumplidas, se han visto hasta superadas. Porque la película...


ME HA ENCANTADO


He disfrutado enormemente con ella las cuatro horas que dura su metraje, las cuales se me han pasado volando. Y, desde luego, tengo unas ganas enormes de verla más veces. 

Desde luego, me enorgullece decir que, por fin, la Liga de la Justicia tiene la película que se merecía. Porque esto SI es una película de la Liga de la Justicia y no esa COSA que nos ofrecieron en 2017.

Ya os digo que va a haber muchas comparaciones con la versión de Joss Whedon, la cual ya salía perdiendo sin que la versión de Snyder hubiera visto todavía la luz y, ahora que esta acaba de salir, lo mejor que podrían hacer es quemar todas las copias si les queda algo de vergüenza.

Eso si, no me voy a ensañar mucho con Whedon, ya que el tipo la tiene ya bastante liada. Además, él solo hizo lo que le mandaban. Si me tengo que ensañar con alguien es con las mentes pensantes de la Warner, quienes han quedado completamente retratados.

Yo ya lo decía desde el principio, si el Snyder Cut lograba ver la luz, los de Warner iban a quedar como el culo porque, saliera lo que saliera, sabía que lo que hizo Zack Snyder iba a ser mejor que la chapuza que ellos hicieron con la ayuda de Whedon y así ha sido. 

Porque esto es otra película. Aunque esta y la película de 2017 sean dos versiones de una misma película, ambas son, prácticamente, dos película completamente diferentes. Esto no es uno de esos Director´s Cut que suelen sacar en las ediciones especiales de DVD y Blu-Ray y que lo único que hacen es mostrar algo más de metraje extra de sus respectivas películas.

NO. Esto es una película completamente diferente que, aunque cuente la misma historia que la versión de 2017, poco tiene que ver con aquella. Eso se ve en los resultados, porque hemos pasado de una película buena tirando a regulera a un auténtico PELICULÓN.

Cabe decir que, al ir esta película directamente al streaming, Snyder no se ha cortado un pelo y nos ofrece la versión integra, con cuatro horas de duración -en lugar de los 160 minutos que duraba el montaje que les mostró a Warner en su día -y con clasificación R, por lo que tenemos una buenas dosis de sangre, decapitaciones, desmenbramientos, cuerpos reventados y más cosas. También ha luchado porque llegue como una película y no como una miniserie y porque prevalezca el título de Zack Snyder´s Justice League, ya que Warner querían ponerle un título donde no apareciera el nombre de Zack Snyder y tratar de hacer pasar la película por un simple Director´s Cut.

El director dejó claro que no iba a emplear nada del metraje rodado por Whedon y así ha sido. Aquí no hay ni rastro de esas cosas ridículas que tenía la otra versión; para poner un ejemplo, la familia rusa que había en aquella especie de Chernobyl a las afueras de Moscú donde tiene lugar la batalla final aquí desaparece por completo.

Y todo lo demás, está completamente mejorado. El tono colorido que tenía la otra versión es reemplazado por un estilo más sobrio, más propio del director. Otra cosa que ha mejorado Snyder es que ha arreglado los muchos planos recortados que tenía la película de 2017 y no hay tanta abundancia de primeros planos y planos medios. Además, le ha dado una formato IMAX que, curiosamente, está generando ahora cierto debate.

Los efectos especiales están totalmente mejorados. El mejor beneficiado en el villano Steppenwolf, que hasta tiene un diseño completamente distinto. Para mi pueden decir misa los que defienden el diseño de la otra versión por se más fiel a los cómics, porque este Steppenwolf le da mil vueltas al otro. Además de que, como ya he dicho, los efectos especiales son mucho mejores; porque el de 2017 tenía un CGI tan malo que dañaba los ojos solo con verlo. También los Parademonios han sido mejorados; más ligeramente, pero se les ha dado un aspecto más amenazador.

Aunque, la mejoría de Steppenwolf no solo está en es aspecto visual; pero de eso ya hablaré más adelante. Continuemos con el aspecto técnico.

Otra mejora muy notable está en las escenas de acción, que pueden ser las mismas que vimos en la versión de 2017, pero son mucho más brutales, espectaculares y hasta están mejor resueltas.

Un buen ejemplo lo tenemos en la escena en Londres, cuando Wonder Woman se enfrenta al comando terrorista liderado por Roose Bolton. La escena puede ser la misma que la de la otra versión, pero la pelea es completamente diferente, mucho más brutal e impresionante. 

Y así toda la película. El enfrentamiento en Isla Stryker, los ataques de Steppenwolf a las Amazonas y los Atalantes, y sobre todo la batalla final, que es una auténtica pasada y deja a la de la otra versión a la altura del betún. Y no me olvido del flashback que muestra la batalla que hubo en el pasado, la cual aquí es mucho más densa e impresionante y nos ofrece poder ver en acción a Darlseid, que aquí tiene unas cuantas escenas la mar de brillantes.




Y, vamos, otro punta más a favor es la banda sonora, donde Junkie XL ha hecho un trabajo brillante frente a un Danny Elfman que contó con poco tiempo de ejecución y se limitó a reciclar temas de otras películas, como las de Batman de Tim Burton.

La versión de 2017 tenía muchos defectos, pero uno de los principales era su duración de solo dos horas, lo que hacía que todo ocurriera demasiado deprisa y no se desarrollaran bien ni la historia ni los personajes. Eso aquí no ocurre, especialmente, con su duración de cuatro horas. 

Cuatro horas que, como he mencionado antes, se pasan volando porque es una duración completamente justificada, sin que hayan metido paja de relleno en ningún sitio, y, sobre todo, porque en ningún momento falla el ritmo, que era uno de los principales problemas que tuvo Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia

La historia es densa, pero muy fluida, no aburre nada y está llena de grandes momentos. Además, los personajes que habían quedado muy desdibujados en la otra versión. No es el caso de Superman (Henry Cavill) -aunque este ya no tiene ni rastro del bigote mal borrado y, además, por fin le ponen el traje negro -, Aquaman (Jason Momoa) y Wonder Woman (Gal Gadot); aunque, esta mujer maravilla es bastante más agresiva, como le gusta a Snyder, quién desde el principio quería una Wonder Woman decapitadora y aquí la tiene -le corta la cabeza a Steppenwolf en el climax -.

Uno de los personajes que han salido más favorecidos en esta versión es, sin duda, Batman (Ben Affleck), que en la versión de 2017 fue completamente ridiculizado, llegando hasta a dar vergüenza ajena en algunos momentos. Cosa que no ocurre aquí, donde tenemos un hombre murciélago mejor, incluso, que el visto en Batman v Superman.

Otro beneficiado es Cyborg (Ray Fisher) que, a parte de ser mejorado visualmente, tiene un mejor desarrollo, una buena muestra de sus orígenes mediante flashback de lo más impresionante y la relación con el padre está mucho mejor desarrollada.

Aunque, sin duda, el que mejor mejoría ha tenido ha sido Flash (Ezra Miller), que puede seguir siendo el gracioso del grupo, pero aquí ya no es tan payaso como en la otra versión y, al final, es quién termina salvando la situación en una escena de lo más épica y, visualmente, de lo más impresionante. Que esa es otra, mientras la versión de 2017 carecía por completo de épica, esta tiene épica por todas partes.

En cuanto a Steppenwolf, como ya he mencionando antes, no solo ha sido mejorado en el aspecto visual, también nos lo han convertido en un gran villano y no solo en un matón con cuernos, que es lo que era en la película de 2017.

Cabe decir que la duración más larga ha permitido la inclusión de personajes que en la otra versión fueron excluidos, como el Detective Marciano (Harry Lennix) -el cual se ve genial, tanto en el CGI como en el diseño -, Iris West (Kiersey Clemons), Vulko (Willem Dafoe) y, sobre todo, Darkseid (Ray Porter). Aunque, estos ya se sabía de antemano que iban a aparecer y algunos hasta los vimos en los tráilers. 

Sin embargo, hay un personaje que ha sido toda una sorpresa. Hablo de Ryan Choi (Ryan Zheng), uno de los alter egos de Atom al que pudimos ver también en el crossover televisivo Crisis en Tierras Infinitas -donde lo interpretó Osric Chau -y que, según declaró Snyder recientemente, su presencia en la película obedece a unos planes que tenía para una película de Atom.

Y no me olvido del Joker de Jared Leto, el cual Snyder no solo recuperó para este film, sino que hasta lo ha mejorado. Porque, el Joker que vemos en esta película le da cien patadas al visto en Escuadrón Suicida (David Ayer, 2016), y eso que es el mismo actor. El personaje solo tiene una escena en la que tiene una conversación con Batman, pero es una escena maravillosa que hace las delicias de cualquier lector de los cómics de Batman.

Esta escena tiene lugar en otro de los sueños de Batman con ese futuro apocalíptico de la Tierra dominada por Darkseid con Superman convertido en villano y que forma parte del largo epílogo de la película. Un epílogo que deja cosas abiertas para más entregas, porque no olvidemos que esta iba a ser la primera de varias películas. En su día se dijo que iban a ser dos, pero más reciente se han dicho que serían tres.

Son muchos los fans que están pidiendo que Snyder continúe haciendo más películas de DC y, sobre todo, de la Liga de la Justicia, creando su propio universo, el Snyderverse, ahora que esta película no es canon en el universo cinematográfico de DC.

Snyder no para de decir que su tiempo en DC ya ha pasado y no tiene pensado volver pero, por otro lado, no para de hablar últimamente de los planes que tenía para las otras películas de la Liga de la Justicia, con personajes como Batgirl o Green Lantern y villanos de Batman como Harley Quinn, Enigma o Dos Caras. Incluso ha afirmado recientemente que tenía pensado que, en el futuro, el hijo de Superman y Lois Lane (Amy Adams) se convirtiera en el nuevo Batman; y recordemos que en la película se ve que Lois tiene una prueba de embarazo.

Snyder podría haber hecho que esta película fuera completamente autosuficiente, pero hasta introduce la escena con Lex Luthor (Jesse Eisenberg) y Deathstroke (Joe Manganiello), que en la otra versión usaron como escena post-créditos y utilizaron como adelanto de una posible Liga de la Injusticia, pero que aquí es un claro adelanto de la película en solitario de Batman que iba a dirigir y protagonizar Ben Affleck.




Me da a mi que, tras haber conseguido que Warner Bros. le dejara hacer el Snyder Cut, el director va ahora a que le dejen hacer el Snyderverse que ahora están pidiendo los fans. Y, desde luego, visto lo que ha hecho aquí, yo estoy deseando que lo haga.

Bueno, vamos acabando ya.

Zack Snyder´s Justice League es una auténtica MARAVILLA. Una gozada desde que empieza hasta que termina y una forma de devolverle la dignidad a la Liga de la Justicia en el cine después de los visto en 2017.

Puede que Snyder fallara con Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia al intentar repetir la fórmula de Man of Steel sin la ayuda de Christopher Nolan pero, tal y como aventuré en su día, aquí ha hecho algo más de su propia cosecha y la cosa le ha quedado que ni pintada.

Esta es la película que deberíamos haber visto en cines hace casi cuatro años. A los de Warner Bros. se les debería caer la cara de vergüenza por privarnos de esto en su día y haber tenido que esperar tanto para poder verlo, todo por querer emular a Marvel.






19 de enero de 2021

TENET (2020)
















Vamos con la última película de Christopher Nolan. Película que ya catalogué como la mejor película del pasado 2020 y ahora me dispongo a dar las razones para ello.

Pero, vayamos por partes.

La película sigue a un individuo conocido como El Protagonista (John David Washington), un agente de la CIA que, tras participar en una misión en Kiev que, aparentemente, ha salido mal, descubre que ha sido puesto a prueba para entrar en TENET, una organización secreta que le llevará un paso más allá en el mundo del espionaje al entrar en contacto con objetos que han sido invertidos y pueden moverse atrás en el tiempo. Estos objetos fueron fabricados por alguien en el futuro y enviados al presente en cápsulas del tiempo.

El Protagonista logra descubrir que el que proporciona estos objetos invertidos es Andrei Sator (Kenneth Branagh), un multimillonario ruso que está en contacto con esa gente del futuro y está planeando algo que podría destruir el planeta entero. El Protagonista debe descubrir que está tramando Sator y tratar de evitarlo, para lo que utilizará a la esposa de este, Kat (Elizabeth Debicki) para llegar hasta él.

Esta ha sido la primera película de Christopher Nolan en mucho tiempo que no ha sido un gran éxito. De hecho, su recaudación ni ha sido rentable y se la considera un fracaso.

Sin embargo, esto se debe a que la película se estrenó en plena pandemia, con la mayor parte de los cines cerrados y los que estaban abiertos tenían aforo limitado y fuertes medidas de restricción. No obstante, a pesar de ello, la película recaudó 347 millones en todo el mundo, una recaudación que, como ya he mencionado antes, no la hace rentable debido a su enorme presupuesto de 200 millones, pero demuestra dos cosas.




Una de ellas es que, de haberse estrenado en circunstancias normales, la película habría sido un gran éxito y estaríamos hablando de otro taquillazo de Nolan. La otra es que, pese a la pandemia, la gente va a los cines frente a lo que van diciendo por ahí los defensores de que se estrenen las películas directamente en streaming, que afirman que la gente no va a los cines por miedo y que, aunque pase la pandemia, tardarán en volver a ir porque aún tendrán el miedo en el cuerpo.

Una completa gilipollez, porque los 347 millones que ha hecho esta película no han crecido en los árboles, son de gente que ha acudido a los cines a verla y, de no ser por las restricciones, la película hubiera recaudado mucho más. Además, cabe decir que la película superó las expectativas en su estreno en EEUU, donde las previsiones le daban entre 25 y 40 millones en su primer fin de semana y terminó recaudando 53 millones.

Esto es lo que la diferencia de Wonder Woman 1984, cuyo bajo rendimiento no creo que se deba solo a la pandemia. Puede que sin pandemia la película de Patty Jenkins hubiera recaudado más, no lo niego, pero aún así, estaríamos hablando de cifras decepcionantes de una película que ha sido muy decepcionante.

Pero, bueno, aquí estoy para hablar de TENET, que es el único gran blockbuster que se ha estrenado en plena pandemia solo en cines. Algo que le debemos al empeño de Nolan quién, además, no es nada partidario de estrenar las películas en streaming. Ya tuvo polémica hace unos años al criticar que plataformas como Netflix estrenaran películas y ha sido una de las voces más discordantes con la decisión de Warner Bros. de estrenar todas sus películas de 2021 en cines y en HBO Max -al que considera el peor servicio de streaming -a la vez.

Pero, bueno, volvamos con la película, la cual ha tenido muy buenas críticas y la valoración del público ha sido muy positiva.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

Ya lo he dicho al principio, para mi esta ha sido la mejor película de 2020. Claro que, teniendo en cuenta como ha sido 2020, no es decir mucho. Por no hablar de que no colocaría esta película entre lo mejor de la filmografía de Christopher Nolan.

Aunque, no me malinterpretéis, ya que eso no quiere decir que esta no sea una gran película, ya que en una filmografía de un gran director como Nolan, hasta las películas menores son muy buenas. Ahí está el ejemplo de Imsomnia (2002), que podría considerarse como su película más del montón y, aún así, es una película muy buena.

En el caso de TENET, yo no la colocaría entre las mejores películas del cineasta, como Memento (2001), Batman Begins (2005), The Dark Knight (2008), Origen (2010) o Dunkirk (2017), pero si la pondría a la altura de películas como Following (1998), El Truco Final (El Prestigio) (2006), The Dark Knight Rises (2012) o Interstellar (2014), que pese a no estar a la altura de los títulos antes citados, son películas estupendas.

TENET es una película muy buena, con un brutal arranque y que se disfruta de principio a fin, ya que va progresando a medida que avanza.

Visualmente, es impresionante, ahí no tengo ningún problema. La dirección de Nolan sigue siendo brillante, el diseño de producción es alucinante y los efectos especiales están muy logrados. También están muy logradas las escenas de acción.



Los detractores de Nolan afirman que el director rueda mal las escenas de acción, cosa que no es verdad. Lo que ocurre es que Nolan suele rodar las secuencias de acción, especialmente las escenas de peleas, de forma realista, como si las presenciaras en persona en lugar de en una película, lo que puede hacer que no resulten tan espectaculares como las escenas de acción efectistas. 

En esta película, en cambio, como ya ocurrió en Origen, Nolan ha optado por escenas de acción más efectistas, lo cual hace la película más espectacular. Además de que ha debido suponer un reto rodar estas escenas con el añadido de los efectos de la inversión temporal; especialmente, en la escenas de la carretera o la brutal batalla final.

Aunque, de nuevo, el punto fuerte de Nolan es el guión, escrito de nuevo por él mismo. Nolan concibió esta historia hace más de 20 años y la estuvo desarrollando desde entonces hasta que comenzó a escribir el guión en 2014, año en el que estrenó Interstellar; donde trabajó el físico teórico Rip Thorne, a quién consultó Nolan para este guión.

Hay muchos comentarios negativos que afirman que el guión de la película es muy lioso y que al final no se entiende nada. Comentarios de gente que, o bien no ha prestado atención o no quieren comprenderlo solo para criticar por criticar.

Porque la película está bien explicada. De hecho, la única escena donde aparece la actriz Clémence Poésy es donde se explica todo el tema de las inversión del tiempo. Nolan utiliza esa escena para dar una explicación al espectador más despistado, algo parecido a lo que hizo Alfred Hitchcock con la criticada escena del psiquiatra de Psicosis (1960).

El problema es que, para entender todo eso en su totalidad, habría que tener estudios de física cuántica, de ahí que Nolan recurriera a Thorne para poder elaborar el guión. Por eso esta película puedes entenderla -o comprenderla, al menos -, pero no podrías explicarla sin estudios de física, lo cual es mi caso.

Lo único que quedaría sin explicar es como se pudieron fabricar esos objetos invertidos y como se pudieron llevar al pasado, pero esto lo deja Nolan en el aire como el elemento más de ciencia ficción de la película. Y, hablando de nuevo de viajes en el tiempo, tenemos aquí una vez más el lío de Terminator (James Cameron, 1984) de que fue primero, el huevo o la gallina; algo que, como ocurre con la película de Cameron y otras películas que abordan los viajes temporales, es mejor no intentar buscarle sentido.

Dejando esto a un lado, el resto de la historia es, prácticamente, una película de acción y espionaje muy deudora de la saga de James Bond.

Es bien sabido que Nolan es un gran fan de las películas de 007 y uno de sus deseos es dirigir una película del famoso agente británico. Eso si, él quiere hacer su propio James Bond, con el actor que él elija y con su propio estilo, de ahí que rechazara dirigir la última película con Daniel Craig -que a saber cuando la estrenarán, ahora que han vuelto a retrasarla hasta el próximo otoño -.

Por eso, al igual que George Lucas hizo La Guerra de las Galaxias (1977) al no poder hacer una película de Flash Gordon, Nolan ha hecho esta película como un sustituto de su película de James Bond. Algo que también podría decirse de Origen, que también tenía muchos elementos de la saga de 007.

Aunque, TENET tiene más de James Bond que Origen. La película, incluso, recuerda a dos películas de la saga, Operación Trueno (Terence Young, 1965) y Vive y deja Morir (Guy Hamilton, 1973), con el tema del personaje de Elizabeth Debicki y la relación tóxica que tiene con el personaje de Kenneth Branagh, algo que lleva al protagonista a tomar decisiones que ponen en peligro la misión que lleva a cabo.

Eso si, aquí no hay ni romance ni escenas de sexo y, de hecho, la relación que se establece entre el Protagonista y la fémina principal es más de afecto que romántica o sexual.

Esto me lleva al tema del reparto que, como suele ser habitual en la filmografía de Nolan, es otro gran punto a favor, puesto que el actor siempre busca a los actores adecuados para cada personaje.



John David Washington, que interpreta a El Protagonista, hace un trabajo excelente. El actor es hijo de Denzel Washington y, aunque no tiene el talento de su padre, es muy buen actor y en esta película da lo mejor de si.

Robert Pattinson también hace un muy buen trabajo y vuelve a demostrar que el vampiro luciérnaga de Crepúsculo ha quedado bien atrás. El actor, recordemos, es el nuevo intérprete de Batman y el propio Nolan le ha dado su visto bueno. Y, visto lo que hace en esta película, parece que se merece, al menos, un voto de confianza.

Elizabeth Debicki está realmente fantástica. Su personaje no es, desde luego, ningún jarrón decorativo y, como he mencionado antes, su relación tóxica con el villano principal es uno de los ejes centrales de la historia.

Kenneth Branagh está genial como el villano principal del film, un villano megalómano muy en la línea de los villanos de James Bond. Incluso resulta mejor que algunos villanos que ha pasado por la saga; como el interpretado por Christoph Waltz en SPECTRE (Sam Mendes, 2015). En cuanto a su trabajo, solo basta con comparar este personaje con el que interpretó en Dunkirk para darse cuenta de que es muy buen actor y que Nolan saca lo mejor de él.

También Nolan ha sabido sacar lo mejor de Aaron Taylor-Johnson, que me ha sorprendido gratamente en este film en un papel que es como el que debería haber interpretado en Godzilla (Gareth Edwards, 2014), seguro que la película hubiera quedado mejor.

Antes he mencionado a Clémence Poésy y que solo tiene una escena en el film pero, a pesar de ello, la actriz hace un estupendo trabajo.

Lo mismo podría decirse de Michael Caine, un completo habitual en la filmografía de Nolan; incluso estaba en Dunkirk -era la voz del líder de los pilotos británicos -. El actor también tiene solo una escena en el film, pero eso es más que suficiente para que nos deleite con otra de las grandes interpretaciones a la que nos tiene acostumbrados.

Bueno, vamos resumiendo ya.

TENET -título que Nolan sacó del Cuadrado Sator, no es una palabra que se haya inventado ni nada de eso -es una película muy buena que puede no estar entre lo mejor de la filmografía de su director, pero que eso no evita que sea otra muestra de que Nolan es un fuera de serie.

Es una pena que la pandemia le haya impedido triunfar en taquilla pero, por lo menos, ha logrado salvar el desastroso 2020.