Mostrando entradas con la etiqueta 2004. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 2004. Mostrar todas las entradas

25 de julio de 2017

SPIDERMAN 2 (2004)

















Solo dos años después de que Spiderman (2002) arrasara las taquillas de todo el mundo nos llegó su secuela, de nuevo con Sam Raimi al frente y con Tobey Maguire encarnando al famoso arácnido; ahora enfrentado a otro de sus villanos más icónicos, Doctor Octopus.

Han pasado dos años de la muerte del Duende Verde. Peter Parker (Tobey Maguire) continúa con su doble vida como Spiderman. Sin embargo, cada vez se siente más agobiado al tener que compaginar la lucha contra el crimen con sus estudios y su vida laboral, algo que le lleva a sufrir estrés y problemas económicos. Para empeorar las cosas, la relación con su amigo Harry Osborn (James Franco) es cada vez más tensa, debido a los deseos de este de vengarse de Spiderman, y, por si eso no fuera poco, Mary Jane (Kirsten Dunst) está a punto de casarse con el astronauta John Jameson (Daniel Gillies), hijo de su jefe, J. Jonah Jameson (J.K. Simmons).

Una buena noticia es que Harry, que ahora dirige Oscorp, está financiando los experimentos de uno de los grandes ídolos de Peter, el doctor Otto Octavius (Alfred Molina), consiguiendo que pueda reunirse con él. Sin embargo, el experimento de Octavius resulta un desastre y causa un grave incidente donde su esposa muere y pone en peligro muchas vidad. Octavius sobrevive, pero los brazos metálicos que emplea para sus experimentos penetran en su sistema nervioso trastornándole y convirtiéndole en un peligroso individuo al que empiezan a llamar Doctor Octopus. Spiderman se enfrenta a él, pero se encuentra con un problema mayor: está perdiendo los poderes.


Después del enorme éxito de Spiderman, su secuela no se hizo de esperar. De hecho, ya antes de su estreno, en abril de 2002, Sony Pictures contrató a Alfred Gough y Miles Millar para que escribieran el primer borrador del guión, escribiendo un libreto donde los villanos eran Doctor Octopus, el Lagarto y Black Cat. Poco después, con la película ya estrenada, David Koepp –que no terminaría apareciendo acreditado –fue contratado para reescribir el guión.

Meses después, Michael Chabon fue contratado para reescribir el guión, escribiendo un libreto donde Otto Octavius era más joven y se enamoraba de Mary Jane, creando así un triángulo amoroso; además de ser el creador de la araña que le dio a Peter sus poderes y crear a partir de esta una cura que le quitaría a Peter sus poderes. Además, al final Octavius, convertido ya e Doctor Octopus, se aliaba con Harry, quién había puesto precio a la cabeza de Spiderman junto al Daily Bugle. A Sony no le gustó nada este guión.

El guión final corrió cargo de Alvin Sargent siguiendo las instrucciones de Sam Raimi, quién cogió las partes que más le gustaban de los trabajos de Gough y Millar, de Koepp y de Chabon. También tuvo influencias de la película Superman II (Richard Lester, 1980) y del cómic The Amazing Spider-Man #50 (1967); de hecho, la película iba a titularse originalmente The Amazing Spider-Man, pero al final optaron por llamarla Spider-Man 2.

Para interpretar a Doctor Octopus, al principio se pensó en Sam Neill. Pero, finalmente, el elegido terminó siendo Alfred Molina, cuyo trabajo en Frida (Julie Taymor, 2002) había gustado mucho al estudio y al director.

La película se estrenó en EEUU el 30 de junio de 2004, habiendo sido un gran regalo para mi 24º cumpleaños de no ser porque en España no se estrenó hasta el 14 de julio. Su éxito fue inferior al de la primera, habiendo tenido un presupuesto mayor de 200 millones de dólares. Pero, aún así, la película hizo una excelente taquilla, recaudando 373 millones en EEUU y 410 millones en el resto del mundo, haciendo una taquilla global de 783 millones de dólares.

Además, la película recibió también alabanzas del público y la crítica y muchos la consideran, incluso, superior a su predecesora.

Además, fue también la película que salvó el cine de superhéroes de 2004. El año anterior, X2 (Bryan Singer, 2003) logró salvar ese año tras las decepciones que supusieron las muy fallidas Daredevil (Mark Steven Johnson, 2003) y Hulk (Ang Lee, 2003) y ese año la cosa fue a peor con los desastres que supusieron El Castigador (Jonathan Hensleigh, 2004) y la muy nefasta Catwoman (Pitof, 2004) –ya hablé de ellaaquí –. Este film, en cambio, supuso un muy buen soplo de aire fresco entre esa mediocridad.


¿Y que opino yo de ella? Pues a eso vamos.

Después de lo mucho que disfruté con la primera, la cual vi varias veces en el cine y no dudé en comprármela en cuanto estuvo a la venta, esta secuela la esperaba como agua de mayo.

Sam Raimi volvía a dirigir y ya tenía total fe en él, volvía el reparto original con Tobey Maguire al frente como Spiderman y ese Doctor Octopus interpretado por Alfred Molina pintaba muy, pero que muy, bien.

Pues bien, la película me encantó la primera vez que la vi y me ha seguido encantando las demás veces que la he visto. Es una película sensacional y, como secuela, es de lo más digna. De hecho, está muy a la altura de la primera y no me extraña que muchos la consideren mejor que esta. Aunque, personalmente, para mí la primera sigue siendo la mejor y a la que tengo más cariño.

Una cosa que si es cierta, es que esta película se centra más en el lado humano del héroe, ahondando más en sus problemas personales, profesionales y económicos, algo que siempre ha caracterizado al Spiderman de los cómics, haciéndole ser un superhéroe mucho más cercano que el resto de superhéroes. Aunque, no solo humaniza al protagonista, ya que también hace lo propio con el Doctor Octopus; algo que muchos puristas criticaron, pero que a mí me pareció un gran acierto.

Sin duda, esta es la gran virtud de la película y lo que hace que sea mejor valorada que su predecesora.

En lo que es el aspecto técnico y visual, aquí no me enrollo mucho, ya que aquí la película tiene los mismos aciertos visuales que la primera. El diseño de producción vuelve a ser excelente y los efectos especiales de lo más logrados; de nuevo, obra de un estupendo John Dykstra que, al no haber esta vez película de El Señor de los Anillos contra la que competir, se llevó un muy merecido oscar.

Sam Raimi vuelve a ser genial y su dirección vuelve a ser brillante, ofreciéndonos unas escenas de acción realmente alucinantes –como la escena del tren, un momento realmente brillante y de lo más brutal –y momentos de no acción maravillosos, con muchas escenas de diálogos largos que no aburren lo más mínimo. Además, el tipo sigue utilizando su estilo personal que tanto le caracteriza y hasta se autohomenajea y todo; como en la escena del hospital, todo un homenaje a Posesión Infernal (1981) –incluso, cuando uno de los médicos enciende la sierra mecánica, el sonido que esta emite es el de la motosierra de Ash en la gran ópera prima de Raimi –.


Sobre el reparto, no hay mucho que decir. Todos los actores que repiten, con Tobey Maguire a la cabeza, vuelven a hacer un gran trabajo.

En cuanto a los nuevos, destaca sin duda el villano principal. Alfred Molina está realmente impresionante; especialmente, cuando muestra la evolución de su personaje, primero como brillante científico y figura inspiradora para Peter Parker, luego en su descenso a la locura tras el incidente que le convierte en supervillano y, al final, cuando vemos su redención en un climax tan maravilloso como impresionante.

Por lo demás, decir que, aunque no tiene muchos momentos para lucirse, Donna Murphy está muy bien como Rosalie Octavius. Daniel Gillies está bastante correcto como John Jameson. Y cabe mencionar la presencia en la película del personaje de Curt Connors –algo que nos hizo soñar con ver a El Lagarto en futuras entregas; cosa que no ocurriría –, muy bien interpretado por Dylan Baker.

En resumen.

Spiderman 2 es una excelente película, una estupenda secuela y una muy buena forma de continuar la historia que comenzó su maravillosa predecesora, marcando muy bien el camino a seguir en la saga.



Camino del que, desgraciadamente, se salieron en la siguiente entrega. Pero, de esa ya hablaré.








18 de abril de 2015

CATWOMAN (2004)






















Vamos con una película que hace que se me salten las lágrimas al hablar de ella; y no, precisamente, de emoción. Es que ni me molesto en escribir la sinopsis, la cual he copiado directamente de Filmaffinity.

Patience Philips (Halle Berry) trabaja como diseñadora gráfica para una empresa de cosméticos, dirigida por el despótico George Hedare (Lambert Wilson) y su esposa, la supermodelo Laurel (Sharon Stone). Se entera por casualidad de un terrible secreto sobre un revolucionario producto de belleza que está a punto de ponerse a la venta y es eliminada por unos sicarios. Sin embargo, misteriosamente, vuelve a la vida con unas cualidades y una fuerza extraordinaria. Se convierte entonces En "Catwoman" y prepara su venganza con la ayuda de la enigmática Ophelia Powers (Frances Conroy). Pero su doble vida complica su relación con el apuesto detective Tom Lone (Benjamin Bratt).

De todas las féminas que pueblan el universo de Batman, Catwoman es, sin duda, la más famosa, e importante, de todas. Lo que la hace más interesante es que hay una historia romántica entre ella y el hombre murciélago de por medio pero, a la vez, los dos están a ambos lados de la ley, lo que les convierte en antagonistas y amantes a la vez.

A pesar de su importancia, esta antiheroína siempre tuvo un rol secundario en los cómics. No obstante, la cosa cambió con el estreno de Batman Vuelve (Tim Burton, 1992), donde fue interpretada por una muy sensual Michelle Pfeiffer. El éxito de la película hizo que su fama se disparase hasta el punto de que, en 1993, protagonizó su propia serie de cómics y pronto llamó la atención de la Warner, que puso, rápidamente, en marcha un proyecto cinematográfico con ella de protagonista.

La película iba a ser dirigida por Tim Burton y contaría de nuevo con Michelle Pfeiffer de protagonista. Sin embargo, el proyecto se retrasó durante varios años. Las razones fueron las mismas por las que Burton tuvo que cederle la dirección de la tercera entrega de Batman a Joel Schumacher: el estudio encontraba su visión demasiado oscura y querían una película más alegre y colorida.

Tras varios años de tiras y aflojas, tanto Burton como Pfeiffer se cansaron de esperar y el proyecto quedó unos años en suspenso hasta que, en 2001, se decidió reactivarlo.


La nueva actriz encargada de interpretar a la mujer gato era Ashley Judd, pero esta acabó abandonando. Después llegó Nicole Kidman, pero duró menos tiempo que Judd. Y así, fueron pasando actrices hasta que el papel recayó en Halle Berry, cuya carrera había ascendido meteóricamente por aquella época tras ganar un oscar.

Sobre el asunto interracial, cabe decir que no es la primera Catwoman negra que existe, ya que en la serie de Batman de los años 60 hubo una interpretada por Eartha Kitt. Así que aquí no me meto mucho; aunque, si me preguntáis mi opinión, yo siempre preferiré una Catwoman blanca, como en los cómics.

Por otro lado, el elegido para dirigir el film fue el francés Jean-Christophe Coma, más conocido como Pitof, supervisor de efectos especiales que había trabajado en películas como Alien Resurrección (Jean-Pierre Jeunet, 1997) o Asterix y Obelix contra César (Claude Zidi, 1999) y que debutó en la dirección con la genial Vidocq (2001).

Y así llegamos a la película que ahora nos ocupa.

En su día se anunció como un gran bombazo, pero las cosas no fueron así ni por asomo. En la taquilla, los resultados no pudieron ser más desastrosos. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, la película solo hizo 40 millones en EEUU y 42 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 82 millones de dólares; ¡ni siquiera logró recuperar su presupuesto con la taquilla mundial!

Pero el desastre no solo se limita a lo económico, ya que la película recibió críticas terribles. Pero no solo hablamos de los críticos profesionales. Las malas críticas también vienen de la mayoría del público, que salió echando pestes de ella y, sobre todo, de los fans de los cómics, que ocupan el lado de los más indignados.

¿Y qué opino yo de ella? Pues a eso es a lo que vamos.

Como ya sabéis, mis opiniones sobre las películas son mías al 100% y no vienen condicionadas por ningún factor externo; especialmente, las opiniones de los críticos profesionales o la opinión general que hay en torno de un film. Más de una vez he demostrado estar en desacuerdo con la opinión generalizada que hay en torno a una película –el año pasado tenéis un buen ejemplo con Lucy –, porque yo cuando tengo una opinión clara de una película no la cambio para quedar bien con los demás y no parecer un bicho raro.

Sin embargo, aquí se da uno de esos casos en los que mi opinión coincide completamente con la opinión general. Porque la película es una soberana, solemne y santísima…


…PUTA MIERDA.


Una película terriblemente mala, espantosa, desastrosa, infumable… y no continúo con los adjetivos porque la vida es demasiado corta. Lo peor de todo es que destroza uno de los mejores y más fascinantes personajes femeninos que ha dado el mundo del cómic e hizo dar un paso atrás a las adaptaciones de cómic protagonizadas por heroínas.

La dirección es terriblemente nefasta; cuesta creer que el director de la estupenda Vidocq esté detrás de este engendro. Puede que el estudio le pusiera demasiados límites o que el tipo gastara todo su talento como director en su primera película, pero el caso es que su trabajo en este film es terriblemente torpe. Los momentos dramáticos y la dirección de actores son totalmente planos y las escenas de acción resultan hasta ridículas; encima, acompañadas de unos efectos especiales de los más cutre, más propios de una mala película de serie B que de una superproducción de 100 millones de dólares.

Sobre el reparto, tres cuartos de lo mismo. Comenzando por su protagonista.

Para mí, Halle Berry fue un error desde el principio. Aunque me gustan algunos de sus trabajos, como cuando hace de Tormenta en la saga de X-Men o en algunas películas, como Operación Swordfish (Dominic Sena, 2001), la tía como actriz no es santa de mi devoción y, desde luego, a pesar de su impresionante físico, tampoco es de las que más me atraen. No me hizo ninguna gracia que terminara dando vida a Catwoman pero, ya que lo hizo, al menos podía habérselo currado mejor en lugar de hacer una mala parodia de la Catwoman de Michelle Pfeiffer, que fue la impresión que a mí me dio.


Claro, que no toda la culpa es suya. La nefasta dirección de actores no es que sacara lo mejor de ella y, encima, la caracterizaron de una forma que daba pena, con un traje más propio de una striper que de la mujer gato que todos conocemos.

Luego está la mala, interpretada por una gran actriz como Sharon Stone. Me encantaría decir que ella es lo más salvable de la película, pero, desgraciadamente, no es así. Decir que en este film hace uno de sus trabajos más flojos es quedarse cortos. Pero, lo peor, es que luce un aspecto horrible en toda la película, sin resultar en ningún momento sexy ni sensual. Y eso que estamos hablando de uno de los mayores sex symbols de la historia; alguien que con 57 años todavía hace correr sudores fríos al personal. Indignante.

En cuanto al resto del reparto, me tendrían que pagar para que hablara de ellos, así que no me meto.

Y vamos ahora con lo que es la cumbre en esta gran montaña de mierda:


EL GUIÓN


Para empezar, olvidaos completamente de que esto es una adaptación de cómic, porque lo único que esta bazofia tiene de Catwoman es el título y lo único que tiene de los comics de DC es la mención que se hace de estos en los títulos de crédito, porque aquí se los pasan completamente por el forro de los cojones. Desde luego, decir que esto es una adaptación de Catwoman y de los comics DC es, prácticamente, un insulto a estos.

Pero el guión no solamente falla en lo que a adaptación se refiere; falla en todo lo demás. Personajes planos, insustanciales y de lo más estereotipados, diálogos estúpidos que llegan a sobrepasar la vergüenza ajena, situaciones ridículas cada dos por tres... Sin hablar de una trama que no hay por donde cogerla. El guión es una puta basura se mire por donde se mire. Increíble que los de la Warner se gastaran 100 millones de dólares en un guión tan malo como este.

Y esto me resulta preocupante, porque por aquellos años hubo un proyecto cinematográfico de Wonder Woman escrito y dirigido por Joss Whedon –el mismo de Los Vengadores –, pero la Warner lo rechazó porque no les convencía el guión También hubo un proyecto de adaptar Flash escrito y dirigido por David S. Goyer –el mismo que ayudó a Christopher Nolan con sus películas de Batman –, pero también fue rechazado porque a la Warner tampoco les convencía el guión. En cambio, si dieron luz verde a un engendro como este.

Recuerdo que, en una entrevista, John Brancato y Michael Ferris, guionistas de la película junto a John Rogers, afirmaron que escribieron una gran cantidad de guiones diferentes, pero todos eran rechazados continuamente por la Warner hasta que se quedaron con este que, visto lo visto, apuesto a que era el peor de todos. Así que, una de dos: o los ejecutivos de la Warner –al menos, los que estaban al frente del estudio por aquella época –tienen un gusto pésimo o es que escogieron el peor guión con intención de sabotear su propia película.

Entre esta y Superman Returns, han tenido mucha suerte de que Christopher Nolan se cruzara en su camino, porque si no…


Una película tan mala que hasta da vergüenza ajena y que destroza por completo a uno de los mejores personajes femeninos de los cómics. Años esperando a que hicieran una película de Catwoman para que, al final, hicieran semejante chapuza.

Desde luego, uno de los mayores errores que se ha podido cometer es dejar que se hiciera un bodrio tan monumental como este. No hay ningún argumento en el mundo que justifique la existencia de esta mierda.

La futura película que están preparando de Wonder Woman no solo debería evitar tener esta basura como referente, sino que debería ternerla totalmente vetada; estando prohibida hasta su más mínima pronunciación.


Demos gracias a que existe Christopher Nolan que, al igual que le devolvió la dignidad a Batman con Christian Bale, también se la devolvió a ella con Anne Hathaway. Y también demos gracias a Bruno Heller, que también nos ha ofrecido una estupenda Catwoman en sus orígenes en la serie Gotham muy bien interpretada por una estupenda Camren Bicondova.









24 de enero de 2012

AMANECER DE LOS MUERTOS (2004)


















La presentación al mundo de Zack Snyder.

Antes de consagrarse con la magnífica 300 (2007) y dirigir las excelentes Watchmen (2009) y Sucker Punch (2011) y la lograda Ga´Hoole: La leyenda de los Guardianes (2010), este gran director debutó en el cine remakeando una gran película de zombies, secuela de otra gran película, dando ya muestras de su talento.

Una misteriosa plaga está asolando el mundo, convirtiendo a los muertos en enloquecidos zombies hambrientos de carne humana que atacan a las personas infectándolas con sus mordeduras y convirtiéndolas en otros zombies. En Wisconsin, Ana (Sarah Polley), una joven enfermera que huye de su hogar cuando su marido ha sido infectado y termina uniéndose a un policía (Ving Rhames), un vendedor de Tv (Jake Weber) y un variopinto grupo de personas que se refugian en un centro comercial en donde, a parte de protegerse de los muertos vivientes, también deberán aprender a convivir y buscar una manera de escapar de allí, puesto que nadie va a ir a rescatarlos.




Como ya he dicho, la película es un remake de una gran película de zombies. Se trata de Dawn of the Dead (1978), conocida en España como Zombie, secuela que George A. Romero dirigió de la magnífica La Noche de los Muertos Vivientes (1968) y que nada tiene que envidiar a la original; incluso la supera en algunos aspectos.

No obstante, a pesar de su condición de remake, este film que nos ocupa poco tiene que ver con aquella. A pesar del título, que la mayoría de la trama tiene lugar en un centro comercial y de varios guiños hacia el film de Romero –como los cameos de Ken Foree, Scott H. Reiniger y Tom Savini –, la película de Snyder se aleja bastante de la trama y el estilo de la película de 1978.

Este film fue muy bien recibido.

En lo que a recaudación se refiere, la película, con un presupuesto de 26 millones de dólares, recaudó 59 millones solo en EEUU y 43 millones mas en el resto del mundo, logrando una recaudación de 102 millones de dólares; un éxito en toda regla. A parte de todo esto, gustó mucho a crítica y público, hasta el punto de que para muchos llega a ser, incluso, mejor que la película de Romero.

¿Y que opino yo?

Pues bien. A mi esta película me gusta mucho y me parece una estupenda película de terror y una de las mejores películas de zombies que se han hecho en los últimos tiempos. No obstante, aún así no me parece mejor que la película de Romero; la cual es muy difícil de superar, incluso para un genio como Snyder.


Además, me resulta muy difícil comparar una película con otro porque, como ya he dicho, ambas películas son muy diferentes la una de la otra. Ocurre como con Piraña 3D (Alexandre Aja, 2010), la cual tampoco quise hacer muchas comparaciones con la película original, Piraña (Joe Dante, 1978), porque ambas eran muy diferentes.

De todas maneras, como ya he dicho, este film me parece inferior a la cinta original. Pero eso no quiere decir que no sea una buena película.




Como siempre, la dirección de Snyder es magistral. El tipo dirige con una maestría impresionante tanto las escenas de acción y los momentos de tensión como a los actores –que, salvo algunas excepciones, hacen un trabajo estupendo –y los momentos dramáticos. El comienzo de la película es impresionante y, a lo largo del film, el ritmo nunca decae y la historia no se estanca en ningún momento –bueno, un poco en los momentos en los que vemos a los personajes haciendo vida en el centro comercial –, logrando mantener el interés hasta llegar a un final que, aunque previsible, resulta muy bueno. Además, la película no acaba ahí, ya que en los créditos finales Snyder nos cuenta, a modo de mockumentary, el (fatal) destino de los protagonistas de una forma genial.

El guión, obra de James Gunn, no es ninguna maravilla, pero es eficaz y tiene momentos verdaderamente impactantes, como lo del bebé zombie, la escena de la motosierra durante la espectacular huida en los autobuses fortificados o la escena de los créditos finales en los que encuentran una cabeza zombie en una nevera.

La película tiene la peculiaridad de que, en esta ocasión, los zombies no son seres lentos y torpes, sino rápidos y ágiles, lo que les hace mucho mas peligroso. No hay duda de que se inspiraron en la, también estupenda, 28 Días Después (Danny Boyle, 2002), que se estrenó dos años antes. Esto creó bastante controversia en su día, ya que muchos aseguraban que eso sería imposible debido al rigor mortis.

De todas maneras, a mi me parece un cambio muy bueno y pega mas con el estilo de Snyder.




Resumiendo.

Una película muy buena. Un estupendo film de terror y de zombies que se disfruta de principio a fin. Como remake, es inferior a la cinta original, pero a mi me parece un remake de lo mas digno.

Desde luego, Zack Snyder no pudo debutar mejor en el cine, ya dando muestras del gran director que es y del talento que luego demostraría en sus siguientes películas.