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30 de marzo de 2013

SUPERMAN III (1983)















Continúo con el tour por las películas de Superman que estoy haciendo antes del estreno de la esperadísima Man of Steel. Ahora toca el turno de la tercera entrega de la saga; la cual supuso el comienzo del declive de esta.

Clark Kent (Christopher Reeve) regresa a Smallville para una reunión con sus antiguos compañeros de instituto; en el camino, no se librará de tener que adoptar la personalidad de Superman para evitar un incendio en una planta química. Una vez allí, se reencuentra con Lana Lang (Annette O´Toole), su amiga de la infancia y amor de juventud, quién ahora es una divorciada con un hijo pequeño, Ricky (Paul Kaethler). Clark pasa el tiempo con Lana y el niño ajeno a lo que ocurre en Metrópolis, donde un multimillonario llamado Ross Webster (Robert Vaughn) pretende dominar el mundo financiero.

Para ello utiliza a Gus Gorman (Richard Pryor), un desempleado que ha intentado robar dinero a la empresa utilizando unos conocimientos informáticos que desconocía poseer. Una de sus primeras acciones es hacer que Gorman tome el control de un satélite llamado Vulcan que provoca efectos meteorológicos y así provocar un gran tornado que arrase las cosechas de café en Colombia para castigar al país sudamericano por negarse a hacer negocios con él. Pero la intervención de Superman evita la catástrofe y las cosechas se salvan. Furioso, Webster ordena a Gorman que construya kryptonita a raíz de unos restos del planeta Krypton localizados por Vulcan. A cambio, Gorman le pide a Webster que construya un superordenador que el mismo ha diseñado, a lo que Webster accede. Gorman construye la kryptonita y se la entrega a Superman. Pero esta, en lugar de matarlo, lo van convirtiendo en una persona oscura y malvada, lo cual Webster pretende utilizar en su beneficio empleando a Lorelei (Pamela Stephenson), su atractiva ayudante, para seducirle y manipularle.


Tras los éxitos de Superman (1978) y Superman II (1980) una tercera entrega era inevitable. Con Richard Donner ya completamente fuera de la saga, Richard Lester se hizo cargo enteramente de la dirección. Encima, contrataron como guionistas a David Newman y Leslie Newman, cuyo guión para la primera y la segunda entregas fue rechazado en su día por Donner.

La película debía haber sido muy diferente al resultado final. La productora Ilya Salkind escribió un tratamiento para el futuro guión donde Superman se enfrentaba a Brainiac y a Mr. Mxyzptlk –se pensó en Dudley Moore para interpretarlo –y contaba con la aparición de Supergirl. Era algo lógico, ya que, después de enfrentarse a Lex Luthor en la primera y al General Zod en la segunda, Superman debía de enfrentarse a otros enemigos poderosos que supusieran un desafío para él.

Sin embargo, a la Warner no le gustaron esas ideas y desecharon ese tratamiento. Fue cuando Alexander Salkind, padre de Ilya, salió con la idea de dar a la película un enfoque mas humorístico y contratar a Richard Pryor, un actor cómico que gozó de una gran popularidad durante los 70 y los 80 antes de caer en desgracia y fallecer en 2005. La idea de meter a Pryor en la película vino de una aparición del actor en el programa The Tonight Show, presentado entonces por Johnny Carson, donde el actor habló de lo mucho que le gustaron las películas de Superman e, incluso, parodió algunas escenas del primer film.

No obstante, este nuevo enfoque no gustó mucho a público y crítica. La película fue muy vapuleada y, en resultados de taquilla, no fue un fracaso, pero los 59 millones de dólares que recaudó quedaron muy por detrás de los resultados de sus antecesoras; además, tuvo suerte de que su presupuesto fuera de 39 millones.

Según mi opinión, la película es muy inferior a las dos primeras y el toque cómico la estropea aún mas. Cosas como esos títulos de crédito iniciales llenos de secuencias cómicas encadenadas al estilo de Aterriza como Puedas o gags como el de los monigotes del semáforo peleándose, lo de la Torre de Pisa o lo de la antorcha olímpica tienen gracia, pero hacen que la película parezca mas una parodia que un film de superheroes.


Sobre Richard Pryor, el tipo me parece un buen actor y un estupendo cómico. He visto varias de sus películas, sobre todo las que hizo formando pareja con el gran Gene Wilder, como El Expreso de Chicago (Arthur Hiller, 1976), Locos de Remate (Sidney Poitier, 1980) o No me Chilles, que no te Veo (Arthur Hiller, 1989), y me gustan. Sin embargo, su presencia en este film está completamente fuera de lugar.

El villano, Ross Webster, aunque genialmente interpretado por Robert Vaughn –el inolvidable Walter Chalmers de Bullit (Peter Yates, 1968) –, no es mas que una pobre imitación del Lex Luthor de las dos primeras. De hecho, el personaje fue pensado originalmente que fuera Luthor, pero lo convirtieron en otro tras la negativa de Gene Hackman a regresar; recordemos que Jackman fue uno de los actores que se marchó cabreado de la segunda entrega tras la sustitución de Richard Donner.

Margot Kidder es otra a la que tampoco le hizo mucha gracia la marcha de Donner en la segunda y, aunque los responsables del film se esfuercen mucho en decir lo contrario, esta es la razón de que su participación en el film se reduzca a una pequeña aparición al principio y al final de la película. Afortunadamente, aquí estuvieron mas acertados recuperando al personaje de Lana Lang, quién tenía una pequeña aparición en la primera entrega interpretada por Diane Sherry.

Aquí le da vida la estupenda Annette O´Toole –quién, años después, dio vida a Martha Kent en la serie de Tv Smallville –haciendo un excelente trabajo que está entre lo mejor de la película.

Claro, que el que sigue sobresaliendo es, sin duda, Christopher Reeve. Aquí, incluso, interpreta un doble papel al dar vida a la parte oscura de Superman.

La película supone un gran bajón en la saga. Aún así, tiene cosas buenas. Es entretenida, los efectos especiales están a la altura y tiene escenas bastante espectaculares, como cuando Superman congela la superficie de un lago para apagar el incendio en la planta química o el enfrentamiento final contra el superordenador, el cual tiene buenos momentos, como la secuencia en la que atacan a Superman con varios misiles y es monitorizada con un videojuego desarrollado por Atari o cuando Vera (Annie Ross), la hermana y lugarteniente de Webster, se convierte en una especie de androide –esa escena me aterrorizó cuando vi la película en mi infancia y llegó a provocarme pesadillas –.


Aunque, sin duda, el mejor momento de la película es cuando se enfrentan las dos personalidades de Superman; algo a lo que favorece la estupenda interpretación de Reeve, como ya he dicho antes. El problema es que todo este asunto del lado oscuro de Superman podría haber sido aprovechado mejor, pero no lo hicieron.

En resumen. La película no está mal del todo, aunque podría haber sido mucho mejor. Esta tercera entrega debía haber sido mas oscura, aprovechando el desdoblamiento de personalidad de Superman, y mucho mas espectacular, con villanos mas poderosos como que supusieran un desafío mayor para el superhéroe, como ya he dicho antes en referencia al tratamiento que escribió Ilya Salkind. En cambio, optaron por darle un enfoque mas cómico que, prácticamente, la convirtió en una parodia de si misma y contaron con un villano que no estaba a la altura.

Mi veredicto es que la película no es mala, merece el aprobado, pero un aprobado muy bajo –si tuviera que ponerle nota, estaría entre un 5 y un 6 –. No obstante, está muy alejada en calidad a sus dos predecesoras –sobre todo, a la primera –y, como ya he dicho, supone un gran bajón en la saga y marcó el declive de esta.


Aún así, esta tercera entrega es mucho mas preferible que la cuarta entrega o que Superman Returns, de las que ya hablaré mas adelante y no pienso tener piedad alguna.






20 de enero de 2013

SUPERMAN II (1980)















La primera secuela de la exitosa Superman (Richard Donner, 1978) es una película envuelta en mucha controversia ya que, aunque solo hay un director acreditado, en realidad fue dirigida por dos directores con dos visiones muy distintas que han terminado haciendo que la película tenga dos versiones para elegir.

Antes de la destrucción del planeta Krypton, el General Zod (Terence Stamp) y sus secuaces, Ursa (Sarah Douglas) y Non (Jack O´Hollaran), fueron juzgados al sofocarse una rebelión encabezada por ellos y fueron condenados al destierro vagando por el espacio dentro de la Zona Fantasma. Años después, en la Tierra, Superman (Christopher Reeve) frustra un atentado terrorista en París evitando que sea detonada una bomba de hidrógeno en la Torre Eiffel enviándola al espacio. La bomba estalla y la onda expansiva hace que la Zona Fantasma se rompa y Zod y los suyos son liberados, encontrándose con los superpoderes que les da el sol y que son los mismos que posee Superman. Con ellos atacan la Tierra y obligan al presidente de los EEUU (E. G. Marshall) a entregarles el control del planeta.

La única esperanza de la humanidad reside en Superman. El problema es que este se ha encontrado con el inconveniente de que Lois Lane (Margot Kidder) sospecha que él se oculta bajo la identidad de su compañero, Clark Kent, y le ha confesado la verdad, llevándola a la Fortaleza de la Soledad para rebelarle su pasado. El problema es que esto le obliga a renunciar a sus superpodederes para poder estar con ella. Pero se verá obligado a renunciar a su amor por Lois e intentar recuperar sus poderes al enterarse de lo que está ocurriendo con Zod, el cual se ha aliado con Lex Luthor (Gene Hackman), quién ha escapado de la cárcel, y les está ayudando a conquistar la Tierra a cambio de la entrega de Australia.


Cuando se estrenó Superman, en 1978, esta secuela ya estaba rodada en un 75%, puesto que las intenciones de los responsables era rodar la primera película y su secuela de manera simultanea. No obstante, debido a la enorme envergadura del proyecto y a varios problemas y retrasos en la producción, la secuela fue paralizada y se continuó con la producción de la primera película en solitario con la intención de continuar con la secuela después del estreno.

El problema es que, debido sus diferencias con los productores Alexander Salkind y Ilya Salkind, Richard Donner abandonó la producción, o fue despedido –vete a saber –. Así que, para terminar de rodar la secuela fue contratado Richard Lester, quién ya había participado en la primera película como productor; aunque sin acreditar.

La salida de Donner provocó algunos problemas, como que Gene Hackman se negó a repetir, por lo que todas las escenas de Lex Luthor –salvo algunas escenas donde se utilizó a un doble de espaldas –fueron rodadas por Donner. Otro que se negó a repetir, aunque por motivos diferentes, fue Marlon Brando. Las escenas de este ya habían sido rodadas por Donner, pero el actor pidió una cantidad de dinero mucho mayor por aparecer en la película, por lo que se descartó utilizar sus escenas y reemplazarlo por Lara Lor-Van (Susannah York). Varias de las escenas de Brando serían utilizadas años después por Bryan Singer en Superman Returns (2006).

Al final, la película se terminó con una gran cantidad del metraje dirigido por Donner en 1977 y el metraje rodado por Lester en 1979; no obstante, fue Lester el único que salió acreditado como director. Muchos años después, en 2006, la versión de Donner vio la luz en DVD con el título de Superman II: The Richard Donner Cut.

Entre los cambios mas significativos entre ambas versiones está la liberación de Zod, Ursa y Non, los cuales eran originalmente liberados por el misil que Superman desviaba al espacio; además, esta escena aparecía al final de la primera película para encadenarla con la secuela. Otros cambios están en cuando Lois sospecha de que Kent es Superman. Por ejemplo, en la versión de Donner se arrojaba por una ventana del Daily Planet y no a las Cataratas del Niagara, también le dibuja gafas y sombrero a una foto de Superman o, en una escena que no se llegó a rodar –aunque prevalecen las imágenes de la pruebas de cámara –, ella le disparaba con un arma para descubrirle. Además, al final de la película, para hacer que Lois olvidara que Clark Kent es Superman, este hacía retroceder la Tierra de nuevo. Y, para terminar, en la versión de Donner, Superman destruía la Fortaleza de la Soledad.

También se notan varios cambios en detalles como el peinado de los actores o su aspecto físico, el cual varía constantemente de una escena a otra. También la versión de Donner era mas oscura y violenta –otra de las razones de su discusión con los productores –mientras que la de Lester es mas edulcorada.


Sobre cual de las dos versiones es mejor hay división de opiniones. La crítica prefiere la de Lester, aunque la versión de Donner cuenta mas con el beneplácito de los aficionados al cómic. Yo he visto ambas versiones y a la hora de elegir me quedo sin ninguna duda con la versión de Donner.

De todas maneras, ninguna de las dos versiones consigue superar al primer film y eso que esta película se hizo para ello, puesto que la primera tan solo era una presentación del personaje. Pero, a causa de lo que he dicho antes y por otros factores, esta película se quedó por debajo de su predecesora a pesar del aumento de espectacularidad y la introducción de unos villanos mas poderosos.

Empezaré diciendo que, al ser una película que cuenta con dos directores con dos visiones diferentes y en su mayor parte se rodó al mismo que tiempo que la primera, con el mismo equipo técnico trabajando como si de una película se tratase, en este análisis voy a pasar de hablar de cosas como el aspecto técnico y el trabajo de los actores. Tan solo me limitaré a decir que todo esto está muy logrado y dar mi opinión sobre la película.

Hay mucha gente que afirma que esta película es mejor que la primera y que es la mejor entrega de la saga. Yo, en cambio, no puedo estar mas en desacuerdo. Porque para mi, aunque supera a las entregas que la sucedieron, me resulta inferior a la original.

Es cierto que al contar con tres supervillanos que representan un reto mayor para Superman la película gana en espectacularidad y que con la historia de amor con Lois Lane y su renuncia a los superpoderes por amor, gana en romanticismo y emoción. Sin embargo, todos estos elementos no son del todo aprovechados.

Con respecto a la espectacularidad tenemos escenas como el enfrentamiento con los militares en el pueblo o la batalla en las calles de Metrópolis, que es estupenda, con unas buenas dosis de acción y un gran despliegue de medios. Y en cuanto al romanticismo, hay escenas muy logradas, como cuando Clark descubre su identidad a Lois, cuando la lleva a la Fortaleza de la Soledad, cuando renuncia a sus poderes o la pelea en el restaurante. Todo eso está muy bien.


El problema es que entremedias de toda estas escenas hay un sin fin de secuencias insulsas y diálogos plomizos que hacen que la película aburra bastante. Así, la película es como una especie de montaña rusa, donde los momentos impresionantes y espectaculares se entremezclan con los momentos aburridos y anodinos, haciendo que la películas suba y baje constantemente e impidiendo que alcance la maestría de su predecesora.

Es por ello que esta película, que debía haber sido al primer Superman lo que The Dark Knight fue a Batman Begins, se queda en un quiero y no puedo y el resultado final se queda mas cercano a lo aceptable que a lo grandioso.


Todo esto refiriéndome a la versión de Richard Lester.

La versión de Richard Donner, como ya he dicho antes, es mucho mejor. Mas entretenida y espectacular y, al verla, te das cuenta de que los mejores momentos de la versión de Lester son, sin duda, Made in Richard Donner. Sin embargo, aún así, también queda muy por debajo de la película de 1978, ya que el buen trabajo de Donner quedó sin terminar y, para rellenar huecos, se utilizó metraje rodado por Lester. Es una pena que Donner no pudiera terminar su trabajo, porque no tengo dudas de que el resultado final hubiera sido mucho mejor.

Aún así, Superman II es una buena película de superheroes y una secuela mas que digna. Sin duda, la mejor entrega de la saga después de la primera.